🔥Relato Erótico de Incesto: Mi sobrina me desconcierta 2 ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2022-05-19


Mi sobrina me desconcierta 2


Autor: IvánIván

Categoría: Incesto

Unos 4 meses después del fabuloso encuentro con mi sobrina Flor pude entrever la posibilidad de volver a cuidarla. Faltaban casi 2 meses para su cumpleaños. Su mamá, madre soltera, y su tía Mayra (mi mujer) estaban trabajando 10 o12 hs por día. La única que podía cuidar a Flor era su otra tía, pero se tenía que operar con urgencia. - Iván, tenemos un problema, no hay quien cuide a Flor- me dijo mi mujer. Me hice el desentendido. - Y, Mayra...qué podemos hacer? - Te quería pedir, si podés, ya que trabajás en casa con la compu si podrías hacer un esfuerzo y cuidar a tu sobrina. Sólo tendrás que llevar la computadora a su casa y ayudarnos hasta que su tía María se recupere de la operación. Harías eso por mí? - Sí, claro, sólo espero que Flor me deje trabajar. - Ella se porta bien con vos, no será difícil. - Dale, listo, yo me encargo. - Muchas gracias, mi amor, María se repondrá pronto. Gracias, mi vida!!! Me preparé para ir a la casa de Flor. En una hora saldrían a trabajar. Las dos, madre y tía de Flor cumplían el mismo horario en un sanatorio. Las acompañamos a tomar un taxi y volvimos a casa con mi sobrina. En menos de 2 meses cumplía sus 6 años. Estaba mas alta y un poquito mas delgada, aunque no tanto, de la última vez que quedamos solos en su casa. - Otra vez solos, tío, sin que nadie me moleste- dijo la terrible niña. - Dijo mi mamá que me tengo que bañar antes de que refresque. - Dale, Flor, que ya van a ser las 6 de la tarde. Ella actuaba como si nada hubiese pasado, eso me tranquilizaba y al mismo tiempo me llamaba la atención. Encendí la calefacción, hacía algo de frío. Flor apareció de repente envuelta en un toallón. Todavía no quería bañarse, se sentó a la mesa a comer unas tostadas. - Mmmmm...tío...estamos sólos- me susurró la angelical y endiablada niña. - Sí, Florcita, ya me dí cuenta. - Y no me vas a hacer lo mismo que aquella vez? Tuve una erección instantánea. La muy putita me estaba controlando. - No lo sé, estás segura? - Sí, tío, muy segura!!! Querés? Sin avisar se sacó el toallón y me dió la espalda para colocarlo en la silla. Estaba absolutamente desnuda. El cabello largo y negro, las tetitas que ya se le notaban hace unos meses habían crecido. Estaba un poco más alta y ese culito más grande y redondo. La muy desgraciada me seguía dando la espalda mientras se peinaba. Dos veces se le cayó el peine y las dos veces se agachó a recogerlo en cámara lenta. No sé si lo hacía adrede o era más inocente de lo que pensaba. La verga se me salía del pantalón, pero esperé a que se diera vuelta. Cuando lo hizo pude ver una vez más su conchita rosada y grande, hinchada. Me pareció más grande que hace unos meses atrás. De nuevo no me pude contener. La besé en la boca y metí mi lengua adentro mientras ella hacía lo mismo. Nuestra saliva se mezcló y eso le gustaba mucho y yo lo sabía. La cargué sobre mis hombros y la llevé a la cama de su mamá. - Hey, tío...jajaja adónde vamos? - Te quiero hacer el amor, gordi... La puse en la cama boca abajo y, como aquel día, empecé a chuparle desenfrenadamente el agujerito. Se lo besé y le metí la lengua entera adentro del culo. Gritaba, gemía y se reía de placer. Yo estaba tan caliente que ya sabía lo que iba a pasar. Sólo esperaba no lastimarla. Se la quería meter por el culo pero esta vez toda, entera, hasta que mi verga durísima desapareciera en el agujerito de Flor. La saqué del pantalón y se la puse en la boca. - Chupala, mi amor, tomá, metétela toda en la boca...tomá, putita, ahí tenés, chupá!!! Cuando le entró casi la mitad se atragantó y me llenó la verga de saliva. Tenía los ojos muy abiertos y llenos de lágrimas, tosía, tenía arcadas y sin embargo....la seguía tragando hasta donde podía. Más caliente no podía estar, se la saqué de la boca para no acabar. La acosté con el culito para arriba y le puse 2 almohadas debajo. Estaba deliciosa, parecía un postre. Me puse manteca que fuí corriendo a buscar a la cocina y le llené también el agujerito con muchísima más manteca. Se la apoyé y en el primer empujón le metí la mitad. Lloraba, gritaba, pedía por favor que se la sacara pero ya era tarde. A la segunda arremetida le entró toda, entera, y seguí cogiéndola, empujando hasta casi acabar, pero no, se la saqué antes y se la metí en la boquita. - Ahora te vas a tomar toda la leche, mi putita, no quiero que dejes ni una sola gota. Escuchaste? - Si, papi, la voy a tomar toda. Dijo eso y un chorrazo de leche espesa salió de mí. Casi se ahogó pero me la tomó toda. Primero se la dejó en la boca, sin tragarla. - Te la tomás toda, Flor, tragala, no dejes una gota sin tragar. Y así fué. Cuando terminé de acabarle estaba por besarle el culito y en ese momento me dí cuenta de que se había hecho caca encima. Era de no creer cómo una niña tan pequeña podía haber cagado semejante cantidad. Ese espectáculo me excitó mucho más que todo lo anterior. La próxima les cuento en qué terminó... No se lo imaginan. Gracias por leer!!


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