Me quedé sin trabajo hace un par de semanas y volví a mi casa hasta que consiga un empleo, porque no puedo pagar el alquiler. Vivo con mi mamá y mi hermanita Leyla que está de vacaciones escolares. Leyla tiene 7 años y pasó a segundo grado de la primaria. El caso es que se viene comportando de una manera extraña desde que volví a casa. Mi hermana es una nena muy bonita y lo sabe, el problema es que se siente atraída por mí y cada día que pasa me lo demuestra con más intensidad. Yo tengo 23 años y la comprendo, es muy chiquitita y está comenzando a experimentar cosas nuevas, pero hace 4 días se animó a decírmelo. Mamá sale a trabajar a las 6 de la mañana y me despierta para avisarme que se va. El viernes pasado se fué temprano, como siempre, y me levanté, no tenía sueño. Leyla duerme hasta las 9 o 10 de la mañana, entonces no me preocupé en cerrar la puerta de mi habitación para quitarme la ropa interior y la remera. Estaba haciendo un calor terrible y me puse cómodo para acostarme un rato antes de desayunar. Y vino la persona que menos esperaba para decirme que tenía mucho hambre. No me dió tiempo a nada y ya había entrado. Traté de alcanzar el bóxer y cubrirme con las sábanas, pero la desgraciada me quitó la ropa interior que había dejado en el piso. - Mirá cómo estás!!! Nunca te vi así!!! Quiero que me dejes dormir un ratito con vos, tengo sueño... - Dame el bóxer, guacha de mierda!!!! Si me das permiso para quedarme con vos te lo doy... sinó le voy a contar a mami que me llamaste y cuando entré a tu cuarto me estabas esperando desnudo. Me asustó un poco la amenaza, porque Leyla era capaz de hacerlo. - Qué mierda te pasa conmigo??? Estás loca o te hacés, pibita maleducada??? - Bueeeno, no te enojes porque me vas a obligar a llamar a mamá... - Está bien, dale, acostate que yo ya me estoy por levantar. Se dió vuelta para cerrar la puerta y sólo tenía puesto un top y la ropa interior. Hacía un tiempo que había notado el crecimiento acelerado de la nena, pero no la veía así desde que tenía unos 4 o 5 años. De todos modos, confieso que me hice varias pajas después de mirar el culito hermoso que tiene, aunque jamás pensé en hacer absolutamente nada, sólo me gustaba mirarle la cola gorda, no hubiera sido capaz de tocarla. Es mi propia hermana!!! Y encima tiene 7 años!!!! Cómo iba a hacer algo semejante??? Lo que imaginaba sólo sucedía en mi mente. - Me puedo acostar o no? - me preguntó con su vocecita infantil. No me quedaba otra opción y le dije que se acueste en un rincón. Me corrí hasta casi caerme de la cama para mantener la distancia y se acostó dándome la espalda. - Me voy a quedar dormida rápido, tengo un sueño.... - me dijo- Te amo mucho, sabés? Estaba acostumbrado a escucharla hablar así y no me preocupó. - Yo también te amo, gordita. Dormí... Parecía haber quedado profundamente dormida. Se corrió hasta acercarse tanto a mí que casi me tocaba. Un minuto después se metió la mano en la bombachita para rascarse la cola, aparentemente se había dormido, pero se bajó la ropa interior como sin darse cuenta. La cuestión es que le había quedado medio culo desnudo, de tal manera que pude verle la rayita del orto. Era la primera y única vez que la vi de esa forma y no pude evitar la erección que me causó. Pero eso no fué nada, se volvió a hechar hacia atrás y pegó su cuerpito entero al mío. La situación me hizo poner nervioso, pero no me desagradó sentirla tan cerca como nunca antes. Lo más raro es que la cola de la nena quedó sobre mi panza, pero en otro movimiento que parecía involuntario, bajó hasta que su culito gordo se apoyó justo en mi verga. Empezó a balbucear cosas que no se entendían y eso me hizo pensar que estaba hablando porque se encontraba totalmente dormida, era algo habitual en ella y estuve seguro de que se me había acercado sin siquiera saberlo. - Holaaaaaa... estás despierta??? -Le pregunté en voz alta y no me respondió, pero levantó la cola hasta que mi verga quedó justo en el medio de sus nalgas. Y al sentir la terrible erección lo hizo de nuevo, me empujó un poquito más. No lo pude entender hasta el día de hoy, pero me bajé el bóxer, se la apoyé en el medio del orto y me quedé tan quieto como si estuviera re dormido. Leyla pareció sentirlo y me asusté, pero se rascó la cola una vez más, como sin querer, y se bajó la bombachita quedando tan desnuda que me hizo quedar mirándola como un boludo. No tenía la menor idea de cómo terminaría todo esto, pero ya no me quedaban dudas de que lo hacía adrede y que no se había dormido ni mierda, porque volvió a rascarse como si la hubiera picado una avispa, se abrió los cachetes del culo y, vaya casualidad, justo en ese momento se corrió para atrás, haciendo que mi verga se le meta bien adentro entre los glúteos. - Escuchame bien, putita, ya sé que estás más despierta que yo. No te hagas la boluda. - Mmmmmmmmmmm... me hablaste? Estaba durmiendo. Me dijiste putita?? Por qué? - me respondió bostezando y con voz de sueño. - Porque sos una nenita muy puta. Por eso. - Eeeeeeeeeeeh... qué es eso que tengo en la cola???? - Es lo que te pusiste vos sola mientras yo dormía, no te hagas la inocente. - No sé qué me estás diciendo. Voy a seguir durmiendo... Pasaron unos 5 minutos y volvió a rascarse tocándome la pija "sin querer" Me pidió que la abrace y le puse la mano en la pancita sin dejar de moverme hacia adelante. Le dije que iba a levantarme para desayunar y se abrió el culo precioso para hacer que mi verga re dura le entre un poco más. No pude soportar semejante situación y le puse un montón de saliva en el agujero del ojete, me mojé yo también y le busqué el esfínter. Empecé a empujarla hasta que le entró la puntita y pegó un gritito que ahogó tapándose la boca. La hice poner boca abajo con mucho cuidado y le enterré un buen pedazo. - Aaaaaaaaaaaaaaaay!!!!! Me dolió!!!! - Jajajajaja!!!! Estás re caliente conmigo pero no te aguantás nada!!!! - Quién te dijo que no me la aguanto??? Me gustás mucho... qué querés que haga??? Le pedí que se ponga de rodillas y se abra bien el culo. No lo podía creer!!! Mi hermanita de 7 años estaba tan caliente que hizo lo que le pedí y le chupé tanto el orto que se me acalambró la lengua. Le eché tanta saliva que le chorreaba por la concha y le caía hasta las piernas. Se la metí de una, casi toda y no paraba de gritarme que le dolía, pero ya era imposible parar, así que me la cogí por el orto y sentí que estaba por acabar. Se la saqué y se la puse en la boquita para derramarle una cantidad enorme de leche que se tragó. Me dijo que era muy rica y me pidió que le diera más.