No duermas sola

2019-08-14


Esto me sucedió prácticamente el año pasado por mediados del mes de agosto. Cada tarde de todos los viernes yo iba donde una amiga ayudarla en su tienda que era por el centro de la ciudad, pué bien ese día era viernes y terminaba de salir de mi lugar de estudios, iba caminando por la acera, conversando conmigo misma de los deberes que me mandaron de hacer y tan solo pensarlo me estresaba más y más. Cuando llegue a la tienda de mi amiga todo estaba vacío y desordenado porque supuestamente llegaría nueva mercadería y mi amiga estaba remodelando un poco el lugar; la salude con un beso francés y sonriendo me dijo que vaya moviendo una estantería que se hallaba cerca a la puerta, con toda la confianza que teníamos le dije que por supuesto, conversando de las cosas del lugar donde estudio se nos fue pasando la hora como 45min, cada una nos habíamos ensuciado un poco y estábamos cansadas de tanto agacharnos para mover las cosas de un lado a otro, decidimos parar por unos minutos, me dijo que si quería jugo y yo muy feliz le acepte; se fue para el fondo de la tienda donde se encontraba una pequeña “minicosina” que suele servir cuando mi amiga no iba para su casa, al poco rato regreso con dos vaso con jugo de arándano, que ella los suele hacer muy riquísimo, me la entrego y antes que hiciera el primer sorbo, me comento que su primo le había llamado y vendría a ayudarnos a mover los muebles mas pesados, y yo no pude ocultar mi alegría, no porque me interesara su primo es más ni lo conocía, sino porque ya me estaba cansando con tan solo pensar que solitas las dos íbamos a mover toda la tienda cosa que no fue asi. De pronto sonó la puerta abrirse por la campanita que se encuentra encima de la puerta, voltee y era un chico normal y corriente. Me saludo con un abrazo y un beso en la mejilla y de igual manera con mi amiga. Me dijo que se llamaba Ricardo, bonito nombre pensé, luego mi prima se lo llevo para que vea las cosas que tendría que trasladar él. Yo los miraba en su forma de tratarse, a veces se iban bien al fondo no sé de qué hablaban pero se oían sus risas, aprovechaba para seguir tomando mi jugo que casi ya iba por la mitad cuando oí su grito llamándome, fui lo más rápido que pude y sucede que los dos solos habían intentado mover una cajuela de 2 metros de altura que por lo menos pesaba más que los tres juntos. Inmediatamente los ayude porque le estaba cayendo encima a mi amiga y su primo lo estaba sosteniendo para que no le viniera encima, pero no iba aguantar mucho tiempo, no podía ponerme atrás suyo porque es más alto que yo y aun peor estirando los brazos para arriba, así que no había otra opción que ponerme delante de él, lo hice con un poco de temor por sentirlo tan cerca, pero mi amiga estaba ya casi de rodillas así que aguante mis miedos y me puse apegado a él, estire las manos hacia arriba para que mi amiga saliera pero no salía, no sé qué paso le dijimos que saliera pero no lo hacía, al parecer se había atascado y nada que salía, su primo, Ricardo empezó a mecer el mueble como sea y yo lo ayudaba pero me entro un escalofríos terrible porque al hacer eso se estaba empezaba a levantar mi falda y no solo eso, sino que también empezada a sentir algo tocándome en la parte de atrás. De tan solo imaginar lo que era lo que me estaba tocando por detrás casi suelto el mueble, no dije nada, trate de adelantarme un poco y separarme de Ricardo, pero no pude, me sentía cada vez más y mas pegada a la cosa que traía ahí detrás y solo pedía que mi amiga saliera lo más rápido posible. Ricardo hablaba con mi amiga diciéndole que si ya salía y seguía meciendo el mueble, no sé si lo hacía a propósito pero me estaba empezando a empujar un poco, como si me quisiera coger ahí mismo, yo me contenía porque podría ser que solo quería ayudar a su prima, mi faldita con el vaivén dejaba a la vista sin duda parte del empiezo de mis nalgas, y de la ropa interior que traía puesta, en ese momento maldije al lugar donde estudio por exigirnos usar falda y encima que llegaba casi a los muslos, pero no solo era eso, intente cerrar las piernas pero el peso del mueble me iba ganando, asi que no tuve otra opción y estaba ahí parada de piernas abiertas, siendo penetrada por un chico que posiblemente sabía lo que hacía, ganándose con el subir de mi falda y esa cosa atrás mío rebotándome para delante como un perro desesperado. Había pasado lo peor, alfin mi amiga salió de ahí abajo y pudimos acomodar el mueble, al terminar no dije nada a nadie, estaba un poco asustada por lo que paso. Entonces le llamaron al móvil a mi amiga diciendo que ya estaba la nueva mercadería que ella misma tenía que ir a verificar y recoger todo. Se alisto y me dejo todo encargado a mí, yo me asuste porque me iba a quedar solo con su primo, no podía defraudarla así que acepte sin peros, ni bien salió mi amiga, me fui al fondo de la tienda para limpiar un poco, pero me asuste cuando Ricardo habló, e dijo que saldría un rato, que en un momento vendría, para mis adentros me dije que bien, y le dije que sí, que está bien. Tenía todo el lugar para mi sola, estaba despreocupada y cansada, agarre mi jugo de arándano y me lo bebí de un sorbo, sí que estaba rica, me puse a barrer y limpiar cada esquina, me sentía cada vez más cansada y decidí descansar en una de las cómodas de la tienda, me eche encima y pesaba sobre mis trabajos, sobre si no iba a llegar tarde y me quede dormida. Cuando desperté ya era cerca de las 7pm, estaba oscuro el lugar, y ni mi amiga ni Ricardo habían vuelto, mire mi móvil y mi amiga había llamado varias veces y dejo una nota de voz “Liz, no creo volver a la tienda, el encargo ha salido mal, puedes irte a tu casa amiga, dile a Ricardo que cierre la tienda porque no me responde, te quiero bayyy…”. No sabía dónde estaba Ricardo, así que me levante para agarrar mis cosas cerrar todo e irme a mi casa, pero cuando lo hice sentí un frio en la entrepierna, de inmediato me revise, metí mi mano por debajo de mi falda y no podía ¡creerlo! No traía puesta mis pantis , era imposible, estaba asustada porque sentí un líquido viscoso bajar por mi pierna y había más en la cómoda, no supe que hacer, me dolía mi vaginita, me seguía saliendo líquido, no sabía que pensar, mi faldita no traía la correa que se une con mi top de color negro, me dolía los pechos, como si me lo hubieran apretado con una pinza, que hacer en esos momentos, con quien hablar, que decir, estaba mojada en los pechos, una baba blanquecina medio reseca se estaba pegando, como saber qué es lo que pasó, mis labios estaban rojos, mi boca tenía el sabor de haber probado algo salado, busque mi ropa interior como pude, por todos lados pero no lo encontraba, me agachaba para ver si estaba debajo de las cosas y sentía que de mi vagina salía más líquido, me pare y… lo vi! Era obvio!. Después que me dormí, pasaron 10min y Ricardo había vuelto, entro y me vio echada, me hablaba, me decía ¡puta! ¡zorra!, me empezaba a besar la boca, no sentía nada, me levanto la falda hacia el estómago y con sus manos masajeaba mi vagina por encima de mi tanga negra, estaba como demente, paró de besarme y arremetía con sus palabras, “te gusto lo de hace rato verdad, zorrita? Te encanta coger verdad? Te voy a coger putita… miró para la puerta y la cerro con seguro, cerro las ventanas, prendió la luz y se quitó los pantalones y el bóxer… se acercó donde mí, devorándome con la mirada, se puso entre mis piernas y metió su cara en mi vagina, lo lamia por encima de mis pantis, le gustaba porque lo hacía con una fuerza sin igual, empezó a sacarme la tanguita, me la bajo hasta el muslo y me devoró con la boca, metiendo su lengua en mi vagina que emanaba líquidos y yo no lo sabía, lamia de arriba abajo, mi vagina no tenía pelos, todo sea por la higiene, y al parecer le gustaba, metía su dedo en mi vaginita, entraba uno, probaba con dos y a duras penas lo lograba, intentando hasta abrirme con tres dedos, me saco por completo la tanga, me abrió las piernas lo más que pudo veía su miembro, estaba muy erguido y ya tenía un color rojo, se lo agarraba y me lo mostraba diciendo, te va a gustar mi amor, te voy a coger como nadie, hoy serás mi zorrita… puso su miembro en la entrada de mi vagina, jugaba, hacia como que me lo metía pero al rato lo sacaba, se reía en mi cara, hasta que alfin decidió metérmela toda, lo intento hacer de n golpe pero no pudo, mi vagina a pesar de estar bien lubricada no soportaba el tamaño de Ricardo, seguía intentando una y otra vez hasta que de tanto empujar su miembro se resbalo rompiéndome la vagina, solo me movía, sentí el dolor de alguna forma, Ricardo se reía, te dije puta, te gusta verdad? Me lo repetía sin parar, comenzó con su vaivén, me lo metía y me lo sacaba una y tra y otra y otra vez. Hasta que no aguanto y se vino dentro de mí, su pene estaba dentro mío y aun así por los costados salía líquido a chorros, me lo sacó y salió aún más…se paró y acerco su miembro a mi boca, me daba cachetadas con el me abría los labios haciendo círculos con su miembro, y me lo metió a la boca, hacia lo mismo que hizo con mi vagina y me echo todo sus líquidos, me saco el top que traía en ese momento, me saco el brasier, y me hizo sentar, chupo mis pechos como un demonio, me los mordía uno tra otro, no tenía control, le daba lapos a mis pechos y rebotaban como pelotas me cargo, su pene seguía recto, estaba en sus brazos, me llevaba para la vitrina de la tienda, por suerte ya estaba oscureciendo y no había mucha gente para que notará lo que pasaba, me apoyo a la vitrina y el a mi atrás, por detrás levanto mi falda y puso su pene en la entrada de mi vagina, me dio duro contra la vitrina, me estaba cayendo pero él me sostenía por el cabello, estuvo así como 10min rompiéndome mi vaginita, se volvió a venir dentro de mí, me cargo de nuevo hacia la cómoda, me puso todo como estaba menos mi tanga, Ricardo se cambió, y antes de irse tomo fotos de mi vagina, mis pechos, mi rostro lleno de semen, y antes de irse, saco la tanga que se había guardado en su pantalón y empezó a masturbarse con eso, antes de correrse, me levanto el top, y se vino en mis pechos, mis tetas estaban mojadas, y decidió irse, dejándome sola, bañada en semen, fui su puta y no lo sabía, me trato como una zorra… y se marchó, después desperté y paré ahí el video que las cámaras de seguridad que habían grabado todo porque desde ahí yo ya había recobrado la conciencia, y pensativa en lo sucedido me fui a mi casa, cerrando todo, camine hasta mi casa, con mis cosas en mi espalda, camine con el frio dándome en mi vagina, camine con el sabor a semen en mi boca, con el semen que estaba ya seco en mis pechos, camine como puta, con el semen de Ricardo bajándome por los muslos de mis piernas que no paraban de venir porque no tenía tanga y que nadie notaba.

Autor: Babykiary Categoría: Voyeurismo

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Unas gratas visitas a mi hijo y a mi nuera

2019-08-14


Había nacido mi primer nieto, mi hijo Andrés y mi nuera Karen intentaron por mucho tiempo y al fin se les dio. Todo transcurría de lo más normal, de vez en cuando iba a visitarlos y me pasaba el fin de semana en casa de ellos. Karen es una mujer muy guapa, unos pechos enormes y unas caderas de infarto, más de una vez había fantaseado con el cuerpo de ella. Un día de visita normal llegué a la casa de ellos, mi hijo estaba atendiendo unos negocios por video llamada, lo salude y me dijo que Karen estaba dándole un baño al bebé. Subí al segundo piso donde y fui directo al baño principal. Al entrar cual era mi sorpresa: Karen estaba dentro de la tina junto al bebe tal como dios la trajo al mundo. Quise salir del baño, pero ella con toda naturalidad me pidió que pasara adelante y que le ayudara con el baño del bebé, no dudé en aceptar su invitación, y pasar hasta el borde de la tina, y allí estaba ella desnuda, una fina capa de espuma era lo único que la cubrió, los pechos los tenia enormes por la leche acumulada y unos pezones obscuros que apuntaban hacia el techo y desde primera vista se miraban que estaban duros por amamantar, el vientre aun lo tenía flácido y una gran mata de pelo cubría su sexo, sin duda después de dar a luz ya no se había cuidado esa vulva. No podía creer que estaba apreciando la desnudez de Karen, rápidamente tuve una erección que se me salía del pantalón, tomé una pequeña silla para poder ayudar a Karen mientras ella le daba el baño al bebé. Todo era un espectáculo desde uno escasos 50 centímetros de distancia hasta el cuerpo de Karen, me pidió que le ayudara así que tuve que meter las manos al agua y en varias ocasiones toqué sus pechos y noté que los tenia duros, me di un gran gusto verla de esa forma de una forma despreocupada y sin ningún tapujo. Se repitió esa escena varias veces, mi hijo atendiendo clientes por medio de video llamadas, y yo ayudando a Karen. Pasadas varias semanas, un día de esos al fin pude ver su vagina, la llevaba totalmente depilada sus grandes y carnudos labios salían casi a flote mientras sus pechos cada vez eran más flácidos pero que ofrecían un gran espectáculo ver como esos pezones adornaban tremendos melones.

Autor: Cojonudo18 Categoría: Voyeurismo

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En la pensión.

2019-08-13


En la pensión. Fue aquel verano, en vacaciones. Mi novia y yo estábamos durmiendo en una pensión. La más barata que encontramos. El dueño, un señor mayor que rozaría ya la edad de jubilarse, con la excusa de despertarnos a la hora que le habíamos dicho el día anterior, entró en la habitación sin llamar a la puerta. Sin avisar ni nada. Por la noche, juraría que había estado tras la puerta escuchando los "ruiditos" de la cama. Yo estaba en la ducha. Hacía un calor infernal y ella estaba dormida, completamente desnuda encima de la cama. La habitación estaba en medio penumbra, pero con luz suficiente para ver cualquier cosa. Se quedó quieto mirando. Vio perfectamente sus tetazas y el felpudo en pleno esplendor. Miró hacia los lados. Supongo que buscándome. Contesté desde la ducha. Las voces la despertaron. Tardó uno segundos en reaccionar. Con cara de susto se dio cuenta dónde estaba y sobre todo que el tipejo en cuestión se la estaba comiendo con la mirada. Intentó agarrar la sábana para taparse, pero no lo consiguió. Lógico. Estaba tumbada encima de ella. Se tapó los pechos como pudo con las manos. Juntó las piernas y se giró enseñándole el culito. El vejete ya tenía una vista completa de mi novia desnuda. De mala leche le dijo que vale, que ya nos había avisado, que se fuera inmediatamente de la habitación. Ni pidió disculpas ni nada. Simplemente se giró. Con calma, sin prisa. Al llegar a la puerta volvió la cara y echó una última mirada. En el desayuno no paraba de mirarla. Se sentó de frente a ella. Se la comía con los ojos. Sin apartar la mirada de sus pechos nos explicaba cómo ir a las mejores playas. “Las que les gustan a los jovencitos” porque no iba nadie. Creo que lo decía con segundas, pero a mí me daba igual. Bueno no. Si había poca gente, a lo mejor hasta la convencía para bañarnos en pelotas o incluso, echármela un polvete playero. El vejete hablaba, hablaba… y mientras, la devoraba con la mirada. Yo sabía por qué era. Seguro que tenía la polla tiesa. A mí se me estaba poniendo más dura que un palo. Llamaron al teléfono y de mala gana fue a atenderlo. En cuanto se levantó me dijo que estaba mosqueada con el viejo mirón, que quería cambiar de pensión, que quería irse…. Era un cerdo, un mirón un…. Yo la decía a todo que sí. Nada más terminar de desayunar, fuimos a la habitación. Fue cerrar la puerta y antes de abrir las maletas para irnos de allí o en el mejor de los casos, para preparar lo de la playa, la empujé a la cama. Cayó de bruces. Me tiré encima y zas. La bajé el pantalón del chándal y las bragas. Todo junto. -. ¿Pero qué haces? Dijo, intentando darse la vuelta. La “ataqué” desde atrás. Mi polla entró sin problema. No es que estuviera “abierta”, es que además estaba completamente calada. Vamos que el salido, no solo era yo. Sin sacársela, agarré la camiseta y se la subí. Agarré las tetas. No podía masajeárselas bien al estar tumbado encima de ella por detrás, pero si podía estrujarlas como a mí (y a ella) me gusta. Mientras la metía la polla, no paraba de susurrarla al oído que el viejo estaría mirando, que le había puesto como loco, que se pajearía, que… Mordiendo la almohada (por si el viejo estaba detrás de la puerta escuchando, cosas que no me cabía la menor duda) se corrió en medio minuto. Pensé que ya estaba, pero no. Cuál es mi sorpresa cuando veo como con dificultad introduce una mano bajo su cuerpo y comienza a masturbarse. Sigue… no me dejes así… Y llegó su segundo orgasmo. Esta vez no se cortó a la hora de gemir. Me toca, la dije. No… espera… contestó aun gimiendo, avísame. Cuando estaba en su punto, me dijo que lo hiciera fuera. Me la agarró y me la meneó lentamente, muy despacito, acariciando con dulzura los huevos. -. Que se joda el mirón, dijo en voz alta cuando vio salir disparado mi primer chorro. Y empezó a dirigir mi corrida hacia la cama manchando de leche las sábanas y la almohada. Si el viejo estaba detrás de la puerta o mirando por alguna rendija tuvo que verlo todo. Y oírlo fijo. Luego, como si no hubiera pasado nada, se desnudó del todo. Con el almohadón se limpió obscena el coñito. Como si estuviera sola, empezó a ir de un lado a otro de la habitación preparando la toalla y las cosas de la playa. Eso quería decir que no nos íbamos. Yo me quedé tumbado en la mitad limpia de la cama mirándola. La vi escoger el bikini y dejar el traje de baño. Top less fijo, pensé para mí. La hice gestos con el dedo para que se acercara. -. ¿Sabes que el viejales te pues estar viendo desde aquella ventana?, la dije para picarla un poco. Puso una fingida cara de susto. Ohhh… Menuda tragedia… Seguro que ese cerdo se la está cascando… dije en voz baja. Se acercó a la ventana. Levantando las tetas desde abajo comenzó a meneárselas. -. Las verás cabrón, pero no las catarás… Visto y no visto. Se volvió hacia la cama. Su mano, directa a mi entrepierna. Unas deliciosas caricias hicieron revivir mi polla. Tirando de ella me hizo poner de pie y me acercó a la ventana. No sé si de verdad el viejo estaba mirando. Yo lo dije a lo tonto, solo por hacerla rabiar un poco, pero… el efecto que provoqué fue tremendo. Y desde luego, totalmente inesperado. -. ¿Desde qué ventana mira?, ¿desde allí? Y me empujó hasta colocarme a su gusto. Se agachó y con un gesto entre lascivo y coqueta se apartó el pelo de la cara. -.¡Que se joda ese mirón de mierda!. Visto y no visto. Mi polla se perdió en su boca. Alucinante. Anda que no tenía que rogarla, suplicarla más bien, para que me lo hiciera con la boca. Y mira tú por donde, acababa de descubrir que a mi novia, eso de que la miraran, bueno el exhibirse, no solo la ponía, sino que la desinhibía totalmente. -. ¿Le ves?, decía mientas lamía mis huevos. Miré por la ventana. No veía nada. Pero mentí. Dije que había visto moverse una cortina, que seguro que estaba allí agazapado, escondido mirando… Y el resultado fue increíble. Cuando miré hacia abajo la vi. La espalda apoyada en la pared. Agachada, con mi polla en la boca y tocándose la entrepierna, masturbándose con furia, como con rabia. Movía la mano a toda velocidad. Se metía los dedos en el coño. Se pellizcaba y retorcía el clítoris. Nunca la había visto tocarse de esa forma. Y cada vez que la decía que veía moverse la cortina era mejor. La chupaba. La lamía desde los huevos hasta la punta, se la pasaba por toda la cara, besaba mi capullo, lo rodeaba con la punta de la lengua… No lo sé, nunca lo he probado, pero me da que lo hacía como una puta profesional. Joder cómo se pone de caliente. Mientras me la chupaba, yo no paraba de pensarlo. Si se llega a enterar de todo o me mata o me come entero. Si. Porque lo que mi novia no sabía es que antes de despertarla, el tío miró hacia los lados como buscándome. Esperó un ratillo. Yo estaba agazapado, escondido en la ducha y me quedé quieto a ver qué pasaba. El viejo se acercó casi de puntillas y la miró. Y miró, y miró, y miró y requetemiró. Con disimulo, sin hacer ruido, cogió las braguitas que estaban tiradas en el suelo. Eran de mercadillo. Se las llevó a la cara y se las puso en la nariz. Menudo cuadro. Mi novia desnuda, brazos y piernas casi en cruz. Exponiendo todo. Y un cerdo con una mano tocándose el paquete, y con la otra, oliendo sus bragas sucias. El baboso mirándola el coño y sobre todo esas tetazas y yo, escondido espiando, acechando desde la ducha con la polla más dura que una piedra. Sin soltar las bragas, con la otra mano, el muy hijo de puta se acercó un poco a la entrepierna. Tal y como estaba, con las piernas algo abiertas, tuvo que ver unos primerísimos planos de su coñito. Tenía que estar poniéndose malísimo. El muy guarro, se la tocaba por encima del pantalón. Creo que se quedó con ganas de cascársela allí mismo. (Supongo que lo haría luego, nada más salir.). Yo en la ducha me puse tan caliente que me comencé a tocar. La tenia durísima. Me hubiera gustado ver cómo se la sacaba y se la meneaba encima de ella. Ver cómo la duchaba con unos buenos chorros de semen… El imaginármelo me ponía más cachondo. ¿Pero estoy tonto o qué? me decía a mí mismo. ¿pelándomela como un mono? En cuanto este cabronazo se marche, me la voy a follar. Fue cuando le dije que vale, que ya salía de la ducha. Ella se despertó y se medio tapó como pudo con las manos y le dijo que se fuera. Él se fue y ella simplemente se dio la vuelta y volvió a adormilarse. Esperé a que se girara otra vez. Siempre duerme boca arriba. Separé sus piernas con cuidado. Me puse encima sin tocarla. Apoyado en un brazo y despacio, muy despacio se la fui metiendo. Su coñito estaba calado. Ronroneando se despertó y empezó a gemir. -. Eres un marranón, siempre pensando en lo mismo, me decía sonriendo mientras empezaba a gemir. Y no pude pensar más, porque en ese momento quien empezó a gemir fui yo. Y mi novia por primera vez, se tragó toda mi corrida. Bueno no se la tragó del todo. Dejó algo en la boca. Se puso de pie y mirándome, me enseñó su lengua. La expulsó de la boca y dejó que mi semen mezclado con su saliva resbalara por su barbilla hasta los pechos. Luego, con una sola mano, se lo restregó por las tetas. Con la otra mano seguía tocándose el coño. Cada vez que recuerdo aquella pensión, se me pone durísima. Descubrí lo guarra y puta que se ponía mi novia con lo de saber que la miraban. No era exhibicionismo, era saberse observada. Por decirlo de algún modo, ella no se mostraba, pero tampoco se tapaba. Y el que la vieran la ponía a mil, la subía la temperatura hasta hacerla perder los papeles. Eso me dio mucho, muchísimo juego. Siempre he sospechado que ella no estaba dormida del todo, que se dio cuenta de que el viejo la miraba. Y la gustó. La puso cachonda que el tipejo aquel babeara mirándola, que se tocara el paquete. Y jamás dijo nada de las braguitas que desaparecieron. Algo sabía. Y aunque no lo reconociera abiertamente, la había gustado. Y no lo digo solo por la mamada junto a la ventana. Además, no solo no cambiamos de pensión, sino que, al día siguiente, bajó a desayunar solo con un vestido de playa. Sin nada debajo, me dijo en voz baja según nos sentamos. Que no llevara bragas, no se notaba, pero que no llevaba sujetador era más que evidente. Menudos meneos la daban esos melones cuando se levantó a por las tostadas. El viejo nos sirvió el café. Por supuesto no era necesario. El bulto se notaba perfectamente. Sentados, “el paquete” estaba a la altura de su cara, casi junto a su boca. Si se gira, le da un mordisco en la polla. Ella me miraba y sonreía. Con disimulo soltó otro botón del vestido. Solo quedaban dos y el vestido caería al suelo. Desde arriba, el escote era enorme. Con su pie, bajo la mesa, estaba acariciando mi paquete.

Autor: undiaesundia Categoría: Voyeurismo

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UN DESCONOCIDO SE FOLLA A MI MUJER DELANTE MIO

2019-08-11


Mi esposa es muy buena dando mamadas, me gusta como ella me chupa la verga y la succiona con fuerza hasta hacerme venir en su boca… Eso precisamente me estaba haciendo un día en que nos encontrábamos estacionados dentro del auto en un área poco transitada a la orilla del mar. De pronto me dí cuenta de que no estábamos solos, un desconocido a poca distancia del auto se había parado a mirarnos. Mi esposa enfrascada en la mamada que me estaba dando no vio al tipo, pero yo al ver con el placer que nos miraba sentí ganas de darle una exhibición más de cerca y haciéndole una señal con el dedo en los labios para que no hiciera ruido; lo invité a que se acercara más a la ventana del auto para que viera mejor. Le fui subiendo la falda a mi esposa hasta la cintura, dándole de esa forma al hombre una buena vista de los muslos y nalgas de mi mujer. El al ver semejante banquete visual, se abrió el zipper del pantalón y se sacó un tremendo vergón que más que un pene parecía un pedazo de manguera de las que usan los bomberos. Aquello era largo, grueso y se notaba a leguas que estaba más duro que un bloque de cemento… El hombre rompió a hacerse una puñeta allí frente a nosotros y era tanta su calentura que no se conformó con mirar y abriendo la puerta del auto por el lado de mi mujer, se acomodó detrás de ella y empezó a acariciarle las nalgas. Mi mujer al sentir que le trasteaban el trasero, dejó de mamarme la verga y miró a ver que era lo que estaba pasando, encontrándose ante su cara el gran miembro del desconocido. El sin darle tiempo a reaccionar le agarró la cara y se lo puso en los labios presionando la cabeza del enorme pene contra ellos. Al principio ella trató de resistirse, pero él no la soltó y terminó abriendo la boca dejándolo entrar entre sus labios. Solo pudo albergar en su boca la cabeza y menos de la mitad del tronco, pero eso era suficiente para que el sintiera la lengua de mi mujer revoloteando y lamiendo la cabeza de su pene. El le soltó la cara pero ella no se retiró, siguió mamandóle el hierro, esta vez amarrándole el tronco con sus dos manos para controlarlo. Yo por mi parte disfrutaba viéndola mamar esa enorme verga. Sentía un placer morboso y unas ganas inmensas de que el la poseyera allí mismo delante mío… El pareciera que me leyera los pensamientos, pues le sacó la verga de la boca a mi esposa y empujándola de espaldas hacia mí, le abrió las piernas, se acomodó entre ellas, de un tirón le quitó las bragas y presentandole el mamerro en la entrada de su vagina la penetró. Mi mujer se mordió los labios, dejando escapar un gemido de gusto y placer con cada centímetro que le empujaba dentro de su ser. El orgasmo de ella no se hizo esperar, su cara reflejaba el inmenso placer que estaba sintiendo ante las embestidas del hombre. En los años que llevábamos follando, nunca la había visto disfrutar tanto de una cogida. Me imaginé que era por el tamaño del pene, pues lo que se estaba tirando en ese momento era por lo menos tres veces más grande y grueso que el mío. Sentí celos de pronto, pensé que me seria difícil de complacerla después de esta extraordinaria experiencia. Me sacaron de mis pensamientos los gritos de ella anunciando una vez más que se estaba viniendo. Le pedía a plena voz que se la empujara hasta el fondo, le decía que quería sentirla toda adentro y con cada estocada que el tipo le daba, más ella gritaba. Yo tenia el bicho a mil revoluciones y volteándole la cabeza un poco logré ponérselo frente a su boca. Ella le metió mano enseguida y comenzó a mamármelo, pero cada vez que el la clavaba yo sentía sus dientes mordiéndome el hierro… De pronto la sentí estremecer con más fuerza, era que el se estaba viniendo dentro de ella y cada chorro de leche que le echaba ella lo sentía dentro de su vientre. Sus dientes se clavaron en el tronco de mi pene todavía dentro de su boca y no pude aguantar más mi venida, descargando mi eyaculacíon directo a su garganta. Por la forma en que ella se estremeció supe que también se estaba viniendo, fue una sincronización perfecta en la que nos vinimos los tres a la vez. Yo cerré los ojos disfrutando el momento y ella hizo lo mismo, cuando despertamos de ese estado sublime y abrimos los ojos, ya el hombre se había marchado y estábamos solos. Demás está decir que hemos vuelto varias veces al sitio a ver si nos lo encontramos de nuevo, pues mi mujer se quedó encantada con su extraordinaria verga, pero no hemos tenido suerte de verlo otra vez y ella ha tenido que quedarse solo con el recuerdo de esa hermosa tarde.

Autor: machoman1 Categoría: Voyeurismo

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Mi esposa dando clases particulares

2019-08-08


Mi esposa es maestra de una escuela preparatoria, ella se llama laura tiene 34 años, yo 40.. Es una mujer muy bella es morena con un cuerpazo…pero ella es muy tímida..Siempre viste con vestidos largos por debajo de la rodilla… Un dia un compañero de trabajo me comento que su hijo juan de 19 años tenia problemas en una materia..que si mi esposa como era maestra pudiera darle una clases particulares… sin consultar acepte y mencione que no había ningún problema.. Asi que llegue a la casa y le comente a mi esposa de lo sucedido., lógicamente ella se molesto por no haber consultado..pero en fin acepto.. Habiamos acordado que llegaria a las 6 pm. Pero este joven llego casi a las 9 de la noche… Asi que presente a este joven de buen parecer a mi esposa… Y me retire a mi habitación..y por primera vez tuve una sensación de espiar a mi esposa… de que hacian.. imaginandome que este joven tomaba la iniciativa.. me puse celoso al inicio..pero luego la idea me fue excitando.. asi que llame a mi esposa a la habitación y le comente que estaba muy cansado… y que me hiba a dormir..que si hacia favor de llevar al chico a su casa cuando terminaran..de estudiar.. Esta bien me dijo duermete.. Pasaron una hora y mi excitación crecia…me levante a espiarlos.. Y el joven tenia los ojos puestos en su escote… El trataba de rozar sus manos..pero ella lo esquibaba en forma discreta.. Eso me ponia mi a temblar de excitación.. en eso observo que ella se levanta y viene directamente a nuestra habitación..corro y me hago del dormido…observa que estoy dormido..y sucede algo inesperado para mi.. se empieza a cambiar de ropa se coloco un vestido blanco entallado..que habia comprado y nunca lo habia estrenado, y se retira sin hacer ruido.. Me bajo a continuar espiandolos.. y veo como el joven la empieza a piropear..a decirle lo linda que se vee.. Se sientan en el suelo.. Y ella discretamente muestra su ropa interior blanca… Y el no deja de observarla.. Mi esposa finje un dolor en la esplada..y el ni tarde ni perezoso se levanta y coloca detraz de ella a darle un masaje… Ella cierra los ojos… Y se deja llevar por las cariciias No podia dar credito a lo que veia.. ella la esposa sumisa...fiel..estaba permitiendo caricias de otra persona...me ento un arraque de coraje celos creo yo..pero me contuve..queria saber hasta donde era capaz de llegar..en eso veo como las manos habiles del chico empieza a rozar sus senos por encima de la ropaabrir los botones de enfrente uno por uno..dejando ver sus lindos senos cubiertos por unos brassier de encajes conabertura adelante… La pone de pie.. Y coloca las manos de ella sobre la mesa.. Sube lentamente el borde del vestido dejando ver su ropa interior… Se pega a su tracero duro.. Mientras sus manos aprientan sus senos descubiertos…se baja el sisper del pantalón y lentamente introduce una y otra vez… Mientras tanto yo me estaba tocando teblando de emocion.. Escondiendome..queriendo escuchar sus gemidos... que eran apagados según para que no despertase en eso suena el telefono y ella contesta rápidamente, eran los padres del joven... que pasarían por el.. me moria del coraje… Hasta ahí llegaron esa noche…se despide de el..diciendole que muy pronto regresaria… ella lentamente regresa a mi recamara… tratando de no despertarme… pero lo habia visto todo y escuchado..ella no sabe nada… espero les haya gustado.. Daniel

Autor: Anónimo Categoría: Voyeurismo

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¿Quién eres?

2019-08-08


Observaba desde hace días que Laura se presentaba nerviosa –tal vez no es el término exacto- cada vez que su móvil emitía el sonido típico de un mensaje entrante, inmediatamente lo buscaba, a veces le bastaba con sacarlo de su bolsillo, desbloquearlo mediante el patrón (que sólo ella conoce) y perderse en la lectura…Hacía meses que detecté esta conducta en mi mujer, conforme pasaban los días se intensificaba más, los sonidos eran cada vez más continuos, entendía que de ser simples saludos llegaron a convertirse en conversaciones, las primeras fueron rápidas, apenas duraban unos minutos, las ultimas sin embargo, llegaron a durar horas. Laura pasó de “charlar” con alguien en cualquier estancia de la casa, a hacerlo de forma íntima, bien en el baño, bien en el dormitorio, o en la sala de lectura de casa, un espacio luminoso y confortable que solemos usar para evadirnos del ritmo cotidiano de nuestros quehaceres.Estoy seguro que hasta el día en el que os cuento o publico esto, Laura no había tomado conciencia de que yo intuía algo de lo que pasaba, tras acabar de conversar –o lo que fuera- siempre justificaba su ausencia con “el grupo de whatsapp del trabajo es agotador”. Yo, tratando de evitar demostrar interés alguno o quizás excitación por la cantidad de cosas que podía y estaba dispuesto a imaginar, cambiaba el rumbo de la conversación, destacando alguna noticia que saltaba desde la televisión. Cuando el ambiente se distendía, volvía a mi mente tratando de averiguar qué se traía entre manos, quién o quienes contactaban con ella y sobre todo, cuál era el contenido de tan extensa conversación. Mi mujer puede imaginar – de echo lo sabe- la cantidad de cosas que se me pasan por la cabeza, ella es consciente de mis gustos sexuales, se atreve – menos de lo que me gustaría- a formar parte de mis deseos y fantasías, y vosotros/as también sois conocedores/as de ellas. El lunes pasado llegué a casa más tarde de lo habitual por cuestiones laborales, por la mañana, antes de salir Laura ya me advirtió que a medio día no coincidiríamos en la comida pues tenía que asistir a dos reuniones. Como decía, comí sólo, me duché y estando a punto de salir de nuevo para ir a la oficina llegó ella. “Pasa Jose, quiero contarte algo”, obviamente no supe que decir ni cómo actuar, lejos de parecerme algo excitante se me presumía una noticia desagradable. Me hizo sentarme en el sofá, apagó la tele y expuso: “Vengo de follarme, o mejor dicho, me ha follado un usuario dex-hamster, esa página que solemos visitar de vez en cuando”.- Sí, se cuál dices. -No te voy a decir quién es, replicó, ni qué hemos hecho ni cómo, se lo mucho que te pone todo esto y me he atrevido a hacerlo por mí misma y deberás aceptar el juego: “El usuario en cuestión se pondrá en contacto contigo, será el quien te cuente todo, absolutamente todo y además, deberá compartir contigo todas las fotos que nos hemos hecho”.Y ante esto, como podréis entender, no me queda otra que esperar "desesperadamente" (valga la redundancia) a que alguien se ponga en contacto y me cuente. Gracias, saludos: Jose.

Autor: metagonion Categoría: Voyeurismo

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