🔥Relato Erótico de Zoofilia: COMO SUPERÓ EL ALCOHOLISMO ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2023-02-01


COMO SUPERÓ EL ALCOHOLISMO


Autor: mapmaker

Categoría: Zoofilia

Estaba ebrio, cada vez que estaba así los deseos impúdicos lo invadían y afloraban, sus tendencias homosexuales se manifestaba llevándolo a realizar actos reservados para satisfacer lujuria que se apoderaba de su cuerpo y de su mente y que no se atrevía a experimentar con otros de su mismo sexo. Para ello había adquirido un miembro de hule que guardaba secretamente en conjunto con un tubo de gel lubricante; el miembro estaba complementado con un par de testículos y la base terminaba en una ventosa que se adhería fuertemente a cualquiera superficie lisa. Era de un tamaño normal de unas cinco pulgadas, coronado con un glande de mayor grosor semejando el miembro viril normal y de color oscuro; adosado a la pared, había colocado un espejo donde fijaba el miembro; lateralmente había colocado espejos para ver como su ano engullía la verga de hule. Camino apresuradamente a su apartamento, la boca se le hacía aguas al imaginarse como iba a ser penetrado por aquel artilugio mientras gemía imaginando que un hombre real lo poseía¸ a la carrera entro en su vivienda, de inmediato se dirigió a su recamara despojándose de toda su ropa. Completamente desnudo, se colocó de espaldas al espejo donde había fijado la lubricada verga; los espejos reflejaban su figura desnuda; se preparó a observar el acto que iba a realizar; temblorosamente empezó a retroceder hasta sentir la punta lubricada en el canal de sus nalgas. Oscilo sus glúteos buscando sentir en su ano el contacto de la punta lubricada; había adquirido la habilidad de contraer a la entrada de su esfínter entreabriéndolo a voluntad, haciéndole guiños al lubricado glande; al sentirlo en la entrada, retrocedió lenta y firmemente saboreando la penetración hasta hacer que todo el aparato desapareciera dentro de su interior. Entonces lo vio, era el dogo alemán que su hermano había dejado en su casa, había olvidado que este salía de viaje y que le había llamado anunciándole que lo dejaría en su casa por no tener quien lo cuidara. El dogo se le acercó observándolo con curiosidad mientras él se pajeaba próximo a lograr una eyaculación; recibió en su mano la descarga de semen mientras se impulsaba violentamente contra la verga artificial tratando de obtener la máxima satisfacción dentro de su orificio rectal; se retiró despegándose de la verga cimbreante que continuó fija en la superficie del vidrio. Se introdujo los dedos impregnados con su esperma en el entreabierto orificio; el olor a semen invadió el ambiente; el dogo se acercó y empezó a olisquear sus glúteos; una lengua gruesa y caliente empezó a limpiar el la sustancia lechosa que cubría sus nalgas. Sintió la enervante caricia en su entreabierto ano y permaneció en esa posición disfrutando las lamidas presentándole el culo en toda su medida mientras acomodaba su torso en el alfombrado piso; observó con lujuria que del bajo vientre del perro asomaba un miembro rosado más o menos del tamaño de la verga de hule. Empezó a contraer y dilatar su esfínter para lograr que el perro se excitara; el dogo se acomodó tras su culo aprisionando su cintura con sus poderosas patas, él flexiono sus brazos preparándose para la inminente penetración; trato de incorporarse lográndolo a medias debido al peso del mastín; sintió que algo caliente y lubricado atravesaba su esfínter; algo que penetraba más y más en rápidos embates dentro de su túnel rectal y ya no pudo hacer más; sólo soportar aquella invasión a su intimidad. Sintió como aquel miembro invadía todo su recto llegándole donde no le llegaba el miembro de hule; los embates arreciaron frenéticamente, los huevos del dogo chocaban contra los suyos causándole aún más delirio entonces ocurrió; el dogo eyaculo dentro de él; sintió la invasión caliente de la leche del perro dentro de su culo. La emisión de semen no tenía fin; la sintió hasta el último rincón de su túnel rectal mientras el dogo seguía cimbreando sus patas traseras metiéndole la verga hasta la base de los peludos testículos; el semen se escapaba a cada embate chorreando por el interior de sus muslos; tenía la boca entreabierta el sudor brotaba de su cuerpo como resultado de la tremenda culeada. Entonces su esfínter sintió otra nueva sensación; el crecimiento del grosor del pene producto de la hinchazón de la base de la verga canina; relleno todo el interior del esfínter acompañado de palpitaciones que se originaban por la expulsión del semen; empezó a masturbarse, perdió la noción del tiempo, eyaculó en varias ocasiones sin perder la erección. Las palpitaciones de la tremenda verga en su interior le causaban un éxtasis increíble causando que se viniera una y otra vez sin perder la erección; las palpitaciones y el grosor de la base del pene canino le proporcionaban una presión deliciosa en la próstata haciendo que expulsara semen de manera incontrolable hasta quedarse seca. El dogo se satisfizo completamente; lentamente la verga redujo su grosor y empezó a abandonar el túnel que la acunaba; se retiró un tanto flácida dejando un esfínter entreabierto manando esperma a cada contracción; miro asombrado el tamaño exagerado de aquel pedazo de carne trémula; era sencillamente: enorme, pero su culo la había albergado completamente. Pasó una semana comiéndose aquel salami sin probar una gota de alcohol; solo salía del trabajo y corría apresuradamente a su casa a encontrarse con su amante que lo rellenaba de verga a más no poder satisfaciendo sus más bajos instintos.


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