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Mi sobrina

2024-02-20


Me sorprendió con un hombre. Ocurrió hace años… Yo me quedaba con mi sobrina cuando sus padres se iban de viaje. En una de esas veces, por la noche mandé a dormir a mi sobrina y media hora después llegó un amigo con el que me había citado. Con mi sobrina (de ocho años) dormida, nos pusimos a lo nuestro. En mi habitación, con la luz encendida para vernos bien, nos desnudamos mutuamente y tumbé a mi amigo en mi cama y empecé a pajearlo para ponérsela bien dura, se la chupé un poco y volví a pajearlo… De pronto se abrió la puerta y allí estaba mi sobrina y yo con la polla de mi amigo en la mano… Nos tapamos rápidamente con la sábana y ella me preguntó qué le estaba haciendo a su amigo y le dije que le picaba el pito y se lo estaba rascando… y ella me contestó que también me había visto chupárselo y le dije que eso también le calmaba el picor… Me preguntó que por qué estábamos desnudos y le dije que estábamos jugando a los médicos. Ella me dijo que jugaba a los médicos con una amiguita suya y que quería jugar con nosotros, mi amigo y yo nos lanzamos una mirada cómplice y él asintió con la cabeza y entonces le dijimos que podía jugar con nosotros… Mi amigo desde siempre había querido estar con una niña y vio su oportunidad… Muy emocionado desnudó a mi sobrina y se deleitó mirando su cuerpecito hermoso y empezó a acariciarla recorriendo con sus manos todo su cuerpo dejando para lo último las partes sensibles… Entonces le dijo a la niña que le picaba mucho el pito y que se lo rascara como me había visto a mí hacérselo… Mi sobrina agarró su polla de 20 cm abarcando poco menos de la mitad de su grosor con su manita pequeña y empezó con los movimientos de sube y baja y mi amigo, sintiendo un placer enorme le dijo que no se le pasaba el picor y que se lo chupase… así mi sobrina empezó a chupar y succionar su polla que apenas le cabía la punta y mi amigo aunque deseaba con todas sus fuerzas correrse en la boquita de ella, le dijo que parase… Lo hizo por mí, porque yo quería que mi sobrina viese como le salía el semen. Yo le expliqué que a los hombres le sale una “cremita” cuando le da mucho gustito y le dije que se lo “rascara” con la mano a toda velocidad y que apuntara para que la “cremita” me cayera en la boca… así mi sobrina empezó a meneársela lo más rápido que pudo y enseguida mi amigo soltó un primer disparo de semen que me cayó en el pelo y parte de la frente, fue una explosión tan potente, en fuerza y cantidad, que la mano inexperta de mi sobrina no logró dirigirla hasta el interior de mi boca… los siguientes seis o siete disparos fueron dirigidos con más o menos puntería y la mayor parte del semen cayó en mi boca… Nunca había visto a mi amigo correrse tan abundantemente y me tragué gustosamente todo aquél semen. Le dije a mi sobrina que la “cremita” estaba muy buena y que la probara. Le enseñé a escurrir la polla apretándola desde la base y subiendo hasta arriba, así se la escurrió y chupó esa gota de semen y se la tragó y dijo que le gustó mucho y que quería más… En un ratillo la polla de mi amigo se empezó a quedar flácida hasta quedar muy mermada de tamaño y, mientras esperaba a que se recuperase, le pregunté a mi sobrina si cuando jugaba a los médicos con su amiguita se tocaban el chochito una a la otra y me dijo que si y que les daba gustito, pero por sus explicaciones supe que nunca se aproximaron siquiera al orgasmo. Nunca me había contado esos juegos con su amiga y me dijo que jugaban cuando su amiga se quedaba a dormir con ella. Su habitación estaba al otro extremo de una casa bastante grande y era casi imposible que sus padres las escucharan desde el otro lado de la casa. Yo tenía bastante experiencia con niñas, pero siempre quiero estar con niñas nuevas y la amiguita de mi sobrina pasó a estar en mi lista de deseos… lo contaré más adelante. Le dije a mi sobrina: ahora te va a tocar el chochito mi amigo y te va a dar un gustito muchísimo más grande que con tu amiga. Mi amigo la masturbó, aguantándose las ganas de chupárselo hasta la próxima vez y al cabo de un rato la niña explotó en su primer orgasmo y no se podía creer el gustito tan grande que sintió. Le pedí a mi amigo que me lo chupara para tener yo también mi orgasmo y fue más intenso que de que costumbre y, es que aquella situación me excitaba muchísimo. Seguidamente mi amigo se lo chupó a mi sobrina hasta arrancarle un gran orgasmo y ya se le había puesto dura otra vez. La puse a hacer el 69 con mi amigo y él le metió un dedo por el culito al mismo tiempo y la niña tuvo un gran orgasmo potenciado por la suma del placer anal y poco después, mamando como si fuera la última polla del mundo tuvo una gran explosión de semen que se tragó con mucho placer. Después de todo esto nos quedamos dormidos los tres en la cama… Por la mañana me desperté por el traqueteo de la cama y es que mi sobrina le estaba haciendo una paja a mi amigo… Me desperté a tiempo para ver como mi sobrina apuntaba la polla hacia su boca y en poco rato estaba recibiendo el semen que mi amigo soltaba a raudales dentro de su boquita y que ella iba acumulando para tragárselo todo de una vez cuando mi amigo dejara de disparar… Me puse súper cachonda y le pedí a mi amigo que nos masturbara a las dos a la vez y al cabo de un rato estábamos las dos gimiendo de placer cuando se aproximaba el orgasmo… Mi amigo notó que mi sobrina estaba cerca de correrse y cambió su mano por su boca y mi sobrina se corrió en su boca entre grandes convulsiones y gemidos… Yo ante aquella visión cogí la cabeza de mi amigo y lo puse a comérmelo hasta que yo también tuve mi orgasmo. Mi amigo ya la tenía otra vez al máximo de dura y mi sobrina se abalanzó sobre ella y empezó a chupársela, succionándosela con fuerza y velocidad y en menos de cinco minutos mi amigo ya le estaba soltando la carga de semen en su boquita y ella muy contenta se la fue tragando toda… Luego nos duchamos los tres juntos y mi amigo se marchó… Por la tarde llamé a un conocido que siempre me estaba pidiendo estar con mi sobrina y yo siempre se lo negaba. Él tenía muchas ganas de estar por primera vez con una niña y recibir pajas y mamadas de ella y de hacerle sexo anal, pero solo quería eso, no quería darle placer a la niña, disfrutar viéndola desnuda, tocándola y chupándola… Era muy egoísta y por eso nunca le daba a mi sobrina… Yo tenía un plan preparado… Llegó a casa y ya venía erecto de la emoción y pasamos al salón. Le dije que todo tenía que ser como yo dijera y él aceptó. Le dije que se desnudara y al hacerlo vi la cara de decepción de mi sobrina y es que, comparado con la polla de 20 centímetros de mi amigo, la suya se veía pequeña (12 centímetros y delgada). Le dije que acariciara y chupara a mi sobrina por todas partes y lo hizo casi a regañadientes. Después le dije que tenía que vendarle los ojos y no le quedó más remedio que aceptar. Una vez privado de la visión le tapé la cara a mi sobrina con un antifaz y ella posó con su manita en disposición de agarrarle la polla, pero sin llegar a tocársela y le hice una foto con el teléfono silenciado y otra foto con la boca abierta muy cerca de su polla como si fuera a chupársela. Después dije en alto: “ahora viene tu primera paja de una niña”, esa era la señal para que entrase un niño de 9 años que estaba escondido en mi habitación. El niño siempre me decía que tenía ganas de probar una polla y con esto le di su oportunidad. Entró y no tardó nada en agarrar y apretar la polla del hombre que suspiró de placer… El hombre estaba de pie y el niño tenía que levantar el brazo para meneársela… Le dije al hombre que no estuviera tan excitado porque se iba a correr muy pronto y sería una paja muy corta y rápida… El niño empezó a pajearlo y yo empecé a grabar un vídeo de todo… lo pajeaba despacio y al cabo de dos minutos el hombre empezó a mostrar síntomas de una inminente corrida y con gestos le indiqué al niño que aumentara la velocidad de pajeo al máximo y casi de inmediato el hombre se corrió soltando chorros de abundante semen que el niño trataba de dirigir a su boca para degustarlo y, digamos que cayó en su boca algo más de la mitad de la corrida, la cual saboreó y se tragó con avidez. El resto del semen se derramó por la cara del niño. Y entonces paré la grabación. Le pregunté al hombre si había sido tan placentero como él esperaba y me dijo que mucho más de lo que siempre había imaginado… Mi sobrina le limpió el semen de la cara al niño y se lo puso a sí misma por la cara y el pelo y tras mi indicación gestual el niño fue a esconderse a mi cuarto. Le quité la venda al hombre y él se sintió muy orgulloso al ver a mi sobrina llena de su semen. Yo le dije: ahora después cuando te haga la mamada no vas a poder ver tu semen sobre ella porque te vas a correr en su boca y ella se lo va a tragar… con estas palabras su polla empezó a levantarse y más cuando puse a mi sobrina a cuatro patas y le dije: después de la mamada te la vas a follar por el culo… Él dijo: venga que me haga ya la mamada… Le vendé los ojos de nuevo y mi sobrina fue a por el niño mientras yo preparaba la grabación el niño nada más llegar empezó a mamarle la polla succionando con fuerza, metiéndose en la boca todo lo que le cabía. Chupaba ya sin miramientos, a toda velocidad y en unos minutos estaba tragándose el semen que el hombre derramaba en su boca a raudales… Cuando terminó fue a esconderse otra vez y mientras el hombre se reponía mi sobrina, a cuatro patas, se abría el culo y le mostraba su ojete… yo le dije: vas a ser el primero, le vas a estrenar el culito… cuando estés preparado te vendaré los ojos otra vez y lubricaré tu polla y el ojete de mi sobrina con saliva para que la penetración sea suave… al cabo de un rato su polla estaba erecta de nuevo, entonces le vendé los ojos y dije en alto: “A por el culito”… entonces entró el niño y lo puse a cuatro patas sobre el sofá, le lubriqué el ojete y al hombre la polla y mi sobrina empezó la grabación… tomé la polla y la puse en el ojete y le dije al hombre que fuese empujando despacio y poco a poco, así lo empezó a penetrar con cuidado y poco a poco se la metió entera y empezó a bombear… Tengo que contar que el niño estaba tan excitado que desde que todo empezó estuvo erecto y no se le bajó en ningún momento… El hombre se lo follaba a todo tren y el niño tenía una cara de satisfacción indescriptible… En pocos minutos el hombre se estaba corriendo dentro del niño y todo acabó… Mi sobrina paró la grabación y se puso con el ojete lleno de saliva en el lugar del niño que ya había ido a esconderse… Cuando le quité la venda al hombre vio a mi sobrina a cuatro patas y con cara (simulada) de satisfacción. El hombre había gozado tanto que me pidió otra cita con mi sobrina y quedamos en que iba a estar con ella los tres días que le quedaban de estar a mi cargo. Así el hombre estuvo cuatro días con el niño creyendo que era mi sobrina… Una vez que el hombre se había marchado aproveché la erección del niño para que estrenara a mi sobrina por el culo… Estaba tan excitado que se corrió dentro de mi sobrina nada más empezar a metérsela… su pollita no se bajó y siguió metiéndosela hasta el fondo y en un pocos bombeos ya se estaba corriendo otra vez. La pobre de mi sobrina apenas se enteró de su primer enculamiento y, aunque al rato el niño se la folló otra vez, durando un poco más, fue insuficiente para ella…

Autor: AKANECHAPI Categoría: Voyeurismo

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pupusa francesa

2024-02-20


ella era una mujer de piel blanca más o menos un metro 70 de estatura a pesar de la edad se veía muy bien conservada y muy deliciosa, nalgona y chiches paraditas y ojos hermosos su cabello rizado y sonoriza picara eran la invitación a hacerle de todo un poco.. Buenos días amigos este es mi relato erótico, soy salvadoreño, mi idea no es ofender a nadie ni molestar a nadie solo contar algunas experiencias que he tenido en el ámbito sexual con parejas con las cueles he tenido la buena suerte de poder compartir. soy un hombre de 39 años casi 40, mido un metro 75 y mi color de piel es trigueña, ojos color café, con barba y pene normal, soy medio rellenito. podría decir un típico salvadoreño. en esta ocasión les quiero relator algo que me sucedió con una linda pareja de esposos mayores (60 años), yo respondí a su anuncio y comenzamos a platicar el esposo era salvadoreño y la esposa era de origen francés. se aclaró desde un inicio q el esposo solo quería ver y muy poco participar. ambos profesionales ya retirados y viviendo tranquilamente en una de las costas de nuestro país. después de tantas platicas y crear la química y la confianza suficiente acordamos una fecha para vernos. era viernes al mediodía y comenzaban los trabajos en la calle al puerto. llegue a la residencia todo muy privado y seguro, ellos de muy buen ver muy educados. por el calor y por higiene lo primero fue una ducha y tomar una cerveza. con la plática surgió la idea hacer un tour por la casa yo la verdad solo podía ver las ricas nalgas de la esposa y sus pechos y ella lo notaba y le gustaba tener a un hombre más joven que ella casi babeando por cogerla. ella era una mujer de piel blanca más o menos un metro 70 de estatura a pesar de la edad se veía muy bien conservada y muy deliciosa, nalgona y chiches paraditas y ojos hermosos su cabello rizado y sonoriza picara eran la invitación a hacerle de todo un poco. después de conocer la casa pasamos a la habitación de ellos, otra ducha pero esta vez acompañado de la esposa, ahora si pude besarla y pude acariciar todo su cuerpo, era mi primera vez con una mujer 20 años mayor que yo y pensé cuanto tiempo he perdido la señora estaba rica de todas partes sus pechos bajo la ducha y el sabor de su vagina era exquisito. para los hombres que les hacemos sexo oral a las mujeres sabemos algunas son algo amargas, otras saladitas, otras simples. pero esa mujer tenía un sabor dulce en sus jugos vaginales se la mame hasta que se vino en la ducha y sus pezones se pusieron muy duros cosa que disfrute mamando, llego el turno de ella y me la mamo muy rico la verdad una mezcla de deseó y mucha experiencia, hacia lo posible por no venirme en su boca. y no hay nada más rico que una mujer te vea a los ojos mientras te mama con mucha pasión y más si son unos ojos tan hermosos como los de esa mujer. pasamos a la cama de la habitación, no resistí y le mame nuevamente la cuquita y allí nació el nombre del relato, su esposo me dijo creo q te ha gustado mucho la pupusa francesa, los tres reímos y yo seguí comiendo su vagina y ano q se veía que tenía experiencia en el sexo anal, la penetre de misionero y ella gemía muy rico la verdad yo la estaba pasando muy bien, insisto lastima nunca antes había tenido sexo con una mujer mayor. el esposo nos guiaba en como quería q nos pusiéramos para coger, su cama era muy alta y no la pude coger de torito yo parado a la orilla de la cama, pero si parada ella con su pierna levantada sobre la cama y yo atrás de ella bombeando esa rica pupusa mayor mientras la agarraba de las chichitas ricas para jalarla duro pero con delicadeza porque siempre durante toda la relación sexual me decía hazlo con tacto. cogimos en varias posiciones ella boca abajo y yo dándole desde atrás mientras masajeaba sus hombros su espalda sus nalgas y por ultimo su ano q era una invitación a metérsela por allí. sacaba mi pene de su vagina húmeda y le daba pequeños empujones en su culito ella una mujer vivida entendió y se agarró lo cachetes de su rico culo y lo abrió para dejarme entrar en su exquisito ano, se lo metí despacio, pero sin detenerme en ningún momento hasta que mi pelvis choco con sus nalgas cheles y paraditas. la cogía despacio porque esa mujer me tenía a punto de venirme, que mujer más rica la verdad. hay cosas excitantes pero la mezcla de los pujidos o gemidos de dolor y placer de una mujer es algo que a un hombre lo llevan a un punto casi sin retorno, ella termino por venirse mientras le dada por el culo y se dio vuelta y me dejo con todas las ganas del mundo de seguir en su culo. pero me dijo que quería mi semen dentro de ella, en su vagina y eso fue música para mis oídos. yo tenía muchas ganas de terminar desde su mamada en la ducha. así de misionero la cogí unos minutos más y ella me decía llénamela, llénamela no aguante más y me vine dentro de ella que fue algo muy rico extremadamente rico, mire a su esposo y estaba masturbándose y a punto de venirse también. se acercó a su esposa y le acabo en la boca ella tomo toda la lechita de su esposo; yo me duche una vez más, sin broma alguna ese día me duche alrededor de 5 veces hahahaha. ella se quedó en su cama descansando me despedí de ella y el esposo me acompaño a la salida. de las mejores experiencias que he tenido con una pareja, espero les guste amigos, es totalmente real y un bonito recuerdo para mí. repito no busco ofender o molestar a nadie solo darles algo para que se entretengan un rato mientras pasa todo esto que vivimos, seas felices y disfruten que la vida es corta.

Autor: ZANDER75 Categoría: Voyeurismo

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Mi hijo me vio y escucho tener sexo.

2024-02-20


Un saludo a todos, mi nombre es Fernanda, tengo 33 años y soy mamá soltera. Si frecuentan los chats de sexo, tal vez me conocerán y hoy me animo a contarles una de mis tantas experiencias en lo sexual. Me describo, soy alta, mido 1.70, soy delgada pero bien definida, mis pechos son talla 34D y por el ejercicio mi cintura es pequeña, mis caderas marcadas y mis nalgas paraditas y firmes. En fin, lo que les contaré sucedió hace un par de semanas. Es conveniente saber que mi hijo tiene apenas año y medio de edad, se llama Leo y es un niño muy despierto, ya pronuncia algunas palabras y es muy curioso, todo el tiempo está caminando de aquí para allá, viendo y tocando cosas. Yo me separé cuando el apenas tenía 5 meses, las cosas entre mi esposo y yo eran muy tensas por sus celos, sospechas y falta de confianza (hay que aclarar que, si bien no era la mujer más fiel, él jamás me descubrió nada ni le daba razones para sospechar, se hacía ideas pues por mi forma de ser, de vestir sexy y que hago amigos muy fácilmente, pero solo eso) y entonces decidimos separarnos, pero aún nos hablamos y nos llevamos bien, de vez en cuando todavía tenemos sexo, pero ya no es el único. Ahora sí inicio. Para empezar, amo el sexo, me encanta, siempre he sido muy sexosa, desde joven, pero a partir de mi embarazo como que me volví un poco más liberal y experimentadora. Ocurre que tengo este compañero de trabajo que, pues buscamos ratos para cachondear, manosearnos y así, muchas veces pasamos los fines de ... ... semana en mi casa y estamos en los juegos sexuales, pero somos discretos cuando está leo, procuramos no hacer mucho ruido o evitamos hacer cosas cuando está el con nosotros, se llevan muy bien. Pero en esta ocasión, ambos estábamos tan excitados que no pudimos parar. Estábamos viendo una peli en el cuarto y Leo ya se quería ir a dormir, lo llevé a su cuarto, lo cambié, le leí su cuento y lo dejé, él se duerme solito y no es nada berrinchudo ni así, es muy tranquilo. En fin, lo dejé y fui con mi amigo (se llama Arturo). Seguíamos viendo la peli cuando empezamos a besarnos y tocarnos, como siempre, me subí en él para frotarme en su entrepierna y él apretaba mis pechos y mis nalgas, todo bien hasta que comenzamos a desvestirnos, desnudos me puse en cuatro en la cama para chupársela y él de rodillas pero erguido con su pene en mi boca, se la estaba comiendo completa, me encanta su pene así duro y cabezón, él tomaba mi cabeza y me dijo ‘como amo cuando me la chupas, tu boquita es deliciosa mi amor’ y entonces escuchamos una vocecita que dijo ‘mi amor’, era Leo, estaba parado junto a la cama, ni lo escuchamos entrar, ni nos fijamos que no cerramos la puerta, no sabíamos qué hacer, ni tapados estábamos ni las cobijas habíamos destendido, entonces nos preguntó ‘¿qué hacen?’ Y le dije ‘estamos jugando mi amor, ve a tu cuarto’, hice lo que pude para tapar su pene con mi cabeza y salió. Ambos nos quedamos así como un poco nerviosos y nos reímos pero pues pensamos que no iba a volver a ...... pasar, pero no hicimos por cerrar la puerta y seguimos en lo nuestro, pero entre que lo hacíamos, bromeábamos con qué pasaría si volviera a entrar, si dejaríamos de hacerlo y comentando si me viera en 4, montándolo o con mi cara llena de semen; bueno, hasta parece que lo predispusimos, porque luego de un ratito, dejé de chupársela, me giré todavía en 4 y así comenzamos a coger, sin darme cuenta comencé a gemir un poquito fuerte y él estaba como loco metiéndomela y nalgueándome, en ese justo momento volvió Leo y dijo ‘mami, gritas, tas bien?’ y mi amigo me dijo si quería que paráramos pero yo le dije que no, que siguiera y le dije ‘si mi amor, estoy bien, mami se siente malita, pero ya voy a estar bien, ve a tu cuarto’, pero todo se lo dije entre gemidos y embestidas. Se fue momentáneamente y mi amigo me dijo ‘estoy seguro que eso te excito fer’ y yo le dije que un poquito. A los 2 o 3 minutos, mientras seguía en 4, me erguí y Arturo comenzó a apretar y amasar mis pechos y volvió a entrar Leo, pero venía con sus carritos, dijo ‘no sueño mami, cuido ¿sí?’, pero yo no quería parar y le dije, aaah si amor, pero acomódate en el tapete aah, mami ya se siente mejor’. Esa situación fue inesperadamente estimulante, estar cogiendo con mi pequeño hijo jugando a dos metros de mí y mirando en ratos. Arturo me dijo que lo montara y nos acomodamos, mientras me daba nalgadas, apretaba mis pechos y los succionaba, entonces Leo grito ‘no pegues no’, ... ... pero le dije que era suavecito que siguiera jugando. No paraba de gemir y pedirle más, que me diera duro y leo nos volteaba a ver de vez en cuando. En eso Arturo me dijo que estaba por venirse que quería hacerlo en mi cara, entonces me bajé de él, me arrodillé en la cama y él se puso de pie frente a mí; Leo nos quedó en vista de lado. Arturo acomodo su pene en medio de mis pechos y me dijo que lo masturbara, que lo hiciera acabar con mis pechos y leo preguntó ‘¿qué hace?’ y yo le dije que lo lastime y tenía que sobarle para que no le doliera, estaba subiendo y bajando con ritmo y lamiéndolo cada vez que se asomaba; después de unos minutos se separó, se comenzó a masturbar y su semen salió salpicando, estaba muy liquido pero se veía blanco y en gotitas y entonces leo grito ‘mamiii, leche, se sale’ y yo le dije ‘sí amor, se sale, sale mucha, mami también toma leche’, su semen estaba por toda mi cara, mi boca y mis pechos, Arturo tomó su pene y comenzó a recoger los restos con ella y me los daba en la boca; terminó metiéndome su pene en la boca para limpiárselo y sacar lo que quedaba. Justo cuando terminamos vimos que leo se veía como asombrado y confundido, su carita tierna sus ojitos mirando a su mami cubierta de semen y desnuda. Y la verdad, es que volvió a ocurrir otras dos veces, pero ya les contaré en otra ocasión. Espero que les haya gustado mi relato y vivencia. Y si quieren contribuir con ideas no tan radicales, los leo. Bye.

Autor: Fernanda 33 Categoría: Voyeurismo

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Un día más mostrando mi pene por las calles (terminó bien)

2024-02-20


Este relato tuvo ocasión el día de hoy mientras lo escribo. Como ya relate antes me gusta ponerme una lycra ajustada y mostrar mi pene a las chicas. Hoy buscaba acción y lo logré primero tuve una maña racha pues al pasar por una preparatoria unas chicas se molestaron y empezaron a grabarme diciéndome puerco y muchas cosas más, las odie, pues en ese entonces casi convencía a una chica de sentarse en mi cara, tenía falda y medias... casi se anima pero se aguo todo. Me dirijo al metro y encontré a un travestido que veía mi pene atentamente, le pedí acariciarlo y gustosamente lo hacia mientras esperaba yo el siguiente tren. Lo siguiente fue muy bueno, pues en el tren encontré a una parecida de novios. Me veían con temor mientras yo veía a la chica de arriba a abajo y me tocaba el pene, ella asombrada no dejaba de verlo mientras el novio intentaba distraerle. Al bajar tome un camión, ahí tuve la fortuna de quedar atrás de una señora con un buen culo, Empecé a arrimarse mi paquete y ella ni se inmutaba, empezó a replegarse más y eso me gusto. Como el camión iba lleno aproveché para tocar sus nalgas y seguir arrimando mi pene. Al bajar le di las ... ... gracias, ella quería disimular pero al final acepto que también le gustó. En el camino más chicas admiraban mi miembro erguido, una de ellos incluso me regalo una sonrisa pero al acercarme a ella huyo. Seguí caminando y me pare frente a una señora que estaba sentada en una banca. Mi pene poderosamente parado quedo ante sus ojos y no dejaba de verlo. Me senté a un lado de ella y comenzamos a charlar. Me comentó que dejó a sus hijos en la escuela y estaba descansando, enseguida me preguntó. "Oye ya te diste cuenta de que se te ve mucho tu dese" Conteste "Si y también me di cuenta de como lo ve" Ella me contesto "Oye... no quiero que pienses mal de mi pero... a mi marido ya no se le pone duro... hace mucho que quiero chupar uno... crees que pueda?..." Yo le dije "Claro que si con todo gusto" Nos fuimos al primer hotel que encontramos, me recosté y puse un canal pornos mientras ella mamaba copiosamente. Estuvimos un rato así, terminé y me dijo... "Esta rico, muchas gracias y si nos esperamos para que te lo chupe otra vez" Yo acepte ni tardo ni perezoso y así lo hicimos me vine por segunda vez en su boca y lo disfrutamos mucho.

Autor: Raul Categoría: Voyeurismo

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Corazones caprichosos 7: viendo follar a los suegros

2024-02-13


Lavanni descubre a sus suegros haciendo El amor, lo que desencadenará una serie de situaciones . Eran eso de las 4 de la tarde cuando lavanni y nazareno se encontraban en una plaza en el centro junto con otros 5 amigos, en ese momento nani recibió una llamada telefónica de lorena invitándolo al cine, lavanni gustoso aceptó la invitación se despidió de sus amigos y fue rumbo a la casa de lorena a buscarla. A pesar de tanto naz como raul, Juan Pablo, patricio, Roberto y Juan Carlos sus otros amigos le insistieron a nani que se quedara, pero estaba entusiasmado por salir con su novia ya que le encanta estar cerca suyo, además sabe como podría terminar esa salida. En 20 minutos ya estaba en la casa de lorena, le abrió Daniel el hermano de ella, Daniel iba de salida y le dijo que lorena no estaba pero podía esperarla y se fue, nani opto por esperar, se sentó en el sofá y se puso a revisar su WhatsApp y efectivamente tenía un mensaje de lorena el cual decía que fue donde una tía a cobrarle un dinero el cual le debía a Cristina. A los pocos segundos nani escucho un gemido femenino lo que lo sorprendió por lo que sigilosamente subió las escaleras. Ese primer gemido fue acompañado con otros más, ahí mismo nani pudo identificar la voz de su suegra. – te gusta, verdad? Te encanta así, duro, de pie? Esa era la voz de esteban, su suegro, se oía excitado – si, si dame duro Esa era la voz de su suegra Cristina, estaban follando. Lavanni se acercó a la puerta de la habitación que estaba un poco abierta y se asomó por la rendija. Los veia muy claramente ambos estaban follando de pie. Su suegro completamente desnudo sujetaba a su suegra desde atrás por los brazos pero lo que más le impresionó fue la manera en la que estaba vestida su suegra. Vestía unos zapatos negros de tacón alto, lencería de color rojo con tirantes pero sus pechos estaban descubiertos y tambaleaban al ritmo de la violenta penetración de su esposo. – que puta eres – oyó decir a esteban aquella escena le generó una sensación extraña a lavanni ya que cada vez que el visitaba la casa de lorena ellos siempre te comportaban muy decentes y educados, además era lo más lejos que había llegado a experimentar una escena vouyerista. Las sensaciones que experimentó también eran ineditas, le excitó ver a su suegra casi desnuda siendo empalada por su papá que además de sujetarla de manera agresiva ahora la llamaba «puta» y «perra». Lavanni quedó pensativo por un momento, su suegro estaba enfocado en la penetración, su suegra estaba extasiada, ambos gemían, su suegrl le decía morbosidades, ella respondía entre gemidos. Lavanni se llevó la mano a su entrepierna, para entonces la erección de su pene ya le incomodaba. Desabrochó su cremallera y sin dudarlo comenzó a masturbarse. Su mente fue invadida por pensamientos morbosos, se jalaba la pija imaginándose que los que estaban cogiendo en la habitación eran el y lorena. Lavanni Se mantuvo ahí durante unos minutos mientras disfrutaba de la escena, su mano iba y venía sobre su pene mientras disfrutaba de la sumisión de su suegra, de los dulces gemidos que salían de su boca mientras su suegro la violentaba. Lavanni continuaba la masturbación, el diálogo que mantenían sus suegros lo estaba llevando directo al orgasmo, a la eyaculación. – te voy a romper el culo como la semana pasada zorra- dijo esteban – si pero en la noche, lorena puede llegar en cualquier momento. – no zorra te voy a culear ahora mismo. – no ahora no- decía su suegra entre gemidos Era un juego, el juego de la seducción inversa, de la que no quiere la cosa, del esposo que adora las respuestas negativas de su mujer por el morbo que le genera dominarla, subyugarla. Lavanni no aguantó, era demasiado el morbo y su suegra tenía un bonito cuerpo y unas hermosas tetas que se balanceaban y lo volvían loco a pesar de ser solo un expectador. El orgasmo llegó a su cerebro que lo repartió por su sangre hasta llegar a su prostata que empezó a liberar la eyaculación, lavanni tuvo que sufrir en silencio el delicioso placer que ofrecía el orgasmo, tuvo que tomar el pene por la punta y cubrirlo con el prepucio mientras este descargaba chorros de semen. Luego lavanni se retiro lentamente a la sala y unos minutos después llegó lorena y fueron al cine, pero durante toda la salida lavanni no podía dejar de pensar en todo lo que vio. Estaba muy inquieto con eso, necesitaba contarle a alguien por lo que recurrió a Nazareno como siempre. Un dia que ambos jugaban videojuegos en casa de naz decidió contarle. – oye debo contarte algo que me sucedió hace días pero por favor guarda el secreto. – dijo nani un tanto nervioso – que paso? Vamos cuéntame- dijo naz en un tono serio y preocupado – bueno lo que pasa es que el día en que ella me invito al cine y fui a su casa a buscarla, no estaba y me puse a esperarla y vi a sus padres haciendo el amor. – como así? Como fue que pasó, ándale cuéntame todo.- dijo naz bastante sorprendido – pues, yo estaba sentado en el sillón cuando escuché gemir a alguien, subí las escaleras y ahí estaban los 2 en su habitación, estaban de pie y el detras de ella, el le metía la verga. La llamaba puta y zorra Naz sin quererlo se excito un poco con el relato y le pregunto a lavanni como se veía su suegra. – pues tenia unos zapatos negros de tacón alto, lencería de color rojo con tirantes pero se le veían los pechos. – ufff ya me imagino como se vería, pero te gustó o no? – pues, si pero me siento raro es mi suegra y no debería pensar esas cosas – dijo nani un tanto nervioso y apenado – mira, no debes sentirte mal, solo son pensamientos, mientras no pasen de ser solo eso no pasa nada. Creo que deberías contárselo a lorena para ver su reacción – enserió? No creo que sea buena idea – mira hermano, yo se que la quieres mucho verdad? Pues la confianza es importante, además es mejor que tu se lo digas personalmente a que ella note algo raro y empiece a pensar mal – tienes razón naz, cuando estemos solos le voy a contar lo que sucedió Y así fue un día lorena y lavanni estaban en casa de ella, estaban solos ni su hermano ni sus padres se encontraban ese día, lorena estaba vestida con un short diminuto color negro, un top ajustado del mismo color además de estar descalza – estem, amor jejeje, debo contarte algo- dijo lavanni completamente nervioso pero trataba de disimular, sus piernas temblaban y su frente sudaba – que pasa amor? Te ves algo nervioso que sucede – pues, recuerdas cuando me invitaste al cine y no estabas en tu casa? Bueno cuando me senté a esperarte escuche gemidos y venían de la habitación de tus papás y estaban cogiendo, tu papá se la metía y la sujetaba de atrás. Tu mamá tenia unos zapatos negros de tacón alto, lencería de color rojo con tirantes pero se le veían los pechos. Lorena al escuchar esto no se mostró sorprendida ni mucho menos enojada, pues desde muy niña había oído y visto a sus padres tener relaciones y realizar varios juegos sexuales. – no me sorprende, esa señora siempre ha sido una zorra degenerada – dijo lorena refiriéndose a su madre Nani estaba impactado, por una parte estaba acostumbrado a escuchar a lorena hablar así cuando tenían sexo pero fuera de ahí era una chica educada y con modales como sus padres. – bueno yo, no estas enojada? – para nada, porque habría de estarlo, dime te gusto lo que viste? – se sincero lorena – pues la verdad si, si me gusto – dijo lavanni avergonzado – te masturbaste? No me mientas – Dijo lorena coqueta mientras abrazaba a su novio y besaba su orejita – s si – mmm, en que pensabas mientras lo hacías? – q que los que cogiamos ahí eramos tu y yo – respondió lavanni ya rojo de la vergüenza – mmm, que travieso eres mi nene ven vamos a mi cuarto- dijo lorena otra vez con ese tono coqueto tomando la mano de lavanni. Cuando llegaron al cuarto lorena le ordenó a lavanni sentarse en una silla y procedió a vendarle los ojos y le prohibió estrictamente que se moviera se ahí ni mucho menos quitarse la venda o lo iba a pasar muy mal. Lorena salió del cuarto al baño a tomar una ducha al terminar se dirigió a su cuarto y fue a su armario, lavanni estaba ahí sentado sin moverse tal y como lorena le había dicho. Al volver frente al espejo colocó un conjunto de lencería sobre la cama, a un costado del espejo. Era nada más y nada menos que el mismo conjunto usado por su madre el cual lavanni le había contado, en realidad ella lo había tomado hacia un tiempo para usarlo en una ocasión especial con nani y que mejor que esa Lorena vistió cada prenda de lencería con sutileza y sensualidad, emocionada . El elegante y sensual sujetador volvía a cubrir sus tan deseados pechos, aprisionándolos, brindándole cierto placer. Un sujetador negro con detalles intrincados, copas suaves y moldeadas brindando un realze de su busto. La braguita, también de color y con la misma confección del sujetador, el liguero y las medias pantis, suaves y sedosas. Por último, los mismos tacones que usó su madre esa tarde. Lorena se acercó a lavanni y procedió a quitarle la venda para que pudiera verla, los ojos del niño se toparon con algo que no se esperaba – lorena – expresó lavanni con una cara de estupefacción, sorpresa e incredulidad bastante graciosa al ver a su novia vestida así Lavanni solo vestía un chandal y en ese momento ella se lo bajo. – Mírame – dijo lorena Ella empezó a desnudarse sensualmente frente a él, mientras mantenía su rostro risueño. Se desabrochó el sujetador y lo lanzó a su cama. Luego se quitó la braga, la que también lanzó a la cama. En el rostro de lorena no había indicios de timidez alguna, todo lo que hacía lo disfrutaba, con seguridad y atrevimiento, disfrutando del momento, de lo muy reservado que era su novio nani, incapaz de tomar la iniciativa. – Mírame, lavanni, mira mi cuerpo. Ya lo has visto muchas veces pero nunca tienes suficiente. Lorena se acercó a él y quedaron frente a frente. —¿ eyaculaste viendo a mis papás? —Sí —admitió mirándola a los ojos. Lorena sonreía mientras conducía a su novio, disfrutando plenamente de cada movimiento. Se agachó y lo despojó del calzoncillo que lo cubría, y cuando la prenda fue jalada, emergió su pene que debido a la circunstancia fue creciendo y creciendo rápidamente hasta eregirse por completo. Lavanni no podía esconder la calentura que su novia le generaba, sabía lo que se venía Lorena abalanzó sobre lavanni aunque a paso suave, delicada. En pocos segundos logró introducirse ella misma el pene de su novio en su coño. —Ohh! —gimió lavanni. —¿Te gusta? —dijo ella. —Dios! —gimió lavanni como respuesta Lorena hizo movimientos de cadera a un ritmo suave mientras sentía el pene de su hermano ocupar todo el interior de su coño, lavanni gemía y ella disfrutaba como toda una profesional. —Ohh! —continuaba lavanni —, me correré. – Aguanta —dijo lorena con la voz levemente excitada—, ¿reconoces este conjunto? Es el mismo que usó la puta de mi mamá mientras mi papá se la follaba. Lavanni no daba crédito a lo que oía, a las expresiones usadas por su novia, no tenía dudas de que en cualquier momento estallaría en un sufrido orgasmo. Su novia acababa de referirse a su madre como una puta. —¿No es así como le dijo papá? continuó lorena —. Puta, perra. Lavanni no aguantó y empezó a sufrir, le sobrevino el orgasmo y con ello una descontrolada eyaculación —Ahhhhhh —gimió en voz alta mientras su cuerpo reaccionaba de un modo que nunca había sentido. Lorena continuaba moviéndose sobre él de manera suave mientras sentía como su novio la llenaba de semen. —Ahhhh, ahhhhh, ahhhhh —gemía lavanni perdiendo la noción del tiempo y el espacio. Lo que estaba viviendo era inédito, incomparable, era una experiencia única. Lavanni eyaculó en el coño de su novia en cantidades nada despreciables y cuando su pene dejó de escupir semen, el orgasmo continuaba, la intensidad lo torturaba.Por un momento lavanni se vio como en otro mundo, en otro planeta, el tiempo tal vez se detuvo, era una sensación indescriptible, una sensación que lo elevaba, casi como expulsarlo del cuerpo. —Llegaron, llegaron —dijo lorena. Lavanni ni se enteró cuando lorena se levantó, tal era la intensidad del momento que por poco y se desmaya. – lorena, estás ahí —dijo cristina desde fuera. —Sí, mamá, ya salgo. Lorena se arregló a la rapida, se colocó una braga blanca jeans negros, camiseta negra manga corta y salió a atender a sus padres, siempre preguntones y atentos. Cuando volvió a la habitación, lorena volvió a ponerle seguro a la puerta, y tomándolo del pene lo condujo hasta el baño. Y apenas entraron al baño, lorena se arrodilló y empezó a chuparle el pene. Lorena empezó la felación, excitadísima, con desesperación Chupó y lamió como toda una loca desquiciada mientras lavanni disfrutaba una mamada antológica. Solo como lorena sabe darlas. Esta vez lavanni aguantaría más de cinco minutos para la suerte de su novia a la que tanto le gustaba meterse su penesito a la boca y cuando su sumiso novio le avisó que estaba por correrse, ella dijo con rostro de excitación y perversión, con su tierna y dulce voz: —¡Échamela en la boca! La frase desencadenó el desenfreno y locura absoluta en todo el organismo de lavanni que jadeó mientras eyaculaba en la boca de su novia, siendo ella que le sujetaba del pene. Perdió levemente el equilibrio y por instantes sentía sus piernas desfallecer debido a la intensidad del momento, la preciosa cara de su novia, los chupetones que ella brindaba a su pene, el dolor del placer de eyacular. Jadeó e hizo buen ruido y aunque sus suegros desde lejos pudieran haber escuchado sus gemidos de placer y dolor, bastaba con inventarse la respuesta. – Dios! —continuó gimiendo con sufrido y agudo placer. Mientras lorena continuaba devorando su pene como si de un delicioso postre se tratara. A los pocos minutos, lorena salia vistiendo una sudadera de su hermano que la cubría hasta los muslos no llevaba braga, solo llevaba el sujetador del conjunto de lenceria y andaba descalza. —Muchacha, ¿En qué momento llegaste que no me di cuenta? —preguntó su madre levemente sorprendida. —Estaba en mi habitación, mamá —respondió ella con una tranquilidad y naturalidad.

Autor: NARANJITOCREMA Categoría: Voyeurismo

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La Agencia de Modelaje 2ª parte

2024-02-13


Más niñas quieren apuntarse a esa Agencia de Modelaje, en las que esperan ser famosas, pero van a encontrar también, otro tipo de diversión.. Después de que en el anterior relato “La Agencia de Modelaje”, os contara como mi hija se inició en este mundo del posado y de las modelos, la situación cambió bastante cuando dos meses después salieron publicadas unas fotos de ella en una revista para adolescentes luciendo varios modelos de ropa, que todas las niñas vieron con envidia, y se lo enseñaron a sus padres, no sé si para criticarla o porque ellas querían hacer lo mismo. Mi hija, de pronto alcanzó mucha popularidad en el barrio y en el Colegio y no tardaron en surgir los comentarios malintencionados también, lo típico en estos casos. En una ocasión en la que estábamos varias madres en el parque al lado del Colegio, se pusieron a hablar del tema y una de ellas me preguntó: —¿Cómo es que escogieron a tu hija para esas fotos? Mi hija fue la que ganó el Concurso del Colegio y no la llamaron y es más guapa que la tuya. —No lo sé. Supongo que les gustaría mi hija. Me llamaron por teléfono y me lo propusieron. Lo hablamos con la niña y con mi marido y no vimos inconveniente en aceptar. —Me parece raro que sólo te llamaran a ti. ¿No conocerás a alguien de esa Agencia? —No, no conocía nada de ese mundo. A una de ellas, la escuché decir con maldad en voz baja a otra madre: —Ésta seguro que se acostó con alguien para que contrataran a su hija. Yo, al escucharla, le llamé la atención: —¡Oye!, ¿Qué estás diciendo? No se te ocurra decir esas cosas por ahí, porque yo no soy una cualquiera. —¿Por qué? ¿Por si se entera tu marido, jaja? —me preguntaban, burlándose de mí. —Mi marido no se tiene por qué enterar de nada. Además él estuvo al margen de todo esto. —Claro, claro….. Tampoco hace falta que te hagas la decente ahora, porque aquí todas tenemos lo nuestro. Si lo hiciste, pues disfrútalo, y ya está…. —Lo que pasa es que sois unas envidiosas y os pasáis todo el día criticando a las demás —les dije yo, antes de marcharme, para terminar con el tema. Al día siguiente, Sandra, una de las madres de una compañera de mi hija me dijo en privado: —¿Tú podrías decir a los de la Agencia esa si querrían contratar a mi hija Cris? A ella la hace mucha ilusión todo esto y no deja de insistirme con ello. Intenté buscar alguna excusa para evitar que esa niña fuera también a la Agencia, porque no quería problemas y que todo el mundo se enterara de lo que hacía mi hija allí, pero al final tuve que aceptar, porque esta amiga tampoco era de las más criticonas y se podía confiar en ella: —Está bien. Hablaré con ellos, pero no sé si querrán. Si quieres mañana vamos y te los presento. Lleva a Cris para que la vean y ellos decidirán. —¿Sí? Muchas gracias, amiga, mañana quedamos. Mi hija se va a poner loca de contenta. Esta situación que se había creado con las fotos de mi hija, me estaba poniendo muy nerviosa, porque tenía miedo de que acabara descubriéndose todo lo que pasaba con esas Agencias, que mi marido acabara enterándose también y se formara un buen escándalo, y más todavía cuando al día siguiente no sólo se presentó esta madre con su hija, sino otra amiga de ella que no conocía yo, con su hija también, por lo que tuve que decirles: —A ver, esta gente es muy discreta y no me gustaría que comentarais nada de lo que veáis allí. A lo mejor algunas cosas os parecen raras, pero esto de las modelos funciona así. Ya sabéis que hay muchas envidias por el barrio. —Está bien, no te preocupes, seremos discretas. Cris, la compañera de mi hija era muy guapita de cara, pero más aniñada que la mía, con un cuerpo más menudo, pero bonito también y la otra niña estaba más desarrollada y me parecía un poco mayor para que les interesara a ellos, pero prefería no decirles nada a sus madres. Las dos iban vestidas un poco provocativas para su edad, pero seguramente sus madres habrían querido ponerlas guapas para causar una buena impresión. Al llegar a la Agencia, se las presenté al Director, que estuvo mirando a las niñas muy interesado, hasta que finalmente les dijo a sus madres que les iban a hacer unas pruebas de cámara para ver como salían. Entraron a los vestuarios para ponerse la ropa que les iban indicando, para después hacerles varias sesiones de fotos. Cuando les tocó hacer las fotos en bikini, las madres empezaron a poner caras de incomodidad, sobre todo cuando les indicaban como posar, con esas posturas que a mí, en su momento, también me parecieron demasiado sensuales para unas niñas de su edad, pero aguantaron, a pesar de que me comentaron: —Me parece que están toqueteando mucho a las niñas ¿Es normal eso? —Sí, no os preocupéis, siempre lo hacen así, pero son gente muy profesional —pensando para mí, el lío en el que me había metido y lo que se comentaría en el barrio. Pero la cosa se puso más tensa cuando nos dijeron que a la hija de la amiga que no conocía, le iban a echar una crema por la piel, porque la tenía muy blanca y reflejaba la luz al hacer las fotos. El propio Director se puso a echarle la crema por todo el cuerpo, incluso por sus pechos y su culo debajo del bikini y su madre ya no pudo aguantar más y dijo, gritando: —¿Pero esto que es? Este señor está sobando a mi hija todo lo que quiere. ¿Tengo que aguantar esto también? Otro empleado de la Agencia intentó tranquilizarla: —Señora, su hija tiene la piel muy pálida y hay que echarle esa crema por toda la piel, es lo habitual en estos casos. —Pues a mí no me parece bien —insistió ella—. Vamos, hija, nos vamos de aquí. ¿Qué se creen ustedes, que traigo a mi hija para que se exciten con ella? Ya me he fijado como se ha empalmado mientras la estaba manoseando. —Bueno, pues haga lo que quiera, y no nos haga perder el tiempo. Sandra intentó convencerla para que no se fuera, pero al final se acabó marchando muy enfadada con su hija llorando porque se quería quedar allí, lo que disgustó a mi amiga que me pidió disculpas por haberla traído y que se hubiera comportado así: —No te preocupes. Ya os avisé que veríais cosas que no os iban a gustar. Hay que estar preparadas para aceptarlas. —Es que las que no estamos acostumbradas a este mundo, nos chocan estas cosas. Luego vino el Director de la Agencia para hablar seriamente con Sandra: —Mire, vamos a dejar las cosas claras. Si quiere puede marcharse usted también, pero si se queda será con todas la consecuencias. Mi amiga se quedó dudando, y me miró como preguntándome por qué decía eso, por lo que intenté que supiera exactamente lo que podría pasar, por lo que le dije: —Bueno, será mejor que te lo expliquen ellos. Aquí puedes ganar mucho dinero si aceptas que tu hija haga ciertas cosas. —¿Pero qué cosas? El Director de la Agencia continuó explicándole lo mismo que me había dicho a mí al principio, cuando llegué allí con mi hija. —Verá, le voy a ser sincero. Su hija nos interesa mucho, porque creemos que puede dar mucho juego para lo que hacemos aquí. En principio tenemos varios niveles, que las niñas van superando según su actitud y las posibilidades que veamos en ellas. Su hija puede modelar para revistas de moda y marcas que nos piden unas niñas específicas, pero luego tenemos unos clientes especiales que pagan mucho dinero por fotos de niñas como su hija, así, más atrevidas, como las que le hemos hecho, pero si son desnudas, pagan mucho más. No sé si me explico…., y si estará de acuerdo con eso, pero es que precisamente tenemos un cliente que nos ha pedido una niña como la suya, así bonita de cara, pero con un cuerpo sin formar todavía. Mi amiga puso cara de sorpresa, sin saber muy bien que contestar: —Es que yo no tenía ni idea de estas cosas. Yo creía que era una Agencia normal donde buscaban modelos y nada más. No sé qué decirle y lo que pensará Cris de todo esto. Luego me dijo, recriminándome un poco: —Amiga, tenías que haberme avisado de esto, porque de saberlo, no la hubiera traído. —Perdona, pero es que prefería que lo vieras por ti misma, porque yo al principio tampoco sabía todo esto y no estaba de acuerdo. Yo continué explicándole, intentando convencerla, ahora por propio interés mío, para tener una cómplice en todo esto y que me guardara el secreto, ya que la otra mujer no me preocupaba tanto, porque no era de mi círculo de amigas: —Mira, es mejor que se lo preguntes a tu hija, para saber si está de acuerdo con ello. Si no, no entenderá por qué te la quieres llevar. —Pero es que… ¿qué le digo a mi marido? —Haz como yo, no le digas nada. Piénsatelo, pero ya que estás aquí, podías acceder y te llevarías un buen dinero a casa que te vendría muy bien. Además estas fotos no salen en ningún sitio, ya te están diciendo que son para unos clientes privados. —Está bien. Le preguntaré a la nena, a ver si está de acuerdo con esto. Sandra llamó a su hija Cris, y al comentárselo, puso cara de sorpresa, como es normal, pero después de hablar un rato con ella, vino a decirnos: —De acuerdo, la nena dice que sí, que no la importa. Y como le dije que le iba a comprar un buen regalo con ese dinero, pues tan contenta. —¡Genial!. Entonces, sin problema. Cariño, ponte donde antes, que te van a indicar como hacer las fotos —le dijo el Director, aliviado por poner disponer de esa niña. Cris se quedó completamente desnuda delante del fotógrafo, un poco tímida al principio, ya que ponía sus manos delante de su vagina tapándola, por lo que el fotógrafo tuvo que decirle. —Quita un poco la mano, cariño, y abre las piernas, que queremos que se te vea todo bien. Cuando la cría fue cogiendo confianza, se dejó ver más, mientras seguía animándola el fotógrafo, cada vez más entusiasmado: —Así, muy bien, que ricura, están quedando muy bien las fotos. ¡Oye!, tienes la rajita muy abierta, seguro que te metes el dedo ya, picarona. Ella se río, con esa picardía de niña traviesa al haber sido descubierta, mientras su madre seguía un poco nerviosa viendo como posaba su hija y las cosas que tenía que hacer, lo que era un poco impactante para ella, pero yo para tranquilizarla, me puse a hablar con ella para destensar la situación: —Mira que suerte, Cris no tiene ningún pelito todavía y así no hace falta que la rasuren, como hicieron con la mía —le dije, en tono de broma. —Claro, si es que es muy niña todavía, ni siquiera ha tenido la menstruación. —Bueno, yo creo que pronto le vendrá, porque ya tiene los pechitos hinchados. —Sí, eso sí, ya se le marcan mucho en la ropa, sobre todo los pezones y ya empiezo a notar como se fijan en ella los hombres. —Es normal, a esta edad se ponen muy guapas y las miran a todas. Como te dije antes, para que estés más tranquila es mejor que no cuentes nada de esto a tu marido. El mío no lo sabe tampoco, como te dije y esto es una cosa entre mi hija y yo. —Por supuesto, a mi marido ni palabra, porque además, ahora no estamos muy bien que digamos. —¿Qué te pasa con él? —Verás, tengo que contarte una cosa. Mi marido lleva meses sin tocarme y el otro día descubrí que se estaba desahogando con la niña y que le estaba metiendo el dedo. Y mira, como se lo notó el fotógrafo, que se lo dijo a la cría. —¿Qué me dices….? ¿Con Cris, quieres decir? —Sí, se masturba con ella. Los vi y discutimos. Le dije de todo. —Bueno, mujer, ya sabes cómo son los hombres, eso lo hacen muchos. —Ya supongo, pero me dio mucha rabia que conmigo no quiera hacer nada por estar con ella. Se debe de excitar muchísimo haciendo esas cosas con la cría y se queda sin ganas para estar conmigo cuando se lo pido. —Lo siento amiga, la verdad es que mi marido también ha jugado alguna vez con nuestra hija, pero a mí no me tiene desatendida, bueno, él cumple y ya está, tampoco está la situación como cuando éramos novios, ya me entiendes. —Sí, claro. Pues que suerte. Si conmigo fuera así también, no me importaría tanto que jugara con ella también. Antes me dio mucha vergüenza, que el fotógrafo se diera cuenta de que tiene la rajita muy abierta, pero no sé si imaginará que quien se lo mete es mi marido. —No te preocupes por eso, mujer. Ellos tienen experiencia en estas cosas y no le dan importancia. Yo creo que ni les sorprenderá que sea el padre el que la mete el dedo. Aquí han visto de todo. —Pues mejor así, me quedo más tranquila. Yo también me quedé más tranquila después de esta conversación con mi amiga, porque me había asegurado su silencio y su complicidad en todo esto que estábamos haciendo con nuestras hijas, y nadie en el barrio comentaría nada sobre ello. Al terminar la sesión de fotos, nos dijeron que se habían quedado muy contentos con la niña. Que se las iban a enseñar a sus clientes y que seguramente le saldría algún trabajo más, recibiendo mi amiga el dinero pactado, y cuando nos marchábamos, aproveché para decirle: —Seguramente ahora te van a llamar para que lleves a tu hija a hacer cosas más atrevidas, ye te puedes imaginar….. Pero como te van a pagar mucho dinero, te aconsejo que abras una cuenta sólo tuya para meterlo para que tu marido no sospeche. —Sí, es verdad, gracias por el consejo, porque no sé si acabaremos separándonos y este dinero me va a venir muy bien. ¿Pero a qué cosas te refieres….? ¿Es lo que imagino? —Yo sólo te digo que estés preparada para todo lo que te vayan a proponer y luego, tú decides. Es mejor que lo vayas viendo sobre la marcha. Y lo de la separación, piénsatelo bien, porque él va a poder seguir viendo a la niña y seguirá haciendo lo que quiera con ella. —Ya veremos, es que no sé ni lo que voy a hacer con ese tema, la verdad. Y ahora que yo he metido a la nena en esto, ¿con qué cara le voy a reprochar a él nada? —Pues tienes razón. Lo mejor es callarse. Efectivamente, a los pocos días nos volvieron a llamar a Sandra y a mí para que lleváramos a nuestras hijas, porque querían proponernos algo, aunque yo, conociéndolos, ya sospechaba de lo que se trataba, lo que se confirmó al llegar: —Se han enamorado todos de su hija, la verdad es que es un encanto —le dijeron a Sandra—. Y un cliente nos ha encargado que hagamos un vídeo de las dos niñas juntas, ya sabe, besándose, acariciándose….. —¿Teniendo sexo las dos?….. —Sí, más o menos, jugando entre ellas. Eso les da mucho morbo y fíjese lo que podemos pagarle….. —Pero esto es una barbaridad, sólo por un video —dijo asustada, mi amiga. —Ya ve, es una buena oportunidad. Para serles sincero, les aconsejo que lo mejor es que aprovechen estos años de las nenas, porque es cuando más dinero pagan por ellas, porque luego, ya de más mayores no les interesan tanto y además, hay más chicas dispuestas a hacer estas cosas. —Bueno, está bien, pues lo aprovecharemos, ¿no, amiga? —le dije yo. —Sí, ya que nos hemos metido en esto….. En la sesión, empezaron a grabar con las niñas vestidas, y luego, iban desnudándose una a la otra, mientras les indicaban lo que tenían que hacer y como tenían que ponerse, hasta que empezaron a besarse y a tocarse, masturbándose mutuamente, primero con los dedos y luego, frotándose las vaginas haciendo la famosa “tijereta”, después de lamerse el coño, provocando que mi amiga se acalorara viendo esas escenas, que la dejaron totalmente excitada: —¡Qué barbaridad…! Como se están poniendo las niñas y como me están poniendo a mí…. Fíjate como se están lamiendo, es una imagen muy morbosa. Llevo tanto tiempo sin sexo que ver esto me está dejando el coño chorreando. ¡Ay, que calor….!….. —me decía entusiasmada, la madre de Cris. —Es muy bonito, sí. No me extraña que esos hombres se exciten tanto viendo esto —le dije yo. Aprovechando su momento de excitación, me atreví a decirle: —Tengo que confesarte algo. Después de esto, es posible que le pidan hacer sesiones con hombres teniendo sexo y que te propongan que tu hija pueda estar con alguno de esos clientes, pero te aseguro que no es nada malo, las tratan muy bien y ellas se lo pasan genial. Mi hija ya estuvo con varios y vino muy contenta. —¿No me digas…? Pero eso es ya prostituirlas directamente, y son unas niñas todavía. —Sí, es una especie de prostitución, porque pueden llegar a tener sexo con ellas. —¡Buuff, amiga!, cada vez que vengo aquí es una sorpresa continua. Es que no sé ni que pensar ya de todo esto. —Al menos tu hija ya está acostumbrada un poco a estas cosas, por lo que me contaste de tu marido —le dije yo, para que no se asustara tanto. —Sí, algo de experiencia tiene ya, la muy guarra. No será una sorpresa para ella. Seguidamente, sin comentarnos nada, el Director de la Agencia, apareció desnudo junto a las niñas, dándoles la polla para que se la chupara, mientras él las masturbaba, algo que ya superaba totalmente lo que mi amiga se esperaba que pasase, dejándola sin palabras: —¿Y esto….? —me preguntó, desconcertada. —Bueno, es lo que te había comentado que podía pasar. Pero de lo que tienes que preocuparte es solo de que tu hija lo esté disfrutando. Fíjate como le agarra la polla al Director, con qué ganas….., vamos, que no me extraña que se la coma toda. —Ya veo. La verdad es que tiene una buena polla, la disfrutaría hasta yo…, ¡uuuffff!, ya no sé ni lo que digo, de lo empapado que tengo el chocho. —Jaja. Tú lo que necesitas es un buen polvo…. —Eso es verdad, pero viendo a Cris, creo que ha hecho más cosas con su padre de lo que yo pensaba. —Pues seguramente. Una vez que empiezan, no paran…. Cuando terminaron de grabar el vídeo, las niñas se quedaron en un estado de sobre excitación, no parando de hablar y gritar, acercándose Cris para decirle a su madre: —Mamá, ¿no te enfadas porque se la haya chupado al señor? —No, hija, estamos aquí para eso, mientras tú quieras hacerlo….. —Es que como te enfadaste con papá cuando nos vistes el otro día…… —Pero eso es distinto, porque él es tu padre y con quien debería hacer esas cosas es conmigo, no contigo, que eres su hija. Además, me parece que tú ya has hecho más cosas con papá de lo que vi el otro día. —Sí, también se la chupo a papá, y él a mí. —Lo que me imaginaba….., pero bueno, ni se te ocurra decirle nada de lo haces aquí. —¡Nooo!, mamá. A la semana siguiente, nuevamente recibimos otra llamada de la Agencia, para invitarnos a una fiesta que estaban organizando, a la que iban acudir varios de sus clientes y muchas de las niñas de las que trabajan con ellos, por lo que si estábamos interesadas, querían que asistieran nuestras hijas, porque estaba muy bien pagado. Las dos aceptamos, entusiasmando a nuestras hijas la idea de ir a esa fiesta cuando se lo dijimos, porque mi hija ya le había contado más cosas a Cris sobre lo que había hecho ella, aunque la madre puso la condición de poder estar ella también en la fiesta de alguna forma, para poder ver a su hija y sacarla de allí si veía que lo pasaba mal. Los de la Agencia se lo pensaron y al final aceptaron, con la condición de que yo la acompañara. El trato era que nosotras íbamos a estar contratadas como camareras para serviles y así podríamos verlo todo. Cuando llegó el día de la fiesta, ya estaba todo preparado. Dejamos a las niñas en la Agencia, con las demás que iban a asistir, y nosotras nos fuimos con el grupo que iba a trabajar de camareras en esa fiesta. La fiesta se celebraba en una casa antigua, alejada de la ciudad, que tenía un gran Salón, con varios sofás y mesas distribuidos por todos lados, donde estaban sentados los clientes, a los que íbamos sirviendo lo que nos pedían, pudiendo ver al fondo unas puertas que daban a las habitaciones. Al momento trajeron a las niñas, que se pusieron todas juntas en un extremo del salón para que todos las fueran viendo. Eran ocho en total y las había de varias edades, todas muy guapas y vestidas muy sexys, hasta con tacones y ligeramente maquilladas. Los señores invitados a esa fiesta, eran todos de mediana edad, algunos más maduros, pero todos muy elegantes, notándose que eran todos de dinero, seguramente empresarios o con puestos importantes, que empezaron a llamarlas para que fueran a su lado, preguntándoles cómo se llamaban y otras cosas para conocerlas mejor y entablar confianza. Alguno ya había puesto sus manos en las piernas de las niñas, acariciándolas mientras hablaban con ellas y el que estaba con Cris, ya había subido su mano por debajo de su vestido a la vez que le decía: —Eres muy jovencita tú ¿Cuántos años tienes? —Tengo 11, señor. —¡Ah!, muy bien, eres muy guapa. Déjame que te suba el vestido para verte bien. ¡Ay!, que linda eres, te ves muy bonita con este tanga que te puso tu mamá. ¿Te gusta vestir así? —Sí, me gusta estar guapa. —Claro, ya vas siendo mayor y tienes que presumir. Seguro que los señores como yo te miran mucho por la calle, a que sí, nena. —Sí que me miran. Y me dicen cosas, a veces…. —Me lo imagino…Es que estás divina, criatura, dame un besito así con la lengua. ¡Mmmm!, que rica estás —agarrando su culito mientras besaba a la niña. Los demás tampoco perdían el tiempo y ya habían desnudado a alguna, mientras las tocaban por todas partes, cuando me fijé en que a mi hija ya se la estaba llevando el señor que estaba con ella a una de las habitaciones, cerrando la puerta por lo que no pude seguir viendo lo que iba a hacer con ella. Pero había otros que no se iban a ninguna habitación y allí mismo, sentaban a la nenas encima de ellos para irlas penetrando, después de jugar con ellas, poniendo más cuidado con las que les habían dicho que eran vírgenes, aunque en realidad, solo dos lo eran, Cris, la hija de mi amiga y la menor de todas ellas, pero al final acabaron follándolas de la misma manera, arrancando sus gemidos mientras se lo hacían. Sobre todo, cuando aceleraban el ritmo de la follada. Yo estaba un poco preocupada por lo que le estarían haciendo a mi hija en esa habitación, pero me distraía viendo como uno de los que estaban fuera, tenía a dos de las niñas chupándole la polla a la vez, mientras otro se dedicaba a lamer el coño de una de las más mayores realmente entusiasmado en la tarea, y así estaban todos disfrutando de esas crías, acabando al final con una especie de gran orgía, todos juntos sin importar quien estaba con quien, mientras Sandra y yo veíamos, desde una posición discreta, como se divertían con ellas, hablandolo entre nosotras: —¡Qué barbaridad!. Nunca me imaginé estar en un sitio así viendo todo esto y encima trayendo a mi hija para que esté con estos viejos. Fíjate como se la están metiendo a Cris y ella sin quejarse, toda feliz. Cuando mi marido se la vaya a follar y vea que no es virgen ya, no sé qué va a pensar. —Sí, la verdad es que impresiona verlo, pero ya ves que ellas están contentas y se lo pasan muy bien. No te preocupes tanto por tu marido y que se aguante. —Eso es verdad, las nenas están disfrutando como las auténticas putitas que son. Quien tuviera su edad y poder disfrutar de esto, ¡eh, amiga! —Bueno, nosotras también teníamos lo nuestro, pero no es comparable, claro. Y yo tengo a la mía encerrada en la habitación, sin ver lo que le están haciendo. —Pues lo mismo que a las demás, pero a lo mejor, ese señor quiere tener más intimidad con ella. Seguro que se lo está pasando bien también. —Parece que alguno ya va acabando, no pueden más los pobres. —Es que ya tienen una edad para darse estas emociones. Y pensar que muchos estarán casados y con sus mujeres e hijas en casa, sin saber lo que hacen sus maridos. —A estos hombres que tienen tanto dinero, sus esposas les consienten todo, con tal de vivir bien y no me extraña que en su casa, se les vaya la mano también con sus hijas, si les gusta tanto esto y las que ellas se lo permitan. —Seguro, no podrán aguantarse, pero no sé si tendrán tantas niñas disponibles para darse estas fiestas. —Con dinero se consigue todo, amiga. Míranos a ti y a mí, quien nos lo iba a decir….. Uno de los señores, al marcharse, nos comentó, no sé si con sentimiento de culpabilidad, para justificarse ante lo que habíamos visto: —Supongo que a vosotras os parecerá muy mal lo que hacemos aquí, pero para nosotros es complicado poder disfrutar de unas niñas así, ¿comprenden? Y si encima podemos ayudarlas económicamente y a sus mamás, no hacemos mal a nadie. —Por nosotras no se preocupe. Venimos a trabajar, ver, oír y callar —Dijo con gracia mi amiga, sin imaginarse el señor, que nuestras hijas habían estado allí con ellos. Cuando terminó la fiesta, algunas mamás vinieron a buscar a sus hijas, como si esto fuera lo más normal del mundo, pero la verdad es que al salir de allí, yo estaba como hipnotizada, y tenía la impresión como de haber estado en otro mundo, por lo que me costó trabajo volver a la realidad, preocupada de que al llegar a casa con mi hija, mi marido no nos notara nada raro.

Autor: VERONICCA Categoría: Voyeurismo

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La Agencia de Modelaje. CamGirls.

2024-02-13


Algunos dicen que es una nueva forma de prostitución adaptada a las nuevas tecnologías, pero desde luego, es una forma de poner al alcance de muchas mujeres una actividad que en otros momentos de la Historia no se lo hubieran ni imaginado.. Las Agencias de modelaje clásicas, con el avance de las nuevas tecnologías, tenían también que irse adaptando a esos nuevos medios, siempre dispuestas a descubrir nuevos talentos y a hacer pasar buenos momentos a sus clientes, como en el caso que cuento ahora. Yo me acababa de separar, y con una hija de 12 años que sacar adelante, tenía que ponerme a trabajar en algo, pero tal como están las cosas, solo encontraba trabajos precarios y que pagaban poco, lo que me era insuficiente, y al comentárselo a mi amiga Eva, me dijo: —¿Por qué no pruebas lo de las WebCams? —¿Eso qué es? ¿De Internet? —Sí, ¿no viste a esas chicas que salen desnudas para que las vean y se ganan un dinero por hacer lo que les piden los hombres? —¡Ah!, sí, pero…. ¿quieres decir que me ponga yo a exhibirme en internet, a mi edad….? —Bueno, mujer, hay de todo. Yo he visto hasta mujeres de más de 60 años, ahí enseñándolo todo, masturbándose y hasta follando. —No me digas. Bueno, es que hay mucha necesidad y las pensiones son bajas, jaja. Yo es que no las veo mucho, la verdad. Mi marido sí que era más aficionado y yo me enfadaba porque se excitaba viendo a esas mujeres, y a mí, ni caso. —Jaja, bueno, ya sabes cómo son los hombres, siempre buscando la novedad. El mío hace igual, todo el día mirando a las mujeres y hasta a niñas, casi. —No sé, Eva, no me veo yo mucho haciendo esas cosas…. ¿También mira a las niñas tu marido? —Sí, amiga, no tienes ni idea de lo que les gustan, pero no solo a mi marido, ¡eh! —Qué barbaridad. Es que ahora con internet, se ve de todo…. —Pues eso es lo que te quería decir, no tanto que salgas tú en esas cams, sino que tu hija se exhiba allí y aprovechéis eso. —¿Qué dices? Pero si eso es solo para mayores, ¿no? —Sí, claro, pero se puede hacer de formas discretas, como lo hago yo con las mías. —¿Tú las exhibes? No me lo puedo creer…. —Sí, pero mira, te explico…. Empecé con mi hija mayor. Ella sale vestida, y se va cambiando allí mismo, exhibiéndose con varios modelitos, hasta en bikini, también, que es lo que más le piden y algunos hablan con ellas y les dicen de todo. Hay un montón de hombres que se conectan a su Cam y le van dando monedas, o recompensas, como llaman ellos, para que vaya haciendo lo que ellos les piden, como por ejemplo, uno que le dijo a mi hija: “Chúpate un dedo”, “Saca la lengua”…., no sé, tonterías así. —¿Y por hacer esas tonterías, le dan dinero a la cría? —Sí, pero eso es para empezar, porque luego, hay más cosas…. —¿Qué cosas? —Luego hay shows privados, pases que hace la niña con el hombre que le paga. Ahí es donde se gana de verdad el dinero, porque ya le piden que se desnude, se acaricie.., en fin, eso ya es cosa de cada una, y hasta donde quiera llegar su madre. —¡Uuuff, madre mía!, no sabía que hubiera esas cosas….. Así que te estás ganando mucho dinero con tu hija saliendo desnuda por internet. —Pues sí, además, ahí no las manosean, como hacen esos viejos del parque con algunas, que les enseñan la rajita y se dejan tocar. Esto es algo más seguro para ella, no tiene contacto con nadie, solo se exhibe, y está muy bien pagado, pero tienes que aprovechar estos años con ellas, porque son los más cotizados en esas Agencias. —Ya veo. En eso tienes razón. ¿Cómo te enteraste tú de eso? —Cómo te decía, mi marido está todo el día viendo esas cámaras de chicas, y me lo propuso, que saliera nuestra hija allí también. Yo creía que se había vuelto loco, o que era un depravado y me negué totalmente, por muchas apreturas económicas que tuviéramos, pero él acabó convenciendo a la cría y entre los dos estuvieron insistiéndome hasta que acepté. —Así que fue cosa de tu marido…. ¿A él no le importa que su hija ande calentando a los hombres? —Pues ya ves, parece que no, y además se excita con ello, imaginando a todos esos que se estarán pajeando con su hija. —Si no me lo dices, no me lo creo, como está el mundo… Creo que yo me estoy quedando muy anticuada ya, jaja. —Fíjate si nos va bien con esto, que después metí a su hermana también… —¿A Lucía? Pero si es muy niña todavía. La mayor, al menos, ya tiene sus formitas…. —Sí, pero va empezando poco a poco, aunque ya va enseñando la rajita también. Es como un juego para ella y se divierte mucho. Tú podrías probar una temporada, a ver si te sientes cómoda y a tu hija le gusta hacerlo. No hay compromiso al principio. Hay un periodo de prueba y luego, ya firmas un contrato con ellos. —¿Con la Agencia? —Sí, son de Colombia, todos los trámites son por internet. Son una gente muy maja y no te ponen ningún problema con horarios ni con que tengas que estar un tiempo determinado, pero claro, cuanto más trabajan las niñas, más posibilidades de ganar más. —Pues tendré que pensármelo, porque no sé cómo voy a pagar todo lo que tengo encima, sin mi marido, que ahora no me quiere pasar la pensión, porque no le dejo ver a la niña. —Pero mujer, ¿por qué no le dejas? —Pues porque una de las veces que se la llevó de fin de semana, la cría me dijo que su padre la había metido en la cama con él, los dos desnudos. —Jaja, eso lo hacen la mayoría. Ya me lo han contado otras, también. —¿Y a ti te parece bien eso? —No sé decirte. Bien no está, pero yo preguntaría a la cría que le parece a ella. A lo mejor, no tiene tanta importancia como tú le das. —Es que no soy tonta, como para no pensar que si la mete en la cama con él, es para hacer algo con la cría. —¿Tu hija Clara te dijo que hicieron algo esa vez? —No, que solo estuvieron abrazados y que su padre le acariciaba su culito. Pero ya puedes suponer, que si siguen así más veces, le va a mandar abrir las piernas y meterle mano ahí. ¿Tú te crees que no lo estará haciendo ya? —Puede ser, claro, pero es que yo veo las cosas de otra forma, o será porque ya estoy más acostumbrada a eso con mi marido y las niñas. —Bueno, ya, si tú lo permites, no te digo nada…. —Tú no te preocupes por eso, ahora lo más importante es que puedas pagar las deudas. Mira, esta Agencia se llama “Petits fruits”. Te paso por whatsapp la dirección de su página para que le eches un ojo y te lo piensas. —Está bien, Eva, gracias. Me lo pensaré, porque ya debo varios meses de la renta y cualquier día nos desahucian….. En cuanto llegué a casa, me puse a ver esa página que me había indicado Eva, viendo que había varias chicas de todas las edades, saliendo desnudas en esas Cams, pero eso sí, todas parecían mayores de edad, o al menos eso ponía allí. Pero luego vi el apartado que me dijo ella, de “Cams no nude” y allí estaban todas esas niñas, de la edad de mi hija, más mayores y más pequeñas, vestidas con prendas ligeras, pijama, bikini…., enseñándose en la cámara, poniendo posturas o haciendo lo que las iban mandando. Me fijé en ese chat que había, al lado de la cámara, con hombres que les decían barbaridades a esas niñas…”¿Te gustaría ver mi polla?… ¿Has visto alguna? ….¿Te masturbas?…. ¿Quieres hacer un show privado para mí?… Cuando estaba leyendo todo eso, entró mi hija Clara en la habitación, y me preguntó qué estaba haciendo: —Viendo a estas niñas que salen aquí. Es que me comentó Eva, que tiene a sus hijas metidas. —¿Sí? ¿Están ahora ahí? —No las veo. No deben de estar emitiendo, pero seguro que estarán más tarde, a la noche. —A ver si las vemos. Aprovechando la ocasión, le pregunté a mi hija: —¿A ti te gustaría salir ahí también? —¿Yo? No sé…. Me da vergüenza, jaja…. —Pues me dijo Eva que les pagan mucho dinero por salir ahí. Mira, ¿no ves todos estos que les hablan aquí? Les van dando monedas, me dijo Eva, por hacer cosas…. —Jaja, será por desnudarse…. —¿Cómo sabes tú eso? —Me lo enseñó papá. —¡Ay, tu padre! Menos mal que ahora no le ves, porque no sé qué iba a ser de ti. —Papá me quiere, mamá. Tenías que dejarme verlo. —Sí, eso es lo que te gustaría, para meterte en la cama con él. —¡Mamaaaa….! Siempre estás pensando mal de él. —Porque le conozco bien, hija. Encima, no quiere pasarnos la pensión y se desentiende de tu educación, y no sé cuándo vamos a poder pagar la renta del piso. —Él me dice que eres mala con él. —Claro, claro, la mala siempre soy yo. De pronto, me fijé en una de las cámaras, que estaban las hijas de Eva: —Míralas, aquí están…. —¿Está Lucía también, jaja? —dijo mi hija. —Sí, mira que barbaridades le dicen: —“Que si su hermana pequeña ha probado una polla, jaja” —leyó riéndose, mi hija. —No sé cómo Eva deja a sus hijas salir ahí, con todos esos depravados…. —Pues para pagar los gastos, mamá, como me dices tú. Mi hija estaba mostrando una madurez mayor que la mía, pero ella estaba más acostumbrada a las nuevas tecnologías y no veía esas cosas como yo, lógicamente; pero no me esperaba la respuesta que me dio a la pregunta que le había hecho antes: —Si me dejas, yo también puedo salir ahí. No me importa lo que me digan. Si me preguntan que si he probado una polla, yo les digo que sí, jaja, la de papá. —¿Cómo dices esas cosas? No sé ni por qué pensé en meterte en esto. A tu padre se la habrás tocado, solo, digo yo. —Sí, solo me deja tocarla, porque todavía soy pequeña, pero si pude chuparla… —¿Tú padre te ha puesto a mamar también? Mira, no quiero saber más, que me pongo mala. —Vale. ¿Pero me vas a dejar salir ahí o no? —Bueno, pues si quieres, les envió un correo, a ver lo que me dicen. Enseguida me contestaron, pidiéndome los datos de Clara y que les enviara varias fotos de ella, aunque no hacía falta que fueran desnuda, pero si las enviaba, así podrían hacerme la mejor propuesta económica para mi caso. Lo hice, llena de curiosidad, y cuando me contestaron, me dijeron que mi hija les parecía perfecta para su página y con la cantidad que podrían pagarme, así que no tuve más remedio que aceptar. Al fin y al cabo, iríamos viendo como lo iba llevando ella, esperando, también, que nadie se enterara de lo que hacía Clara En la primera emisión, estaba yo más nerviosa que ella. La vestí con una camiseta y short cortito para que se fijaran en ella y tuviera mucha gente mirándola que le hicieran propuestas, de modo que en seguida empezó a entrar gente en la Sala, con nombres raros, “vergudo42”, “chichinabo”, “soytuabuelo” y otros que me hacían cierta gracia, empezando el chat con ella uno llamado “keko3000”: —Que rica eres. Es la primera vez que te veo y pareces muy simpática. Clara, le contestó: —Gracias, señor. Es mi primera vez. —¡Aja! Va a ser tu primera vez en muchas cosas, entonces…. Tienes unas piernas preciosas. ¿Me las muestras bien? Yo avisé a mi hija: —¡Eh! Dile que pague monedas para verlas. Ese hombre aceptó el pago pedido, y mi hija se puso de pie para enseñarle las piernas con ese short cortito. —¡Mmmm! Date la vuelta, a ver el culito… Ella se giró y como el short era de esos que enseñan media nalga, ese hombre se entusiasmó más todavía: —¡Vaya, vaya! Que culito tiene la nena…. Me encantas. Me estoy pajeando contigo, ¿te importa? —No, para eso estoy aquí, jaja —dijo mi hija, con descaro. —Qué mala eres. ¿Te gusta provocar a los hombres? —Un poco…. —No seas mentirosa, seguro que te comen con los ojos cuando te ven por la calle. Ese hombre estaba aprovechando su anonimato para decirle esas asquerosidades a una niña, pero siguió pidiéndole cosas a mi hija: —¿Me enseñas ahora el ombligo? No te preocupes, que sigo ingresándote monedas…. Ella se subió la camiseta para que pudiera verle el ombligo, mientras yo estaba sorprendida con la picardía que mi hija le hablaba a ese hombre, como si ya estuviera acostumbrada a su edad a que le dijeran todo tipo de cosas, que a mí me pondrían roja de vergüenza. Estaba visto que las niñas de ahora no tenían nada que ver con cuando yo tenía su edad, que éramos mucho más infantiles e inocentes, viendo que luego intervenía “vergudo42”, para decirle: —Que ricas tetitas debes de tener. ¿Te quitas la camiseta? Mi hija ya sabía que en esas sesiones abiertas a todos, no podía quitarse la ropa y quedarse desnuda, pero de todas formas, yo estaba allí con ella para supervisar que todo fuera bien, aunque en este caso no hizo falta: —Aquí no puedo, señor. Tiene que ser en los shows privados. Ahí tiene los precios de las propuestas. La cría le supo contestar bien, indicando esos precios del panel, como “Quitarse la camiseta, 50 monedas”, “Quitarse braguitas, 100”, “Meterse dedos, 150”…., y otras muchas opciones….., por lo que él le dijo: —Vamos al privado. Te daré 50 monedas. Por primera vez, mi hija Clara iba a desnudarse en Internet, pero iba a ser solo para este hombre que había pagado por verla, así que no había tanto problema, pensé yo, por lo que una vez en esa sesión privada, mi hija se quitó la camiseta, dejando a la vista de “vergudo42” sus tiernas tetitas, que se masajeaba con las manos, mientras suponíamos que ese hombre se estaría masturbando viéndola, diciendole al poco rato: —Te daré 100 monedas, quiero ver tu coñito para hacerme otra paja. La nena obedeció, quitándose el short y las braguitas y se exhibió totalmente desnuda ante su cam, girándose para enseñarle su culo, y luego, sentándose, abrió sus piernas para que le viera su vagina con esa rajita que ya se entreabría ligeramente por la excitación que ella misma estaba sintiendo con todo eso, acariciándosela sin poder evitarlo, y abriéndosela con los dedos para mostrar su virginal interior a ese pervertido que miraba su webcam, totalmente excitado, que luego le pidió a mi hija que se masturbara, por lo que tuve que decirle que no se metiera el dedo, que eso tenía otro precio. “Vergudo42” pagó más monedas para verla a su antojo, y supongo que se correría viéndola, porque yo misma también me había excitado con lo que estaba viendo, imaginándome a ese hombre masturbándose mientras miraba a mi hija en su ordenador, en su casa, y quien sabe, si estaba casado, o tenía hijas como la mía, pero en su estado de excitación, seguía hablándole: —Que rico lo tienes, te lo comería todo…. Afortunado el que pueda hacerlo…. Pero mi hija no le dijo nada, porque no era cuestión de saciar su curiosidad morbosa, él estaba allí para pagar a mi hija por exhibirse y no para contar su vida privada, aunque yo misma me vi sorprendida por esos pensamientos morbosos, que me hicieron comprender al marido de mi amiga Eva, por sentirse excitado exhibiendo a su hija por internet. Finalmente, ese hombre acabó dándose por satisfecho, después de haberse corrido a placer, cortando la conexión sin ni siquiera despedirse, quizás, por haber sido sorprendido, aunque también pudiera ser que una vez consumido ese producto que acababa de comprar, que era mi hija, ya no le importaba ella. Esto era internet y tampoco hacía falta ser educado o tener empatía por los demás. Durante los siguientes días, fueron sucediéndose otras sesiones privadas con hombres que iban pidiendo diferentes cosas, cada vez más atrevidas, hasta que una vez se me vio por la cámara y un hombre llamado “Javi111”, se dirigió a mí: —La madre es tan guapa como la hija. ¿Hacéis cosas juntas también? —¿Qué quieres decir? —le escribió mi hija. —Que si os besáis, os tocáis… Algunas mamás lo hacen con sus hijas. Clara me miraba desconcertada, sin saber que responderle, por lo que me puse yo al teclado: —¿Aquí en la cámara? Es que esas cosas no están incluidas en el menú, y no sé qué precio tienen. —Da igual. Yo te daré las monedas que me pidas. —Está bien, tú vete echando mientras nos vas viendo….. Yo me acerqué a Clara y me puse a besarla en la boca, metiéndole mi lengua y jugando con la suya, de forma que se vieran bien en la cámara. Así continuamos durante un rato, acariciándonos las dos hasta quedarnos desnudas, haciendo cosas con mi hija que ni me hubiera imaginado, pero allí, delante de esa Cam, parecía haberme vuelto loca, por lo que debíamos ser un auténtico espectáculo para “Javi111”, que luego nos pidió que nos chupáramos el coño, lo que hicimos mientras el sonido de las monedas no dejaba de escucharse. Mis prevenciones ante este tipo de actividades iban desapareciendo a la vez que mi hija se habituaba a otras que no deberían ser normales a su edad, pero allí delante de aquella cámara nos transformábamos y la vergüenza desaparecía. En esos días recibí un correo de la Agencia, felicitándonos por los ingresos obtenidos y las visitas que teníamos, y comunicándonos que habíamos alcanzado unos objetivos que nos daban derecho a recibir un lush, pero como era muy grande para que mi hija se lo metiera, le enviaron un dildo pequeño para ser activado a distancia por los que la veían, de la misma forma que las mayores, lo que sirvió para aumentar la morbosidad de nuestras transmisiones. Ese pequeño dildo metido en el coño de Clara, iba recibiendo las vibraciones que le enviaban pagando monedas los que miraban y eso empezó a ser una nueva atracción, en la que le pedían que abriera las piernas para ver esa deliciosa vagina estimulada por el dildo, que hacía salir sus jugos por ella. Los gorditos y sonrosados labios de su vulva destacaban en la blanca piel de la cría, potenciando ese aire infantil que tanto excitaba a los que la miraban. Mi hija Clara ya era capaz de hacer todo eso ante una cámara abierta a todo el mundo, y yo también era una persona nueva, sin los miedos y prejuicios que me bloqueaban recién separada de mi marido, por lo que cuando volví a ver a mi amiga Eva, pudimos hablar con más confianza de lo que hacíamos, diciéndome ella: —¡Oye!, que ya vi que al final te animaste a que tu hija emita en la página. Se le da genial. —Sí, me costó un poco de trabajo al principio, pero ahora estamos las dos encantadas. —Me alegro mucho. ¿Y qué tal las transmisiones privadas? —Muy bien, ahí nos desatamos las dos, jaja. —Qué bueno. A mí me divierte mucho hacerlo con las mías también y la campana no deja de sonar. —Como a mí. No me puedo creer todo el dinero que hemos ganado en tan poco tiempo. Desde que me había separado, no había vuelto a probar el sexo con un hombre, conformándome con esas sesiones con mi hija, pero ya empezaba a tener esa necesidad y el destino quiso que conociera a un hombre, llamado Enrique, también separado, con un hijo que solía jugar con mi hija en el parque, lo que motivo que empezáramos a hablar y tuviéramos una buena sintonía entre nosotros, así que debido a la necesidad que teníamos los dos, acabamos en la cama al poco tiempo. Nosotros nos metíamos en la habitación a follar, mientras los niños jugaban en el salón, consiguiendo después de tanto tiempo, volver a disfrutar del sexo como era debido, añadiéndole la inhibición que tenía ahora con la experiencia de las cams, lo que empecé a compartir con él en una morbosa complicidad. Y quiso el destino, también, que en una de esas transmisiones, un hombre, durante la conversación de chat empezó a preguntar a la cría: —¿Ya has tenido una polla en tus manos? ¿Te gusta jugar con ella? ¿Te han follado ya?…. Todas esas preguntas eran respondidas por Clara con una picardía que iban encendiendo todavía más a ese hombre llamado “zorro50”, que le acabó pidiendo poder verla chupando una polla en la cam, lo que en ese momento no fue posible, pero la cantidad de monedas que nos ofrecía era tanta que me obligó a pensar en ello, aunque no supiera de donde iba a sacar esa polla para que mi hija se mostrara con ella. Así que se lo comenté a Enrique y él se mostró dispuesto a colaborar con nosotras para cumplir esa petición tan especial de “zorro50”, que recibió encantado la confirmación de su fantasía. Enrique no quería enseñar la cara, por lo que solo se enfocaba a la niña y a su polla, pero eso era suficiente para satisfacer el morbo de quien pagaba. Mi hija tenía en su mano la polla de Enrique, moviéndola y llevándola a su cara, dándole pequeños lengüetazos, mientras él le sobaba las tetas y acariciaba su cuerpo, pasando sus dedos por la vagina de la cría, hasta que terminó metiéndose en su boca esa polla, que casi ni le cabía, pero se notaba que disfrutaba de ella. Enrique también estaba disfrutando de todo eso. No sé si él habría estado ya con más niñas de la edad de Clara o era su primera vez, pero poco después de estar chupándosela ella, cuando le dijo que se iba a correr, mi hija le pidió: —Échamelo en la boca, que me lo trago. Yo cada vez me sorprendía más con la cría, porque todo lo que iba viendo de ella, me demostraba que ya lo había hecho muchas más veces de lo que me había dicho y eso, no sé por qué, me llenaba de morbo en esa situación de plena excitación por parte de los tres, así que de una forma improvisada, por primera vez salí en esa cam de mi hija, follando con Enrique, algo a lo que no pude resistirme de lo cachonda que estaba, mientras ella nos miraba con morbosa curiosidad. Lo que había empezado como una simple exhibición de mi hija para que se calentaran unos cuantos pervertidos por Internet, se había convertido en lo más perverso que nunca hubiera imaginado, no sabiendo ya donde estaría nuestro límite, y más cuando Enrique me propuso: —¿Quieres que salga mi hijo Toni también en la cam con tu hija? Yo le miré extrañada, porque no me lo esperaba, que quisiera involucrar a su hijo también en eso, pero en esta nueva dinámica en la que estaba metida, todo podría ser posible, por lo que le pregunté: —¿Pero él ya tiene alguna experiencia? —Bueno, tengo que confesarte algo. Cuando me separé, y mi esposa se fue, no queriendo saber nada del niño, él quiso dormir conmigo. Se sentía abandonado y no se separaba de mí para nada. Él se abrazaba a mí y eso me provocaba erecciones, al igual que a él, y parecía que le gustaba, empezando a agarrarme la polla y yo a él para darle gusto, hasta que acababa masturbándole, empezando a chupársela también, por la excitación que me daba todo aquello. Si yo hubiera tenido una hija como la tuya, creo que me pasaría toda la noche comiéndole el coño. Es una maravilla —dejándome otra vez sorprendida. —¡Vaya! Aquí no gana una para sorpresas. Pero esta experiencia me ha servido para comprender mejor a mi marido y a todos los hombres en general. Yo tenía la mente muy cerrada y gracias a una conversación casual con mi amiga Eva, pude empezar a abrirme. ¿Y le gustaba al crío lo que hacíais? —Claro que le gustaba, le encanta hacerlo cuando estamos solos en casa, pero me gustaría que probara con alguna chica también. —Sería lo ideal. —Podemos poner a nuestros hijos en la cam y que jueguen entre ellos. Seguro que no paran de darte monedas viéndolos. —Desde luego, eso va a ser tremendo. Nos van a poner cachondos a nosotros también. Durante los siguientes días pusimos a los dos críos juntos en la cam, lo que creó un morbo añadido a los que les veían, empezando a preguntarles y a pedirles cosas: —¿Sois novios?, ¿os dais un besito?, ¿habéis follado entre vosotros?…. Pero estaba claro que no se iban a conformar con eso, y empezaron a llegarles propuestas de privados de todos esos que se habían enganchado a la cámara de mi hija, para que fueran más atrevidos y cuando recibieron las suficientes monedas, actuaron solo para los que las aportaron, dejándose ver desnudos y tocándose mutuamente. Toni era la primera vez que estaba con una chica y pasaba su mano por la piel de mi hija deleitándose con su tacto, mirándola cada vez que la pasaba sobre sus labios vaginales, como esperando su permiso. Clara tenía su polla empalmada en su mano y la masturbaba, con mayor desenvoltura, debido a su mayor experiencia, para luego ponerse a chupársela ante los expectantes mirones que seguían aportando mientras seguramente estarían pajeándose con esas escenas de alto voltaje. Cuando Toni se puso encima de la cría, yo ya estaba tan excitada que ni pensé que la fuera a follar y la desvirgara en esa primera vez de los dos, pero antes de que pudiera detener eso, la polla del crío se hundió en la vagina de mi hija, que la recibió con agrado, sin ninguna muestra de dolor, por lo que supuse que Clara ya se habría desvirgado ella misma, metiéndose cualquier cosa en el coño a causa de la excitación que le provocada su trabajo diario ante esa cámara. La música de la campana que iba remarcando las monedas aportadas no paraba de sonar, porque supongo que el espectáculo merecía la pena y que podría entusiasmar a cualquiera, consiguiendo una recaudación record, por lo que nuevamente nos felicitó la Agencia, sugiriéndonos que le hiciéramos fotos y vídeos a la niña para venderlos a través de la página y ahí me puse yo a hacerle todo eso que nos pedían, mientras Clara se exhibía, se masturbaba, usaba los juguetes o le chupaba la polla a Enrique. A causa de eso, recibimos el encargo de un video en el que Enrique follara a la cría, y yo ya no podía negarme tampoco a eso, sobre todo viendo a mi hija que estaba deseando hacerlo, así que yo misma me puse a grabar como mi nuevo compañero se follaba a mi hija, que disfrutaba como una loca de su polla. La polla de Enrique era bastante más grande que la de su hijo y provocaba que los gemidos de mi hija fueran más fuertes y seguidos, porque sus orgasmos no paraban de llegar, pero ella, como loca, pedía más y más…. Mi hija se había convertido en una especie de puta, habiendo naturalizado el sexo como una cosa más en su vida, que además, le divertía y sobre todo, divertía a los demás. No sé si cuando Enrique me conoció, se imaginó alguna vez que podría acabar follando a mi hija, pero lo que seguro que a mí nunca se me había pasado por la cabeza era que llegaría a tener deseos morbosos hacia un crío como su hijo Toni, pero todo esto de las Cams me estaba trastornando, así que se lo propuse a él, que acogió mi idea entusiasmado, porque en el fondo lo que más deseaba era que su hijo disfrutara lo máximo posible con el sexo, a pesar de su corta edad, quizás porque se sentía un poco culpable de haberlo sexualizado tan temprano haciéndole inclinarse más hacia las pollas que hacia las mujeres, y por eso deseaba que fuera probando con cuantas más mujeres mejor. Yo estaba muy nerviosa cuando llevé a Toni a mi cama, pero el morbo de tenerle, después de haberle visto con mi hija, era más fuerte todavía y al tenerlo desnudo ante mí, ya me puse a mamar su pollita, metiéndomela entera en la boca, disfrutando de ese pequeño manjar que ya empezaba a destilar su juguito. Luego, tumbándome en la cama, metíó su cabeza entre mis muslos, porque me gustaba verle ahí, amorrado a mi coño, chupándomelo con su lengua una y otra vez, hasta que le hice subir un poco para encajar su polla en mi vagina, haciendo que me follara, como había aprendido con mi hija, y aunque no era una polla de gran tamaño, su simple rozamiento con mi clítoris ya me hizo correrme a la vez que él eyaculaba nuevamente dentro de mí. Y como ya nada suponía un límite para mí, un nuevo paso nos esperaba, cuando uno de esos hombres que miraban la cam de mi hija, llamado “Maduro60”, le preguntó por privado: —¿Haces real? Ella me miró, sin saber que contestar, pero yo le hice una seña para que dijera que no, algo con lo que no se conformó ese hombre y siguió insistiendo, haciéndonos una oferta tras otra, hasta llegar a una cantidad que yo no había visto en mi vida y mirando a Clara, esta vez esperando su aprobación, le contestó que sí. Cuando le preguntamos quién era, no nos lo quiso decir, sólo que confiáramos en él, aunque por nada del mundo yo me esperaba que fuera alguien conocido ni de nuestra ciudad, por lo que cuando fuimos al lugar de encuentro que habíamos acordado, me encontré a un profesor de mi hija e intenté disimular para que no supiera a lo que habíamos ido allí, pero él nos hizo una señal para que acercáramos: —Soy yo el que os ha citado, “Maduro60”. —¡D. Ramón!, ¿es usted? —Ya sé que no te lo esperabas, pero es lo que sucede cuando te muestras ante alguien al que no ves y no conoces. —¡Ay, Dios! ¡Qué vergüenza! —No te preocupes, porque la vergüenza es mía también. Me costó mucho dar este paso, pero confío en tu discreción, porque a los dos nos conviene. —Sí, desde luego. Pero…, usted da clases a niñas como mi hija. ¿Es que se excita con ellas? —Claro, como a otros compañeros míos. Hablamos de ellas, de lo ricas que están y de cómo nos gustaría joderlas. Puedes pensar que somos unos pervertidos, pero solo son sueños de hombres mayores que sabíamos que no cumpliríamos nunca. —¿Y cómo supo que mi hija salía en esas cams? —No lo sabía. Me la encontré un día por casualidad curioseando por internet y me llevé la mayor sorpresa de mi vida, agradable, eso sí, por lo que me convertí en uno de sus mayores fans. Cuando la veía en clase, así tan modosita, no podía olvidar la sesión que me había dado la noche anterior, no pudiendo quitarme de la cabeza la imagen de su cuerpo desnudo, produciéndome una erección que tenía que ocultar a las demás niñas. Pero créeme que no se lo he dicho a nadie. —Se lo agradezco, D. Ramón, pero me deja sin palabras. No sé qué decir…. —Mejor no digas nada… Para un viejo solterón como yo, es un sueño disfrutar de una cría como Clara. No he podido emplear mejor el dinero que llevo ahorrando toda mi vida, así que toma lo acordado por llevarme a Clara a mi casa. Te la devuelvo al anochecer. —Está bien, pero espere…. Antes de dejarla marchar, me dirigí a mi hija: —Clara, ¿de verdad quieres ir con D. Ramón? Todavía podemos echarnos atrás. —No mamá, no te preocupes. Yo sí quiero ir. Y ahí se la llevó ese hombre, alguien que jamás imaginaría que estaría mirando todos los días esas cámaras de niñas y que yo le entregaría a mi hija para que la follara, a cambio de un buen dinero, eso sí, pero había aprendido la lección de que en este mundo de internet, en el que puedes llegar al otro extremo del mundo, tu vecino de al lado, un familiar o alguien muy cercano a ti, puede ser tu mayor seguidor sin que tú lo sepas.

Autor: VERONICCA Categoría: Voyeurismo

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La Agencia de Modelaje

2024-02-13


Para cualquier niña, ser modelo es uno de sus sueños, y a veces, llegan a tener esa oportunidad…. Dentro de las actividades de la fiesta del Colegio al que iba mi hija, se organizó un Concurso de belleza entre las niñas, en el que se hizo una especie de desfile de las niñas con distintos modelos de ropa, bañadores y bikinis. Este desfile se celebró en el salón de actos, al que acudimos, además de los padres de las niñas, amigos y muchas personas más. Las participantes fueron en total unas 15 niñas con edades que estaban entre los 11 y 12 años, que demostraron esa gracia que tienen para hacer este tipo de cosas a estas edades, consiguiendo divertir a todos, por lo que fueron muy aplaudidas y piropeadas. El Jurado estaba compuesto por algunos profesores y padres, que puntuaban a las niñas, dando como ganadora al final, a una de las más guapas, una niña rubia, alta y con un cuerpo muy bien formado para su edad, quedando mi hija en segundo lugar, que es más morenita, con el pelo negro y que ya tiene también un bonito cuerpo, siendo especialmente aplaudida durante el desfile en bikini, que la verdad le quedaba ya un poco pequeño, por lo que quedaban más a la vista sus formas. En tercer lugar quedó otra niña de 11 años muy graciosa y simpática, pero más aniñada, que consiguió ganar la partida a otras más mayores. Pero el caso de este relato viene a lo que pasó después de este concurso, que no dejaba de ser una fiesta infantil sin más pretensiones de que las niñas se lo pasaran bien y aumentaran su autoestima con la competición, pero acabaron resultando de ello unas consecuencias poco esperadas. A los pocos días, se puso en contacto conmigo una persona que me dijo que trabajaba para una Agencia de Modelaje, para decirme que les había gustado mucho mi hija y me preguntaron si nosotros estábamos interesados en que nuestra hija hiciera trabajos de modelo para varias firmas de moda. En principio, me quedé algo sorprendida por la propuesta, porque nunca habíamos pensado en que nuestra hija hiciera ese tipo de cosas, ya que nos preocupaba, sobre todo, que la distrajera en sus estudios. Pero este hombre me habló de hacer primero una sesión de fotografía de prueba con mi hija para componer un catálogo de fotos, que ellos irían ofreciendo a las empresas para que salieran trabajos para ella. También me dieron detalles sobre el dinero que cobraría por hacer el catálogo y las cantidades que se cobrarían por trabajos posteriores, así que quedamos en que lo consultaría con mi marido y mi hija y ya les respondería. Cuando se lo dijimos a mi hija, lógicamente, le encantó la propuesta, porque con lo coqueta que era ella, iba a presumir mucho con sus amigas, y porque en realidad, casi todas las niñas desean ser modelos de mayores o cosas así. Después de hablar entre nosotros de todo ello, mi marido me dijo que tomáramos la decisión nosotras, que como ya veía que le hacía mucha ilusión a la cría, él no iba a oponerse, porque por otra parte, tenía que viajar mucho por su trabajo y no podía ocuparse de esas cosas, dándome la impresión de que se lo tomaba con bastante indiferencia y despreocupación, ya que pensaría que se trataría de algo pasajero que ilusionaba mucho a nuestra hija, pero que no llegaría a ningún lado. Así que finalmente llamé a la Agencia para concertar una cita para la sesión fotográfica. Al llegar nos colmaron de atenciones, volviendo a decirme lo guapa que era mi hija y como les había llamado la atención en la fiesta del Colegio, sobre todo por su pícara mirada con esos preciosos ojos verdes que tenía y la gracia que tenía para modelar, sin quererme dar más detalles que luego vi que me los habían ocultado. La hicieron pasar al vestuario, donde se fue poniendo distintos modelos de ropa para hacer las fotos y una sesión final en bañador y bikini, a lo que no le di más importancia. Mi hija estaba disfrutando muchísimo con todo eso, que la hacía sentirse como una estrella famosa, pero más contenta me puse yo, cuando al final me dieron el dinero pactado, por un trabajo tan fácil y agradable para mi hija. Nos dijeron que pasarían las fotos por las Marcas con las que trabajaban y que ya nos llamarían si había alguna proposición de trabajo. Dos semanas después, durante las cuales mi hija no paraba de preguntarme constantemente si me habían llamado para volver a hacer más fotos, me llamaron de la Agencia para comentarnos un trabajo que le había salido a mi hija, y que más o menos iba a ser una sesión parecida a la anterior, según me explicaron, así que lo acepté y allí nos presentamos nuevamente. Al llegar nos dijeron que esta vez las fotos se centrarían más en ropa de verano, bañadores, bikinis y todo eso, para hacer la campaña de una marca de cara al verano. Y que habían elegido a mi hija para ello, porque les gustó mucho su cuerpo para lucir sus bañadores. Por tanto, mi hija se fue poniendo varios modelos de bañadores y bikinis según le iban indicando, con los que le hicieron un montón de fotos, durante las cuales le pedían que pusiera determinadas miradas o que adoptara posturas un poco forzadas, con las piernas abiertas o flexionando su cuerpo de una forma que diera una imagen más sexy de ella, a lo que yo no le di más importancia, pero después, cuando le pidieron que se quitara el bañador para hacerle unas fotos desnudas, ahí tuve que intervenir para decirle al encargado: —Esto no lo habíamos acordado en ningún momento y no me parece bien que le hagan fotos a la niña desnuda. —No se preocupe, señora. Solo serán unas fotos con unas posturas donde no se le verá nada. Es que necesitamos completar su book de fotos para que le puedan salir más ofertas de trabajo. Yo me sentí un poco incómoda con esa situación y les dije: —Pero es que no sé por qué son necesarias unas fotos con la niña desnuda y no sé para qué tipos de trabajos van a servir. —Es algo normal que hacemos con muchas niñas y no suelen poner ningún problema, porque por estas fotos le vamos a pagar más. Además, le voy a ser sincero. Es que tenemos un cliente que se ha interesado por su hija y nos las ha pedido explícitamente. —¿Para un trabajo en el que tiene que salir desnuda? —No, son para una colección privada de este cliente, que no saldrán en ningún sitio, así que no tienen por qué preocuparse de que la vayan a ver en algún lado. Aunque no me quedé muy convencida del todo, se lo comenté a mi hija y ella aceptó, porque se lo pasaba muy bien en esas sesiones y no quería que dejaran de llamarla por negarse a ello, así que dejé que siguieran haciéndole esas fotos sin nada de ropa, en las que le iban pidiendo que adoptara esos gestos que le iban indicando, que a mí me parecían demasiado sexuales para una niña de su edad. Pero mi hija parecía encantada con todo eso y después de unas cuantas fotos en diferentes posturas, el Director de la Agencia se acercó a mí, para decirme: —Mire señora, si nos deja hacer fotos a la niña con las piernas abiertas, la podemos dar bastante más dinero. Su hija nos está encantando y está quedando perfecta. Va a tener mucho futuro en esto. —Pero eso ya sería pornografía y no sé si será muy legal, ¿no?. —No tendrían ningún problema con eso. Ya le dije que nuestro cliente es muy discreto y nadie las vería. Sería algo muy privado entre nosotros solo. Yo dudé ante esa propuesta, pero el dinero que me ofrecían era una barbaridad, y pensé que por unas cuantas fotos desnuda de mí hija no pasaría nada, si ellos respetaban lo que prometían, así que le dije a la cría: —A ver, hija, ahora quieren hacerte unas fotos con las piernas abiertas, ¿tienes algún problema en eso? Mi hija me miró un poco sorprendida de que yo hubiera aceptado eso, y me dijo: —Pero mamá… ¿me van a hacer fotos de mi chichi? —Lo tienes muy bonito, hija, no tienes por qué avergonzarte. Y ya me dijeron que nadie va a ver las fotos, que solo son para un señor que nos va a pagar muy bien si te dejas hacértelas. Mi hija, finalmente se quedó más convencida y volvió a seguir las indicaciones que le iban dando, poniendo esas posturas tan obscenas para cualquier niña, en las que ofrecía expuesta su vagina a la cámara del fotógrafo, ligeramente abultada y con un vello fino que la estaba saliendo por encima, que le decía lo bonita que la tenía mientras iba disparando su cámara. Tengo que reconocer que la imagen que ofrecía era muy bella, con esos pequeños pechos abultados y los pezones en punta, su mirada lánguida y sensual con las piernas abiertas mostrando claramente toda su intimidad. Pero no se conformaron con eso, ya que luego siguieron diciéndole que se abriera ligeramente los labios vaginales con los dedos, que se metiera un dedo y después, otra serie de fotos con el dedo en la boca chupándoselo. La hicieron también, ponerse en cuatro, de lado y en todas esas posturas en las que suelen hacerse las fotos de tipo pornográfico, incidiendo ellos sobre todo, en la expresión de su cara, que iba poniendo según le hacían las fotos, dando la impresión, en algún momento, de que la niña estaba realmente excitándose con todo ello. La sesión de esas fotos se estaba alargando demasiado, por lo que a mí se me hacía interminable tener que ver cómo le hacían innumerables fotos en todas las posturas posibles, incluso de primeros planos de su vagina abierta, ante la mirada excitada de los presentes que no podían disimular su entusiasmo ante lo que veían y lo que estaban consiguiendo de ella, comentando entre ellos: —¡Buufff!, que rica está la niña. Nuestro cliente se va a quedar encantado con estas fotos. —Sí, además con esa mirada que tiene, tan ardiente, mata a cualquiera; es muy obediente y está haciendo hace todo lo que le decimos. —Se nota que le gusta, porque se está excitando. Mira como se le ha puesto el coñito todo mojado. ¡Cómo me está poniendo, uufff….!, si no estuviera su madre delante, me la comía enterita. —Bueno, tranquilo, jaja. Si todo va bien, eso ya llegará….. —dijo uno de ellos. Luego, el fotógrafo se dirigió a mí: —Señora, vamos a afeitarle esos pelitos que le están saliendo, para que luzca más linda su vulva. —Está bien, si es necesario….. —acepté yo, ya resignada. Ellos mismos, con una cuchilla, le fueron afeitando esos pelitos, mientras aprovechaban para toquetear a la niña con todo descaro y deleitándose con ello. Una vez toda rasurada, siguieron haciéndole más fotos, cada vez más provocativas, al decirle que sacara la lengua o que pusiera caras provocativas como si se tratara de una mujer adulta. Había llegado un momento en el que yo ya estaba bastante molesta con todo eso, y les dije: —¿Han terminado ya?, yo creo que ya está bien de calentarse con la niña. —Si señora, hemos terminado, muchas gracias. Pero no se enfade, es que tiene una hija preciosa y es un placer trabajar con ella. ¿No le molestará que la llamemos en más ocasiones? —Bueno, ya veremos…. —les contesté un poco cansada de todo lo que había tenido que aguantar, aunque por dentro estaba segura de que volveríamos allí a hacer ese tipo de sesiones fotográficas, sin querer reconocer el extraño morbo que había sentido en esa situación, al exponer a mi hija a la mirada de esos hombres y de ese cliente misterioso que pagaba tan bien. Mientras volvíamos a casa, le dije a mi hija que sería mejor que no comentáramos nada a su padre sobre el tipo de fotos que le habían hecho, porque seguramente no le iban a gustar y no la dejaría volver más a ese lugar, por lo que a ella le pareció bien. Además, yo me llevaba a casa una buena cantidad de dinero que no sabía cómo iba a poder justificar con mi marido, por lo que me guardaría una parte para darme algún capricho que él no quería comprarme, porque eran muy caros para nuestra economía, claro. Tal como suponía, pocos días después, volví a recibir la llamada de esa Agencia, en la que me trasladaron su entusiasmo porque a su cliente le habían encantado las fotos y que podrían ofrecerme mucho dinero más, pero ya me contarían los detalles en persona. Yo me quedé un poco intrigada, pero no sé por qué, ya me imaginaba el tipo de fotos por el que iban a proponerme por tanto dinero y no sabría si podría aceptar algo así, pero como la curiosidad me pudo más, acabé llevando a mi hija de nuevo a esa Agencia, y al llegar, volvieron a repetirme lo mismo: —Nuestro cliente se ha vuelto loco con su hija y quiere que le hagamos más fotos al precio que usted le ponga. —Me imagino que ya serán unas fotos muy fuertes como para proponerme eso. —Sí, claro, pero serían siempre con el consentimiento de la niña y si en algún momento no se siente cómoda, lo dejamos ahí. El que nos la pide no es ningún empresario de moda con los que solemos trabajar. Ya le dije que es un cliente privado muy poderoso y con mucho dinero, pero con unos gustos especiales que se puede permitir, ya me entiende….. —Ya lo supongo… Bueno, explíqueme como serían esas fotos. —Serían conmigo, estando los dos desnudos, acariciándonos, teniendo sexo oral y distintos juegos sexuales, pero sin llegar a la penetración, para preservar la virginidad de la niña. ¿Le parece bien? —¡Uuuffff! No sé…. Esto está llegando demasiado lejos. Como se entere mi marido de todo esto, me mata. —Pues no le diga nada a su marido. Ya me dijo que estaba muy ocupado con su trabajo, y no tiene por qué enterarse de nada, si la niña tampoco se lo dice. —No, claro, ella tampoco, cómo se lo va a decir….. —Lo único, el dinero. Si su marido lo ve, va a sospechar. Yo le recomiendo que lo ingrese en una cuenta aparte, a la que no tenga acceso él, y si quiere, puede guardarlo para el futuro de su hija, para que estudie o haga lo que quiera de mayor. —Sí, algo de eso tendré que hacer, porque yo tampoco podría gastarlo sin que él notara algo raro. —Por eso. Si quiere, nosotros le podemos asesorar donde meter ese dinero. —¡Ah, bien! Gracias. Lógicamente, en ese momento ya sentí plenamente que estaba en cierta forma prostituyendo a mi hija y eso me hacía dudar sobre si aceptar su proposición, pero mi hija acabó de convencerme de que quería hacerlo, porque era evidente que ella también estaba excitada con la situación que le proponían. El estar con un hombre desnudo haciendo todas esas cosas, supongo que a ella le atraía también, por lo que tuve que decirle: —Está bien, pero ya sabes que a tu padre ni una palabra sobre esto, ni a ninguna amiga ni a nadie. El dinero que nos den, lo guardaré para cuando seas mayor, a ver lo que hacemos cuando llegue el momento. —Qué si, mamá. Ya lo sé….. Acordadas todas las condiciones del trabajo, pasaron al set donde se hacían las fotos, y el propio Director de la Agencia, apareció desnudo con mi hija, que le iba indicando como tenía que ponerse para que les hicieran las fotos. Yo me encontraba como abducida por esa situación, absorta mirando como mi hija le agarraba la polla, completamente erecta, al maduro Director y les hacían fotos desde varios ángulos, mientras ella se acercaba la polla a su cara o sacaba la lengua como si quisiera chuparla. En otras, él la tocaba entre las piernas, abriéndole la vagina y metiendo los dedos, e incluso se puso a lamerla mientras le hacían fotos en primeros planos. La sesión siguió alcanzando mayor temperatura, cuando mi hija pasó la lengua por el glande de su pareja fotográfica, hasta introducirse el miembro completamente en su boca. En ese momento yo me encontraba terriblemente excitada ante la escena, no pudiendo evitar llevar los dedos a mi humedecido coño y frotármelo mientras intentaba disimular mi acaloramiento. Me sorprendió ver como mi hija estaba disfrutando de todo lo que estaba haciendo, a pesar de no tener ninguna experiencia en estas cosas, pero a medida que iba pasando la sesión, se mostraba más relajada, con más soltura, haciéndolo cada vez mejor, lo que notó enseguida el Director de la Agencia, que le dijo: —¡Aahhh!, que bien la chupas, no voy a poder aguantarme mucho…. Al poco rato, la salida del semen de su polla sobresaltó a mi hija, aunque no mostró ningún rechazo a tragarse parte de él, escurriendo el resto entre la comisura de sus labios. Cuando dieron por acabada la sesión de fotos, yo todavía permanecía como ida, con la imagen del semen de ese hombre en la comisura de los labios de la cría, sin asumir plenamente lo que había pasado, pero mi hija parecía encantada con todo ello, en un estado de sobreexcitación que la daba energía para tirar de mí hacia la salida, mientras nos despedíamos con una buena cantidad de dinero en el bolso. De vuelta a casa, ya recuperada un poco, comenté más tranquilamente con ella lo que había sucedido: —¡Oye!, te vi muy excitada en la sesión de fotos. ¿Tanto te gustó? —Sí, mamá, el señor me hizo correrme, ¿no te diste cuenta? —Sí, ya vi cómo te frotaba el coño, y todo lo que gemías. —Estuvo genial, tenemos que volver otro día, mamá. —Supongo que nos volverán a llamar, pero es que todo esto, me da mucho miedo, no sé qué será lo siguiente que te van a pedir y no me quiero imaginar que tu padre acabe enterándose de todo esto. —A lo mejor me piden follarme, pero da igual. Yo me lo paso muy bien, aunque me da pena que esto no se lo puedo contar a mis amigas. —Ni se te ocurra, hija. Qué viciosa te estás haciendo…., pero la culpa es mía por permitir todo esto. —Yo también quería hacerlo. Mis amigas a veces hablan de estas cosas…, y de las ganas que tienen de tener sexo con un chico. —¿Ya habláis de esas cosas…? —Claro, mamá. Los chicos mayores nos lo piden y nos enseñan la polla para que nos dejemos tocar, pero nunca había visto una polla tan grande como la del Director de la Agencia. —¡Ay, hija! No me doy cuenta de que vas creciendo y ya no eres una niña. Una nueva llamada de la Agencia, me sobresaltó días después. Me decían que querían hacerme una nueva proposición para mi hija y que sería mejor que fuéramos allí, para explicárnoslos mejor: —Supongo que le sorprenderá lo que le vamos a decir, pero tenemos que proponerle algo nuevo, con lo que va a ganar mucho dinero. —Está bien. Dígame de que se trata. —Verá. Nosotros tenemos ya a varias niñas metidas en esto y que han llegado hasta aquí, con el permiso de sus madres, claro. El caso es que tenemos varios clientes que pagarían muy bien para que dejara pasar una tarde a su hija con ellos. No sería exclusivamente para sexo, sino para llevar a su hija a comprarse ropa, invitarlas a tomar algo, llevarlas al cine, al parque, ese tipo de cosas. Lógicamente también tendrían su intimidad con ella, pero no harían nada que ella no quisiera, ya me entiende, no sé qué le parecerá. Yo me sentí un poco indignada con esa proposición y les dije: —Pues me parece que mi hija no es ninguna “señorita de compañía” y no sé si estoy dispuesta a llegar tan lejos con ella. Eso es prostitución, y siendo una niña todavía, no me parece muy correcto. —Sí, lo entiendo, que es algo bastante fuerte y poco habitual, pero como le digo, tenemos a varias niñas que ya han ido a esas citas con estos clientes y no hemos tenido ninguna queja de ellas, ni ningún problema con estas personas. Son señores adinerados, extremadamente educados y son muy cuidadosos con ellas, que van encantadas a estas citas siempre que las llaman. —Pues no sé qué hacer, ¿qué te parece a ti, hija? Por mucho que nos diga éste, seguro que van a querer follarte. Son gente muy viciosa que les gustan las niñas. —Bueno, me da igual. Yo quiero ir, mamá. El atrevimiento de mi hija era mucho mayor que el mío, aunque supongo que su inconsciencia influía también, pero el Director siguió intentando convencerme: —Si quiere venir mañana, podemos presentarla a otra madre que va a venir con su hija para hacer una sesión de fotos. Ella lleva tiempo ya en esto con varias citas, y podrá contarle sus impresiones. Creo que es lo mejor, para que se quede más tranquila. —Está bien, mañana vendré y hablaré con ella. Al día siguiente cuando llegué, vi que ya estaban haciéndole fotos a una niña como de unos 14 años, realmente preciosa, con un buen pecho ya y su pubis con el vello recortado lucía muy bonito. Me quedé mirándola con la boca abierta, porque estaba con otro señor haciendo todo tipo de posturas sexuales en las que estaba siendo penetrada por él, momento en el que se acercó a mí uno de la Agencia, para comentarme: —Ahí donde la ve, esa niña es toda una veterana y ya llevamos tiempo tomándole fotos para unos clientes muy especiales, que la adoran. Le presentaré a su madre. Me llevó a donde estaba la madre de la niña y tras presentármela estuvimos charlando mientras tomábamos un café, se puso a decirme: —Ya me han comentado que te cuesta trabajo aceptar que tu hija vaya a esas citas con esos señores mucho mayores que ellas, y te entiendo, pero mis dudas del principio se acabaron cuando mi hija me contaba todo lo que hacían y lo bien que la trataban. La mía ya lleva dos años teniendo esas citas, desde que empezó a la edad de la tuya. Créeme que ellos son muy respetuosos y las tratan como nadie las trataría. Mi hija se inició en el sexo en estas citas y creo que ha sido lo mejor para ella. Lo disfrutó desde el primer momento y yo la veo como una auténtica privilegiada al poder estar en esos ambientes tan lujosos donde tiene todo lo que quiere. —Ya me han asegurado los de la Agencia que esto es así, como dices. La verdad es que es muy tentadora la oferta y por lo que me dices, seguro que a mi hija la encantaría también. —Pues déjala mujer, está en la edad ideal para vivir esas experiencias y no te vas a arrepentir. Además si ella lo quiere también, lo disfrutará y no le pasará nada, porque todo es muy serio y discreto. Mira, yo sé de niñas más pequeñas que la tuya, que sus mamás permiten que vayan con esos señores. Ellos las tratan como si fueran sus papás, salen con ellas, se divierten y luego en casa tienen sus momentos de juegos de intimidad, ya me entiendes….. —Claro, ya me supongo que no se conformarán con llevarlas al cine y comprarlas un helado. Si pagan tanto dinero es por algo más. Pero si acepto esto, es por mi hija, que me lo está pidiendo también, porque yo no quiero forzarla a hacer esas cosas. —Créeme, haces muy bien. Muchos nos criticarían por dejar a nuestras hijas hacer esto, pero dime tú donde vas a ganar tanto dinero como el que te dan aquí. Si ellas se lo pasan bien, aprenden a comportarse, maduran muchísimo y aprenden muchas cosas más sobre la vida ¿qué problema hay? Si mi hija se quejara, yo sería la primera en no dejarla ir, pero ella va encantada. —En la Agencia me dicen que ahora hay mucha demanda de niñas como las nuestras para esta clase de citas y que tenemos que aprovechar ahora que tienen estas edades. —Sí, está claro, es lo que te decía antes. Además aquí no las quieren sólo para sexo como en otros sitios, que se dedican a follarlas entre varios sin ningún miramiento. Aquí ya ves que es algo más fino, donde sólo contratan a las más guapas, como la tuya que me parece preciosa, no te extrañe que te la vayan a pedir muchos. Al final, después de hablar con esta mujer, me quedé más convencida porque me tranquilizó bastante, así que acepté la oferta y todavía un poco preocupada por lo que podría pasar, llevé a mi hija a su primera cita, intentando tranquilizarla a ella, aunque yo era la que estaba más nerviosa: —Tú estate tranquila, hija. Imagínate que ese señor es como tu padre o tu abuelo, que te lo vas a pasar bien con él a donde te lleve, y si empieza a sobarte un poco, tú le dejas, a no ser que sea muy brusco o se ponga violento. —Bueno, mamá, haré lo que me dices…. A pesar de sus nervios, empezó a tranquilizarse cuando el Director de la Agencia la llevó a donde estaba el señor esperándola. Yo les estuve observando desde la distancia y me fijé que era un señor muy elegante, de pelo blanco, como de unos 50 años, que recibió a mi hija con dos besos y tras unas breves palabras se la llevó de la mano hacia su coche. El de la Agencia me dijo que volviera a recogerla sobre las 10 de la noche. Me pasé esa tarde bastante angustiada pensando en cómo se lo estaría pasando mi hija y si todo iría bien, por lo que antes de la hora, ya estaba en la Agencia esperando a que me devolvieran a mi hija. Puntualmente, la ví llegar con el Director de la Agencia. Venía muy guapa, con un nuevo peinado y un regalo en la mano. Me dió un beso muy contenta y de vuelta a casa empecé a preguntarle: —Bueno, señorita, ahora vas a contarme todo lo que hiciste con ese señor. —Pues me preguntó que donde me apetecía más ir, que si prefería ir de compras, a la peluquería, a merendar, al parque….. Le dije que primero a la Peluquería, por eso vengo así, jaja. Luego me llevó a una hamburguesería a merendar y después estuvimos en una cafetería, donde en el piso de arriba, había más papás con sus hijas, pero me pareció un poco raro, porque ellos les acariciaban las piernas y les daban besos en la boca. —Serían otras como tú, hija, ya me dijeron que ahora había mucho de esto. —Bueno, sí, él también hizo un poco eso conmigo y me preguntó si quería ir a su casa a ver una película. —¡Ah, muy bien!, ¿te lo pasaste genial entonces? —Sí, mamá, muy bien. En su casa me puso una película donde se veían a niñas con señores mayores haciendo de todo y el empezó a acariciarme y a darme besos por todos lados, mientras me quitaba la ropa y me dejaba desnuda. Él también se desnudó y me puso encima de él abrazándome, tocándome el culo y por todos lados, mamá. Luego me abrió las piernas y se puso a chupármelo todo hasta que me hizo correrme en su boca y me lo comió todo. Yo también se la chupé a él hasta que se corrió en mi boca también. —¡Buufff!, hija, hiciste de todo, me estás excitando con lo que me estás contando. —Sí, me puso muy caliente, más que con los chicos que me tocan a veces. —Claro, hija, los hombres mayores saben más de esto. —Me dijo que en esta primera cita no había pagado por penetrarme, pero que se moría de ganas por hacérmelo y que me llamaría para tener otra cita en la que sí íbamos a hacerlo. —Estupendo, el señor te respetó. ¿Y tú tienes ganas ya de que te la metan? —Sí, claro, alguna amiga a la que ya se lo hicieron me dijo que era riquísimo eso y que te morías de gusto. —Pues sí, hija, eso es de lo mejor del mundo, pero no sé si tú serás todavía muy joven para empezar a joder con señores mayores. Además, ese hombre debía de tener una polla muy gorda, ¿no? —Bueno, así como el Director de la Agencia, más o menos, pero estaba muy rica. —¿Y tú crees que te entrará bien, sin hacerte daño? —Sí, mamá, él me dijo que estaba en la edad perfecta. Que ya se lo había hecho a otras niñas como yo y que habían disfrutado mucho. —Bueno, pues esperaremos a que te llamen. Mejor que lo hagas con alguien que te lo va a hacer con cuidado, que no con un chico de esos que van a lo bruto. Cuando nos llamaron para la siguiente cita, ya íbamos las dos más tranquilas, pero mi hija un poco más ansiosa por disfrutar de la experiencia que iba a tener tan especial para toda mujer. Después de pasarme esa tarde expectante hasta que me devolvieran a mi hija, cuando fui a recogerla, vino tan contenta como la primera vez, pero con un brillo especial en sus ojos, por lo que me di cuenta de que mi hija se había convertido en toda una mujercita ya, por lo que le volví a pedir que me diera los detalles: —Esta vez me llevó directamente a su casa. Me dijo que quería aprovechar bien el tiempo que le habían dado. —Claro, como todos. Él lo único que buscaba desde el principio era follarte. —Bueno, mamá, pero es un señor muy bueno y me encantó todo lo que me hizo. —A ver…, sigue contándome. —Me llevó a la habitación y me quitó toda la ropa. Empezó a besarme y a acariciarme por todo el cuerpo, hasta que se me puso el chichi todo mojado. Entonces se puso a chupármelo como la otra vez de una forma muy rica y me hizo correrme ya solo con eso. Luego, se la chupé yo. Ya sé hacerlo muy bien, mamá, me lo dijo él. Me tuvo que quitar la polla de la boca porque me decía que se iba a correr demasiado rápido y quería aguantar más. —Claro, hija. Ya tiene una edad, y no podrá correrse muchas veces. —No sé, pero después de chuparme y masturbarme, empezó a meterme la polla, muy despacio, mirándome a la cara para ver si me hacía daño. —¿Y te hizo daño? ¿Cómo la tenía, se le puso muy grande al señor? —Era grande, pero después de chupársela, se le puso más gorda todavía. Tenía el glande muy hinchado y fue lo que más le costó meter, así que me dolió un poco, pero me dijo que aguantara un poco, que cuando entrara dentro me iba a morir de gusto, así que no me quejé más y dejé que me la metiera toda. —¡Buufff!, Que gusto, ¿no? —Sí, empezó a meterla y sacarla despacio y me dio mucho gusto. Me corrí varias veces seguidas, porque cada vez me entraba más fácil y ya luego me lo pudo hacer más duro. —Jaja, como hablas ya, ¿te gustó que te lo hiciera duro? —Bueno, eso me decía él. Que estaba convertida en toda una putita, que me gustaba que me dieran duro y se corrió una barbaridad mientras me lo hacía. —Claro, estabas más dilatada y la disfrutabas bien, toda dentro. —Sí, mamá, me encantó. ¿A ti te gusta tanto cuando lo haces con papá? —¡Ay, hija! Después de tantos años ya no es igual. Tú padre solo me lo hace cuando tiene ganas y se corre enseguida. Tú me das hasta envidia, por lo que me estás contando…. —Jaja. Tenías que ir tú también a joder con ese señor. —Sí, jaja, pero me parece que él te prefiere a ti. —No sé si me llamará más veces, pero tengo muchas ganas de volver con él. —Que bien, hija. Me alegro de que lo hayas disfrutado tanto. Tenía miedo por ti. —Ya te dije que no iba a pasar nada. Fue muy cariñoso conmigo. Me dijo que le hubiera gustado tener una hija como yo, que me tendría todo el día en la cama, jaja. —Hay que ver.., como son estos hombres…. Mi hija había empezado un camino del que ya iba a ser difícil salir, pero lo mejor es que ese hombre le había enseñado a mi hija como disfrutar del sexo, como moverse para buscar su placer y todo lo necesario para que una mujer pueda gozar como nunca con un hombre. Esos encuentros se repitieron muchas veces más, con ese mismo señor y otros que la iban pidiendo, hasta los 17 años, que dejó de trabajar para esa Agencia, porque luego se marchó a estudiar fuera con todo ese dinero que se había ganado. Durante sus estudios, ella siguió teniendo encuentros con hombres mayores, ya por su cuenta, pero yo creo que más por vicio, que por necesidad económica, y porque muchas de sus compañeras hacían lo mismo para costearse sus estudios o porque simplemente les gustaba esa vida de “sugardady”, en la que podían acceder a un mundo de lujo que ni soñaban. Cuando llegó ese momento, mi marido ya no era un problema, porque nos habíamos separado debido a nuestra situación cada vez más distanciada, por sus continuos viajes. Él se había echado una amante y se marchó con ella, pero casi mejor que hubiera sido así, porque la vida con él era un aburrimiento, ya que me tenía totalmente abandonada y yo también había empezado a disfrutar de la vida con otros hombres.

Autor: VERONICCA Categoría: Voyeurismo

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Una niña culona en casa.

2024-02-08


Una amiga de mi madre nos encarga de cuidar por una semana a una niña llamada Camila, me parecía todo normal hasta que ví el enorme culo que tenía.. Mi nombre es Javier, todo comenzó un día en el que estaba tranquilo en la sala viendo un documental, en eso mi madre entra hablando por teléfono, yo no preste atención a lo que decia por completo. -Claro Irma, nosotros aquí te la cuidamos. Escuché decir a mi madre, cuando cuelga se acerca a mi. -Oye Javier que crees, mi amiga Irma, si te acuerdas de ella? Bueno lo dudo pero ella te cuidaba de pequeño, tiene una hija de 10 años llamada Camila. -Ajá, y que con eso? -Pues me dijo que tenía que irse de viaje por su trabajo fuera de la ciudad por una semana, pero que la niñera que por lo general cuida a Camila está enferma, así que me pidió que la cuidara en mi casa por esta semana, no te molesta? -Pues por qué me molestaría mamá? Además no lo veo tan mal, es solo una semana y sería un favor a tu amiga. En este punto quiero recalcar que yo era un joven de 20 años, aún estaba intentando suerte para entrar a la universidad, en mis tiempos libres prácticamente estaba todo el día en casa. Pasaron los días, llegó el día en que Camila llegaría a la casa, yo la verdad estaba tranquilo y la verdad me daba algo igual la presencia de esa niña, con que no molestara demasiado me bastaba. Tocaron la puerta, en eso veo desde lejos como mi mamá hablaba con su amiga, al ver hacia a abajo ví a la pequeña niña, no pude evitar notar que sus muslos eran muy anchos ya que iba con unos leggins ajustados, parecía, iba con un peinado de coletas, su pelo café era muy largo, de piel algo morenita, iba a apartar la mirada ya que era bastante raro mirar fijamente a la pequeña niña, pero toda mi moral se fue cuando la niña se volteo y se agachó para levantar su maleta del suelo, pude ver cómo un enorme trasero se asomaba en sus leggins, no podía creerlo, acaso era normal que una niña pudiera tener tanto culo?, la verdad me sentí culpable de mirar su culo por tanto tiempo pero era de un tamaño anormal para su edad. Luego de que mi madre se despidiera de su amiga, me llamo para que cargará las demás cosas de la niña hasta la habitación donde dormiría, no sin antes presentarmela. -Mira hijo, está es Camila, Camila, este es mi hijo Javier, tiene 20 años así que te cuidara como un hermanito mayor jiji. Yo solo sonreia algo nervioso a la pequeña niña la cual me veía algo curiosa, parecía que no hablaba mucho, termine de llevar todas sus cosas a su habitación, mientras veía disimuladamente su enorme culo frente a mi, trate de despejar mi mente rápidamente, me fui a mi habitación diciéndole a mi mamá que ya tenía mucho sueño, pero todo era una farsa ya que tenía muchas ganas de masturbarme sin control, cuando me acosté en la cama me baje mis boxers que ya estaban manchados de líquido preseminal, la verdad me sentía muy asqueroso por estar con una erección enorme por pensar en el culo de una niña, pero sin remordimientos inicie a masturbarme muy rápido, mi pene palpitaba muy fuerte, en eso me corrí de una manera de la que nunca hubiera creído, luego de limpiar como pude todo ese semen, por fin me dormí algo más tranquilo. En la mañana, me desperté recordando en la marranada que hice anoche, pero pensé que tal vez solo fuera cosa de una vez, al salir de mi habitación ví a la pequeña Camila sentada en la sala viendo la televisión, voltee a ver a los demás lados buscando rastro de mi madre, pero no estaba, en eso ví una nota en el refrigerador que decía «Hijo fui a hacer las compras para hacer la comida de más tarde, cuida a Camila la dejare ya desayunada y viendo la televisión». Yo pensaba que al menos no tenía que preocuparme de hacerle de desayunar a Camila, me acerque a ella para ver qué estaba haciendo, veía unas caricaturas, en cuánto ella notó mi presencia volteo a verme otra vez con su mirada curiosa e inocente, trate de hacerle una conversación. -Entonces Camila.., vas en primaria todavía no? -S-si. Yo notaba que la niña era muy tímida así que me límite a presionarla para que hablara. Yo ya me iba a habitación mejor, hasta que ella se volvió a armar de valor para hablar. -Disculpa.., me preguntaba si puedes ayudarme, quería darme un baño pero no suelo hacerlo sola… En eso mi corazón se detuvo por un momento, acaso me estaba pidiendo que me metiera a bañar con ella?, no supe que decir pero viendo su mirada inocente y tierna no pude negarme. Ambos entramos al baño, yo iba perdido viendo su enorme culo, en eso la ayude a desvestirse, comenzando por su pequeña blusa rosa, luego por un pequeño top infantil, obviamente ahí solo habían unas pequeñas tetitas aún en desarrollo, aún así me puse nervioso, luego venía en plato fuerte, la ayude a quitarse sus leggins, viendo como salían casi rebotando de ahí un par de nalgas enormes, podía jurar que se sintió como si en cámara lenta las viera tambalearse, alejándome de mis fantasías, le cargue y la metí en la bañera rápidamente. Mientras buscaba su shampoo para su pelo, ella me mira curiosa para decir: -Tu no te quitas la ropa? -eh? Para que sería eso necesario? Le pregunté algo nervioso -Tu ropa.., se puede mojar… Decía la pequeña Camila nerviosa, entonces supe que tenía razón ya que debía acercarme a la bañera que regaba agua sin parar, entonces me desnude frente a ella sin problema, pero para mí sorpresa pude notar que la pequeña Camila se puso roja al ver mi pene colgando, yo me puse a pensar por qué se pondría así, acaso ya sabía lo que era un pene para su edad? Tratando de olvidar eso me acerque para lavar su pelo y todo su cuerpo con jabón, al final el baño transcurre normal, hasta que volví a ver su enorme culo frente a mi de forma desnuda, no pude evitar tener una erección, y para mi mala suerte, la pequeña Camila justo volteó hacia mi para agradecerme, quedando mi enorme erección a centímetros de sus labios de la boca, ella lo miro fijamente, pensé que hasta aquí había llegado, si le contaba esto a mi madre o a la suya estaría en problemas, pero para mí sorpresa ella solo dijo: -Vaya, es más grande que los de mis libros de biología… Yo algo fuera de lugar pensaba, que carajo? Acaso ya les enseñan eso a su edad?, pero cambiando de tema rápidamente en mi mente, añadi: -Eh? Pues.., hay chicos que la tienen más grande que el promedio supongo, algo así como tú enorme trasero.. Al decir esto pude ver cómo ella me miraba asombrada, luego me di cuenta de lo que había dicho. -Mi trasero es grande?, bueno si.., ya lo había notado, me lo dicen muy seguido… -enserio?, quienes? -pues algunos maestros, amigos de papá, incluso mi papi me dice nalgoncita en casa jiji, y le gusta darme nalgadas cuando mamá no está viendo. Cuando la pequeña Camila dijo esto, no lo podía creer, viejo cabron y suertudo pensaba de su padre dejando de lado lo demás, en eso entre mi morbo apoderandose de mi cuerpo, le dije: -Vaya, yo también puedo intentarlo? Es que tú trasero se ve tan suave… Ella solo sonrió -Claro, si eso te hace sentir feliz puedes hacerlo En eso Camila se dió la vuelta dejando ver su enorme culo desnudo frente a mi, yo sin ninguna vergüenza comencé a darle nalgadas suaves más que nada acariciando sus deliciosas nalgas que eran del tamaño de las palmas de mis manos o hasta más grande quizás, abria sus nalgas hasta ver su vagina abriéndose igual, me estaba poniendo muy cachondo, así que inicie a masturbarme a sus espaldas de Camila, mientras veía su enorme trasero, me la sacudía con mucha fuerza, estoy seguro que Camila podía sentir mi respiración agitada en su espalda desnuda, en eso no aguante más y me vine mucho, todo mi semen cayó en el suelo, Camila algo nerviosa por mis gemidos ahogados voltea a verme curiosa. -Eso es semen? Pregunta Camila viendo al suelo -S-si, es que mi amiguito se pone muy feliz cuando ve tu enorme trasero jeje En este punto ya no podía fingir más y le decía directamente a la pequeña niña toda mi situación, de todas formas ella parecía tomárselo normal. -Tu pene sigue grande… Mire abajo y efectivamente mi pene seguía duro como piedra, así que engañe a la pequeña Camila para recibir algo mejor que una paja. – Es que estoy inflamado por la excitación de ver tu enorme culito, necesito más alivio, creo que puedes ayudarme Camila… -enserio? Dime cómo, haré lo que sea para ayudarte Yo sonreí cuando dijo eso -Puedes usar tu boca para aliviarme, la saliva funciona como una medicina para las inflamaciones… Eso le dije a la pequeña niña con una excusa muy mala, pero ella solo asintió de forma decidida. -Claro, pero dices que con mi boca? Eso no te dolerá? -No no, es que no debes morderlo, chupalo como si fuera una paleta… En eso la pequeña Camila se acerca a mi intimidante erección, y de forma ingenua se lo mete poco a poco en su pequeña boca, su actitud inexperta me excitaba bastante, sentir sus labios suaves chupando mi enorme pene, estaba en el cielo, mientras ella me la chupaba, yo estaba acariciando su enorme culo muy descaradamente, escuchaba como ella pegaba unos suaves quejidos, estuvimos así un buen rato, hasta que sentí como mi pene estaba por sacar mi leche, le dije que se agachara en 4, ella obedeció, y rápidamente le heche todo mi semen encima de sus nalgotas, yo estaba recuperando el aire entrecortado, al final tuvimos que bañarnos de nuevo. Luego de esto, ya estaba la pequeña Camila vestida con un nuevo conjunto de ropa limpia, le hice prometer que no le contará a nadie lo que hicimos, y yo le daría una sorpresa a cambio, ella acepto feliz, esperando con ansias que serían esas sorpresas, al final y al cabo, aún faltaban 6 días de Camila en nuestra casa. Más tarde la madre de Javier regresa por fin, ella los ve sentados juntos viendo la televisión. -Vaya, ya se llevan bien ustedes 2, no es así? Dijo mi madre mientras cerraba la puerta. -Claro mamá, Camila y yo nos divertimos está mañana jeje.. Mientras decía esto, tenía mi mano debajo de la falda de Camila, acariciando su enorme culo a escondidas de mi madre… Parte 2?.

Autor: MORBO100 Categoría: Voyeurismo

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Mi mujer empalada por atrás

2024-02-08


Las cosas a veces pasan sin planearlas . Las cosas suceden cuando tienen que suceder, mi esposa de 32 años , alta delgada, piernas torneadas, colita parada, ojos azules bellísima, yo soy moreno alto, 33 años, bien parecido, nos casamos hace tres años, sucedió el hecho de una manera muy inesperada. Por razones de colaboración, tuvimos que alojar en nuestra casa a un muchacho americano de 21 años, que vino a recibir entrenamiento en asuntos de petróleo en nuestra casa a pedido de unos amigos, nosotros hablamos inglés, este muchacho no hablaba ni una palabra de español. Era mi mujer la que tenía que atenderlo, yo un poco incomodo, pero poco a poco nos fuimos encariñado con él, su estadía no sería más de un mes. A las casi tres semanas de estar viviendo en casa, un viernes por la noche, decidimos compartir los tres y abrimos una botella de vino, el muchacho era en realidad muy tímido y extremadamente respetuoso con nosotros, mi mujer en cambio, era una eximia bebedora social de vino, se podía controlar y beber más que nosotros dos juntos, nos terminamos la primera y luego la segunda, y empezamos la tercera, cominos unas galletas con quesos, y empezamos a conversar libremente, a lo que mi mujer empieza a preguntar abiertamente a Roger si no extrañaba a su novia y que si podría esperar un mes sin estar sin ella o mejor dicho sin hacer el amor, se sorprendió, y yo creo que debido al alcohol, a esta altura tanto yo como el estábamos bastante mareados, le dijo que era imposible esperar tanto, y que él hacía el amor casi todos los días, lo cual era un eterno sufrimiento en este caso pero que no tenia solución, a esto Roger se paró frente a mi mujer, y sorpresa, se le notaba un tremendo bulto, no me quede atrás, yo también estaba excitado, lo cual Fátima noto muy rápidamente tenia a dos tipos en erección máxima, estuvo con nosotros, coqueteando un rato largo, sentada en la silla, con la piernas en constante jugueteo mostrando parte de sus encantos, lo que yo suponía quería Fátima era excitarme a mí al máximo, ya que ella lo estaba y que yo le diera un buen polvo lo que siempre hacíamos cuando bebíamos, ella ya también a esta altura, la cuarta botella a casi terminar, me hiso un guiño y me dijo te espero negro en el cuarto, pero yo sabía que si me demoraba ella se dormiría, conversé un rato con Roger, a quien se notaba todavía su excitación, realmente me apenó pero no podía hacer nada, a pesar que estaba borracho, no me hacía ninguna gracia compartir el apretado culito de mi mujer, pero al despedirme, realmente me dio pena, porque yo me iba a satisfacer inmediatamente y él no, consideré la posibilidad de salir e ir a buscar la solución afuera, pero era imposible, no estaba en condiciones de manejar, y quizá por los tragos, se me ocurrió ayudarlo muy fácilmente, le dije que tenía que ser sigiloso, que entraría yo primero a mi habitación, si Fátima estaba dormida yo le dejaría entrar y mirar mientras me la culeaba y el podía masturbarse y satisfacerse, era lo máximo que podía hacer por el esa noche, que mañana lo llevaría a algún sitio y que así se sentiría bien, Sonrió de oreja a oreja y me agradeció muchísimo, prometiéndome que seguiría mis instrucciones, creo que ya le tenía ganas al culito de mi mujer desde hace tiempo, fuimos a mi habitación, entré y abrí la puerta, el cuarto a media luz, Fátima definitivamente dormida, boca abajo, sobre la cama, revelando toda la exquisitez de sus curvas y mostrando sus voluptuosos encantos, me acerqué sigilosamente, y la conozco perfectamente estaba totalmente dormida, luego después de tanta bebida. A a pesar de ser mi mujer , y hacerle en amor continuamente, ella nunca deja de excitarme, y ahora menos, me luciría ante un espectador, y todo quedaría allí, en secreto, dejé entrar a Roger, y se veía su expresión, el deseo lo carcomía, no hubo más preámbulos, me quite el pantalón y los interiores, y lucí erecta en toda su magnitud mi magnifica verga, 12 centrímetos de carne dura y palpitante, me subí a la cama con cautela y le remangue a Fátima su pijama, puse al descubierto sus bellas nalgas y el camino que lleva hacia su apretado coñito, se me ocurre aquí, voltear a mirar a Roger de quien casi me había olvidado, y lo que vi casi me hace saltar hacia atrás, se había quitado también el pantalón y estaba masturbándose, muy lentamente como esperando que yo arranque la acción, pero la sorpresa era realmente lo que tenía entre sus dos manos, una verga enorme, brillante en la punta, con una cabeza descomunal, en toda su erección, apuntando hacia arriba, debía medir al menos 20 centímetros y repuesto de la sorpresa y de la envidia , proseguí con el asunto, le di un salivazo a mi miembro abrí suavemente las nalgas de Fátima y procedí a penetrarla lenta pero sostenidamente, lo hice en dos empujones, se la metí hasta las bolas, Fátima ni se movió, ya una vez adentro, empecé a darle con movimientos rítmicos, firmes, pero sin violencia para no despertarla, luego me quite la camisa, y allí yo todo desnudo, la cabalgue como por 10 minutos, Roger a mi costado de la cama parado, en una masturbación frenética que daba la impresión que estaba a punto de acabar, no puede aguantar más, y saqué mi caliente miembro de la conchita de Fátima y procedí a eyacular tapándome el miembro con mi camisa para no ensuciar a Fátima, Roger estaba en lo suyo masturbándose fuerte, me bajé lentamente, y me dirigí al baño para limpiarme, allí cometí un gravísimo error, por los movimiento de Roger, pensé que estaba terminando, y allí lo dejé mientras me aseaba, así lo hice, estuve en le baño no más de tres minutos limpiándome y otra vez sigilosamente regresé no esperando ver a Roger en la habitación y a mi esposa en los brazos de Morfeo, pero no fue así, lo que vi fue que el hijo de su madre se había subido a mi cama, Fátima todavía de espaldas y se suponia durmiendo estaba siendo empalada por aquel monstruoso pene, parecía que le había crecido una cola por el pedazo de miembro que quedaba por entrar, los movimientos de Roger eran fuertísimos, tenía todas las nalgas de Fátima completamente al aire, se le notaba que para penetrarla estaba haciendo un esfuerzo supremo, la tenía enterrada por la menos la mitad de aquel monstruo, tan pronto me vio, lo retiró asustado y ahí mismo, empezó una eyaculación poderosísima que parecía no acabar nunca, embarrando las nalgas de Fátima, la cama y todo. Cuando se paró de la cama y se retiró del cuarto el hijo de su madre, todavía estaba eyaculado, en eso Fátima se voltea como asustada, y entre dormida , con voz suave , me dice, amorcito que bárbaro! fue delicioso, primera vez que me la entierras por culo, tantas veces que te lo había negado, fue delicioso y doloroso, por allí me pareció que tu verga había crecido dos veces su tamaño y que eyaculada me dejaste toda empapada, una vez dicho esto volvió a quedar dormida con una amplia sonrisa dibujada en sus carnosos labios. El tipo le había quitado la virginidad anal a mi querida esposa, tantas veces que se la pedí, quise ir a vengarme me contuve, el alcohol, hizo su efecto quedándome completamente dormido, dejé el asunto para el día siguiente sacaria al tipo de mi casa. A la 6 am me levanté y lo fui a buscar a su cuarto, y no se encontraba, aún los sábados, lo venían a buscar a la 5 am par ir al trabajo, entonces por la noche seria que lo botaría, regresa como a la 11 pm normalmente. Estuve con mi mujer junto a ella todo el día, creo que caminaba diferente, como no lo iba a hacer, después de aquella embestida brutal, daba la impresión y así lo demostraba de que ella no había percibido nada la noche anterior, aunque yo le había manifestado que Roger había decidido irse esta noche de la casa y mudarse al de otra familia, le sorprendió pero no hiso mas cometarios. Como a las 9 pm, se puso su pijama tipo minifalda, seda negra, y se trajo otra vez el vino, y allí entre los dos acabamos dos botellas, me sorprendió porque nunca bebíamos dos días seguidos, yo tengo mucho menos aguante para el licor que mi mujer, tuve la impresión de que me quería emborrachar, por la tercera botella yo ya casi me dormía, sentí entre penumbras que me murmuro (creo que esta vez ella se encargó de que bebiese muchísimo más que ella) amorcito quiero que me culees como anoche, quiero que me des con todo por el culo, aquí en el sofá de la sala…yo estaba y no estaba, no me podía mantener en pie, se desnudó completamente, me desnudó y tiró toda mi ropa por la sala, luego se prendió a mi verga como una ventosa, y la empezó a succionar lentamente, y me volvió a murmurar, pidiéndome la misma función de la noche anterior, me dice muy quedamente… amor cierro los ojos y me imagino el pedazo de tranca que me casi me traspasó anoche y casi estoy y ahora que te estoy mamando la tuya no creo que fue esta la que tenia enterrada anoche, habrá sido un sueño? no creo porque me dejó el culito ardiendo de dolor y deseo. Dicho lo anterior me pidió que le hiciera patas al hombro, que carajo, yo ya no me podía ni pararme, se me montó entonces y empezó a moverse muy agitada, repentinamente se detuvo y me dio la impresión que hablaba con alguien, allí perdí la noción del tiempo quizá por unos minutos, cuando me recobré Fátima estaba empalada en mi miembro moviéndose muy despacio con la cara arqueada hacia atrás y la cola levantada como queriéndose zafar de mi verga, la sostuve con mis brazos por la espalda, y empecé a mantenerla firme agarrando sus nalgas, quise meter mi dedo en su culito, pero algo me lo impidió, cuando oh sorpresa! abro la mano y lo que percibo es que algo duro , caliente y palpitante está enterrado en el culo de Fátima, apenas puedo percibir y abro los ojos, y veo a Roger arrodillado, detrás de la cola de Fátima, quiero reaccionar, pero no hay fuerzas y los tengo prácticamente a los dos encima mío, y luego escucho los gemido de Fátima, pidiendo más verga, que le demos más duro, mi cabeza decía una cosa pero mi verga otra cosa, aceptemos el reto! y démosle duro! Y por unos minutos eso fue lo que hicimos, sentía los movientes violentísimos de Roger y Fátima, ella gemía fuertísimo, y yo en máxima erección , no pude aguantar mucho y eyaculé violentamente, luego vi la desconexión de Fátima con la verga de Roger, esto no duró un par de segundos, la volteó y la agarró patas arriba y volvió y en esta nueva posición, se la volvió a clavar por el culo, y a darle durísimo, allí si pude ver claramente como el monstruoso miembro la llenaba en plenitud, entraba y salía, parecía no tener final, luego la volvió a poner de perrito y la empezó a dar lo que yo llamo zapatero, doble puntada, una metida por delante y otra por detrás, Fátima ya no gemía, gritaba de placer , se había venido por lo menos un par de veces, y en la tercera se vinieron parece juntos, porque también Roger gemía y por el frenesí de los movimientos tan fuertes era el final, Roger sacó el miembro para eyacular, no veo por que hiso eso, y otra vez la ,manguera fuera de control, chorro a discreción, de esta no se salvó nadie, llenó de leche a mi esposa, el suelo y también salpicó en mi pierna y cuando se fue a su cuarto todavía estaba eyaculando, quedamos allí cansados los dos, a los 5 minutos salió Roger con su maleta, nos dijo thank you y desapareció de nuestras vidas para siempre, a Fátima le quedó no solo el culito trajinado, sino también la adicción por el sexo anal, y a mí a no invitar a vivir a nadie en mi casa.

Autor: AL3788 Categoría: Voyeurismo

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