🔥Relato Erótico de Tabú: Personal trainer para niños obesos. ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2023-02-03


Personal trainer para niños obesos.


Autor: FAL-08

Categoría: Tabú

Soy personal trainer y mi especialidad son los niños con problema de obesidad. Me llamo Alejandro, tengo 24 años y hace un año y medio, después de recibirme de profesor de educación física, me animé a instalar en mi propia casa una mezcla de consultorio y gimnasio. Trabajo con bebés mayores de 2 años hasta preadolescentes, algunos/ as con algún ligero sobrepeso y otros muy gordos. Generalmente son madres que traen a las hijas, pero tengo una clientela variada. Hace una semana atendí a una mujer que me contó que su hija Jennifer, de 8 años y medio, se había desarrollado por demás. - Y cómo es eso? - le pregunté - En qué consiste el crecimiento exagerado de la niña? - A los 4 años ya le comenzaron a crecer los pechitos. A los 6, aumentaron mucho más de tamaño y antes de cumplir los 7 no podía ni siquiera dejar que se meta en la pileta del club sin una blusa, porque las tetitas de Yeni ya tenían la forma de los pechos de una mujer. Además me molestaba que, tanto chicos como hombres, la miraran de reojo. - Entiendo, pero aparte del hiper desarrollo de la niña tiene problemas con el peso? Porque mi especialidad son los chicos con ese inconveniente. - Sí. Es una nena muy linda, pero desde los 5 años empezó a comer más que antes y ahora pesa 5 o 6 kilos por encima de lo normal. Ella no es tan gorda, sinó que es muy grandota, alta, maciza. Tiene todo grande, la espalda, las piernas, los brazos y ni hablar de la cola, re grande y gorda. Aaaaaaaaaaaah... me olvidaba... la panza también le creció tanto que tuve que comprarle ropa como para una nena de 12 años... Vos creés que puede ser hereditario? - me preguntó - porque yo también me desarrollé demasiado desde muy pequeña... Y lo que decía era razonable. La señora tenía unas tetas enormes y un culo gigante. - Eso le iba a preguntar. Es muy importante lo que me está diciendo. Y sí, es altamente probable que lo haya heredado de la madre. Nos pusimos de acuerdo en vernos a las 6 de la tarde y me preguntó si era posible una sesión de 2 horas, porque el trabajo le impedía venir antes. - Las sesiones son de una hora y a las 7 ya cierro el consultorio. Me pidió por favor si podía dejarla hasta las 8 y me ofreció tanto dinero que acepté de inmediato. A la hora arreglada sonó el timbre. Era la señora con su hija Jennifer. Las invité a pasar y me asombró el escote de la señora, pero no tanto como el gran parecido de las dos. - Está usted segura de que Jennifer es hija suya? - le dije a la madre y me contó riéndose que todos le decían que son idénticas. Hacía un calor insoportable, y me pareció que la ropa de la niña era muy inadecuada y atrevida para su edad, pero cuando sacó el dinero de la cartera me olvidé de todo. - Bueno, yo debo irme urgente. A las 8 nos vemos. Ella se porta muy bien, no te preocupes por eso. Se despidió y salió corriendo. - Es un gusto conocerte, Jennifer. Tomá asiento - le dije y me pidió permiso para poner la carterita sobre la camilla. La criatura se dió vuelta y, en ese momento, pude comprobar lo que me había dicho su madre. No podía entender por qué le había hecho poner esa ropa tan provocativa con tan solo 8 años. La nena tenía un vestido que le colgaba de los hombros, tan corto era que apenas lograba cubrirle la cola. Y un par de zapatillas Nike carísimas. Quedé impactado con la belleza formidable de mi paciente y no podía dejar de mirarle ese trasero enorme, gordito, sensacional. - Ya está - me dijo y le pedí que se siente en la camilla. - Mi mamá me mandó a verte porque soy muy gorda. - Nooooo, no sos gorda. Sos una nena muy linda! - Soy una gorda. Qué me ves para decir que soy linda??? Me estás mintiendo... - Yeni, no me digas que nunca te lo dijeron porque no te voy a creer. - Sí, la gente te puede decir muchas cosas, pero eso no es suficiente - Cosas como cuáles? Contame. - Los chicos y también los hombres me han dicho en la calle que les gustan mis tetas, por ejemplo... - Yo no puedo decirte eso porque sos muy chiquita para mí, pero es verdad. - Te parece? Los hombres mienten. - Y qué más te dijeron? - Qué pedazo de culo que tenés... qué lindo orto, mi amor... cómo te chuparía la concha... Jajajajaja!!! Eso me dicen, cosas feas. - Te lo han dicho de mala manera, pero no te mintieron .. - Claro que sí... igual que vos... - Yo no miento. Tuviste la suerte de que te digan que tenés un culo hermoso y yo no veo que tengas una cola fea. - En serio? A vos te parece que mi cola es muy grande y re gorda? - No te puedo asegurar nada porque no pude verte bien. A ver... bajate de la camilla y ponete mas allá. La nena me hizo caso, se paró frente a mí y le pedí que se diera vuelta. Me dió la espalda mientras se reía y le dije que era imposible que tuviera una colita más linda. Me lo agradeció y se acercó a mí hasta animarse a darme un abrazo. - Gracias! Vos también me gustás.... Uuuuuuuh.... se me escapó!! - No importa, mi amor, es muy lindo lo que me dijiste... - No sé cómo me animé ..... - me dijo con la mirada puesta en el bulto que tenía en el pantalón por la erección que me provocó. Le pedí que se acueste en la camilla y lo hizo sin dejar de mirarme con los ojos bien abiertos. Me paré al lado de ella, le dije que le iba a revisar la panza, le puse mis manos haciendo un poco de presión sobre esa pancita gorda y dura y dejó caer los brazos a los costados. Cerró los ojos mientras me apoyaba el dorso de la mano (inocente o desvergonzadamente) justo sobre mi verga. Empecé a moverme apretándole la mano contra el borde de la camilla y no podía creer que nunca sacó la manito. Estaba sintiendo mi verga durísima y le gustaba. - Permiso... te voy a levantar un poquito el vestido hasta la panza para verla mejor. - No me pidas permiso. Yo tengo que hacer lo que me digas. Le subí el vestidito, le examiné la panza con una mano y la deslicé muy despacio hasta que se la apoyé sobre la bombachita. Le froté el clítoris mientras le apretaba el abdomen con la punta de los dedos y las piernas le temblaron levemente. - Te sentís cómoda, Yeni? - Aaaaaaaaaaaah... me siento muy bien... Aaaaaaaaaaaah... qué lindo... - Te gusta, gordita preciosa??? - Siiii. Sos el mejor masajista del mundo!!! Jajajajaja... - Me alegra que te haga sentir bien, es mi trabajo. Date vuelta, mi amor... - le pedí y me obedeció al instante poniéndose boca abajo. El corazón se me aceleró cuando le ví ese culo gordito cubierto sólo con la bombachita que se le había enterrado entre las nalgas. Le pedí que se saque el vestido para poder revisar su espalda y sentí que se me paraba más aún. Le hice unos masajes en la cintura y bajé de a poco. Un minuto después le estaba masajeando los cachetes del orto y me dijo que en YouTube los masajistas no trabajaban así sobre la ropa. - Ya lo sé. Lo que pasa es que recién estoy empezando. Ahora sí, sacate la bombachita. La cuestión fué que la nenita se bajó lentamente la ropa interior sin cambiar de posición. Levantó el culo y me pidió que la ayudara. - Eeeeeeeeh... no me vas a ayudar? Se la pudo bajar hasta las rodillas y yo se la terminé de quitar. Me puse aceite en las manos y le empecé a acariciar los glúteos durísimos. Y sí, el masaje se había convertido en caricias. Le separé los cachetes del ojete para ver aquello que más quería mirar. Le puse una almohada abajo y el culito se le levantó hasta que al fin encontré el fantástico agujerito del orto de la nena. Le pasé los pulgares llenos de aceite por ese agujero cerradísimo, apretado y tan bonito que no aguanté las ganas de meterle un dedo y se lo metí muy despacio. - Aaaaaaaaaaaah... Jajajajaja... qué rico es eso que me hacés... Aaaaaaaaaaaah... Le saqué el aceite de la cola con un trapo y le metí y saqué la lengua en el agujerito maravilloso del orto. No sé por cuánto tiempo me la cogí con la lengua, pero me preguntó gritando si no le podía meter la lengua más adentro. Entonces la agarré por la cintura, la puse de rodillas, le enterré toda la lengua en el ojete hasta mojarla tanto con mi saliva que le chorreaba hasta la conchita. Después de una media hora de cogerla así, le escupí el culo y le puse la verga sobre el agujerito, hasta que empecé a empujar muuuy lentamente. Cuando le entró la punta gritó tan fuerte que me hizo calentar más. - Aaaaaaaaaaaah!!!! Me dueleeeeee!!!!! Aaaaaaaaaaaaaay!!!!!!! Me duele muchooooo!!!!!!! Qué bruto sos!!!! Más despaciooooooo!!!!!! Gritaba y lloraba, pero nunca me pidió que se la saque. No me pude contener y le abracé la panza gorda y bien dura con los dos brazos. Ya no podía escapar y empujé y empujé hasta que le pude hacer entrar la mitad de la verga en el agujerito del ojete tan ajustado y cerrado que sentí que estaba por acabar. Me paré al lado de la camilla, la hice acostar y le dije que le estaba por dar mi leche. - Y te la tomás toda, gordita, sabés??? No quiero que dejes ni una sola gota.... Y le llené la boquita de semen que se tragó. Y cuando vió que me seguía saliendo leche de la verga, abrió la boca y se la metió ella solita para chuparla con tanta fuerza que no fué necesario limpiarme. Me la dejó impecable y la siguió chupando hasta que se ahogó por ser tan golosa. Me dió un beso interminable en la boca y me dijo que le iba a decir a la mamá que quería venir todos los días. Y eso fué lo que sucedió.....


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