🔥Relato Erótico de Primera Vez: Lidia. Caras vemos calenturas no sabemos. ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2019-08-21


Lidia. Caras vemos calenturas no sabemos.


Autor: mg0001000

Categoría: Primera Vez

Después de mi primera experiencia (ver “Aura, la de los diez”) en los siguientes dos años tuve unas cuantas experiencias sin mayor trascendencia hasta que conocí a una chica de unos 27 o 28 años a la que llamaremos Lidia.Esta amiga es especial porque con ella tuve dos primeras experiencias que a continuación procedo a relatar.Resulta que al cursar el tercer año de la carrera de ingeniería en una de las materias se nos asignó un trabajo a realizar en alguna fábrica, teníamos 7 semanas para entregarlo, conseguí hacer el trabajo en una empresa de inyección de plásticos que al final de una de sus líneas de producción, estaba el área de ensamble final que en su mayoría era operada por mujeres, parte del trabajo lo tenía que realizar en esa parte, trabajaba con varias de las chicas pero me gustaba mas cuando me tocaba estar con Lidia, el trabajo avanzaba con mas rapidez porque ella era muy formal y seria, aunque exudaba sensualidad, por momentos se levantaba a pedir material y aunque parecía que tenía un bonito trasero, no se notaba porque siempre usaba la ropa de trabajo muy holgada, a diferencia de algunas trabajadoras que la usaban embarrada, parecía que se lo ponían con calzador.Después de un tiempo empecé a ir a la fábrica durante el segundo turno, después de la universidad, y regresaba a casa en el transporte de personal, un día al subir en uno de los asientos de adelante estaba Lidia y me hizo señas, llegué junto a ella y se cubría entre las piernas con su monedero porque llevaba una faldita, me sorprendió, así varias veces coincidimos y durante varios de los viajes me enteré que era madre soltera de dos niños y una niña pequeños. Lidia media mas o menos 1.60 mts. era de piel muy blanca, de ojos claros y cabello castaño corto, era guapa y como después comprobé de muy bonito cuerpo, a pesar de 3 hijos, su sensualidad natural se potenciaba con su ropa y dado que era época de calor, casi siempre la vi con ropa ligera y falditas.No sabía cómo llegarle para llevármela a la cama, nuevamente la timidez me dominaba, (ver “Maru y Alicia, hay que controlar la timidez”) ya le había dedicado varias masturbaciones, hasta que un sábado mas o menos como a las 7 p.m. maneja el coche de mi hermano por el centro de la cd. de Puebla y vi a dos coches adelante del mío, el autobús de la fábrica (ese día las labores terminaban mas temprano), se me prendió el foco, el autobús estaba cerca la calle donde normalmente Lidia descendía del autobús… y así fue, la vi bajar y cruzar la calle hacia mi lado izquierdo, como normalmente ocurría, vestía una minifalda y un suéter ligero largo, le cubría hasta la mitad de su respingado trasero, que antes solo lo adivinaba. Donde pude di vuelta a la manzana para alcanzar a Lidia en la siguiente esquina, me aproximaba y la vi cruzar la siguiente calle, llegue a la esquina y me mal estacione obstruyendo parcialmente el paso de los demás coches, me baje y grite su nombre, volteo, me vio y regreso al ver que le hacía señas, al aproximarse me pase del otro lado para abrirle la puerta del coche, no le di oportunidad de decir palabra y no me importo ponerle la mano en la nalga izquierda, respingo un poco, empujándola hacia el asiento derecho del coche, me subí y arranque, le dije que la llevaba a su casa y me dijo que ya estaba llegando, que estaba a mitad de la calle donde estaba previamente, que ya nos habíamos pasado, entonces le dije, “vamos a tomar algo o a dar una vuelta, es temprano” y acepto sin mas.Se me ocurrió llevarla al parque que está en la cima del cerro de la Paz, así que desde el centro maneje rumbo al poniente de la cd. de Puebla, empezamos a platicar y ella se notaba muy relajada, nada que ver con su comportamiento en la fábrica, me pregunto qué a dónde íbamos, a continuación, el dialogo que siguió mas o menos como lo recuerdo:Yo: “vamos al parque que está en el cerro de la Paz”.Lidia: “mmm bueno, no lo conozco”Inmediatamente le dije: “o si quieres vamos a otra parte”Lidia: “¿a dónde?”Yo me le quede viendo subiendo un poco una ceja y moviendo levemente la cara y ella entendió inmediatamenteLidia: “nooo, ¿cómo crees?” abriendo mas los ojos, pero no se veía m*****a.Yo: “¿por qué no?, si gustas antes vamos a tomar un café y lo platicamos”Lidia: “noooo, es que ya es tarde”Yo: “vamos rápido”Lidia: “no, no, cómo crees”Yo: “no crees que pueda contigo”Lidia: “no, claro que podrías, pero no es eso”Yo: “¿qué te preocupa?”Lidia: “Es que no sé, me da vergüenza”Yo: “pero por qué, va quedar entre los dos”Lidia: “mejor otro día”Yo: “o sea que si quieres”Lidia: “no, no, bueno si, pero hoy no”Yo: “pero por qué hoy no, es temprano”Seguimos con el estira y afloja un momento mas hasta que finalmente…Lidia: “hay… es que no sé”, pero se me quedo viendo y movió la cara asintiendo y diciendo en voz baja “bueno”.Yo: “¿entonces vamos?Lidia: “Si”Pasamos a una farmacia a comprar unos condones y nos dirigimos a un motel.Llegamos al motel, se bajó y entró al cuarto mientras yo pagaba, cuando entre al cuarto Lidia preparaba el yacusi, estaba totalmente empinada y dado que llevaba una faldita esta dejaba al descubierto su diminuto calzoncito blanco y parte de sus magníficas nalgas, (¿por qué resulta tan excitante que a una mujer se le vea la ropa interior?), me acerque y me puse en cuclillas para ver mejor, de reojo me vio y me dijo “te vas a quedar ciego”, nos incorporamos quedando cerca del pie de la cama, y sin mas se me abalanzo al cuello y nos besamos, yo la empecé a acariciar por todos lados, le subí la falda y rápidamente le metí las manos en el calzoncito y le apreté las nalgas, se sentían muy bien y la acerque hacía mi para que sintiera mi erección, rápidamente le quite el suéter, su blusa, y le desabroche el sostén por el frente, ella comenzó a querer bajarme el pantalón deportivo, no podía porque lo llevaba amarrado con el cordón, me dijo con urgencia que me lo bajara, procedí a deshacer el nudo y aflojar la cinta, Lidia se hinco tiro del pantalón con fuerza hacía abajo y luego de mi trusa lastimándome un poco el pene erecto mismo que cogió con la mano derecha y la izquierda la puso atrás de mi muslo derecho justo debajo de la nalga, comenzó a mamarme la verga con avidez ayudándose con la mano, no paso mas de 5 minutos cuando empecé a venirme y se lo hice saber tratando de moverme hacia atrás, pero me jalo hacia ella con su mano derecha, apretando aún con mas fuerza la verga y con la izquierda afianzo su agarre en el muslo jalando hacia ella, empecé a decir “ya viene, ya viene” y como posteriormente me ha ocurrido en otras ocasiones, así estuvimos varios minutos sintiendo el orgasmo a punto pero no terminaba de llegar porque ella no hacía el estímulo mas rápido, hasta que se lo pedí, casi rogándole, que hiciera mas rápidos los movimientos de la mano, ella me complació y lo hizo tanto con la mano como con la boca, y ya en ese momento mi excitación era tan intensa que ya ni pensé que podría m*****arle, empecé a venirme fuertemente, mi pene estaba dentro de su boca, yo prácticamente gritaba, ella ni se inmuto siguió acelerando el movimiento de la mano y de la mamada y por las comisuras de su boca salía el semen que iba a caer a sus pechos y muslo, era la primera vez que me pasaba eso, me prolongo el orgasmo con sus trabajos, pero también en un momento dado ya me resultaba complicado porque el glande estaba muy sensible por lo que empecé a moverme hacia atrás pero ella no me soltaba y yo pidiéndole que ya cesara pero solo se reía mientras se volvía a afianzar y seguía mamando, finalmente me dejo porque el pene se aflojo. En esa época eyaculaba con cierta abundancia por lo que quedo cubierta de semen en la barbilla, pechos, brasier, abdomen y muslo derecho y otro tanto en la alfombra, me subí los pantalones y fui a traer pañuelos desechables que estaban en la cabecera de la cama se incorporó y tenía enrollada la faldita a la altura de su cadera no la dejaba bajar porque no quería que se mojara con el semen, la parte del resorte de la misma ya se había mojado de semen, que ya bajaba por su pancita, procedí a limpiarla rápidamente, termine de quitarle la falda solo se quedó con el calzoncito, ella me ayudo a terminar de quitarme la ropa.-- Hago un paréntesis, los orgasmos que las mujeres provocan (al menos a mí) cuando hacen sexo oral son los mas intensos y fuertes porque la mayoría de las veces, como ellas llevan el ritmo, el orgasmo está en una condición de “ya mero llega” pero no termina de desencadenarse, eso es sumamente excitante y placentero y cuando por fin empieza el orgasmo este es sumamente intenso, ahora que terminar dentro de la boca de la mujer que continua chupando de plano es el acabose, obviamente eso me resulta placentero solo si a mi compañera le agrada hacer eso, porque además de Lidia solo recuerdo a dos amigas mas que les gusta (o no les m*****a o importa) que eyacule dentro de la boca, las demás se han retirado cuando les aviso o al sentir el primer disparo de semen el cual escupen inmediatamente. Aclaro que siempre aviso cuando empiezo a venirme para que si así lo desea mi compañera se retire--.Dicho lo anterior, continúo el relato. Nos recostamos, la bese y le empecé a acariciar todo el cuerpo, literalmente de pies a cabeza y en un momento dado metí la mano en su calzoncito e introduje todo el dedo medio en la vagina, estaba empapada y su interior muy caliente, no hacía mayor ruido y su respiración no me parecía agitada, pero su expresión facial denotaban su excitación, en un momento me levante, me puse de pie y le pedí que también lo hiciera y ahora yo me hinque enfrente de ella y seguí acariciándole por todos lados, hasta donde llegaban mis manos al tiempo que le besaba la zona genital y en la vagina misma por encima del diminuto calzoncito, procedí a meterle la mano derecha por frente y del lado izquierdo de la pierna del calzón moviendo la mano hacia el centro, su vello púbico era muy suave, empecé a tirar hacia abajo por lo que ella abrió las piernas, solo un poco, para facilitar que se le bajara el calzón, con la mano izquierda le jalaba el resorte del calzón por la parte de atrás y ya que el calzón estaba a la mitad de sus muslos y que su región púbica había quedado completamente descubierta, el color de su vello púbico era mas claro que el de su cabeza, coloque la palma mi mano derecha justo debajo de la ingle en la parte interna de su muslo derecho, cruzando mi mano izquierda, hice lo mismo en su muslo izquierdo y así empecé a bajar las manos mientras que le acariciaba la parte interna de sus muslos y pantorrillas, así su calzoncito bajo hasta sus tobillos, mientras iba bajando yo le besaba las ingles, caderas, monte de venus y metía la lengua entre sus labios vaginales, al hacer eso ella hacía pequeños movimientos hacia atrás, el vello púbico de esa zona estaba ya completamente mojado y el olor era excitante; me levante y le pedí que se acostara, así lo hizo quedando sus piernas colgando de la cama de la rodilla para abajo, que ahora me tocaba comerme su húmedo tesoro, pero para mi sorpresa me dijo que no, que le daba vergüenza, me sorprendí y mi primera reacción fue no preguntarle, sabía que le iba a gustar, pero me detuve y le pregunte que por qué, al tiempo que me hincaba nuevamente y le abría completamente las piernas, su vagina se veía normal y muy bonita, seguí insistiendo diciéndole que no la iba a lastimar y ella que no y yo que si, al mismo tiempo que le besaba las piernas y en la zona cercana a sus genitales, al final empezó a aceptar y sin esperar mas empecé a mamarle ávidamente el pequeño clítoris y a estimularla con un dedo en la vagina, no hacía ruido salvo que su respiración se aceleró, estuvimos así hasta que, con sus manos en mis mejillas, me jaló hacia arriba, conforme fui subiendo me susurró: “ya entra”. Mientras me colocaba un condón ella se recostó por completo en la cama, me recosté a su lado derecho y nos acomodamos para penetrarla en posición de “cucharita” (la penetración es desde atrás), empezamos el movimiento y ambos lo hacíamos coordinadamente, al mismo tiempo le tocaba los pechos con la mano derecha y luego me cambiaba a estimularle el clítoris y luego los muslos y así una u otra parte, ella tenía los ojos cerrados y resoplaba levemente con la boca ligeramente abierta, no hacía mayor ruido; seguimos así hasta que en un momento dado empezó a acelerar sus movimientos pélvicos y yo con mi mano derecha acelere el movimiento masturbatorio del clítoris, aunque tuve que moverlos hacia abajo para que, con la punta de los dedos, pudiera mantener el pene dentro de la vagina, porque sentía que se salía, su respiración se aceleró mas y se hizo mas fuerte pero sin emitir gemido alguno, movió la cabeza hacia atrás hundiéndola en la almohada y su cuerpo se tensó, cerro las piernas, casi cruzándolas, para detener el movimiento de mi mano, ayudándose también con una de las suyas que a su vez retiro la mía fuera de del alcance de su clítoris que ya estaba muy sensible como para seguir siendo estimulado, ya que había terminado completamente retire el pene de su vagina, la cosa es que mientras que para ella le resulto en un orgasmo, para mí fue cansado por lo que apenas si pude mantener la erección.Me pidió descansar un momento mientras se recuperaba, pero no le di mucho tiempo, seguí besándola por todos lados, literalmente de pies a cabeza, y con las manos le apretaba los pechos, nalgas, muslos y pantorrillas, lo que ella disfrutaba por la expresión de su cara y volví a hacerle sexo oral, pero ya no me dejaba que me concentrara solo en el clítoris, que porque estaba mas sensible, nos colocamos en posición de misionero y la iba a penetrar mientras preparaba otro condón, y ella me dijo “espérate no te lo pongas, quédate así”, colocó una almohada enfrente de mí y recostó su cara enfrente de mi pene, yo estaba hincado sentado en los talones, tomo mi pene y me lo mamó otro rato, finalmente se acomodó nuevamente para que la penetrara en posición misionero, me acomodé el condón y la penetre, empecé a moverme y por alguna razón el pene se salía con frecuencia, me dijo que siempre le pasaba eso y me pidió que cesara el movimiento, subió las piernas y colocó sus pantorrillas en mis hombros, decía que así no se salía, la penetré nuevamente y me atrajo hacia ella de tal forma que sus rodillas quedaban casi al lado de sus mejillas, estire los brazos y me apoyé en las manos, estire las piernas y me apoye en la punta de los pies, comencé a meter y sacar cada vez con mas rapidez, después de unos momentos me empecé a cansar pero como ella susurraba “así, así, así” me aguanté porque era evidente que se estaba viniendo nuevamente, cerré las manos y me apoyé en los puños, así aguante un poco mas, pero en un momento dado baje las piernas y me apoye en las rodillas pero inmediatamente me reclamo y me pidió (ordeno) que me colocará como estaba previamente, seguí aguantando y empecé a sudar y ella no terminaba de venirse, empezaban a caer gotas de sudor de mi frente que iban a dar a su pecho y algunas a la cara pero no parecía que le m*****ara, finalmente empezó a tener otro orgasmo, no emitió gemido alguno pero resoplaba fuerte por la nariz y desde el fondo de su garganta, al mismo tiempo tensaba y estiraba las piernas con tal fuerza que me levanto y empujó hacia atrás, con las pantorrillas en los hombros, empezó a abrir las piernas porque las quería bajar pero no la deje, me repuse hice fuerza me reacomode y seguí penetrándola con fuerza, la vagina le chapoteaba, sentía como me dejaba completamente mojado, inclusive los testículos, finalmente, apoyando los pies en mis hombros, subió la pelvis al tiempo que doblaba las rodillas sacando así el pene, al mismo tiempo me daba leves manazos en los brazos y pecho para que la dejara estirar el cuerpo, así lo hice y me acomodé al lado de ella, disfrutando de tocar por donde mis manos llegaban a diferentes partes de su cuerpo.Después de otro rato me recosté de espaldas, estire las piernas y se me ocurrió pedirle que se acostara encima de mí, colocó su cabeza entre mi pecho y cara y acomodo sus brazos al lado de mi cuerpo y comencé a acariciarle la espalda y las nalgas, finalmente me concentré en sus nalgas, era la primera vez que tenía una mujer así, acariciándole, masajeándole y apretándole las nalgas de esa forma… y no me gusto, ¡me encantó!, casi desde que comencé a hacerle eso, apretó sus brazos y manos contra mi cuerpo, le pregunte qué si le gustaba, ella solo respondió: “síguele” en voz apenas audible, estuve así hasta que literalmente las manos y antebrazos se me entumieron, sus nalgas eran respingadas y firmes pero no muy anchas por lo que mis manos podían agarrarlas y masajearlas por completo.Me encantaba ver sus nalgas cuando se acostaba boca abajo o caminaba desnuda y ni que decir al tacto y lo mejor era que a ella le encantaba que se las besara, mordisqueara y sobre todo que se las masajeara y apretara, siempre se lo hacía y todavía le gustaba mas cuando también le lengüeteaba el ano, vagina y clítoris y/o le metía los dedos en la vagina y además de estimularle el clítoris, eso siempre terminaba en un buen orgasmo.--Nunca he vuelto a tocar y masajear unas nalgas como las de Lidia y tengo que decir que con otras mujeres con las que he hecho lo mismo, ninguna se ha negado y jamás me han dicho que no les gusta, el problema con algunas es que como a veces están muy nalgonas mi manos no alcanzan a masajearlas igual, pero repito, ninguna me ha dicho que no le gusta--.Continuo con el relato, después de un rato, ya no le masajeaba el trasero, sé levanto y me dijo que nos fuéramos, que ya era tarde, se empezó a vestir y no me dio tiempo de decir nada, hice lo mismo. En un momento dado que estaba sentado en la cama para ponerme el calzado y ella paso cerca de mí, le tomé del brazo, la aproxime y le dije que me debía un orgasmo, me dijo que claro que sí pero que otro día, nos besamos y después de un momento y para mi sorpresa de repente me empujo para que me acostara, se colocó encima de mí y comenzó un movimiento de arriba abajo con su pelvis acomodando su entre pierna a la altura de mi pene que rápidamente se puso duro, comenzamos a desnudamos nuevamente quedándose ella solo con los zapatos y yo con los calcetines; me coloque otro condón, la voltee, la puse en 4 y empezamos a hacerlo en posición de ‘perrito’, nuevamente me sujete de sus nalgas y le di duro y en un momento dado le pregunte qué si podía terminar, me respondió que sí, con la voz entrecortada y afirmando con la cabeza, y me dijo que también ya se había vuelto a venir, (aunque no lo note) y entonces me salí, me quité el condón, la recosté y la voltee y me vine en su pancita y algunos disparos llegaron a sus pechos, ella, como me ha tocado con varias mujeres, se rio con satisfacción al ver la eyaculación, (nunca he terminado en la boca o cara de alguna mujer y mucho menos me lo han pedido).--¿Por qué a muchas mujeres les da tanta risa cuando ven una eyaculación?, para nada me m*****a, pero me resulta curioso, ninguna me ha sabido decir por qué, aunque la mayoría comenta que es una risa espontanea--.Descansamos un momento, nos vestimos y nos retiramos sin habernos metido al jacuzzi. Algo que siempre ocurrió con Lidia fue que mi primer orgasmo era con una mamada suya, sin duda también le encantaba hacer el sexo oral tanto como a mi.Seguimos viéndonos en las siguientes semanas mientras terminaba el trabajo y ya con menor frecuencia en los siguientes meses, nos hablábamos por teléfono para ponernos de acuerdo para ir a coger, nada mas, de hecho, siempre buscábamos estar en el motel el mayor tiempo posible, ella marcaba a mi casa o yo, a su hora de la entrada o salida, a los vestidores de la fábrica, hasta que un día me dijeron que ya no trabajaba ahí, volví a intentar dos semanas después pero me dieron la misma respuesta, ya no volví a saber de ella.Espero que sea muy feliz en todos los aspectos, pero dado que aquí hablamos de sexo, espero que siempre coja muy rico.


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