🔥Relato Erótico de Incesto: Aprovechar las oportunidades. II ❌Sin Censura❌

¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


VER CONTENIDO PROHIBIDO



Fecha: 2022-10-17


Aprovechar las oportunidades. II


Autor: HOLOGRAMA

Categoría: Incesto

Llegaba fin de año y mi mujer no iba a dejar pasar la ocasión de estar íntimamente con su hija y con su nieta. . Estábamos a una semana de la llegada de fin de año, le pregunté a mi mujer dónde íbamos a pasar la fiesta, ya que navidad la habíamos pasado de su hija mayor Daniela. En casa, me respondió, va a venir Romina con mis nietas. ¡Caramba! Seguro que no vas a dejar correr la ocasión de comerte a tu hija y a tu nieta. Por supuesto que no, dijo con una sonrisa y con ojos lujuriosos. La semana pasada cuando fui a su casa le hice comentarios sexuales y no dijo nada, los recibió bien y con una sonrisa. Todavía Lucre estaba con un poco de fiebre. ¿Y qué le dijiste?, pregunté con curiosidad. Le conté que vos me dijiste lo que le hiciste a Lucre en la pieza, que le metiste un dedo en el culo ¿Y ella que dijo? Inquirí con cierto temor a la respuesta. Nada, le pareció bien, se sonrió. Y yo le dije que lo quería hacerle eso yo, de meterle el dedo en el culo a la nena. ¿Y?, pregunté con más asombro que antes. Me dijo que ocupara tu lugar y listo. ¿Y, entonces? Tenía una curiosidad morbosa a esta altura de la conversación. Le dije que sí y que lo iba a hacer ahora mismo y si ella quería acompañarme. Me dijo que sí y lo hice tal cual como vos me dijiste y ella estuve mirando desde muy cerca, en un momento la mire y le hice una sonrisa que me devolvió y cuando me paré le puse una mano en el culo, se dio vuelta y me dio un beso en los labios. Así que está todo allanado. Voy a comprar bebida, porque le gusta en estas fechas ponerse un poco alegre y ahí haré lo que tanto espero. Nunca imaginé que te gustara tanto la concha. Dije con suavidad. Me gustan las dos cosas. Te enmostraste de una bisexual. No importa te amo igual, gordi. Al final el tiempo pasó y llegó la noche del 31, a eso de las 21:00 horas llegaron Romina y sus hijas. Yo propuse que hagamos un brindis, traje tres copas, dos de cerveza y la mía de gaseosa, porque soy abstemio, brindamos y luego del brindis le puse una mano en el culo a mi mujer. Sacá la mano de ahí, me dijo. Donde la tocaste a mi mamá, me preguntó Romina. Me tocó el culo, dijo Elida, mi mujer. Te parece bien, me dijo Romina. Sí, me parece bien y si querés te lo toco también a vos. Callate loco, me dijo Romina. Cenamos con música de fondo, cumbia, para que la noche sea aún más divertida. El verano estaba a todo vapor y a pesar de haber anochecido no había refrescado nada. Elida dijo: que calor, por favor. Es cierto mami, respondió Romina. Y yo acoté: Bueno, chicas no tienen más que sacarse la ropa. Más quisieras vos, dijo mi mujer, quien a todo esto comenzó a desabrocharse unos botones de su batón recién estrenado. Estaba sin corpiño y en ese momento Romina, un tanto alegre por todo lo que había tomado, le metió una mano en el escote y comenzó a franelearle una teta. Elida ni lerda ni perezosa, se desabotonó todo el vestido y quedó solamente con una pequeña tanga. Romina se sacó la remera y desabrochó su sostén y liberó sus hermosas tetas, que Elida comenzó a succionar con fruición y a manosear con ambas manos. En un instante casi, estaban ambas en bolas y tiradas en el sillón grande dándose calientes besos de lenguas. Yo a todo esto tenía la verga dura y me fijé por donde estaban las nenas. En el patio jugando las dos. A todo esto, comencé a desnudarme, la ropa me molestaba, me quedé en bolas y comencé a masturbarme con el espectáculo que estaba viendo. Casi de golpe llega Lucrecia con su hermana y nos ve a los tres en bolas, me dice: ¿Qué pasa Rauli? Nada, Lucre, tu abuela y tu mami están jugando, como cuando yo te puse el dedo en culito la otra noche, ¿te acordás? Sí, claro, me dijo. Y agregó; que grande tenés el pito. Sí, respondí, porque estoy como muy contento. ¿Querés tocarlo? Bueno, me dijo. Y comenzó a tocarme la verga que estaba más dura que antes. Hacelo con suavidad mi pequeña, le dije. Y agregué: ¿no tenés calor? Sí, mucho Rauli. Bueno, quedate sin ropa como mami y la abuela. Está bien, me dijo y comenzó a desnudarse. ¿Y vos Tati?, pregunté a la más pequeña. Me voy a jugar al patio. Bueno, andá, pero tené cuidado, le dije. Lucre ya estaba en bolas, sus tetitas eran pequeñas, dos bellas protuberancias que terminaban en dos pequeños pezones puntiagudos, una vulva sin vellos, suave y tentadora y sus hermosos cantos, un culito delicioso. A todo esto, en el sillón Romina le chupaba la concha a su madre con unas ganas pocas veces vista. Al tiempo que acariciaba sus tetas. Elida se retorcía y gemía de placer. Acto seguido, mi esposa colocó a Romina en cuatro patas y le pasaba la lengua por la concha y por al culo en la misma mamada. En un momento determinado Elida se fue hasta la habitación y trajo puesto un arnés y un dildo, puesto de tal modo que parecía estar munida de una pija. Trajo, además, un pote de crema y untó la punta del juguete, lo introdujo en la concha de su hija y comenzó a cogerla con fuerza, mientras Romina gritaba de placer como una loba en celo. A todo esto, yo le dije a Lucre que se parara sobre el sillón, lo hizo y así me dejó la conchita cerca de mi cara, y le dije: ¿Querés que te pase lengua en la chochita? Sí, me dijo. Bueno, pero vos decime si te gusta, le dije. Claro, me dijo. Y comencé a pasarle la lengua por esa argollita hermosa y delicada, comenzó a ponerse más caliente la noche cuando escuché que la pequeña gemía como una pequeña zorrita. Le pregunté: ¿Te gusta Lucre? Sí, me respondió con voz tenue. A todo esto, mi mujer seguía con sus menesteres y no dejaba de darle por la concha y el culo a su hija, yo aproveché ese momento y le dije a Lucrecia: ¿Qué te parece si te meto el pitito en la chochita como está haciendo la abuela con tu mamá? ¿No me va a doler Rauli? Me dijo. No creo, estás muy mojadita, te va a entrar bien. Pero bueno hacemos como cuando te puse el termómetro en el culito. Vos me decís si te gusta y entonces yo sé que no te duele. ¿Te parece bien? Si es así sí, dale. Yo seguía sentado en sillón, la puse de espaldas a mí, le hice flexionar un poco las rodillas y empecé a entrar en la concha de esta mujercita, estaba mojada, le entró toda la cabeza, la empecé a hacer mover arriba y a abajo lentamente y le pregunté se le gustaba y me dijo que sí la muy putita. De paso con la yema del dedo índice le acariciaba el agujero del culo. Mientras en el sillón grande ahora era Romina quien tenía puesto el arnés y le entraba a mi mujer por la concha y el culo. Tremenda escena que me excitaba sobremanera mientras cada vez le metía un poco más la verga en la conchita a Lucre. En ese instante se arrima Elida y me dice: Ocupate de mi hija y déjame a la nena. Me ordenó. Por supuesto que accedí con un movimiento de cabeza, dejé a Lucre, y mientras caminaba hacia donde estaba Romina miraba a mi esposa con su nieta, la hizo arrodillar y con las dos manos en los costados de su cabeza le llevó la boca contra su concha, le dijo: Pasame la lengua por la argolla Lucre, hacele caso a tu abuela, la niña empezó a lamer la concha de Elida, lentamente. Yo a todo esto, inicié mi trabajo con Romina, le dije que quería hacerle el culo y me dijo que hiciera lo que quisiera. Así fue que introduje mi pene erecto en su agujero anal y comencé mi faena, al tiempo que en cuatro patas me tenté con su concha, que divisaba mojada, y así pasé de un agujero a otro alternativamente. Enfrente, mi esposa hizo sentar a Lucre en el sillón, abrió sus piernitas y comenzó a chuparle la conchita con unas ganas que me calentaba el solo mirarla. Así fue que en un instante y casi sin darme cuenta estaba derramando mi semen dentro de la concha de Romina, quien aullaba como una loca y se le ponían los ojos en blanco. Elida ya había terminado con Lucre, así fue que brindamos por el año nuevo a eso de las dos de la mañana. Se nos había pasado de largo la media noche con estos jugueteos incestuosos. Para terminar la noche con una noticia distinta, al rato, estábamos distendidos cuando Romina dijo: Rauli, me acabaste adentro y yo no me cuido…


¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


¿Qué te parece el relato?