🔥Relato Erótico de No Consentido: Los sacrificios de una madre ❌Sin Censura❌

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Fecha: 2019-08-13


Los sacrificios de una madre


Autor: Jbravo85

Categoría: No Consentido

Los Sacrificios de una mamá. Quiero comenzar por contar que este es mi primer relato escrito pese a que soy un lector frecuente de esta página desde hace varios años. Hoy me he animado a escribir porque he recordado una fantasía que pude hacer realidad hace 8 años, es decir, cuando tenía 25 años, pero las narraré como si fuera un hecho reciente… Las cosas que tiene que hacer una mamá por salvar a su hijo… Soy una persona de 25 años con una vida muy normal, en sentido a que no tengo problemas económicos, incluso soy dueño de mi propia empresa, una pareja estable con la que vivo hace dos años y una vida muy tranquila, se puede decir que una vida muy feliz. En cuanto al ámbito sexual pues ya comenté que tengo mi pareja estable, sin embargo las escapaditas de vez en cuando no se hacen esperar y modestia aparte, siempre donde he puesto el ojo, he podido llevar a cabo mis cometidos, sin tener que ser una persona de gimnasios y largas rutinas de ejercicios… no, creo que por lo menos ser una persona saludable, sin necesidades económicas y diciéndoles a las mujeres justo lo que ellas quieren oír, cuando lo necesitan oír, se puede conseguir grandes cosas…. Sin embargo, este no es el caso de la historia que les voy a contar… Como ya comenté he podido hacer realidad una fantasía que desde hace algunos años tenía, pero realmente no le daba muchas largas a hacerla realidad, confieso que, por un poco de miedo tal vez… Esa fantasía consistía en que si bien no tengo inconvenientes con llevarme a la cama a cualquier chica que me proponga, siempre me imaginé poder tener una experiencia donde mi victima fuera casi que forzada, algo que ella no quisiera... mejor dicho mi fantasía casi que rayaba en la violación de una chica, sin embargo siempre me rehusé a acciones como drogar, dormir, o cualquier otra cosas pues también quería que fuera algo de plena conciencia… por otro lado tampoco quería utilizar la fuerza, o mejor dicho tenía claro que esa experiencia tenía que estar en el orden del chantaje, de la sumisión y la humillación, pero que a la vez tampoco fuera a tener ningún repercusión ni legal ni de nada en mi vida, pues como también ya dije mantengo una vida en paz y sin ningún problema… Todo comenzó una tarde de un viernes, que pintaba un poco aburrido porque mi novia se había ido de viaje para donde sus papás y me había quedado solo toda la semana. Estuve un poco cargado de trabajo y realmente cuando me di cuenta era viernes y no había alcanzado a planear nada con nadie, y confieso también que parte de mi éxito de mis escapaditas esporádicas era haberlas podido planear con suficiente detalle, para no dejar nada al azar… Esa tarde decidí tomarme libre e hice un par de llamadas buscando plan, pero todo fue infructuoso. Decidí entrar a internet solo por perder el tiempo, resignado a no hacer nada… recordé mi época de adolescente cuando entraba a algunos chats, y volví a hacerlo entonces, y comencé vagas comunicaciones con diferentes chicas, conversaciones que no iban para ningún lado... de repente apareció una chica que decía llamarse “catalina”. Si hay algo que siempre me ha funcionado es confiar en mi sexto sentido, el cual no se activa mucho, pero cuando pasa, suelo tener mucha suerte… -Hola, ¿cómo estás? - Le dije. - Hola. Ahí vamos, ¿y tú? Respondió. - Huy, pero ¿por qué tan achicopalada? Volví a preguntar. - ¡Cosas que pasan! Agregó. -mmmm ya veo, ¿quieres desahogarte?, a veces hablar con extraños en esta forma, donde no se corre “ningún” peligro, puede servirte a despejar tus ideas, tal vez pueda ayudarte… Dije no muy convencido la verdad. - mmm no sé, estoy algo preocupada no más… - Vale agrégame al MSN, y conversamos, mi dirección es ….@hotmail.com, ¿cuál es la tuya? Me aventé a ver qué pasaba… Pasaron pocos segundos cuando recibí una invitación al MSN, lo cual, aunque no me lo esperaba, tampoco me sorprendió, pero si me llamó mucho la atención que en el display de la foto apareció una niña, que, si la foto era verdad, se veía aun en la adolescencia, pero era preciosa, aunque se veía que no era alguien de ciudad, sino más bien de provincia, o por lo menos de escasos recursos…. En la foto lo que se podía notar se veía que era mona, delgada, estatura media, un buen par de senos, y una cola digna de la región donde vivo…. - Ohh!!! veo que me agregaste, ¡me alegro mucho! Mi nombre es Jhon, puedes llamarme jonny, ¿cuál es el tuyo? - Me llamo catalina. - Mucho gusto cata (¿te puedo llamar así?), ¿qué edad tienes? - mm si como quieras llamarme, tengo 18, ¿y tú? - Tengo 25, ¿a qué te dedicas? - Nada, a cuidar a mi bebé, y eso es justamente lo que me tiene triste. - mmm veo tan joven ¿y ya eres mamá? - Sí, lo soy, y no sé qué hacer porque está hospitalizado, y necesito dinero para sacarlo. - ¡Uhy que mal!, lo siento mucho, y ¿qué le pasó? ¿Por qué lo hospitalizaron? - Pues le dio una bronquitis aguda, debido a las fuertes lluvias de los últimos días... - mmmmm en verdad lo siento mucho… ¿y el papá?, ¿dónde está el papá? - Pues no lo sé, desde que supo que quedé embarazada me abandonó, y nunca más he vuelto a saber de él, y como es militar, menos porque a ellos los trasladan por todo el país. - De verdad que lo siento mucho… ¿y tu familia? ¿Nadie puede ayudarte?, ¿cuánto necesitas? - No, la verdad es que nadie puede ayudarme, solo vivo con mi mamá, y si le pido la plata nos quedamos sin la comida de la quincena, entonces el bebé se volverá a enfermar. Creo que lo mejor es dejarlo en la clínica, por lo menos allá estará bien, aunque me parte el alma, porque yo daría la vida por él si fuera necesario… - Claro te entiendo… lo siento mucho… (en ese momento confieso que fuerzas extrañas empezaron a invadirme), ¿cuánto necesitas??? - ¿Para qué quieres saber? - preguntó. - No sé por avanzar en la conversación... ¿en dónde estás ahora? - En un café internet, gastándome lo último que me quedaba… aunque no me alcanzaba ni para llegar a la clínica, entonces no sé, me vi en frente de este sitio y fue lo único que atiné a hacer. Me alcanza para crédito de como 45 min, ya llevo 15. (en ese momento ya me sentía totalmente invadido, insisto por fuerzas ajenas a mí, y lo único que atiné a pensar es que sea lo que sea que hiciera, tenía poco menos de 30 minutos). -Claro te entiendo, debes de estar muy desesperada… bueno, mira yo sé que no nos conocemos pero la historia que me cuentas es muy muy muy triste en verdad; puede que te suene una locura, pero dime cuanto necesitas y de pronto yo pueda ayudarte… en cuanto al pago, no sé, lo importante es que tu bebé salga de la clínica y ya algo inventaremos. (En verdad dije eso sin pensar. Después temí haberme arrepentido, pues si bien no tengo problemas económicos, la realidad es que vivo una vida acomodada, sin lujos, y sé que algunos tratamientos clínicos pueden ser costosos, aquí temí mucho haber metido las patas) - ¿Estás loco? No puedo hacer eso, ni siquiera te conozco, además es mucha plata - (cuando dijo que era mucha plata más me preocupé todavía, pues pensé que en verdad iba a ser una millonada, y no iba a tener todo el dinero, por más que en verdad tuviera intenciones buenas de ayudarla, pero de nuevo mi sexto sentido me dijo ¡ADELANTE!) - Vale no importa – le dije - déjame intentar ayudarte… hubo un “silencio” enorme, pues no respondía nada, pero seguía conectada, cuando de golpe respondió - $100.000 Confieso que cuando vi la cifra, comencé a ahora si a pensar en mil cosas a la vez, tenía mi cerebro a mil por hora (obviamente no estaba pensando nada bueno), esa cifra me confirmaba que mi interlocutora era una chica de muy escasos recursos, pues para mi sin ser una persona adinerada podía pagarlo sin problemas, o mejor dicho, es la cifra que me gastaría en un fin de semana con mi novia, yendo a cine, transportes, comida, juegos, etc, y quedar saciados de todo…. - Ya veo – le dije - ¿Lo ves? Sabía que te iba a parecer mucho dinero, más ilusa yo pensar que si podías… (puso Emoji llorando - No espera – dije rápidamente – si puedo ayudarte, en verdad puedo hacerlo... y no te estoy mintiendo ni dando falsas esperanzas. - ¿Enserio puedes ayudarme? Me dijo. - Sí puedo hacerlo, pero… - ¿pero? Lo que sea, en verdad, es por mi bebé. - Bueno aun para mí – le dije - es una cifra importante, pero si, puedo hacerlo puedo ayudarte, pero necesito que tu hagas varias cositas por mí, le comenté…. - ¡ajá! - dijo. - Lo primero es que si vamos a hablar de dinero de verdad, necesito verte por web cam. Necesito ver que si eres en verdad la chica de la foto, porque no me voy a arriesgar a encontrarme con alguien y que yo pueda correr algún peligro y más tratándose de dinero ¿no? - Hubo un largo silencio, lo cual me empezó a preocupar un poco, pero mi sexto sentido me decía a gritos que siguiera a delante…. - Ok, pero mi pc no tiene web cam, ¿cómo hago? - (rápidamente le contesté) - Vamos por favor, si estas en un café internet, debe haber algún pc con web cam, solo cámbiate de pc, y listo. - mm ok no lo había pensado. Bueno, espérame un minuto. Efectivamente, un minuto después, volvió a aparecer online, y una vez más algo dentro de mí estaba seguro que ella iba a regresar. - Hola, que bueno que volviste, mándame tu cam – le dije. - Hola, ya voy. (Inmediatamente me envió la invitación a la cual acepté de una) - Mientras carga, para que mires que lo hago muy transparente, también te mando la mía (y la mandé) Cuando apareció ella, tuve que hacer grandes esfuerzos para evitar delatarme en mis pensamientos, pues en verdad estaba viendo a una mona preciosa en cámara. En ese momento me dije, que esa mujer sería mía a como dé lugar. - Ya está, ya puse la cámara, ¿ahora? Me dijo de repente, e incluso tarde en reaccionar, pues realmente no tenía nada en mente. - Ok, bueno, mira, tú necesitas $100.000 ¿verdad? - sí (y noté como una leve lagrima salía de su ojo, y bajó la mirada) - Pues sencillo, te ofrezco $150.000. (no era dueño de mis pensamientos, en relación que no estaba siendo consciente, pero también me sentía confiado, seguro de lo que estaba haciendo) - Pero eso es mucha más plata, ¿porque vas a hacer eso por mí?, respondió. Como si tuviera la respuesta lista a esa pregunta le dije. - Pues sencillo, tu necesitas $100.000, y vas a venir por ellos a donde yo estoy, y necesitarás para los transportes, tanto para venir, como para irte para el hospital, y otros gastos. - ¿voy a ir por ellos? No entiendo, explícame. - Sí, yo te doy los $150.000, pero tienes que venir a mi casa, y entre más rápido vengas mejor para todos. Simplemente te portas bien un ratico conmigo, y ya, el dinero es tuyo…. (dije eso con absoluta confianza y seguridad, pero juro que si hubiera cerrado la ventana y se hubiera desconectado, no me hubiera sorprendido. Estaba preparado para que eso pasara). - mmm ya veo de que se trata… sabía que tanta belleza no era para tanto. Dijo- Confieso que en otra circunstancia hubiera hecho que me diera cargo de conciencia, pero yo ya estaba fuera de mis casillas, por lo que le dije… - Corazón, tu dijiste que dabas hasta tu vida por tu bebé ¿no?, pues no tengo problemas económicos, pero tampoco me puedo desprender de $150.000 así como así. Además, que por lo que hemos conversado, y algunas otras cosas que he visto, concluyo que no recuperaré esa platica, así que pues, bueno, prefiero más bien “INVERTIRLA”, (escribí, así con mayúscula y todo). De nuevo volvió a bajar la mirada y pensé que había puesto a llorar, pero decidí esperar paciente. Las cartas estaban puestas sobre la mesa, ella estaba viendo mi rostro, yo el de ella, y para mí era un punto de no retorno. - Está bien - dijo – ¿a dónde tengo que ir? De nuevo mi corazón empezó a latir a 1000000 por hora. - Ok, espera en verdad quiero que hagamos esto bien para poder ayudarte, necesito una prueba de que vas a venir, y que todo esto no es un cuento y no me vas a dejar esperando…. (en este momento, si me hice fuera de mí, porque por más que lo pensaba, no veía que pudiera hacer ella en una webcam, que me garantizara nada, pero proseguí), le dije – quiero ver al menos un seno tuyo - ¿qué? ¡No puedo, estoy en un lugar público!, no puedo hacer eso, no me hagas eso por favor, ya voy a ir y podrás ver todo lo que quieras – (pero la posibilidad de empezar con mi fantasía no me permitió parar y le insistí) Le dije – vamos hazlo para escribir la dirección. Además, creo que no te queda mucho crédito tampoco entonces, no pierdas más tiempo, sentencié. - No, no puedo, dijo, hay gente aquí. (y movió la cam mostrándome a una señora que había a dos o tres puestos de donde ella estaba). - Lo siento, sino lo haces, no te daré la dirección. Sentencié y me quedé mirándola fijamente por la cámara. - Le dije que lo hiciera con el seno que estaba opuesto al de la señora y que lo hiciera rápido y ya. (con ver un par de segundo un seno, sabía que no iba a ser gran cosa, pero la sensación de tenerla ahí en mi poder y a la distancia, era más fuerte que cualquier otra cosa) Se puso una mano en el hombro derecho y comenzó a bajar el tirante de su blusa muy lenta e inseguramente, hasta que, en un movimiento muy rápido, dejó ver un par de segundo su seno y volvió a acomodar su blusa. -muy bien le dije satisfecho. Ahora yo cumpliré mi palabra, y sin más escribí la dirección exacta de mi hogar. Ella hizo un ademan de estar anotando algo, y cuando pensé que ya iba a cerrar para venirse, me dijo - Una pregunta antes. ¿Por qué haces esto?, sabes que con lo que me vas a dar, puedes pagarle a otra mujer y te sale hasta más barato. Cómo si estuviera esperando esa pregunta, sencillamente respondí. – Es que yo no estoy buscando sexo porque sí, porque si quisiera hasta podría tenerlo y no tendría que pagar (pensando en mis escapadas esporádicas), pero esta es una situación diferente, y quiero hacerlo, entonces te ayudo a ti, y disfruto yo. Incluso quien quita que hasta termines disfrutando tu también. – sentencié y me reí. Y noté como la expresión de su rostro se desdibujó poniendo cara de absoluta tristeza. Viendo esa situación, casi que me arrepiento, casi me coge el cargo de conciencia, pero de nuevo no fui dueño de mis pensamientos y le dije. - Ok, para que veas que no soy malo y que a pesar de todo, lo que tengo son buenas intenciones para contigo, y que quiero es ayudarte, pues te preguntaré ahora si tienes algún prejuicio de algo, y te prometo respetártelo. Eso sí, espero que solo tengas uno, porque más de ahí no. Ahora puso cara de sorpresa y de repulsión, y creí que hasta ahí había llegado todo, cuando empezó a escribir. - Todo esto es muy raro, pero veo que no tengo más alternativa. En verdad necesito ayudar a mi bebé. Lo único que no hago entonces es sexo por el ano. Sentenció. - Ok le dije, respetaré lo que me dices, en cambio yo te prometo tratarte como toda una mujer, ya depende de ti que tanto disfrutes o no. Te espero entonces, ya tienes la dirección y entre más rápido llegues, mejor. Me disponía a cerrar la ventana cuando me escribió. - Espera un momento, ¿Vas a usar preservativo?, ¿verdad? Esa era una pregunta que sabía que iba a llegar en algún momento, pero no me esperaba que fuera tan rápido. Y la verdad es que no pensaba hacerlo, era muy extraño porque era yo quien estaba corriendo todos los riesgos del mundo en todo sentido, y aun así había contemplado no usarlo, pero temía que si se lo decía ahora se iba a echar todo para atrás. Yo pensaba que la situación se diera en un punto de ya no retorno, de cuando ya estuviera a punto de penetrarla, cuando ella preguntara, y en ese entonces ya para que, lo haría gústele, o no. Sin embargo, de nuevo con mi sexto sentido le dije. - No, no lo haré. Para eso te ofrecí $150.000. Realmente tú necesitas $100.000, en transportes te gastas $10.000, y la pastilla de “postinol” cuesta $16.000, aun te queda una propinita para ti. De mi yo te doy la absoluta certeza que estoy limpio, y no me preguntes porque, pero voy a correr el riesgo contigo. (En ese momento definitivamente me declaré LOCO) - Entiendo, no estoy de todo convencida, me dijo, pero no tengo más opción, y tengo que sacar a mi hijo del hospital. Ya voy para allá entonces. - Ok te espero belleza, no te arrepentirás. Le dije, y le mandé un beso. Cerré mi ventana, y me dispuse a esperar. En verdad todo era muy raro, muy extraño, estaba haciendo algo que no había hecho nunca, incluso estaba casi seguro que ella no iba a llegar y que me iba a quedar con las ganas, y seguro me iba a dar mucho mal genio e iba a pasar la peor noche de mi vida. Pensé en mil cosas, caí en cuenta que ni siquiera un número de celular le pedí, ni ella a mí, solo le di una dirección y ya. Eso fue todo, esperar a ver qué pasaba. También pensé en mi seguridad, en la locura que estaba cometiendo. ¿Y si era una banda de asaltadores y secuestradores y ya tenían mi dirección? $150.000 no es mucha plata, realmente es poco para personas acomodadas, pero tampoco como para botarlos y regalarlos, y ahora pensaba que tal vez había dado información falsa a alguien que podía estar pensando que era millonario. Sin embargo, más optimista que realista, empecé a organizar una especie de plan b para mi seguridad. Lo primero que tuve en cuenta es que vivía en una casa que tenía reja exterior que cubría el garaje, luego en la puerta y en cada una de las ventas, inclusive el balcón y el patio, había rejas, justamente pensando en evitar a “los amigos de lo ajeno”. Cabe aclarar que es una casa de dos plantas. Y las habitaciones están en el 2do piso. Estaba aún tratando de pensar que hacía cuando sonó el timbre. No sé cuánto tiempo había pasado, pero calculo que unos 15 minutos aproximadamente. Cuando me asomé por la ventana, de nuevo mi mente, mi corazón y mi “mejor amigo” comenzaron a bombear a mil por hora; Ahí estaba ella, y un taxi atrás esperando. Fue entonces cuando reaccioné y caí en la cuenta que tenía que pagar el taxi. Reaccioné tan rápido como pude tratando que no me quedara ningún detalle por fuera. Cogí las llaves y en un llavero que había envolví un billete de $5.000 abrí la ventana y le arrojé las llaves (que era independiente de la puerta). Ella me miró extrañada y con sorpresa, pero las recogió, cogió el billete, pago el taxi y este se fue de inmediato, luego ella abrió el candado con muchas dudas, tanto así que pensé que se iba a ir. Le dije que se asegurara de cerrar bien el candado, cuando yo me di cuenta que ya estaba bien cerrado, abrí la puerta, y el candado de esa nueva reja y la hice entrar. Ella cruzó el portal muy temblorosa y no dijo absolutamente nada. Yo procedí a cerrar nuevamente la reja y la puerta con llave, la invité a que tomara asiento, y ella lo hizo. Se sentó cómo acurrucada y pegada a su propio cuerpo. Le dije: Linda, perdóname por lo de las llaves. Tengo que confesarte que también lo hice por mi propia seguridad y le confesé lo que había pensado sobre bandas asaltantes y eso, lo cual ella soltó una leve risa, como si le hubiera causado gracia eso, y se soltó un poco, lo cual me tranquilizó un poco a mí también, porque la verdad estaba totalmente fuera de mí. Sin embargo, verla calmada hizo que mi erección comenzara a crecer un poco más, lo cual ya empezó a no ser ajeno para ella y de repente se acurrucó más de nuevo. Me sentí sumamente superior y le dije. - Nena, no tienes que temer, ya estás aquí, no creo que haya punto de retorno. Antes que nada, aquí tienes la mitad de tu dinero, y la otra mitad cuando terminemos. Y procedí a entregarle $75.000, lo cual muy recatadamente los cogió y los guardó en un pequeño bolso que tenía, que incluso hasta ese momento no había yo notado y sentí miedo de nuevo. Entonces le dije: corazón deja tu bolso ahí en la silla, no le pasará nada, nosotros iremos a un lugar más cómodo, mi habitación por su puesto, allí pasaremos bien rico y más cómodos. La cara de susto que ella puso hizo que desapareciera en mi cualquier temor de nada y al contrario me sentí dueño del mundo. Me acerqué, porque ella no se movía, le cogí la mano y la halé un poco. Ella puso un poco de resistencia, pero finalmente cedió. Cuando íbamos a subir las escaleras vi un pequeño bar que tengo en mi casa y le pregunté si quería tomar algo, le ofrecí desde un vaso de agua, jugo, gaseosa, o incluso licor. Ella me miró con cara de que si quería algo, pero prefería no aceptarme nada, y eso hizo que mis malos pensamientos me inundaran de nuevo y comenzara a aprovecharme de la situación, por lo que le dije: - Linda, no te preocupes, puedes tomar lo que quieras, voy a disfrutar mucho de ti, pero quiero que estés plenamente consciente y en todos tus sentidos, no le vería ningún sentido echarle nada a la bebida, más cuando viniste por tu propia cuenta; no es mi estilo, además te recuerdo que esto es por ayudarte, no por hacerte un mal. Ella palideció aún más y eso hizo que mi erección siguiera creciendo. En ese momento fue cuando la reparé por primera vez de arriba a abajo, y comprobé que estaba a punto de tomar una verdadera joya y que se me había arreglado el fin de semana. Seguimos subiendo porque ella insistió en no tomar nada y yo tampoco insistí más. En la segunda planta había 4 puertas, todas cerradas, 3 eran habitaciones y un baño. Yo señalé una de las puertas que llevaba al cuarto principal. Muchas veces me había quedado solo en la casa, pero por primera vez me di cuenta que era una casa muy grande para una sola persona, pensé. Cuando entramos, por pura costumbre, mi reacción fue cerrar la puerta, y con llave, lo cual no pasó desapercibido por mi acompañante, y de inmediato dijo. - Pensé que estábamos solos ¿no? - Si lo estamos, dije. - Entonces ¿por qué has cerrado con llave? - mmmm no lo sé es la costumbre, mira que todas las demás habitaciones también estaban cerradas, pero si quieres puedes ir a comprobar que estamos solos. Igual tenemos que cerrar para prender el aire acondicionado, sino, el calor nos consumirá a los dos jejejeje (reí) Ella no se mosqueó, y no dijo nada, solo respiraba muy a prisa y miraba para todos lados. Yo la empujé un poco para que se sentara en la cama y yo me senté al lado de ella y le puse una mano en la pierna y la comencé a sobar, lo cual ella instintivamente reaccionó. Estaba muy nerviosa, y yo estaba muy excitado, pero extrañamente quería que todo siguiera así, lento, porque sabía que eso era lo que en verdad yo quería, más allá de una penetración o algo que era tan rutinario, la situación como tal era la que me hacía sentirme dueño del mundo. Iba a decirle yo algo cuando ella me interrumpió diciéndome… - Sé que te dije que tengo un hijo y que está hospitalizado, lo cual es cierto, pero realmente en esto de relaciones sexuales, no tengo mucha experiencia. Confesó. Mi menté estaba revolucionando a tal velocidad que incluso comenzó a dolerme la cabeza. Volvió a decir que lo de hoy sería apenas su tercera vez, y las otras dos habían sido hace 2 años, justo cuando había quedado embarazada. (yo solo la dejé hablar). Me dijo que solo había estado con un solo hombre, y que no había sido muy placentero. La primera vez fue casi obligada y presionada hasta por su familia, me dijo que su novio era un militar al que hasta ese momento solo había visto 3 o 4 veces como mucho, y que un día estaba en el pueblo donde tenía unos días de permiso. Me dijo que lo había conocido en una fiesta y que de una vez había habido mucha química, pero ella apenas tenía 18 años y él casi 30. Al día siguiente la invitó al parque a comer helado, y su familia estaba dichosa porque creían que si estaba con un militar, su vida económica iba a cambiar… (pero que equivocados estaban, agregó). Ese día yo apenas permití que me diera un besito y no hubo ni lengua ni nada de eso, y antes de eso no lo había hecho con nadie tampoco. Se supone que ya éramos novios y que yo lo iba a esperar. - Un día me llegó una carta donde decía que tenía unos días de permiso y que iba a visitarme, que entendiera que eso no pasaba muy seguido entonces que me programara para que tampoco hiciera nada en esos días y solo se lo dedicara a él. Por un lado, yo me emocioné mucho, pero me empecé a preocupar cuando mi mamá y mis hermanos se alegraban más y decía que es donde tenía que aprovechar, pues de eso dependía el futuro de todos. La verdad yo no entendía mucho a que se refería. Por fin llegó el día. Cuando llegó a mi casa, me dijo que empacara todo que nos íbamos juntos, yo no sabía nada, ni tenía nada preparado, y pregunté que para donde, lo cual me dijo que ya me lo había explicado en la carta, que quería aprovechar todo el tiempo conmigo y nada más. Me dijo que se había rehusado a irse con él, porque creía que no estaba bien, que ella pensaba que iban a pasar tiempo igual que la otra vez, yendo al parque y eso, pero que no pensaba que era de esa forma. Él se molestó mucho y empezó a gritar y a decir palabrotas y esas cosas. - En ese momento apareció mi hermano y yo pensé que me iba a defender, pero, no, se puso de lado de él diciéndome que él era mi macho y que yo tenía que hacerle caso en todo, que para eso había aceptado ser su novia, y se fue. Él tenía una sonrisa enorme y me hizo sentir miedo, mi hermano se había ido de la casa, y mi mamá no llegaba, estábamos los dos solos, y él se percató inmediatamente. Se me empezó a acercar y me dijo que mejor es que me portara bien y que todo sería lo mejor. Yo no entendía mucho de que se refería, pero tenía mucho miedo. Él se empezó a cercar y yo a correrme hacia atrás, hasta que la pared no me dejó más. Se me acercó lo más que pudo y comenzó a besarme el cuello y a tocarme. Yo tenía apenas una blusa, con una falda y un calzón debajo, no tenía sostén, el me subía la mano por debajo de la falda, y mientras yo lloraba. Quería zafarme e irme, pero él era mucho más fuerte y nada que hiciera iba a quitármelo de encima. De repente me cargó y me llevó hasta la cama y se puso encima de mí también a tocarme y manosearme, de repente se levantó y se quitó la correa del pantalón y se lo dejó caer. Tenía puesto el uniforme militar, entonces su camisa no dejó que se le viera nada. Volvió y se me costó encima y me subió del todo la falda y de repente sentí que me haló mi calzón y sentí como una tranca (que nunca vi), buscaba algo, y me hacía mucho daño. Yo lloraba mucho, tenía mucho miedo, cuando de repente sentí que algo me partía en dos, y tenía mucho dolor, me dolía tanto que ya ni llorar podía. El comenzó a moverse y sentía como esa tranca, entraba y salía, no sé cuánto tiempo pasó, pero de repente sentí como algo caliente me invadía. En ese momento él se levantó se puso el pantalón y se fue, me dejó ahí tirada, y llorando. Volviendo a la escena de mi casa, ella ahí en mi cama llorando contándome esa historia, sentí un poco de compasión, y quise dejarla ir, eso sí, no sin antes pedirle el dinero que le había dado. Pero decidí que me siguiera contando la historia, la verdad es que el morbo pudo más que yo, y le dije ¿qué más pasó? - Al día siguiente llegó con flores y regalos y pidió hablar con mi hermano. Yo le había contado a él y a mi mamá lo que había pasado, pero no dijeron nada, y cuando lo vieron, lo recibieron casi con fiestas, lo cual me puso muy mal, y me fui para mi cuarto. Estuvo un rato hablando con ellos cuando de repente entró a la habitación donde yo estaba, y sentí mucho miedo. Me habló con voz de ternura, y me pidió disculpas por lo que había pasado, pero se justificó diciéndome que me había portado mal porque yo sabía que él venía y tenía que estar preparada. Me dijo que lo mejor es que me portara bien con él y esas cosas no iban a volver a pasar, y que ese día en la noche me esperaba en el hotel donde se estaba hospedando pues se iba al día siguiente. Mi hermano y mi mamá me advirtieron que tenía que ir, que no lo fuera a dejar plantado porque después sería peor. Yo de mala gana le dije que entonces no lo quería como novio y que lo iba terminar. Entonces mi hermano me dijo que le parecía muy bien pero que se lo dijera. Mi mamá hizo gesto de aprobación. De mala gana me vestí con un blue jean, y una blusa manga larga, muy rara para ese pueblo con esas temperaturas y me fui decidida a decirle que terminábamos, que ya no éramos más novios. Al llegar al hotel me había dejado recado que me esperaba en su habitación. Dudé en subir, pero lo hice, al llegar, me abrió la puerta, y al yo pasar cerró con llave inmediatamente. Me dijo que estaba feliz de verme y que estaba seguro que yo iba a ir. Que era una buena chica. Yo le dije que había venido a decirle que terminábamos, que ya no éramos más novios. Lo que pasó fue horrible. Me abofeteó, y me dijo que me iba a arrepentir. Me tiró en la cama y con toda su fuerza me quito el jean y el calzón, sentí como se quitó su pantalón, pero cuando quise levantarme ya lo tenía encima y me volvió a pegar en la otra mejilla, yo lloraba, y de repente sentí como me penetró de nuevo. No sé cuánto tiempo lo hizo, pero me dijo que yo era su mujer, y que solo le pertenecía a él y que si me atrevía a dejarlo mataría a toda mi familia y que como militar no le iba a pasar nada. Todo eso me lo decía mientras entraba y salía de mí. El dolor me estaba matando, sin embargo, volví a sentir que algo caliente entraba en mí. Se levantó me dijo que me vistiera y que me fuera. Y que la próxima vez que me visitara esperaba verme en otra actitud. Me fui llorando a mi casa, y le conté a mi hermano, lo cual ahora sí quiso defenderme, pero ya no se podía hacer nada, él se iba para el batallón, y nada se podía hacer. A los 20 días llego la noticia, estaba embarazada y para mí el mundo se acababa. Evidentemente le dije que lo estaba, y simplemente respondió que ese niño no era suyo, que yo era una puta y que quien sabe con quién me había acostado y se lo quería echar a él. Me dijo que si lo volvía a buscar o a molestar con el cuento del niño, mi familia la iba a ver muy mal, y me recordó que por ser militar no le iba a pasar nada. Volviendo de nuevo a la escena en mi casa, mi miró a los ojos llorando y me dijo. - ¿ves? Ni siquiera sé que tengo que hacer, nunca he visto a un hombre desnudo y ningún hombre me ha visto a mí. Por esto todo esto es muy difícil, más cuando entramos a la habitación y cerraste con llave, me hizo recordar todo eso. En verdad no quiero hacerlo quiero irme ya. Me dijo que por favor la dejara ir, pero no le quitara el dinero que lo necesitaba… Me quedé mirándola y veía su súplica en sus ojos, pero el hecho de que me dijera que casi que era virgen, y todo eso, hizo que me importara nada. Le dije – ya estamos aquí y ya entrados en gastos, pues es mejor que terminemos. Lo que yo te iba a decir antes que me contaras tu historia es que, la otra condición que te iba a poner es que ella decía cuando comenzábamos, pero era yo quien decía cuando terminábamos, y que se podía ir cuando quisiera, pero eso sí sin dinero (lo cual no era cierto, no la iba a dejar ir bajo ningún motivo). Ella iba vestida con un jean que le resaltaba las piernas y su culo, y una extraña blusa gris que, a pesar de tener tiras en los hombros, llevaba botones y la hacían ver muy recatada, pero al mismo tiempo invitaba a la imaginación, de los dos hermosos senos que tenía. Su rostro era angelical y su cabello largo, mono, me tenía loco. Le dije que cuando estuviera lista para iniciar lo que tenía que hacer era tratarme de quitarme el pantalón para liberar mi dura verga. Su mirada ya no solo era de súplica, sino que se mezcló con odio. Creyó que después de haber escuchado su historia la iba a dejar y no daba crédito a que aun así yo siguiera con esto. Simplemente frunció el ceño, y se levantó y dijo que se iba, antes que llegara a la puerta, yo me levanté más rápido y la empujé contra la pared y la aplasté literalmente contra ella. Le dije… - Mira corazoncito, no lo hagas difícil, la verdad es que no me vas a dejar iniciado, viniste aquí por tu cuenta, nadie te obligó y hasta te voy a pagar, pero no te voy a dejar ir así te tenga que violar de nuevo. Ella comenzó a llorar suplicándome, mientras mi mano comenzaba a recorrer su hermoso culo por encima de su jean, y la otra se colaba para tratar de alcanzar sus senos, que si de ser verdad su historia, sería la primera vez que otra mano los tocaba. Yo estaba a punto de reventar. La tiré a la cama y me monté encima de ella, comencé a desabrochar su blusa, ella hacía fuerza y lloraba. Comenzó a enterrarme las uñas en mi brazo causándome dolor, a lo cual le di una bofetada en la cara que la dejó quieta, y empezó a temblar de miedo. Su blusa sin botones dejó al aire unos pezones tan solo cubiertos por un viejo sujetador. En verdad se veía que la chica era de mala situación económica. No me costó mucho quitárselo y dejaron ver unos hermosos senos que ahí mismo comencé a besar y a chupar… mi verga estaba durísima, tanto que me dolía sino la liberaba enseguida... pero antes de hacerlo quería verla primero, disfrutarla primero desnuda, así que comencé a quitarle el jean, puso igual resistencia y se llevó otro golpe. Fue difícil quitárselo porque era bastante pegado, pero cuando lo logré se fue y todo con su tanga, dejándola totalmente desnuda. Era realmente hermosa, su rajita, con apenas algo de pelo, y verla ahí hizo que en verdad me empezara a doler la verga. Me levanté de la cama, y me quité la camisa. Ella se percató y comenzó a mirarme y lentamente me quité el pantalón y el bóxer quedando también desnudo y con mi verga bien dura. Ella se asustó, nunca había visto ninguna cosa así, pero intuía que algo así la había penetrado con dolor dos veces. Yo la miré y le recordé que de ella dependía si disfrutaba también, o no, que me perdonara por los dos golpes, pero que en verdad quería tratarla como una mujer, me volví a acercar y comencé a besarla por todos lados, evitando sus labios. Si era cierto lo que me había dicho su boca era también casi virgen y quería dejar eso para algo más especial. La besé por todo el cuerpo y me centré en su raja, y comencé a besarla. En verdad ella no estaba disfrutando nada, estaba tiesa, y a pesar de que llegué a su clítoris, ni se inmutó. Pensé que era una pena que una mujer tan hermosa estuviera cerrada al placer por sus malas experiencias, pero eso no me iba a detener. Como su rajita no se había mojado casi nada, la ensalivé y para que se dilatara un poco y le metí un dedo, luego dos. Ella hacía gestos de desaprobación y de dolor, pero cuando sabía que había entrado dos dedos, sabía que mi verga entraría también. Con dificultad, pero lo haría. Apunté directo a su raja y penetré de una. Vaya, en verdad estaba cerrada. Su grito de dolor fue terrible. Comencé un mete y saca a un ritmo suave, esperando que su vagina se acoplara un poco, aunque sabía que placer no habría para ella, pero yo si estaba loco. Le puse las manos en los senos y comencé a bombearla, una y otra vez. Ella solo lloraba, y se dejaba hacer. Verla ahí como estaba y penetrándola, me hacía incrementar más y más mi erección, pero no me sentía del todo satisfecho, entonces opté por disfrutarla más, intentando diversas posiciones así ella no colaborara mucho. Entonces le monté las dos piernas en mis hombros logrando penetración total, lo cual la hizo reaccionar más aun, pero del dolor y la resignación. En ese punto, yo no aguanté más y me corrí, le llené su vientre de leche…. Cuando saqué mi verga de su interior, noté que a pesar de la corrida monumental que había tenido, mi verga seguía muy dura. Solo recuerdo que me hubiera pasado eso una sola vez en la vida. Sin duda ella quería más. No sabía si iba a ser capaz de correrme de nuevo, pero si quería penetrarla. Ella al sentir que abandoné su interior, por inercia se puse en posición fetal, y solo lloraba. Quedó dándome la espalda, dándome una vista espectacular de su culo, lo cual reafirmó una vez más la erección de mi verga. Me acerqué a ella, la abracé y al oído, le dije. Perdóname, pero cómo no quisiste colaborar, va a dar lo mismo lo que haga entonces voy a disfrutarte toda. Ella dejó de llorar, pero empezó a temblar. Eso me indicó que no iba a ser fácil, pero tenía que lograrlo, su culo tenía que ser mío, cómo sea. Entonces empleé toda mi fuerza y la alcé poniéndole el culo hacia el aire y su cabeza pegada a la cama. Ella comprendió enseguida mis negras intenciones y empezó a poner resistencia y a gritarme que yo se lo había prometido. En ese momento yo era ciego, sordo y mudo, ya nada podía detenerme. Le tenía una mano en forma de llave en su espalda, entonces cualquier movimiento que ella hiciera le causaba dolor. Apunté con mi otra mano mi verga a la entrada de su ano, que en la posición en la que la tenía se le abría levemente facilitándome las cosas, cuando estaba a punto le solté la mano y con rapidez le puse las manos en el culo y con fuerza de un solo golpe la penetré. Ella comenzó a llorar nuevamente, lloraba inconsolablemente, pero yo seguía bombeándola. Sabía que no me iba a correr, lo cual me daba más fuerzas y más fuerzas para seguir bombeándola. En una de esas me salí por completo de su culo y ella con rapidez se quitó, pero con mi fuerza la voltee y quedo boca arriba lo cual le abrí las piernas y la volví a penetrar por su rajita. Estuve cerca de 20 minutos dándole en diferentes posiciones, hasta que físicamente me cansé, pero sentí como mis huevos se llenaban de esperma, y me corrí nuevamente en lo más profundo de sus entrañas de una forma monumental… luego caí y quedé encima de ella. Me repuse, me puse un bombacho y me quedé sin camisa. Me quedé mirándola. Ella solo lloraba lentamente y estaba ida, mirando lejos. Bajé a la cocina y le preparé algo de beber. Me acordé que producto de una de mis escapaditas tenía una pastilla de ‘postinol’ guardada. Procedí a subir y le di la bebida con la pastilla, sin que ella se diera cuenta. Solo hasta cuando la tragó le informé que lo había hecho, y que era con el propósito de que no fuera a quedar nuevamente embarazada. Ella me miró con gesto de odio y agradecimiento al mismo tiempo. Yo solo le dije que era una mujer muy hermosa y que cualquier hombre estaría orgulloso de estar con ella. Que el otro militar no había disfrutado ni el 10% de lo que ella como mujer era, y que cuando lo hiciera con placer sería una diosa. Volvió a mirarme con odio y agradecimiento al mismo tiempo… Finalmente se quedó dormida, Sobre mi cama. Yo no sabía si despertarla o qué, pero opté por dejarla dormir, al fin y al cabo, tenía que reponerse. Al día siguiente cuando me desperté aun dormía, pero al poco tiempo se despertó. Por su gesto, pensó que todo era una pesadilla, pero al percatarse que estaba en una cama más cómoda de lo normal, y demás, recordó que no era ninguna pesadilla. Se volteó y al verme comenzó a temblar de nuevo. Aunque se percató que estaba vestida con un pijama de sudadera y blusa, (era de mi novia) y yo antes de dormir se la había puesto. Solo me miraba fijamente, yo sólo le sonreí y le señalé donde estaba el baño y su ropa y le dije que cuando quisiera podía irse, que ya era libre. Ella no me quitó la mirada de encima sino hasta unos minutos. Me sentí retado así que tampoco dejé de mirarla; estaba seguro que ella buscaba remordimiento en mí, y no le iba a dar el gusto de encontrarlo. Finalmente, ella se levantó y se encerró en el baño, al rato salió con su ropa como había llegado el día anterior. Le ofrecí desayuno lo cual rechazó. Yo quería saber que estaba pensando ella, yo sabía que aún tenía que darle un dinero, pero ella no me lo pedía y parecía dispuesta a salvar algo de su honra y no pedírmelo, Cuando llegué a esa conclusión pensé que ya el trabajo estaba terminado, ya mi fantasía se había hecho realidad y ella podía sacar a su hijo de la clínica. Saqué mi billetera, y le entregué unos billetes, en total $150.000, ella los contaba una y otra vez pensando que había un error, porque sabía que el día anterior ya le había dado $80.000 (75 que tenía en su bolso y 5 con los que pagó el taxi). Le dije que era porque había pasado más cosas de lo planeado y yo tenía que reconocérselo. Su mirada era incierta. Luego me quedé mirándola y le dije: - Cata, eres muy hermosa en serio y quiero pedirte algo más. Ella abrió muy fuerte los ojos, como no dando crédito a lo que oiga. ¿Acaso pensaba que algo más podía pasar? - Saqué $50.000 más y le dije. Voy a confiar que toda tu historia es cierta y si es así, aun tienes algo casi virgen y también lo quiero. Quiero que me hagas una mamada, sé que no lo harás bien porque no sabes hacerlo, pero no me importa. ¿Aceptas por $50.000 más? Su expresión de odio y asombro hicieron que mi erección comenzara, y me dijo: - Increíble que después de todo lo que me has hecho tengas el descaro de pedirme esto. A lo que le respondí: - Sí, es posible, pero por la plata baila el mono, y tú eres una mona hermosa que necesita el dinero ¿no? Sin esperar respuesta, me bajé la sudadera y dejé mi pene al aire, ya bien erecto también. Le estiré el billete de $50.000. Ella cerró los ojos, cogió mi verga y se lo metió a la boca. Vaya que en verdad era inexperta y las arcadas que le dieron casi hacen que me corra, sin embargo, le dije que pensara que era un dulce, una chupeta y que lo hiciera así. Lo volvió a hacer y mejoró un poco, aunque era clara que no iba a ser una experta por ahora…. Comenzó a mamarla, yo le iba indicando. Sabía que iba llegando al cielo, era increíble lo que sentía. Era la peor mamada de mi vida, pero a la vez una de las más placenteras, hasta que no aguanté más y me corrí en su boca, sin darle aviso. Su reacción, que tampoco se lo esperaba, fue retirarse inmediatamente y escupir todo…. Yo no podía más, estaba en un éxtasis único... Ella me miró con odio y me grito porquerías… le dije que era normal que en las parejas los hombres se corrieran en diferentes partes del cuerpo, que seguramente algún día si lo disfrutará…. Ella se levantó, y yo le indiqué que fuera al baño a asearse de nuevo. Se tardó un poco en salir, cuando sentí que se abrió la ducha del baño. Debió sentirse tan mal y tan sucia que decidió bañarse, pese a que no lo había hecho cuando se despertó. Sentir la ducha abierta hizo que inmediatamente me imaginara la escena. El agua cayendo en su cuerpo desnudo y ella restregándose por todas partes. Inmediatamente fuerzas extrañas se apoderaron nuevamente de mí y no me lo pensé dos veces; me quité la poca ropa que tenía y mi erección era nuevamente monumental. Cumplir esta fantasía sexual había hecho que realizara cosas que ni siquiera sabía que era capaz de hacer… Sin hacer apenas ruido me dirigí al baño, la muy ingenua ni siquiera había cerrado con llave, y estaba de espaldas a la puerta. Me acerqué como cual depredador se acerca a su presa, y puse una mano sobre su hombro y la otra rodeando su cintura… Catalina brincó del susto, realmente no se esperaba algo así, y logró soltarse, y al voltearse y verme ahí tan cerca de ella, totalmente desnudo y con una erección de campeonato, puso un rostro combinado entre miedo, incredulidad, decepción y resignación… - Dijiste que ya habías terminado conmigo, fuiste muy claro al decir que yo decía cuando iniciábamos y tu cuando terminábamos, y me dijiste que ya me podía ir… has incumplido todo lo que me has dicho, has abusado de mí, aunque me hayas pagado – Dijo todo lo anterior casi llorando y suplicando. Me acerqué a ella todo lo que más pude, apreté mi cuerpo con el suyo mientras ella ya no tenía donde moverse y le dije - Una joya como tu hay que disfrutarla más, y voy a hacerlo, finalmente, cómo lo acabas de decir, te he pagado y has aceptado, pero aquí el que manda soy yo El agua seguía cayendo sobre su cuerpo, el cual empecé a sobar, me concentré mucho en sus senos, que me volvían loco y en besarle el cuello. Catalina parecía un maniquí, no hacía nada, a duras penas se sentía su respiración y su miedo. Hice con ella literalmente lo que quise, lo que la imaginación me indicaba, la penetré innumerables veces en innumerables posiciones, incluyendo nuevamente por su ano… Ella alternaba entre el llanto y la queja de dolor, pero no hacía nada por impedirlo. Su resignación y humillación era infinita, y eso mantenía mi erección descomunal al máximo. Hice que me la mamara nuevamente, y nuevamente lo hizo terrible. Sentía que ya llegaba al límite de mi resistencia entonces la puse que se apoyara en la pared del baño, y la penetré nuevamente, y mientras apretada sus senos con fuerza a la vez que la penetraba, nuevamente me vine dentro de ella. La llené todita de mi leche caliente, lo cual ella entendió que una vez más había acabado y suspiraba nuevamente resignada… Terminé yo de ducharme, mientras ella me miraba con temor y tristeza, lloraba de vez en cuando y alternaba con suspiros. Salí de la ducha, sin decir una palabra, me sequé, me vestí y me fui del baño. Un rato después Catalina salió del baño totalmente vestida y con el cabello mojado, confesando que verla así, hizo que me dieran ganas de hacerle de todo de nuevo, sin embargo, me dije que ya era suficiente con la pobre… Fue ella entonces esta vez cuando si me pidió los 50mil faltantes, a lo cual mirándola a los ojos se los estiré, y ella los cogió... Me fui acercando lentamente a ella, y ella se corría hacia atrás, y empezaba a respirar aceleradamente de nuevo, cuando se chocó con la pared yo seguí avanzando hasta quedar nuevamente en ella a pocos centímetros de mis labios con los suyos… ella seguía respirando agitadamente y de nuevo estaba asustada. Yo de nuevo me sentía el rey del mundo. Un segundo después, le besé los labios, ella no se movió, no hizo nada, yo comencé a besarla, suave y relajadamente…. Ella no hacía nada, ni decía nada, solo respiraba profundamente, hasta que yo dejé de hacerlo, y le dije…. Ahora si eres totalmente mía… Le abrí la puerta y las dos rejas, y se fue… Nunca más volví a saber de ella, porque nunca más la volví a ver conectada y caí en la cuenta que una vez más tampoco le pedí el celular… intenté mandarle un par de emails, pero nunca respondió. Han pasado ya 8 años desde aquella vez……………


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