🔥Relato Erótico de Sexo Anal: Conociendo a mi linda gatita ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2019-08-14


Conociendo a mi linda gatita


Autor: Hiperactivex

Categoría: Sexo Anal

Lentamente caía la tarde, había nadado suave en la piscina pues hoy tenía una cita especial. En la ducha, después del entrenamiento me afeité con cuidado cara, pecho y polla. Con cuidado y sin que nadie me viera, me puse un tatuaje especial para Natalia, era la figura de una cobra, la silueta serpentiforme la coloqué de tal forma que el cuerpo del a****l quedara situado sobre la vena larga y gruesa que poseo en mi miembro pareciendo una imagen en relieve. La cara desafiante del ofidio caía justo encima de mi pubis como si quisiera hipnotizar y devorar el coño que iba a tener en poco tiempo justo a su alcance; me gustan los tatuajes temporales y sabía que a mi chica también. Antes de vestirme, embadurné mi miembro y testículos con una crema especial que realza la polla, suavizándola y dotándola de un ligero olor varonil. Así preparado, salí a la calle y me puse rumbo a Vera Playa, me acercaba a mi cita. Habíamos quedado a las seis de la tarde en la terraza de un famoso bar de Garrucha. Hacía calor, estaba tenso y responsabilizado por gustar así que traté de tranquilizarme mirando el puerto que quedaba frente a mí. Según llegaba reparé en la figura de una chica de pelo rizado y cobrizo que reflejaba el sol suave de la tarde mediterránea y que estaba sentada de espaldas a mí en una mesa de la terraza... me acerqué a ella preguntando .. “¿Natalia?... “ ella alzó su mirada, sus ojos hablaban con un ligero guiño. Iba vestida con una suave blusa blanca de algodón a la que certeramente había desabrochado un par de botones insinuando el tesoro que llevaba debajo, una falda muy cortita vaquera gris oscuro que compaginaba a la perfección con unas piernas estilizadas que terminaban en unos botines negros espectaculares. Allí estaba al fin Natalia... era una hembra espectacular, en ese momento fue cuando me sentí ligeramente agobiado ante la responsabilidad viril que había contraído con ella, pondría todo de mi parte para estar a su altura con la seguridad de que ella me ayudaría... Después de los saludos pertinentes y tímidos besos, nos sentamos y empezamos a charlar como si siempre nos hubiéramos conocido, Natalia me despertaba una gran confianza, la charla empezaba a ser fluida con algún que otro toque picante; de forma discreta se había abierto un poco más la blusa que hacía emerger el pecho como la proa de un navío, los pezones redondos y duros se marcaban y ella sonreía de forma picarona, era una provocadora nata; al cabo de unos segundos abrió sus piernas dejando delante mía un tanga que conocía por foto de color rojo, guiño que agradecí, mi polla latía..estaba clara su pretensión . Nos levantamos y fuimos hacia un hotel cercano, no en Vera Playa, no quería gente conocida cerca en estos momentos... por el camino nos íbamos mirando ya con atrevimiento y un escondido deseo que empezaba a aparecer con alguna que otra risa nerviosa; una vez realizados los trámites pertinentes en el hotel; nos dirigimos al ascensor, lo tomamos y marcamos el 4° piso; se cerraron las puertas y de repente noté como la mano de Natalia tocaba mi polla sobre el pantalón para aquel momento ya erecta y se abalanzaba sobre mi, gesto que agradecí pues de inmediato mi lengua entró en su entreabierta boca. Nos dimos un beso muy corto pero para mí lo recuerdo como interminable, muy húmedo, su lengua suave y juguetona contrastaba con el sabor de su saliva que en aquel momento, no sé por qué, me recordó al de la hidromiel, la bebida de los dioses vikingos. De repente la puerta se abrió y nos encontramos frente a una anciana que sonrió y nos guiñó un ojo, fue un pequeño empujón cómplice que agradecimos. Cerramos la puerta del apartamento, volvimos a retomar la escena del ascensor, me entretuve besando a Natalia con una pasión correspondida por ella. Su lengua y la mía parecían tener un motor accionado desde el interior de nuestra fantasía. La saliva se entremezclaba, recorríamos el relieve de nuestros dientes y carrillos con la punta de nuestras lenguas en un baile desenfrenado, interminable preludio del placer... en ese momento caímos a la cama mientras nos íbamos quitando ropa, zapatillas, botines.. hasta que llegué a su ropa interior. Me encontré de nuevo con aquel tanga rojo ajustado que transparentaba su ya visible depilado sexo que conocí en su día a través de una fotografía, le acompañaba un sujetador rojo pasión en el que sus abultados y preciosos pezones se dejaban notar. El conjunto era digno de una película de categoría; junto con su manicura, pintada también en rojo, contrastaba con la suavidad y calidez que transmitía su piel. Ella, a su vez, me desabrochaba el pantalón con una asombrosa agilidad. Cuando vislumbró el tanga de cuero y la cabeza de la cobra tatuada que asomaba exclamó un “Hummm qué agradable sorpresa..” el glande de mi polla luchaba por liberarse de su sujeción de cuero, Natalia la ayudó y sonrió con una cara de sorprendida admiración al ver la verga, al fin, libre, palpitando henchida de sangre que hacía que la cobra tatuada parecía que cobrara vida... no pudo más y se tiró a lamerme el miembro, gimiendo y babeándolo sin cuartel, su lengua recorría y absorbía mi pene cual pajita en un granizado. Lo recorría despacio del glande a los huevos deleitándose con su lengua en todos los recovecos que mi anatomía ofrecía. Agradeció su suavidad, depilación, así como su varonil olor... mientras se había retirado su sujetador y sus tetas colgaban cuál ubres cargadas de miel esperando a ser recogida. Sus pezones excitados mostraban un color oscuro y exhibían una dureza cuya visión hacía estremecerme. Con cuidado la retiré el tanga, ella seguía engullendo mi polla con gran satisfacción, me la había puesto dura como una piedra mientras veía su terso y suave culo abriéndole sus cachetes pues tenía ganas de verle su ano con su agradable y simpática pequeña compañera ... en ese momento ví su sorpresa.. ella con un gemido de alegría mientras tenía el miembro entre sus labios se dió cuenta de mi sonrisa... se había puesto un tattoo justo alrededor de su ano en forma de estrella de cinco puntas, lo delimitaban perfectamente y en el centro “la diana” que estaba deseando acariciar con la punta de mi lengua ... “¡¡guau!! , acertaste cariño”, comenté, “me encanta” Me tumbé a su lado colocándome una almohada debajo de la cabeza e invitando a Natalia a comenzar con un excitante y largo 69... abrió sus piernas y entonces fue cuando vi su tesoro más preciado... aquel sexo rasurado, con sus labios sedosos que empezaba a rezumar flujo fruto de la excitacion, vi su abultado y sonrosado clitoris y otro tattoo en forma de estrella que se había colocado justo encima. El cuadro que se presentaba ante mí era majestuoso propio de una hembra que pedía guerra. Me lancé a absorber y lamer todo el flujo que salía de su vagina y a acariciar su clítoris con mi lengua, lentamente pero sin pausa; Natalia gemía estando agarrada a mi verga que lamia y chupaba sin descanso, la tenía gruesa y dura, muy dura, sentía como latía tomada por su mano y como su saliva goteaba a lo largo de mi miembro mojándome mis huevos... yo comencé a realizarla entonces una de mis especialidades, pasando lengua de ano a vagina y viceversa, entreteniéndome y saboreándolos con suma lujuria. Notaba como ella me introducía uno de sus bonitos dedos en mi ano mientras chupaba mi verga proporcionándome sensaciones nunca vividas. Era puro sexo, dos a****les desbocados que trataban de darse un salvaje placer. Estábamos llegando a un momento en el que los cuerpos nos pedían algo más . Natalia decidida se sentó sobre mí polla inclinándose ligeramente hacia mis pies y mostrándome su vagina abierta me invitó a penetrarla. Entró a la primera arrancándola gemido tras gemido mientras me decían “qué bien, cabrón, qué dura la tienes.. me encanta” mi verga entraba rápidamente pues su coño a estas alturas estaba inundado de un flujo abundante, blanquecino que empapaba mi polla, “¿te gusta amor?”, “claro cariño... métetela hasta los huevos, ¿tenías ganas de polla, verdad?”.... “siiii, de tu polla, te deseaba tanto, ¡qué caliente está!.. ahhh, espera que te la chupo un poco” “ si, yo también quiero saborearte otra vez ese flujo que te está saliendo... me encantaaa”... volvimos de nuevo a un 69, esta vez con más pasión si cabe aún, nos devorábamos coño y polla, la saliva y el flujo se mezclaban en nuestra boca mientras gemidos y susurros emitían a duras penas nuestras bocas. Entonces comencé a meter la lengua en su ano que Natalia abría ansiosa, más de la mitad de mi lengua entraba y salía con suave fricción, su sabor me atraía cada vez más mientras a Natalia notaba que se convulsionaba con intermitentes escalofríos. Ella había empezado también a lamerme mi ano y a meterme su dedo buscando mi próstata, con la otra mano me hacía una paja, me atrapaba la base de mi polla endureciéndomela aún más mientras chorros de saliva salían de su boca lubricando aún más el vaivén manual. “Me encanta tu polla Juan... no la soltaría nunca”... yo no hablaba, solo gemía y absorbía todo el flujo de su coño, era una fuente inagotable de dulce néctar mientras jugaba con sus tiernos labios ... de repente, Natalia se volvió a sentar encima de mi, esta vez mirando hacia mis pies, mostrándome su lindo y suave trasero, para aquel entonces quedaba poco del falso tattoo que se había puesto alrededor del ano pero aún así era espectacular, su culo era suave, no me cansaba de sobárselo cuando fue descendiendo sobre mi polla que entró suavemente en su vagina entreabierta. El calor húmedo de su dulce coño acompañado de un movimiento muscular de presión sobre mí verga, hizo que fuera “in crecesdo” un volcán en mi interior que se iba haciendo más y más grande. “Dame polla amor” ... “toda tuya, reviéntamela” .... se la metía entera, mis huevos golpeaban en sus labios intermitentemente mientras notaba que Natalia iba teniendo pequeñas convulsiones; su vagina parecía latir.... “fóllame así.. así... no pares cabronazo” de repente explotó como un globo, se convulsionaba mientras no paraba de susurrar sonidos placenteros y exhalar cantidad de aire a borbotones... yo al verla, y sentirla con mi polla, no pude más y reventé; un fuete chorro de leche terminó por ahogar su coño mientras pequeños estertores acompañaban al mini géiser dentro de Natalia; pronto empezó a gotear desde su vagina el precisado néctar. Levantó su culo y tapándose la vagina con la mano se sentó sobre mi cara; la leche mezclada con el zumo de su sexo, empezó a caer sobre mi boca, yo la abrí y recogí todo lo que pude mientras jugaba lentamente con sus labios, mordisqueándolos y besándolos, ella, gustosa se restregaba contra mi boca y parecía metida dentro de un orgasmo interminable. Caía ya la última gota cuando me incorporé..Natalia sonreía pues sabía lo que venía a continuación.... abrió su boca, yo desde arriba lentamente dejé caer despacio todo aquel cóctel que entró en su boca rebosando entre sus labios.. Natalia se relamía y luchaba por no perder gota.. tragó algo hasta tener una cantidad manejable que le permitiera saborear y jugar moviéndola dentro de su boca... se echó parte en sus pechos que restregó con sus manos parándose en sus pezones ... entonces procedí a meterle la lengua y comenzamos a darnos un muerdo lento, saboreándonos y masajeando nuestras bocas... pareció interminable, no teníamos prisa, ella con su mano me acariciaba la polla, se la llevó a su boca y lo poco que quedaba lo escupió sobre ella masajeandola volviendo a absorber por si quedara algo aún .... no, no había nada ... estaba seco aunque agradablemente húmedo. Nos tendimos uno junto al otro, abrazados y acariciándonos como dos adolescentes... entonces fue cuando Natalia me comentó “¿No decías que iba a acabar cubierta de esperma como en una sesión de bukake?” “Pues claro, cariño, si es tu deseo, son ordenes para mí” le guiñé un ojo y dándole un cariñoso beso le susurré “verás..” Fui hacia mi mochila y saqué un objeto, Natalia miraba sorprendida, era un mini termo pequeño del tamaño un botellín de agua.. lo abrí y comenté “aquí tienes tu néctar”.. entonces poniendo los ojos muy abiertos y con cara de sorpresa me preguntó.. “¿es esperma? “ “ si, claro, mío. Salió de las pajas que me hice durante estas semanas pensando en ti y ha estado congelado hasta hace unas horas, toda esa leche es tuya” Natalia, sonrió sorprendida comentando “ ¿cómo vas a hacer?” La forma en que vaciaron el vaso lo dejo a la imaginación del lector, pero os aseguro, que conociendo a los dos amantes, Natalia acabó con su coño, ano, pechos y boca cubiertos de esperma degustándolo suavemente mientras Juan se lo pasaba lentamente por su cuerpo, acariciando sus nalgas y llegando al fin a un interminable beso, entrelazando sus lenguas y abrazados uno a otro se entregaron a los brazos de Morfeo; pero el juego continuaba... no había acabado aún... se abría ante ellos un horizonte de placer, lleno de cordilleras, desiertos y mares por explorar..... ....¿Verdad Natalia?


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