🔥Relato Erótico de Fetichismo: Los pies de mi papá ❌Sin Censura❌

¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


VER CONTENIDO PROHIBIDO



Fecha: 2022-09-07


Los pies de mi papá


Autor: _DRAKE_JART_

Categoría: Fetichismo

La primera vez nunca se olvida.. El relato que les contaré sucedió a mis catorce años, lo recuerdo bien porque fue la primera vez que descubrí mi gusto por los pies masculinos y los calcetines. Es 100% real, espero lo disfruten. Mi padre siempre fue un hombre trabajador, era contador en una empresa que no nombrare por cuestión de privacidad. Él siempre ha tenido una buena condición física y me ha incitado como su hijo a seguirlo por lo que no solo gozamos de una buena salud sino también con un buen físico. Mi padre trabaja con traje todo el tiempo, corbata, saco, zapatos de vestir y uff esos calcetines que transparentan su piel dejando ver sus hermosos pies a través de la tela, con sus dedos tan largos y una forma tan perfecta de sus pies que bien pudo ser modelo de pies. Nunca me había fijado en los pies de un hombre y menos si era de mi familia, pero una tarde verano que hacía mucho calor y que mi papá descansó del trabajo decidió quitarse la camisa y estar solo en short y sandalias, ya lo había visto así y solo hasta ese día le preste atención. Ver sus pies desnudos me hicieron delirar, mi imaginación voló pensando a que olerían, como se sentiría, a que sabrían y sin darme cuenta ya tenía una erección bajo mi short, tuve que maniobrar para ponerme de pie y que no lo notara. Desde ese día no perdía tiempo en verle los pies, cuando se metía o salía de bañarse, en su habitación poniéndose los zapatos o cuando llegaba de trabajar y se los quitaba para ponerse sus sandalias que por cierto eran la mejor parte porque siempre las usaba con los calcetines puestos, no sabía si lo que me fascinaba eran sus pies o los calcetines o ambos, pero de cualquier manera siempre tenía una erección cada que lo veía. Una noche que llegó del trabajo me dijo que estaba muy cansado, que tuvo una junta con su jefe y que tenía que estar de un lado a otro por toda la oficina, yo iba a la secundaria en la mañana y tenía toda la tarde para mí, pero sin duda la mejor parte era cuando mi papá llegaba de trabajar, yo siempre lo recibía con una sonrisa y un beso en la mejilla, y como era de esperarse le ofrecía sus sandalias para que estuviera más cómodo, esa noche no fue la excepción. “Dios que cansancio” dijo mientras se quitaba los zapatos y la corbata. Se recostó en el respaldo de sofá y puso sus hermosos pies sobre sus zapatos negros. “¿Quieres las chanclas?” le pregunte muy nervioso. Estaba completamente hipnotizado por la vista imaginándome en el piso con sus pies en mi cara. “Si, por favor” me respondió aun con los ojos cerrados. Aquí en México existen unas casas de una empresa muy conocida que es popular entre la población por ser económicas y sobre todo pequeñas, las famosas casas Infonavit, pues mi padre y yo vivíamos en una, dos recamaras, un baño, cocina y comedor pegados a la sala de estar y es todo por lo que no demoré demasiado en ir a la habitación de mi padre y tomar sus sandalias imitación de adidas en un rojo intenso, cuando volví a la sala estaba atónito de ver a mi padre masajeándose los pies, solo le faltaba gemir para que mi mente explotara, la escena era increíble y deseaba con todas mis ganas ser yo el que lo haga, pero no estaba del todo seguro que me permita hacerlo, trague saliva y le dejé sus sandalias en el piso, tomé los zapatos y me los llevé al cuarto, estaba por ponerlos en su caja cuando se me ocurrió que podía olerlos, me aseguré que no me viera mi padre y llevándome uno de los zapatos aspire hondo, fue la gloria. De adentro del zapato un calor emanaba, el olor era sin igual y me tenía completamente excitado, metí la mano y Dios estaban húmedos, y por dentro pude sentir que tenían la forma de los dedos de mi padre del uso que les daba, estaba completamente decidido a seguir con esto y después de eso, de cenar y de aguantarme como capeón el hacerme una paja en mi habitación llegó la hora de dormir, yo estaba inquieto y mi papá lo notó, me preguntó si estaba bien y después de un nervioso “si” él se encerró en su habitación y yo en la mía, esperé más de una hora y cuando por fin estuve seguro de que estaba completamente dormido salí de mi cuarto. Con cuidado abrí la puerta de mi papá, el hombre roncaba como un oso y lo pude ver, ahí recostado boca abajo con la sabana cubriéndole parte del cuerpo, se había quitado el traje quedando solo con su bóxer y los calcetines que había usado hoy, eran negros semi transparentes y por la tensión que hacía la tela podía notarse sus talón, suspire y entré, mi idea era solo tomar sus zapatos y masturbarme con ellos en mi habitación, pero un clic en mi cerebro me llevó a cometer algo más, vi el pie de mi papá, estaba ahí sobre la cama reposando y deseoso de que alguien lo atienda, sentía la boca seca y el corazón me palpitaba fuerte, pero estaba decidido y con cuidado le acaricie el talón, y al ver que no se inmutaba sonreí victorioso. Con más confianza empecé a acariciar el pie completo, era completamente suave por la seda del calcetín, yo no podía creer lo que estaba haciendo y lo único que podría hacer que mejorara era si sacara el otro pie, pues como si hubiera escuchado mis pensamientos y en un movimiento que hizo con todo el cuerpo su otro pie estuvo descubierto, yo estaba que no me lo creía, acaricie con lentitud disfrutando el momento, ambos se sentían muy suaves y en los dedos se hacía más rígido, estaba endureciéndose por el sudor de sus pies, bajé una manos para acariciarme el pene sobre el bóxer pues al igual que mi papá yo solo duerno en interiores o desnudo cuando hace mucho calor. Seguí mi azaña hasta quitarme la prenda que ya comenzaba a estorbarme y, después de un rato de acariciar ambos pies y ya teniendo el pene duro y liberado pensé en que debía pasara al siguiente nivel y con mucha confianza de que no se despertaría me incline hasta tener ese par de pies lo suficientemente cerca de mi nariz y aspire hondo, el hedor se impregnó y aunque muchos estarían asqueados yo estaba completamente excitado, tanto que ya no me importó e hincado al pie de la cama con ambos pies de mi papá a mi completa disposición comencé a masturbarme, quería lamerlos, pero sentía que con eso despertaría, ya en otro momento lo intentaría, pero por ahora me conformaba con ese delicioso aroma, era una combinación al cuero de los zapatos, el sudor de sus pies y la suciedad de sus calcetines, era intenso y penetrante que no me resistí y de un tirón le quite el primer calcetín, Dios su pie al descubierto era aún mejor, completamente blanco, con la planta hacia arriba e incitándome a lamer, tuve que resistir por el miedo que tenía a que se despertara, se le hacían pequeñas arribar a mitad del pie, lo acaricie lento desde el talón hasta la punta de su dedo gordo, pero tuve que detenerme porque se movió un poco, tal vez le hice cosquillas, de cualquier manera ya tenía uno de sus calcetines y con este en la mano me acariciaba el pene que estaba tan duro como una piedra. Seguía oliendo el pie desnudo de mi papá mientras intentaba quitarle el otro calcetín consiguiéndolo de inmediato, ahora que lo pienso bien creo que sí estaba despierto porque yo solo tomé el elástico del calcetín y mi papá fue el que se lo quito moviendo su pie, pero en fin ahora ya ahora con los dos calcetines en mis manos podía hacer lo que quisiera. Me acaricie el pene, los testículos y el pecho con los calcetines de mi papá, los olía con desesperación y luego me acercaba a sus pies cuidando de no tocarlos, aunque dentro de mí quisiera estampar mi cara en esos hermosos pies o juntarlos y masturbarme con ellos, pero debía ser fuerte. En eso estaba cuando mi papá comenzó a despertarse, ya se movía más, se estiraba mucho e hizo un sonido de bostezo muy fuerte seguramente por tanto ajetreo con sus pies estaba despierto y no me había dado cuenta, de cualquier forma, me puse de pie rápido y salí corriendo en dirección a mi habitación, me encerré y me hice el dormido por si llegaba a entrar no sospechara nada. A la mañana siguiente yo tenía que ir a la escuela, estaba muy cerca por lo que podía dormir más y siendo las seis de la mañana me desperté dándome cuenta que estaba con los calcetines de mi papá a un lado de mí, sonreí y volví a olerlos, aún conservaba ese aroma tan hermoso, mi padre golpeo la puerta preguntando si ya había despertado y yo todo nervioso le respondí que sí, tomé una toalla y la amarré en mi cintura, estaba desnudo y la verdad no recordaba bien porque, no le di importancia y después de esconder bien los calcetines de mi papá salí al baño. “¿Hijo sabes si anoche me quité los calcetines para dormir?, no los encuentro” me tensé un poco, pero mantuve la calma. “No sé, tal vez te los quitaste dormido y han de estar en algún lugar de cama” mentí. “Si, seguramente eso. Pero se me hace tarde, nos vemos en la noche” mi papá se despidió y salió de la casa. Yo solo me metí a bañar con una sonrisa, tenía los calcetines sucios de mi papá y era lo que más me importaba. Me esperan unas cuantas pajas cuando regrese de la escuela.


¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


¿Qué te parece el relato?