🔥Relato Erótico de Tabú: Alina, mi paciente down 2. ❌Sin Censura❌

¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


VER CONTENIDO PROHIBIDO



Fecha: 2022-08-19


Alina, mi paciente down 2.


Autor: Ford Járrison

Categoría: Tabú

Ya les conté la increíble historia que me tocó experimentar con Alina, mi paciente de 10 años con síndrome de down. La pequeña me contó lo que su padre solía hacer con ella y, sin querer, también involucró a su madre, una bellísima mujer de 33 años, dueña de un culo y unas tetas fabulosas. Yo había tomado la precaución de grabar el testimonio de Alina con mi celular y le pedí a su madre que hoy tendríamos una sesión especial entre los tres. Ella aceptó, sin imaginar lo que le esperaba. Ya eran casi las 10 de la mañana y golpearon a la puerta de mi consultorio. Estaba nervioso por la emoción. Abrí y me encontré con las hermosas sonrisas de Alina y su madre. Las invité a pasar y cerré la puerta de calle y del consultorio con llave, ya no esperaba a nadie más. - Tome asiento, Lucía- le dije a la mamá de Alina. Tengo algo que debo mostrarle. - Espero que no sea nada malo, doctor- respondió la mujer sonriendo despreocupada. Le pedí a la niña que buscara una muñeca que le había comprado para distraerla. Y le dí unos auriculares a la madre para que sólo ella oyera la confesión de su propia hija. Divertida, se los colocó y le hice escuchar cómo Alina me contó que le hacía sexo oral a ella y ella a la hija. Y lo que le había hecho comer. La sonrisa de la mujer desapareció al instante y su rostro se puso blanco, parecía un cadáver. Cuando pareció volver a respirar, trató de decir algo, pero no podía hablar, sólo abrió los ojos y la boca con desesperación. Le pedí que se tranquilice, porque parecía que se iba a desmayar. Me pidió un vaso de agua y le ofrecí algo más fuerte para que se recupere. Le serví un poco de whisky y se lo tomó de un trago. Le dí otro medio vaso y también lo tomó. Me pareció que había revivido. Y pudo hablar, tartamudeando. - Ud no pensará que lo que dijo Alina es cierto, verdad...?? - Sí, por supuesto. Creo que cada palabra de la niña es real. Soy un profesional y sé que su hija, con la edad y el problema que tiene es incapaz de inventar algo semejante. Ud es consciente de lo que pasaría si esta grabación llega a la justicia, Lucía? - Pe...pe...pero...usted no...usted no...no haría...no haría una denuncia...ella...no entiende...no sabe...lo que dice...doctor...!!! Le serví más whisky y le expliqué que ese audio y el testimonio de Alina eran muy comprometedores, suficientes para llevarla a la cárcel, y tomó un gran trago más. Le dije que yo podía evitar el desastre que le esperaba. Sólo tenía que mostrarme lo que hacía con su hija. - Mostrarle, doctor...??? Y cómo...??? - Es sencillo, haga lo mismo que hizo con su hija aquí. Si lo hizo en su casa, puede volver a hacerlo. - Yo no hice nada de eso!!! Qué me está pidiendo...??? - Bueno, no se preocupe, voy a llamar a la policía para que den aviso a la fiscalía de turno. Se dió cuenta de que se encontraba en una situación muy complicada, quizás la peor de su vida, y me preguntó avergonzada qué tenía que hacer. Le repetí que debía recrear lo mismo que Alina había contado. Y llamé a la niña que estaba ajena a lo que pasaba. Le pedí a Alina que me mostrara lo que hacía con la madre y no entendió bien. Entonces le dije a la mujer que empezara ella y me senté en mi cómodo sillón con un vaso de gin en la mano. Lucía se sirvió otro trago y le susurró algo al oído a la pequeña, que sonrió y se sacó la blusa. Su madre sabía perfectamente que no tenía otra opción y se levantó el vestido hasta la cintura y se arrodilló en la alfombra. Alina me miró sonriendo y dijo que me iba a enseñar lo que hacía con mamá. Era de tanta ternura la inocencia de mi pequeña paciente down de 10 años que se me paró la verga y la saqué del pantalón sin que me vieran, detrás del escritorio. Le pedí, mejor dicho le ordené a la mujer que lo hicieran como si estuvieran en su casa, sin nada. Y comenzó a quitarse la ropa. Y Alina hizo lo mismo. Semejante cantidad de belleza me calentó y me sentí el hombre más feliz. Mientras Lucía se desvestía de a poco, me dijo que no era necesario que la niña también lo hiciera y le dije amenazante que sí, que era absolutamente necesario. Ya estaban las dos, mamá e hija totalmente desnudas y le pedí a la madre que se recueste sobre el escritorio y a Alina que me muestre lo que le gustaba a su mamá. Me paré detrás de ellas y la nena, sin nada de pudor, le empezó a meter la lengua en el culo a la madre que estaba acostada en el escritorio. Le abrió los cachetes abundantes y le metía y sacaba la lengua. - Te gusta, mami...??? Yo sé que te gusta que te chupe...decile al doctor que siempre me lo pedís ...mmmmmmm....a mí me encanta...así está bien, mamá...o querés más adentro...??? Mmmmmmmmm...qué rico....así ve el doctor que era verdad....está bien, mamá??? La pequeña inocente estaba agachada con las manos sobre las rodillas y la cara metida en el culo inmenso y perfecto de su propia madre. Dí la vuelta y le dije a Lucía que no tenía que tener vergüenza de responderle a Alina. - Sí, hija, me gusta mucho. Seguí así... Le dije que no fuera tan fría, porque a solas con la niña no era así, según ella me había contado. Y le alcancé otro trago que tragó sin respirar. - Te gusta, mamá, o no....???? - Sí, mi vida...claro que sí...Aaaaaaaaaaaah.... escupime la cola y meté toda la lengua, hijita...como ya sabés...Aaaaaaaaaaaah, qué hija de puta....me vas a hacer acabar...así... mi nenita, así...chupale el agujerito a mamita Volví a ponerme detrás de Alina y la tomé de la cintura, apoyándole la verga durísima entre las nalgas gorditas y blancas, mientras le separaba los cachetes del culo y le llené de saliva el agujerito y me la cogí despacio por el culo. Volví a empaparla con más saliva y se la metí entera, viendo cómo la cogía a la puta de la madre con la lengua por el culo. - Qué está haciendo?- me preguntó la mujer al ver que me la estaba cogiendo a Alina. - Lo mismo que le hace el padre, señora, y también tengo pruebas, así que mejor sería que se calle y siga disfrutando. Ok...??? Y ahora quiero ver cómo usted se la chupa a la niña. Le pedí a Alina que se acueste sobre la alfombra y que abra las piernas así mamá se la chupaba como me contó. La pequeña,contenta, se acomodó y le pidió a la madre que me enseñara cómo le hacía. No le quedó otra que arrodillarse entre sus piernas y empezar a lamer la pequeña conchita de Alina, que se retorcía de placer y le pedía que la cogiera como siempre. Lucía me pidió otro trago que tomó como si fuera agua y, ya desinhibida y entregada, le levantó las piernas, le escupió varias veces la conchita y la penetró con la lengua hasta hacerla temblar, estremecer y acabar. La nena parecía estar convulsionando, gritaba y le pedía a la madre que no se detuviera. Cuando parecía que había terminado el orgasmo, la mujer, tan caliente ya como la chica y yo, la hizo dar vuelta, la arrodilló en la alfombra, se arrodilló ella misma detrás de su hija y le empezó a chupar frenéticamente el culito. Todo era una mezcla de whisky, normalidad por lo que estaba haciendo y una atracción extrema que Lucía sentía por su propia hija. - Te gusta que te meta la lengua en el culo, mi putita....??? Así te gusta...que te coja...mi amor...esto es lo que quería ver, doctor??? Mire cómo se retuerce...la culpa no es mía solamente...ella me provocó siempre.... Me paré atrás de la mamá de Alina, arrodillada, y el agujero del orto de esa mujer era una delicia. Se lo chupé mientras ella hacía lo mismo con la pequeña y no dijo nada. La penetré con todas mis fuerzas y cuando sentí que estaba por acabar, se la saqué de golpe, la corrí a un lado y se la enterré a la niña, derramando un montón de leche dentro del culo, tanta que se le salía. Y la mamá se encargó de tragar ese semen que estaba rebalsando del culo de su hija, chupando mi verga y el ojete de la niña para no dejar una gota desperdiciada. Dormimos juntos un par de horas y la extorsión siguió al despertar...


¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


¿Qué te parece el relato?