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2019-08-21
Buenas tardes, es la primera vez que escribo un relato, conocí esta pagina hace unos días gracias a una amiga, que tiene las mismas curiosidades que yo, el mundo en general no seria tan bonito, sin la existencia de nuestras vivencias, todas y cada una de ellas son especiales y tenemos que disfrutarlas al máximo, así pensamos nuestro grupo de amigas, yo me llamo Laura, tengo veinti siete años en estos momentos y me apetece probar como se me da escribir un relato, desde bien jovencita senti gran curiosidad por todo lo relacionado con el mundo de la sensualidad, el sexo y sus placeres, así como la gran variedad de gustos y practicas que las personas tienen, descubriendo poco a poco el placer de gran parte de ellas, me encanta conocer, y recibir sensaciones de un modo u otro, he tenido experiencias muy gratificantes de las cuales he podido gozar de un modo fantástico y genial, y otras de las cuales, son mejores dejarlas en el olvido, gran parte de mi vida he vivido pensando en un gran amigo, con el cual nunca pude mantener una relación, y aun así siempre me he sentido muy atraída por el, aunque hasta hace poco tiempo, nunca había podido disfrutar de su compañia, actualmente es mi jefe, caprichos de la vida, que casualmente me lo a colocado aquí, soy su secretaria directa, esto no es una historia ficticia de las miles que hay de secretarias y jefes, es real y en mi mente ronda constantemente la tipicidad de estas historia, algunos relatos leídos aquí sinceramente me han transportado a sentir excitante placer sintiendo como si la historia leída fuese vivida en mi mente con Alex, pareciendo real completamente, cada mañana le llevo el café a su oficina, siempre tan bien arreglado, tan guapo, con ese olor que hace que mi cuerpo se vuelva loca, haciéndome.sentir una necesidad indescriptible y muy fuerte de estar cerca de el, disimulando, tan solo dandole pinceladas de mi eapontanea simpatia, trabajo Una gran empresa multinacional del sector de la cosmetica ubicada en Barcelona, siendo la secretaria de direccion desde hace años del dueño del negocio y desde hace unos meses de mi amor platónico, que como antes dije apareció una mañana aquí, tal vez por cosas del destino, no lo se pero si se que ir a trabajar me provoca una sensación erótica cada vez que debo entrar en su despacho.
Físicamente, no estoy nada mal, siendo de una estatura normal, mido un metro sesenta y cinco, mi cuerpo atlético, muy bien trabajado, en horas y horas de gimnasio, donde mezclo aerobic con spinning, realmente tengo un cuerpo bonito, y puedo estar segura debido a las miradas que provoco en los hombres, al pasear, en el supermercado o en cualquier lugar, si, me siento deseada y no debo negar que me encanta que así sea. Como explicaros mi cara, es difícil explicar como es una misma, os definire como mi amigo Joan lo hace, soy como Camerón Diaz, pero con rasgos mas suaves o finos, no teniendo los rasgos tan marcados, mis ojos azules hacen que una simple mirada, produzca en los hombres un embrujo especial, siempre que deseo emplearlo.
Hoy estoy presentando un poquito como soy, mi familia es una familia de cierto nivel adquisitivo, donde nunca me ha faltado nada, ni a mi ni a mi hermana, dando os una excelente educación académica, y faltando en nosotras tal vez cierto entorno familiar, mi padre siendo un gran ejecutivo hace años tuvo que marchar a relanzar un proyecto en la central de Alemania y creo que ya nunca volverán, al menos para quedarse, hoy quería presentarme un poco, pero mi intención es saber si os gusta y a partir de aquí explicar mis vivencias desde mis inicios en el sexo, con un compañero de instituto, hasta mis grandes fiestas con amigas y amigos, con estas letras espero saber que os parezco y conocer como funciona esto, un beso y hasta pronto.
Autor: Anónimo Categoría: Confesiones
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Mi primera vez fue con la mama de mi amigo
2019-08-21
Hola mi nombre es Benjie y luego de leer tantos relatos de experiencias quizas unas reales otras imaginadas me parecio bien compartir mi primera experiencia sexual. ok sin mas preambulos paso a contar como fue q me garche a la mama de uno de mis amigos amigos de infancia...Bien esto paso hace mucho era un adolecente y en barrio donde creci yo era de los mayores y los demas chavales les gustaba todas las tardes nos reunirnos a jugar a las escondidas y esa suerte de juegos q se dan cuandos estamos pequeños y yo tenia mi esscondite favorito lugar q no compartia con nadie porque desde alli podia a mi gusto y antojo cuando la mama marcelo se metia a ducharse luego de llegar de una larga jornada de trabajo y comenzaba su diaria e infaltable costumbre de meterse a la ducha tantas veces la habia visto ya q sentia conocer ese esbelto y bien repartido cuerpo muchas veces comenzaba su exitante ritual con una riquisima masturbada en la cual podia ver claramente como sus dedos comenzaban a jugar con sus labios vaginales frotandolos con una suave intencidad q comenzaba a acelerar mientras comenzaba a calentarse incluyendo al juego de su manoseo sus exquisitos pechos bien redondos pese a ser madre la gravedad no hacia mella en ella aun con unos pezones tan bien formados q delataban el aumento de su exitacion poniedoce cada vez mas parados y duros al contacto de sus dedos en su clitoris q le exijia movimientos pelvicos mas acelerados a lo q su mano respondia con roses mas fuertes y ritmicos dandose el placer q su caliente cuerpo pedia y ese magnifico expectaculo era observado por mi persona q pese a mi corta edad ya podia disfrutar de tal show teniendo leves erecciones q no culminaban a mas debido al nervio de ser descubierto por ella o por alguna otra persona ese temor se hizo realidad en ina de esas exitantes rutinas mi respiracion comenzo a agitarse al punto q fui descubierto por ella al escuchar su asuatada y m*****a vos decirme - vos chaval hp ya andas de templon veni para aca y mejor q hagas caso porq si no voy y le digo a tu papa q has estado haciendo todo este tiempo - no supe q hacer me sali de mi escondite y timidamente fui hasta donde estaba ella mi mente me traisionaba y solo podia imaginarme ella llevandome donde mis padres a acusarme y segido pensaba en la real tunda q me darian ellos pero al estar cerca de ella y sumergido en mis pensamientos escuche su caliente voz decirme - conq ya te gustan las panochas pues a ver si te gusta cuparlas - y me tomo de la mano y me llevo a su cuarto y se arrecosto en su cama abriendo sus piernas dejando totalmente expuesto su desnudo sexo invitandome a darle besos al inicio senti raro pero mientras mas probaba los manjares q emanaban de su caliente vagina podia sentir como un calor invadia mi cuerpo deseando cada ves mas sumergirme mas profundamente en esa cavidad tan suave y elastica q comenzaba a sentirme adicto a los jugos q cada ves eran mas abundantes luego de unos 10 o 15 minutos de tan paradisíaca experiencia cuando comenzo un frenetico movimiento con sus dedos sobre su clitoris q daba inicio a unos jadeos mas fuertes mientras balbuseaba - si asi rico chupame mas mmmmm sisisis rico dame mas quiero q me des mas siiiiiiiii mmmmmm siiiiij me vengo me vengo - al los segundos senti como se llenaban mis labios con un liquido blanco transparente un poco mas espeso q el anterior q me daba esa intensa gana de chupar mas fuerte para tragarme todo ese jugo q brotaba de ella sin saber yo q lo q experimentaba ella era un prolongado y exitante orgasmo pero q iba a saber yo tal experiencia si era la primera vez q estaba con una mujer y q experimentaba tales acciones al ratito de haber llegado al orgasmo me dijo - te toca a ti ahora saber q se siente q te lo chupen y me atrajo a su lado y comenzo a quitar mi short y mi boxer dejando afuera mi mojado y exitado pene q por primera vez experimentaba una ereccion de tal magnitud q hasta ella misma se sorprendio y me alago diciendo - mmm para ser un chiquillo q buena maleta te gastas mmm creo q me saque la loteria - cabe mencionar q a mi corta edad tenia ya un pene bien desarrollado tanto en largo y en grueso creo q es un dote de familia... bueno luego de desenvainar mi organo q punzaba deseoso de ser estrugado y chupado por aquella diosa q con harta experiencia comenzo a chupar dejandome sentir una increible sensacion de placer q sentia me trasladaba a otra dimencion con cada subcionada sentia q me arrebataba mis fuerzas mientras me chupaba y se frotaba su sexo alternado con sus pechos q permanecian rijidos aun y por momentos se dejaba decir - si mi amor dame tu lechita si quiero lechita de ternero tierno vamos si siiii rico dame tu lechita ....- eso me volvia loco y sentia como se me revolvia algo en la panza y un calor mas fuerte sintiendo ese ultimo impulso q te hace derramar hasta la ultima gota de semen y si q estaba cargado era mi primera eyaculacion en la vida guao me estaban dando el mas rico orgasmo jamasconocido p9r mi hasta entoces pero q sin duda me encantaba luego de tragarse toda mi leche siguio con un jugueteo en mi miembro para evitar a se bajara mi ereccion que sin duda pensaba usar minutos despues .... me pidio acostarme por completo en la cama colocandose encima mio solo sosteniendose por sus rodilla y apuntando mi pene hacia su sexo aun sediento de placer me dijo- te va a doler un poco pero a medida q inserte tu picha en mi panocha vas a sentir el mas inmenso placer q jamas te an dado- y si q lo fue al introducir mi pene en su vagina y sentir su peso sobre mi abdomen comenze a sentir un leve dolor en mi miembro q a medida q ella comenzo a acelerar sus movimientos dandome un poco mas de dolor pero el placer comenzaba a crecer olvidandome del dolor momentos despues ya el dolor ni la incomoda mezcla de jugos con la sangre q mi recien desvirgado pene dejanan salir y el jugo de la cavidad de ella tenian importancia solo pensaba en moverme mas para disfutar aun mas de aquel momento q no solo yo disfrutaba sino mi intensa profesora q en la primera clase deseaba enseñarme todo lo relacionado al sexo y yo a bien lo aprendia.... bueno luego de un rato de un mete saca entra y sale los movimientos pelvicos de ella comenzaron a acelerar y comenze a sentir como si ella me subcionara mi pene con su vajina como queriendo arrancarlo de mi y como me encantaba eso solo q a medida a mas se movia mas sentia ese calor de nuevo en mi abdomen y ahora el calor se sentia en si cavidad y al momento la senti jadear mas fuerte y mas fuerte y luego un momento de calma lo q no me gustaba pero en medio de la calma hizo unos movimientos lentos pero fuertes y pude sentir como por segunda ves sus liquidos invadian mi pubis y siguio moviendose un poco mas rapido hasta sentir super inflamado mi glande y estaba a punto de explotar luego de unos tres movimientos mas senti como me regava dentro de esa increible vagina q increible experiencia luego de eso no se cuanto tiempo paso pero si se q como para la ser primera vez q un adolecente experimenta una relacion sexual creo q fue lo mejor a un chico puede anhelar...Bueno al final tuve muchos encuentros con ella q al final se terminaron porq al parecer alguien mas comenzo a darle placer pero eso ya no importa lo importante fue lo q viviBien esto era lo q queria contarles espero les gusta y si les gusta haganmelo saber q estare despuesto a escribir mas para uds.
Autor: pichacurva17 Categoría: Primera Vez
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Vi a mi mama cogiendo con un vecino
2019-08-21
Yo vivía con mis papas y mi hermana, tenia 5 años mi hermana seis ella iba a la primaria en la mañana yo en la tarde;, mi papa trabajaba de administrador de una empresa vivíamos bien mi mama era ama de casa abnegada muy respetuosa, eso si sobre todo recatada aunque he de reconocer que era muy guapa y a pesar de que vestía ropa muy holgada siempre se le notaba que tenia muy buen cuerpo el cambio fue cuando llego a vivir a la colonia un tipo rudo de de buen cuerpo era fornido pelo en pecho bastante mal hablado muchas de las señoras de ahí se le insinuaban pero el no las pelaba desgraciadamente para mi quien lo excitaba y le gusto para coger fue mi mama, ya que cuando íbamos a su negocio el tipo se la comía con la mirada le decía mire que bueno tengo el plátano macho para su papaya o aquí tengo muy buen camote pruebemelo. Un día fue mas directo y le dijo mira como me prendes chiquita te lo voy a decir sin rodeos ricura quiero cogerte y mi mama le dijo pero soy casada y el contesto eso me excita mas ándale vamos a coger seguramente a mi mama nadie le había hablado así porque eso encendió su lujuria y el tipo dijo no te voy a dejar ir hasta que me digas cuando cogemos mi mama y yo salimos de ahí para irnos a casa yo niño no entendía nada como era de mañana mi hermana estaba en la escuela y mi papa en el trabajo así que estábamos solos en el patio de la casa lo que me sorprendió fue que el tipo de la recaude ria nos alcanzo entro a la casa y le dijo a mi mama te dije que no te me ibas a escapar chiquita mi mama solo se agacho y el la tomo de la cintura la llevo adentro de la casa y el hombre este me dijo tu quédate aquí niño tu mama y yo vamos a estar ocupados toda la mañana haciendo cosas de grandes y entraron pasaron varios minutos yo por curiosidad les estuve tocando la puerta pero nadie abrió así que entre por la ventana y llegue a la sala y nada luego al comedor nada la cocina y nada el baño y nada llegue a mi recamara y empece a oír unos ruidos extraños unos rechinidos, me asome a la recamara de mis papas que era de donde provenía el ruido y ahí me impacto ver la ropa de mi mama y el vecino tirada mas sus calzones y en la cama ella desnuda estaba recostada boca arriba abierta de patas el le hacia sexo oral era impresionante ver como su lengua en forma circular chupaba a placer su clítoris, mi madre se contoneaba de placer gemía riquísimo ahhhhhh mmmmhh oooohhhh se mordía la mano para ahogar el gemido de placer luego de un rato el vecino dijo hagamos el 69 ella quedo recostada como estaba y el se acomodo encima de ella e hicieron esa majestuosa posición el seguía chupando a placer el sexo de mi mama pero ahora también mi mama le mamaba el pene a el su lengua lamia su miembro de forma libidinosa y enseguida empezó a chuparle también los huevos así estuvieron un rato hasta que el dijo ya estoy bien prendido ya no aguanto vamos a coger se levanto dejo a mi mama en su posición y ahora de frente el encima de ella comenzó a penetrarla que rico era ver como se estaban revolcando ellos por lo calientes que estaban ni me vieron me impacto ver como se besaban como ambos sacaban sus lenguas y se las mamaban a placer se oia fuerto como tronaban sus bocas por los besotes que se daban ellos rodaban en la cama el vecino comenzó a penetrarla mas fuerte le acariciaba las piernas al mismo tiempo le mamaba como desesperado los senos ella le acariciaba la espalda lo mas rico era ver como geminan ahhhhh mmmmmh ohhhhhhhh el tipo le decía chiquita coges bien rico mi mama dijo como me estoy atreviendo a hacer esto no esta bien detente por favor el se rió burlonamente y le dijo ni loco a partir de hoy tu y yo nos vamos a pasar las mañanas cogiendo ella solo expreso ahhhhhhh nooo por favooor mmmh detente ahhhh que van a pensar mi esposo y mis hijos ahhhhhh bastaaa ahhhhhh pero el amante le contesto ya deja de pensar en ellos ahorita eres solo mía olvídate de ellos y al momento comenzó a besarla otra vez con mucha pasión ella lo acepto así que con eso la abnegada ama de casa se convertía en una hembra en celo que solo le importaba saciar su lujuria revolcándose con su amante yo solo oí como el le decía ábreme mas las piernas chiquita siéntelo hasta adentro y mi mama solo gemía ahhhhh el decía chiquita te estoy cogiendo y mi mama solo decía te gusta cogerme y el respondió mmmhhhh si que rico oía de pronto el vecino dijo ay chiquita que ganas tenia que me dieras las nalgas y ahora quiero cogerte por el culo de seguro tu marido nunca te ha cogido así ella lo confino entonces ahora ella se levanto se que do empinada frente a el intruso y le empezó a mamar el culo ella tenia unas nalgas riquísimas mi madre solo gemía de sentir las mamadas en su culo y luego de un rato el hombre comenzó a penetrarla por el culo le daba unas grandes embestidas para ese momento ambos ya estaban bañados en sudor mientras la penetraba el vecino le besaba la espalda a mi madre le acariciaba los senos nuevamente ambos se acercaron sus bocas sacaron sus lenguas y se las mamaban a placer mi mama solo expreso ahhhh me impacto ver a mi mama que era tan recatada olvidarse de todo de su familia de su hijo de todo para estarse revolcando con el vecino como lo hacia yo me salí al patio no pude mas un rato después volví a entrar a la casa y oi sus gemidos mas fuertes mi mama y el vecino seguían cogiendo en el baño ella estaba recargada en la pared abierta de patas y el tipo la embestía con fuerza al tiempo que le mamaba los senos ambos gemían como locos mientras el agua era insuficiente para apagar su calentura después se notaba que se compenetraban hasta que finalmente mi madre se hinco y el se vino en su boca le salio toda la leche posible ella se trago todo su semen de manera descarada después se bañaron y descansaron de tan arduo encuentro sexual y a partir de ahí inicio su historia de amantes.
Autor: Anónimo Categoría: Infidelidad
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El chico del lavado de autos
2019-08-21
Cuando empecé a trabajar, había un lavado de coches cerca de la oficina, uno de los chavos que lavaba era un chico de unos 15-16 años, blanquito, bonito, guapo. Pero a la hora de hablar se le notaba el barrio cosa que me encantó. El tiempo pasó hasta que un día me anime a hablare, si estudiaba, su edad, ahí me enteré que tenía 15 años, si tenía novia, entre otras cosas. Así pasó un año aproximadamente y un buen día lo invite a Six Flags, cosa que aceptó, yo dentro de mí dije, ya lo hice mío, pero no, llevo a su “novia” que al final resultó ser solo una amiga. Para no hacerles el cuento largo, el lavado de coches cerró pero mantuve contacto con él, sabía que necesitaba dinero y le dije que si me ayudaba en mi trabajo, realizar cosas sencillas. Un día nos quedamos mirando por unos segundos y al tratar de besarlo se hace para atrás y me dice: “Qué te pasa, no soy gay” y yo así de esta bien, tranquilo, no lo vuelvo a hacer. Tendría como 17 años cuando seguía ayudándome en mi trabajo. Un el chico andaba ordenando unas cajas cuando lo veo de reojo y noto que donde termina la espalda y empieza el cielo está lleno de vellos eso me puso al 100 y me reavivó los deseos de tenerlo. Deje de verlo por un tiempo y un día lo llame, estaba libre y le dije échame una mano en el trabajo y si terminamos temprano vamos a mi casa; nos apuramos terminamos el trabajo y nos dirigimos a mi casa. Compramos una pizza y le ofrecí un poco de tequila, después de unos 3 tragos él me dijo: “Qué intentas hacer?” A lo que le conteste que nada, que solo quería pasar un buen rato. Cabe mencionar que para este momento él ya tenía 18 años y yo 30. Con 2 copas más encima él ya estaba bastante mareado y le dije ven vamos al sillón para que descanses y te pongas cómodo, al estar en el sillón, le empiezo a acariciar la pierna y solo se me queda mirando, le digo que tranquilo, que se relaje, que en un rato se le pasa. Empiezo a subir más mi mano hasta que empiezo a sobarle su bulto que por alguna razón yo me lo imaginaba grande, grueso y peludo. Le pregunto: “Alguna vez te la ha mamado un hombre’” “No” dice él “Dejas que te la mame, yo sé qué es lo que disfrutas” Levante su playera y se veía el típico y delicioso camino de vellos que llevaban a su verga. Se bajó su pants, traía otro pants y debajo un short tipo basketball y debajo de este su verga, peluda, unos 14cm en estado flácida, se la acaricié, la besé y me la metí, conforme chupaba su cabeza, su tronco, sus huevos y todos sus vellos acariciaban mi cara, noté que se le iba poniendo dura. Le subí los pants y le dije que fuera a la cama y se recostara para que se le bajara el alcohol, cosa que accedió pero con algo de resistencia. Mientras él estaba acostado le baje de nuevo los pants y el short y lo deje desnudo, su verga dura, como me la esperaba, unos 18-19cm, medio gruesa, no dude en llevármela a la boca, se la mame por un rato hasta que me dijo: “Siéntate, que te la voy a dar puto, yo sé que es lo q quieres desde hace tiempo”. Me quito el jeans, el bóxer, unas 2 inhaladas de Popper y q me la meto toda de un jalón, él se mueve yo me muevo, los dos súper excitados me agarra la verga y me empieza a masturbar mientras me dice cosas como: “Tenía ganas de probar tu culo” “Eres mi zorrita, cómetela toda” “Tienes un culo bien rico putita” “Te voy a echar mis hijos” Cada cosa que me decía me prendía más y más me la metía hasta al fondo, sentía sus huevos chocar con mis nalgas, su vellos rozando mi trasero. Su verga abriéndome el culo. Cuando maso a los 10 min siento que algo caliente escurre, era su lechita, me había echado a sus hijos adentro, cosa más rica, salía y salía leche. Al final me dijo que nunca había sentido tanto placer con ninguna vieja y que siempre había querido cogerse a un puto. Ya era tarde y ese día se quedó a dormir… pero esa ya es otra historia.
Autor: dres14 Categoría: Sexo Gay
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A ras de sexo
2019-08-21
Cuando empezó a masajearme los pies para "relajármelos", según decía, noté cómo esa supuesta inocencia me subía por la médula espinal a modo de excitación. Por supuesto, mantuve la compostura que esas situaciones exigen ya que, al fin y al cabo, estaba ahí para hacerme un tratamiento de pedicura con uno de los más reputados podólogos de Barcelona. El problema es que su avanzada edad (unos 50 le echaba yo) no consiguió mermar mi acaloramiento, más bien al contrario. En mi foro interno creo que el morbo iba creciendo tantos puntos como dedos tenía yo en mis pies. Hubo un momento que no supe cómo colocarme para disimular alguna que otra exhalación.
Mientras tanto, el doctor, inmerso en su rutinaria maestría con las manos, solo se centraba en aquello para lo que vine. Yo no estaba muy segura de qué hacer en ese momento. Era consciente de que en cualquier momento soltaría un gemido de placer, y eso me avergonzaría muchísimo. Intenté guardar las formas y apaciguar mi excitación moviendo mi trasero nerviosamente sobre la silla modernista de terciopelo. Recuerdo que llegué, incluso, a cerrar los ojos durante algunos segundos, varias veces, y solo esperaba que el doctor no se hubiera percatado de ese detalle.
Mis leves movimientos compulsivos habían deslizado mi falda por encima de mis rodillas. La tela que, hasta el momento, me había cubierto mis vergüenzas decimonónicas, se había desplazado hacia arriba, lo cual me llevó a plantearme una osadía que aún hoy me sorprende: decidí separar un poco las rodillas para ofrecer la oportunidad de dejar vislumbrar mis bragas a aquel que estaba justo delante de mí absorto en la terapia. Si soy sincera, no esperaba que esa sutil pretensión mía tuviera consecuencias en absoluto. Es más, imagino que probablemente por eso que me atreví a hacerlo.
Justo en ese momento el doctor soltó mi pie derecho y me comentó que "le tocaba al otro". Se levantó del taburete y, a la vez que se incorporaba para desplazarse, colocó el asiento a mi izquierda para proceder con el pie de ese lado. La diferencia es que, en esta ocasión, se lo puso sobre su rodilla derecha "para sentirse más cómodo". Es justo lo que mi subconsciente llevaba deseando desde hacía decenas de minutos. Al ubicar el pie por encima de mi propia cintura, la visión de mi ropa íntima era inevitable tras haberse movido intencionadamente la tela que antes la cubría por completo.
El masaje del pie izquierdo fue algo más suave, más cadencioso, con una paciencia que alargaba el tempo de forma insoportable. Estaba tan exacerbada ya que, casi sin quererlo, separé un poco más mis rodillas dejando más a la vista el escudo de mi intimidad genital. Y, sin poder controlarlo, solté un pequeño gemido que enseguida tuvo su reacción:
-"¿Te estás excitando bastante, verdad?"
-"Creo que me estoy excitando demasiado, doctor".
-"Es normal, los pies son una zona muy erógena, y su manipulado talentoso es realmente erótico. Espero que no estés muy incómoda. Yo estoy acostumbrado".
-"No es eso…"
No supe cómo acabar la frase. "¿No es eso?" Joder, qué lumbreras soy. La auténtica verdad es que la indiferencia de ese tipo, junto a la profesionalidad y dedicación por lo suyo, me ponía más caliente aún. Hirviendo, en verdad. Al tener las piernas un poco separadas, y una de ellas más elevada que la otra, notaba cómo mi coño empezaba a humedecerse en serio. Era la primera vez que sentía físicamente el deslizar de mi flujo desde dentro hacia afuera. Era consciente, por lo tanto, de que en algún momento u otro se me iban a mojar las bragas por la zona más explícita. Eso si no lo estaban ya. Y él a lo suyo. Aunque no tanto:
-"Te estás poniendo realmente cachonda, Eva. Esto ya no es simple excitación. No es que me importe, al contrario. Eres muy hermosa y me halaga que, a mi edad, aún pueda poner así a una veinteañera tan guapa como tú".
Dios, esto me ratificó que, efectivamente, ya tenía el escudete mojado. Yo no podía verlo, lógicamente, las leyes de la Física me lo impedían, pero lo deduje tras ese comentario tan "halagador". Yo estaba ya desbocada sexualmente, pero reprimida por la vergüenza de la situación. El propio doctor se encargó de romper el hielo:
-"Acabo ya con este pie, también, porque veo que estás mojando tus braguitas con tanta agitación".
Sin palabras. Se levantó de nuevo y clavó el taburete de diseño justo entre mis dos pies. Con una de sus manos separó un poco mis piernas, que ya descansaban en el raso, y desplazando mis rodillas un poco, una a cada lado, se sentó otra vez. Sin siquiera mirarme a los ojos levantó lo poco de falda que aún quedaba sobre mis muslos y se abrió paso visual hacia mi entrepierna.
-"Llevas un buen rato lubricando y, si me lo permites, voy a acariciar tu zona íntima para conseguir que llegues al orgasmo por una buena razón, no con una terapia podológica".
-"Sí que me he excitado mucho. No era mi intención mostrar esta lujuria, pero tampoco era consciente de lo que me esperaba con este tratamiento cuando decidí venir". Es lo único que se me ocurrió en ese momento.
-"No te preocupes por eso ahora", me dijo.
¡El tio no se cortó ni un pelo! Ahí donde lo veis, tan callado y circunspecto, resultó ser un moja bragas profesional… Agachó un poco la cabeza para poder ver mi tela empapada entre mis carnes. Estiró uno de los brazos hasta que la mano alcanzó su objetivo. Sabía muy bien lo que hacía, claro. Con toda seguridad era un hombre curtido, no solo en la idiosincrasia de la vida, sino en lo más divino de la misma.
Cuando posó su dedo pulgar sobre la tela, en la zona más sensible de mi ser, no pude evitar dar un saltito en la silla mientras se me escapaba un "ufff". El doctor no pareció escucharme, no se inmutaba, era como si no estuviera ahí, como si me masturbara yo sola con el dedo de un fantasma. Lo movió primero lentamente, siempre sobre la tela, y luego aceleró el ritmo mientras yo movía mi trasero apoltronado de un lado a otro. Mis "uffs" pasaron a ser gemidos más explícitos. Y entonces el doctor clavó su mirada en la mía:
-"¿Te gustan los juguetes, Eva?"
No sé si se refería a los Madelman, lo cual no tendría ningún sentido en el contexto actual, o se refería a los sofisticados artilugios sexuales para conseguir orgasmos cuasi forzados.
-"¿Juguetes?", respondí entre dos gemidos. "Tengo uno en casa, sí".
-"Estupendo, porque voy a usar uno contigo. Me gustaría que no olvidaras nunca esta visita al Podólogo", espetó con una sonrisa cerrada.
Me dio un poco de miedo. No entendí qué quería decir exactamente con "juguetes". Pero, la verdad, estaba ya tan sumamente cachondaza, que por mí como si me quería meter un Scalextric por el chocho.
En ese momento se levantó dejándome a mí ahí con una postura algo ridícula, el pompis en el extremo de la silla, las rodillas separadas un metro la una de la otra, y agarrada con las manos al respaldo. El doctor se dirigió a un pequeño armario sito al lado de su escritorio, y saco de él algo que no pude apreciar bien desde mi posición. Inmediatamente, abrió uno de los cajones de ese escritorio y sacó lo que me pareció el envase hermético de un condón.
Se lavó las manos en una pequeña pila de época que tenía en el rincón del despacho y, al acercarse de nuevo a mi posición empecé a vislumbrar lo que se proponía. El "objeto no determinado" era exactamente un pollón de látex del 20, al menos. Era grande y grueso, lleno de venas simuladas y una cabeza muy bien conseguida. Me quedé sin habla. Pensé que no era un buen momento para decir nada. O me iba a casa en ese preciso momento o me quedaba ahí a "jugar" con Rocco Siffredi. Y me clavé. Mi vista seguía con interés ese objeto inanimado. Y también al pollón. El doctor abrió la funda del preservativo y cubrió el cilindro irregular de la misma forma que se lo pone un follador habitual: habilidosamente.
-"Que no te asuste el tamaño, solo voy a darte placer, no tengo intención de que lo pases mal".
-"¿Pero es algo grande eso, no?" le comenté con cierta preocupación.
-"No olvides que por ahí salen los niños", afirmó el muy capullo.
-"Pero no quiero parir, solo eyacular". No le gustó mucho ese comentario.
-"Tú relájate".
El doctor acercó a mi silla una mesilla baja sobre la que depositó una toalla blanca y el dildo encondonado sobre ella. Se sentó de nuevo en el taburete, justo delante de mí, y me pidió que me levantara "un momento". Así lo hice. Me puse en pie permitiendo que toda mi ropa se recolocara de nuevo por su propio peso. Esa posición erguida hizo que la cabeza del doctor quedara a la altura de mi barriga y, sin prisas pero sin pausas, introdujo las dos manos dentro de mi falda para estirar, por ambos lados, mi ropa interior hacia abajo. El movimiento era tan pausado que estuve a punto de arrancarme yo misma las bragas para empezar con el "tema". Pero en realidad, de eso se trataba. Su morosidad tenía como objetivo mi ascendente excitación. Me deslizó la tela hacia abajo hasta llegar a mis pies. Le ayudé a deshacerme de ellas levantando uno y luego el otro y, cuando las tuvo en sus manos echó una mirada a su interior para confirmar mi extrema calentura. Me enseñó ese pedazo de tela manchado mientras me sonreía con semblante de niño travieso.
-"Has estado mojando un buen rato, por lo que veo".
-"Ya le dije que para mí es inevitable". Justificando esa guarrada de bragas.
Antes de pedirme que me sentara de nuevo, se levantó él para colocar la toalla extendida sobre mi silla. Me pidió que le ayudara a cubrir toda la superficie del asiento, y así lo hice. Se volvió a sentar en su taburete y, levantando mis faldas hasta la cintura, me invitó a sentarme de nuevo.
-"Tienes un chochito precioso", dijo. "Pon una pierna en cada posabrazos, por favor".
El muy cabrón me quería bien abierta. No dudé ni un segundo en obedecer. Con la falda subida y las piernas abiertas, el acceso a mi sexo era total ahora mismo.
-"Menos mal que pusimos la toalla" soltó entre dientes.
Es evidente que yo estaba soltando alguna gota de flujo que acabó, afortunadamente, en la toalla. Me puso la mano en la frente y me reclinó con cariño hacia atrás, apoyándome totalmente en el respaldo de la silla.
-"Ahora déjame a mí"
Enseguida comenzó a acariciar mi clítoris desnudo que, poco a poco se iba hinchando hasta descapucharse del todo. Cuando lo hubo conseguido se centró en mis labios, extendiendo con sus dedos todo el flujo que conseguía de mi cueva. Mientras él invadía mi intimidad más húmeda yo solo podía centrarme en no gemir demasiado alto. Ese frenesí sexual era desconocido para mí. Hasta hoy mismo los tíos solo querían de mí "un buen polvo" y correrse en mi cara, como en las escenas de XHamster. No es que me disgustara ese concepto, pero aquí estaba descubriendo que el placer puede interpretarse de forma muy distinta. El doctor solo se estaba centrando en el mío, y eso me impactó de forma muy positiva.
De vez en cuando, entre gemido y soplido, yo forzaba mi cuello para intentar otear de qué forma este tipo me estaba llevando al Limbo. No conseguía apenas ver nada más que su muñeca. El resto lo tapaba la falda arrugada sobre mi estómago. Lo que sí percibí en uno de esos viajes fue un aroma a sexo que subía irremediablemente hacia mis fosas nasales. No era un olor fuerte, pero olía a sexo, joder. La misma esencia que disfruto cuando me masturbo en casa y me corro en mi mano. Reconozco que me daba un poco de vergüenza pensar que mi compañero de paja reconociera ese olor a coño que, por otro lado, no es que estuviera sucio, sino que desde la ducha matinal no había pasado por enjuague alguno. Y sí por varias meadas. Y claro, la ley de Murphy:
-"Me gusta mucho cómo mojas y cómo hueles, Eva".
Solo se me ocurrió responderle con otro gemido y varios soplidos más. Sus caricias eran cada vez menos sutiles, aportando más fruición. Notaba perfectamente que con el pulgar apretaba mi botón y luego lo deslizaba hacia mis labios calientes y muy lubricados. Luego usaba el dedo medio y el anular para frotarme toda la vulva, haciendo finta de introducírmelos una y otra vez. Pero nunca llegaba ese momento. Yo estaba tan caliente ya que era consciente de un inminente orgasmo. No pude evitar gemir y respirar de forma muy acelerada. No quería descargar aún, pero el doctor sabía muy bien lo que hacía, y el desenlace era inevitable a muy corto plazo.
-"Me voy a correr ya", le solté al tipo no sé cómo, ya que mi respiración era ahora caótica.
Al oírme decir eso, al doctor no se le ocurrió otra cosa que forzar mi llegada penetrándome hasta los nudillos los dos dedos juguetones, haciendo que entraran y salieran de mis entrañas a toda velocidad. Solo pudo hacer tres viajes porque de repente me contraje brutalmente para empezar a eyacular. Durante algunas centésimas de segundo sentí la invidencia con los ojos en blanco, la boca abierta, la mirada al techo, el cuello encogido y una de mis manos atrapando con fuerza el puño del doctor para evitar cualquier movimiento en esos segundos de hipersensibilidad. Los movimientos pélvicos eran eléctricos y yo notaba cómo mi ano se contraía una y otra y otra y otra vez. Parecía no acabar nunca. Ahora puedo decir que jamás había sentido un orgasmo semejante. En ese momento no parecía algo efímero… el placer no quería abandonarme. Pero lo hizo. La mano ejecutora del doctor seguía agarrada por mí con sus dos dedos dentro, y cuando me relajé un poco yo misma se los retiré fijándome atentamente en todo lo que había eyaculado: sus dedos, pero también la palma de su mano, estaban cubiertos por una película viscosa y lechosa que yo misma le había proporcionado en el límite de mi inspiración.
-"Eres preciosa, Eva". Para halagos estaba yo ahora, el doctor me invitó a depositar mis piernas en el suelo. Estaba tan congestionada que cualquier movimiento me dolía. Se fue a la pila y se lavó las manos con ganas. Hacía el gesto de olerse los dedos y lavarse, olerse y lavarse. Parecía querer eliminar cualquier rastro de lujuria, aunque ésta fuera olfativa. De vez en cuando giraba su cabeza para mirar cómo me estaba recuperando yo, sentada sobre una toalla manchada de esperma femenino.
-"No he acabado contigo aún. No te limpies el coñito, que me gusta así".
Ya me extrañaba a mí que Rocco Siffredi solo sirviera de inspiración.
En ese momento llamaron a la puerta de la consulta con dos golpes secos, e intentaron entrar sin éxito gracias a la pretérita precaución del doctor, que había cerrado con pestillo. Pegué un salto, me arregle la ropa y el pelo como pude y me senté en la silla frente al escritorio del doctor, con las piernas cruzadas y cara de niña buena, como una colegiala en el despacho del director. Él se acercó a la puerta y permitió el acceso del, para mí, desconocido. Se trataba de Jorge, su ayudante y relevo en la consulta. Me presentó y se pusieron a hablar de cosas de trabajo que no entendí ni me interesaban.
-"Bueno, yo me voy ya, que es tarde", comenté con voz titubeante.
-"Espera Eva, te dejas algo", replicó el doctor a mis intenciones.
Joder, el tío había dejado mis bragas y a Rocco sobre la mesita, junto a la silla protagonista de la tarde. Lógicamente, Jorge se percató inmediatamente de la situación. Qué coño hacían ahí unas braguitas y un pollón del 20. No podían ser del tipo de mantenimiento… O sí. Pero, por si hubiera alguna duda razonable:
-"Eva y yo hemos estado experimentando el nivel de excitación que aporta un buen masaje de pies. Una cosa ha llevado a la otra y he hecho que se corra".
Hijoputa… ahora sí que no supe qué decir.
-"Joder, pues es un buen pollón ese", esgrimió Jorge regalando una opinión muy semejante a la mía. Empezaba a caerme bien.
-"Aún no lo hemos usado, pero tenía intención de follármela con eso antes de que vinieras", vomitó el doctor con tono irónico. "Eva, te importa si Jorge se queda mientras acabo contigo esta tarde?"
Me quedé atónita. No me podía creer lo que me estaba pasando. Por un lado me parecía una desvergüenza imperdonable que el doctor me propusiera algo así. Y por el otro reconozco que el morbo del voyeurismo me tira bastante. No tengo porqué estar mirando yo. Ser protagonista de algo así siempre ha sido una de mis fantasías, como hacer un trío con dos tíos, tirarme a un negro o comerme un buen coño. Noté que me estaba poniendo muy perraca otra vez, justo mientras pensaba qué responder a la oferta del doctor.
-"No sé si es muy buena idea, doctor. Lo he pasado muy bien antes y no me gustaría estropear la tarde". Se me ocurrió esta excusa tímida, sin convencimiento.
-"Te aseguro que nada se estropeará hoy, Eva", comentó el doctor, muy sugestionado.
Y Jorge "el ayudante", ahí pasmado, mirándome de arriba a abajo, desnudándome lascivamente con su mirada… Un tipo alto, treintañero, más bien guapetón. Se acercó a mí y me tendió su mano para atraerme hacia él. De cerca estaba más bueno, era algo canoso y tenía una piel muy cuidada. Una especie de metrosexual de gimnasio pero sin tanta cacha. Olía bien. Recién duchado, sin duda. Y perfumado. Llevaba anillo de casado. O sea, no follaba. Se mostró cercano y por encima de las circunstancias, aquellas que a mí aún me tenían ruborizada. Se puso detrás, me apoyó las manos en los hombros y acercó su boca a mi oreja para susurrarme que "estaba muy buena". Yo giré la cabeza hacia atrás para intentar susurrarle también al oído "y tú estás casado". No dijo nada. Se limitó a acariciarme los hombros, desde atrás, los brazos hasta las manos pegadas a mi cuerpo. De allí se abrió camino a mis caderas. Y empezó a moverse como si me quisiera bailar, y que yo le siguiera. Reconozco otra vez que me estaba poniendo muy cachonda. Me resultaba curiosa la rapidez con la que estos dos tipos eran capaces de calentarme. Es algo que nunca me había sucedido antes. Siempre he necesitado mi tiempo para empezar a lubricar y estar dispuesta al sexo físico, pero esa tarde todo lo estaba cambiando.
El doctor debió estar haciendo cosas mientras Jorge me estimulaba a flor de piel, porque cuando abrí los ojos estaba a dos metros de nosotros con el dildo color canela en la mano, como diciendo "mira lo que te está esperando". Esa perspectiva era enervante: por un lado tenía a Jorge acariciándome y bailándome de forma sensual y, por el otro, el doctor le estaba sugiriendo, con la mirada, que me preparara para la penetración de goma. Y así lo entendió Jorge porque enseguida metió una mano bajo mi falda, desde atrás, ahí de pie, para accederme a la entrepierna donde, no solo no halló unas bragas, sino que se sorprendió de lo mojada que estaba. Y así se lo hizo saber a la concurrencia:
-"¿Cómo puedes mojarte de esta forma, Eva?"
No se me ocurrió ninguna respuesta, pero él tampoco la esperaba. Esa retórica era solo para justificar su siguiente movimiento. Me movió hacia una especie de sofá que había en uno de los lados de la sala y, al llegar, me colocó muy suavemente de rodillas sobre él. Como si fuera a follarme como la perra que era en ese momento. Me subió la falda sobre mi espalda y dejó a la vista mi conejo sonrosado e hinchado que una hora antes había escupido el néctar de la pasión. Otra vez me sentía ardorosa y con muchas ganas de un buen polvazo. Pero Jorge no iba por ahí. Se agachó a la altura de mi culo y empezó a lamerme, otra vez desde atrás, repasando toda mi zona, mis dos agujeros, de arriba a abajo, una y otra vez, primero lentamente pero enseguida con gran fruición. Yo no podía contener mis nuevos gemidos. Jorge estaba comiendo mis orificios como nunca antes lo habían hecho. Una vez más "como nunca antes". Vaya tarde…
-"Déjame sitio Igor", dijo el doctor".
"Igor… Jorge en ruso". Tuve tiempo para darme cuenta de eso antes de sentir cómo el "doctorov" planteaba el pollón de goma sobre mi coño. Estando así, de rodillas, sobre el sofá, aunque muy mojada y excitada, se me antojaba una posición poco adecuada para meter ese trasto enorme entre mis carnes. El doctor no pareció entenderlo así y empezó a empujar con mucho cuidado, milímetro a milímetro, moviéndolo sobre su propio eje. Iba empujando sin prisas. Paraba. Empujaba de nuevo y paraba. Así iba conquistando mi cuerpo poco a poco, mientras yo estaba muy atenta a cualquier desgarro imposible. Una concentración que se desvanecía a medida que la fogosidad me embargaba poco a poco. La humedad relativa de mis partes permitió que, de repente, la cabeza entrara de golpe, seguida de un gemido fuerte, que nos alertó a los tres. Ya habíamos llegado a la primera estación, pero aún quedaba trayecto. Jorge decidió entonces intervenir quitándome la blusa por la cabeza y desabrochándome el sujetador para centrarse en mis pezones. Sin duda, era consciente de la llave maestra para un orgasmo femenino intenso.
-"Tienes los pezones durísimos", confirmó Jorge desde mi lateral. Los estuvo acariciando con mucho cuidado y, de vez en cuando, los pellizcaba furtivamente, lo que multiplicaba exponencialmente el deseo de ser totalmente penetrada por el Rocco que manejaba el doctor desde atrás. Y como él no se decidía comencé a moverme yo. Quería follarme ese trasto entero antes de correrme, y así se lo dejé ver al doctor. Pero está claro que no le acabó de gustar que yo manejara el ritmo y decidió, unilateralmente, sacarme a Rocco de dentro y darme la vuelta para ponerme boca arriba en el mismo sofá. Con una mano me levantó una de mis piernas para abrir mis orificios y empezar de nuevo la penetración del dildo canela. Lo presentó en mi cueva y empujó de un solo golpe hasta la cabeza y un poco más. Jorge se agachó a su lado y me levantó la otra pierna para asegurar una apertura total de mis carnes. Mis gemidos eran ahora continuos, y mi respiración volvía a ser abrupta. A cada embestida el pollón salía de mi interior más y más blanco. Mi mirada se centraba en el doctor, pero de vez en cuando echaba un vistazo a mi entrepierna, especialmente cuando noté que ya me quedaba poco para explotar. El doctor notó eso, sintió más resistencia, sabía que estaba a punto. -"Ya me corrr…" No pude acabar. Empecé a temblar, a convulsionarme. La "pequeña muerte" (como llaman los franceses al orgasmo) me había venido de golpe. No pude evitar siquiera que el doctor siguiera dándome una y otra vez, adentro y afuera. Jorge utilizó su corpulencia para contrarrestar mis temblores, que aún no habían cesado. Llevaba 10 segundos corriéndome, joder, y el doctor no paró de follarme con Rocco hasta que solté un chorro enorme que le salpicó en la bata. Enseguida lo sacó y continuó pajeándome con dos dedos en forma de gancho para hacerme chorrear una y otra vez, pero ninguno como el primero. Los demás fueron pequeñas fuentes que dejaron el suelo perdido, pero que no se podían comparar a "la madre de todas las corridas". Así la clasifiqué yo dos días después de aquella tarde extraña, apasionada, agitada, febril.
Fin
Autor: EvaManiac Categoría: Incesto
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Agridulce agonía
2019-08-21
Ken se sentó a horcajadas sobre Daisuke. Su parte superior estaba desaparecida con sus pezones al descubierto, su torso estaba desnudo, únicamente con un tanga blanco cubriendo su entrepierna y nalgas, sus manos estaban echadas hacia atrás mientras él estaba sujetando una rosa roja por petición de Daisuke
-¿Porqué me obligas a usar nada más que un tanga?
-Para complacerme ¿no te gusta? Usualmente siempre te lo pones para mi
-No me disgusta pero en esta ocasión me resulta incómodo llevarlo -. Miro hacia abajo sintiendo como cada vez sus brazos se iban quedando más flojos
-¿Qué pasa?
-Mis manos me duelen, deseo moverlas.
-Si las mueves vas a tirar esa hermosa roja que estan sujetando tus manos
-Esto es humillante y lo sabes
-No es nada fuera de lo comun, tonto, es lo de siempre pero dandole la vuelta
Ken, quien estaba ocupado sintiendo como sus brazos le dolían miró a Daisuke un segundo y este le contestó separandole un mechón de su pelo que le cubría los ojos
-Es mi turno
Ken de pronto empezó a entender que de iba este juego que era más como una fantasía erótica llevada por Daisuke, el color blanco era el color favorito de Daisuke y la rosa simbolizaba para Daisuke la virginidad de Ken, cada vez que follaba a Ken era como follar la linda vagina de una mujercita
-¿Sabes que me estás humillando de una manera desagradable?
-Seguro? No creo -. E inesperadamente se echó a reir
A Ken le sentaba muy mal aquella risa tan tonta de Daisuke, intentó pasar de él y su comportamiento de niño chico y se esforzó por mantenerse emocionalmente estable
Su cuerpo no estaba invadido por nada fuera de lo normal a excepción de un nuevo y brillante par de pinzas para pezones. Daisuke tiró de ellos de forma traviesa, Ken ante el fuerte ataque fué acercándose más a él, y le besó. Gemió en su boca. El dolor fue exquisito. Era agudo e irradiado a través de la mitad de cada pezón, una nueva sensación que no había sentido antes ya que Daisuke estaba comprobando el nivel de dolor que Ken poseía y cuanto era capaz de resistir, los tiró más fuerte y Ken gimoteó. Aún así, el dolor de las abrazaderas no fue suficiente. Daisuke quería lastimarle
Así que cambiaron de plan, en lugar de abrazaderas, los pezones de Ken ahora fueron lastimados con pinzas para la ropa, un dolor aun mas agonizante que el cuerpo de Ken no podia soportar por mucho tiempo
No había pasado más de un minuto desde que Ken se puso aquellas pinzas para la ropa en sus pezones y eso le estaba matando del todo, habia soportado mucho dolr en el sexo con Daisuke, pero este ultimo a veces se le ocurrían ideas un poco extravagantes que ninguna se podia comparar con las que hacia Ken a menudo
-¿Porqué haces esto?
-Me gusta que hagamos cosas juntos en cuanto al dolor...
-¿Es venganza?
-Tal vez
Se reia de forma que a Ken le incomodaba bastante
-No me gusta tu risa, parece que estás loco
Ahora Daisuke no dijo nada. Permaneció en silencio
-No intentes parecerte a mi, sabes que no quieres ser como yo, además, las torturas que yo te hago siempre controlo el nivel de dolor que puedes sentir, en esta ocasion el dolor lo controlas tu y no sabes lo mucho que puedo sentir si haces algo que es puesto por primera vez en mi cuerpo
-Bueno Ken... ¿Te callas? Me cansa oirte, quiero ver como avanza todo esto -. Daisuke, aparte de no controlar el dolor tampoco controlaba lo que decía, sus actos podían herir una mente tan fragil como la de Ken, aunque al contrario que otras veces, Ken no estaba asustado, su mente estaba mas concentrada en el dolor que venia de sus pezones
Atrás quedaron los días de pinzas con abrazaderas, cuando Daisuke le puso la primera Ken silbó de dolor, Fue glorioso, tambien horrible, pero glorioso. Daisuke apretó el otro y dolió aún más.
Luego pasó sus pulgares sobre las puntas sofocantes de sus pezones y Ken lanzó su cabeza hacia atrás en lo intenso que se sentía. Daisuke Sacudió los pinzas y Ken volvió a sentir esos deliciosos sobresaltos.
Descubrieron un poco más, lengua a lengua, pero eso fué lo peor para Ken ya que sus manos estaban hacia atrás atadas y no podia tampoco defendarse cuando Daisuke metía su lengua hasta la campanilla de Ken y este intentaba despejarse. El dolor se hizo más difícil de soportar.
-Realmente están empezando a doler -. Ken se quejó
-Un poco más-. Contestó Daisuke diviertiendose un poco
Se besaron un poco más, y con cada segundo que pasaba los pezones de Ken le dolían más y más.
-¿Los quieres fuera? -. Preguntó Daisuke
-Me gustaria
- No No No. Aún no.
Le besó con fuerza y de nuevo Ken gimió en su boca. No se podria decir exactamente si el sonido era de éxtasis o agonía. Probablemente ambos. Perdió la noción del tiempo. ¿Cuánto tiempo llevaban puestas las pinzas para la ropa? No pudieron haber pasado más de un par de minutos, pero se sintió mucho más tiempo.
-Quiero tenerlos fuera
- No
Más besos de forma opresiva, Daisuke estaba llevando a ken al umbral del dolor
- Los quiero fuera -. Ken ya estaba empezando a preocuparse por la situación
-Si me dices la frase correcta tal vez -. Dijo Daisuke mirandole a los ojos poniendole a Ken la misma voz que en otras veces este ultimo le hacia
-No seas como yo -. Ken no queria perder la calma que estaba intentando retener
-Sin frase no vas a conseguir lo que quieres
Sacudió la cabeza. Tenía los dientes apretados por la agonía. Finalmente, le rogó
- Quitalos, por favor.
Cuando salió el primero, inhaló bruscamente ante el dolor punzante. Daisuke frotó una mano tranquilizadora sobre el dolor.
Lo que ninguno se esperaba era cuánto le dolería a Ken cuando salió el segundo.
Era como si su pezón estuviera siendo cortado. Gritó
- Esto me duele realmente y no quiero... MMMMM AH!.. Maldita sea Daisuke... Me duele .- gritó. Y de pronto Ken rompió a llorar con sollozos jadeantes. Daisuke le sostuvo y le acarició la espalda y le dijo acariciando su hermosa columna vertebral y vislumbrando como una lágrima caía por el aporcelanado rostro de Ken
-Nada más estará pasando por tus pezones en este día.
-¿Porqué lo haces? Repito
-Para comprobar lo fuerte que eres conmigo
-Soy fuerte, pero es imposible contigo, tu fuerza no puede ser tolerada por mi cuerpo tan sensible
Así a la misma vez, la liberación emocional que Ken sintió en esos momento se sintió increíble. Fue catártico más allá de toda creencia, y se sintió completamente feliz.
Sus pezones estaban doloridos como el infierno, y permanecerían así por un tiempo, pero lo apreciaba.
-Es el precio que tengo que pagar por estar contigo y hacer lo que tu mente y corazón quieren cuando no quieres estar conmigo y prefieres besar otros cuerpos -. Contestó de forma dulce mirando a la mirada dulce y traviesa que Daisuke le estaba dedicando
-Dame un beso -. Contestó acariciandole los labios a Ken, este sonrió en complicidad con él y los dos se unieron en un beso lleno de mucho cariño tras la tormenta que el cuerpo de Ken y sobre todo sus pezones habian vivido hace apenas unos momentos
El beso no era como los demás. Se besaron posesivamente. Era un beso de forma territorial por parte de Daisuke. Beso opresivo, lleno de sed, hambre insaciable y lleno de necesidades para dejar a Ken sin aliento. Con cada beso se bebieron sus pensamientos, socavaron la mente de cada uno, Daisuke le besó de tal manera que Ken olvidó todo excepto sus ardientes besos. Le demostró que nacieron para ser besados mutuamente, nacidos para ser amados, nacidos para amarse mutuamente, sin fin, sin pausa, sin un minuto para recuperar el conocimiento.
Le besó por más tiempo, más profundo, más fuerte que cualquier otra persona. Para marcar sus propios labios, reclamándolos, imprimiendo una vez más su sello amoroso en su querido cuerpo usado para a veces atacar y a veces recibir.
Autor: Anónimo Categoría: Incesto
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Intercambio de parejas con mi mejor amigo.
2019-08-21
Esta experiencia sucedió cuando mi esposa y yo intentamos explorar nuevas vivencias sobre el sexo y de como sin quererlo terminó siendo mi mejor amigo y su esposa los que follamos de manera impresionante. Mi esposa mide 1.60mts tiene unas tetas 34dd nalgas pequeñas pero bien ubicadas piernas torneadas y es de complexión media; yo por mi parte soy robusto mido 1. 70mts y tengo un pene de 17 centímetros. Hace ya un tiempo atrás yo le había manifestado en mi esposa algunas fantasías mientras teníamos sexo, algunas serán sobre nuestras parejas pasadas y la gran mayoría eran de cómo involucrar a más personas en nuestro sexo. a mi esposa en un principio no le gustaba la idea de qué otro hombre o mujer estuvieran en nuestra intimidad, sin embargo cada que yo le tocaba el tema, lo hacía mientras estábamos muy excitados, situación que ayudó para que ella terminara cediendo, ya en algunas ocasiones habíamos tenido sexo mientras mirábamos videos swinger y otras más habíamos hecho búsquedas en internet sobre estas mismas parejas, supuestamente para observar qué tipo de pareja nos gustaría. Una ocasión platicando con un amigo de la universidad en un bar, ya algo pasaditos de copas él me comentó que le gustaba mucho mi mujer, a lo que yo agradecí por el comentario, y le dije que también él tenía una mujer muy bella, su esposa tiene la misma estatura que la mía aproximadamente, tiene unas tetas más pequeñas pero unas nalgas impresionantes, por lo que ya en tono más caliente, le dije que por qué no intercambiabamos mujeres, y para mi sorpresa él dijo que estaría muy bien, que le encantaría a él y a su esposa, y me confesó que ellos ya tenían 1 año siendo Swinger. La verdad la idea me encantó y me calentó muchísimo, sin embargo le confesé que yo no estaba seguro que mi mujer fuera aceptar puesto que apenas lo estábamos platicando, él me dijo que me invitaba a cenar a la casa, que el platicaria con su mujer para que ellos tuvieran un plan armado e intentarlo en su casa después de la cena y ver qué pasaba, le dije que me parecía una idea perfecta y esperé con ansia que llegará el fin de semana. Cuando llegamos a la casa de mi amigo todo marchaba normal, sólo era una cena y nos regresabamos a casa, una vez Que terminamos de cenar, mi amigo Quién se llama Eric nos invito a ver una película, por la que todos nos pasamos a la sala, mi esposa ese día llevaba un vestido muy corto con un ligero escote, que con sus tremendas tetas permitía que se le vieran y se miraba muy sexy, por su parte Liliana la esposa de mi amigo, llevaba una falda y una blusa, la falda dejaba ver sus hermosas piernas y cuando se agachaba se lo notaba su tremendo culo. Una vez que estábamos sentados, y viendo la película, solo iban unos 20 minutos cuando Eric comenzó a mirar fijamente las tetas de Caro y yo entendí la señal y comencé a mirar con mucha lujuria a Liliana, mi esposa se dió cuenta y me golpeó levemente la pierna, y me susurró al oído: deja de mirarla, respétame y respeta a Eric, o que sentirías que él me mirará a mí!; obviamente ella no tenía ni idea de lo que tramabamos esa noche, y que solo ella no era parte del plan. Minutos después la abrace y ligeramente acariciaba sus tetas pues la luz estaba apagada, ella me decía que parara o nos descubrirían, que sí no aguantaba que mejor nos regresabamos a casa y poder hacerlo, yo le dije que no se preocupara, que no se darían cuenta, y que si lo hacían que sería lo más cercano a nuestras fantasías, de ahí en delante ella accedió y seguimos al grado que ella comenzó a acariciar mi verga, Eric y Liliana al darse cuenta también comenzaron a tocarse, y en ese momento la bese y la tocaba ya muy descarado, ella no se negó y también me tocaba, mientras la película corria, en la sala había un concierto de besos y caricias. Liliana dijo: que les parece si terminamos de una vez con esto, tengamos sexo, sería muy exitante hacerlo mientras ustedes nos miran, a lo que yo conteste: a mí me parece, y me exita estás de acuerdo? le pregunté a Caro y ella ya cachonda accedió, así que cada quien con su pareja comenzamos a tener sexo, les diré que ya estando todos desnudos, Eric no dejaba de mirarle las tetas a Caro y eso me prendía más, en cierto momento Caro me la chupaba y Eric recostó a Liliana para penetrarla, mientras esto pasaba ella quedó cerca de nosotros así que empezó a acariciar las tetas de Caro, a mí me exitaba ver cómo otra mujer la tocaba y a ella le exito tanto que también estiró su mano a las tetas de Liliana, hasta que Liliana se estiró más y tomando mi verga me jalo y se la metió a la boca, yo veía en los ojos de mi esposa una lujuria escandalosa, en ese instante Eric se acercó y posó su verga enmedio de las tetas de Caro, y que deliciosa rusa le hizo hasta que se corrió y las baño de leche, para este momento yo ya tenía en cuatro a Liliana y follandola como una perra, ella gemía muy rico, Eric se entonces y Caro lo monto, mientras la cogia le chupaba los pezones y eso me exitaba mucho. Así como tenía a Liliana le cambié la verga de lugar y al meterla en su culo ella grito de dolor pero me dijo no te pares, la cogia tan rico que Eric le dijo a Caro no te quedes atrás, ella de inmediato coloco su pene en el culo y se la metió toda, era un concierto de gemidos. Después me acerque a ellos y cambia la verga de Eric de lugar, la regresé a la vagina de Caro y metí la mía en su culo, verla con dos adentro me encantó, y debo confesar que al tocar la verga de Eric también sentí mucha exitación, la cogíamos a un ritmo muy rico que al poco tiempo después ella se corrió, Liliana nos dijo que ella también quería, así que se sentó en Eric y se la metió en su culo por lo que a mí me tocó vagina, era tan rico y al mismo tiempo le chupaba sus pezones, también se corrió ella. Las pusimos de rodillas y Caro se la mamaba a Eric y Liliana a mí, casi al mismo tiempo las llenamos de leche y lo mejor es que se besaban compartiendo nuestro semen. Mi verga seguía dura por lo que ambas comenzaron a chuparmela de nuevo yo no aguante y le pedí a Eric que me dejara chupársela a el, era una sensación riquísima, dos mujeres mamandomela y yo a él, unos 10 minutos después me volví a correr y al poco tiempo Eric se corrió en mi boca. Lo pasamos de maravilla, y desde entonces nos hicimos compañeros sexuales muy constantemente, en la próxima ocasión, les contaré nuestro siguiente encuentro cuando me rompió el culo.
Autor: Anónimo Categoría: Intercambios
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CON MI OTRA SOBRINA
2019-08-21
La verdad no he tenido mucho tiempo para escribir, pero ahora les cuento lo de mi otra sobrina. Yo soy siete años mas grande que ella y como su mamá fue madre soltera, mi mama nos cuidaba a ambos de chicos. Con ella empezó jugueteando cuando yo era muy joven y ella una niña de cinco años. Jugábamos al papa y la mama y nos acostábamos en mi cama semi desnudos. Ambos nos dejábamos el calzon y jugueteábamos. Yo sentía deliciosos restregar mi verga en su cola con calzón hasta que una vez me vine atrás de ella con calzon. Ella se me quedó viendo y se rio y me dijo que había hecho una cara muy chistosa. Yo me paré y fui al baño a limpiarme pero seguía super caliente por lo que regresé y le dije vamos a jugar pero ahora sin ropa sale? me dijo no porque se enoja mi mamá. Yo le dije no tiene porque saberlo y además te va a gustar. Lo pensó y me dijo bueno, pero me compras unos dulces? le dije, los que quieras pero primero lo hacemos. Entonces le bajé el calzón y le puse mi verga en colita, en su ano. Mi palo babeaba de placer y se lo introduje lentamente, primero la punta. Cuando le entró dijo ayyy!! y me espantó le dije te duele? y dijo no, pero no me gusta. Mientras lo decía yo empezaba a bombear ese ano virgen y le dije te doy dinero en vez de dulces como ves? me dijo cuanto? le dije si me dejas terminar te digo cuanto. Entonces ya tenia la verga adentro de ella por lo que dijo bueno pero te apuras porque no me gusta mucho. Su culo ya estaba dilatado por lo que entraba y salía la verga sin problema. Me excitaba mucho el hecho de reventarle el culo a esta zorrita y demás pagarle, pues había escuchado que a las putas se les pagaba, pero tener una en casa era algo mejor. Seguí perforando ese culo apretadito y vi como empezaba a poner sus ojos en blanco y babeaba un poco y entonces le dije, ya te esta gustando verdad? me dijo siiii!!!!! sigue por favor. Eso me calentó mas y la empecé a bombear sin piedad. Solo escuchaba el sonido de sus nalgas rebotando con mis huevos. La tuve de a perrito al final y cuando le meti la leche le di el ultimo empujon hasta el fondo y le dije ahhhhh!!!! que ricas estas putita, eres mia y siempres seras mi puta. Ella me dijo ayyyy que rico!!!! me encantó, pero que es ser puta? le dije pues que te dejes penetrar tu culito y al final yo te pague por eso. Me dijo ahhh!!!! entonces si soy tu puta pues me vas a pagar verdad??? le dije si, y saqué un billete. Vi como sus ojos brillaron y me dio un beso. Le dije quieres otro billete igual? me dijo si, le dije entonces chupa mi palo y esa vez no quiso me dijo, nooo!!! mejor cógeme de nuevo y le dije bueno te cojo pero no te pago, porque las putas maman el palo por dinero también. Me dijo, bueno cógeme y no me pagues y después otro dia me enseñas a chuparlo y me pagas si? Le dije bueno, entonces entrados en esto, le empecé a mamar su rica panochita virgen, y ella al principio me decía que no lo hiciera pero seguí y después se empezó a retorcer hasta que me dijo ayyyy me hago pipi!!!! y vi como salio el liquido de panochita. Se estremeció por completo. Entonces le dije ahora voy por atrás de nuevo. Solo movio su cabeza aceptando y entonces me fui con todo por atrás otra vez. La monté de a perrito otra vez y también la sente en una silla de frente a micon la verga en su culo e hice que se moviera como una puta hasta que ya iba a terminar la puse en cuatro entré con todo y la atasque de leche y me quedé adentro de ella con el palo parado un buen rato. Asi empezó mi relación con mi putita a la que literal le pagaba por coger conmigo. Después les contaré cuando las desvirgué y la manera en que se hizo mi putita por todos lados pues también aprendio a chuparme la verga de manera genial.
Autor: ardifer76 Categoría: Incesto
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Sometido
2019-08-21
El galán de la cuadra que se acostaba con quien quisiera y se llenaba la boca enumerando las chicas que se había cogido, un chico de 28 años con cuerpo de gym, blanquito y con un culo que se veía en un jean a 5 cuadras. El sabia que dominaba a sus amigos y a sus mujeres pero llegaría el momento en que no podría hacer nada para evitar lo que yo quiero para él, cogérmelo. ●●● "¿Dónde estoy?", "¿Qué hago aquí?" Fueron las primeras preguntas que me hice al despertar, con mis manos y pies atados no se cuanto tiempo llevo dentro de esta bañera solo se que es de noche gracias a una pequeña ventana. Las piernas y las nalgas me duelen por esta incomoda posición, he tratado de levantarme pero se ha sido inútil, mis manos y pies se encuentran unidos y es casi imposible tratar de hacer algo. Desde que desperté he gritado a todo pulmón unas cuantas veces pero nadie me oye y tampoco escucho a nadie. El frio me esta desesperando pero tengo la esperanza de que alguien venga y me ayude. Las ideas para escapar se me están acabando pero ¡demonios ni siquiera puedo levantarme de esta puta bañera! Y esa maldita gota de agua me tiene loco. Mis pensamientos van y vienen pero aun no encuentro cómo llegue o quién me secuestro, se que iba a salir con mis amigos pero no se si me reuní con ellos no recuerdo un coño. Un "¿Dónde estoy?" Sale de mi boca sin permiso pero no hay respuesta de nadie. Es difícil saber que hacer en estos casos, al despertar y notar dónde y cómo me encontraba fue imposible no sentir miedo, mi corazón se acelero y sin dudas la desesperación fue participe del momento. Al oír un carro estacionarse mis gritos no se hacen esperar pero no se si es mi desesperación o han tardado mucho para venir a buscarme "¿y si no vienen a buscarme? ¿Y si no me escuchan? ¿Van a dejar morirme aquí?" mis gritos se hicieron más fuerte pero nada ocurrió, solo era un poco de luz, un leve viento, el frio y yo en el apenas iluminado baño tratando de tranquilizarme. ●●● Siento un liquido caliente correr en mi cara y pecho que me despierta, fue inevitable sobresaltarme, veo una gran verga apuntándome y luego subo la cara para ver a mi secuestrador un negro alto sin camisa de 50 años con una gran sonrisa de dientes muy blancos. Si no estuviera amarrado maldito te matara en este preciso momento le dije con agresividad. Mi secuestrador solo dirigió el oscuro chorro de meado a mi boca y como un impulso deje de insultarlo para comenzar con unas arcadas que casi hacen que vomite. Cuando termino de echar su gran meada con grandes carcajadas suelta un "esto es el comienzo Alex". Me dio la espalda para marcharse y vi un arma sujeta por el jean de mi secuestrador ahora si que empecé a temer lo peor, esto no era una simple broma. No fue lo suficientemente humillante que me mearan y me dejara allí como un sucio vagabundo, sino que ahora yo tenias ganas de hacer también y ambas necesidades, espere un rato para controlarme y dar chance de que me soltaran pero llego el momento en el que debes ir y mis gritos pidiendo ayuda no se hicieron esperar. -Oye necesito ir al baño-dije con total seriedad. -¿Qué quieres que haga?-responde el maldito meón desde otra habitación de la casa. Mis suplicas no fueron escuchadas y acabe bañado en mi orine y mi mierda (por lo menos estaba desnudo). Pasado un rato mi captor abrió el chorro de la tina y vació tres tobos de aguas sobre mí. Me sentí mas aliviado pero el cansancio y el miedo poco a poco fueron dominándome. Esto no es una simple broma el quiere humillarme y no hay manera de defenderme. Lo curioso de aquél lugar es que el silencio te podía volver loco solo escuchaba los pasos de mi secuestrador cuando venia hacia mi y el sonido del viento. Los únicos olores que sentía eran los típicos de los baños y los del sudor mío y de mi secuestrador que era bastante fuerte. Después de la primera llegada del negro la puerta del baño nunca se cerró y solo se veía una pared pintada de azul claro, el centro de atención de mi estadía en el baño. El día fue transcurriendo sin la aparición de mi única distracción, tenia sed, la última que vez que había tomado agua fue cuando hace mucho rato aproveche de los tobos de agua, mi estomago no dejaba de rugir el hambre estaba acechando y ya mi segunda noche había llegado así que sacando cuentas por lo menos tenia 24 horas sin comer, la incomodidad de estar sentado todo un día me llevaba al borde y no era para menos me sentía débil en todas formas. Mucho rato después aparece mi secuestrador con un pequeño plato de comida caliente nunca imagine sentirme tan atraído por el olor y ganas de que esa comida llegara a mi boca, mi cara cambio al ver lo que llevaba en manos ese loco de verdad que la necesitaba pero el solo quería jugar conmigo. -Hola-me dijo insinuando el plato de comida y colocándolo en una silla muy cercana a mí. Abandono el lugar. -Por favor no te vayas de verdad que tengo hambre por favor ¿Qué coño quieres de mi? ¿Quién te mando? No te basta ya con lo que estoy pasando-dije con tono de desesperación y un nudo en la garganta. Apareció de nuevo en la puerta y se dirigió a una silla que estaba a mis pies, su mirada se centro en mí y con seriedad me dijo-has tardado bastante en poner el asunto sobre la mesa. -No tengo dinero y mi familia es pobre, mis ahorros son pocos-le dije apresuradamente. -Yo no quiero dinero, quiero algo mas-dijo mi secuestrador con su primera sonrisa lasciva de la noche. Fue imposible no tensar todo mi cuerpo. No creía lo que me estaba diciendo no soy gay, estoy loco este tipo no tiene pinta, estoy malinterpretando las cosas. -¿Cómo?-Le dije con total esperanza de que haya sido un malentendido. Mi secuestrador tomo el plato de comida y lo acerco a mi cara-¿Quieres comida?- Pregunto haciéndose entender. Asentí a su pregunta. -Pues entrégate a mí y todo esto comenzara a cambiar-dijo directamente sin pausas ni desconfianza. El sabía a lo que iba. Tomó un tenedor, lo lleno con comida y lo llevo a mi boca. Si no aceptas mi oferta no comerás más. Dejo el plato en la silla y se acomodo de nuevo a esperar mi respuesta. No pude mirarlo fijamente después de escuchar su oferta, mi cara se tenso de nuevo y una lágrima empezó a correr por mi mejilla. Mis años de tratar a las mujeres como un objeto fueron apareciendo en mi mente, nunca había creído en el karma, jamás pensé que pagaría por todo el daño, una gran bofetada por el daño hecho. -Por favor, suéltame piensa como si fueras tu el que estuviera aquí. Yo no quiero hacer esto, no soy gay-le dije llorando sin reservas. Él había desaparecido, fue tanto lo que llore que no me había dado cuenta que el ya no estaba a mi lado y que se había llevado la comida. Estaba desesperado tenia demasiada hambre pero aun así aguante, llore gran parte de la noche y quede rendido. En la mañana me sentía enfermo, la sed y el hambre debían ser saciadas y no tenía más alternativa. -Ey tu, tengo hambre y sed-grite llame como si nada pero no venia el maldito. Al rato llego con un chamo de no mas de 20 años que se veía fornido y con indiscutible alegría. El secuestrador 1 dijo-Aquí esta te lo presento- El chamo soltó la risa como si fuera divertida mi situación. Me vendaron bien los ojos y cortaron la unión de mis manos con las de los pies, los dos me levantaron y no tardaron mucho en ubicarme a lo que parecía ser una cama. -Estamos armados y seria estúpido que trataras de escapar-dijo el joven. Me quitaron todas las esposas que agradecí con un apagado gracias y también la venda de mis ojos. -Bienvenido a tu nueva habitación, este será tu nuevo hogar desde ahora disfrútala, a la derecha esta un baño ¡ah! Y aquella es tu comida esta al lado de la radio-Dijo uno mientras reían. Ambos se fueron y me dejaron solo, fui en busca de la comida y con las manos comí desesperadamente un gran pedazo de carne y pan que bastaron para saciar mi desesperación, luego fui al baño y tome agua del chorro hasta quedar satisfecho. Reflexionando sobre todo esto mi gran miedo es que mis secuestradores no quieren dañarme eso alivia pero con esta habitación me están dando un cierto tipo de comodidad y de confianza que empieza a aterrarme, una habitación con baño para mi solo y sin ataduras en mis manos y pies, ahora veo mucho mas cerca sus palabras que sonaron en mi cabeza con alerta de peligro “entrégate a mí”, inevitable fue evitar que mi corazón empezara a latir rápidamente con este último pensamiento. No encontré forma de prepararme para lo que venia o como evitarlo en su defecto ya me veía con la gran polla del negro en mi boca atragantándome tal cual como se lo hacia a mis chicas ¡DIABLOS!. Una habitación de 6x5m medianamente cuidada con un baño limpio, una gran cama con un colchón en muy buen estado, en una de las paredes contrario a la puerta de la habitación un gran armario cerrado con dos candados medianos, un reloj redondo guindado en la pared, ningún paisaje que mirar por ausencia de ventanas y la radio funcionaba pero no hubo forma de saber donde estaba. Estuve largo tiempo en la regadera pensando en lo que se avecinaba, luego de revisar la habitación completa no me quedo más que colocarme bajo unas sabanas de dibujos animados que me cuidaban del frio, llevaba mi estadía en esta cárcel completamente desnudo. No pude dormir no había forma de que el sueño me tocara y como distracción visual, las agujas del reloj en la pared. Me sorprendo al ver mi secuestrador maduro que viene hacia mí sin cerrar la puerta colocándose del lado de la cama hacia los armarios dejando la puerta abierta y tentadora. -¿Cómo esta mi invitado? Ya es hora que saldemos cuentas-dijo con una ligera sonrisa. No tuve que pensarlo mucho, fui seducido por la idea, impulsivamente y desnudo corrí hacia la puerta buscando alguna salida con la esperanza de encontrarla pero fueron segundos apenas cuando mi segundo secuestrador esperándome en un cruce me esperaba y ya preparado impacto su antebrazo en mi cuello y con total gracia caí al piso, mi caída fue rápida no hubo tiempo ni de respirar y tan rápido como caí dos patadas en el estomago no se hicieron esperar mientras se reían los dos de mi gran estupidez. -Déjamelo a mi pepe-dijo el secuestrador 1 cambiando su cara a una sonrisa amarga que a cada segundo daba mas terror. Con la respiración agitada y apretando mis abdominales me arrepentía de mi estupidez lloraba del dolor y fue peor cuando el secuestrador 1 en un arranque de rabia me arrastro tomándome del pelo y llevándome de nuevo hacia la habitación, me alzo como un bebe y me lanzo en la cama como si nada. - Tráeme las esposas-dijo con tono serio y fui esposado cada brazo en una esquina de la cabecera metálica de la cama. Tomo con una de sus manos mi cara pero aun así no quise verlo a los ojos y con su mano abierta me dio varias cachetadas mientras gritaba endemoniado"Mirame" y llorando mis ojos se conectaron con los suyos "tienes que entregarte a mi, no hagas mas difícil lo inevitable, tu culo será mío quieras o no ¿entendido? la próxima vez que entre por esa puerta todo será diferente porque así lo quisiste, no esperes lastima de mi tu serás mío y te gustara porque así lo quiero. Serás mi perra, quiero que grites de placer y lamas mi leche". Mientras me decía todo esto mis ojos no paraban de brotar lágrimas, mis esperanzas empezaron a derrumbarse. Se marcharon de la habitación dejándome a oscuras y adolorido. ●●● A la mañana siguiente hice todo lo que me pedían, fui llevado por pepe al baño esposado tanto manos y pies, en la regadera mis manos fueron elevadas con un gancho que no había notado y que ayudo a que pepe recorriera con tranquilidad la totalidad de mi cuerpo para lavarlo. El chico resulto ser un profesional colocando enemas y fui humillado con múltiples frases que solo hicieron bajarme el ánimo cada vez más. Mi desayuno fueron dos teteros llenos de un líquido oscuro y espeso que bebí por necesidad. Pepe jugaba conmigo notaba mi desespero por algo de comer, él sacaba el tetero de repente de mi boca cagándose de la risa como un niño y así pasamos un buen rato. Antes de las 8 am ya estaba solo en la cama con mis manos sujetas por las esposas y en cada una de mis tobillos un sujetador de color negro que me inmovilizaban mis pies, mi cuerpo quedo dibujando una x en la cama. No fue larga la espera pero ya habían tocado la parte blanda de mi y temblando del miedo solo me dedico a esperar al maldito loco sádico de mi secuestrador y al pervertido de su chupamedias que no dejaba de decirme lo que pasaría en un rato. "Ya no hay forma de escapar". A las 9. 30 am entro el mayor de mis secuestradores que sin perder el tiempo ni malgastando palabras se quito su pantaloncillo quedándose totalmente desnudo. Una verga morada con un glande rojizo bastante oscuro contrastando con el tronco y muy venosa se hizo presente, su mano derecha rodeaba el tronco y me asuste porque aun sobraba un gran trozo de verga con un grosor exagerado y curvada hacia arriba. Se monto encima de mi, luego coloco cada una de sus piernas sus entre mi pecho y acerco su pene a mi cara, con su mano dirigió su miembro a mi nariz donde esparcía la primera gota de liquido preseminal y paso una y otra vez su glande de un olor dulce. Mi única forma de evitar era volteando mi cara hacia los lados pero ni eso hizo posible que no pasara la verga por mi cara, el olor no me desagrada pero que la pase por mi cara me hacia sentir humillado y demostrárselo no fue difícil pero solo estaba jugando, eso le gustaba mas. El olor fue impregnando toda mi cara, él ya no se limito a mi nariz paseaba con parsimonia su cabeza por todos lados hasta que visito mis labios y jugó con ellos un rato hasta que me ordeno abrir la boca. Me resistí no estaba preparado para esto pero fue su cara de demonio y una cachetada que me dejo aturdido lo que me hizo abrir la boca, ya mi miedo hacia él estaba creado y mi cuerpo cansado de todo. -Pásale la lengua-dijo con todo tranquilo. Saque mi lengua y fui pasándola por toda su cabeza, primero su rajita donde un pequeño sabor salado llego a mis papilas gustativas y luego por los bordes de su glande donde un sabor levemente salado y amargo fueron arrastrados por mi lengua. Mi gran lucha interna no era simplemente tener una verga en mi boca sino luchar con el asco y precisamente esa verga no estaba limpia. Introdujo su cabeza a mi boca y empecé a chuparla con ganas quería que se corriera rápido, yo sabia que tenia el poder de excitarlo para eso me tenia aquí encerrado y con una mamada podía salvar mi culo por lo menos por un rato de ser desvirgado. Mi boca fue llenándose de saliva y la succión iba cada vez con más fuerza pero no aguantó más y metió otro trozo de carne a mi boca, yo solo trataba de apretar mis labios como podía sobre esa gran verga y mi lengua hacia círculos como loco tal cual como me gustaba que lo hicieran muchas de mis mujeres y así fui tratando al resto de su verga que iba entrando pero no contaba que iba a querer meter todo aquello. El me obligaba a tragar cada vez mas pero no podía y no había forma de evitarlo mis manos estaban amarradas y sentía el pulso de su verga por instantes. Coloco una mano a cada lado de mi cabeza y empezó a mover su pelvis, no pude evitar toser al inicio, luego se le unió mis ganas de vomitar, mi falta de respiración y mis ojos llorosos, estuvo un largo tiempo torturándome de esa forma pero ahora lo hacia un poco mas lento y aunque igual me costaba por lo menos habia un mínimo alivio. La calma había llegado pensé para mi mismo cuando saco su verga pero no fue cincos segundos mas tarde cuando la volvió a meter completa a mi boca y la sacaba para repetir una y otra vez la maniobra, si bien podía tomar aire con mas calma las arcadas no pude aguantarlas y sentí como una pequeña parte de mi desayuno invadía mi nariz y boca, hasta allí finalizo la felación con mis vómitos y la leve sonrisa de satisfacción de mi violador. No estaba a salvo, la tranquilidad momentánea fue el cielo porque la desesperación de no poder respirar por el vomito y su verga en mi boca era lo peor de mi vida. Acomodo una almohada en la parte baja de mi espalda para luego irse al baño a limpiar su verga. Vi cuando salió con total tranquilidad, busco unas llaves en su pantalón y abrió el gabinete. Con una cuerda delgada sostuvo mis piernas en el aire quedando yo a entera disposición, además limpio los restos de comida que bañaban mi cara y cuello. Traía en mano una cajita de madera que sitúo a su lado una vez que estaba en la cama observando mi culo. Había sacado un frasco que supuse que era lubricante y un pequeño consolador color carne bastante delgado. Mi culo se contrajo al ver aquello y el noto la presión que hice por el movimiento en mis abdominales. -Por favor, no-suplique llorando una y otra vez pero como siempre nunca era lo que yo quería. Sentí su frio dedo en la entrada de mi culo que todavía no comenzaba a hacer presión solo lo frotaba como haciéndome cosquillas cosa que ligeramente logro pero que no quise que lo notara, lo que no pude disimular fue cuando metió el dedo de un solo golpe y que casi me saca un gritito. El dedo fue dando vueltas una y otra vez por largo tiempo y mi incomodidad era más que evidente, no entiendo por que razón no utilizo mas lubricante se quedo con lo que agarro del comienzo. Un segundo dedo fue introducido al juego, el dolor invadió mi culo pero no era tan fuerte como otros dolores que había experimentado pero igual mi cara y mi cuerpo fueron victimas de la reacción por esa falta de delicadeza. Era demasiado incómodo. Sentía los dedos tocar mis paredes una y otra vez la incomodidad iba desapareciendo e iba adaptándome cada vez mas, mi deseo en ese momento era que no me gustara nada de esto pero ese segundo loco hizo que mi verga empezara a vibrar. Tomo un pene plástico de la caja y lo embadurnó de la crema fría y lo introdujo lento pero sin parar. Esta nueva sensación no me desagradaba y el lo noto. Viendo como ya no lloraba ni suplicaba fue sacando y metiendo cada vez mas rápido el pene hasta que se oyó de mi boca un gemido bajo pero aun así un gemido que saco de la boca de mi secuestrador una leve sonrisa. Mi respiración iba en aumento y aunque trataba de evitarlo mi pene se fue poniendo duro no podía ocultarlo ya me estaba entregando a él, esto lo entusiasmo a ir cada vez mas rápido en el ritmo del consolador y como nuevo juego empezó a sacarlo y meterlo completo haciendo que mi cara se frunciera. Esta última forma no me gustaba prefería cuando lo dejaba adentro casi todo y se movía, cada vez que lo sacaba y lo metía de nuevo me estremecía porque la sensación en mi culo era demasiado intensa como al principio de todo esta violación fallida. Saco otro pene del tamaño del mío, un juguete de 17cm de color carne también y de un grueso normal pero bastante mayor al anterior pene. Lo metió a paso firme a mi culo y esta vez no pude resistir, grite como desfallecido no lo esperaba, me dolía y así se lo hice saber pero el no hacia caso a nada de lo que le decía. No movió el consolador solo lo dejo allí metido hasta el fondo. -Llamo a pepe, el cual vino emocionado. No quiero que te lo cojas te lo presto un rato para que te diviertas con su boca- dijo guiñándole un ojo al joven de 20 años y se marcho de la habitación. Si sentía miedo al mamársela al maduro ahora tenia el doble con este chamito, conocía sus mañas pero solo me quedaba esperar que ocurriera todo, no había forma de evitarlo. Pepe me sorprendió al quitarse la ropa, se notaba que era un joven atleta estaba totalmente definido y su polla no era tan grande como la de su colega pero igual era de buena medida. De un salto subió a la cama y se acomodo en mi cara -¡Oh no!-Apenas pude decir. Al descapucharse su verga note la nata blanca que rodeaba su cabeza, su olor era mucho mas fuerte y le dije-Noooo-pero el solo me respondió con un "así te gustara mas nena, mi verga esta sazonada solo para ti". No abrí mi boca pero el condenado abrió mis labios y paseo sus glande por mis dientes y la metía dentro de mis cachetes y yo aun me resistía, me negaba a que este maldito me humillara. -Abre la boca o me la pagarás-Gritaba pero yo seguía resistiéndome. Pepe acerco una de sus mano a mi culo y saco el consolador de una para luego meterlo tan rápido como pudo, pegue un grito, esta vez si dolió en serio. "ya por favor ya hare lo que quieras aggg por favor" pero el seguí, sacaba y metía el consolador ya un poco mas suave pero igual mi culo no estaba totalmente acostumbrado hasta que se canso y lo dejo metido hasta el tope. -Ahora si la vas a mamar maricon de mierda-Dijo pepe con malicia. Su verga fue recibida por mi boca abierta que de una metió por la mitad. Tuve que succionar lo mas que podía, mi lengua acariciaba su frenillo con rapidez pero el movía su polla de adelante hacia atrás no se quedaba en un solo sitio. Pepe adquirió la pose de su colega de hace rato tomo mi cabeza con ambas manos y movía su cadera a la vez que levantaba mi cabeza. Las arcadas empezaron desde el inicio de la mamada una maldita pesadilla estaba viviendo y el solo disfrutando. "Que boquita tan rica" era la frase que me repetía una y otra vez acompañado de sus constantes gemidos hasta que paro todo su juego y por fin me dejo descansar. Pepe se sitúo entre mis piernas y con una mano se metió mi pene totalmente flácido en su boca y empezó como loco a mamar. Me enfurecía que ese maldito hiciera lo que quiera conmigo, mi verga no duro mucho tiempo dormida y mi resistencia se fue al diablo una mamada lenta me estaba llevando al cielo, mis gemidos empezaron a llenar la habitación especialmente cuando le entraba mi verga completa en la boca, tomaba con su mano mi verga y la masturbaba mientras chupaba la cabeza y cuando estaba llegando al punto de no retorno abandono todo tipo de caricias a mi miembro. -Así es que vas a tener que aprender a mamarla-dijo pepe una vez liberada mi verga de su boca. Como no le basto mi verga, recorrió mis tetillas y lamio el sudor de mi cara y del cuello con paciencia disfrutando cada uno de mis sabores, al terminar con esto se fue a mis sobacos donde absorbió lo que pudo y así termino su paseo por mi cuerpo porque apareció el maduro que de forma natural le ordeno-Mamala. El joven busco con su lengua la cabeza del maduro y empezó mamarla con ganas y muy lentamente se fue metiendo la verga completa como un verdadero profesional, a medida que iba pasando el tiempo la mamada se iba acelerando y quede sorprendido con un rápido mete y saca que hizo que el mayor cerrara los ojos y levantara la cara, de repente le es quitado el biberón a pepe y el negro se dirige a mi con una amplia cara de satisfacción. Todo sucedió muy rápido, él maduro saco el pene plástico de mi culo, baño su pene en lubricante y posiciono su cabeza en la entrada de mi ano. Pepe se puso sobre mí en forma de 69 y empezó a mamarme la verga muy lentamente observando en primer plano como esa verga entraría. La verga del negro era casi el doble del ultimo pene que tenia hace momentos en el culo así que era inevitable tener miedo él podría destruir mi aun virgen agujerito mínimamente dilatado. Paseaba su cabeza de arriba abajo llenando mi entrada del frio lubricante, de una presiono y metió la cabeza de su guevo. "AAAAAAHH" salió de mi boca, "sácamela por favor, sácamela AAAHH", no podía evitar apretar su verga con mi culo me dolía pero el aun así seguía metiendo a momentos una parte de su dura verga. -Relájate campeón-me aconsejo-Si sigues apretando así te va a doler mas haz como si cagaras y veras que lo disfrutara-. Siguiendo su consejo como pude relaje algo, y metió otro trozo mas, no se hizo esperar otro grito de mi parte. Pasado un tiempo el empezó a introducir y sacar la verga ligeramente, cada vez que la metía un gemido salía de mi boca y no abría los ojos, contraía mi cuerpo con cada movimiento, pepe se salió de encima mío y vio tal espectáculo sentado en la cama haciéndose una paja bastante rápida. Los movimientos se hicieron a cada instante mas rápido y mis gemidos siguieron sincronizados con sus movimientos, era demasiado para mi, me agarraba por detrás de las rodillas tomando impulso para aumentar sus embestidas. El dolor había bajado y gritaba por gran rato que me tuvo así hasta que empecé a sentir como se levantaba mi pene con firmeza, esto lo excito mas y me culio como poseído por unos instantes hasta que se salió de mi culo. Mi respiración acelerada, una capa de sudor en todo mi cuerpo y mi culo palpitando como fruto del aguante y potencia del negro que se levanto de la cama solo a tomar un poco de agua. Le picó un ojo a pepe y volvió al ataque pero mas calmado, metía y sacaba por completo su guevo de mi adolorido culo y se mantuvo por un rato hasta que se fastidio y comenzó a darle como al inicio corto y fuerte y empecé a gemir de nuevo al ritmo de sus movimientos. Me tenia agotado pero sediento de mas y aunque por instante le gritaba-Lento por favor- no quería que parara para nada. El seguía con sus rápidos movimientos apuntando a diferentes sitios de mi culo que me ponían como loco, mi pene erguido por completo parecía estallar, las gotas de preseminal bajaban por mi verga. Pepe que seguía hipnotizado conmigo con una paja ahora más lenta, se subió a la cama se acerco a mi cara y aprovecho que aun gemía con la boca abierta para terminar en ella y en gran parte de mi cara con grandes gemidos. Ese macho seguía dándome placer, sus gotas de sudor bañaban mis piernas pero el ritmo nunca era lento, el seguía como loco hasta que con su mano derecha tomo mi verga y empezó a subir y a bajar muy rápido, solo bastaron tres movimientos para terminar abundantemente sobre mi pecho y abdomen, sentía como mi culo apretaba la verga y ya no quería mas esa verga en mi culo. -Sácala por favor no puedo mas-Comence a decirle casi desfallecido pero los movimientos del negro no pararon en ningún momento solo aumentaron a medida que mis gritos se hacían presentes hasta que sentí como se estremecía sobre mi y sentía mas húmedo de lo normal mi agujero, sentía como si me hubiese cagado. Esta experiencia fue lo mas extremo que habia vivido. Con los ojos cerrados relaje mi cuerpo y me olvide del mundo ya todo habia acabado. Fin Este ha sido uno de los primeros relatos que escribi, espero que te haya gustado.
Autor: luisjose1985ab Categoría: BDSM
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Lidia. Caras vemos calenturas no sabemos.
2019-08-21
Después de mi primera experiencia (ver “Aura, la de los diez”) en los siguientes dos años tuve unas cuantas experiencias sin mayor trascendencia hasta que conocí a una chica de unos 27 o 28 años a la que llamaremos Lidia.Esta amiga es especial porque con ella tuve dos primeras experiencias que a continuación procedo a relatar.Resulta que al cursar el tercer año de la carrera de ingeniería en una de las materias se nos asignó un trabajo a realizar en alguna fábrica, teníamos 7 semanas para entregarlo, conseguí hacer el trabajo en una empresa de inyección de plásticos que al final de una de sus líneas de producción, estaba el área de ensamble final que en su mayoría era operada por mujeres, parte del trabajo lo tenía que realizar en esa parte, trabajaba con varias de las chicas pero me gustaba mas cuando me tocaba estar con Lidia, el trabajo avanzaba con mas rapidez porque ella era muy formal y seria, aunque exudaba sensualidad, por momentos se levantaba a pedir material y aunque parecía que tenía un bonito trasero, no se notaba porque siempre usaba la ropa de trabajo muy holgada, a diferencia de algunas trabajadoras que la usaban embarrada, parecía que se lo ponían con calzador.Después de un tiempo empecé a ir a la fábrica durante el segundo turno, después de la universidad, y regresaba a casa en el transporte de personal, un día al subir en uno de los asientos de adelante estaba Lidia y me hizo señas, llegué junto a ella y se cubría entre las piernas con su monedero porque llevaba una faldita, me sorprendió, así varias veces coincidimos y durante varios de los viajes me enteré que era madre soltera de dos niños y una niña pequeños. Lidia media mas o menos 1.60 mts. era de piel muy blanca, de ojos claros y cabello castaño corto, era guapa y como después comprobé de muy bonito cuerpo, a pesar de 3 hijos, su sensualidad natural se potenciaba con su ropa y dado que era época de calor, casi siempre la vi con ropa ligera y falditas.No sabía cómo llegarle para llevármela a la cama, nuevamente la timidez me dominaba, (ver “Maru y Alicia, hay que controlar la timidez”) ya le había dedicado varias masturbaciones, hasta que un sábado mas o menos como a las 7 p.m. maneja el coche de mi hermano por el centro de la cd. de Puebla y vi a dos coches adelante del mío, el autobús de la fábrica (ese día las labores terminaban mas temprano), se me prendió el foco, el autobús estaba cerca la calle donde normalmente Lidia descendía del autobús… y así fue, la vi bajar y cruzar la calle hacia mi lado izquierdo, como normalmente ocurría, vestía una minifalda y un suéter ligero largo, le cubría hasta la mitad de su respingado trasero, que antes solo lo adivinaba. Donde pude di vuelta a la manzana para alcanzar a Lidia en la siguiente esquina, me aproximaba y la vi cruzar la siguiente calle, llegue a la esquina y me mal estacione obstruyendo parcialmente el paso de los demás coches, me baje y grite su nombre, volteo, me vio y regreso al ver que le hacía señas, al aproximarse me pase del otro lado para abrirle la puerta del coche, no le di oportunidad de decir palabra y no me importo ponerle la mano en la nalga izquierda, respingo un poco, empujándola hacia el asiento derecho del coche, me subí y arranque, le dije que la llevaba a su casa y me dijo que ya estaba llegando, que estaba a mitad de la calle donde estaba previamente, que ya nos habíamos pasado, entonces le dije, “vamos a tomar algo o a dar una vuelta, es temprano” y acepto sin mas.Se me ocurrió llevarla al parque que está en la cima del cerro de la Paz, así que desde el centro maneje rumbo al poniente de la cd. de Puebla, empezamos a platicar y ella se notaba muy relajada, nada que ver con su comportamiento en la fábrica, me pregunto qué a dónde íbamos, a continuación, el dialogo que siguió mas o menos como lo recuerdo:Yo: “vamos al parque que está en el cerro de la Paz”.Lidia: “mmm bueno, no lo conozco”Inmediatamente le dije: “o si quieres vamos a otra parte”Lidia: “¿a dónde?”Yo me le quede viendo subiendo un poco una ceja y moviendo levemente la cara y ella entendió inmediatamenteLidia: “nooo, ¿cómo crees?” abriendo mas los ojos, pero no se veía m*****a.Yo: “¿por qué no?, si gustas antes vamos a tomar un café y lo platicamos”Lidia: “noooo, es que ya es tarde”Yo: “vamos rápido”Lidia: “no, no, cómo crees”Yo: “no crees que pueda contigo”Lidia: “no, claro que podrías, pero no es eso”Yo: “¿qué te preocupa?”Lidia: “Es que no sé, me da vergüenza”Yo: “pero por qué, va quedar entre los dos”Lidia: “mejor otro día”Yo: “o sea que si quieres”Lidia: “no, no, bueno si, pero hoy no”Yo: “pero por qué hoy no, es temprano”Seguimos con el estira y afloja un momento mas hasta que finalmente…Lidia: “hay… es que no sé”, pero se me quedo viendo y movió la cara asintiendo y diciendo en voz baja “bueno”.Yo: “¿entonces vamos?Lidia: “Si”Pasamos a una farmacia a comprar unos condones y nos dirigimos a un motel.Llegamos al motel, se bajó y entró al cuarto mientras yo pagaba, cuando entre al cuarto Lidia preparaba el yacusi, estaba totalmente empinada y dado que llevaba una faldita esta dejaba al descubierto su diminuto calzoncito blanco y parte de sus magníficas nalgas, (¿por qué resulta tan excitante que a una mujer se le vea la ropa interior?), me acerque y me puse en cuclillas para ver mejor, de reojo me vio y me dijo “te vas a quedar ciego”, nos incorporamos quedando cerca del pie de la cama, y sin mas se me abalanzo al cuello y nos besamos, yo la empecé a acariciar por todos lados, le subí la falda y rápidamente le metí las manos en el calzoncito y le apreté las nalgas, se sentían muy bien y la acerque hacía mi para que sintiera mi erección, rápidamente le quite el suéter, su blusa, y le desabroche el sostén por el frente, ella comenzó a querer bajarme el pantalón deportivo, no podía porque lo llevaba amarrado con el cordón, me dijo con urgencia que me lo bajara, procedí a deshacer el nudo y aflojar la cinta, Lidia se hinco tiro del pantalón con fuerza hacía abajo y luego de mi trusa lastimándome un poco el pene erecto mismo que cogió con la mano derecha y la izquierda la puso atrás de mi muslo derecho justo debajo de la nalga, comenzó a mamarme la verga con avidez ayudándose con la mano, no paso mas de 5 minutos cuando empecé a venirme y se lo hice saber tratando de moverme hacia atrás, pero me jalo hacia ella con su mano derecha, apretando aún con mas fuerza la verga y con la izquierda afianzo su agarre en el muslo jalando hacia ella, empecé a decir “ya viene, ya viene” y como posteriormente me ha ocurrido en otras ocasiones, así estuvimos varios minutos sintiendo el orgasmo a punto pero no terminaba de llegar porque ella no hacía el estímulo mas rápido, hasta que se lo pedí, casi rogándole, que hiciera mas rápidos los movimientos de la mano, ella me complació y lo hizo tanto con la mano como con la boca, y ya en ese momento mi excitación era tan intensa que ya ni pensé que podría m*****arle, empecé a venirme fuertemente, mi pene estaba dentro de su boca, yo prácticamente gritaba, ella ni se inmuto siguió acelerando el movimiento de la mano y de la mamada y por las comisuras de su boca salía el semen que iba a caer a sus pechos y muslo, era la primera vez que me pasaba eso, me prolongo el orgasmo con sus trabajos, pero también en un momento dado ya me resultaba complicado porque el glande estaba muy sensible por lo que empecé a moverme hacia atrás pero ella no me soltaba y yo pidiéndole que ya cesara pero solo se reía mientras se volvía a afianzar y seguía mamando, finalmente me dejo porque el pene se aflojo. En esa época eyaculaba con cierta abundancia por lo que quedo cubierta de semen en la barbilla, pechos, brasier, abdomen y muslo derecho y otro tanto en la alfombra, me subí los pantalones y fui a traer pañuelos desechables que estaban en la cabecera de la cama se incorporó y tenía enrollada la faldita a la altura de su cadera no la dejaba bajar porque no quería que se mojara con el semen, la parte del resorte de la misma ya se había mojado de semen, que ya bajaba por su pancita, procedí a limpiarla rápidamente, termine de quitarle la falda solo se quedó con el calzoncito, ella me ayudo a terminar de quitarme la ropa.-- Hago un paréntesis, los orgasmos que las mujeres provocan (al menos a mí) cuando hacen sexo oral son los mas intensos y fuertes porque la mayoría de las veces, como ellas llevan el ritmo, el orgasmo está en una condición de “ya mero llega” pero no termina de desencadenarse, eso es sumamente excitante y placentero y cuando por fin empieza el orgasmo este es sumamente intenso, ahora que terminar dentro de la boca de la mujer que continua chupando de plano es el acabose, obviamente eso me resulta placentero solo si a mi compañera le agrada hacer eso, porque además de Lidia solo recuerdo a dos amigas mas que les gusta (o no les m*****a o importa) que eyacule dentro de la boca, las demás se han retirado cuando les aviso o al sentir el primer disparo de semen el cual escupen inmediatamente. Aclaro que siempre aviso cuando empiezo a venirme para que si así lo desea mi compañera se retire--.Dicho lo anterior, continúo el relato. Nos recostamos, la bese y le empecé a acariciar todo el cuerpo, literalmente de pies a cabeza y en un momento dado metí la mano en su calzoncito e introduje todo el dedo medio en la vagina, estaba empapada y su interior muy caliente, no hacía mayor ruido y su respiración no me parecía agitada, pero su expresión facial denotaban su excitación, en un momento me levante, me puse de pie y le pedí que también lo hiciera y ahora yo me hinque enfrente de ella y seguí acariciándole por todos lados, hasta donde llegaban mis manos al tiempo que le besaba la zona genital y en la vagina misma por encima del diminuto calzoncito, procedí a meterle la mano derecha por frente y del lado izquierdo de la pierna del calzón moviendo la mano hacia el centro, su vello púbico era muy suave, empecé a tirar hacia abajo por lo que ella abrió las piernas, solo un poco, para facilitar que se le bajara el calzón, con la mano izquierda le jalaba el resorte del calzón por la parte de atrás y ya que el calzón estaba a la mitad de sus muslos y que su región púbica había quedado completamente descubierta, el color de su vello púbico era mas claro que el de su cabeza, coloque la palma mi mano derecha justo debajo de la ingle en la parte interna de su muslo derecho, cruzando mi mano izquierda, hice lo mismo en su muslo izquierdo y así empecé a bajar las manos mientras que le acariciaba la parte interna de sus muslos y pantorrillas, así su calzoncito bajo hasta sus tobillos, mientras iba bajando yo le besaba las ingles, caderas, monte de venus y metía la lengua entre sus labios vaginales, al hacer eso ella hacía pequeños movimientos hacia atrás, el vello púbico de esa zona estaba ya completamente mojado y el olor era excitante; me levante y le pedí que se acostara, así lo hizo quedando sus piernas colgando de la cama de la rodilla para abajo, que ahora me tocaba comerme su húmedo tesoro, pero para mi sorpresa me dijo que no, que le daba vergüenza, me sorprendí y mi primera reacción fue no preguntarle, sabía que le iba a gustar, pero me detuve y le pregunte que por qué, al tiempo que me hincaba nuevamente y le abría completamente las piernas, su vagina se veía normal y muy bonita, seguí insistiendo diciéndole que no la iba a lastimar y ella que no y yo que si, al mismo tiempo que le besaba las piernas y en la zona cercana a sus genitales, al final empezó a aceptar y sin esperar mas empecé a mamarle ávidamente el pequeño clítoris y a estimularla con un dedo en la vagina, no hacía ruido salvo que su respiración se aceleró, estuvimos así hasta que, con sus manos en mis mejillas, me jaló hacia arriba, conforme fui subiendo me susurró: “ya entra”. Mientras me colocaba un condón ella se recostó por completo en la cama, me recosté a su lado derecho y nos acomodamos para penetrarla en posición de “cucharita” (la penetración es desde atrás), empezamos el movimiento y ambos lo hacíamos coordinadamente, al mismo tiempo le tocaba los pechos con la mano derecha y luego me cambiaba a estimularle el clítoris y luego los muslos y así una u otra parte, ella tenía los ojos cerrados y resoplaba levemente con la boca ligeramente abierta, no hacía mayor ruido; seguimos así hasta que en un momento dado empezó a acelerar sus movimientos pélvicos y yo con mi mano derecha acelere el movimiento masturbatorio del clítoris, aunque tuve que moverlos hacia abajo para que, con la punta de los dedos, pudiera mantener el pene dentro de la vagina, porque sentía que se salía, su respiración se aceleró mas y se hizo mas fuerte pero sin emitir gemido alguno, movió la cabeza hacia atrás hundiéndola en la almohada y su cuerpo se tensó, cerro las piernas, casi cruzándolas, para detener el movimiento de mi mano, ayudándose también con una de las suyas que a su vez retiro la mía fuera de del alcance de su clítoris que ya estaba muy sensible como para seguir siendo estimulado, ya que había terminado completamente retire el pene de su vagina, la cosa es que mientras que para ella le resulto en un orgasmo, para mí fue cansado por lo que apenas si pude mantener la erección.Me pidió descansar un momento mientras se recuperaba, pero no le di mucho tiempo, seguí besándola por todos lados, literalmente de pies a cabeza, y con las manos le apretaba los pechos, nalgas, muslos y pantorrillas, lo que ella disfrutaba por la expresión de su cara y volví a hacerle sexo oral, pero ya no me dejaba que me concentrara solo en el clítoris, que porque estaba mas sensible, nos colocamos en posición de misionero y la iba a penetrar mientras preparaba otro condón, y ella me dijo “espérate no te lo pongas, quédate así”, colocó una almohada enfrente de mí y recostó su cara enfrente de mi pene, yo estaba hincado sentado en los talones, tomo mi pene y me lo mamó otro rato, finalmente se acomodó nuevamente para que la penetrara en posición misionero, me acomodé el condón y la penetre, empecé a moverme y por alguna razón el pene se salía con frecuencia, me dijo que siempre le pasaba eso y me pidió que cesara el movimiento, subió las piernas y colocó sus pantorrillas en mis hombros, decía que así no se salía, la penetré nuevamente y me atrajo hacia ella de tal forma que sus rodillas quedaban casi al lado de sus mejillas, estire los brazos y me apoyé en las manos, estire las piernas y me apoye en la punta de los pies, comencé a meter y sacar cada vez con mas rapidez, después de unos momentos me empecé a cansar pero como ella susurraba “así, así, así” me aguanté porque era evidente que se estaba viniendo nuevamente, cerré las manos y me apoyé en los puños, así aguante un poco mas, pero en un momento dado baje las piernas y me apoye en las rodillas pero inmediatamente me reclamo y me pidió (ordeno) que me colocará como estaba previamente, seguí aguantando y empecé a sudar y ella no terminaba de venirse, empezaban a caer gotas de sudor de mi frente que iban a dar a su pecho y algunas a la cara pero no parecía que le m*****ara, finalmente empezó a tener otro orgasmo, no emitió gemido alguno pero resoplaba fuerte por la nariz y desde el fondo de su garganta, al mismo tiempo tensaba y estiraba las piernas con tal fuerza que me levanto y empujó hacia atrás, con las pantorrillas en los hombros, empezó a abrir las piernas porque las quería bajar pero no la deje, me repuse hice fuerza me reacomode y seguí penetrándola con fuerza, la vagina le chapoteaba, sentía como me dejaba completamente mojado, inclusive los testículos, finalmente, apoyando los pies en mis hombros, subió la pelvis al tiempo que doblaba las rodillas sacando así el pene, al mismo tiempo me daba leves manazos en los brazos y pecho para que la dejara estirar el cuerpo, así lo hice y me acomodé al lado de ella, disfrutando de tocar por donde mis manos llegaban a diferentes partes de su cuerpo.Después de otro rato me recosté de espaldas, estire las piernas y se me ocurrió pedirle que se acostara encima de mí, colocó su cabeza entre mi pecho y cara y acomodo sus brazos al lado de mi cuerpo y comencé a acariciarle la espalda y las nalgas, finalmente me concentré en sus nalgas, era la primera vez que tenía una mujer así, acariciándole, masajeándole y apretándole las nalgas de esa forma… y no me gusto, ¡me encantó!, casi desde que comencé a hacerle eso, apretó sus brazos y manos contra mi cuerpo, le pregunte qué si le gustaba, ella solo respondió: “síguele” en voz apenas audible, estuve así hasta que literalmente las manos y antebrazos se me entumieron, sus nalgas eran respingadas y firmes pero no muy anchas por lo que mis manos podían agarrarlas y masajearlas por completo.Me encantaba ver sus nalgas cuando se acostaba boca abajo o caminaba desnuda y ni que decir al tacto y lo mejor era que a ella le encantaba que se las besara, mordisqueara y sobre todo que se las masajeara y apretara, siempre se lo hacía y todavía le gustaba mas cuando también le lengüeteaba el ano, vagina y clítoris y/o le metía los dedos en la vagina y además de estimularle el clítoris, eso siempre terminaba en un buen orgasmo.--Nunca he vuelto a tocar y masajear unas nalgas como las de Lidia y tengo que decir que con otras mujeres con las que he hecho lo mismo, ninguna se ha negado y jamás me han dicho que no les gusta, el problema con algunas es que como a veces están muy nalgonas mi manos no alcanzan a masajearlas igual, pero repito, ninguna me ha dicho que no le gusta--.Continuo con el relato, después de un rato, ya no le masajeaba el trasero, sé levanto y me dijo que nos fuéramos, que ya era tarde, se empezó a vestir y no me dio tiempo de decir nada, hice lo mismo. En un momento dado que estaba sentado en la cama para ponerme el calzado y ella paso cerca de mí, le tomé del brazo, la aproxime y le dije que me debía un orgasmo, me dijo que claro que sí pero que otro día, nos besamos y después de un momento y para mi sorpresa de repente me empujo para que me acostara, se colocó encima de mí y comenzó un movimiento de arriba abajo con su pelvis acomodando su entre pierna a la altura de mi pene que rápidamente se puso duro, comenzamos a desnudamos nuevamente quedándose ella solo con los zapatos y yo con los calcetines; me coloque otro condón, la voltee, la puse en 4 y empezamos a hacerlo en posición de ‘perrito’, nuevamente me sujete de sus nalgas y le di duro y en un momento dado le pregunte qué si podía terminar, me respondió que sí, con la voz entrecortada y afirmando con la cabeza, y me dijo que también ya se había vuelto a venir, (aunque no lo note) y entonces me salí, me quité el condón, la recosté y la voltee y me vine en su pancita y algunos disparos llegaron a sus pechos, ella, como me ha tocado con varias mujeres, se rio con satisfacción al ver la eyaculación, (nunca he terminado en la boca o cara de alguna mujer y mucho menos me lo han pedido).--¿Por qué a muchas mujeres les da tanta risa cuando ven una eyaculación?, para nada me m*****a, pero me resulta curioso, ninguna me ha sabido decir por qué, aunque la mayoría comenta que es una risa espontanea--.Descansamos un momento, nos vestimos y nos retiramos sin habernos metido al jacuzzi. Algo que siempre ocurrió con Lidia fue que mi primer orgasmo era con una mamada suya, sin duda también le encantaba hacer el sexo oral tanto como a mi.Seguimos viéndonos en las siguientes semanas mientras terminaba el trabajo y ya con menor frecuencia en los siguientes meses, nos hablábamos por teléfono para ponernos de acuerdo para ir a coger, nada mas, de hecho, siempre buscábamos estar en el motel el mayor tiempo posible, ella marcaba a mi casa o yo, a su hora de la entrada o salida, a los vestidores de la fábrica, hasta que un día me dijeron que ya no trabajaba ahí, volví a intentar dos semanas después pero me dieron la misma respuesta, ya no volví a saber de ella.Espero que sea muy feliz en todos los aspectos, pero dado que aquí hablamos de sexo, espero que siempre coja muy rico.
Autor: mg0001000 Categoría: Primera Vez
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