Después de la experiencia con mi papá, deseaba se repitiera de nuevo y conocí nuevos gustos y fetiches.. Pasaron semanas y papá no mostraba algún interés o cambio en nuestra relación, todo marchaba normal, pero ya había probado y quería continuar. Ahora ya tenía 14 años y mi cuerpo comenzaba a cambiar más, tenía dudas y esas dudas se convirtieron en una oportunidad. Un fin de semana justo en vacaciones, mis papás decidieron realizar una visita a los abuelos pero mi mamá enfermo y no pudo ir, mi hermano tampoco accedió acompañarnos pues pasaría esos días realizando otras actividades. Papá decidió solo invitarme a unas albercas cerca de dónde vivimos. Por la mañana nos despertamos temprano, preparamos mochilas y partimos. Ya en el lugar le comencé hacer preguntas sobre los cambios de mi cuerpo, pero no lograba convencerlo de algo más, hasta que tomo unas cervezas y surtieron efecto. Al poco rato me propuso ir a un vapor, a lo cual accedí y fuimos. Cuando nos asignaron la sauna (porque fue privado y no en el área general, ya que me daba pena mostrarme frente a más hombres, por lo que le pedí que fuera algo más privado) nos debíamos, le mostré mi cuerpo y papá solo me acariciaba, por un momento cuando se puso de pie lo observé y mire partes que no había puesto atención, en sus pies y su pecho. De alguna manera sus pies me provocaban un morbo por lo que le propuse hacerle un masaje de pies a lo que acepto, ya masajeándolo el noto mi interés por sus pies y me preguntó el motivo, a lo que respondí que me causaba un morbo ver y tocar sus pies. El un poco mareado por las cervezas, me propuso hacerme un masaje de pies también, comenzó acariciando mis dedos y después todo el pie, me dijo que haría algo, comenzó a lamer mis pies, morderlos suavemente, lo comencé a disfrutar, me puso boca arriba con los pies al aire y cuando cerré mis ojos, comencé a sentir lo que tanto esperaba, su erección intentando meterse en mi ano, fue la mejor sensación, estimularme los pies y al mismo tiempo intentar penetrarme, cuando menos me di cuenta ya tenía la cabeza dentro, estaba en la gloria, no sabía que se podía disfrutar también con los pies, estuvo un rato así en esa posición penetrándome y jugando con mis pies, cuando me puso en 4, me metió su pene entero y comenzó un va y ven que me hacía enloquecer. Cambiamos de posición, ahora yo encima con mis piernas a su lado, comencé a cabalgar esa verga, el no hablaba, de momento escucho que me dice con voz baja, te gusta hijo? Te gusta sentir la verga de tu papá? Sigue así, y sentirás pronto a tus hermanitos dentro, eso me calentó más, saber que estaba sobre la verga de papá, y el un poco consiente de eso, me enloquecía la situación, casi antes de acabar, me volvió a poner piernas al hombro y mientras me penetraban, el estimulaba mis pies, de repente sentí que aceleró sus movimientos, y…3 o 5 chorros calientes de su esperma sentí acabar por dentro, el se quedo inmóvil y solo escuchaba como gemía, así nos quedamos hasta que su pene salió de mi. El me miro algo extrañado y me dijo algo serio, que no estaba muy bien lo que hacíamos, pero que hace años que no disfrutaba así, que no dijera nada y que el buscaría momentos para poder continuar con esas sesiones de sexo. Solo asentía con la cabeza, nos vestimos y regresamos a casa, solo que está vez papá ahora me hablaba un poco más con confianza, está situación me estaba gustando y no veía la hora en que se repitiera de nuevo…. Continuara.