🔥Relato Erótico de Tabú: Yésica, la vendedora de 9 años. ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2023-03-16


Yésica, la vendedora de 9 años.


Autor: FerAllReal

Categoría: Tabú

Yésica es una nena de 9 años que conocí hace una semana cuando estaba sentado en el patio del hospital mirando unos análisis que recién había retirado. Hacía muchísimo calor y la niña tenía una minifalda floreada muy liviana y corta. Me llamó la atención su belleza poco común, pero más aún las piernotas y las nalgas gorditas que se le movían bajo la mini. La criatura estaba vendiendo anillos, pulseras y cositas así. Se puso de espaldas para acomodar la canasta sobre un banco frente a mí y sopló una ráfaga de viento caliente que no le dió tiempo a nada y la minifalda floreada se le levantó y me dejó ver, además de las piernas gorditas, la ropa interior blanca que apenas alcanzaba a cubrirle la cola. Yo no soy de andar mirando niñas, y mucho menos tan pequeñas como Yésica, pero me resultó imposible no observar la gran belleza de la nena. Yésica es alta, gordita, rubia, de piel muy blanca, fornida, una criatura perfecta, especialmente por el orto tan grande y bonito. Se acercó a mí y se sentó a mi lado. - Holaaaaaa!!!! Qué vergüenza!! Con ese viento de mierda creo que se me vió todo... - Jajajajaja!¡¡ Lo decís por la bombachita blanca? - Eeeeeeeeeeeh!¡¡!! Jajaja!!! Me estabas mirando ¡¡!! - me dijo riéndose con su vocecita infantil. - Y... qué querés? Era imposible no mirarte. - Jajajaj... me llamo Yésica y vos? - Fabio. Un gusto conocerte, Yésica. Con quién estás? - Estoy sola, me voy de mi casa cuando mi abuela y mi hermano empiezan a beber y aprovecho para vender algo. Le dije que era muy chiquitita para andar sola por la calle y le pregunté la edad. - Tengo 9 años, los cumplo hoy. - De verdad? Feliz cumpleaños ¡¡! Me lo agradeció y le dije que tenía que volver a su casa, porque iba a ser un día infernal de 42 grados. - Noooooooo, prefiero quedarme en la calle - Mirá, hoy es viernes y no trabajo, es tu cumple y estás sola con semejante calor. Y yo estoy muy aburrido y también solo en mi casa, si querés te invito a desayunar o a celebrar tu cumpleaños y cuando quieras te vas. No puedo ver que en un día tan especial para vos estés tirada en la calle. No me tenés que decir que sí, puedo aceptar que no quieras, pero tampoco puedo dejar de hacerte la propuesta. Me dijo inmediatamente que aceptaba, entonces le prometí una torta y un buen regalo de cumpleaños. 15 minutos después, estábamos bajando del auto en la cochera de casa. La gordita bellísima estaba transpirando tanto que tenía la remera empapada de sudor pegada al cuerpo y se le notaban claramente las tetas tan crecidas como el resto de ella. Eran las 9 y media de la mañana y el calor ya no se aguantaba. - Hace muchísimo calor, me puedo sacar las zapatillas? - Claaaaro!!! Andá descalza!!! Te voy a traer una Coca Cola bien fría. La nena se agachó para sacarse las zapatillas y me sentí muy confundido. Nunca pensé que una niña de sólo 9 años pudiera tener una cola tan bonita como para hacer que me quede con la boca abierta, sin aliento y admirando la belleza de esos glúteos perfectos. Me sentí avergonzado cuando se dió vuelta de repente y me encontró con la mirada clavada en su culito gordo. - Jajajajaja!!! Eeeeeeeeeeeh... me estás mirando la cola ¡¡!! - Jajajaj!!! Qué decís?? Sos muy chiquitita para que te mire ¡¡¡ Sacate esas zapatillas!!! Voy al baño, ya vuelvo... Fuí al baño y me serví un buen pase de cocaína, era mi único vicio de los viernes y lo necesitaba para dejar de pensar boludeces y distraerme en otra cosa. Volví a la cocina muchísimo mejor que antes. Yésica ya andaba descalza. Le dí un vaso de Coca y un pote grande de helado de chocolate que tenía guardado. Se puso muy contenta y empezó a comer. Le dije que iba a llamar a una amiga para que le traiga su regalo de cumpleaños y me abrazó apretándome muy fuerte. Media hora después llegó mi amiga con dos bolsas repletas de ropa, me dijo que elija lo que le guste y se fué. Yésica no sabía qué había en las bolsas. Le pedí que me siga y entramos a mi cuarto. Vacié las bolsas en la cama y se puso a llorar. - Muchas gracias!!! No me esperaba esto... qué ropa tan linda!¡!! - me dijo sin dejar de llorar, me abrazó y me dió un beso... en la boca!!! Le sequé las lágrimas de la carita redonda y me contó que nunca le regalaban nada. - Bueno, no llores más y probate lo que quieras que yo voy al baño. Pero apenas salí de la habitación me tomé otro pase bien servido y estaba por entrar de nuevo cuando, no sé por qué, se me ocurrió mirar por la cerradura. Yésica se había sacado la minifalda floreada y la bombachita blanca. No podía creer que la nena de sólo 9 años tuviera un culo tan grande y hermoso. Entré y me dijo que aún no se había puesto la ropa nueva. - Jajajajaja!!! Ya me di cuenta, sos muy chiquitita para mí, no me digas que te da vergüenza.... - No, no me da vergüenza. - me contestó enojada. - Y no soy tan chiquitita... Me preguntó si podía probarse el vestido rosado y le dije que iba a regalarle todo lo que quiera. Me acosté para disfrutar del espectáculo y se acercó corriendo para agradecérmelo con un gran abrazo. Me costaba creer que la nena me estuviera abrazando en la cama y completamente desnuda. Se puso a llorar otra vez y le volví a pedir que no llore. - Es un día muy especial para vos, mi amor, no tenés que llorar... - le dije para calmarla y, de a poco, acercó su carita a la mía con los ojos cerrados. No lo dudé y le dí un beso en la boca que se hizo interminable. Le pasé la lengua por los labios e hizo lo mismo. - Te amo.... - me dijo y agarré su manito, la puse sobre mi verga durísima y me la apretó. Mientras me besaba, me saqué el short y la remera y se quedó mirándome con los ojos abiertos de asombro. La acerqué suavemente, le pasé la verga por los labios hasta que me la empezó a chupar. Estuve a punto de acabar y me levanté rápidamente. Ahora vengo, guachita. Voy al baño. Busqué el frasco de vaselina, me tomé un tremendo pase y volví. Yésica estaba sentada en la cama. Le pedí que se acueste boca abajo sobre las almohadas y me obedeció. El culo de la nena, tan levantado y regalado me hizo re calentar y me acosté sobre ella para poder ver lo que más deseaba, el agujerito del orto de Yésica. - Abrite bien los cachetes del culo con las manos, mi amor- le dije y lo hizo Ese agujerito precioso que pude ver por primera vez me hipnotizó. Le chupé el culo y le metí mil veces la lengua hasta que le puse la vaselina y me acosté sobre ella. Me la cogí por el orto con tanta fuerza que lloró y gritó. Y un rato después me empezó a decir que se estaba cagando encima. Le saqué la verga del culo llena de caca. - Uuuuuuuh ... te la llené de caca ¡¡¡ Dejame que te la limpio. Y me dió una mamada que jamás voy a olvidar, tragando toda la caquita que le había sacado recién de su interior La masticó, la saboreó y se la tragó junto con la leche que me salió a chorros de la verga. Y pasó todo el día de su cumpleaños en casa...


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