🔥Relato Erótico de Sexo en Grupo: Vacaciones en un poblado medieval ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2022-09-17


Vacaciones en un poblado medieval


Autor: Sexprincess

Categoría: Sexo en Grupo

Mi nombre es Carla y esto sucedió las vacaciones pasadas, unas semanas antes de cumplir los 18. Siempre he sido una chica muy atractiva, y que se empezó a desarrollar a muy corta edad, por lo que mi interés en el sexo también empezó pronto, pero esa es otra historia. Mido 1,60, soy delgada, con cintura estrecha, caderas anchas, piernas horneadas y un gran y firme culo gracias al gimnasio, abdomen plano y una 90 de pecho. Mi pelo es castaño oscuro y liso, largo hasta la cintura, labios carnosos y ojos azules y grandes. En ocasiones me han llegado a comparar con una muñeca y puedo decir que casi siempre me salgo con la mía gracias a mi aspecto. Esto por otra parte me ha ayudado a cumplir la mayoría de mis fantasías sexuales, soy un a mujer que disfrutar del sexo y la atención de los hombres, no soy muy brillante en mis estudios pero nunca lo necesité. Se que soy criticada por muchas chicas y tengo fama de puta, pero la envidia es mala y a mí me gusta pasarlo bien. Era finales de verano y mi familia, que siempre fue algo excéntrica, decidió ir a un pueblo donde ofrecían una atracción inusual. Consistía en un pueblo ambientado totalmente en la Edad Media, sin tecnología y con las cosas típicas, las casas, herramientas, comida, vestimenta y costumbres. Estaba totalmente prohibido salir del papel de aldeano del medievo y duraría unas tres semanas. Estaba enfadada y no quería ir, pero a la única que no podía convencer en el mundo es a mi madre. Cuando llegamos vi un pueblo con cabañas de piedra y madera, y a gente que parecía sacada de una película, además de ser sorprendentemente grande. Al llegar el jefe de la aldea se presentó y nos ordenó cambiarnos. Pedí deliberadamente una talla menos de la mía, y me trajeron un vestido sencillo marrón con una blusa blanca que se ataca en el pecho con una especie de cuerda entrelazada. No podía cubrir del todo mis tetas y me hacía un gran escote. También había una especie de corsé de cuero que me até a la cintura y unos zapatos de piel. Me veía casi como una prostituta medieval pero no me importó. El jefe no puedo evitar mirar mi escote cuando nos reunimos y nos daba instrucciones. - El matrimonio y el niño vivirá juntos en esta cabaña. - dijo conduciendo a mis padres y mi hermano pequeño a la cabaña.- en cuanto a la jóven, tradicionalmente estaría ya casada así que en estos dos días algún hombre deberá elegirte y darle la dote a tus padres para vivir con él si dan su aprobación. Siguió presentando el pueblo y finalmente pudimos ir por nuestra cuenta. Me imaginé que estaba realmente en la edad Media y observé como los hombres me miraban. En seguida mi mente creó fantasías en mi cabeza y me puse cachonda. Quizá mi amiga llevaba razón y era ninfómana pensé riendo. Un par de días pasaron y tenía varios candidatos para "pedir mi mano". Aún no lo habían decidido y yo daba un paseo sola. Llegué a una especie de mercado y vi un puesto apartado que un grupo de hombres estaban rodeando. Al parecer una una especie de creera de caballos de juguete parecída a la de las ferias donde se hacían apuestas. Logré llegar hacía alante de la multitud y me puse a observar. Pronto atraje la atención de todos y empezaron a hablarme. Me pidieron que trajera cerveza de un puesto cercano y nos pusimos a beber. Eran unos 15, comprendidos de los 30 a los 50 y algo. Las cervezas habían seguido y yo iba de uno a otro llevándolas, mientras la confianza aumentaba y lanzaban miradas y comentarios atrevidos hacía mí. También me empecé a calentar y decidí que necesitaba algo de acción, así que cuando pasaba rozaba mi culo y mis tetas de manera disimulada, me inclinaba y les seguía el juego. Mirando las carreras uno de los que estaba atrás mío decidió hacer un movimiento y me agarró de la cintura. Me eché hacía atrás y pegué mi culo contra su entrepierna, lo que le dió confianza para subir la mano y acariciar el contorno de mi teta. Pronto noté su erección y se pegó más a mí. Era un hombre de unos cuarenta años, no era feo pero tampoco atractivo, parecía el padre típico. Siempre he sentido atracción por hombres mayores y no es la primera vez que estoy con uno. Su mano agarró toda mi teta y solté un suspiro cuándo la masajeó. Los hombres alrededor se habían dado cuenta y uno bajó mi blusa dejando al descubierto mis tetas, con mis rosados pezones erectos. Sentí una mano en mi culo, el hombre de atrás había dejado mi pecho y me agarraba el culo con fuerza. Otro hombre, al que había visto el día anterior con su esposa e hijos pequeños, de unos 50 años, me agarró una teta y la chupó mientras que llevaba mi mano a su pantalón. Otros hombres miraban, algunos con una evidente erección. Otro, un clavo de 56 años aproximadamente agarró mi otra teta y pellizcó mi pezón para luego massjearla con ansia. Con una mano masajeaba la polla del que me comía la teta y con la otra paseaja la de otro hombre que pronto se apoderó de mi boca y la deboraba. De pronto sentí frío en mis piernas y vi que habían subido mi falda. - Que zorrita no lleva ropa interior, ya sabías a lo que venías. - dijo el Calvo mientras tocaba mi entrepierna ya mojada. Normalmente me de pilotos pero éstos días no había podido y tenía algo de pelo, que el hombre de atrás agarró y tiró suavemente haciendo que soltara un gemido. - Mírala tan joven y tan guarras, sabía a lo que venía. Un dedo de coló en ni vagina y empezó a moverse, seguid de otro. Empecé a gemir mientras el señor casado chupaba mis tetas. Alguién me arrodilló en el suelo y puso su miembro delante mía, y enseguida cumplí mi deber. Pasé mi lengua por toda la extensión de la polla y di unas que ves lamidas en el glande mientras lo masturbaba con mi mano. Luego lo metí en mi boca y succiona levemente, metiendo la hasta mi garganta. Un par de lágrimas cayeron de mis ojos pero ya estaba acostumbrada a esto. Sus manos recogieron mi pelo, mientras que alguien llevaba mis manos a otras pollas y las papeé. Noté si alguien arrodillarse tras de mi y levantar mi culo, sentí una mano húmeda de saliva recorrer mi año y un dedo abriéndose paso. Con l otra mano me agarraba las tetas. Permanecí así unos minutos hasta que me pusieron boca arriba sobre la mesa de añuestas, con la cabeza colgando, y un nueva polla empezó a follar mi boca. El tendero del puesto, un hombre mayor con ganas también casado, se puso ante mí y metió los dedos en mi coño. - Ahora me voy a follar primero a esta zorrita oor alante. Espero que tomes pastillas porque te vamos a llenar de leche. Sus palabras me calentaron aún más y solté un gemido ahogado por la verga follando mi garganta. No me preocupe porque desde hace años tomaba anticonceptivos. Sentí su polla deslizarse en mi entrada. No era demasiado grande pero si gruesa. Sentí una lengua jugar con mis pezones y el señor empezó a embestirme, mi boca estaba llena de saliva y le sentía una puta ahí medio desnuda siendo follada por esos hombres mayores y en su mayoría casados, con sus mujeres e hijos a escasos metros haciendo sus cosas, y el morbo de que todos nos pudieran ver. CONTINUARÁ....


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