🔥Relato Erótico de Tabú: El niño perdido ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2022-05-25


El niño perdido


Autor: Patricio68

Categoría: Tabú

Un niño de unos 8 años estaba como confundido frente a mi negocio, mirando hacia adentro. Al ver que no se animaba a tocar el timbre y se alejaba de a poco, salí a la calle y lo llamé. Se acercó, avergonzado, y le pregunté si necesitaba algo. - Me fuí de mi casa y estoy perdido, no conozco este barrio. - Cómo que te fuiste de tu casa? Por qué? - No tengo papá y mi mamá está tomando drogas desde ayer y me pegó, siempre me pega. - Y querés volver a tu casa?- le pregunté - No...pero no tengo adónde ir. - Tenés hambre o sed? - Las dos cosas, pero más sed, hace mucho calor. - Vení si querés, pasá que tengo una gaseosa fría y algo de comer. Esto me sucedió hace unos días en la realidad, no es una historia ficticia y es por eso que les digo de verdad que el niño me conmovió mucho y no sentí en ese momento ningún otro deseo más que ayudarlo. El chico entró al negocio (vendo repuestos de motos) y faltaban unos 15 minutos para cerrar. Era muy tímido y callado. - Sentate que ahora te traigo la gaseosa. Cómo te llamás?- le pregunté. - Nicolás...- respondió en voz baja. - Y cuántos años tenés, Nico? Sos muy pequeño para andar solo por la calle. - Tengo 8 años, los cumplí la semana pasada. Le dí la gaseosa y una milanesa con papas fritas en la cocina mientras cerraba el negocio. Lo dejé comer tranquilo y después hablamos un poco. Él me contó por dónde anduvo durante el día y yo lo oía y al mismo tiempo miraba unas fotos de chicas desnudas en el celu. Se me paró al ver las fotos y tenía puesto un pantalón deportivo, lo que hacía que se me notara sí o sí. No me percaté de eso y muchísimo menos de que el niño tenía los ojos bien abiertos y clavados en mi erección. Hice como si no me hubiera dado cuenta y me levanté a buscar una fruta. Al volver me paré al lado de la mesa y le ofrecí la manzana. No podía creer que el chico seguía mirando mi bulto sin ningún problema. Me volví a sentar y como sin querer me agarré la verga dura y me la acomodé. Nico seguía mirando con la boca abierta. Ahí sentí la seguridad de que al niño le gustaban los hombres. No podía ser de otra manera. Jamás tuve deseo sexual por un chico tan pequeño, y tampoco lo sentí en ese momento. Le pregunté qué pensaba hacer y me dijo si no podía quedarse a dormir aquí. Tengo el negocio y atrás mi casa, vivo acá. Desde la cocina, donde estábamos hablando, se veía la cama de dos plazas. - Supongo que no puedo dejarte solo en la calle, ya son más de las 7 de la tarde. Quedate pero primero pegate un buen baño, justo tengo ropa de mi sobrino que tiene tu edad.- le dije y le cambió la cara, se puso contento. - Muchas gracias!!! Cómo te llamás? - Patricio, no te dije mi nombre, perdón... - Y cuántos años tenés?- me preguntó - Tengo 42, Nico. Dale, preparate para bañarte. Ahora te alcanzo la ropa. Hacía mucho calor, así que busqué ropa liviana de mi sobrino que solía dejar para cuando me venía a visitar. El niño entró a mi habitación y comenzó a desvestirse muy despacio, con vergüenza. Se sacó las zapatillas y las medias, luego la remera. Nico es un chico de 8 años, pequeño pero robusto, algo gordito y con unas tetitas de niña, lo que ví al quitarse la remera. - Dale, sacate el pantalón así te bañás, Nico. - Bueno, ya me lo saco. Tengo vergüenza porque llevo puesto el bóxer de mi hermano de 6 años y me queda mal. - Y por qué tenés el bóxer de tu hermano? - Es que no tenía ropa interior seca ,mi mamá casi no nos lava. - Bueno, dale, no tengas vergüenza. Se sacó el pantalón y la verdad es que el bóxer de su hermanito le quedaba súper ajustado. Me dió la espalda mientras acomodaba el pantalón y debo decir que ese niño de piel blanca, macizo, casi rubio, tenía un culito grande, gordito y carnoso que no se le notaba con la ropa puesta. Se levantó el bóxer blanco de su hermanito y tuve una erección instantánea. Tenía un cuerpito fabuloso. De espaldas parecía una niña. Al notar mi erección volvió a quedarse mirándome sin nada de pudor. No me sacaba los ojos de encima. - Te queda muy bien ese bóxer, no sientas vergüenza, Nico...a ver, date vuelta- le pedí ya seguro de que se sentía atraído por mí. Se dió vuelta y le dije que se lo subiera un poquito más. - Así, Patricio? Se lo levantó tanto que casi parecía que tuviera puesta una tanga. Yo ya tenía la verga a full. No podía creer que un niño tan pequeño pudiese tener un culito semejante. - Dale, sacatelo así te bañás.- le dije y me senté en la cama esperando a ver el espectáculo. Se lo quitó de frente a mí y pude ver el pitito muy chiquito que tenía. Me recosté para observar mejor. Al darse la vuelta quedé extasiado con el culo del chico. Era perfecto y sus piernas gorditas y la espalda ancha conformaban un cuerpito fabuloso. - Andá a bañarte, después venís y te vestís. A los 10 minutos volvió terminando de secarse. Yo me había sacado el pantalón y me tapé con la sábana. Le pedí que se acostara hasta que se secara bien y se acostó a mi lado, de costado, con el culito cerca de mí. Se tapó con la sábana hasta la cintura y se acercó hasta casi tocarme. Yo me corrí unos centímetros hacia él y mi verga durísima lo rozó apenas. Y qué hizo? Se tiró para atrás apoyando su precioso culo en mi verga. Estaba claro que el niño era putísimo. - Te sentís bien, mi vida? Te gusta estar así? - Me siento muy bien con vos, lo que más necesitaba era bañarme. Disimuladamente, despacio, me fuí sacando el bóxer hasta que mi verga apoyaba al niño piel a piel. Se volvió a correr hacia atrás y tuve que hacer fuerza para no acabar. - Te puedo abrazar?- pregunté. - Sí, claro, te portaste muy bien conmigo, sos muy bueno, cómo no me vas a poder abrazar? Puse el brazo derecho en su cintura y le acaricié las piernas mientras se reía. Lo puse boca abajo tocándole las nalgas. Era una sensación nueva y exquisita para mí. Sentí ganas de penetrarlo sin piedad. Lo destapé y empecé a abrirle el culito y pasarle la lengua por el hoyito. Gemía y se retorcía mi putita. Me decía que le gustaba mucho. Lo dí vuelta y me metí el pequeño pitito en la boca, lo chupé con fuerza y suspiraba de placer. Le pasé la lengua por los huevitos hasta levantarle las piernas y volver al agujerito para meter y sacar mi lengua entera y sin detenerme. Metía y sacaba sin parar. Me dijo que sentía ganas de ir al baño. No le hice caso y seguí cogiéndolo con la lengua. - Creo que me estoy por hacer caca, Patricio!!! - Ahora vamos al baño, mi amor... Lo hice poner en 4 y le puse lubricante y yo también. - Apoyá la carita en la cama y abrite el culito con las manos. Apenas 8 años y tan putita, tanto que me hizo calentar como nunca nadie lo había hecho. Se la apoyé en el agujerito y le metí la puntita, apenas la cabecita, la saqué y volví a meter, una y otra vez, siempre la puntita unos 3 o 4 centímetros. Le dolía pero no se quejaba. La hice entrar despacio un poco más y gritó de dolor. Volvió a decirme que se estaba haciendo popó. Se la metí más o menos hasta la mitad y le dolió mucho, gritaba y lloraba y se acostó boca abajo. Me detuve un segundo y le pregunté si quería que se la sacara. - No, no me la saques, pero dale despacio... No podía ser tan putita. Le abrí el culito y se la enterré toda, sin compasión, entera hasta el fondo. La sacaba casi toda y se la metía entera de nuevo. Gritaba de dolor pero no quería que se la saque. Cuando sentí que estaba por acabar la saqué y se la puse en la boca. Le dije que se tomara toda la leche. Acabé dentro de su boca, un chorro inmenso de leche espesa y caliente y se tragó hasta la última gota. Volví a ponerlo boca abajo y al ver ese culo de niña lo penetré otra vez y tenía razón... una sola vez se la puse toda entera, de un solo empujón y al sacarla se hizo encima de verdad. Y volví a acabar... Nico volvió a visitarme 3 días después...


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