🔥Relato Erótico de Tabú: MI CRISTOFER: iniciando a mi primito de 9 añitos ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2023-01-31


MI CRISTOFER: iniciando a mi primito de 9 añitos


Autor: MAIRICON19

Categoría: Tabú

Como pasé de creer que mi primo era molesto y ruidoso a creer que es lo mas rico que existe en el mundo.. Hola! Hoy vengo a compartirles una experiencia completamente verídica que sucedió cuando yo tenía apenas 15 años, les aseguro que todos los detalles aqui descritos son 100% reales. Me quiero describir un poco para empezar mi relato, me presento, me llamo Ángel Mauricio, cuando sucedió esta historia yo debía medir alrededor de 1.65/1.70 y mi complexión siempre ha sido llenita de familia, pero no gordo, pues mi altura y el ejercicio que siempre me ha gustado hacer me han llevado a mantener una figura no atlética pero si bastante bien cuidada. Como ya dije, yo tenia 15 años cuando esto sucedio. En ese entonces vivía con mi abuela, y para mi suerte la mayoria de mis tios vivían en la misma calle pues mi abuelo les construyo sus casas, dejandoselas como herencia. Gracias a este detallle yo siempre me la vivi jugando con mis primos, tanto con los mas grandes como con los mas chicos, y esto me llevó a iniciar mi vida sexual de una forma muy peculiar cuando era aun un niño, pero esa no es la historia que les quiero contar el día de hoy. En ese entonces mi primo se junto con su mujer y se la llevo a vivir a casa de mi Tio José, esa mujer ya habia tenido un hijo antes con un hombre que a dia de hoy sigue en la carcel, y mi primo (Victor) siempre le tuvo un gran cariño y lo crio como si fuera su propio hijo. El niño, Cristofer, al principio no fue de mi agrado sinceramente, pues me parecía bastante ruidoso e irritante, pero eso nunca me detuvo de admirar su belleza física que lo hacía sobresalir de todos nosotros. Cristofer es muy blanquito, mas bajito que los chicos de su edad, rubio gracias a los genes de verdadero papá, con una cara de niño, pero unos labios muy carnositos y además con un culo tremendo que varias veces se robo mi mirada. Todos mis familiares parecían haber conocido al pequeño Cristofer de toda la vida pues lo traían de un lado para otro consintiéndolo y riéndose de sus ocurrencias de niño, pero como ya dije a mi y a mis demás primos no nos caía muy bien por lo que rara vez le hacíamos caso y por consecuencia nunca lo invitábamos a jugar, aunque eso a el nunca le afecto pues recibía toda la atención de los adultos. Lo que nos reune aqui paso un día en el que la mamá de Cristo iba a salir todo el día, mi primo (su esposo) estaba ocupado trabajando y mis tíos no se encontraban en la ciudad, así que Karina (su mamá) le pidió el favor a mi mamá de cuidar de el hasta que Víctor llegará. Mi mamá con gusto acepto y Cristo entro a mi casa aun un poco adormilado, se notaba que se acababa de despertar pues aun llevaba puesta su pijama, y en cuanto se despidió de su mamá, el pequeño le pregunto a mi mamá que si se podía quedar dormido otro rato, mi mamá me pidió que lo llevará a mi cuarto a que se acostará en mi cama, al principio intente rehusarme, pues veía aquello como una invasión a mi privacidad, pero luego, al echarle un ojo a como traía su calzoncito y pijama metido entre las nalgas un pensamiento invadió mi cabeza, quería probar aunque sea un poco de este niño. Actuando como si fuera de mala gana lleve al pequeño Cristo a mi cuarto, ahí el niño en cuanto vio la cama se desplomo en ella, quedando boca abajo, con sus ricas y carnosas nalgas apuntando hacia el techo, yo me sentía un poco culpable por pensar de esta forma sobre un niño pequeño, pues a pesar de que ya había tenido experiencias sexuales desde temprana edad (cosa que les contaré en otro relato si gustan), nunca me había sentido tan atraído por alguien mucho mas joven que yo. Pero este niño tenia algo diferente, algo en su colita tan redonda y carnosa me llamaba, tenía unas ganas tremendas de bajarle su pijama, arrancarle sus calzoncitos y meter mi lengua en su hoyito cerradito y penetrar por primera vez su colita aunque fuera solo con mi lengua, pero no, no podía ser así, no quería arriesgarme a que mi mamá entre en cualquier momento a mi habitación, tenia que esperarme un poco mas, pues sabía que hoy era día en el que saldría por lo menos una hora de casa, todos los días visitaba a mi abuela y se tomaba su tiempo. Me tragué mis ganas de probar al inocente pequeño y me fui a ver que habia hecho mi mamá de almorzar, y al parecer este día la suerte estaba de mi lado. -Que se me hace que voy a irme de una vez con Mami Juana (mi abuela) -me dijo mi mamá. -¿Y eso? ¿Por qué tan temprano hoy? -Pues voy a aprovechar de una vez que el chamaquito está dormido, para cuidarlo bien cuando ande despierto. Para que te quedes con el, no se vaya a despertar antes. -Pues si ma está bien, yo no tengo planes hoy así que me puedo quedar aquí para ayudarte a echarle un ojo. -Bueno, entonces ya nomas que acabes de almorzar y me voy con tu abuela. Honestamente me apuré a terminar de almorzar rápido, con la excusa de que no quería quitarle tanto tiempo a mamá, pero en realidad estaba deseando que se fuera lo mas rápido posible para poder intentar aprovecharme de Cristo. Ayude a mamá a limpiar los platos y en cuanto ella se aseguro de que todo estuviera en orden, salió a casa de mi abuela. Yo me quedé en la sala unos minutos para asegurarme de que mi mamá no fuera a regresar por nada y en cuanto estuve seguro de que todo estaba bien ni corto ni perezoso me fui a mi cuarto, admiré como Cristo seguía en la misma posición en la que se quedo dormido y rápidamente cerré la puerta del cuarto y me acosté al lado del niño. Le sacudí suavemente el hombro para ver que tan profundamente dormido estaba y el no reacciono para nada, yo lo acomode de forma que diera la espalda y comencé a tocar toda su espalda bajo su playerita. Su piel era casi tan suave como la de un bebé, sin ninguna sola imperfección, mi mano se deslizaba tan fácilmente en toda su espaldita y baje mas mi mano hasta llegar a ese culito. El solo tocar ese culo por arriba de su pijama hizo que mi verga se pusiera tan dura como una roca, como pude le baje su pijama con todo y calzones y pude sentir su raja, que era cubierta por la mayoria de mi mano. Rapidamente me baje el pantalon yo tambien y liberé mi verga que ya estaba palpitando como loca y soltando preseminal abundantemente. Me senté en la cama para tener una mejor vista de ese culo infantil tan rico, un culito tan redondo y blanquito, que claramente nunca habia sido tocado por nada mas, con una mano me empecé a jalar la verga y con otra le separé las nalguitas para ver ese anito rosa, que palpito apenas quedo descubierto y eso me prendió tanto que ni siquiera me importo si iba a despertar a Cristofer o no con lo que iba a hacer. Enterré mi cara entré esas nalguitas virgenes y mi lengua comenzo a buscar como loca entrar en aquel hoyito que estaba sumamente apretado, comencé a lamerle todo el culo al pequeño, dándole grandes lengüetazos al ano y jalándomela como loco con la mano que tenia disponible. Era tanta la locura con la que le estaba mamando el culo al pequeño Cristofer que la criatura no tardo nada en comenzar a despertarse, me dió un poco de miedo que de la confusión esté fuera a gritar y terminará delatándome o algo por el estilo así que inmediatamente me separe de sus nalgas, el aun algo adormilado me pregunto: -¿Que me estas haciendo? -Nada Cristo, estaba jugando contigo, ¿no te estaba gustando el juego?– le dije, mientras el se tallaba sus ojitos, pasando una mano por su culo y dándose cuenta de que tenía el pantalón abajo rápidamente intento subírselo, algo sonrojado por la pena que me imaginó esto le ocasiono, pero yo intentado hacer que se relajara un poco le hice cosquillas, así evitando que se subiera el pijama, me monté en la cama quedando por encima de el, aun haciéndole cosquillas ocasione que los movimientos de Cristo hicieran que sus nalguitas chocaran con mi bulto, que esta al cien, Cristofer sintió aquel palo y lo tomo con su mano, para agarrarle forma. -¿Por que tienes el pipi de fuera? ¿Y porqué esta tan grande?– dijo el chiquillo mientras soltó una carcajada, pensé que se pondría incomodo cuando lo notase pero la considerable diferencia de tamaño con el suyo pareció causarle una gran curiosidad. -Todos los hombres grandes lo tenemos asi, cuando crezcas mas te va a crecer el tuyo de igual manera, ¡puede que hasta mas! Dije mientras me paré para que el pudiera admirar mejor el tamaño de mi verga, que en ese entonces era de 15cm, bastante promedio, pero bastante dura siempre. Comencé a masturbarme lentamente y con esto un poco de liquido preseminal comenzó a gotear. Cristo parecía hipnotizado con aquella vista, pero después de unos segundos el se paro, mostrándome su pito infantil, bastante chico y rosita, pero se le notaba una pequeña ereccion que me prendió, el estaba intentando hacer lo mismo que yo estaba haciendo, y fue ahí cuando tuve una gran idea. -¿Quieres ver si te crece tan grande como a mi? -¿Como es eso Angel? -Es facil, solo acercate poquito, pero vas a tener que guardar el secreto -¿Por qué? -Porque los adultos se van a enojar de que hagas cosas de grandes y te va a ir muy mal Cristo se acercó a mi un poco timido, pero yo no dude nada y me puse en cuatro, me meti su pito en la boca y comencé a darle una mamada, metiendome y sacando su pequeña hombría de mi boca una y otra vez con facilidad, que para mi sorpresa no tenía mucho sabor, si acaso con un poco de gusto a meado pero nada extremo. Cristo hacía risitas nerviosas de vez en cuando y no despegaba su vista de lo que estaba sucediendo en sus partes intimas, lo que me hacía creer que le estaba gustando lo que estaba pasando, pero como era lógico nada mas sucedio con su verguita, seguia del mismo tamaño y de la misma firmeza. Al sacarmela de la boca Cristo pareció estar un poco decepcionado. -¿Ayyy por qué no esta como el tuyo? -dijo con una voz de capricho. -Porque es cuestión de tiempo y practica, a lo mejor tenemos que hacerlo unas veces mas para que funcione. Esto pareció dale una esperanza al niño pues su carita se iluminó, pero yo tenía pensadas mas cosas que me beneficiarían a mi mas que nada. -¿Quieres ayudarme a que el mio crezca todavía mas? -le propusé, a manera de juego. -¿Y que tengo que hacer? -Lo mismo que hice yo, tienes que meterte mi pipi en tu boquita. Cristo se rio, yo comencé a agitar mi trozo y a hacerle señas para que se acercará a el, me senté en la cama y le dije que se acomodará cerca de mi para que fuera mas cómodo para ambos, el se veía bastante dudoso al principio pero yo comencé a decirle que no había problema, que esto era cosa de gente grande y que todos lo hacíamos, lo que lo convenció fue que le dije que si me ayudaba le iba a enseñar como las demás personas también lo hacían. Así fue como en mi cama, un niño de apenas 9 años se metió lo que podía de mi verga en su boquita virgen, claramente le estaba costando pues es la primera vez que chupaba algo que no fuera un dulce, pero el contacto de sus suaves y mojados labios con la cabeza de mi verga me tenía vuelto loco y no me importaba si usaba los dientes de vez en cuando o no, aunque después de un rato le dije que evitará hacer eso porque me podía lastimar, Cristofer intento acatar la orden que le di y sacaba y metía la punta de mi verga de su boca, provocándome unos espasmos riquísimos que no podía evitar dar pequeños saltos de placer. Le dije que intentará metersela un poco mas para que mi amiguito creciera mas rápido, y el como pudo intento pasar de mi cabeza para adentrar su boca mas en mi tronco, pero como yo no sentía que fuera lo suficiente le tomé de su cabecita y lentamente comencé a guiarlo en la mamada que me estaba dando. Como estaba haciendo que fuera mas adentro el comenzó a dar arcadas y se asustó un poco, pero lo tranquilicé y le dije que era normal, y que lo estaba haciendo muy bien como si fuera todo un chico grande, parecía que el recibir estos halagos lo motivaba mas así que comencé a soltarle palabras como «chico bueno» «ya eres todo un hombrecito» y cosas por el estilo, y sabía que a el le estaba gustando pues a pesar de no emitir ningún sonido (además de el de su saliva rodeando a mi verga en su boca, y el de las arcadas que le provocaba tener algo tan grande metido), podía ver su carita completamente roja. Después de un buen rato de mamadas sentí que me iba a venir, pero decidí no botar mi leche en su boca para evitar que le diera asco y nunca mas quisiera volver a repetir lo que estábamos haciendo, así que lo separé de mi verga. -Ya me vas a sacar la leche, esto te puede ayudar a que te conviertas en todo un hombre mas rápido -le dije mientras me seguia sacudiendo la verga -¿Apoco puedes sacar leche por ahi? -Si, tu también vas a poder cuando ya seas todo un hombre, ¿quieres verla? -Si quiero, enséñamela! -respondió muy entusiasmado Yo me paré de la cama para quedar un poco retirado de el y así terminar de masturbarme con un gran gemido lleno de un placer que nunca había sentido antes, puse mi mano en la cabeza de mi pene para recibir todos los lechazos que iban a caer en ella, pero asegurándome de que el pequeño pudiera verla toda, cuando me terminaron de salir todos los mecos me acerqué con la verga aun paradisima a mi pequeño Cristo, quien se reía cuando me vio eyacular porque pensó que me había meado encima, pero al ver que dicho liquido no era pipi, sino que era leche se quedo bastante sorprendido. -Wooooow Angel! Pensé que estabas echandome mentiras -Jamás te mentiria tonto, todos los hombres podemos sacar leche por aqui -Pero si es leche de verdad? -Claro que si, leche de macho, y si quieres ser uno tienes que probarla directo del envase, ¿quieres hacerlo? -Si! Si! Si quiero! Quiero ser un macho tambien! -Bueno entonces acercate a mi pito, y tomate la leche que saque– dije mientras eche el semen que tenia en mi mano de vuelta en la cabeza de mi verga. El pequeño Cristofer, tan inocente se acercó rápidamente a mi verga y comenzó a darle unos lengüetazos riquísimos, limpiando hasta la ultima gota de leche que había dejado en mi trozo, y terminando perfectamente con una mamada mas, metiéndose gran parte de mi verga en su boquita, sacándome un leve gemido de por medio. Cristo solo se rio y me dijo que sabia un poco rara, pero que si le había gustado. Yo solo me reí y le dije que había mas de donde esa había salido, y que si quería mas solo tenia que mantener lo que habíamos hecho entre el y yo, Cristo asintió y feliz me dio un abrazo, quedando su carita casi a la altura de mi verga que seguía dura como una roca, yo cargue a mi pequeño Cristofer y le puse sus calzoncitos y su pijama y lo acosté en la cama, yo también me puse de vuelta mis pantalones y dándole un besito en el cachete me acurruque con el, pegándome lo mas posible a su pequeño cuerpecito, que si bien me iba iba a dejar de ser tan inocente pronto. Gracias por leer, quiero aclarar una vez mas que todo esto fue real y lo vivi hace algunos años. Fue una experiencia que cambio mi vida para siempre y a decir verdad obviamente no la cambiaría por nada. Espero que les haya gustado y tengan por seguro que les contaré TODO sobre mi gran relación con mi pequeño Cristofer, y mas cosas… Hasta la proxima!


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