Como empecé en el exhibicionismo de niño

2024-01-09


Me ponía cachondo el como me miraba la gente. Todo empezó cuando tendría unos doce años de edad, no era muy alto y estaba un poco regordete, ya de más pequeño tenía un problema con mi pene que no se desarrollaba con la edad que tenía y la tenía muy pequeña sin nada de vello en comparación con mis amigos del colegio que no dudaron ni un segundo en meterse conmigo por el tamaño de mi pene y durante años padecer bullying. No se por que me excitaba en bajarme los pantalones en la calle, mi pueblo era bastante tranquilo no había mucha gente por la calle, cuando veía que subía por la calle alguien, me iba a la esquina donde no me veían y me bajaba los pantalones y los calzoncillos, cuando estaban apunto de llegar me subía rápido los pantalones, me encantaba ir en bicicleta y salir solo con una camiseta y los calzoncillos aquella de algodón con abertura para sacártela y hacer pipí y que con el pedaleo esa abertura se abría y la gente veías que se le iba la mirada abajo y eso me excitaba mucho e intentaba abrirme más de piernas para que tuvieran una visión mejor, desde otros niños a personas adultas y abuelos, no me importaba, los niños y las niñas son lo que te decían que cuidado que te se ve la picha, los adultos no solían decir nada y los abuelos eran los que más se fijaban, cuando Iva a lis baños públicos no cerraba la puerta con pestillo me bajaba los pantalones me sentaba y esperaba que la gente abriera la puerta y me viera, en los urinarios me separaba lo suficiente para que los que se pusieran al lado me observaran haciendo pis. Me gustaban tanto niños como niñas soy bisexual, y mis relaciones sexuales han sido amplías desde pequeño, incluido familiares, amigos, personas que no conocía de nada, cerca de mi pueblo había playa nudista donde iba con mi bici a bañarme. Fui creciendo y cambié de pueblo a ciudad, con los años sigo exhibiéndome como si fueran descuidos, me gusta ir a los cines x, donde no me importa bajarme los pantalones en la butaca y ver cómo me observan, el pene lo tengo igual, es un micro pene, me tengo que afeitar los genitales para que se vea algo, lo bueno de estos cines es que entran muchos hombres, pero de vez en cuando alguna mujer o pareja, me gusta chupar pollas o lo que sea, me pajeo como si fuera una mujer, como si fuera mi pene un clítoris, apenas se me pone dura, todavía no me he atrevido a que me metan una polla por el culo, tengo miedo. El otro día me compré una jaulita para mi pene talla small y lo enseñé en el cine x, entro una pareja, la chica se sentó al lado mío y me empezó acariciar mi muslo, mis huevos y la jaulita, se lo dijo a su pareja lo que tenía yo puesto, se pusieron a follar al lado mío la pareja pero sus manos no paraban de acariciarme, les excitaba que los mirase y ver que yo no podía hacer nada con esa jaula.

Autor: FERNADITO16 Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

El Hombre Misterioso. Parte 1

2024-01-09


Lo que parecía una noche tranquila, terminó siendo bastante divertida.. Era una calurosa noche de verano, mi novio Evan y yo habíamos planeado salir a cenar fuera y posteriormente a tomar algo por ahí y pasar un buen rato. Como hacía tanto calor, decidí ponerme un vestido ajustado, con la espalda al aire, bastante corto y de color negro a juego con unas sandalias del mismo color. Era el vestido perfecto para esa noche, elegante, con tela suficiente para tapar lo justo y dejar el resto a la imaginación, debajo, llevaba unas braguitas de encaje negro, que tapaban más bien poco. Nos fuimos a cenar a un restaurante muy bonito, moderno y elegante, que estaba lleno de gente. Mientras cenábamos, comenzamos a hablar de la cantidad de gente que había y no sé cómo, nuestra conversación de se fue desviando al morbo que tendría follar delante de tanta gente. Reconócelo nena, ¿no te gustaría follar delante de tanta gente? – Me preguntó con curiosidad. Sí y no. Por un lado, estoy de acuerdo en que me da mucho morbo follar delante de tantas personas, pero por otro me daría mucha vergüenza, además nunca se sabe que loco te puede mirar. – Contesté con un poco de vergüenza. Pues a mi si me gustaría. Solo de pensar que alguien puede ver como follamos, me entran unas ganas terribles de tirarme sobre ti y arrancarte ese vestido que tan loco me vuelve. Jajajajajaja, no será para tanto. La verdad es que no entiendo cómo te puede gustar tanto esa idea. Estás loco. Después de cenar, Evan me propuso ir al pub, en el que trabajaba un amigo suyo, Liam. Me contó que era uno de esos sitios que se habían puesto de moda, debido a que estaba situado en lo alto de un rascacielos, exactamente en el piso 130 y tenía una terraza espectacular, con unas vistas increíbles de toda la ciudad. También, le comentó, que, si íbamos esa noche, podíamos entrar en uno de los reservados, algo que no era fácil, ya que estaban muy demandados. A mí me pareció una idea genial. Cuando llegamos al edificio, donde se encontraba el pub, entramos en un inmenso hall, de mármol blanco, decorado de manera muy lujosa y moderna, lo que nos dio una idea de cómo sería el lugar donde íbamos. Nos fuimos directos a los ascensores, había mucha gente esperando y casualmente todos eran hombres. Fue difícil no darse cuenta de cómo todos me miraban y me comían con los ojos, unos de manera discreta y otros no tanto. Evan, me llevaba sujeta por la cintura y cuando notó las miradas de los demás, no dudó en bajar su mano hasta mi culo, en ese momento me vino a la mente nuestra conversación de antes y empecé a notar como crecía el calor entre mis piernas. Para mi desgracia, los ascensores no terminaban de llegar y yo empezaba a sentirme un poco incómoda viendo como esos hombres, se movían por el inmenso hall, buscando una mejor perspectiva de nuestro pequeño espectáculo. Empecé a mirar a todos lados y me encontré con una mirada penetrante que casi me deja sin respiración. Me quedé mirándolo fijamente, igual que él lo hacía conmigo. Era un hombre, de unos 60 años, bien vestido, se conservaba bastante bien y era muy atractivo. Era alto, por la forma de su cuerpo, se veía que era un hombre que se mantenía en forma. Su pelo era negro, con algunas canas y bien peinado, a juago con su mirada, que era muy oscura pero hipnótica, te podrías pasar horas y horas mirando esos ojos. Llevaba puesto un pantalón negro de lino y una camisa muy fina de color blanco. Sin duda era un hombre que se veía que atraía a muchas mujeres solo con su presencia. Unos segundos después, que para mí fueron eternos, por fin llegó uno de los ascensores. Todos los hombres se retiraron para dejarnos pasar y de paso, volver a mirarme de arriba abajo, como si fuera un premio por el que competir. Nos situamos en la parte trasera del ascensor, en una esquina. Mientras realizábamos el pequeño trayecto hasta el piso 130, notaba como la mano de Evan, volvía a apoderarse de mi culo, a la vez que me miraba con lujuria. Siguió jugando, con la mano debajo de mi vestido, a la vez que se iba moviendo hacia el interior de mis piernas, hasta que el sonido del ascensor, nos devolvió a la realidad. Al salir de la pequeña cabina, de nuevo, noté como todos los presentes, me devoraban con los ojos y volví a sentir el calor en mi cuerpo, más concretamente entre mis piernas. El pub era un sitio, muy amplio, con una enorme barra de madera a la derecha, el resto de la estancia estaba repleta de mesas, sofás y sillas, de colores, en tonos suaves, donde poder sentarte tranquilamente a tomar algo. De frente a la entrada principal, había grandes ventanales que daban a la amplia terraza, que tenía el local y cuyo acceso era libre para todos los clientes. A ambos lados de los ventanales, se veían cuatro puertas del mismo color que las paredes, como si quisieran camuflarlas para que nadie supiera de su existencia y en el lado derecho de cada puerta una pequeña pantalla, en ese momento, las cuatro, estaban en color rojo. Esas cuatro puertas, daban a los cuatro reservados y uno de ellos era donde íbamos a ir nosotros. Nada más entrar, nos encontramos con Liam, nuestro amigo, a pesar de la cantidad de gente que había. Nos saludó y nos dijo que teníamos que esperar 20 minutos, ya que nuestro reservado todavía no estaba listo. Encontramos sitio en la barra y mientras esperábamos empezamos a pedir nuestras bebidas. Debido a la cantidad de gente que había, el sitio que teníamos era muy pequeño, estábamos completamente pegados el uno al otro, algo que no me importaba, a pesar del sofocante calor que hacía. Mi cabeza no paraba de darle vueltas a lo ocurrido en el hall y posteriormente en el ascensor. Me decía a mí misma que eran cosas mías, realmente no habíamos hecho nada, pero lo que me preocupaba era lo que había sentido al ver como todos esos hombres me habían devorado con sus ojos. Mientras seguía con mis pensamientos, Evan colocó sus manos sobre mi cintura con la idea de acercarme un poco más a él, yo me giré, quedando de espaldas apoyada sobre su pecho. Comencé a frotar mi culo contra su polla, que ya se notaba que la tenía dura, mientras él bajó una de sus manos, para meterla por debajo de mi vestido y volver a jugar con mi culo. Su mano cada vez estaba más dentro de mí, llegando a tocar mi coño. Sabes que nos pueden ver. Esto está lleno de gente. – Le recriminé a modo de broma. ¿Ahora te preocupa que nos miren? Antes en el ascensor no pareció importarte tener todos esos ojos puestos sobre ti. – Me contestó en tono irónico. Ya bueno, pero aquí hay más gente y antes simplemente me tocaste el culo. Jajajajaja, seguro que si te hubiera hecho algo más lo habrías disfrutado. Al final voy a conseguir follarte delante de todos. – Me dijo mientras me miraba con deseo. Ni loca, dejo que me folles delante de nadie. Quítate esa idea de la cabeza. Ya veremos como termina la noche. Comencé a relajarme y a disfrutar de la noche y de lo que mi novio estaba haciéndome en ese momento. La gente seguía moviéndose a nuestro alrededor, pero ninguno de los dos éramos conscientes de lo que hacían, lo único en lo que pensaba en ese momento, era en cómo sus dedos, jugaban en el interior de mi coño. Apoyé la cabeza en su hombro, su mano izquierda, me seguía sujetando por la cintura, cada vez me apretaba más a él y con la derecha, seguía torturándome en mi interior. De vez en cuando acercaba su boca a la mía, para morder mis labios suavemente, algo que sabía que me volvía loca. No tardé mucho en notar, como iba llegando mi primer orgasmo. Nena, estás a punto de correrte, ¿verdad? Ummm si, sigue. – Gemí en bajito. ¿Estás segura de que quieres correrte ahora? Esto está lleno de gente y alguien podría enterarse. – Me preguntó en tono de burla. Cállate y sigue. Sería una pena que parase ahora mismo. En ese momento paró, retiró su mano de mi interior y me giró quedando frente a él y mirándome, sonrió mientras me susurraba al oído, “no pensarías que te lo iba a poner tan fácil”. En ese momento me vinieron a mi cabeza mil insultos y palabras no muy agradables, hacia él, pero decidí callármelas. Nos pusimos a hablar, mientras seguíamos esperando, los 20 minutos había pasado ya y todavía no teníamos nuestro reservado. Yo ya empezaba a aburrirme de esperar, pero Evan insistía en quedarnos, ya que, según él, la espera merecería la pena. Para que la espera se te haga más amena, vamos a jugar un rato. – me propuso Evan. ¿A qué quieres jugar? – Pregunté con curiosidad. Vete al baño, quítate las bragas y traérmelas. Jajajajaja, estás loco, ¿para qué quieres mis bragas? Ya te lo he dicho, para jugar. Pero mi vestido es muy corto, es probable que, al intentar sentarme, se me vea todo. – Protesté. Pues no te sientes. Hazme caso y tráeme tus bragas, te prometo que te lo vas a pasar muy bien. Está bien, te haré caso, pero espero que merezca la pena. Por supuesto que va a merecer la pena. Estoy seguro de que esta noche no las vas a olvidar en mucho tiempo. Fui al baño, que afortunadamente estaba vacío. Entré, me quité las bragas, las guardé en mi mano, apretando el puño muy fuerte, para evitar que alguien se diese cuenta de lo que llevaba. Cuando salí de allí, me sentía rara, como si todo el mundo se estuviese dando cuenta de que no llevaba bragas. No era la primera vez que lo hacía, pero esa vez fue diferente, quizá porque me había obsesionado con nuestra conversación sobre follar en público, y mi cabeza no dejaba de darle vueltas al tema. Yo sola intentaba calmarme, haciéndome creer que eran cosas mías, nadie se estaba fijando en mí, pero en ese momento, me di cuenta, que alguien a mi lado me miraba, justo en el baño de al lado, salió un hombre, que no apartaba sus ojos de mí. Era el mismo hombre que me había mirado fijamente en el hall, le aparté la mirada y me fui. Llegué donde estaba mi novio, que, en ese momento, hablaba con Liam, con disimulo le di mis bragas, las cuales guardó en el bolsillo del pantalón, mientras seguía con su animada conversación. Yo seguía mirando a la gente, notaba algo raro, hasta que vi algo que me sorprendió, el mismo hombre del hall, estaba en una mesa sentado, justo de frente a nosotros con su mirada puesta en mí. Por lo que pude ver, en su mesa, solo había una copa, que estaba a medias, por lo que llevaría allí un rato. Me extrañó no haberme dado cuenta de que estaba tan cerca, pero empecé a recordar que si no me había fijado en él es porque estaba concentrada en como mi novio no me dejó correrme. Nada más pasar esa idea por mi cabeza, me empecé a poner nerviosa, pensando que quizá ese hombre habría visto como Evan, me metía mano delante de todos y como había estado a punto de correrme. Estaba tan nerviosa, que pensé que iba a dar un ataque de pánico, hasta que me volví a fijar en su mirada, esa mirada tan hipnótica, que me impedía apartar la vista de él, hasta que algo me sobresaltó. Mi novio, había dejado de hablar con su amigo y se había vuelto a concentrar en mí. Uno de sus dedos había regresado al interior de mi sexo, mientras me susurraba al oído: Ummm no sé qué es lo que estás mirando, pero parece que te gusta mucho, estás muy caliente. Es la emoción de ir sin bragas. – contesté de manera sarcástica. ¿Solo la emoción de ir sin bragas? ¿Te parece poco? A ver, has ido sin bragas muchas veces y no has estado tan emocionada como ahora. A lo mejor hay algo más. Algo más…¿Cómo qué? Como que te encanta que te toque delante de tanta gente. Jajaja, que ideas tienes, ya te he dicho que eso me parece una locura y si te dejo hacerlo, es porque sé que eres discreto y no vas a permitir que nadie nos vea. – contesté intentando parecer sincera. Bueno, yo lo intento, pero si alguien se da cuenta, no es mi culpa, no puedo controlar las miradas de todos y aunque lo niegues, te encanta lo que estamos haciendo. Antes de que digas nada, te recuerdo que tengo un dedo en tu coño y ahora mismo estás muy mojada y no es tan normal que tu estés así sin haber hecho nada más. Para demostrarme su teoría, sacó su dedo de mi coño y con discreción me lo llevó a la boca para demostrarme todo lo que me decía. No dudé en limpiárselo con mi lengua, mientras el comenzaba a besarme y de nuevo a meter sus manos por debajo del vestido, lo único que esta vez, lo hizo a la vista de todos, algo que realmente me encantó. Me volví a fijar en el hombre, seguía mirándome y llegué a pensar que sabía lo que mi novio me estaba haciendo. Me fijé en que su mano derecha, se encontraba debajo de la mesa, aunque no podía ver lo que hacía con ella, debido a un sillón que tenía delante, con la mano izquierda, apretaba su copa, como si quiera romperla. Por los movimientos que se percibían de su brazo derecho, llegué a pensar que se estaba tocando. Mi respiración, cada vez estaba más agitada, no sabía si era por pensar que un desconocido se estaba masturbando mientras me miraba o por los dedos que tenía en mi interior torturándome, lo que sí sabía es que el orgasmo que estaba creciendo en mi interior iba a ser tremendo. Estaba a punto de correrme, por segunda vez, cuando una voz, lo paró todo. Los dedos de mi novio, se detuvieron en mi interior, el hombre que me miraba, dejó de mover su mano y por primera vez, apartó su mirada y yo, volví a frustrarme, de nuevo, por no tener mi tan ansiado orgasmo. Nuestro reservado estaba listo. Continuará…

Autor: KAREN_93 Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

Espiando a mi tia politica

2024-01-03


Tengo una tia que es un monumento sexual todos los que la conocen se la quieren coger, no viste como puta pero el cuerpo y la cara son tan sexys que atrae tanto a sus 50 años que jovenes de 30 como yo la deseabamos y viejos se la comen con la vista La verdad yo la vehia casi a diario y tambien le dedicaba una paja nomas de recordar sus tetas sus caderas Yo estacionaba mi carro fuera de su casa siempre y un dia le llego un paquete algo grande como un electrodomestico o algo asi, y me dijo el de la paqueteria oye te lo puedo dejar a ti y le dije que si Yo vi la puerta cerrada y dije por aqui a de estar toque y toque la puerta y nada en eso marque al telefono de la casa y contesta si quien habla y le digo tia soy yo a si dime hijo que pasa se escuchaba mucho eco y agua callendo esta se estaba bañando y le dije le llego un paquete y yo lo recibi donde se lo dejo y me dice solo jala una cuerdita de la puerta que esta en la ventana y se abre y me lo pones en el comedor y un favorsote mijo me esperas tantito para que me lo instales porfa se puede y yo con tal de verle las nalgas siii, tia siii, solo la empuje y jale la cuerda y se abrio la puerta Me pase y la verdad deje la puerta cerrada y se lo estaba dejando en el comedor escuche correr el agua de la regadera su casa era de 3 pisos y esta se bañaba hasta arriba Me pico tanto la calentura nomas de saber que se estaba bañando que dije y si voy a espiarla me subi y llegue hasta arriba cuidando que no saliera de otro ... ... lado subi sabia que ella estaba sola y como lo pense se estaba bañando en el baño de arriba me asome por debajo de la puerta y tenia la cortina de baño no podia verla espere y espere y cuando salio de bañarse por segundos pude ver su vagina esta la tenia con el bello muy cortito en triangulo se pego ella hacia puerta y ya no la podia ver solo hasta sus piernas que no estaban nada despresiables Me empeze a sobar el pene asi sobre la ropa rapido me baje y ella sale y grita mijo ya sali de bañarme nomas me cambio y bajo, y yo grite si tia esta bien, se quedo en el segundo piso cambiandose y subi a ver si la podia espiar ahi y me fui hasta afuera de su cuarto y me asome por la puerta que dejo emparejada ella estaba buscando ropa pense que ya tendria la ropa interior puesta pero al ver que buscaba tanga y brasier me exite los puso en la cama y dejo caer la toalla, no podia creerlo dejo mi pene estaba muy duro y me lo saque y empese a masturbarme viendola no perdia detalle de mada en realidad si era tan sexy de cuerpo como la habia soñado en mis fatasias Ahi estaba yo espiandola sin poder dejar de mastubarme la vehia de todos lados sus tetas redondas y firmes aun sus nalgas bien paradas su culo bien redondo unas piernas de infarto con la piel muy blanca y los pesones rosados pequeños cuando se paso la toalla entre los labios de la vagina muy sutilmente casi me vengo, esta se ponia crema subiendo un pie a la cama y m dejo ver sus nalgas como les untaba la crema sus tetas, ...... despues subio el el otro pie y me toco verle su vagina abierta y me vine a chorros en ese momento ahi en pleno piso los tire senti por primera vez en una venida como se me nublaba la vista avente ahi lo de varias semanas sin mastubarme cuando la quize volver a espiar ella ya estaba en la cama con brasier y subiendose la tanga queria verla en tanga caminando pero en eso vi que venia hacia la puerta y rapido me meti bajo la cama de ese cuarto saco un pans y se lo pone sentada sobre la cama donde estaba yo Mi repiracion era agitada y ella ni en cuesta se fue hacia su cuarto con pans puesto no sin gritar hacia abajo ya bajo hijo en un minuto al ver que ella se fue para alla al primer cuarto sali de abajo de la cama me baje a esperar a que bajara con calma Espero y le guste

Autor: Sesenta y nueve Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

Exhibicionista desde niño

2024-01-02


Con 11 años descubrí el placer de mostrarme ante otros hombres. Al salir de la piscina, les observaba y quería ser como ellos: alto, fuerte, con pelo en la entrepierna… Los dedos de mis pies se agitaban bajo el banco del vestuario al contemplarlos y me impulsaban a tirar del elástico del bañador.. Desde pequeño, he tenido siempre un impulso, una sensación, un deseo extraño intermitente, que tan pronto nace como se desvanece, y que solo tiene lugar en ciertas situaciones. Lo siento como cosquillas en los dedos de los pies. Empiezo a agitarlos y contraerlos y enseguida sé que lo único que me apetece es satisfacer esa inexplicable necesidad de hacer algo que, de normal, nunca haría. Soy un chico muy pudoroso incapaz de pasear en calzoncillos por su propia casa, Pero cuando me encuentro con chicos de mi edad e incluso con hombres desconocidos (nunca con familiares ni amigos de familiares) mi cuerpo me pide exhibirme. Así es, creo que soy exhibicionista. Y no es algo nuevo que me haya llegado con la mayoría de edad; esto viene de lejos. Sin ir más lejos, cuando tenía 11 años no perdí la oportunidad de masturbarme con un amigo, aunque dejaba que fuera él quien llevara la iniciativa. No me atrevía proponerle aquellas cosas, pero no faltaban chicos que propusieran, cuando estábamos a solas, enseñarnos nuestros miembros o pasar el rato jugando con ellos. Me gustaba cómo se sorprendían al ver mi polla, no por su tamaño, sino porque empezaba a tener pelo alrededor del tronco, negro y denso. Era un orgullo para mí ser envidiado por ellos, ser distinto. No era lo único que me diferenciaba en ese sentido. Uno de mis amigos la tenía circuncidada, a otro le sobraba demasiada piel y el tercero tenía tan pequeña que casi ni se le veía. La mía era la más «normal», según decían. Estando en casa, en mis primeros juegos íntimos solitarios, descubrí que disfrutaba más si me quitaba los calcetines y sacaba los pies de la sábana, sintiendo el fresco en ellos. Y ocurría lo mismo con mis lisas y blancas axilas. La sensación de exponer, enseñarles, lucir esas piezas del rompecabezas de mi cuerpo e impulsaba el meneo de mi mano y me conducía a un orgasmo mayor a cuantos había conocido hasta entonces. Cuando venía el buen tiempo y un amigo nos invitaba a su casa de campo a dormir, No tardaba en desnudar mis pies, vestir un pijama de tirantes y, cuando íbamos a la cama, quitarme los pantalones. No me atrevía a desnudarme por completo, aunque si proponerlo como juego o sugerir alguna actividad que favoreciera la desnudez, haciéndolo pasar por una broma. No era el lugar más apropiado para dar rienda suelta a mis deseos de exhibicionista pervertido. Seguramente tampoco lo era el vestuario de la piscina climatizada; sin embargo, debió de parecérmelo, al menos a una parte de mí: los deditos de mis pies. Desde el momento en que pisaba el recinto, notaba cosquilleo en las zapatillas. Me desnudaba sentado en el vestuario y no dejaba de mover ligeramente los pies debajo del banco. Cada día me decía: -no debería haber venido con el bañador puesto, no es normal, lo normal es ponérselo aquí, aunque te vea ese tipo de allí, ese padre y su hijo o aquel adolescente. Eres un hombre, estás entre hombres, es lo normal. Estás haciendo el ridículo bajándote el pantalón de deporte y mostrando la explosión azul cielo y verde lima del bañador. Se pensarán que son los calzoncillos Lo cierto es que lo parecía, porque era un bañador tipo slip ajustado. Pese a todo, yo seguía poniéndomelo en casa y evitando esa ocasión recién llegado al vestuario. Otra cosa era lo que sucedía cuando regresaba de la piscina, cansado de hacer largos. Me sorprendía no hallar en el vestuario a casi ninguno de los chicos con los que daba natación. Se cambiaban en el vestuario de las mujeres, donde podían entrar sus madres a ayudarles. Yo era más independiente. Mi madre trabajaba e iba solo a la piscina, de modo que nadie conocido me esperaba en el vestuario. Me sentaba todavía empapado y respiraba un rato tras el entrenamiento, tomándomelo con mucha calma. Era entonces, cuando observaba a otros hombres y empezaba a plantearme imitarlos y no ocultarme a la hora de cambiarme. Solía encerrarme en una ducha individual para que nadie me viera, pero siempre estaba esa llamada a la «normalidad», a ser uno más, a quitarme el cloro en las duchas abiertas como todo hijo de vecino, y sobre todo a mostrarme como dios me trajo el mundo. Nadie me conocía, nadie me diría nada ni me dirigiría la palabra. Tampoco se extrañarían. ¿Qué me frenaba? Además del pudor, el miedo a tenerla demasiado pequeña. Con el agua se me habían encogido los huevos, haciendo que mi polla se viera más rara. Y aunque tenía pelo, era escaso al lado de los demás. No me atrevía a mostrar mi cuerpo en esas condiciones. Pero mis piernas se estiraban, la chispa se había extendido de la punta de mis pies a mi cadera y no se detenía. Así pues, en un sudoroso impulso, agarré el elástico del bañador, me puse en pie descalzo sobre las baldosas y, echando un vistazo y alrededor, contando 3 hombres, dos niños y un adolescente, di un tirón a la prenda y levanté las rodillas lentamente para sacármela, con las piernas temblorosas pero una enorme satisfacción en mi pecho. Al fin me había atrevido a quedarme en bolas delante de todos. ¿Me estarían mirando? Seguramente sí. Yo apuntaba al suelo con los ojos y, como mucho, veía sus pies moviéndose alrededor, ante los bancos de madera. Me giré de espaldas a los dos chicos con los que minutos antes había nadado y guardé el bañador en la taquilla; lo cambié por la toalla, sin llegar a anudarme esta a la cintura, cintura, como había visto hacer a otros. Me la eché al hombro y, fingiendo una seguridad con la que no contaba, mis pies siguieron el camino de las duchas, dejando con el sudor de mi atrevimiento y la humedad del lugar un rastro de huellas infantiles que me delataban. No lo había pensado demasiado bien, pero no podía recular o parecería un idiota: tenía que cruzar todo el vestuario para llegar a las regaderas. Quería cubrirme la entrepierna, pero una parte de mí no me dejaba hacerlo. Tenía que ir desnudo, tenía que dejarme ver y acostumbrarme a ese vergonzoso frío que había que mis deditos se agitaran. Colgué la toalla del perchero y me metí bajo la ducha, observando de reojo el cuerpo de otro hombre, su espalda musculada, sus glúteos, sus piernas y, sobre todo, el tamaño y la forma de su sexo. Era el ejemplo de aquello en lo que quería convertirme: un tipo alto, fuerte, con pelo en la entrepierna, en el pecho, las piernas y las axilas; un tipo seguro con su físico que no siente vergüenza ni se esconde en una ducha privada por miedo que le vean la colita. Lo vi marcharse echándose la toalla al hombro como antes lo había hecho yo y sentí que había dado dado un paso importante aquella tarde. No fue la única vez que nos topamos en las duchas. No todos se atrevían a exhibirse allí, y yo me quedaba con la cara (y el cuerpo) de los valientes. Al cabo de varias semanas de mi primera ducha compartida, la desnudez se convirtió en algo natural para mí, al menos en ese lugar, donde estaba «justificada». ¿Habéis tenido una experiencia parecida? ¿Cómo reaccionabais de pequeños en los vestuarios al ver hombres desnudos?

Autor: ANTINOOYOEL Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

Mi vida como maestro 6. Un dia de compras en el centro comercial en donde la exhibición será el protagonista (parte 1)

2024-01-02


Cumpliendo mi promesa, llevo a Wilmito a comprarle ropa interior, sin embargo aprovechare esta oportunidad para exhibirlo en la tienda de ropa y porque no en el centro comercial.. Al día siguiente me levanté y todo transcurrió con normalidad, en clase cuando me vi con Wilmito ambos actuamos como siempre, como si nada hubiera ocurrido, en el momento del descanso el me busco mientras yo realizaba mi guardia en el patio central, yo estaba en una esquina supervisando todo, cuando noto que él se me acerca. ––Wilmito: Hola profe ––Yo: Hola ––Wilmito: Ehhhh (miro hacia atrás que no hubiera nadie que pudiera oír y hablo en voz baja) con respecto a lo de hoy como hacemos, usted va a mi casa luego de una hora o dos de salir, esto mientras hago el almuerzo y como. ––Yo: No, para nada, hoy no vas a cocinar, no te preocupes por el almuerzo de eso me encargo yo y no lo voy a discutir, con respecto a cómo nos encontraremos, será igual que ayer, así que ya sabes en donde te espero. En ese momento sonó la campana que indicaba el fin del descanso, así que yo me despedí de Wilmito luego de dejarle eso muy en claro, pues no quería el que cocinara y más si estaba en mis posibilidades invitarlo a comer, por suerte luego yo no tenía clase, así que me fui al registro de estudiantes pues tenía un mal presentimiento con respecto a Wilmito o a sus padres más específicamente, ya que suponía que las condiciones en que el vivía se me hacian raras, esto por lo que Wilmito me había dicho como lo de que el tocara prepararse su propia comida, o cuando dijo que su papa lo mataba sino lo encontraba, sonó algo extremo para que lo dijera un niño, en fin entre al registro con la excusa de buscar unos papeles para hacer unas anotaciones en el observador del estudiante, pero me fui rápido a otra sección, busque la carpeta de Wilmito y me la lleve a escondidas oculta en mi ropa, me senté en la biblioteca algo alejado y empecé a revisarla, para mi sorpresa el papa de Wilmito que aparecía en la carpeta no se parecía en nada al señor que había visto ayer, eso me hizo dudar mucho y me empezó a generar más dudas, seguí revisando la carpeta, pero en ese momento lego el coordinador quien me dijo que debía ir a otro curso a vigilarlos, pues un docente no había ido, así que me toco guardar la carpeta y seguir viéndola luego, la carpeta por sí sola no levantaba sospechas, ya que por fuera era como cualquier otra, pero por dentro tenía toda la información de Wilmito, en fin me toco dejar mi investigación para después, me fui a clase y así continue hasta que llegó la hora de la salida, en donde espere que la mayoría de estudiantes salieran, igual que el día anterior, yo había sacado la carpeta y la había guardado con mis papeles y demás cosas que a veces llevo para mi casa, sabía que no podría verla hasta dejar a Wilmito en su casa, así que guarde eso en el maletero del carro y salí del colegio, ahí me encontré a Wilmito quien se subió nuevamente al mi carro. ––Yo: Hola Will, ¿qué tal tus clases hoy? (mientras le revolvía el cabello) ––Wilmito: Ehh hola profe, pues bien, jeje, lo normal diría yo (cuando se sentó hizo un pequeño ruidito como si le doliera algo ––Yo: ¿Estás bien? ––Wilmito: Si profe, no fue nada jeje ––Yo: ¿Comprendo, oye y como te acabo de ir ayer? ¿Tu papa te dijo algo? (mientras comenzaba a manejar) ––Wilmito: Ehhhh este no (en ese momento se le quebró la voz ya agacho la cabeza) cuando él llegó yo ya estaba vestido y no se dio cuenta de nada ––Yo: ¿Seguro? no importa si paso algo, o si se molestó por algo y te regaño, puedes contarme (cuando se le cortó la voz note que me estaba mintiendo, así que algo sí había pasado anoche, además por el quejido que hizo al sentarse, solo esperaba que no fuera algo tan grave) ––Wilmito: Si claro que sí profe, de verdad nada paso, gracias a que usted me llevó rápido hasta mi casa. ––Yo: mmmmm ya veo, sabes que, si alguien te hace daño o algo así puedes contarme verdad, tú puedes confiar en mí para lo que sea, yo siempre te voy a apoyar ––Wilmito: Gracias profe (Wilmito esbozo una sonrisa muy linda, tanto así que casi lo beso en ese instante) ––Yo: Con gusto. mira ya llegamos (en ese momento íbamos llegando a un centro comercial) Yo conduje por un pocos minutos ya que el centro comercial era bastante cerca, entramos, me estacione y bajamos, yo le dije a Wilmito que primero iríamos por su ropa y que luego almorzaríamos, ya que estaba temprano, el acepto y empezamos a buscar la ropa, entramos a una tienda de ropa normal, en donde también vendían muy buena ropa interior y empezamos a buscar, yo le dije a Wilmito que también buscara algo que le llamara la atención, que yo haría lo mismo, así pues ambos empezamos a buscar, yo encontré varias prendas de ropa interior que me gustaría que él usara, como suspensorios, ropa interior con transparencias o algunas tangas que dejaban poco a la imaginación, sin embargo era muy pronto para eso, tal vez en un futuro podría lograr que él se las pusiera, pero ahora decidí buscar algo más recatado, sin embargo no quería dejar el morbo de lado, así que busque una trusa de color blanco, pero me asegure que no trajera tela extra ni nada, es decir que cuando se mojara se transparentara todo y se le viera todo a su portador. También escogí una trusa azul cielo, la cual específicamente escogí una talla más pequeña que la blanca, esto con la intención de que le quedara muy pegada y se le metiera en sus nalgas, e igualmente me asegure de que la tela de está fuera muy delgada,, al final sí me decidí por una tanga, aunque no eran las micro tangas que había visto al inicio, sin embargo si era una tanga normalita, sabía que a él no le gustaría y que no se la compraría, pero por lo menos haría que se la probara para verlo y llevarme esa imagen en mi cabeza. Luego busque a Wilmito para ver el que había escogido, el por su parte había escogido solo unos bóxer negros, así que le dije que escogiera dos prendas más y le mostré lo que yo había escogido para él, evidentemente no le mostré la tanga, él se fue y trajo dos trusas más, una roja y otra azul, me sorprendió que escogiera ese tipo de ropa interior, pues los que rompí eran bóxer y los que había escogido al principio también, sin embargo creo que como vio que yo traje de esos el también lo hizo. ––Yo: Bien vamos al probador para que te los midas y ver cómo te quedan. ––Wilmito: ¿Ehhh que? me los tengo que probar, pero es que en las tiendas no dejan probar la ropa interior. ––Yo: No te preocupes, yo conozco al dueño de esta tienda y él hará una excepción conmigo (eso era cierto yo conocía al dueño, ya en otras ocasiones había comprado ropa interior para mí y me la había dejado probármela, pues hasta me había tocado desfilarle y mostrarle como me quedaba cada prenda, cosa que no me molestaba, hasta lo había disfrutado y había pasado a mayores) ––Wilmito: Pero no creo que haga falta, yo sé que esos me van a quedar bien ––Yo: Es mejor que te los pruebes, así nos aseguramos que te queden, ya que no tendría sentido comprar algo que no vas a usar verdad? ––Wilmito: Ay, bueno si, está bien profe, tiene razón Nos fuimos a los probadores, por suerte al ser un día entre semana y al ser como las 12:30 la tienda estaba casi vacía, Wilmito entró al probador y le pase primero el bóxer negro que el había seleccionado, al hacerlo le dije que mejor me pasara su ropa para yo sostenerla, al principio dudo un poco pero finalmente acepto, cerro la cortina y luego de unos segundos me paso su pantalón, en ese momento para asegurarme le dije que la ropa interior también, al momento salió su manito sosteniendo su ropa interior, así que la tome y mire hacia todos los lados, por suerte no había nadie, así que me la lleve a la nariz inhale profundamente quedando la parte donde queda su penecito en mi nariz, olía un poco a sudor de niño, el aroma era leve pero aun así era muy rico, luego ya volví a la realidad. Él me dijo que ya se los había probado y que le quedaban bien, sin embargo yo le dije que abriera la cortina para ver cómo le quedaban, él la abrió y por desgracia su camiseta al ser larga le tapaba prácticamente toda su ropa interior, así que le dije que se subiera su camiseta para ver mejor como le quedaba, le dije esto en este momento, así ya no se le haría tan raro que se lo pidiera cuando se probara las demás prendas más reveladoras, en especial la tanga, bueno en fin, el bóxer negro le quedaba muy bien, hacia que sus nalguitas se vieran muy apretadas y apetecibles, en la parte de su bulto le sobraba un poco de tela pero aun así lucia bastante bien. Luego de eso le dije que se debía probar la trusa blanca, una de las que yo había escogido, así que entro y le dije que me pasara los bóxer negros, lo hizo, luego se puso la trusa blanca y salió, esta se le veía genial, me encantaba como cada vez se revelaba mas parte de su piel, por ejemplo sus nalgas la cuales ya quedaban más a la vista, debido a que a pesar de que la trusa mostraba una parte de sus jugosas nalgas no me las dejaba ver por completo, así que si quería verlas por completo tendría que esperar hasta que se pusiera la tanga. Luego Wilmito se giró y pude ver que tenía su penecito acomodado hacia un lado, le dije que se acomodara bien la trusa, él lo intento, pero luego yo le dije que yo le ayudaba, así que me agaché en frente de Wilmito y metí mis dedos en los elásticos de esa trusa y con mucha suavidad tome su penecito y lo acomode como debía ser, para luego terminar de acomodar dicha prenda, sin embargo, había algo que no me gustaba pues se le veía muy suelta. ––Yo: Ahora sí, que diferencia, ¿aunque no la sientes algo grande?, creo que te traje una talla más grande de la que eres. ––Wilmito: Ehhhh pues un poco, pero no importa ya estoy acostumbrado a usar ropa así. ––Yo: Claro que importa, no te preocupes, deja ya pido que la cambien En ese momento llamé al encargado de la tienda el cual era un amigo mío para comentarle la situación, mostrándole cómo le quedaba a Wilmito, el llego y yo estaba medio metido en el probador agachado en frente de Wilmito, así que metí nuevamente mis dedos en los elásticos de la trusa de Wilmito y tire hacia abajo, haciendo que esta callera hasta sus tobillos, al mismo tiempo que su penecito saltaba y se veía muy lindo como rebotaba un poco, en ese momento Wilmito quedo sorprendido, soltó un pequeño quejido de su boca y se llevó sus manos a su penecito para taparse, aunque ya era tarde pues mi amigo ya lo había visto, mi amigo soltó un sonido como de asombro al ver que yo le hice esto a Wilmito, pues a pesar de que ya teníamos un pasado él no se imaginaba que yo haría algo así, Wilmito intento cerrar la cortina, pero como yo estaba ahí agachado no pudo, además le dije que no la cerrara, pues así mi amigo podría ayudarnos, le termine de sacar la trusa y se la pase a mi amigo, él dijo que sí que ya iría por una de una talla más chica, luego yo me levante y le dije que tenía estas que si el creía que también requieren cambio por una talla menor, Wilmito aprovecho que yo ya no estorbaba y cerro la cortina, como era mi amigo le mostré la tanga y le guiñe un ojo, él dijo que no era necesario, que esas le quedarían bien y se fue a buscar la otra talla, Al regresar se la pasó a Wilmito y este luego de ponérsela salió y nos la mostró, esta le quedaba mucho más apretada y lucía mucho mejor. En ese momento me sorprendió mi amigo, pues nos dijo que cómo íbamos a llevar varias prendas, él nos quería obsequiar algo y le paso a Wilmito una playera sin mangas (esqueleto), el cual era negro y tenía unas zonas transparentes, luego le dijo que se lo probara. Wilmito lo tomó y cerró la cortina pero no le quedó bien cerrada por lo cual, mediante el espejo yo lo podía ver, él se quitó la camiseta que traia puesta y pude ver parte de su cuerpecito desnudo, bueno aún tenía la trusa pero era lo único, aun asi se veia muy lindo Wilmito, el verlo así me provocó una sensación de querer abrazarlo y besarlo, luego Wilmito se puso lo que mi amigo le había obsequiado y abrió la cortina, esta camiseta sin mangas le quedaba espectacular, era de su talla o algo más chica pues el borde de esta le daba un poco más arriba del borde su ropa interior, además que por las transparencias se le veían sus tetillas, lo cual lo hacía lucir muy sexy, le dije que mejor se siguiera probando los demás con esa y que me pasara la otra con la que había venido, así lo hizo. En ese momento llegó otro cliente, un señor con dos niños y mi amigo tuvo que ir a atenderlo, por lo cual quedamos nuevamente “solos” con Wilmito. Luego él se siguió probando las dos trusas que el había escogido las cuales le quedaron muy bien y disfruté mucho viendo como se le pegaban a su cuerpo, seguíamos haciendo lo mismo él entraba se quitaba la trusa, me la pasaba y por unos instantes quedaba desnudo hasta que se ponía la siguiente, llegó el turno de la trusa color azul cielo, la cual yo había escogido para que le quedara pequeña a Wilmito, él se la probó y al salir era más que claro que le quedaba pequeña, pero eso me encantaba, pues en la parte delantera esta si se pegaba por completo a su penecito y dejaba una pequeña parte de su pelvis a la vista, que si él hubiera tenido vello pubico se le hubiera visto, sin embargo era muy excitante ver parte de su pelvis así lampiña, cuando le dije que se girara la vista mejoro muchísimo, pues le quedaba tan apretado que se le metía entre las nalgas haciendo que pareciera que él estaba usando una tanga, eso era un deleite para mí. Wilmito me decía que no estaba seguro si le gustaba, pues la veía algo pequeña, por mi parte le hice saber que no era así, justo en ese momento iba pasando uno de los niños junto con el señor que había llegado, el otro niño estaba lejos viendo ropa, el que estaba al lado del que parecía su padre era un niño banquito bastante guapo, aunque ya se veía algo grandecito tal vez un poco más que Wilmito, pues este niño ya tenía vello facial y me imagino que en todo su cuerpo, yo le calculaba unos 15 años más o menos. ––Yo: ¿ehhhhh señor, cierto que se le ve bien? ––Señor: Ehhhhh pues este si la verdad si (Wilmito se puso rojo y se tapó con sus manos) ––Yo: Viste él también dice que te quedan bien, a ver gírate para que nos diga cómo te quedan por atrás (Wilmito algo avergonzado se giró) ––Señor: Wow si se le ve muy bien, jejeje ––Yo: Ya ves, te queda super bien, y tú qué opinas niño, ¿se le ven bien verdad? (el chico se puso rojo y se ocultó tras unas camisas, pero aun seguía viendo a Wilmito) ––Señor: Es algo tímido, aunque sabe que esa trusa se ve muy bien, creo que también le voy a comprar una a mi hijo. En ese momento el papa llamo al niño y le dijo que fuera a buscar una trusa asi mientras el miraba otras cosas, Wilmito se giró nuevamente, sin embargo no lo notaba muy convencido de quedarse con esa prenda, así que llame nuevamente a mi amigo para que nos diera una opinión, cuando lo hice Wilmito se asustó, pues no quería que él lo volviera a ver así, pero ya era muy tarde, mi amigo llegó en cuestión de segundos y ya estaba observando a Wilmito, le comente la situación y él estuvo de acuerdo conmigo en que le quedaba muy bien esa trusa, aunque dijo que si sera que se la coloco al revés, en ese momento yo me agache a revisar y nuevamente le baje la trusa a Wilmito dejándolo expuesto ante mi amigo, él se puso rojo de inmediato, nuevamente escuche un quejido lo que se me hizo raro y se tapó su penecito, el cual cuando baje la trusa note que estaba un poco erecto, supongo que por el morbo de hace un momento cuando le baje la trusa blanca y que el niño lo viera, sin embargo se tapó rápido, como de costumbre , luego de mirar que la trusa estuviera bien se la volví a poner a Wilmito para lo que le pedí que alzara los brazos, que se dejara de tapar, pero este no quería, sin embargo mi amigo le dijo que no había problema que él ya lo había visto, así que no tenía nada que ocular, el quito sus manos de su penecito y pude subir la trusa y acomodarle muy bien su penecito dentro de esta, en ese Wilmito soltó un suspiro como si estuviera conteniendo o aguantando algo, lo cual me siguió generando más sospechas pero no dije nada, luego con mi amigo seguimos convenciendo a Wilmito de que le quedaba bien, después de todo mi amigo era igual o más pervertido que yo, así que sabía que me apoyaría, también estaba seguro que ya tenía su pene erecto entre sus pantalones, esto lo confirme cuando en dos ocasiones mientras veía a Wilmito se acomodaba su paquete. Ante nuestra insistencia Wilmito aceptó que, si le quedaba bien, luego le dije que le faltaba una por probarse, entro y me paso la trusa azul, yo luego le pase la tanga, esperando a ver si reacción. ––Wilmito: Ehhhhh profe está seguro que esta trusa está completa? es que la veo algo pequeña. ––Yo: Si, solo que ese es un modelo diferente, pero apuesto a que también te quedará bien. ––Wilmito: Seguro profe, es que no se parece ropa interior de mujer o no se, la verdad. ––Yo: Si estoy seguro, si quieres entro y te lo ayudó a poner ––Wilmito: Ehhh no, no, no ya me lo pongo profe. Wilmito abrió la cortina y el esperaba que mi amigo ya no estuviera, pero para su mala suerte este aún estaba ahí expectante a que saliera Wilmito, cuando se dio cuenta se tapó rápidamente con la cortina y se puso rojo, sin embargo yo le dije que no había de qué avergonzarse, que él era el dueño de la tienda y era profesional, así que solo nos daría su punto de vista para ver cómo le quedaba la ropa. Wilmito soltó la cortina y salió del probador revelándonos un gran espectáculo, pues esta tanga le tapaba por delante justo lo necesario para cubrir su penecito, cuando le pedimos que se girara quedamos maravillados con la vista, pues la tanga le quedaba perfectamente metida en sus nalgas, haciendo que estas resaltaran muchísimo, tanto así que casi le doy una nalgada de lo rico que se veía, sin embargo no todo era color de rosa, pues sus nalgas se le veían ligeramente rojas, al principio pensé que la incomodidad al sentarse en mi auto o subirle la trusa era porque lo había lastimado ayer, pero era obvio que alguien había golpeado a Wilmito con algo, mi amigo también lo noto y me miró, yo le devolví la mirada e hice una seña para indicarle que no sabía. Luego yo le dije a Wilmito que le había quedado muy bien, que si le gustaba como le quedaba, este dijo que no estaba seguro y al mirarse en el espejo y notar sus nalgas se intentó ocultar en el probador y se puso rojo además de que agacho la cabeza como sintiendo miedo o vergüenza, mi amigo lo notó y dijo que iba a ir a la caja, pues alguien lo necesitaba, aunque no era verdad, era para dejarnos a solas. Yo entre al cubículo y me agache a la altura de Wilmito. ––Yo: ¿Todo está bien? sabes que me puedes contar lo que sea ––Wilmito: Ehhhh si (aun con la cabeza agachada) ––Yo: Entiendo, si quieres me puedes contar luego, no es necesario que sea ya, sin embargo, si debo ponerte algo ahí para que te mejores, tal vez yo te lo hice ayer sin querer en mi apartamento ––Wilmito: No, claro que no profe, esto me lo hice yo solo ––Yo: ¿Tú solo? ¿cómo así? ––Wilmito: Ehhhh si este, es que …. mmmm… me caí hoy jugando en el colegio ––Yo: mmmmm comprendo, aun así, debo ponerte algo, pero no estés triste por eso, tus nalguitas se ven geniales de cualquier manera jeje (me acerque y le di un beso en su mejilla y luego me levante) Wilmito sonrió un poco lo cual me alegro, luego le dije que esa ropa interior en particular le quedaba muy bien, que debería escoger otra, el me miro y dijo que no estaba seguro pues se sentía algo rara, yo le dije que era como todo que luego se acostumbraría, sin embargo, él no pareció muy convencido, así que le dije que probáramos con esa por un tiempo para ver cómo se sentía, que le diera una oportunidad, finalmente terminó aceptando. le dijo que me la pasara pues ya debía ir a pagar. El cerro la cortina y me paso la tanga, en ese momento entraron dos hombres bastante guapos y algo maduros a la tienda, yo los vi un momento y supuse que eran pareja, luego mi mente regreso a donde yo estaba y le dije a Wilmito que me pasara también la camiseta sin mangas, pues a pesar de ser un obsequio debía registrarse en la caja, al momento el me la paso, el solo imaginar que Wilmito estaba en ese probador completamente desnudo y vulnerable hacía que mi pene ya estuviera completamente erecto, antes de que él pudiera decirme algo me fui a pagar y lo deje ahí completamente desnudo, fui y pague cuando lo estaba haciendo note que el hombre con sus dos hijos se acercaban a los probadores, para mi suerte decidió abrir el probador en el que estaba Wilmito, cuando lo hizo pude escuchar el grito de Wilmito y me imagine como se taba su penecito, luego aquel hombre se disculpó, pero antes de cerrar uno de sus hijos el más pequeño, mencionó que el penecito de Wilmito era muy pequeño y se empezó a reír, mientras su papa se ponía rojo y solo miraba a Wilmito, luego el señor se disculpó y se metió en otro poblador mientras que sus hijos lo esperaban afuera de este, Wilmito cerro la cortina, pero este niño pequeño quería verlo, así que se metió también al probador y no sé lo que ocurrió ahí, solo sé que luego de unos segundos Wilmito salió completamente desnudo del probador corriendo hacia mi muy rojo y tapándose como podía, yo al verlo así le pregunte que había pasado y porque estaba desnudo, él me dijo que no le había dado la ropa, yo me disculpe y le pase su ropa, sin embargo los dos hombres que habían entrado hace poco y el hermano mayor disfrutaron de todo el espectáculo desnudo que Wilmito acababa de ofrecer, tan pronto le pase la ropa Wilmito se la puso super rápido, aunque no soltó un quejido su hizo una cara cuando se puso la ropa interior rápido pues le había dolido, claramente para poderse vestir tuvo que destaparse por unos segundos revelándoles al señor y sus dos hijos, a mí y a mi amigo su penecito y bolitas, que lucían geniales, cuando ya se vistió por completo le agradecimos a mi amigo y nos fuimos. Le pregunté a Wilmito que quería almorzar aunque antes debíamos ir a la farmacia, así que este dijo que lo que sea está bien, supuse que diría algo así, pues él era un niño muy humilde eso también me gustaba de él, así que lo iba a llevar a comer algo rico, pero primero como dije íbamos a la farmacia, fuimos a una, en donde al entrar nos atendió un señor que yo no diría que era viejo, sin embargo si era mayor, unos 50 años tal vez, le pedí lo que necesitábamos y el me pregunto que si era para mí, yo le dije que no, que era para él y señala a Wilmito, luego el farmacéutico dijo que en donde se había raspado, que si era en la rodilla, le dije que no que se había raspado en la cola, el me miro algo extrañado yo le dije que si queria le mostraba para que el viera mejor como era la situación y así pues nos dijera si era necesaria o no una crema, en su mirada pude ver algo de perversidad y deseo, aceptando al instante, sin embargo la farmacia no tenía un consultorio especial para pacientes o algo así, si no que solo estaba la vitrina y ya, por lo cual el salió de detrás de la vitrina y se acercó a nosotros para decirnos que le mostráramos. Yo veía que Wilmito estaba muy nervioso, así que le acaricie el cabello y le dije que sería rápido, que el señor solo miraría un momento y ya, luego me agache, gire a Wilmito y le baje un poco su pantalón y ropa interior, solo por la parte de atrás, esto para mostrarle al farmacéutico la raspadura, este se acercó y empezó a revisar muy de cerca las nalgas de Wilmito, se agacho y las palpó un poco, luego bajó aún más los pantalones y ropa interior de aquel niño, lo que hizo que en su parte delantera su penecito quedara al aire libre, en donde si alguien entraba a la farmacia lo podría ver por completo, Wilmito se tapó rápido, luego el señor acarició las nalgas de Wilmito y se levantó agarrándose el bulto, era obvio que se había excitado al ver a un niño en esas condiciones, sin embargo en medio de la tienda no había mucho que pudiera hacer, luego de acomodarse su bulto regreso adentro de la vitrina y empezó a buscar una crema, cuando la encontró me la paso y yo la tome, ahí Will me dijo que si ya, yo recién notaba que aún tenía sus pantalones a medio muslo, exhibiendo sus nalgas y su penecito, Yo le dije que sí que claro, inmediatamente se subió los pantalones, luego el farmacéutico me dio las indicaciones y antes de irnos, note como se quedaba viendo a Wilmito de manera muy morbosa, casi como si se lo comiera con la mirada, luego yo le dije a Wilmito que debía de ponérsela así que debíamos de ir al baño, este al principio no quería por obvias razones, pero pues lo terminé convenciendo ya que no se podía quedar con ese dolor por todo el día, así que fuimos al baño y al llegar estaba solo así que le dije a Wilmito que se tenía que bajar los pantalones y la ropa interior para ponerle la crema, esté dijo que mejor en un cubículo para que nadie viera, yo al principio acepte, entramos al cubículo y este se bajó los pantalones y la ropa interior hasta las rodillas, pero el cubículo era demasiado pequeño, así que le dije que no, que así no iba a poder que nos teníamos que salir, este no tenía otra alternativa, así que así con sus pantalones abajo salió del cubículo, yo le dije que se subiera en el lavamanos pues de esta manera me quedaría más fácil ponerle la crema, Wilmito sabía que no tenía muchas opciones así que acepto, se subió al lavamanos arrodillado frente a este mirándose directo al espejo, mientras yo para poder trabajar mejor le dije que le sacaría del todo su pantalón y ropa interior, este no dijo nada así que asumí que aceptaba, le quite sus pantalones y ropa interior y los lance a un lado, luego abrí la pomada y con mucho cuidado empecé a ponérsela, con mis dedos recorría ese par de nalgas teniendo cuidado de no hacerlo muy fuerte para que no le doliera, luego de que yo recorriera muy bien esas nalguitas y que les pusiera la cantidad necesaria de crema le dije a Wilmito que sus bolitas también se veían algo rojas así que también le debía poner ahí, pero para eso se debía girar y acostar boca arriba pero con el trasero al aire para que la crema que le puse no se cayera, es decir quedaría básicamente como si le fuera a poner o cambiar un pañal, claro que esto último no se lo dije. Wilmito al principio dijo que no hacía falta ponerse crema ahí, sin embargo yo le dije que sí ya que pues se le veían algo rojas, este finalmente terminó aceptando, así que se giró con mucho cuidado y sacó su culito, de esta manera quedó mirando hacia el techo y con las piernas abiertas, en donde su penecito y bolitas quedaron totalmente expuestas ante mí y de cualquiera que entrara al baño, yo antes de ponerle crema con la mano que tenía limpia empecé a acariciarle sus bolitas y su penecito, bajando y subiendo un poco su prepucio, más específicamente jugando con él, yo estaba en eso cuando vi por el espejo que entro alguien al baño, por suerte era el farmacéutico que nos había vendido la pomada y que se había quedado mirando a Wilmito de manera morbosa, tan pronto entra Wilmito se tapa sus genitales con sus manitas y se pone rojo, además de hacerme una mirada como de pánico, por la persona que habia entrado, sin embargo yo me mantengo firme como si nada pasara. ––Farmacéutico: Hola, veo que ya le está poniendo la pomada ––Yo: Si la verdad si, bueno ya se la puse, aunque noto que aquí en sus bolitas también tiene la piel algo roja ––Farmacéutico: Mmmm pues si la quita las manos podría ver ––Yo: Will quita las manos para que el señor pueda ver Wilmito quitó las manos con mucha vergüenza y el farmacéutico acerco su cara a las Bolitas de Wilmito, luego con sus manos empiezo a masajearlas, También empezó a acariciar su penecito con la otra mano, Wilmito estaba muy rojo por el hecho de que este señor lo estudie a tocando, luego de uno o dos minutos haciendo esto, él se incorporó y me dijo ––Farmacéutico: si también es necesario poner algo de crema en sus testículos, además que vi que te falto un poco en sus nalgas ––Yo: Ohhhh ya veo, doc será que usted me puede hacer un favor y se la aplica. Es que tengo muchas ganas de orinar, entonces si quiere mientras orino usted se la aplica para que quede bien ¿sí? ––Farmacéutico: Mmmmm está bien, de acuerdo se la pondré Vi como Wilmito se asustaba al escuchar lo que yo decía sin embargo no le di tiempo de decir o hacer algo, ya que rápidamente yo me fui hacia la zona de los cubículos y fingí cerrar una puerta sin embargo no lo hice del todo, esto para poder espiar al farmacéutico y como le ponía la crema a Wilmito o que hacía con él, estoy seguro que él sabía que lo estaba viendo pero no le importo, así que el trato de relajar a Wilmito diciéndole que no tuviera vergüenza, que él era un profesional de la salud y que esto era algo que él hacía seguido, que si quería para que se relajara cerrara los ojos, así no le daría tanta vergüenza, no sé si Wilmito lo hizo porque al estar acostado no veía su rostro, sin embargo supongo que sí, ya que Will es un niño muy obediente, luego el farmacéutico tomó nuevamente las bolitas de Wilmito y empezó a tocarlas, se agacho quedando casi que su cara pegada a los testículos de este niño, acerco su nariz e inhaló profundo al tiempo que se llevaba una mano a su bulto y se lo sobaba con fuerza, luego miro hacia la puerta del baño suponiendo que yo no debía tardar en salir, así que se levantó y tomo un poco de crema y se la esparció por todos los testículos a Wilmito, luego tomo otro poco y por lo que medio vi se la puso en sus nalgas, pero muy cerca de su ano, esto lo sé porque él se puso crema en un solo dedo, luego la acerco a las nalgas de Wilmito y este soltó un pequeño gemido. En ese momento decidí salir del cubículo, el farmacéutico retiró su dedo y esperé a que yo llegara, cuando llegué Wilmito ya tenía los ojos abiertos y luego en el lavamanos de al lado el farmacéutico se lavó los restos de crema que tenía en su mano. ––Farmacéutico: Listo ya quedo, ahora solo deben esperar a que se seque un poco antes de ponerse los pantalones, esto para que no se le vaya a caer la crema por el pantalón. ––Yo: ohhhh gracias, es usted muy amable jeje, ¿entonces con esto el trasero y las bolitas ya se le pondrán mejor verdad? ––Farmacéutico: Si claro que si, por suerte su pene no recibió ningún tipo de raspadura (con su mano agarró el penecito de Wilmito y lo empezó a tocar, hasta bajarle el prepucio) ve se encuentra en muy buen estado y también su glande, se ve rosadito y en buenas condiciones ( luego con sus dedos empezó a dar pequeños círculos en el glande de Wilmito haciendo un poco de presión) ––Yo: Si es verdad, que suerte, bueno se lo agradezco mucho doc, es usted muy amable ––Farmacéutico: Es con mucho gusto, bueno los tengo que dejar ya debo volver al trabajo Luego de decir esto retiró los dedos del glande de Wilmito y se giró para irse, pero yo alcance a ver como se los llevaba a la nariz y luego se los metía en la boca y los chupaba con algo de fuerza hasta perderse entre la puerta del baño, esto me puso muy caliente y mi verga ya estaba erecta, pues ver cómo este hombre había acariciado a Wilmito y antes de irse había recolectado en sus dedos el sabor y olor del penecito de Wilmito para luego comérselo era algo muy, pero muy morboso, que ya me tenía botando mucho liquido preseminal en mi ropa interior. Luego Wilmito al notar que ya había salido el farmacéutico se levantó y se puso en pie, yo le dije que tuviera cuidado pues aún la crema estaba fresca, él dijo que no importaba que la camisa era algo larga pero no la tocaba, cuando me fije, era verdad la camisa era algo larga, ya que por eso se la hice subir en el probador, al tenerla puesta era casi como una falda, más o menos, le tapaba sus nalguitas y su penecito, Wilmito hizo eso para que si alguien más entrara no le viera todas sus cositas, sin embargo me dio una idea para seguir con su exhibición ––Yo: bien veo que esta camisa te queda bastante larga, te tapa muy bien todo ––Wilmito: Pues si la verdad es que si jeje ––Yo: Lo mejor de todo es que permite que se te sé que la crema sin ningún problema ya que tu trasero queda al aire, por eso creo que te quedaras así hasta que se te seque, sin embargo, debemos ir a almorzar y hacer más cosas así que vas a tener que salir del baño así Continuara ….

Autor: DONOTSILENCE Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

Las tangas de mi amiga van 3ra parte

2024-01-02


Mi nombre es martín y como les venia contando, x fin pude cumplir mi fantasía de cogerme a mi van.. siguiendo el relato anterior la estaba penetrando en el baño, x detrás y de parado contra el lavabo.. Van con pequeños gemidos y quejas casi en silencio y yo bombeando cada vez más fuerte mientras tenia en cada una de mis manos sus pequeñas tetas y diciéndole a oído mientras ella se dejaba coger.. !como me calentas van! Me volves loco! Me calientas tus tangas! Ella solo de a ratos se quejaba y así hasta el momento que sentí venirme y saque mi pija de su conchita y acabe en su cola y sobre el triángulito trasero de su tanguita blanca y de encaje.. estuvimos inmóvil por un instante y se muy bien q mi amiga terminó disfrutando el polvo... en eso van se separa de mi y mientras se guardaba sus pequeñas tetas y se subía el su tanga y su joggin me decía.. sos un pajero martin! Después de un pequeño empujón en mi pecho me dijo.. ya te saliste con la tuya.. ahora andate.. termina el trabajo y te vas y ni se te ocurra decirle lo q paso a alguien.. mi respuesta fue.. Van me volves! No aguantaba más! Nadie me calentó tanto de esta manera! Te sueño van! Le dije mientras trate de abrazarla nuevamente y ella me volvió a dar un empujón y me dijo... dale deja de joder, termina el trabajo, agarra tus herramientas y andate!!! Mi amiga sale del baño y sinto la puerta de salida, seguramente se dirigía a la casa de su madre a buscar a su pequeña hija. Cuando me quedé solo terminé mi trabajo y ... ... de guardar mis herramientas y antes de irme mi morbo seguía a mi y volví al baño para llevarme una de sus dos tangas colgadas en la ducha, elegí la tanga rosa tipo animal print.. antes de irme se me ocurrió dirigirme hacia la ventana del patio trasero para sacarle la traba desde adentro, ya la había estudiado, sabía q nunca la abre y por lógica nunca se daría cuanta q está destrabada.. tenía la fantasía de ingresar a su casa cuando no había nadie y revisar su cajon de ropa interior, oler sus tangas usadas y masturbarme con ellas en su cama.. después de destrabar la ventana y guardar la tanguita note q van no regresaba y entonces decidí irme a mi casa.. pasado un par de semanas no tuve noticias de van.. ni siquiera la cruce por la calle.. un día viernes mirando las redes supe q una de sus amigas íntimas cumplía años y lo festejaba en el boliche de moda, obviamente sabia q mi amiga no iba a estar en su casa y su hija seguramente se quedaba al cuidado de su madre... llegó la hora y vi historias de insta con imágenes de van en el boliche.. entonces yo sumamente drogado y caliente me fui para su casa, me subí x el frente a su techo y me dirigí al patio para llegar a la ventana con mucha adrenalina y calentura pude ingresar y lleve un linternita pequeña y una pequeña cámara espia con la intención de dejarla en el baño y poder verla desnuda y en tanga... fui derecho al cajón donde guardaba sus tangas y pude verlas a todas y con tiempo y tranquilidad.. luego me dirigí al baño y no ...... encontré nada.. luego fui al lavadero y al cesto de ropa sucia y encontré dos tanguitas usadas y con un rico olor, hasta algunos bellos pubicos pegados en la zona de su vagina, estaba como loco!! Una de las tantas era muy chiquita a rayas blanco y negro y un moño rosado en la parte de adelante, la otra era también muy sexy y pequeña color pastel con estampados dibujos de frutas en rojo y la parte del elástico superior de tela encaje en rojo.. una locura!! Me las lleve a su cama y también seleccióne dos tanguitas del cajón, una era toda roja tipo hilo dental, casi transparente y la otra era negra también muy chiquita y con un volado en la parte superior. Las puse en la cama y saque el celu para masturbarme y grabar un video acabando sobre alguna de ellas.. en eso mi cabeza volaba y estaba a mil, como aquella vez q estaba decidido a todo y no me importaba nada, en eso se me vino la idea de ir a mi casa y buscar el cloroformo que tenia hace tiempo y esperar que regrese de la fiesta y dormirla y cumplir otra de las fantasía q siempre tuve,sin pensarlo deje todo como estaba y me salí a buscar el liquido, luego volví y espere en el patio con la ventana semi abierta para ver si regresaba sola y poder actuar.. después de un rato noto q prenden la luz del la sala comedor y me dispuse a espiar, veo a van ingresar sola sin acompañante y sin familiar... la veo q se dirige a su cuarto y luego de unos minutos se metió al baño y cuando veo q cierra la puerta me meto sin hacer ruido y me ... ... paro en el cuarto de lavado esperando que salga..cuando abre la puerta y se dirige directo a su cuarto dándome la espalda y para mi sorpresa morbosa estaba en ropa interior, con una pequeña tanga rosa de algodón, con tiritas finitas a los costados y una musculosa escotada negra, yo con el corazón a mil y sin pensarlo me abalanzo a ella por la espalda y le pongo la franela en su nariz y boca y la sostenengo hasta q noto q se desvanece, van ni alcanzo a gritar o quejarse, así como la tenia sujetándola desde atrás la lleve hasta su cama y la recosté, en ese momento saqué mi cámara para filmar todo su cuerpo como siempre lo soñé, verla así en tanga y sumisa era mi sueño desde siempre. Luego de unos minutos empiezo a manosearla, empecé tocando su cola y su tanguita luego la gire y me fui derecho a su conchita x encima de su tanga, así x un rato, luego fui x debajo de su blusa y manosear sus tetitas y pezones.. en eso noto un pequeño movimiento y queja de mi amiga y me doy cuenta q se estaba despertando, vuelvo a poner la franela en su boca y logró q se vuelva a dormir, cuando tuve sus pechos fuera de la blusa empecé a chuparlos x unos minutos luego me reincorporo y voy a su entrepierna y luego de tocar un poco su conchita le corro su tanga y le empiezo a manosear y meter dedos, también le pase la legua varia veces, era un sueño, todo esto siempre con mi amiga van dormida y yo grabando como podía con mi cámara.. para ese momento tenia la pija muy dura y no aguantaba más, le pasé la ...... cabeza por su conchita y la penetre despacio al principio mientras manoseaba sus pequeñas tetas..

Autor: Cayote Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

Mi primita y el primer internet de la casa

2023-12-29


Antes vivía en un cerro y era difícil que ciertas cosas llegarán si querías ver algo en internet tenías que bajar hasta una casa que vendía recargas, mi familia era amplia vivíamos en una casa algo grande, eramos mi mama mis tías y mis primos y primas (en mi familia no habia hombres por que se fueron cuando supieron que iban a ser papas) bueno. Un día una tía que andaba con un señor que tenía bastante feria por qué vendía vacas nos dijo que íbamos a tener internet obviamente todos nos emocionamos Ya no íbamos a bajar por una recarga denuevo y aparte a mí me servía para hacer otras cosas Pasaron unas 2 semanas y lo pusieron era lento y casi no cargaban los videos pero cuando solo había un dispositivo conectado se ponía normal En ese tiempo yo era bien caliente y me gustaba ver porno, lo miraba en mi cuarto y cuando no había nadie siempre me quedaba unas horas solo en la tarde por qué los demás trabajan Bueno un día estaba en la sala esperando que todos se fueran para poder jalarmela en paz, lo único malo es que estaba lloviendo y estaba relento el internet así que me puse a ver si había algo con que jalarmela busque en los cajones de mis tías saqué algunos calzones y sostenes pero no me gustaron eran de señoras Fui donde mis primas pero tenían con llave los cajones Y cuando fui al cuarto de mi prima menor vi que los tenía en la cama no le gusta ordenar mucho, me sentí excitado por qué no sólo eran calzones limpios había algunos ya usados Ella siempre salía ... ... en la tarde tenía reuniones en la iglesia y cosas asi Ese día me la jale bien sabroso con esos calzones y hasta me robe uno. Después de eso ya me era costumbre agarrar un clazon de ella y masturbarme con eso, o miraba la manera de espiarla en su cuarto mientras se cambiaba ella tenía 14 años Después de meses en lo mismo pasó algo, un familiar se agravó en el hospital y ps mi familia quería ir Yo con la escusa que estaba enfermo me quedé y mi prima igual por qué iba a ir donde una amiga a dormir Ese día pasé junto a ella esperando que llegara la tarde para poder agarrar un calzón y jalarmela, ella salió normal le dije adiós y me fui directo a jalarmela a media paja pensé en algo podría hacerle un pequeño agujero a la parede de mi cuarto para poder espiarla lo empezé a hacer con una navaja que tenía de su cuarto al mío y cuando iba a la mitad noté que ella había dejado su pc encendida me acerque y la revise buscando algo sexy que ver talvez tenia un novio o algo Pero vi que ella tenía el Google abierto en una página porno cuando quería ver qué tipo de vídeos miraba escuché la puerta sonando me asusté y bajé a ver quién era, era ella se había regresado por su computadora yo me cagué del miedo por qué había dejado la navaja y varios calzones de ella en su cama así que cuando vi que empezó. A subir le dije que por qué miraba esas cosas se quedó pensando y me dijo que qué cosas yo le dije que había visto lo que tenía en su compu, estaba cagadisimo pero cuando vi que ella ... ... empezo a llorar me alegre

Autor: Amorloco Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

El Vigilante de la Privada 2

2023-12-29


Matt sigue pendiente, aunque mas conciente de su situación, pero eso no quita que empiece a someter a las nenas…. Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten… 2 No era agradable, después de eso Matt había logrado algo, cada que ambas querían un poco de sexo empezaron a colgar una tela en su ventana, dándole aviso para poder entrar a coger, ya fuera con una o las 2, tanto Samantha como Tatiana estaban contentas con recibir la verga del guardia, quien se las follaba con un deseo difícil de contener, disfrutaba te quitarles el uniforme o alguna ropa sexy que trajera, como shorts o playeras que apenas contenían sus preciosas formas, pero le gustaba más su ropa escolar, pues la arreglaron para verse como putas, si bien que las gozó en todos los lugares que pudo, en sus camas haciendo me misionero, la sala dejándolas de a 4, también en los baños las puso contra la pared, probaba todas las poses, incluso las cogía de pie viendo a la ventana, sobó sus pechos para controlar el ritmo, ambas eran un par de putas deliciosas, que estallaron en deseo desde que las había desvirgado, lo cual fue demasiado excitante. Matt lo estaba gozando, prácticamente se sentía como todo un padrote, dueño de aquel delicioso par, pero no compartiría con nadie a sus putas, o al menos eso es lo que creía, aunque estaba lejos de la realidad, pues pronto se lo aclaró el abuelo, quien con pesar le diría: No son tuyas, si quieren se deshacen de ti y buscan a un macho más conveniente, solo eres un tarado sin futuro, así que cálmate, idiota, si quieres hacerlas esclavas de tu verga, necesitas mucho más que coger rico, y yo sé de eso, que bueno que me recuperé un poco, ibas a cagarla como no tienes idea, su papá es alguien importante, aunque eso es cosa aparte, ahora lárgate déjame pensar que hay que hacer, no vayas a echarlo todo a perder – fueron las palabras de su abuelo mientras le corría del hospital en su última visita, lo cual le fastidio… Para Matt aquello fue doloroso, le golpearon duro en el ego, pues se sentía muy seguro de tenerlas bajo su control, si hasta la fecha las había cogido de manera deliciosa por toda su casa, haciéndolas gemir de lo lindo mientras penetraba sus deliciosos coños, los cuales escurrían sus mieles de pasión, o también ignoraban cuantas veces se corrieron solo con que le metieran los dedos, al chuparles las tetas gordas, mientras masajeaba aquellos cuerpos candentes, pues realmente las gemelas eran deliciosas, cualquiera querría dejarse llevar por sus deseos al hacerlas suyas. Sin embargo ahora que no estaba tan perdido en su sentido erótico, se debía dar cuenta, que podía hacer el para seguir cogiéndolas, si ese era el problema, sólo era un idiota con suerte, se aprovechó la situación entregada por su abuelo para tenerlas, ya que desde antes el viejo había estado entrenándolas, para hacerlas perritas fieles, pero la edad había alcanzado al viejo y lo más seguro es que no viviera mucho, si al llegar a verlo este tenía un respirador artificial, y no era de menos, recordaba perfectamente algo que le contó el anciano cuando era más joven: Era solo un muchacho, pero me tocó pelearme en una cantina, recién estaba trabajando, era un maldito trailero, y llegué a una puta parada donde unos imbéciles me quisieron asaltar, en mal momento, era la clásica banda sin oficio o beneficio, solo un grupo de estúpidos que no sabían nada de la vida, aunque yo tampoco, pensaron que podían robarme el camión, pero en mal momento les enseñé lo contrario, les golpee con tanta fuerza usando la llave que mm, terminaron en el suelo perdido en charcos de su sangre, pero ¿Por qué te cuento esto? Mm, una chiquilla en sus dulces 16, le gustó mi hombría. Veras a las mujeres aman los hombres varoniles, nada de esas mierda de igualdad, que dé-construidos o sentimental, que va, al final quieren alguien fuerte que las someta, porque si se confían, pensarán que te tienen seguro y luego se largan con cualquier soquete, por eso debes ser tremendo, mostrarles a quien deben entregarles sus coños húmedos, para que te laman la verga deseosas de sentirse hembras de un buen macho, así de sencillo, nada de otras porquerías, ese es el instinto. Pues aquella putita me siguió, se escapó conmigo, recuerdo que me la llevé en el camión, usaba una falda larga, apenas un suéter, pero verme apalear a ese grupo de idiotas la encendió, quería una buena verga en su interior, esta de acá, pues pronto acabó desnuda en mi camión, y no pude evitarlo, manejé hasta un mirador donde la pude coger, me supo a gloria, su cuerpo precioso, tan hermoso, le comí el coño hasta casi ahogarme en su miel, también la hice que tragara mi leche, sus tetas, mm, una delicia, y debo admitirlo, no le hice nada a su culo, pero después lo haría, me la cogí hasta que se perdiera en mi verga, ella sumisa se entregaba a mis deseos, en verdad sabía cómo entregarse, de hecho fuimos tan intensos que terminé manejando con ella aferrada a mí, y si, por si tienes dudas, hablo de tu abuela, me la robe, solo era una cría cuando nos conocimos, pero eso me basto, tuvimos problemas, cierto, pero al final ella acabó conmigo, para ser mi perra de por vida. De eso se aferraba Matt, queriendo hacer lo mismo con las gemelas, pero resultaba difícil de verlo conseguirlo, además eran cosas diferentes, debía admitirlo, no tenía muchas oportunidades de lograr nada, solo era el maldito guardia de seguridad privada, sin embargo también se daba cuenta de otra cosa, pues las niñas eran bastante lindas, un poco precoces, ingenuas, quizás si no podía manejar a las mayores, debía pensar en cómo encontrarse con las chiquitas, para hacer con ellas sus cosas, a fin de cuentas, ahora que lo pensaba, debía aceptar que para ambas golfas colegialas, sólo eran un gusto temporal. Además el abuelo le advertiría que debía cuidar su equipo de computo, pues tenía cosas importantes, si con esto fue que podría empezar a dominar a todas las nenas, solo que el viejo no lo hizo por su edad, sin embargo Matt tenía la ventaja en este caso, siendo joven y fuerte. Por ello mismo comenzaría a ver como acercarse a las otras nenas en especial a Janet, la pequeña cría de aquel hombre tonto, pues se daba cuenta de algo, los vecinos “maricones” se estaban haciendo muy cercanos a este, en especial con la nena, cuestión que no le terminaba de agradar, pues era obvio que algo estaba muy mal, y empezando a moverse por ahí, la casa de ambos (mala suerte eran vecinos), podía oler el hedor de la droga, detalle que no le terminaba de agradar, aunque eso le ayudaría súbitamente cuando rondaba por la casa. Se puede saber que hace – le dijo severa una de las vecinas, una señora de aspecto oriental, era la mamá de Kimmy, la reconocía bien, era la única con esos rasgos. Na, es que señora, no le parece que huele raro aquí – dijo Matt tratando de suavizar el ánimo. No, solo es un aromatizante herbal, acaso no los usa – agregó despectiva. Sí, pero no conozco ese olor, prefiero el de pino o menta, además que me parece familiar, por eso me da duda, es que en la academia policial seguro olí algo parecido – dijo astuto Matt pensando que era la oportunidad de calmar los ánimos de algunas vecinas. ¿Academia policial? Usted era policía – decía confundida la señora. No, es que acabé mis estudios, recién me gradué, hace unos pocos meses, pero metieron a un tipo con palancas al cuerpo laboral, sin recibir clases, solo le compraron los títulos o papeles, fue una trampa que hicieron algunos jefes para con su amigo, yo me quedé fuera, pero mi abuelo, que se quedó malo desde la muerte de su esposa me pidió que lo cubriera, es una pena, se enfermó y luego tuvo un pequeño accidente, seguro que se nos va pronto, aunque está aguantando como siempre, si le digo es bien rudo ese viejito, jejjejejejee – dijo dando un poco de pena Matt, esperando ver que reacción tenía la señora. Espera, el señor Benito es su abuelo, oh, ahora que me fijo si se parecen, aunque usted esta mas alto y fornido – decía la mujer extrañada. Na, si viera fotos de él cuando estaba joven, igual de alto y musculoso que yo, mi papá no se cuido, el esta gordo, pero yo quería algo mejor, por eso estudie, aunque la academia policía fue lo único que pude tener – dijo el joven haciendo un gesto amistoso. Con razón lo pusieron a usted, y viera que muchas vecinas quieren quejarse por que lo hicieron sin preguntar, pero todo fue por la salud del abuelo Benito, con razón, es que estaban diciendo cada cosa, error nuestro, debimos preguntar – decía la señora más calmada. Si, de hecho, hablando de preguntas, ya me pico la curiosidad, quiero saber que aromatizante están usando, creo que le vendría bien acá a la oficina – decía astuto Matt llamando la atención de la señora quien parecía mas receptiva. Hace unas horas todo era un verdadero caos en la casa vecina, el hombre, el papá de Janet había recibido una llamada de su oficina para hacerlo ir a cubrir horas extra a la fuerza, era tal como pensaba Matt, aquel tipo era un idiota, fácilmente se dejó manipular por su jefe, por lo que necesitaba dejar a su bebe en un lugar seguro, no podía llevarla, dada la situación seguramente estaría toda la noche fuera, tuvo que llamar a las niñeras, pero ninguna le respondió como quería, así optó por su última alternativa. La pareja de al lado, eran supuestamente un matrimonio Gay que eran tan modernos, tan fáciles de tratar, además que tenían un negocio de fiestas infantiles, o eso decían, por lo cual les sería fácil tratar con una dulce niña por una noche, sin más fue a verlos, esperando que estos le cuidaran a Janet, recibiendo una aprobación, lo cual fue su salvación, al menos eso creyó, pues en mal momento en verdad ambos eran un par de depravados de la peor calaña, dispuestos a cualquier cosa para disfrutar de cuanto coño o culo joven tuvieran a la mano, si ya tenían de “novios” a un par de chiquillos, también querían disfrutar de algunas nenas, pero no se les daba la situación, así que pensaban que hacer. No podía ser más oportuno, si Janet estaba en la lista de presas de ambos locos, una de las muchas niñas hermosas que querían aprovechar para sus juegos especiales, pues deseaban hacerle tantas cosas como pudieran, en un principio le dieron entrada, desde que la vieron en el balcón de la casa, con un vestido rosa que le llegaba a las rodillas, pero desde la planta baja podían notar su calzoncito, un poco holgado, se le veía fácilmente la línea del culo, uno que querían penetrar, con la infinidad de juguetes que tenían, consoladores de todos tamaños, lo suficiente para abrirle tanto, meterle las vergas que quisieran. Era increíble, para aquellos tipos, Rafa y Ramon, la nena era preciosa, llena de un carisma que jamás vieron antes, sus mentes se encendieron en una serie de fantasías mórbidas, una peor que la otra, pues la chiquilla cargaba una falda que despertaba su libido, y sus sandalias mejoraban toda la escena, se veía preciosa, tan deseable ante sus ojos, se lamieron los labios mientras pensaban en todo lo que podrían hacerle, pensando que de tenerla en su “estudio” pues hacían videos de pornografía ilegal, lo primero sería quitarle todo, pensando si sacárselo lentamente como si fuera parte de un juego, convencerla a que ella misma lo haga abusando de su ingenuidad o arrancárselo con fuerza para verla llorar asustada, todo para dejar su lindo cuerpo al descubierto, una figura sudaba una inocencia que les provocaba una fuerte erección, preguntándose ¿Qué tan estrecha será? O ¿Qué tanto gritará al recibir una verga? Y ¿Cuánto les costará hacerla una putita sedienta de tragar semen? era un deleite para sus sentidos imaginar todo eso. Aquella criatura, misma que les dejaba una erección tan dura que deseaban metérsela hasta el fondo, solo estaba jugando viendo unas mariposas volar, quería alcanzarlas, pero no se dejaban, pensaban que podrían acercarse a ella, pero en mal momento el nuevo guardia llegaba para decirle que tuviera cuidado, por lo que la nena se alejó, eso les fastidiaba, este era más vivo que el viejo Benito, quien ya no seguiría ahí. Miraban la situación, pensando en cómo actuar, por ello inventaron chismes de Matt, mientras intentaban acercarse al papá de la niña, un tipo que lucía demasiado idiota, sería sencillo manipularlo, aunque el problema es que no lo veía mucho, pero con gusto le comenzaron a dar dulces a la nena para que esta los fuera “conociendo”, eso les ayudó, aunque tenían el problema de tener más negocios que atender, pues hacían pedidos a clientes, y contaban con muchas putitas con las que filmaban sus videos o galerías de fotos, todo lo tenían arreglado, y si acaso buscaban alguna nena a quien agregar a su lista, era lo único. Ahora su objetivo era Janet, y con suerte vieron esa tarde que su padre llegaría para pedirles que la cuidaran, como siempre se estaban luciendo, muchos vecinos contaban cosas buenas de ellos, lo que en ese momento les abriría las puertas a la nena, y a sus piernitas. Disculpe vecino – dijo el hombre atareado. Hombre, que pasa, sabe que estamos ocupados – decía con fingido enojo. Perdón es que necesito un favor, se que apenas nos conocemos, pero sé que ustedes tratan con niños, y si no es mucha molestia, podrían cuidar a mi Janet, parecen que ustedes le caen bien, igual que el guardia y la señora del #23B, pero no tengo tiempo, díganme si pueden, luego yo les ayudo en algo – decía el hombre perdido viendo el reloj. Ah, solo porque te vez mal – decía Rafa fingiendo enojo. ¿Qué pasa? Rafis – decía Ramon llegando con tono falso de voz. Nada, que el vecino necesita ayuda, de niñero – dijo Rafa fastidiado. Ha, pero tenemos que editar video, el de la fiesta, eso nos tomara tiempo – se quejaba Ramon. Vamos, que solo será una noche y la niña se la pasara dormida – aseguró el hombre desesperado. Está bien, de todas maneras nos íbamos a desvelar – dijo Ramon un tanto enojado. Aquellas respuestas en verdad solo eran una pantalla, pues ambos tipos se estaban relamiendo por dentro, sabiendo que tendrían por varias horas a la nena hermosa, lo que les permitiría hacerle todo tipo de cosas, si ya querían empezar a entrenarla, así que al aceptar el hombre se las trajo, estaba vistiendo apenas un short cortito blanco, una playera rosa, sandalias, realmente se veía preciosa, y cuando escucharon al papá decir: te quedas con los vecinos, se obediente, has todo lo que te digan; eso les encantó, les causó una gran erección que apenas disimularon, por suerte el hombre era un pelmazo de primera, no viendo lo evidente. Una vez que se fue, ambos hombres prepararon todo, era cierto que estaban trabajando en la edición de un video, pero no era lo que parecía, una fiesta de cumpleaños, llevaron a la nena, y mientras Rafa preparaba un jugo especial, Ramon le empezaba a mostrar como trabajaba, sentándola en sus piernas, ubicándola justo sobre su verga, ansioso por poder metérsela dentro, sobando levemente en cada oportunidad, para hacerle cosquillas a Janet, sabiendo que está a su tiempo respondería a esos toques, en especial cuando le dieron su jugo rosa, uno de toronja, pero con algunos químicos que harían más sencillo manejar a la menor, quien miraba todo asombrada, pues parecía que estaban haciendo magia, o que se esperaba de una nena de solo 5 años, que no sabía nada de lo que ocurría, y poco le importaría, pues una vez que fue tomando su bebida especial, fue sintiéndose confundida, acalorada, tanto así que todo lo sentía extraño, justo como quería aquella pareja de morbosos. Ya ves, de esta forma podemos quitar las partes que no sirven para quedarnos con las que sí – decía un tanto inquieto, Ramon, pues ya habían pasado 10 minutos desde que la niña tomó su jugo especial, al menos un buen trago. Estas bien Janet – decía Rafa sobando su piernita. Sí, señor – decía la niña un poco mareada, mientras aquel toque le hacía sentir extraña. Mm, parece que tienes calor, Janet, bebita, tienes calor verdad – decía Ramon sobándole la pancita tratando de tocar su piel, dándole cosquillas. Estoy bien, pero si tengo calor – dijo la niña aguantando la risa. Pues muy bien, vamos a dejar este cuarto, porque seguro es culpa de las computadoras, pasemos a ver una película, nos divertiremos – decía el hombre, pero en ese momento hizo un “accidente”, le mojó la ropa a la niña con el jugo, por lo cual su compañero agregó. Tenías que ser tú, mira, ya manchaste a la bebé, vamos chiquita tienes que sacarte la ropita – decía Rafa mientras movían a la niña. Todo era improvisado, pero la llevaron a una mesa donde le sacaron todo, primero la playera dejando ver un pecho plano, con dos pequeños botones de aspecto tentador, si hasta los pellizcaron un poco para hacerla reír, luego le fueron sacando el short, viendo sus piernitas, eran gorditas, de una forma preciosa, y lo mejor estaban coronados por unas nalgas gorditas, antes de sacarle todo, jugaron con su calzón, el cual le subieron para hacerle ver como si fuera una tanga, tallándole la vulvita de tal manera que pudieron hacer que esta se ruborizara, pues la bebida tenía cualidades afrodisiacas, haciendo que incluso la nena, se sintiera deseosa de placer. Una vez que la dejaron desnudita, Rafa la cargó para bañarla, mientras que Ramon encendía un vaporizador especial, uno que dejara una esencia narcótica, a la cual ellos estaban acostumbrados, pero la nena sería presa fácil, además ya estaban usando un aceite especial con una ligera droga que relajaba, así que con todo ello la pequeña sería fácilmente manipulable, aunque antes de eso Rafa estaría jugando sobándola, le grababa en secreto, esperando poder introducirla en sus negocios. Qué linda estas bebita, dime, ¿quieres unos dulces? – decía Rafa inquieto. Sí, quiero dulces – aseguró la nena contenta por la idea. Bien, te haré unas preguntas chistosas, si me dices a todo que si, te daré unos dulces, es un juego sencillo ¿verdad? – decía Rafa con la sangre hirviendo. Si – dijo risueña Janet. Perfecto, entendiste, ahora te pregunto te llamas Janet, cierto – decía Rafa inquieto. Si – dijo risueña Janet. Eres una preciosa niña de 5 años que va al kínder, verdad – agregó Rafa viendo a la nena. Si – dijo risueña Janet. Vives con tu papi, a quien quieres mucho o me equivoco – agregó malicioso Rafa. Si – dijo risueña Janet. Perfecto, pero esas son fáciles, ahora dime, quieres aprender a como ser más cariñosa con tu papi – decía astuto el hombre viendo a la nena. Si – dijo risueña Janet. Bien, pero tienes que aprender muchas cosas especiales, juegos secretos que no se cuentan a otros, quieres hacerlo – decía con la verga bien parada Rafa. Si – dijo risueña Janet. Excelente, te estás ganando muchos dulces, ahora dime, ¿quieres aprender a jugar con papi y con otros hombres? Como una buena niña – decía el mañoso viendo a la nena. Si – dijo risueña Janet, quien se dejaba manejar, pues pese a estar siendo manipulada, no encontraba fallas en nada, ambos tipos sabían su juego, así que estaban contentos. Bien, seguirás todas las reglas, porque estés es un juego súper especial, dime harás retos de valor, como comer dulces con los ojos cerrados – decía Rafa pensando en acostumbrar a la nena metiéndole la verga untada en golosinas. Si – dijo risueña Janet. Perfecto, dejaras que te hagan ataques de cosquillas – dijo Rafa pensando en cuanto la iba a manosear para hacerla gemir como la putita en que quería convertirla. Si – dijo risueña Janet. Eso le encantó al tipo, quien miró a la nena con ganas de enterrarle su verga en el acto, de hecho comenzaría a sobarla, desde la espalda, hasta llegar a su redondo culito, pensando en meterle los dedos para acostumbrarla, aunque su mente le traicionaba, quizás debía aprovechar para sodomizarla, pues la verga le molestaba, pensando que podría arreglar el problema después, pero en mal momento sonó el timbre, lo cual alertó a todos en la casa, aunque sería Ramon quien atendiera, y para su desgracia se topaba con Matt, a quien por inercia quería correr a golpes, sólo que antes notó a una vecina con él, y para su desgracia, ambos preguntaban por el aroma en el aire, lo cual lo dejó nervioso, pues era un químico especial para drogar niños, mismo que usaron antes con Randal, un vecinito, a quien violaron clavándosela hasta hacerlo gemir como puta barata, aunque eso no era lo importante, pues ahora estaba el guardia, quien preguntaba por el insistente, y aunque deseaba correrlo, no podía hacerlo o la vecina se daría cuenta que algo esconden. Muy para la desgracia de ambos, justo en ese momento Matt diría unas palabras que arruinaría todos sus planes, pues el vigilante se hallaba cerca cuando le dejaron a la niña, por hacer los rondines de seguridad, y sabiendo que Janet estaba dentro les diría. Por cierto señora, tengo entendido que Janet le tiene mucho cariño, el papá no pudo encontrarla antes, la dejó aquí, pero los vecinos están muy ocupados con su trabajo, no será posible que pueda cuidarla, sino no acabaran tarde con su edición, estaban haciendo un video de una fiesta infantil – dijo Matt sorprendiendo a todos. Ah, en serio, no hay problema, Janet me recuerda a Kimmy cuando era bebita, claro que la puedo cuidar, es más déjeme le hablo a Franky para avisarle, no se diga mas, ustedes deben estar muy ocupados con su bonito negocio, los vecinos debemos ayudarnos – dijo la señora del 23B arruinando los planes de ambos pervertidos. En ese momento Ramon vería con odio a Matt, pero fingiría una sonrisa, mientras que Rafa apenas saldría a ver, y sentiría el mismo desprecio por el guardia, quien les dedicaría un gesto como si les dijera que sabía todo, por lo cual les arruinó sus planes, sacándoles de quicio, sin embargo, no pudieron hacer nada, la señora iría por la niña, a quien encontraría desnuda en la tina, porque se “ensució”, detalle que la vecina arreglaría, enojando a ambos, más no pudieron evitarlo, o se verían sospechosos, así se daban cuenta que el vigilante les miraba como perro de ataque listo a morder, quedando en silencio cuando la mujer se llevó a la nena, quien olvidó sus dulces por culpa de la droga, más no se dieron cuenta de su estado por la actitud dócil normal de la nena, mientras que Matt se ofrecía a ayudarle con unas bolsas, pues había salido a comprar la despensa, lo cual le demoró. Al final le habían arruinado sus planes, por lo que pensarían en como desquitarse, pero eso sería difícil, porque se daban cuenta, que si una de las señoras ya se percató de la verdad, no podría seguir con lo mismo, y por su parte el guardia intentaría hacer las paces con todos. Una vez que estuvieron en la residencia, el joven y la señora comenzaron a hablar, pero estando ahí la dulce nena recordó las golosinas prometidas, la droga no era de mucha duración si se dejaba de inhalar, por lo que volvía rápido a la normalidad, así el vigilante se dio cuenta de los planes de aquellos degenerados, era obvio que la tenían en la mira, si el también era pervertido, pero solía ser muy cuidadoso, porque seducir a una nena es un riesgo, uno que iba a tomar, o eso pensaba cuando la linda Kimmy se dejó ver, les esperaba acostada en el sillón, viendo como llegaban con la despensa, pero Matt se ofrecería a ir por las golosina, así que se retiraría, pero no iría con los vecinos, le inventaría algo como se la hicieron a él, en vez de ello acabaría saliendo a comprarlas, lo cual le tomaría un rato, al volver se encontraría con el jefe, quien querría hablar de algunas ideas que tenía para implementar, llegaría tarde a la casa de la señora, después de la cena, pero la carita de Janet sería la mayor delicia cuando viera la bolsa de dulces, aunque el guardia diría: Lo siento, pero no tenían nada, se los comieron todos, por eso fui a conseguir los mejores para ti encanto – dijo el hombre dejando a la nena contenta, mientras tomaba unos. Gracias guardia – decía con dulzura la nena. Por cierto, a que jugaban con ellos – decía algo inquieto Matt. A responder preguntas chistosas con un sí – respondía la nena juguetona. Oh, entonces, jugarías conmigo a eso también – decía Matt astuto. Si – dijo risueña Janet. Eso le dio una idea a Matt, mientras veía algo dentro de la casa, estaba muy tranquila, la señora se quedó dormida viendo la tele, roncaba mucho, mientras que quien le abrió, Kimmy, se hallaba a un lado inquieta, pero luego cuando acabó, cerró la puerta, dejando extrañado al joven, quien pensaba que algo estaba por pasar, y no se equivocaba, aunque tendría que pasar al menos una hora más para darse cuenta de lo ocurrido. S iría a seguir con la guardia, mirando por las cámaras furtivas, como Ramon y Rafa estaban furiosos trabajando, también en otras casas pasaban sus actividades normales, las nenas hacían sus juegos: practicas de gimnasia apenas usando sus calzoncitos, los cuales marcaban sus pequeñas vulvas, dejaban ver sus tetillas apuntando al frente, mientras hacían toda clase de poses, algunas tranquilas, propias de una danza de ballet, pero antes que se distrajera, abrían sus piernas de tal forma que exhibían sus encantos, como si quisieran seducirlo, hacer las buscara en sus cuartos para meterles la verga, Matt veía rutinas llenas de sensualidad, o untarse cremita en sus cuerpos, ya fuera por cuenta propia, o por las manos de una madre amorosa, logrando hacer de algo tan simple, un momento bastante ardiente, además espiaba a las nenas en el baño, tallando sus pequeños cuerpos, era demasiado sensual, quería sentir con su verga aquellas dulces figuras, no lo resistiría mucho. Que tortura, igual que su abuelo estaba reuniendo material de calidad, grababa todos los juegos de esas nenas, quienes en su mente rogaban por tener una buena verga clavada en la vulva, gimiendo como zorritas, jadeando entre las embestidas que soñaba, moviéndolas de manera rítmica por sus caderas salvajes, lamia sus caritas, sus tetillas, lo cual era el mínimo, pues se sentía tan caliente al verlas, que agradecía a la suerte estar tras de un mostrador en las mañanas, o se notaria la carpa en sus pantalones, y pensaba con calma como acercarse a las lolitas presentes, quienes lo calentaban con sus juegos, era una verdadera locura. Pero quizás la fortuna no se había olvidado de este, pues notó por las cámaras de vigilancia normal que las gemelas estaban sacando su tela, querían algo de acción, más no quería ir, Matt sabía que no era buena idea, seguía con la firme intención de hacerlas sus putas oficiales, aunque era un hecho, no podría hacerlo a menos que hiciera algo, no quería quedarse como un simple perdedor con el que se acostaron alguna vez, además que las hermanas eran demasiado sexys, de esas chicas que llamaban la atención al caminar, de rostros preciosos, tetas gordas, redondas, cinturas breves, nalgas carnosas, pero lo mejor eran sus vulvas abultadas y jugosas, desprendían un olor que despertaba el deseo del sexo, por ello lejos de verlas partir, quería algo para tenerlas bien sometidas a su verga, siendo ese su fetiche. Estaba pensando que hacer el vigilante, cuando pudo notar un movimiento fuera, alguien estaba cerca, pero al tratar de abrir la puerta, se dio cuenta que la figura huía, y tenía una idea de lo que pasaba, hizo memoria, los videos de su laptop, todas las cosas que hizo el viejo, seguro que era una de las nenas, se preguntaba quién podría ser, así que se tomó su tiempo y luego salió, ya sabía cómo tenderle una trampa, por eso se retiró para ir a una tienda de conveniencias cercanas, no le tomaría ni 5 minutos a menos que hubiera mucha gente, pero ese no fue el caso por la hora, y cuando volvió, supo lo que encontraría, a una pequeña ladrona, deseosa de tomar la laptop del abuelo para borrar esos videos. Veamos que tenemos aquí, una pequeña ladrona – dijo Matt dándole el susto de su vida a la chiquilla, quien casi se cae del susto. Pues había dejado la computadora a difícil alcance de cualquiera que midiera menos de 1.5m, siendo ese el caso, pues la nena era bajita. Qué pena, ¿Qué dirá tu mami cuando se entere? Seguro se va a enojar mucho – decía Matt con un tono lleno de lujuria, viendo a la nena con un pantalón deportivo y una sudadera delgada. Por favor señor vigilante, yo solo quiero algo de la computadora – decía Kimmy algo nerviosa. Si era algo tan sencillo, pudiste habérmelo pedido, porque entraste a mi oficina de noche, sin decir nada, mm, eso suena sospechoso, se nota que querías robarme la computadora, ah, de esta nada te salva chiquita, podrías acabar en la cárcel de menores – aseguró el joven astuto. No, por favor vigilante, no le diga nada a mamá, se va a enojar conmigo – decía la chica asustada. Pues que quieres que haga, esto es una clara violación, y soy policía, se el reglamento, tengo que actuar bien debido a mi posición, además que lo hago por el abuelo, así que lo siento, pero tendré que arrestarte – decía el joven buscando asustarla. No, espere, podemos hacer algo más, lo vio, ¿verdad? Todo lo que el abuelo Benito me hizo, si quiere, haré lo mismo con usted joven – decía la niña asustada. Lo siento, pero no soy como el abuelo, no me quedo tan corto – dijo Matt más listo. Entonces, dígame que quiere, haré lo que sea para mantener el secreto, pero no me acuse con mi mamá – suplicó Kimmy, quien recordaba como el viejo tenía fotos de ella en sensuales sesiones fotográficas, donde la tomó completamente desnuda, incluso jugando con algunas cosas para adultos, momentos en que la nena se perdió en la lujuria, aunque apenas fueron sus primeros pasos dentro de aquel mundo erótico. Eso era lo que esperaba Matt, bien sabía hasta donde podía llegar la nena, la había descubierto siendo grabada directamente en ese cuarto, pues era la que tenía más avanzada de todas, se daba cuenta que el viejo era mañoso, intentaba convertirlas a todas en sus putas, y tenía cierto dominio en cada una, pero no sabía hasta que punto llegaba este, por lo cual necesitaba arriesgarse, y con lo dicho de la misma boquita de aquella nena, sabía que tenía la victoria. Bien, entonces te mostraré como se juega conmigo, pero nada de trampas, porque tendrás peores consecuencias conmigo que con el abuelo – decía Matt haciendo una seña que entendía demasiado bien la menor. A puerta cerrada, la chiquilla comenzó a sacarse la ropita, dejando ver unas tetillas que todavía no sobresalían, era como muchas orientales algo plana, aunque sus caderas tenían una forma deliciosa, y ya se le empezaban a ver los vellos de la pubis, en cuanto fue bajando la prenda de su entrepierna, en un juego sencillo, sin intentar nada, pues el hecho de saber que eso era prohibido, ya encendía los deseos de aquel hombre, mientras la nena, hacia un esfuerzo por sus nervios, estaba asustada, se hallaba desnudándose frente a un extraño, pero en cuanto quedó como llegó al mundo, este la levantó para dejarla en la cama, le tomaría un par de fotos, lo que calmó un poco a Kimmy, incluso hizo algunas poses, pero eso solo era el principio. Frente a sus ojos Matt se desvestía, dejando a la vista su enorme verga, lo cual la dejó sorprendida, no sabía que iba a suceder, solo su instinto femenino respondía al llamado de la carne, comenzó a humedecerse ante la mirada del vigilante, quien se acostó a su lado, pero no siendo tan impulsivo, la llamó a su lado, dándole unos tiernos besos en los labios, mientras sus manos iban acariciando cada parte de su cuerpo, todo con una suavidad propia de un amante apasionado pero tranquilo, quien deseaba embriagar a la hembra en deseo, si bien tenía en mente una cosa: conviértela en su puta, que no piense en otra cosa que el sexo, pues todas las mujeres pueden ser golfas, si sabes cómo manejar su erotismo; con eso en mente, manipulaba la vulva de aquella niña, misma que se perdía en el placer, empezando a gemir entre sonrojos. ¿Qué me haces? Ah – decía Kimmy con la cara enrojecida. Pero no había respuesta más que un beso de parte de Matt, quien necesitaba hacerla perder toda la cordura, manipulando su entrepierna, haciéndolo con tanto esmero que no dejaba que esta pensara, se perdía entre los placeres sexuales, respirando agitada, mientras fuertes oleadas de calor invadían su delicado cuerpo, que iban desde su vulva, hasta la yema de sus dedos, ahogándose entre espasmos, ayudando a la nena a abrir sus piernitas, para sentir aquel placer tan nuevo, pues el abuelo jamás la había excitado de esta manera. Recordaba como en el pasado esta se había perdido en fuertes orgasmos, pero no era lo mismo, pues el viejo usaba un vibrador para estimular la pequeña hendidura, logrando que se excitara, y sentirse atrapada, desnuda, en manos del anciano, gracias a un chantaje por unas fotos comprometedoras, siempre le calentó, pero ahora todo cambio, la situación era mucho más intensa, tanto que la niña no sabía qué hacer, viéndose atrapada hacia arder su excitación interior, no dejaba de pensar en su condición, casi una esclava sexual, mientras iba despertando un nuevo nivel de sumisión que le encantaba, se veía en brazos de aquel hombre, joven, fuerte, quien le hacia todas esas cosas, no lograba contenerse. Me voy a orinar – alcanzó a decir zafándose del beso. Y antes que se diera cuenta, cumplía con sus palabras, estaba soltando un chorro amarillo, pero mezclado con sus mieles de pasión, un orgasmo mezclado con sus líquidos habituales, los cuales mojaron la sabana, ella se quedaría avergonzada, mientras que pudiera reaccionar, sabía que en ese momento era más vulnerable, Matt la tomaba se montaba sobre ella, para afirmar su control, logrando imponerse por peso, pero disfrutando lo que iba a pasar. Ahora sí, di que eres una putita – decía confiado el vigilante. Soy una putita – acertó a responder Kimmy sintiendo ese cuerpo sobre ella. Que linda putita, me saqué el premio gordo, te voy a gozar pequeña zorra, y te va a gustar, luego vas a volver por más – decía Matt empezando a acariciarla. No es que fuera tan estúpido, pero el vigilante era un joven muy dominante, le encantaba sentir el poder sobre las chicas, y eso tenía sus meritos, una vez logró emborrachar a unas amigas, a quienes logró cogerse juntas, sin embargo luego de eso no le volvieron a hablar, le fastidio tanto, pues había sido la mejor noche de su vida, pasando a sentir aquellos cuerpos deliciosos, que por días tuvo miedo de haberlas preñado. Ahora intentaba algo diferente, mantenerse vigente en la vida de esas putitas, deseaba gozarlas cuando quisiera, por eso le fastidio saber la verdad de las gemelas, pero con Kimmy tenía que ser distinto, y comenzó al sobar mejor sus muslos, sus tetillas, besarla apasionadamente, jugando con su lengua, hasta alcanzar sus interior, sorprendiendo a la nena quien se sonrojaba, jamás la habían tratado así, era demasiado para su joven mente. Espera, ah, acaso ¿Qué es ser tu putita? Mm – decía desconcertada pues no entendía nada. Vas a hacer lo que yo te diga, o incluso vendrás a mi lado, te voy a coger y te va a encantar, así de sencillo, espera, y tu mamá – dijo algo inquieto Matt, pero apuntó su verga en la vulva de la niña. Se fue a dormir porque mañana le toca madrugar, tomo una pastilla – apenas dijo Kimmy, sintiendo que algo estaba mal, pero no sabía qué. Ante eso se sintió confiado, y sin demora comenzó a penetrarla, demonios, estaba tan estrecha que tuvo que esforzarse, aunque luego se dio cuenta que se hallaba tensa, así que empezó a acariciarla un poco, los besos ayudaban mucho, así comenzó a hacerla gozar, logrando que se sonrojara al punto que se relajó, y con ello logró penetrarla, rompiendo de un jalón la pequeña vulva, soltó sangre con sus primeras mieles de mujer, por lo que apenas pudo gemir, pues un beso evitaría un grito de dolor, lo había logrado, la carita de Kimmy estaba desconcertada, pero eso solo era el inicio, estaría dándole duro, primero siendo suave, para que se acostumbrara, pero mientras se iba desvaneciendo en el deseo, aumentó su ritmo, hasta que fue con todas sus fuerzas, aunque con un ritmo lento, con el cual lograría hacerla sentir un placer embriagador, consiguiendo que la chiquilla se aferrara a su cuerpo, mientras le decía como una orden: Si, así te quería tener, ahora eres mi putita, harás lo que yo te diga, y no sólo por las fotos, sino porque te va a gustar todo lo que voy a hacerte, vas a volver para pedirme verga en tu cosita, querrás sentirme dentro siempre – decía loco Matt mientras la penetraba. Pero soy una niña buena, ahh – dijo asustada Kimmy. Lo eres, para tu mami, pero también te convertiste en mi linda putita, la que me va a pedir verga, pues ya te metiste a mi casa a robar, así que cálmate, lo vas a gozar – decía Matt perdido en sus deseos, mientras disfrutaba de ese pequeño cuerpo. Así comenzaría una larga jornada de sexo candente, sometiendo a la nena, en diferentes poses sexuales, grabándolo todo para hacerla sentir derrotada, viendo toda clase de formas, le estaría metiéndole la verga tanto como pudiera, siendo el placer más ardiente de su vida, superando a cuando cogió con sus amigas, pues la nena era ilegal, un gusto inesperado, la sometió sin proponérselo, estaba haciéndola gemir como puta en celo, por lo que veía, estaba aceptando, no había pierde, lo había logrado, y cuando esta tuvo su primer orgasmos, sabía que no podría resistirse, su gesto lo decía, era toda suya…

Autor: LOBO85 Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

Las delicias de Cornelio al ser voyerista de su esposa (2)

2023-12-28


Mi amigo, después de saber que su mujer tenía más de dos amantes, me cuenta sobre lo que ella le confesó.. Fue una magnifica escena que recordó Cornelio y yo imaginé, recordando el sabor de la pepa de Stella llena de nuestra lefa cuando hice el trío con ellos y culminamos así la chaqueta que cada quien nos hicimos. Aún con las manos olorosas al semen que, según nosotros habíamos limpiado de nuestras manos lamiendo la zona, tomamos las botanas y luego brindamos por su exesposa. –¡Salud por Stella!, que tanta felicidad nos ha dado, incluso al jalarnos la verga evocando sus recuerdos –exclamó Cornelio chocando su vaso con el mío. –Salud por la mujer hermosa, generosa y sicalíptica que es Stella –brindé recordando las veces que me dio su amor y tomé el trago–. Cuéntame lo que te dijo ella, ¿cuántos más se la habían cogido? –Fue hasta después de la cena, mientras lavábamos los trastos, en que volví al tema, pues la estuve mimando mucho tiempo y alabándole cada una de las partes que le besaba, desde los pies hasta los cabellos, mientras imaginaba a quienes se cogía, incluso sospeché de ti –confesó. –¿Sospechaste de mí? –pregunté sorprendido–. Yo me la cogí hasta después que tú me recomendaste que lo hiciera, y ya estaban divorciados –aclaré. –Sí, pero en esa época me parecía ver que ella te trataba amablemente y, de vez en cuando te dejaba ver algo de ella: abría las piernas un poco más cuando conversábamos sentados en la sala, o se agachaba más cuando te servía el café, dejándote a la vista buena parte de las tetas –precisó Cornelio. –Sí, no niego que así ocurría, incluso yo no sabía cómo ocultar mi erección, pero suponía que de esa manera se comportaba con todos, era muy coqueta y yo pensaba que sólo quería jugar conmigo calentándome cuando alguna vez me repegó su culo cuando se agachó a recoger algo y dio medio paso para atrás –dije como excusa. –Así era con muchos que le gustaban, y supongo que varios cayeron por sus encantos y su conducta. Al menos me contó de dos más, un exnovio y un comerciante muy joven, de apenas 18 años. Al primero lo vi alguna vez antes y otras veces después, una de ellas tomados de la mano cuando la fue a dejar a su casa y yo visitaba a los niños. Del otro no supimos más, no la satisfizo. Su exnovio sí, y lo mantiene en la lista hasta la fecha. –¿El exnovio fue invitado a la reunión tumultuosa? –pregunté recordando lo que me contó Cornelio y relaté en “Tumulto”. –Tal vez sí, pero no estuvo allí, pero sí probé su leche con los jugos de Stella ese día que la llevó a su casa – me precisó. –No creo que lo hayas hecho frente a los niños, ¿o sí…? –inquirí, apremiándole a que me lo contara. –¡Claro que no! Los niños estaban con la mucama cuando llegué y ella, intuyendo que le quería preguntar a Stella sobre el tipo que la llevó, y previendo que quizá habría bronca, se los llevó al cuarto de la televisión para que la vieran. “Permíteme un momento, voy al baño” me dijo Stella. –Seguramente quería asearse un poco para no oler a sexo –afirmé. –Sí seguramente, porque ella no esperaba mi visita esa tarde. Pero yo la seguí a la recámara y, antes de que se metiera al baño, la jalé hacia la cama donde quedó con medio cuerpo en ella, le levanté la falda y me di cuenta que traía la pantaleta mojadísima y las piernas aún chorreando. “Fuiste a coger”, le dije al bajarle los calzones. “No, fuimos a tomar un café, pero cuando ya íbamos a salir del estacionamiento, como estaba vacío y nos habíamos besado… pasó eso”, me explicó- –Sonaba muy creíble… –asentí. –Sí, más que todavía se le veían los pelos de la vagina muy húmedos y, como el olor de su sexo recién usado me puso calentísimo, me puse a chuparle la panocha mientras le amasaba las chichotas –me explicó entornando los ojos y se sacó la verga nuevamente. –Pongámonos cómodos –dije, y me bajé los pantalones para comenzar a acariciarme mientras me preparaba a escuchar lo que seguía… –Ella me tomó de la cabeza pegando mi rostro más a su pelambre húmedo y se vino a chorros, como si no se la hubieran cogido minutos antes. Nos desnudamos y nos pusimos a coger como desaforados. “¡Puta!”, le gritaba yo. “Te amo mucho, mi cornudo”, replicaba ella. “¿Con cuántos coges ahora?”, le preguntaba mientras nuestros pubis seguían golpeándose. “Son pocos, pero luego te los daré aprobar”, me contestaba arañándome la espalda mientras disfrutaba los orgasmos. –¡Qué prometedora…! –dije jalándome la vega con más rapidez, y sentí un orgasmo, pero no salió leche, ¡claro, hacía menos de cinco minutos der mi eyaculación anterior…! –¡Esa ha sido una de las veces que más he gozado cogiéndome a Stella! –exclamó Cornelio y escurrieron unas gotas de semen de su glande–. Para resumir, acepté su invitación para quedarme a dormir esa noche con ella, pero me pidió que ya no le preguntara más sobre sus parejas –dijo dando resoplidos. Cornelio tomó una servilleta para limpiarse los dedos y se guardó el pene, yo también quise limpiarme la mano, pero ni presemen tenía, así que sólo me volví a subir el pantalón. Descansamos y volvimos a brindar. –¿Cómo fue la vez del “rapidito” en la cochera con Guillermo? –le pregunté a mi amigo, ya entrados en ese tipo de plática. –Esa vez no tuvo mayor chiste, fue para despedirse. Aún no nos separábamos, pero ella insistía en salir con sus amates a la luz del día, a pesar de que yo le pedía que fuera discreta y tuviera un poco de pudor. Esa noche la llevó Guillermo a la casa, yo estaba arriba y vi la camioneta de Guillermo cuando se aparcó en la acera de enfrente. Bajé al medio baño de la planta baja que da a la cochera y, sin prender la luz, me subí en un banco para mirar por la ventila. Ya estando los dos en la cochera, Stella se despidió de él diciendo “Hasta aquí, gracias por el ‘paseo en tu camioneta, estuvieron riquísimos los besos que me diste”. Guillermo la besó en los labios y, sacándose el pene, le dijo “Déjame darte un beso más”. Ella abrió las piernas recargándose en la pared, tomo el falo de Guillermo con una mano y con la otra hizo a un lado la parte baja de la tanga. Al ponerlo entre los labios él la cargo tomándola de las nalgas y le enterró el miembro. Guillermo la movió varias veces de arriba abajo, cerró los ojos y lanzó un suspiro y se vino por última vez en esa tarde, “¿Te gustó este beso…?”, preguntó Stella. “Sí, tan rico como los otros…”, contestó él volviéndola a depositar en el piso, le besó los labios y se despidió. –¡Anda! ¿Cuántos de esos ‘besos’ le hará dado a Stella esa tarde? –pregunté dándome un apretón de verga. –Al parecer, muchos, Guillermo es un semental, según lo constaté cuando ella entró a la casa. Se sorprendió al verme, pues de inmediato prendí la luz de la sala y me hinqué para bajarle la tanga: vi que estaba con muchos escurrimientos secos en las piernas; la tanga olía a semen y estaba tiesa en muchas partes dando la impresión que la usó para limpiarse más de una vez; los vellos de las verijas estaban todos pegados por los varios escurrimientos. En ese momento, saliendo un hilillo brillante de sus labios morenos y algo escocidos, comenzó a escurrirle lo que le dejaron en la despedida. –¡Qué bella estampa! –dije sacándome la verga. –Me puse a chuparla toda, desde las ingles hasta los vellos. Ella me acariciaba la cabeza, y si en la despedida no se vino por la prontitud con la que se la cogió su macho, esta vez comenzó a gemir y destilar jugo, revuelto con lefa, porque estaba en el éxtasis de sus orgasmos. Yo bebía casi a tragos, como un sediento y le decía “¡Me gusta chuparte muy cogida, Nena!”. Ella comenzó a dar aullidos de felicidad y se acercó a la pared para no caerse pues le temblaban las piernas. Yo seguí dándole lengua hasta que se calmaron sus caricias en mi pelo. –¡Ya imagino lo que pasó después! – grité, jalándomela con gran rapidez e imaginándome la panocha de Stella en mi boca. –Sí, la cargué y la subí a la recámara, ella parecía desmallada, ve tú a saber cuántos orgasmos le había sacado ya el garañón. La desnudé yo pues ella aún seguía en estado cataléptico por tanto placer recibido., me encueré yo también y me puse a besarla por todo el cuerpo cuando ella abrió los ojos. “¿Te gustó chuparme?, preguntó, y añadió “A Guillermo también le gusta hacerlo después de que hago el amor con otro” volviendo a cerrar los ojos. –¿Ya no te la cogiste? –pregunté tomando el aire a bocanadas porque ahora sí me salió bastante semen dejándome la mano escurrida. –¡Sí, me la cogí en ese momento varias veces más en la noche! ¡Para eso son las putas! –gritó lanzando un chorro que cayó en la mesa de centro– Otra vez tuvimos que limpiar las muestras de gusto que nos daba recordar a Stella. Mientras Cornelio se limpiaba la mano, yo me limpiaba la mía. Me subí los pantalones y con la misma servilleta limpié la mesa de centro y el poso donde aterrizo algo que no la alcanzó. –Al día siguiente, al despertar –continuó Cornelio–, me abrazó y me dijo que no nos divorciáramos como se la había pedido un par de meses atrás. “Es bonito disfrutar tu amor”, insistió. –Bueno, ella tenía razón, tú lo gozabas… –dije convincentemente. –Sí, me encantaba tener una puta en la casa, pero ella no quería comportarse ante la familia como una esposa tradicional, quería presumir a sus amantes haciendo ostentación de mi cornamenta. ¡Eso es lo que yo no quería, y se lo dije! Me prometió cambiar de actitud, pero no lo hozo, por eso me divorcié. –Lo bueno es que, en su putez, te siguió dando un lugar preferente… –dije y suspiré porque a mí también me considera en un lugar cercano.

Autor: BER_EL Categoría: Voyeurismo

Leer relato »

Mi novia disfruta de su macho enfrente de mi.

2023-12-28


Esta es la historia de como estuve presente cuando mi mujer se vio con su macho. . Para entender un poco más la historia lean los últimos dos relatos que escribí acá. Descubrí que me gustaba mucho ser cornudo, entregar a mi mujer a otro hombre era de las cosas que más me excitaba, me volví obsesivo con el tema, quería que mi novia cogiera con Carlos todo el tiempo a mi novia le gustaba complacerme pero me decía que dejáramos esos encuentros para ocaciones especiales, si por mi fuera se la entregaba a Carlos todos todos los días, pasó algo muy curioso una noche estábamos durmiendo juntos cuando recibe un mensaje de Carlos diciéndole que me convenciera para un trío, mi novia le a contado que hemos tenido tríos con amigas, nos agarro de sorpresa pero nos encantó que lo sugiriera, mi novia le contesto que yo estaba dispuesto y me dio el número de Carlos, confieso que me dio mucha perversion agregarlo y hablarle al hombre que se coge a mi novia desde hace demasiado. Empezamos a platicar de todo un poco al principio era reservado, cuando le conté que yo había planeado el encuentro con mi novia y le confesé que era cornudo, cambio por completo me empezó a platicar de lo que le gustaba de mi novia, me excitaba que me dijera que estaba demasiado buena, siempre hacía énfasis en lo mucho que le gustaban las tetas de mi novia y lo apretada que estaba, me pedía fotos y yo como buen cornudo lo complacía con fotos y videos de mi mujer, estuvimos platicando 3 semanas, yo por trabajo viajo mucho y se lo hice saber lo cual aprovecho para quererse ver con mi novia cuando yo no estaba, a mi novia no le gustaban esas actitudes pero a mi me volvían loco me gustaba que deseara tanto a mi novia que no pudiera aguantarse las ganas de querer verla, durante los viajes en la noche cuando me sentía caliente me ponía a ver los videos de Carlos y mi novia se había convertido en mi estrella porno ver cómo chupaba la verga de Carlos me hacía acabar con solo verlo. Regrese de viaje y se lo hice saber a Carlos platicamos por una semana más, me contaba sus fantasías entre ellas una doble penetracion a mi novia, yo también me moría por ver eso desde hace mucho le había comprado unos anal plug a mi novia para irla preparando, platicábamos de todo le confesé mi fetichismo por los pies y para mi sorpresa a él también le gustaban, me moría por ver los lindos pies de mi novia en otra verga quería que Carlos se los comiera, mi novia no quería saber que hablaba con su macho pero ella estaba dispuesta a todo para hacerme cornudo. Domingo 2 de diciembre no era una fecha especial ni nada por el estilo pero algo me decía que podía ser el día en que volvería a ser cornudo, para sorprender a mi mujer reserve una habitación en el hotel que más le gusta y estuvimos desde la mañana, Carlos me mando un mensaje diciendo que casualmente iba estar por la zona donde nos encontrábamos, no quise postergarlo y le dije que estábamos en el hotel que si nos quería acompañar más tarde le mande el número de habitación y acepto de inmediato, empecé a imaginar todo lo que habíamos platicado iba ser realidad, prepare a mi novia con unas copas de vino el alcohol siempre la a puesto muy puta, empecé a calentarla tuvimos sexo y le platiqué la idea a lo cual acepto, le dije que tenía permiso a portarse como la puta que es, le pregunté a su macho como la quería vestida, me gustaba prepararla como él quisiera. Falda y unos tacones de puta, esas fueron las indicaciones de su macho y quería cumplir afortunadamente llevaba una falda muy sexy y los tacones dejaban ver sus lindos pies, se miraba demasiado sexy y linda me volvía loco saber que estaba a punto de presenciar lo que todo cornudo quiere, me aviso que ya estaba en el lobby y empezó la adrenalina a recorrer mi cuerpo me sentía muy caliente de entregar a mi mujer, lo esperamos en la sala de la habitación mi novia no podía verse más sexy le di instrucciones de que cuando tocara la puerta lo fuera a recibir, le tome unas fotos antes para el recuerdo cuando tocaron a la puerta nos vimos con cara de complicidad y se levantó abrir la puerta, pensé que iba ser tímida pero recibió a su macho con tremendo beso, se empezaron a comer la boca y yo a disfrutar el espectáculo se besaban como si hubiera extrañado a su puta la tocaba de una manera desesperada como si mi mujer fuera su presa no dio tiempo a saludarlo se fueron a un sillón donde se recostó mientras mi novia le bajaba el pantalón y se puso a mamar lo hacía de una manera que parecía que se quería ahogar con la verga de Carlos, yo estaba disfrutando el espectáculo quise grabar un poco las tomas que grabé donde Carlos esta literal cogiendole la boca a mi novia su boca se miraba mas chiquita con esa verga, mi novia no dejaba de masturbarlo y tocarle los testiculos, era como si estuviera viendo porno en vivo me mataba el sonido de la verga de Carlos topando con la garganta de mi novia que al sentirse ahogada soltaba más y más saliva, Carlos solo podía gemir mientras cerraba los ojos y le empujaba cada vez más la cabeza a mi novia, así estuvieron 10 minutos hacían pequeñas pausas para darse besos que en realidad eran intentos de comerse la boca, le pasaba la lengua por la cara como si no quisiera que se escarapa nada, mi plan era solo ver pero al ver esas escenas fue imposible no empezar a masturbarme, Carlos hizo una pausa para quitarle la ropa a mi novia empezó por la blusa y la falda la dejo solo con una tanga y sus tacones, la puso con las piernas abiertas y se dedicó a darle una rica chupada de vagina, ver a mi novia retorcerse por la lengua de su macho era increíble gemia mientras le pedía que no parara, era una auntentica puta, mi novia se empezó a tocar sus pezones como si se los quisiera arrancar sus pies se contraen en los tacones cada que empuja su lengua lo estaba disfrutando demasiado y me lo hacía saber, para terminarla de preparar le metió 3 dedos que mi novia gozó mucho y lo demostraba gimiendo como zorra, yo era solo un espectador. Su vaginita estaba empapada no dejaba de meterle dedos conocia a mi novia y sabía que estaba a punto de tener un orgasmo, ella sugirió que queria que se la cogiera en la cama y así fue, se fueron a la cama empezaron a coger como locos le quitó toda la ropa la tenía desnuda para que hiciera lo que quisiera con ella, la penetraba de una manera violenta como si tuviera mucho tiempo sin coger mi novia solo podía gemir y murmurar que quería más, así la tuvo por 10 minutos la cambiaba de posición cada que quería la estaba aprovechando al máximo, mi parte favorita fue cuando la estaba penetrando y agarro uno de sus pies para chuparlo se lo quería comer me excitaba que hiciera todo lo que le había pedido, la puso en 4 y literal la estaba embistiendo mi novia le pidió que no tan duro pero fue ignorada no le importaba si a mi novia o a mi nos gustaba quería satisfacer sus ganas de usar a mi novia no aguante verla en 4 con esa carita de mezcla de dolor y placer tuve que meterle mi verga en la boca y decile lo puta que era le repetía mil veces que era una zorra que estaba disfrutando de dos vergas, no podía chuparme la verga por las embestidas que Carlos le daba, sentí que iba acabar por los gemidos que hacía la ensarto por último y me dijo que la cogiera un rato mientras agarraba aire y tomaba algo, sentí como si me estuviera dando permiso de cogerme a mi propia mujer, me excito tanto y solo la volteé estando en 4 al entrar en ella sentí lo mojada y era evidente que otra verga más grande había estado allí no me importo al contrario sentía que no la llenaba y me excitaba más solo se recuperó y fue como si reclamaba su puta de regreso se la entregue sólo pude estar adentro de ella por unos minutos, se puso encima de ella y volvió a darle durísimo la tenía enfrente volvieron a besarse me excitaba lo rico que se veían sus lenguas jugando era como si se olvidadan que yo estaba en la habitación mi novia no dejaba de repetirle lo grande que era su verga así estuvieron por un rato mi novia estaba tan caliente que sugirió una doble penetracion me sorprendió muchísimo pero estaba tan excitado que quería hacer de todo intentamos pero era imposible mi novia estaba muy apretada ella hasta sugirió que intentáramos por la vagina cosa que fue imposible pensé que le incomodaría a Carlos pero tratamos de meter las dos vergas pero no lo logramos mi novia nos dijo si no se puede así al menos déjenme tenerlas en la boca, fue algo muy excitante estuvo varios minutos chupando las dos vergas se las metía las dos a la boca y jugaba con ellas, Carlos dijo que quería terminar cogiendola se subió encima de ella le dio por unos minutos mi novia le hablaba al oído me volvía loco solo alcancé a escuchar que le pidió la leche en la boca a los segundos Carlos aviso que se venía y mi novia muy sumisa obediente se inco en la cama no duro mucho cuando los chorros de leche de Carlos cayeron en su lengua y otra parte en la cara se trago la leche como si fuera lo último que tomaría no aguante y también me vine en su cara era como esas escenas porno, no perdió la oportunidad y volvió a chuparnos la verga llenas de leche hasta dejarlas limpias. Si les gusto háganmelo saber para seguir escribiendo todas las aventuras que hacemos con mi mujer.

Autor: PAREJA7865 Categoría: Voyeurismo

Leer relato »