🔥Relato Erótico de Incesto: RECOMPENSANDO SACRIFICIOS ❌Sin Censura❌

¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


VER CONTENIDO PROHIBIDO



Fecha: 2021-03-22


RECOMPENSANDO SACRIFICIOS


Autor: PEDROVL76

Categoría: Incesto

RECOMPENSANDO SACRIFICIOS Aquel viernes no fue un día cualquiera, por la tarde cuando fui al bachiller por mi hija Gaby, para después pasar a ver a Diana, mi otra hija, hija de una relación anterior, pero que se llevan entre ambas dos años. Cuando Diana me vio llegar en el carro con Gaby, se puso seria y es que le tiene ciertos celos. El acuerdo para ese día es que le daría dinero y que no podíamos pasar la tarde porque tenía ella compromiso, pero se los cancelaron y conmigo fue con quien se desquito. Regresamos al departamento Gaby y yo, ahí tuve otra discusión ahora con Susana, su madre, con quien llevo ya tiempo distanciado, aunque vivimos en el mismo departamento, pero ya no existe nada de intimidad entre nosotros. Gaby se metió a su recamara para no oír la pelea, la cual se prolongó cerca de las 7 pm hora cuando Susana decide irse a casa de su madre, sin tomar en cuenta a Gaby. Cuando se va, saco una cerveza de la nevera y me siento en la sala para calmar mi coraje mientras veo el canal de deportes. Eran las ocho cuando sale Gaby quien me da un beso en la frente y enseguida se va a la cocina a preparar unos sándwiches de jamón c/queso. Regresa a la sala y me convida, no deseaba comer nada, solo beber, pero ella insiste, así que se lo acepto y como mientras ella se sienta y ve la tele conmigo sin decir nada. Luego de un rato ella rompe el silencio. -Api ¿Por qué sigues con mi madre, si ya hace tiempo que no se quieren y no tienen ya nada de intimidad?- La miró después de dar un sorbo a la cerveza y le contesto que no deseaba que viviera lo Diana. Entonces ella me contesta –Hay api, soportaste a una loca durante dos años y a esta ya 18 años ¿Cuándo piensas estar tranquilo y feliz? Es mi madre, pero esta lucas. ¿O porque no te buscas una amante? Una chica que te haga feliz, total, a mí no me molestaría, sabes que te quiero mucho, siempre has estado conmigo, me has dado todo lo que necesito y deseo.- Termino mi cerveza, voy por otra y cuando regreso le contesto -Mi niña, tener una amante significaría gastar lo que a ti deseo darte, prefiero quedar solo, total entre tú, el trabajo y el gym, ahí se va mi tiempo.- -Hay api, con lo que me das hasta me sobra, incluso aún tengo dinero.- Con cierta seriedad me contesta. Ya no dijo nada, termino su sándwich y se levantó, limpio todo y se fue a bañar. Cuando iba saliendo del baño yo me iba levantando para ir por otra cerveza. La miro de frente y como era costumbre en ella, que aunque le molestaba a Susana, vestía para dormir una camiseta de tirantitos y una pantaleta blanca. Ya no es una nena, es toda una mujer de dieciocho años muy hermosa…cabello largo y lacio, color café rojizo, blanca de piel, piernas anchas y bien formadas, cintura estrecha, caderas anchas, pechos grandes, redondos y firmes, boca chica, labios carnosos, nariz chica y ojos azules como los de mi abuela. -¿Vas por otra cerveza api?- Me pregunta mientras me sonríe –Yo te la traigo, siéntate.- Me dice a lo que agradezco, sin poder evitar excitarme. Me lleva la cerveza, que ya son tres. Mientras ella se va a su recamara. Después de un rato, oigo que apaga la luz de su recamara, volteo y su puerta está cerrada, a lo que supuse ya era para dormirse. Un rato más tarde, sale ella de su recamara, se sienta en el descansabrazo del sillón y me abraza, me da un beso en la cabeza mientras pongo mi brazo en su muslo y se lo acaricio despacio. Ahí está por unos minutos hasta que –Api ¿Me dejas tomar una cerveza contigo?- Me dice con melosa voz. Le digo que sí y que de paso me traiga otra. Se para y va por ellas, regresa, me da la mía y al pasar por enfrente mío, tira algo de la mesita de centro, se agacha y sus hermosas nalgas quedan de frente a mí. Son hermosas y desquiciantes – ¡Diablos señorita, gusto en conocerla!- Le digo mientras mi excitación aumenta. Gaby se levanta y me sonríe -¡Hay api!- Me dice mientras mueve sus caderas e inclina su espalda de frente a mí moviendo sus nalgas. Luego se sienta en el mismo sillón que yo, solo que recargada en el otro descansabrazos, subiendo sus piernas y acomodándolas a su derecha de dónde puedo ver la belleza de su piel y muslo derecho, como se marca sus pezones sobre esa blusita blanca y sus pechos que son hermosos y tentadores a chupar. Observo el tremendo sorbo que le da a la cerveza y que le hace hacer cierto gesto, pero le da un segundo. Tomo un buen sorbo de mi cerveza para tratar de distraerme y no pensar en lo que mi hija estaba provocando en mí. Gaby repite con otro sorbo, tratando de aparentar que no le hacía nada la bebida. Pasan los minutos, Gaby termina su cerveza, se para y me pregunta si quiero otra, a lo que le digo que sí. Regresa con otras dos, ya no me pide permiso para tomar otra. Solo que esta vez se sienta acurrucándose conmigo. -¿No podríamos ver otra cosa api? Ya me aburrí.- Me dice con un tono chipilón. -¿Y qué quieres ver?- Le pregunto mientras la abrazo. -No sé, lo que quieras ¿si quieres vemos porno?- Me dice entre risas -¿O a poco te chivea ver porno con tu hija?- Añade. -No, para nada me chivea, pero si de por sí ya como me tienes, ahora si vemos porno voy a terminar montándote.- Le digo. -¿Y cómo te tengo?- Pregunta con voz chipilosa y cariñosa. Le muestro el tremendo bulto que hay debajo de mi short y ella solo pone una carita maliciosa. Le di el control de la tele a Gaby y ella comenzó a buscar los canales, llegando a ellos fue viendo uno a uno mientras cada uno le daba grandes sorbos a la cerveza, parecía que deseábamos acabar con ellas en dos o tres tragos, así fue como las terminamos. Gaby que ya había encontrado algo de su agrado, se paró y fue por otras a la nevera. El apresurarse a tomarse las dos primeras cervezas, rápido le comenzó a pasar factura, ya que cuando venía de regreso vi que tambaleaba un poco, venía muy risueña y parlanchina. Al llegar a la sala y pasar entre la mesita de centro y el sillón donde yo estaba sentado, sus pies se enredan y por no soltar las cervezas, se iba a caer sobre la mesita, entonces yo la jalo de la cintura y cae sobre mí, sentada justo sobre el bulto de mi verga, la abrazo y nos reímos del suceso. Ella hecha su espalda para atrás y ahí se queda ya, comenzamos a ver le película del canal que eligió, la cual era muy candente y especifica de una chica teniendo sexo con un hombre maduro. Gaby le da tremendo sorbo a la cerveza mientras observa atenta como la chica de la película le chupa la verga al tipo, mientras estoy con las piernas sobre la mesita, Gaby tiene sus piernas colgadas a los lados de las mías, mis brazos rodeando su cinturita. Le doy un trago a mi cerveza, enseguida la dejo en el descansabrazo y llevo despacio mi mano a su seno izquierdo, Gaby no dice nada, con suavidad se lo acaricio, así como el pezón. Bajo mi mano y la meto debajo de su camiseta de tirantitos hasta volver a llegar su seno izquierdo. Esta vez se lo acaricio con más firmeza, los estrujo con suavidad con toda la mano y con la yema de los dedos acaricio su pezón, mientras Gaby le da un sorbo a su cerveza y la pone junto a la mía, luego lleva su mano derecha a mi cabeza que acaricia. Extiendo mi mano derecha a su seno derecho mientras la izquierda la meto despacio entre su pantaleta y llego a una pequeña matita de vellos, la bajo más y toco su concha, la cual esta húmeda y caliente, unos suaves gemidos escapan de los labios de Gaby quien separa las piernas un poco más. Meto mis dedos entre sus apretados labios vaginales que con delicadeza acaricio de arriba abajo una y otra vez hasta llegar a su pequeño clítoris, entonces suelta un fuerte gemido. Subo su camisetita, dejando al descubierto sus exquisitos senos, los acaricio con firmeza uno a uno mientras mi verga palpita entre sus nalgas y mis dedos soban su botón hasta hacerla venir en un suave orgasmo. Le digo que se levante y que se voltee de frente a mí, ella se levanta y en lo que se gira le doy un trago a mi cerveza, Gaby hace lo mismo, entonces se acomoda sobre mí, con una pierna a cada lado de mis caderas y arrodillada sobre el sillón. Con mi brazo izquierdo la jalo hacia mí, sus labios se funden con los míos mientras mi mano derecha comienza hurgar entre sus nalgas y se mete por debajo de su pantaleta hasta entrar en sus labios vaginales de nuevo, mi dedo medio en su clítoris y el índice en su culito, donde se mete y entra y sale una y otra vez. Entre gemidos y su respiración acelerada, Gaby hace su espalda hacia atrás, tomo su camisetita y se la quitó, admiro sus hermosos y grandes senos con sus pezones erectos. Me acerco a ellos y su los chupo uno a uno, lamo sus senos, los chupeteo con avidez mientras los brazos de Gaby rodean mi cuello y acarician mi cabeza. La tomo de sus nalgas con la mano derecha y con la izquierda de su espalda, me levanto con ella y me giro, depositándola en el sillón. Me hinco frente a ella, jalo de su pantaleta mientras ella levanta sus caderas para ayudarme. Aspiro en ella el aroma de sus mieles, le separo las piernas y hundo mi cabeza entre ellas para chupar de su concha caliente, meto mi lengua en su vagina haciéndola gemir y levantar sus nalgas. Meto mis brazos por debajo de sus nalgas y las llevo hasta sus senos que acaricio con fuerza y pellizco sus pezones, son tan suaves. Mientras mi lengua juega y explora todo el interior de su vagina que está apretada, deliciosa, jugosa y caliente…es un manjar. Gaby explota más de una vez y yo deseo cogerla, meterle la verga en esa fruta jugosa. Y ella también desea lo mismo, ya que me implora -¡Más api, más!- le saco la lengua de su vagina y se la tallo en su culito, con dificultad se la meto en su culito apretado y rico…sus jadeos son exquisitos. -¡Pareces una perrita en brama y deseosa de verga!- Le digo perdiendo todo respeto a mi hija que someto a lo que ella misma también deseaba. -¡Si, soy tu perra, tu perra fiel que desea le des la verga que otras no quieren!- Palabras que me excitan aún más. -¿Eres mi perra?-Le pregunto y ella me contesta entre gemidos -¡Si, soy tu perra…llévame a tu cama y cógeme!- Me dice. Nos abrazamos y la levanto, la llevo a mí cama donde la acomodo en la orilla, le separo las piernas mientras ella relaja su espalda, tomo mi verga con la mano derecha y se la tallo entre sus labios íntimos que están estampados de sus mieles, de arriba abajo una y otra vez hasta que la centro en la entrada de su vagina, Gaby levanta la cara y mira, luego recuesta la cabeza y relaja su cuerpo. Con firmeza comienzo a meter la punta de mi verga entre sus labios íntimos, entra la cabeza con un poco de dificultad lo cual me excita aún más, ya que era algo que no me esperaba, entonces con fuerza empujo, se la meto y siento como algo se rompe dentro de ella, despacio sigo empujando hasta que siento tocar el fondo de su matriz. Me quedo quieto por unos segundos mientras me inclino hacia el frente y me abrazo con ella quien me abraza con fuerza y me besa en las mejillas, la frente y los labios. Se la saco un poco y vuelvo a meter, una y otra vez así despacio y poco a poco voy arreciando mis embestidas mientras sus gemidos arrecian y se escuchan por todo el departamento. Meto y saco una y otra vez mi verga de su calienta vagina que ya se enamoró de mi trozo de carne y ansia no dejarla ir. Me levanto y se la saco, le digo que se voltee y se acomoda en cuatro, recostando su pecho sobre la cama, la tomo con firmeza de las caderas y vuelvo a meter, bombeándola sin parar durante un buen rato. Se la saque y la acomode de nuevo boca arriba con las piernas separadas por completo, se la metí sin miramientos y con fuerza, bombeándola una y otra vez por varios minutos, luego baje su pierna izquierda y la acomode de lado, bajo su mano izquierda y se agarró su nalga izquierda y se la separo, abriéndose y dejándome ver como entraba y salía mi verga de su vagina. -¿Te gusta como se ve? ¿Te gusta ver cómo le metes la verga a tu perra?- Escucho sus palabras y me excita aún más. Ya no aguanto, estoy a punto de explotar y se cruza por una estreches de cordura, la posibilidad del embarazo, le saco la verga, pero Gaby me exige que se la vuelva a meter e incluso parece leer mi mente porque siente como se hincha mi verga antes de explotar, vuelvo a bombearla con fuerza. -¡No importa si me preñas, métemela, lléname api, así sabrás que el cachorro es tuyo!- Me dice y enloquece de excitación de solo imaginármelo. Entonces con más fuerza se la meto y bombeo hasta venirme de dentro de ella y llenarle su vagina de mi leche con varias venidas, tantas que chorrean fuera de ella. Le saco la verga aun erecta y dura y se la tallo entre sus nalgas, Gaby que esta fuera de sí por los orgasmos, agita sus caderas golpeando mi verga, pero yo apunto a su culito y despacio se la empujo, ella las deja quieta y yo sigo hasta metérsela poco a poco mientras Gaby se aferra a las sabanas y las muerde y empuña. Logro meter más allá de la mitad de mi trozo de carne en su culito y sin esperar comienzo a bombearla con fuerza hasta que me vengo dentro de él…una, dos, tres, cuatro veces vaciándome totalmente. Se la saco y me tumbo a su izquierda, unos segundos después Gaby se gira, me besa en los labios, mejillas y frente, me abraza con fuerza. Luego de un rato me levanto y le doy la mano para levantarse, nos vamos al baño, donde nos besamos y acariciamos, ella se inclina y me chupa por un rato la verga. Cuando terminamos de bañarnos, así envueltos en toallas nos regresamos a la sala y tomamos un par de cervezas más, para terminar durmiendo en su cama completamente desnudos. Al día siguiente me despierta Gaby para decirme que había llegado la señora que lavaba la ropa, por lo que apenas me levante para quitar las sábanas manchadas de pecado. Señora que al ver las manchas solo las miró y sonrió, me contó Gaby y que después confirmaría.


¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


¿Qué te parece el relato?