Felices los 3

2024-08-08


Hace unos años conocí una chica de 21, muy tractiva, cuerpo bien formado, piernona y culona, labios carnudos y una cuca perfecta. Lo mejor es que resulto ser la compañera perfecta para mis aventuras sexuales. Comenzamos a salir y desde la primera cita el sexo fue predominante. Salíamos a cenar y a tomar algunos tragos los fines de semana y después teniamos largas sesiones de sexo donde experimentábamos de todo lo que se nos ocurría. Con el pasar de los meses explorábamos nuevas formas de tener sexo y llegamos hasta tener sexo con otras personas, algunas mujeres y con uno de mis mejores amigos. Tomábamos, hablábamos y luego venían los tríos, que ambos disfrutábamos intensamente. El sexo en la ducha era frecuente a los dos nos excitaba la idea de explorar nuevos retos. En nuestras largas conversaciones al calor de los tragos compartíamos experiencias del pasado y fantasía sexuales. En estas conversaciones siempre había un tema recurrente, que era nuestras experiencias sexuales en la etapa infantil. Ella me contaba como cuando tenía unos 8 años, venia de visita frecuente su padrino, quien era muy generoso con ella y su madre, quien facilitaba los encuentros de la pequeña con él, para que ella le devolviera algunos de los favores con la mano o con la boquita: con la complicidad de su madre que era su la vez amante y beneficiaria de los dineros del padrino. Así pues, desde pequeña aprendió a disfrutar de estos placeres con las enseñanzas de su padrino. También me contaba sus aventuras con los compañeritos de la escuela con quien practicaba lo que aprendía a hacer con su padrino. Yo a su vez le narraba mis historias de precoces experiencias desde los 7 años con otros amiguitos con quienes aprendí a masturbarme y a experimentar el sexo oral. Creo sea esta la razón por la cual he tenido una fascinación especial por la sexualidad de los niños pequeños, estas experiencias de pequeño me mostraron como pueden ser de sexuales y como saben disfrutar del sexo. Lo mejor de esta historia es que para el tiempo que conocí a esta chica ella ya tenía un hermoso nene de 7 años, muy parecido a ella con un culito redondito y parado, gruesas piernas, boquita carnuda y un hermoso pipi, que mantenía duro y paradito dado que era tanto a más sexual que su linda mamá. Para delicia de todos el pequeño venia experimentando y aprendiendo de sexo de manos del tío de su mejor amiga, con el que ella, el tío y la amiga tenía largas sesiones de sexo grupal. En una de las conversaciones que tuvimos ella me conto que disfrutaban mucho con su amiga, (que también era madre soltera de un niñito de 8 años), con el que jugaban juntos, de verlos como se masturbaban trepando por el tronco de un árbol sin saber que ellas los veían. Eso despertó la curiosidad de las jóvenes madres por saber la razón por la cual los chicos disfrutaban estas actividades juntos y el origen de su calentura permanente, que los llevaba a largas sesiones de masturbación grupal. Así descubrieron que el tío de la amiga los había iniciado en el sexo oral, los disfrutaba mucho mientras ellas terminaban la universidad y el los cuidaba en su ausencia. Con el tiempo decidimos irnos a vivir juntos y claro ella trajo su niñito, ahora con 9 años, con quien desde el primer día se notó una clara química sexual entre los dos. Tener al pequeño en casa incremento bastante nuestra actividad sexual, la cual el curioso chico desfrutaba espiándonos para luego masturbarse. Ya lo habíamos notado así que un día decidimos invitarlo a una ducha, los tres. Ese día ella estaba especialmente caliente y se le notaban las ganas de experimentar los tres, yo le propuse que me dejara jabonarlo, ella dio su permiso y así aproveché la jabonada para mostrarle a ella como darle placer al pequeño penetrándolo con el dedo enjabonado en su culito mientras con la otra mano jabonaba y masturbaba su pipi que estaba duro y paradito. Él estaba encantado y no se resistió para nada al ver que su mami estaba permitiéndole todo este placer. Ella pidió después tomar la iniciativa y le hizo el mismo masaje prostático al pequeño hasta el punto de casi provocarle el orgasmo. Yo la interrumpí para alargar la sesión de placer, y le propuse que me diera su culo para clavarla por detrás mientras el chico observaba de cerca como la penetraba. Los tres estábamos demasiado excitados, ella miraba su pequeño desnudo, mojado y con el pipi duro y paradito mientras yo la bombeaba con fuerza por detrás. Le pedí que para que termináramos al tiempo volviera a penetrar al nene con el dedo y con la otra mano lo masturbara y sintiera como su culito se contraía al ritmo de sus espasmos orgásmicos, mientras Yo sacaba mi verga de su vagina mojada y caliente para derramar mi carga de leche en la boquita del pequeño. Fue un placer inmenso verla a ella sintiendo el placer de los dos al llegar al orgasmo, viendo como su nene se tragaba toda mi verga y mi leche mientras ella sentía como temblaba por dentro su culito mojado, caliente y le ayudo al pequeño a terminar dándole una tierna mamada. Este fue el comienzo de una intensa historia que duro un par de anos donde los tres hicimos realidad nuestras más secretas fantasías eróticas. Espero hayan disfrutado esta primera parte, vendrán otras si así lo manifiestan. Sus comentarios son apreciados, no duden en escribir contando sus experiencias parecidas.

Autor: Piton Categoría: Tabú

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Iván y sus 14 mujeres

2024-07-27


Está es la historia que ocurrió hace unos años ,un hombre llamado Iván ,era muy trabajador humilde y respetuoso con todos, el era obrero ,pero un día mientras se dirigía asu trabajo ,se encontró con un hombre extraño ,con un coche del año muy lujoso ,le dijo buenos dias amigo ando buscando una persona que quiera trabajar para mí le pagaré muy bien el trabajo es sencillo ,solo te are una prueba si la pasas tienes el trabajo,dijo mire yo trabajo 6 dias ala semana de lunes a sabado los domingos descanso,gano 5000 semanal si usted pude pagarme un poco más iré con gusto ,Iván mentía porque el ganaba 2800 pero al ver qe el señor era de mucho dinero el pensó en sacar ventaja de eso y cobrar un poco más,el señor era muy listo y medio cuenta qe el qeria tomar ventaja ,pero no dijo nada solo sonrió y dijo ,bueno amigo le pagaré 6000 Yun extra cada ves qe tenga oportunidad claro ,bueno me presentó mi nombre es Miguel Corcuera gomez ,el trabajo es en una isla está rumbo a cuba ,nos iremos en un yate rumbo aúna isla en el camino te explicaré en qué consiste tu trabajo ,yo te dare tus comidas y donde dormir todo de ida y vuelta pero primero contestame una pregunta eres casado?dijo Iván si es complicado pero vivo con dos mujeres y tengo dos hijos ,dijo el señor Miguel ,ok te pregunto xqe aya donde nos vamos ay muchas mujeres ,aya ellas son muy obedientes y respetuosas ,ay de todas las edades ellas no tines voz ni voto son esclavas sexuales ,estan solo para obedecer y ser folladas por su macho , contesto Edgar aqe se refiere qe sin imprimir la edad dela mujer ? Dijo el señor antes que nada aceptás el trabajo ,para irnos ya entre más rrapido mejor ,la verdad tengo mucha prisa ,en resolver mis problemas si todo sale bien te daré una buena comisión de dinero para que la disfrutes con tu familia ,dijo Iván estabien pero donde nos vemos o como? Dijo mira si aceptas te llevo ATu casa haces tu maleta y nos vamos de una ves ,dijo Iván si señor vamos ,Iván Yego con el señor asu casa el señor le explicó su familia todo lo sucedido,yse fueron deprisa al embarcadero dónde se encontraba su yate ,partieron en el camino don Miguel le contó todo y porqe era su emergencia,dijo mira se trata de encontrar al culpable ,qe interesa matarme para quedarse con toda mi fortuna, dijo Iván, pero usted no tiene esposa? Dijo si pero es una perra traicionera ella anda con ese bastardo qe me qiere quitar todo ,es una verdadera estúpida ,ella busca quitarme todo para irse con el ,dijo Iván pero si usted le dará todo loqe ella pide imagino aparte de sexo ,dijo don Miguel no todo aella la saqué dela pobreza quise ayudar asu familia pero su familia son muy mierdas interesados ,huevones ,ella qiere qe yo los mantenga a pesar de todo,y como no acuerdo con eso está molesta ,pero Ai es donde entraras tu ,tu no me conoces tu entraras como familia de uno de mis empleados qele tengo un poco de confianza,quiero qe tomes graves evidencias para poderlos mandar ala fregada alos dos sin darles un solo peso, cuando tengas suficiente evidencia actuaré con todo el rigor,dijo Iván pero no contesto mi pregunta aqe se refería de las mujeres sin importar la edad? Dijo don Miguel mira en esa isla tengo un negocio donde llegan mujeres de todas las edades desde los 6 años en delante ,llegan de varios países y ciudades,de todo un poco,además llegan muchos enfermos qe piden mujeres de esas edades ,yo te daré a escoger las qe mas te gusten pero primero quiero qe cumplas con el trabajo ,dijo Iván estabien Amigo ,Yegaron ala isla después de unas horas ,Iván qedo muy asombrado por tal isla muy hermosa y todo un palacio bien construido,al ver asu esposa de su jefe Iván seqedo muy integrado ,porqe el pensaba que era muy hermosa de todo pero al ver lo contrario,gorda con la cara y cuerpo de paisana algo asqueroso ,se pregunto el mismo como es posible qe mi jefe, se casara con esta india mugrosa y horrible qe le vio , además un pésimo mal carácter,no tardó mas que unos días en darse cuanta de todo yde inmediato tomo evidencia de todo lo sucedido,de inmediato fue a buscar asu patrón para darle tal información,Yego aúna sala parecida aúna casa de citas ,dónde se encuentra su patrón ,pero como Nolo dejaban entrar tubo qe buscar la forma para hablar con el ,al darse cuenta dónde Miguel hablo con el lo llevo aún salon privado y dijo ahora si dime ya tienes las evidencias amigo ,dijo Iván si señor ,una pregunta disculpe ,con todo respeto como fue qe usted tiene dinero mujeres todo loqe todos los hombres soñamos ,entonces como se pudo casar con una vieja asy de horrible india con pésimo carácter? Don Miguel contesto mira el amor es ciego además ella no era asy,el dinero la cambio x completo y su maldita ignorancia,pero dame las pruebas y actuaré ,y lo prometido es deuda te daré tu primer recompensa y las porqe lo resolviste antes de tiempo ,,dijo María as pasar alas señoritas por favor ,de inmediato pasaron 12 mujeres desde los 6 años asta una de 60 años todas desnudas ,eran de distintos formas de tamaños y color de piel eran dos africanas una niña de 6 años Y la otra de 13 años ,dos asiáticas una de 10 años yla otra de 15 años ,dos estadounidenses ,una de 12 años yla otra de 20 años ,dos dela india una de 30 años yla otra de 7 años ,dos musulmanas una de 60 años y otra de 8 años,dos mexicanas una de 35 años y otra de 11 años y dos ultimas de colombia una de 15 años yla otra de 45 años todas Iván sin rasurar Iván con las axilas con pelos yla panochas peludas todas muy bien conservadas 6 eran vírgenes y las otras no ,Iván seqedo muy asombrado y dijo pero cuánta belleza señor ,dijo mira es tu regalo son todas tuyas llévate las atu nueva habitación, es más grande y cómoda ,apartir de hoy son tus mujeres ,encuentro terminé esto te irás con ellas ,te dare uba casa dónde cobran bien todas ellas puedes hacer loqe t de lagana con ellas si te al san la voz no dudes en castigarlas ,si te llegaran aser infiel ,tienes todo el derecho de matarlas ,te daré varias armas para ello ellas saben que son tuyas nadamás ,de inmediato Iván Selas llevo asu nueva habitación,dijo aver para empezar me lamo Edgar Iván pero me dicen mas ivan ,segunda tengo 35 años y nunca me follado aúna mujer virgen y menos auna niña ,ahora díganme sus nombres y edades cada una,dijo la señora mayor de 60 años ,empezaré yo la abuela mellamo Sheila tengo 60 años y como ves ya estoy vieja pero todavía aguanto muchas folladas qeme des papi,cómo ves está algo canosa mi panocha pero bien conservada y mi ano también disponible para tu vergota ,soy del país de Arabia saudita y ella es mi nieta sellama saisa ,tiene 8 añitos ,después de dar su nombres y edades cada una ivan se desnudo comenso tocar cada una ,por fin ISO su sueño realidad de tomar la virginidad. De cada señorita,alas dos semanas se resolvió su problema de don Miguel ,dándole una recompensa de 20 millones de pesos ,dos casas grandes y muy cómodas ,aparte un yate donde se fue con las doce mujeres ,yegando asu ciudad natal ,donde yevo asus dos mujeres con sus padres avivir y la otra casa donde yevo avivir Asus doce mujeres hermosas ,ellas lo amaban demasiado y lo respetaban mucho ,y asy vivió muy feliz ...

Autor: Edgar Palacios Categoría: Tabú

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Mi primera experiencia fue con mi ex-cuñado

2024-07-25


Este relato es real y sucedió cuando tenia 9 años, en aquel entonces mi hermana mayor tenia 17 y su novio 19, mis papas siempre han sido sobreprotectores y no dejaban que mi hermana salga sola, siempre me pedían que los acompañe, yo feliz porque me compraban dulces o juguetes, no puedo quejarme, me engreían mucho, en especial Jordy (el novio de mi hermana). Mi hermana vivía sola en el 2do piso y casi siempre Jordy y ella estaban juntos, viendo películas, estudiando o teniendo sexo, lo digo porque varias veces los he ampayado a pesar de que se hacían los locos o también los he visto a escondidas, muy aparte que en mi familia son de lengua suelta y en las reuniones hablaban puras cosas morbosas sin importar que sus hijos pequeños estén jugando por ahí, lo que quiero decir es que a mi corta edad yo ya sabia lo que era el sexo entre un hombre y una mujer, todo gracias a ellos, no me arrepiento ni espero me juzguen, yo molestaba a mis primos y primas de mi edad e incluso los juegos del papa y la mama no eran normales jeje, en fin... En mi despertó curiosidad, no era lo mismo jugar con mis primitos de mi edad que no les siente nada a jugar con un adulto, tenia mucha mucha curiosidad en sentir lo que sentía mi hermana y con estos pensamientos inquietos en mente, un día yendo al cine con mi hermana, Jordy y yo, se nos hacía tarde y no pasaba ningún bus ni taxi, pero si muchos colectivos (estos carros particulares que compartes con otras personas que van al mismo destino), encontramos un colectivo con 2 asientos disponibles, uno adelante y otro a la mitad, mi hermana subió a la mitad ya que el asiento de atrás estaba lleno de bolsas y mercadería, cuando Jordy subió yo me subí con él, jeje mi hermana gritaba diciendo "oye ven para acá" pero ya estábamos arriba y todos apurados, Jordy le dijo que no había problema. Antes de seguir debo ponerles en contexto mi outfitt de ese día, lo recuerdo perfectamente, un pantalón licra rosa con una chompa blanca que llegaba hasta el muslo, y yo a pesar de tener 9 añitos tenia un cuerpo formado, al menos de la cintura para abajo era piernona y culona al igual que mi hermana, nosotras no tenemos bubbies pero si mucho culo, mucho mucho culo, herencia de la familia de mi madre jeje... Jordy tenia un pantalón tipo drill ceñido al cuerpo, y un polo blanco con una casa de cuero puesta, me senté encima de él, agarre sus brazos y manos y los entrelace a la altura de mi cintura, para que me abrace, yo tenia agarrada sus manos pero mis piernas estaban juntas y eso me fastidiaba porque mis rodillas chocaban con el asiento de adelante así que a cada rato me subía o me acomodaba a tal punto que mi culito estaba a la altura de su estomago pero aun así era incomodo para mi, Jordy se daba cuenta de mi incomodidad porque no paraba de moverme, luego se acercó a mi oído susurrándome que me abra de piernas, de esa manera mis rodillas estarán de lado y no de frente, Jordy metió sus manos entre mis rodillas (a la altura del muslo) y poco a poco me abría las piernas, ahora él tenia sus piernas juntas y yo sentada encima con mis piernas abiertas, sin embargo sus manos nunca soltaron mi muslo, las tenia bien agarradas, es mas hasta hacía ligeros movimientos con sus dedos como acariciándome, por mi normal, ósea en ese momento yo no pensaba mal, ahora de grande si, pero en ese momento a mi me gustaba que me hagan cariño y me gustaba estar cerca a Jordy por lo mucho que me engría, por eso nunca he dicho nada de esta y las otras veces que él me tocó. Así pasaron varios minutos aun faltaba 30 minutos de camino y fue cuando sentí un bulto duro entre mis nalgas, yo ya sabia que cosa era, es más hasta conocía su verga cuando esta parada, como les repito lo he visto en acción con mi hermana un montón de veces, pero es distinto verlo a sentirlo y la curiosidad que tenia era tan grande que no pensaba en nada mas que "cuando llegará ese momento", he hasta soñado con eso. Jordy me susurrillo que me ponga de lado un momento para acomodarse (obvio que era acomodarse su cosa), cuando volví a posicionarme la sensación era otra, podía sentir todo el largo de su verga entre mis nalgas, baje la mirada y su cosa se pronunciaba ceñida al pantalón dril, yo estaba muy confundida, pensaba mil cosas, y no sabia que hacer, me quede en chock mirando al frente, mi corazón sentía que se salía del pecho, Jordy seguía acariciándome el muslo pero su dedo travieso fue subiendo hasta llegar a mi cuca y con su dedo me sobaba lentamente de arriba hacia abajo, yo miraba fijamente lo que me hacia allí abajo, luego reaccioné y voltee a verlo pero Jordy se hacia el que no pasaba nada mirando la ventana, no deje de verlo esperando que me mire a los ojos hasta que poco a poco fue viéndome de reojo hasta que me miro de frente, no nos dijimos nada, él no me explicaba que estaba haciéndome y yo no le daba ninguna queja, después de algunos pocos segundos me abrazo y acercó su rostro al mío como rosándome cual gatito y me dijo al oído que yo le gustaba "me gustas mucho, por eso me he puesto así", con mi corazón a mil sin saber que sentir mi única reacción fue corresponderle el cariño acercándome a él y reposando mi cabeza en su pecho, recuerdo que cerré mis ojos y sentía maripositas en mi estomago, apoye mis brazos sobre los suyos y sus dedos no paraban de acariciarme ahí abajo, lo deje seguir y así pasaron unos minutos, yo totalmente en trance descansando encima de él sin decir ni una palabra, simplemente disfrutaba el momento, mi hermana.. puff, mi hermana bien dormida adelante, los otros pasajeros ni cuenta porque los asientos eran grandes y nosotros estábamos solos atrás junto a sus mercaderías, lo que nunca olvidaré de este primer momento fue que minutos antes de bajarnos Jordy me dijo que nos teníamos que acomodar porque ya íbamos a llegar al paradero y es que yo estuve tan pero tan en trance y relajada que no me di cuenta en que momento me bajo mi pantalón licra y mi calzoncito a la altura del muslo, prácticamente con mis nalgas al aire bien sentada encima de él, como si fuera poco sus dedos los tenia sobando mi vulva y clitorix, la cosa es que cuando abrí los ojos y me di cuenta, entre mi asombro dije en voz alta "y en que momento", jaja Jordy me tapo la boca y dijo "shhh, no hagas ruido que están durmiendo todos", cuando grité, un par de pasajeros voltearon a verme pero fue solo pocos segundos, yo de picona no quise desaprovechar la oportunidad y ya que su verga aun estaba parada y ceñida al pantalón, y como yo seguía sentada encima de él con mi licra abajo, baje mi mano derecha y apreté lo que creo fue su glande, seguí acariciándolo con el afán de saber donde comenzaba su cuestión pero no podía llegar porque estaba sentada encima, ahora de adulta puedo decir que su verga medía 2 manos extendidas mías, porque yo tenia mi mano extendida y no era suficiente, aparte el grosor, era gruesito, al menos mas que los novios que he tenido, todo fue super rápido, Jordy se dejaba tocar sin decirme nada y luego de 1 o 2 minutos me quito la mano y me levanto ligeramente para que pueda subirme el calzón y el pantalón, nadie volteo o se dio cuenta, fuimos muy sutiles jijiji.. Luego el me sentó en su pierna izquierda y puso su mano derecha en su frente como pensando algo, yo no dejaba de mirarlo y contemplarlo, atine en abrazarlo por el cuello hasta que llegamos al paradero, todos bajaron, yo fui penúltima y Jordy se quedo ayudando a todos a pasar sus cosas (la mercadería), luego cuando bajó mire rápidamente su entrepierna y ya no había bulto. Pasamos la tarde en el centro comercial, yo no dejaba de pensar en lo que paso, lo único que quería era estar cerca de Jordy pero también sabia que era novio de mi hermana y estaba mal, pero no podía evitar sentir celos o pelear con ella por cualquier cosa, con el transcurso de los días le agarre antipatía a mi hermana. Bueno yo a esto si lo considero mi primera experiencia sexual, ya que fue la primera vez que sentí excitación y que me tocaron para activarlo, casi siempre nos rosábamos y tocábamos pero era solo cuando estábamos solos, ósea casi nunca, y a mi me gustaba esa sensación, en mi escuela yo le decía a todos mis compañeros y compañeras que tenia novio porque yo así lo sentía, aunque nunca supieron quién, los rumores llegaron hasta el oído de mis padres lo cual terminó en una charla en casa, me preguntaron mil veces que si alguien mayor se me había acercado en el colegio pero yo decía que no, que todo era un juego, si supieran que esa persona adulta que me tocaba no estaba en el colegio si no en la casa, pero yo entendía bien la situación, sabía que era prohibido, que si se enteraban de lo mío y mi cuñado nos iban a separar, y era lo único que me importaba a esa edad. Después de un par de meses Jordy y yo tuvimos otra experiencia sexual, pero eso ya les contaré en otra oportunidad.

Autor: Yolandaaa Categoría: Tabú

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El señor de jardín

2024-07-21


Hola me llamo Sofía tengo 32 años y contaré mi primer experiencia íntima esto sucedió cuando estába por salir de la primaria tenía 9 años una nena de cuerpo robusto como mi madre pierna gruesa y cola más de lo normal para una nena de mi edad muchos me veía pero yo inocente hasta el día que jugaba en el recreo jugando al escondite entre a los depósitos y me escondo de repente veo entrar al señor que limpia los jardines Pablo un hombre como de 50 años y más detrás Lupita una nena de 5 grado y vi por primera vez algo que nunca antes vi Pablo cerro la puerta y se paro frente Lupita y soltó su cierre y sacó su morra era grande me quedé pasmada por lo grande y porque nunca habis visto la de un hombre adulto el la puso frete a la cara de Lupita y esta sonriente la tomo y comezo darle de arriba abajo y el le dijo chupa y ella comenso a lamer ella lo hacía gustosa luego el le dijo abre la boca quiero que tragues ella obedeció y el la tomo de la cabeza y hizo entrar su cosa en su boca y entraba y sali de repente la tomo mas fuerte y la metio toda completa lupita casi ahogada y el la solto ella babiaba mucho y tosia y el asi se hace se traga toda y la volvió a meter hasta. Hacer que Lupita chocará sus labios contra sus dos bolas y volvía a soltar así estubo hasta que la soltó y decía abre bien puta esa boca viene leche viene!!! Ella lo miraba con la boca abierta y el se agitaba su cosa muy rápido y soltó una crema bueno en ese momento yo no sabía que eso era la leche y soltó tres o 4 espasmo de esa leche el primero sobre la cara de Lupita el resto si acertado a la boca gruñia y la metió de nuevo a la boca de Lupita haciendo tragar todo y luego la apartó tomo un pañuelo y limpio la cara de Lupita que rico putica tomo 20 pesos mañana vienes!!! Ella sonriete si claro le dió una nalgada ella salió corriendo yo espere que el saliera y me fui no podía creer lo que había visto y la sensación que me causo y como sentí que mis pantis se mojaron no sabía que era todo aquello y esto apenas comenzaba pronto de ver pase a ser la protagonista!!! Pero eso lo contaré luego si leen y quieren que os lo cuente!!!

Autor: La vecinita Categoría: Tabú

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el compadre le saca los pedos a mi mujer

2024-07-11


el compadre y mi esposa Una historia un poco larga pero vale la pena de como otro de mis compadres se volvió amante de planta de mi mujer. Empezamos antes con un compadre que tenía una verga gruesa, que también fue amante de mi mujer, él le despertó ese gusto por los pedos vaginales y las vergas gruesas, se fue a vivir a otra ciudad y empezamos a buscar de nuevo un amante de planta. Ya hacia buen tiempo que a mi mujer le atraía otro compadre, ella le coqueteaba y él se le quedaba viendo con ganas, así que buscamos la ocasión y empezamos a platicar de sexo, de cómo cogíamos con la comadre, le dije que si quería hacer un trio con nosotros, me pregunto que si no me iba a enojar que se la cogiera, le conteste que solo que no la cogiera rico, que a ella le gustaba ponerse empinada y que le metieran aire en su vagina para que al volverla a meter y salir el aire tronaran los pedos, dijo que eso le encantaba, que le diéramos chance, nos organizamos para ir al motel ese mismo día; llegando empezaron los fajes estábamos bien calientes los tres, casi me vengo de ver como se besaban, rico, de lengüita, se chupaban la lengua uno y otro, mi mujer le empezó a acariciar la verga aun por encima del bóxer, se la sacó y vio que tal de gruesa la tenía, bien parada, larga, bien gruesa, venuda y cabezona, "mira que rica verga tienes compadre", le dijo, y se la empezó a mamar, el le decía: "que rico la mamas comadre", y eso que ella hacia esfuerzos por meterla en su boca, por lo gruesa no le cabía toda, "acábatela, es toda tuya comadre y te vas preparando porque te voy a sacar los pedos de tu conchita con mi verga" le dijo, ella estaba escurriendo, él se acostó y ella lo montó, (cabe decir que por condiciones de trabajo nos hacemos estudios con regularidad, y sabemos que estamos sanos) pero aun así el le pregunto si quería con condón, ella le dijo: "así nomás compadre a partir de hoy voy a ser tu puta, y hermana de leche de mi comadre", y empezó a sembrársela despacio, "no te muevas compadre, siento que me la estas reventando, la tienes muy gruesa, hasta me esta tronando mi verija" le dijo (esta es la verga más grande y gruesa que conocemos hasta ahora). al rato el compadre le dijo: "ya la tienes toda adentro comadre, que rica y apretada estás", así lo estuvo cabalgando un rato hasta que entre gemidos soltó su primer venidota, que le escurrió hasta el ombligo al compadre y por los huevos, ya después le dijo: "a ver compadre cógeme tu ahora" se puso boca arriba, él se acomodó y se la dejo ir toda en posición de misionero, ella se retorcía de placer, gemía, y el la besaba en el cuello en la boca en la oreja, ella le pidió que le diera su lengua y se la chupaba, era una delicia verlos coger, ella empezó a retorcerse, supe que estaba por venirse, y exploto así, abrazaba al compadre y lo acariciaba con sus manos por toda la espalda y hasta las nalgas, "que rica verga tienes compadre, de haberlo sabido desde cuando me estarías cogiendo". Se quedaron quietos un momento y el entonces le dijo: "a ver comadrita puta ponte en cuatro que te voy a coger como perra" y me dijo: "ven compadre, mira como le voy a sacar los pedos a la comadre" y dicho y hecho la empinó y se la dejo ir toda, que pedotes le sacaba de su conchita "toma un video compadre" me dijo (ver video), fue un concierto de pedos, la cogió así un buen rato, cuando la sacaba toda para que entrara aire se veía su vagina bien abiertota, ella empezó a gemir estaba por su tercera venida, empezó a gritar "hay compadre me vengo, me vengooooo", el le contesto: "así comadre, chorréame la verga" y cuando vi la cara de mi mujer estaba con los ojos en blanco, viniéndose a chorros y soltó una cadena, de sonoros pedos, "así comadre chorréame y pedorréame la verga, y los huevos" le dijo, la acomodó de misionero otra vez, empezó el mete y saca, en un rato le dijo: "me voy a venir comadre, donde los quieres" ella ni lo dudó y le dijo: "lléname la verija de leche compadre. déjamela toda adentro" se empezaron a retorcer y se vinieron al mismo tiempo con el compadre, pero esta vez contrajo su vagina (perrito) el compadre gemía y gritaba: "comadre que rica estas, que rico aprietas, me estas ordeñando la verga" ella soltando unos pedos todavía, le pidió hasta la última gota, alcance a ver como escurría la leche del compadre hasta el culo de mi mujer de tanta que traía el compadre mezclado con la venida de ella. se soltaron un rato, todo sudoroso se bajó de la comadre y me preguntó: "compadre quieres batir mi leche?", me acomodé arriba de mi mujer, sentí como su vagina estaba hirviendo, no sé si por la cogidota del compadre o por lo caliente de su leche, por ese calor no aguanté mucho, que rico se sintió cuando mi mujer empezó a venirse otra vez, sentí como me jalaba los mecos, no pude contenerme y se los solté todos, ella estaba escurriendo de leche; el compadre se acercó para que ella se la mamara, y le dijo que tenía más de una semana que no cogía, su verga se paró otra vez y ya cuando la tenía bien parada le dijo: "empinate comadre voy a sacarte otros pedos con leche" y a mí me dijo: "aparte de compadres ahora también somos hermanos de leche compadrito" la empezó a coger, y los pedos salían con espuma de leche, mi mujer estaba ardiendo de placer, el le masajeaba su culo con el dedo gordo y poco a poco lo fué dilatando, le sacó la verga de su vagina y empezó a untarla en su culo, ella le pidió : "no compadrito, por ahí no, no la voy a aguantar, la tienes muy gruesa, primero que me lo abra tu compadre", pero el le insistió: "tranquila comadrita, te la voy a sembrar despacio, si no la aguantas me dices, pero te quiero agarrar así cerradita", la verdad al ver la vergota del compadre en el culo de mi mujer me excito tanto que se me empezó a parar también, el compadre agarró mi verga (por la calentura en que estábamos, ya que él es heterosexual) y dijo. "ya vez comadre hasta se le está parando al compadre" me volteó a ver y me dijo: "mira compadre como le voy a abrir el culo a tu mujer", poco a poco se la fue metiendo, la sacaba y la metía, ella gritaba y gemía, el le pregunto si paraba, y ella le contestó: "no compadre, pero métela despacio que siento que me estas partiendo en dos hasta la cadera", cuando ya la tenía toda adentro ella que estaba en cuatro había recorrido toda la cama con cada empujón que le daba el compadre, llegado hasta la pared de la cabecera, apoyó sus manos contra la pared para echarse para atrás y ensartarsela toda, "compadre ya me abriste el culo, me vas a hacer cagar" le decía, él le contestó: no te preocupes por eso comadrita cágame la verga con confianza y mejor empínate, que voy a dejarte el culo bien abierto también" y ahí estaba otra vez mi mujer bien empinada, esta vez entregando el culo al compadre, se la metía hasta el fondo y la sacaba toda, yo estaba maravillado viendo como quedaba ese culo bien abierto, le abrió un poco las piernas y la sacó toda se oyó como chasqueó el culo, la volvió a meter hasta el fondo y tronó un pedote, otro concierto de pedos, ella gritó: "compadrito me estas sacando los pedos por los dos lados", el le dijo:"si comadrita tu culo me esta pedorreando todo el lomo de la verga y tu puchita mis huevos" que rico se escuchaba y se veía, ella se empezó a retorcer, estaba claro que se iba a venir, esta vez saltó como si se orinara, ellapidió un descanso y dijo que quería las dos adentro, el compadre se la sacó, aproveché para limpiarla ya que la había manchado un poco, al hacerlo se la agarré para sentirla, estaba bien dura y gruesa; me acosté boca arriba, ella me montó y paró el culo para que mi compadre se acomodara para metérsela, poco a poco nos acomodamos y empezamos a movernos, (no es tan fácil como en las películas), empezamos a movernos, cuando agarramos el ritmo y la cadencia ya no tardamos mucho, la verdad el primero en venirme fui yo, ella al sentir mi venida también comenzó a chorrearse, y el compadre al sentir las contracciones de ella le soltó la leche en el culo, ella le pidió: "no me la saques compadrito, déjame toda la leche hasta adentro". Alcancé a sentir como bombeaba el compadre, ya no fué tanta, pero si se sintió el bombeo, así quedamos los tres un rato, trenzados. poco a poco nos separamos. mi mujer me dijo. "que cogida tan rica, estoy hasta rozada". Valió la pena esta cogida, quedaron algunos videos para recordarla, aunque en algunos no se ve nada, solo se oye la acción A partir de entonces el compadre se volvió el amante de mi mujer, cada visita era una cogida, y hasta hubo una ocasión que la comadre tuvo que salir al pueblo de sus papás que mi mujer se fué a quedar sola con el compadre, dice que se la cogió como seis veces en la noche, regresó con la verija y el culo bien guangos, también fueron al motel noches enteras cuando según el comadre salía de viaje, o cuando si iba de viaje en fin de semana mi mujer lo acompañaba, regresando siempre bien rozada y abiertota, pero esas historia se las cuento en otra ocasión.

Autor: parejaenoax Categoría: Tabú

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Cómo le quité la virginidad a la prima de 7 años (parte 3)

2024-02-20


Sigo con la historia de Laia, esta es la penúltima parte, el inicio del día más loco de todo. Nunca se me olvidará lo que pasó aquel día, me acuerdo perfectamente, el domingo 29 de octubre de 2017 fue cuándo me aproveché del todo de Laia. Ese día la abuela de Laia y Laia se fueron a pasar el día en mi casa, ya que los padres de la niña tenían un papeleo importante y aprovecharon para pasar tiempo con la familia. Yo no tenía claro hasta donde iba a llegar el día en sí, hasta donde podría hacer mía a aquella niña que poco a poco empecé a encaminarla por el sendero del sexo. Aprovechándome de su inocencia y de su curiosidad. La cosa no se hizo esperar, cuando terminó la hora de comer tanto mi padre, como su esposa, mis hermanastros y la abuela debían de salir a comprar en un centro comercial que estaba como a una hora de allí. En verdad tanto Laia como yo también deberíamos de haber ido, pero la niña tenía sueño y le daba pereza ir, así que como era la consentida de la familia la abuela le permitió dejarse en casa mientras estuviera alguien mayor con ella, sí, ese mayor era yo. El más grande de la familia. Así que mi familia salió de casa y nos quedamos ella y yo solos. Me esperé unos minutos hasta ver por el balcón de la casa como el coche se perdía por la carretera y no daba señas de volver (por si se habían olvidado de algo), me esperé desde ese momento unos 15 minutos para asegurarme de que no daban media vuelta. De todas maneras el centro comercial estaba a una hora de ida, otra de vuelta, y añadiendo el tiempo que estarían comprando ropa para la abuela,tenía tiempo de sobras para no arriesgarme. Cuando pasó el tiempo establecido decidí ir con todo. Laia estaba en el comedor, viendo la televisión, concretamente la serie de El Asombro Mundo de Gumball, así que estaba tranquila y yo me senté a su lado, poniendo mi mano en su espalda y dándole un ligero masaje. —¿Qué estás viendo? —le pregunté para distraerla de lo que estaría notando con mi mano. —Gumball —me dijo mirando la tele. —¿Te gusta la serie? —Sí —mientras hablábamos mi mano bajaba lentamente hasta que llegó a alcanzar sus pantalones, y metí un dedo hacia adentro hasta que le toqué el agujero del ano con mi dedo—. ¿Quieres verme el culo? Esa pregunta me sorprendió, ella notó lo que yo quería hacer y al parecer ella también quería que lo hiciera, la había conseguido pervertir del todo y ahora quería que yo la hiciera mía. Le dije que sí y se puso a 4 patas en el sofá, dejando el culo en pompa delante de mí. Le dejé mi móvil para que estuviera distraída, y también porque me dijo que se dejaría tocar si se lo dejaba. Le bajé los pantalones y las bragas hasta quitárselo del todo. Ahí vi el culito de Laia mientras estaba a 4 patas como un perro. Deseaba con todas mis fuerzas meterle mi polla hasta el fondo y sobre todo no sé porque me excitaba la idea de hacerla chillar. Me mojé un dedo con la saliva e hice lo mismo que le hice el día anterior que me aproveché de ella; le metí el dedo por todo el culo hasta que este no pudiera llegar más hondo. —Au —se quejó al principio por la brusquedad que hice. Pero no hizo ademán ni gesto para que lo quitase. —Lo siento —me disculpé por hacerle daño, pero poco después empecé a quitar el dedo casi entero para luego volver a meterlo entero. Empecé poco a poco pero luego fui subiendo la velocidad de mi dedo. Hasta el punto de sacárselo por completo y poco después metérselo de una. Durante ese trayecto Laia me estaba gimiendo a su manera, no era el típico gemido del porno o sexo, más bien era el ruido de gemido que se hace con la.bics cerrada, un sonido de que le gustaba aquello. Esos ruidos me volvieron más excitado y con eso le daba con más fuerza, lo que a ella le gustaba más. Nos estábamos retro alimentando. Me detuve al cabo de 15 minutos aproximadamente, Laia ya había perdido la postura de estar a 4 patas, el móvil no lo miraba si quiera y si cara estaba apoyada en el suelo del sofá, lo único que seguía erguido era su pompis para dar paso a mi dedo, el resto del cuerpo se había rendido al placer absoluto. —¿Cómo estás? —le pregunté acercándome a su cara. —Bien —dijo con la voz débil de agotamiento. —¿Te ha gustado? —Afirmó con la cabeza, ahí aproveché que cómo estaba tan cansada y desprotegida me acerqué a su rostro y le besé la boca de forma muy leve y rápida. Ella no se apartó por el cansancio, pero si se limpió la boca después de que me apartase. Le pregunté si le había gustado y me dijo que sí con la cabeza pero me dijo que le parecía asqueroso. Curioso que le pareciera asqueroso un beso y no meter un dedo por su culo, pero no sería yo quien lo juzgase. —¿Me das un masaje? —me pidió por estar tan cansada, como dije anteriormente era la condena de la familia. —¿Dónde lo quieres? —En la espalda. —¿Lo quieres en la espalda? —dije poniéndole la palma de la mano en la zona en concreto—. ¿O aquí? —y le manoseé una nalga. Ella me miró riéndose de nerviosismo y me dijo que en la espalda mejor. Así que le hice caso y le empecé a dar un masaje por la espalda. Lo que yo no sabía era que Laia en ese momento se volvió una pervertida deseando el placer y sería ella quien me guiaría a mí por lo que quedaba de tiempo. —¿Puedes hacerlo ahora delante? —se refería a que dejase de darle masaje por la espalda y lo hiciera por el vientre. Le di media vuelta, y entonces me se ocurrió una gran idea. —Debo de quitarte la camiseta, si no no sé dónde estoy dando el masaje. Ella se lo quitó directamente, y me dejó ver sus pezones sin senos aún, eran rosaditos y muy lindos y pequeños, se tumbó boca arriba en el sofá y mis manos le dieron masaje por la panza. Luego toqué con mis dedos sus pezones y de nuevo oí esos gemidos leves de Laia. —¿Jugamos a mamá y bebés? —le pregunto de repente. Ella no sabe a lo que quiero llegar, pero antes de que me responda me acerco a ella y meto uno de sus pezones en mi boca, encerrándolo y pasándole la lengua por toda la zona. Las risas de Laia fueron constantes, le daba muchas cosquillas aquello y no la culpo por ello. Me pedía que parase que le daba mucha cosquillas pero yo seguía y seguía, hasta que me dijo: —Ahora masaje en el culo. Y así fue, la volví a poner a 4 patas, ella se puso en posición para aguantar pero se le notaba aún cansada del anal anterior. —¿Cómo lo quieres? —le pregunté aunque me daba igual lo que me respondiera yo ya sabía que quería hacerle. —Primero masaje sin fuerza —con ello quería decirme que de momento no quería que metiera mi dedo a la fuerza por el ano de nuevo, quizá quería adaptarse un poco antes de hacerlo o ni siquiera quería repetir el anal. De lo agotada que estaba no me hubiera extrañado. Pero hice caso omiso a lo que me dijo, primero le masajee las nalgas para que se relajase y cuando estuvo desprevenida le metí el dedo índice de una dentro el culo, sin ir lento ni lubricarlo. —¡Aaah! Te dije que sin fuerza, aaah… —me dijo mientras se erguía por el dolor provocado. —No puedo hacerlo sin fuerza —me excusé. Y luego con una mano la volví a poner a 4 en buena posición y jugué con el dedo metiéndolo y sacándolo primero lento y luego lo más rápido que podía. Laia me gimió de nuevo, esa voz tan infantil gozando eta increíble. Disfrutaba de cada embestida de mi dedo, ahora no sé dónde estará pero seguro que si es tan pervertida como creo el anal será de sus cosas favoritas, ya apuntaba maneras desde el día que la sometí. Esya vez Laia no aguantó mucho, en unos pocos minutos, 3 como máximo, se volvió a caer el cuerpo entero a causa del placer y solo su culo estaba levantando diciéndome que era todo mío. Aproveché y perdí la notición del tiempo de cuántos minutos estuve metiéndole el dedo hasta el final del culo. Cuando me cansé se lo saqué de una y vi como el ano de Laia no podía más, estaba rojo y se contraía sin parar. Había valido la pena. —¿Qué quieres que haga ahora? —le pregunté, haciendo ver que todo era parte del masaje. Laia empezó por la espalda y luego, al ser tan curiosa, quería más, así que me pidió algo increíble. —¿Me dejas ver tu cosa? Me saqué los pantalones y los calzoncillos, me acerqué a ella ya que estaba agotada como para irse hacia a mí y se la acerqué a la cara. —Puedes tocar si quieres —obviamente lo hizo, su curiosidad era mi mejor arma para hacerla hacer lo que yo quisiera. Me tocó y le expliqué cómo masturbar lentamente, ella hizo lo que decían mis instrucciones y estuvo un rato aficionandose a darme placer—. Vamos a hacer una cosa mejor. (Y hasta aquí la tercera parte, porque de seguir sería demasiado largo ya. La próxima parte es la última, donde cuento como estreno con la polla los tres agujeros de Laia. No os lo perdáis).

Autor: JIM ST Categoría: Tabú

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Mis pequeñas modelos (parte 5): Camila (8 años), Fiorela (7) y Matilde (6)

2024-02-20


Mi vida da un giro luego de enterarme lo que me contó Valeria, y nuevas oportunidades surgen para satisfacer mis deseos sexuales.. Ni bien noté que Valeria nos había estado observando, mi cuerpo comenzó a temblar desesperadamente, mi respiración empezó a entrecortarse y sentía que el corazón me latía tanto como si se me fuera salir del pecho. El rostro de Valeria reflejaba lo sorprendida que estaba y sus ojos estaban bien abiertos con las cejas levantadas. Con mucha dificultad para emitir alguna palabra, intenté decir algo. No sabía qué, pero algo, mientras me levantaba rápidamente los pantalones. Yo: – Va… Va… Valeria.. – mi voz no paraba de temblar, lo cual me hacía tartamudear – Déjame ex… Explicarte… Valeria: – Cami, ve a lavarte bien y ponte la ropa que pronto tu madre vendrá por ti. Me sorprendió que no me haya dirigido la palabra y que en lugar de eso se dirigiera a Cami. En ese momento, al estar totalmente consternado por la situación, al observar a Cami noté que también estaba algo nerviosa, como intentando cubrirse el pechito con las manos. En eso observo que Cami camina hacia la puerta de la habitación. Valeria: – Espera, Cami, por esa puerta no, sino todos te verán así. Hay un lavadero aquí dentro, acompáñame. Cami: – O… Ok, senorita Valeria – dijo mi princesa mientras tomaba del suelo su bikini, el cual se había quitado antes. Yo no sabía que hacer, si decir algo, si callarme, si seguirlas, si quedarme allí, si huir. Veo que Valeria lleva a Cami de la mano hacia otra puerta, de la cual yo nunca me había percatado de su existencia, ya que se encontraba en una esquinas de la habitación y no se la podia ver por todas las estanterías que la tapaban. Escucho el sonido del calzado de Valeria y de los piecitos descalzos de Cami caminando hacia allí, para luego oír el sonido de una canilla y el agua, mientras yo seguía parado en mi lugar y la puerta de ese baño se había cerrado. En ese momento tomé la decisión de que, una vez que salieran del baño, interceptar a Valeria e intentar hablar con ella sobre lo ocurrido, si bien no estaba seguro que de qué decirle. Luego de unos minutos, Cami salió nuevamente vestida con su bikini y detrás venía Valeria, sin dirigirme la mirada. Ambas estaban por salir de la habitación, hacia donde estaban todos los demas. Sin embargo, justo antes que de yo intentara detener a Valeria… Valeria: – Cami, tú ve a cambiarte, yo hablaré de algo con Enrique y luego iré. Camila asiente y se retira de la escena, quedando Valeria y yo solos. Mi compañera de trabajo se me acerca lentamente, con los brazos cruzados y mirandome fijamente. Yo: – Veras, Va… Valeria. No es lo.. Lo que tú pien… Piensas. Me imagino lo enojada que debes… Estar… – mientras movía mis manos como intentando acompañar mi discurso. Valeria: – ¿Yo enojada?… Más bien estoy sorprendida, Enrique… Yo: – ¿So… Sorprendida? Valeria caminaba lentamente alrededor mío, mirando al suelo y a mi rostro de forma intercalada. Valeria: – Sí, Enrique. Sabía que te excitaban Cami, Fiore y Matilde, y en especial Cami. Pero estoy sorprendida porque nunca pensé que te atreverías a… Bueno, hacer lo que hiciste recién. Yo no entendía muy bien las palabras de mi compañera. Efectivamente no se la notaba enojada y se había dado cuenta de mi atracción. Yo: – ¿Yo… Yo excitado por las niñas? Valeria: – ¿Y cómo explicas que recién eyaculaste toda tu leche sobre el pecho de Cami? – me preguntó con cara desafiante. Yo: – Bu… Bueno, es que… Valeria: – Vamos, Enrique, admítelo. Es muy obvio que te excitan. ¿Acaso piensas que yo me creí tu mentira de que cuando te sentías mal en las sesiones de fotos era porque algo del desayuno te había hecho mal al estómago? Estabas temblando, ¡y fue justo cuando las niñas salieron en bikini por primera vez! No lo podía creer. Valeria lo venía sospechando todo desde un principio. Intenté gesticular, pero no me salían las palabras. Valeria: – Además, seguro que tú hiciste que Cami te ayudara a ordenar los materiales del set, para poder quedarte solo con ella. Raúl también lo notó. Ambos nos dimos cuenta que ustedes dos permanecían varios minutos solos aquí dentro. Por eso hoy decidí observarlos. Por dentro pensé «vaya, así que por eso Raúl me miraba con esa cara rara estos días; y se ve que eso era lo que se susurraban él y Valeria. Yo: – ¡Bueno, Valeria! Lo… Lo… Lo… Valeria: – ¿Lo qué? Yo: – ¡¡¡Lo admito!!! – dije con un tono de voz elevado y cerrando fuerte los ojos – Lo admito, sí, me atraen las niñas, me excitan… Valeria: – Vaya, y por fin lo dices. Yo: – Por favor, Valeria. No le digas a… ¡A nadie! ¡Juro que no lo haré más! Valeria: – Ay, Enrique, ya te dije que no estoy enojada. Yo: – Que bueno, pero… ¿Por qué? Valeria toma su teléfono celular y empieza a tocarlo, como buscando algo. Valeria: – ¿Ves esto? – dijo Valeria mostrándome la pantalla de su celular. Observo que lo que me está mostrando es una foto de Fiorela posando de espalda en cuatro patas, usando una tanguita negra en su colita y un pequeño top rojo. En la foto Fiorela tenía su cabeza girada mirando hacia la cámara y sonriendo. ¡Me quedé totalmente sorprendido! Estaba realmente hermosa y ese culito blanco era un espectáculo. Decido dejar de mirar la foto y observar a Valeria, quien me sonreía. Valeria: – ¿Y? Yo: – ¡Pero si esa es Fiorela! ¿Es una foto de esta agencia? No recuerdo que ella haya posado así aquí. ¿O acaso es una foto de antes de que yo empezara a trabajar aquí? Valeria: – Jajajajaja Yo: – ¿Qué sucede? Valeria: – No seas tonto, Enrique. No podemos tomar este tipo de fotos aquí en la agencia. Pero dime, ¿te gusta la foto? – dijo nuevamente sonriéndome. Yo: – Bueno… Sí. Valeria: – ¿Qué te gusta? Yo: – Pues… Su culito – me animé a decir, ya que mi nerviosismo se había visto disminuido. Valeria: – Jajaja, ya no te inhibes. Yo: – Pero… ¿De dónde es esa foto? Si no es de aquí… Valeria: – De la agencia de modelaje que tenemos con Raúl. Yo: – ¿Otra agencia? ¿Con Raúl? Valeria: – Sí, y pues allí les tomamos este tipo de fotos más… Yo: – Más sexies. Valeria: – ¡Exacto! Yo: – Pero… ¿Los padres saben que las niñas van a esa otra agencia? ¿Por qué las mandarían a dos agencias? Valeria: – Wow, cuántas preguntas, jaja. Verás, las únicas niñas que van a esa agencia son Fiorela y Matilde por ahora. Sus padres piensan que sus hijas están yendo a una escuela de danza conmigo. Yo: – ¿Pero cómo empezó? ¿Las niñas saben que a sus padres les mentiste? Valeria: – Por supuesto. Yo les ofrecí a Fiorela y Matilde que, como eran muy hermosas, comenzaran a participar en sesiones de fotos más sexies y que además ganarían dinero y que incluso tendrían fans. A ellas les encantó la idea. Por lo tanto, les dije que esas fotos no podían ser tomadas en esta agencia, sino en la nueva agencia que tengo con Raúl y que sus padres no podían saber de qué se trataba. Por eso, les dije a las niñas que les dijeran a sus padres que yo (y solo yo, no Raúl) tengo una escuela de danza y que ellas deseaban asistir a clases allí. Yo: – O sea, les dijiste a las niñas que les mintieran a sus padres, y ellas saben que están mintiendo, para poder sacarse esas fotos y ganar dinero y fans. Valeria: – ¡Sí! Y les dije que si sus padres se enteran, van a querer quedarse con gran parte del dinero de ellas, y que por eso no deben contarles la verdad. De esa manera, Raúl y yo logramos que Fiore y Matilde vengan semanalmente a nuestra agencia. Yo: – Vaya, lo tenían todo planeado. ¿Y desde cuándo empezaron con eso? Valeria: – Desde hace solo dos meses. Yo: – Y las fotos que toman, ¿como son? Valeria: – Hasta ahora hemos realizado muy pocos sets de fotos, pero en su mayoría la niñas posan en vestidos, lencería, bikinis, haciendo poses muy sexuales. Yo: – Y des… ¿Desnudas? Valeria se ríe. Valeria: Jajaja. Aún no, pero la idea es seguir subiendo de nivel… Yo: – ¿Y Cami? Por qué ella no participa? Valeria: – Porque a Fiore y a Matilde las conocemos desde hace tiempo aquí. En cambio, Cami ingresó después a esta agencia, la de la señora Olga. Y pues queremos ir de a poco, para ir ganándonos su confianza y proponerle participar. La idea es que sean las mismas Fiore y Matilde las que se lo propongan, jaja Yo: – Wow, pues Cami sería una excelente modelo en tu agencia. Es mi favorita. Valeria: – Si, lo noté, jajaja. Yo: ¿Y dónde es tu agencia? Valeria: – Es en mi casa, específicamente en mi sótano. Los padres llevan a las niñas toda las semanas a mi casa, pensando que les enseño danza y que estoy sola, sin Raúl, jaja. Yo: – Wow, entiendo. Y deben estar ganando dinero, ¿no? Valeria: – Si, estamos ganando bien. Yo: – ¿Pero dinero de quiénes? ¿Qué hacen ustedes con las fotos? ¿Las venden? Valeria: ¿Por qué mejor no vienes hoy a mi casa y te sigo contando bien? Además, así puedes presenciar la sesión de fotos y participar como fotógrafo, si tu lo deseas… La propuesta laboral de Valeria hizo que comenzara a sentir pequeños latidos en mi verga. Yo: – ¡Por supuesto! Me encantaría, jaja. Valeria: – Ok, aquí tienes mi dirección. Ven a las 17:30 horas, poco después de estar trabajando aquí. Las niñas llegan a las 18 horas. Que ni te ocurra llegar a las 18, porque puedes cruzarte con los padre y les parecerá muy extraño. Ellos piensan que solo estoy yo en mi casa. Raúl también viene a más 17:30 horas. Yo: – Entiendo, tienes razón. ¡Hoy estaré allí! Y bueno, con respecto a lo que viste entre Cami y yo… Valeria: Jajaja, haz lo que quieras con ella, disfrútala. Solo procura que no te descubran. Y, por favor, si vuelves a acabarle en su cuerpo, procura limpiarla bien. Hoy en el baño tuve que lavarla bien, ya que las tetitas le quedaban algo pegajosas, jajaja. Yo: – ¡Lo haré! Valeria se retira de la habitación y yo me quedo solo por un rato, intentando procesar todo lo sucedido y lo hablado. De estar excitado con Cami, pasé al miedo extremo, para luego pasar nuevamente a la excitación, por lo que hablaba con Valeria. Salí de la habitación, ya con mucha mayor tranquilidad. Observo que Valeria está susurrando con Raúl. Ya me imagino de qué, jeje. Voy al baño de la agencia, copio las fotos de mi cámara a mi notebook y luego le llevo mi cámara a Raúl para pasarle las fotos de la sesión de fotos de hoy, el cual me hace una pequeña sonrisa, mientras Valeria me guiña el ojo. Al acercarme a despedir a Cami, ella me mira como queriéndome preguntar algo, ante lo cual yo le susurro al oído «tranquila, Cami, está todo bien, seguiremos jugando». Cami me devuelve una hermosa sonrisa. Al retirarme de la agencia, me dirijo a mi apartamento, casi sin poder aguantar las ganas de que pasen los minutos y llegue el momento de ir a la casa de Valeria. Decido bañarme, y cambiarme de ropa. No podía quitar de mi mente esa foto de Fiorela. ¡Esa colita blanca y redondita me estaba haciendo parar la verga! Pero no quería masturbarme aún. Quería tranquilizarme, así que tomé una merienda, busqué en mi celular la dirección de Valeria, quien me había dicho que estaba a unas pocas cuadras de la agencia de la señora Olga. A las 17 salí de mi apartamento rumbo a la casa de Valeria. Al llegar observo que se trata de una linda casa de dos pisos, con un pequeño jardín delantero. Al tocar el timbre, automáticamente se abre la puerta y me recibe Valeria. Valeria: – Wow, hola, ¡llegaste temprano! Jaja Yo: – Obvio, jeje – Eran las 17:15 horas. Al entrar, Valeria me lleva a la cocina, atravesando el living y me ofrece algo de tomar. Yo: – No, gracias, Valeria, recién merendé. Valeria: – Ok, yo justo había terminado de merendar. ¿Quieres ver el sótano? Respondo afirmativamente y me lleva nuevamente living, donde hay un escaleras que conducen al piso de arriba. Valeria: – Por aquí, Enrique. Resulta que debajo de esas escaleras hay una puerta que, al abrirla, conduce a otra escaleras que llegan hasta el sótano. Antes de bajar, Valeria toca una llave de luz, haciendo que la luz del sótano se encienda y que se vean todos los escalones. Valeria: – Ten cuidado, no te vayas a caer, jaja Yo: – Tranquila, voy despacio, jeje. Al llegar abajo, observo que el sótano es realmente amplio, con un fondo de lona blanco sostenido con dos soportes a ambos lados, cerca de una de las. paredes. Delante de ese fondo de lona había un trípode para apoyar las cámaras que usaríamos. En un rincón había una especie de vestuario. Al observarlo con detenimiento me generó mucho morbo ver tanguitas, y cosas de lencería. En otro rincón había una puerta que daba a una pequeña habitación. Valeria: – Detrás de esa puerta está el salón de materiales. Yo: – Vaya, ya veo. Tienes el sótano bien equipado. Valeria: Sí, y esto es para que las niñas a veces escuchen música mientras posan – dijo señalando un pequeño parlante. En ese momento suena el timbre, anteo cual Valeri se retira por unos segundos y baja nuevamente, pero esta vez acompañada de Raúl. Raúl: – Enrique… Yo: – Raúl… Raúl: Valeria me ha contado todo. Sí que te pasaste con Camila, jejeje. Yo: – Jaja, bueno, es que no podía aguantar más las ganas. Raúl: – Ya me parecía que te gustaban las niñas de la agencia. Las mirabas de pies a cabeza, sinvergüenza, jaja. Yo: – Es que ustedes ya deben estar acostumbrados a verlas asi, para era la primera vez que las veía en bikini, jajaja. Y no solo eso, sino también cuando Valeria les indicaba a las niñas que posaran de espaldas y lamiendo los helados. Raúl: – Jaja, esa Valeria se pasa. Lo hace apropósito. Yo ya le dije que no les diera ese tipo de indicaciones a las niñas en la agencia de la señora Olga. Patricia y Lucia podrían notar algo raro. Valeria: – Ay, vamos, solo me divertía, jaja. Durante los próximos minutos preparamos nuestras cámaras, mientras que Raúl hacia lo mismo con su computadora. Yo quería que Valeria me siguiera contando todo sobre la agencia, pero vi que estábamos muy ocupados. Valeria: – Ya deben estar por llegar Fiore y Matilde, así que estén preparados. Les abriré yo, ustedes esperen aquí abajo Yo estaba realmente muy nervioso. Estaba a punto de ser testigo y partícipe de une sesión de fotos especial. Me preguntaba a mí mismo cómo serán las fotos de hoy, y si Fiorela y Matilde sabían o no que yo iba a estar presente, cuando de repente suena el timbre… Bueno, hasta aquí esta quinta parte. Espero que les esté gustando. No olviden dejar sus comentarios debajo para saber qué opinan! Gracias.

Autor: JMM15M Categoría: Tabú

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Como empecé una relación con mi prima de 5 años. Parte #7

2024-02-20


Advierto que esta es una historia real, en caso de que hiera su sensibilidad por favor no la lean.. Año 2019, un año lleno de besos, dedeo y masturbación. Ella 14 y yo 22. Como ya se dieron cuenta, nos gusta correr riesgos… pero con este historia creo que rompimos los límites. Ese día se sentía una tensión muy fuerte, así como de esos días que no te sientes cómodo. Pues mi prima y yo lo notamos y todo el día la pasamos juntos, al llegar la noche estaba su mamá y una prima en la sala de estar. Prendieron el aire acondicionado donde estábamos viendo la tele. Yo estaba sentado junto a mi prima y empezó a hacer mucho frío, ella trajo una manta y nos tapamos las piernas. Ahí yo solo como un gesto lindo, empecé a acariciar sus piernas. En eso veo, cómo mi otra prima empieza a vernos con unos ojos como si supiera lo que estábamos haciendo debajo de la manta. Yo seguí tocando a mi prima, incluso nos tomábamos de la mano un rato. Mi otra prima no despegaba su vista, de reojo pero nos seguía viendo. Mi tía se levanta a media sala de estar y empieza a usar el teléfono, fue aquí donde me puse nervioso, deje a mi prima y tome mi celular para disimular. A mi prima no le importó, ella incluso subió su pierna en la mía, no se notaba tanto por la manta pero aún así era peligroso. Regrese a tocar a mi prima mientras todo eso pasaba, ¿que podía pasar? Un regaño tal vez y ya. El pantalón que mi prima usaba era de esos rasgados, así que metía mi mano para tocar su pierna desnuda y sentí que usaba una ropa interior muy delgada. Poco a poco empecé a bajar el cierre de su pantalón… no pude, ella sola se abrió el cierre…a mi este tipo de actos me exitaban tanto, metí como pude mi dedo y comencé a tocarla, sobre su clitoris hasta se mojara para meter un poco mi dedo, le dejo caer todo el dedo medio y da un salto que me tomo de sorpresa y me quité. Apenas pude sentir sus dentros. Estoy seguro de que mi otra prima se dio cuenta porque tenía una cara de disgusto que no podía ocultar. Cuando todos se fueron a sus cuartos, ella sonrió y me dijo “Ya se fueron” Meto mi mano en el cierre de su pantalón y sin mediar palabra empiezo a besarla, intencionalmente hicimos que los besos sonaran para que se dieran cuenta de lo que estábamos haciendo. Seguro algo escucharon porque a los 5 minutos le hablaron a mi prima. Ese año hubo muchas interacciones pero esta fue muy adrenalínica. Así fue como intente masturbar a mi prima enfrente de mi tía. ///Sean libres de comentar, hay relatos de sobra con ella. Así que adelante.\\\

Autor: DEPRA20 Categoría: Tabú

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Jorgito de 10 años

2024-02-20


Jorge viene todos los días a darme lo que más me gusta.. Como todos los días a las 5 suena el timbre y ahí está, el pequeño chavalin que me ha regalado el universo. Se llama Jorge, tiene 10 añitos y desde hace unos meses viene por la tarde a mi casa mientras su madre trabaja tras un cambio en el horario de su trabajo. No hay problema por mi parte, les conozco desde hace años, son vecinos. -¡Hola Jorge! ¿Como ha ido el cole? Jorge me da un abrazo muy fuerte, como siempre, y me mira con esos ojazos marrones. Tiene la tez morena, es algo bajito para su edad y está un poco gordito. Nada exagerado, tiene la típica tripita que tienen muchos niños a su edad. Dios mío qué guapo es. No puedo contenerme y le doy un beso en la frente. -Ha ido genial, hoy me han dado la nota del examen de mates. ¡He sacado un 9! -¡Que pasada! Eso se merece un premio ¿eh? Pasa, ¿quieres algo de merendar? -¡Nutella! – Me grita mientras se dirige al salón, dónde se quita la mochila y se sienta en el sofá. Llevo un sándwich para cada uno y nos los comemos mientras vemos en la tele la última serie de dibujos de las Tortugas Ninja. Aunque no se parecen mucho a las que veía yo de pequeño, me alegra ver que el concepto básico no cambia mucho: pizza, cowabunga, y las tortugas mutantes salvando el mundo. Nos comemos el sándwich mientras termina la serie. ¿Y qué premio me vas a dar por la nota del examen? – me pregunta con voz jocosa. Me giró para mirarle. Se ha recostado en el sofá. Me mira, me sonríe. Se ha llevado una mano al paquete y se lo aprieta por encima del pantalón, como solo un niño excitado haría. A estas alturas no necesitamos ninguna excusa, llevo practicándole sexo oral varias veces al día desde hace meses, pero me encanta verle buscar excusas para hacerlo. -Vaya, pues no se me ocurre nada. -Digo disimulando. – ¿Se te ocurre algo qué puedas querer? No dice nada. Solo estira el elástico del pantalón y saca su larga picha al aire, ya bien erecta. Deja el elástico justo debajo de sus huevos, alzándolos hacia arriba. Tiene un miembro precioso, súper duro, sin un solo pelo todavía, medirá 11-12 centímetros, y con un prepucio que se abre como si fuera una flor. Los huevitos los tiene gorditos, apretaditos al cuerpo. Me mira como solo un hombre que quiere que se la chupes puede mirarte, pero este hombrecito tiene 10 años… mi hombrecito. No digo nada más, podría haber alargado más la situación, pero yo también llevo todo el día esperando mi comida favorita, y me la están sirviendo en bandeja. Me acomodo entre sus piernas, que él abre gustoso para facilitarme el acceso, y empiezo a hacer lo que no se debe hacer, jugar con la comida, le beso los huevitos, le lamo el tronco de su miembro, le beso la puntita, vuelvo a sus hermosos testículos, los chupo, los lamo, los adoro. Su picha cabecea con muchísima fuerza, está realmente excitado. Finalmente no puede aguantar más las ganas y toma él las riendas. Siento sus manitas sobre mi cabeza, apretándome fuerte contra sus huevos, indicándome claramente dónde está mi sitio. Me aparta momentáneamente de mi juguete favorito, para agarrar finalmente su picha, y dirigirla por fin a mi boca. Me encanta que tome él las riendas. Su miembro se desliza suavemente entrando en mi boca, siento en la lengua como se retrae su prepucio dejando su sensible glande a mi merced para torturarle. Y vaya si voy a torturarle. Finalmente la comisura de mis labios llega a su pelvis. Mientras su hinchado glande saluda a mi campanilla aprovecho para sacar la lengua y lamer de nuevo sus huevos. Lo oigo suspirar, le siento retorcerse. Retira levemente su miembro del fondo de mí boca para que mi lengua pueda encontrarse con su glande de nuevo. Son viejos amigos, y mi lengua le abraza con fervor. Vuelve a hundir, su picha hasta el inicio de mi garganta. Pero esta vez me aprieta con fuerza mientras abre más las piernas. Sé exactamente lo que quiere. Abro un poco más la boca y meto también los huevos dentro. Aguanto las arcadas mientras el el abraza mi cabeza apretándome fuerte contra su pelvis asegurándose de que no queda un milímetro de su virilidad fuera. Finalmente me deja ir y dejo escapar sus testículos. Es hora de terminar. Agarra mi cabeza con decisión y comienza el mete saca. Mi cabeza apenas se mueve del sitio, son sus caderas las que se mueven frenéticas como si fueran una máquina bien engrasada. Dentro fuera, dentro fuera, dentro fuera. Durante unos minutos me tiene así, usando mi boca para darse el máximo placer. Poco a poco sus movimientos se vuelven más erráticos y sus embestidas más fuertes, hasta que por fin da un último y fuerte empujón. Tiembla, gime, jadea con su voz infantil. Su miembro palpita como loco, su glande se hincha y noto levemente el sabor de su lechita. Apenas sale nada, es muy joven para eso. Me aprieta fuerte mientras sigue temblando hasta que finalmente todo termina. Voy sacando por fin su miembro ahora ya más flácido de mi boca, hasta que mi lengua vuelve a abrazar su glande para su sorpresa. No puede aguantar la sobre estimulación tras el orgasmo, le hace demasiadas cosquillas, se ríe y me intenta apartar con todas sus fuerzas mientras se revuelve como una lagartija. Te dije que te iba a torturar pequeñin. Finalmente dejo escapar el que se ha convertido en el juguete favorito de mis últimos meses. Le doy algunos besos, en el tronco, en la puntita, en los huevos. -Muchas gracias por dejarme chupártela Jorge. Me gusta mucho y la tienes muy bonita. Asiente y me mira mientras sigue jadeando, orgulloso como solo un hombre puede mirarte después de haberse corrido en tu boca. Pero este hombrecito tiene 10 años… mi hombrecito.

Autor: SUBMISSIVE_POV Categoría: Tabú

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JUANCITO, MI NIETO – CAPÍTULO 3.

2024-02-20


Mi hija “paga” con creces sus errores, mi consuegra expone sus necesidades, surge una nueva posibilidad laboral y aparecen un par de amiguitos “cariñosos” de mi nieto, a este paso me van a tener que internar, pero, ¿quién me quita lo bailado?. Apenas terminé de cerrar la puerta y ya la tenía abrazándome, su cara denotaba las urgencias de una hembra en celo y nuestras bocas se fundieron, era una delicia sentir que sus tetas se aplastaban en mi cuerpo y que mis manos acariciaban y apretaban sus nalgas duras y dispuestas. Apenas si se separó para sacarme el cinturón y bajarme los pantalones no sin antes llevarme hasta la cama para que me sentara en ella y dedicarse a sacarme el bóxer. “Ohh, ¡Cristo Santo, era cierto!”, -exclamó cuando vio emerger mi verga en plenitud. La tocaba, la apretaba y, arrodillándose, se llevó el glande a la cara para lamerlo y metérselo en la boca, me miraba haciéndome saber que estaba gozando con su mamada, la levanté tirándole suavemente de los cabellos y le dije, “dejame desnudarte, esto es de a dos”, obedeció sumisamente y casi que ni la ayudé, quedó parada frente a mí dejándome admirar la plenitud de su desnudez. Sus pezones erectos en medio de unas areolas chicas llamaron a mis labios y me prendí como desesperado haciéndola gemir mientras una de mis manos se perdía en su entrepierna empapada. “Ayyy papá, ayyy, nunca me pasó así”, -dijo explotando en un orgasmo que, al margen de lo inesperado, la dejó con las piernas temblando, aún temblaba cuando la coloqué invertida en un “69” y metí mi cara entre sus piernas, me hice un festín de hueco jugoso, labios gruesos, clítoris endurecido y de pulgar, previamente lubricado, que se deslizaba en el interior de su culito cerrado. Cynthia no se esperaba esto o, por lo menos, no con esa intensidad porque no podía dedicarse a mi verga debido a las explosiones de sus orgasmos repetitivos, ruidosos y gimoteantes. “No podés, no podés, esto es increíble, por favor papá, dejame que quiero chupártela”, -decía moviéndose-. Aflojé un poco, pero seguí moviendo mi dedo medio en lo profundo de su culo, no era virgen de allí, pero se notaba apretado para mi dedo y me relamí pensando en cómo me sentiría entrando en lo estrecho de ese conducto. Mi hija no podía meterse más de media verga en la boca, ni punto de comparación con las mamadas de la madre o incluso de su propio hijo de ocho años y no valía la pena insistir con eso, me incorporé moviéndola y la puse boca arriba, quería ver su cara cuando mi verga la penetrara y, arrodillado frente a su entrepierna, le puse las piernas sobre mis caderas para poder jugar con mi glande en sus huecos descubiertos. Con una mano la “pincelaba”, la otra se ocupaba de acariciar sus tetas duras y sus pezones erectos mientras Cynthia gemía con sonoridad y abría y cerraba los ojos experimentando un montón de sensaciones, “cogeme papá, me estoy muriendo”, -dijo sollozando-. Noté que sus carnes se abrían y que los pliegues de su interior me rozaban todo el tronco, a la vez que su cara era un espectáculo aparte porque tenía los ojos abiertos como el dos de oro y se mordía los labios aguantando el grosor de mi verga que la penetraba despacio y sin escalas. Decididamente no estaba acostumbrada a algo similar porque su estrechez me apretaba como si fuera una adolescente y, aunque era profunda como la madre, el glande llegó a chocar contra el fondo de su vagina y gritó en una mezcla de placer y dolor. “Jamás nadie…”, -acotó y los temblores y contracciones de otro orgasmo no la dejaron terminar-. “Me duele papá, ya he parido y me duele como cuando virgen, cogeme despacio”, -expresó moviéndose-, como fuere, quería ser cogida y yo le daría el gusto. El bombeo se hizo rítmico, la sacaba casi toda y la volvía a penetrar profundo, tres veces con delicadeza y tres veces con un poco más de rudeza sin que me importara chocar con su interior. Mi hija se deshizo con orgasmos cortos y repetitivos que le impedían seguir el ritmo, lloraba y se reía gozando de la cogida. No sé cuánto tiempo estuve así, sólo sé que, con la voz débil dijo que no podía más y cuando gritó pidiendo que la llenara, la leche inundó su útero y rebalsó por el tronco haciendo un ruido como de escape a presión que se confundió con su grito placentero. Las veces que quieras o cuando puedas, pero nunca más podrás dejar de cogerme, esto excede mi fantasía, me siento una hembra completa, jamás gocé tanto, tenías razón papito de mi vida, la calidad se impone, jajaja. Nada de completa, aún no terminé contigo, si querés ser mía tu culito será la frutilla del postre, después veré de hacerte tragar mi verga como a mí me gusta. No te lo voy a negar, pero me vas a rajar toda con esa verga, mi marido me la mete hasta un poco más de la mitad y me hace ver las estrellas y con lo tuyo será caótico. Vamos despacio, vos dejame a mí y casi, casi te apostaría que me lo vas a pedir. No sé qué harás, pero yo estoy entregada como si fuera tu esclava. Jajaja, no me des ideas, no me gusta castigar a nadie, pero tampoco me gusta que me contradigan en el sexo. Lo que quieras papá, lo que quieras…, -dijo girando el cuerpo para ponerse en cuatro-. Abrí uno de los dos sobrecitos de lubricante que se entregaban con los preservativos y comencé a tallar su culito con mi dedo medio, éste volvió a entrar cómodo y, con otro chorrito más le mandé el otro dedo y luego un tercero. Cynthia emitía quejidos por la intrusión y yo trataba de meterlos lo más profundo que podía a la par que los hacía girar y salía y entraba con cierto ritmo que ella acusaba elevando su torso y gimiendo hacia el techo. Su culo se veía suficientemente dilatado, pero yo seguí insistiendo hasta que orgasmó y tembló diciendo que no podía ser, de inmediato me lo pidió, “rompeme el culo papá, te necesito adentro” y coloqué el glande para empujar. Sólo me detuve para poner más lubricante sobre mi verga y no me importó que gritara pidiendo que se la sacara, como fuere, me contuve para no romperla y entré lo más despacio que podía a la par que se calmaba y movía sus caderas. Cuando toda la verga desapareció en su interior, me comencé a mover. “La puta madre, me voy a enloquecer”, -dijo moviéndose como no esperaba-. Cynthia estaba gozando de su empalamiento y tiraba sus nalgas hacia atrás pidiendo más, mis caderas también se movían como nunca en el vaivén y podía aguantar sin problemas lo estrecho de su tripa, haber acabado antes me lo permitía, la que no podía con su alma era ella, “tomá, toma, rompeme el culo papi, nunca pensé en que podría acabar con semejante verga en mi culo, dame, dame, cogete a tu hija menor, ¡esto es la gloria!”, -dijo dejándose caer hacia adelante porque el orgasmo le aflojó las piernas. De inmediato gritó porque me llevó con ella, entré hasta dónde no había llegado y me dejé ir inundándola. Cynthia quedó como laxa sollozando sin que yo pudiera determinar si era por el placer o por el dolor o ambas cosas a la vez, pero tampoco me iba a preocupar tanto, me había el gran gusto y, seguramente, repetiría. Claro que, por el momento, no quería más, estaba entumecido y la verga en su interior no bajaba, aunque no pensaba forzar nada y me quedé quieto tapándola con mi cuerpo. “Sacala papá, sacala, la siento hasta en la panza, me late todo con ganas de seguir, pero no puedo más”, -rogó con voz tenue y comencé a salir despacio-. El “plop” fue imposible de disimular y me recosté en un costado escuchándola reír… Jajaja, esto fue maravilloso, pero imagino que no podré usar la tanga en la pileta, me debe haber quedado un hueco tremendo, lo siento muy abierto, me doy cuenta y no lo puedo cerrar. Tranquila princesa, el agua fría ayudará y si seguimos practicando se amoldará enseguida. ¿Practicar de nuevo?, mejor dame un tiempo, con media hora estaría bien, estoy enloquecida, jajaja. Ahora entiendo la cara de felicidad de mamá y el porqué de esa fidelidad a ultranza, aparte del amor, claro está. Ni idea de lo que hablan vos y tu madre, pero querer nos queremos y lo de la fidelidad de parte de ella estoy seguro. Ella cree que vos tenés tus escapadas, pero mira para otro lado porque nunca le faltaste en nada y nunca la humillaste dejando que se enterara de nada. Es lo que yo te decía con tu marido, ¿por qué arruinar todo con idioteces que son más de pendejos que de adultos? Me demostraste sobradamente que tenés razón, salvaste mi matrimonio, mi bienestar y me hiciste sentir más hembra y mujer que nunca, pero… Ya sé viciosa, vas a querer verga de papi un par de veces al mes. Por lo menos o más, jajaja, tengo que acostumbrar a mi culito a recibir este “aparato”, ya buscaré la manera. Bueno, ¿qué hacemos, almorzamos acá o nos vamos al Súper? No, vamos al Súper, tengo que retirar la mercadería que ya tengo encargada, siempre la llevan a casa, pero, ameritaba la excusa. Hablando de otra cosa, ¿de verdad está tan bien su suegra? ¡¡¡Papá!!!, le acabás de romper el culito a tu hija y estás pensando en otra mujer, bueno, sí, ya sé, ya sé, sin celos idiotas. La verdad que sí, está buenísima, hasta a mí se me cruzaron las neuronas alguna vez cuando la vi en tanga, ¿le tenés ganas? A todas las que están bien le tengo ganas, sucede que ya se me está pasando el cuarto de hora y no me gustaría perder tiempo con “arrimadas” o conquistas, mejor vamos a bañarnos, -una vez en el baño se puso a reír sola-. A mí me jodieron con un poco de droga, te hubieras traído un poco y se la dabas a mi suegra, yo creo que si después amanece con vos no te larga, jajaja. Veré que hago entonces con los dos sobrecitos que le saqué al idiota que reventé a palos. ¡Ayyy, por Dios!, me vas a pervertir, avisame que no me lo quiero perder, aunque sea sólo una vez. Qué puta que resultaste hija, vení, vení que te enjabono. El baño fue entre risas, caricias y besos, pero no hubo caso con tratar de levantar al “muerto” y ninguno de los dos insistió. Salimos de allí y nos fuimos al Súper, la mercadería estaba toda preparada y sólo arrimamos la camioneta para que la cargaran. Ya teníamos el mediodía encima, nos habíamos pasado unas tres horas dándole al “bomba-bomba” y necesitábamos recuperar energías con un buen almuerzo. Cynthia me llevó al mejor lugar del pueblo-ciudad y entró colgada de mi brazo, nos acomodaron en un buen sitio y nos dispusimos a disfrutar del aire acondicionado y de una buena porción de pastas caseras. Como ella tenía vista al interior del local, apenas se sentó levantó la mano y saludó a alguien conocido, me intrigó su sonrisa, pero no pregunté de quien se trataba. “Ni que la hubieras llamado”, -acotó-, Graciela, la suegra de mi hija, al ver que su nuera entraba con un hombre al restaurant, se vino de cabeza hasta la mesa y la saludó primero a ella dándome la espalda. Te acordás de él, ¿verdad?, -le preguntó Cynthia luego de darle un beso-. Sí, claro, ¿cómo está Roberto?, -contestó al mirarme sorprendida-. Bien, ¿cómo anda usted Graciela, hace años que no la veía, apenas la vi pensé que era alguna compañera de estudios de Cynthia y juro que si la veo en la calle me hubiese tentado para decirle un piropo. Jajaja, mirá lo que me dice tu padre Cynthia, me está piropeando y si se entera tu madre…, -acotó ruborizándose-. No diría nada, sabe que a mí me puede la belleza femenina, a ella la apabullo con piropos y eso que hace tiempo que estamos juntos, mi esposa es una reina, pero sabe que andan otras reinas por allí y, nobleza obliga, a usted le queda pintado el apelativo. Miralo vos al hombre de ciudad diciéndole cosas lindas a una “vieja del campo”, aunque reconozco que halaga mi ego. Y bien que hace en creérselo señora, pero no le digo más nada porque corro el riesgo de generar algún enojo, ¿gusta almorzar con nosotros?, digo, si no está acompañada… Siempre como sola y jamás me podría enojar con un caballero, pero no quiero importunar… Nada que ver Graciela, háganos la gentileza, vinimos a retirar mercaderías al Súper, tuvimos que esperar, se nos vino el mediodía encima y ya que estamos…, -agregó Cynthia-. En ese caso, me quedo con ustedes, pero yo como sólo ensaladas con algo de fibras. Ahora se entiende…, -acoté mirándola y, a decir verdad, estaba mejor que mi mujer, tenía un cuerpo esbelto, pero lleno de curvas y la pollera a media pierna destacaba sus nalgas altivas-. ¿Qué es lo que se entiende?, -preguntó interesada luego de sentarse-. No se ofenda ni lo tome a mal, es que yo también creo que una buena alimentación ayuda a mantener un hermoso cuerpo como el suyo en que se adivina todo “natural”. Soltó la risa agradecida por lo que le decía, pero no comentó al respecto, luego tuvimos un almuerzo de lo más ameno hablando de cosas del pueblo, de sus habitantes, de la marcha de sus inversiones o de las mías, de Juancito al que dijo que iría a ver a la brevedad… Roberto, usted va a pensar que soy una abuela desconsiderada, pero la culpa la tiene mi hijo y mi nuera, yo no manejo, odio viajar en auto con desconocidos y ellos nunca tienen tiempo para traerlo hasta mi casa, -expresó-. Eso tiene solución mi querida Graciela, yo estoy en plan de abuelo consentidor, mañana le puedo traer a Juancito y nos vamos los tres a comer un helado, ¿le parece?, bueno, eso si no le molesta a ningún celoso, -agregué- No, jajaja, ni falta que me hace, los jóvenes no me gustan y por acá está todo lleno de viejos, hombres con un físico atlético como el suyo no existen y me encantaría salir a tomar un helado con ustedes, ¿vendrá mi consuegra? No lo creo, odia moverse con este calor y se agradece el cumplido, yo también suelo hacer dietas con fibras y cuidé mi físico siempre, más o menos me mantengo. Jajaja, dice que se mantiene, pero él sabe que es un bombón, mi madre no dice nada, pero sabe que mujeres de toda edad que lo persiguen, -agregó Cynthia risueña-. Puede ser, el secreto está en no dejar que me alcancen y me evito problemas con tu madre, -le contesté notando que Graciela me miraba bastante interesada-. Luego de tomar el café no quiso que la lleváramos a la casa pues dijo que no quedaba lejos y le gustaba caminar después de comer, no insistimos y la saludamos para emprender el regreso. Cynthia iba manejando y esbozaba una sonrisa pícara entre sus labios, la miré como preguntando qué pasaba o pensaba y me comenzó a decir: La dejaste loca a mi suegra, me imagino que mañana no le darás el polvo de las pastillas con Juancito en el medio. No mujer, olvidate, lo de mañana será para continuar un poco el ablande, ¿acaso no habíamos quedado en que vos querías estar presente? Pensé que no lo tendrías en cuenta. Desde el momento en que tenemos intimidad siempre voy a tener en cuenta lo tuyo, cuando no se pueda o no se deba te lo diré y espero que lo entiendas, por otro lado, tenían razón las dos, está muy bien tu suegra, pero no debe haber sentido nunca lo que sentiste vos esta mañana. No lo creo, pero si siente lo que yo, se puede morir de un infarto, todavía tengo ganas de que estés adentro de mí, pensé que sólo tenía que cumplir y creo que me envicié. Sos muy putita y me encanta, pero, ojo con las manifestaciones delante de tu madre porque las caza a todas en el aire, no te confíes. Listo, lo tendré en cuenta. Cuando llegamos a la casa mi mujer y Juancito estaban en las reposeras al costado de la pileta disfrutando de los rayos del sol que todavía pegaban fuerte, los saludamos y mi nieto se trepó a mí para llenarme la cara de besos diciendo que me extrañaba y nos ametrallaron contándonos lo que habían hecho durante el día recorriendo parte de las edificaciones, galpones y corrales. Cynthia le contó a la madre que habíamos tardado un tiempo enorme porque le querían cambiar la mercadería, “¿por qué no te la hacés mandar?”, le contestó que antes lo hacía así, pero le mandaban mucha mercadería vencida o de distinta marca a la pedida, por eso prefería elegirla ella. Yo me puse a bajar la mercadería de la camioneta y Juancito me ayudó, allí fue cuando le dije que, en la tarde siguiente, iríamos a la casa de la abuela para salir a tomar un helado, “a mí no me cuentes, prefiero pasarme el día al sol o nadando, nunca sé cuál va a ser el ánimo de mi consuegra”, -dijo mi mujer y Cynthia afirmó que se quedaría a acompañarla. Todo se había solucionado sin haberlo previsto y sin urdir ningún entramado, además no había resquemores de por medio pues estaba Juancito de por medio. Dije que me iba a acostar un par de horas porque estaba viejito para todos esos trotes de subir y bajar mercaderías y antes de que nadie dijera nada me fui para la habitación, me puso bien escuchar que mi hija le decía a mi nieto, “dejalo descansar al abuelo, no lo jodas yendo a hablar porque quiere dormir un rato”. Me venía bien no tenía ganas de aguantar conversaciones ni mimos de nadie, además estaba un tanto excitado recordando el culo de mi hija y como gozó con la cogida, en eso recordé los videos de mi celular y me puse a verlos con detenimiento. El tipo cogiendo era un conejo, era capaz de acabar tres veces sin sacarla y se movía como eléctrico mientras hacía uso, posiblemente por el apuro que experimentaba temiendo que despertaran, las mujeres estaban drogadas así que de hacerlas terminar ni hablar, pero con cada una usó una posición distinta. Lo de Cynthia fue en un misionero clásico que no hacía calentar ni a un adolescente, con otras las puso en cuatro, de patitas al hombro o en “cucharita” y con una repitió estando en cuatro. Todas las mujeres tenían aproximadamente unos treinta a treinta cinco años y eran lo que se dicen “del montón”, salvo Cynthia y otra de cabello corto, que sería interesante conocer. Luego de la cena se apareció Juancito con el libro de cuentos, lo llevé a dormir, pero hubo besos, tocaditas y nada más, insistía con que ya se sentía bien de su colita, pero, se me hacía que mi mujer esa noche no tomaría la pastilla para dormir y no me equivoqué, menos mal que había devuelto el tubito de crema dilatadora y adormecedora a su bolsa de medicamentos. Estaba desatada y tuve que penetrarla tapando su boca porque sus gemidos amenazaban con pasar a la categoría de gritos, lo mejor fue que en la mañana Cynthia me tuvo de punto por la cara de contenta de su madre. Luego de almorzar y después de un largo rato de sobremesa al lado de la pileta, nos preparamos para irnos con Juancito a tomar el helado prometido, para la ocasión de visitar a la abuela se puso un jeans elastizado, pero no había caso, su colita era tan tentadora como cuando vestía el shorcito cortito e hice el viaje con mi nieto prendido y atorado con mi verga en su garganta, le di el gusto por los vidrios polarizados de mi auto y porque no pensaba en tener nada con la abuela, por lo menos ese día no, sólo quería saber cómo se vestía y reaccionaba ante mi presencia. No podía haber sido mejor, nos recibió en su casa vestida de jeans también elastizado que resaltaba sus nalgas duras, medianas y redondas y una remera blanca que atraía las miradas a sus tetas tapadas por un sostén de media copa, calzaba sandalias de taco medio y tenía el cabello suelto, su maquillaje era sutil e insinuantes. Sus ojos brillaron cuando nos vio y estaba seguro que no era sólo por su nieto al que abrazó y besó sin demasiadas efusividades y lo retó porque mascaba chicles, el nene lo tiró, pero ya habían cumplido su función. ¿Cómo anda hoy la reina de la ciudad?, -le pregunté al saludarla con un beso en la mejilla-. Roberto, usted vive haciéndome ruborizar, me lo voy a terminar creyendo y aunque no lo crea, me siento fantástica, no estoy acostumbrada a recibir halagos y a salir a tomar un helado con un hombre tan agradable, en realidad no salgo. Me alegro de que se sienta bien, a mí me da la excusa perfecta para lucirme con una hermosísima mujer del brazo. ¿Del brazo?, pero, pero, tiene razón, yo no tengo que rendirle cuentas a nadie y le aseguro que lo disfrutaré. Me parece muy bien, sólo nos quedaría dejar el “usted” de lado, después de todo, somos casi parientes. Jajaja, tenés razón, vamos a comernos medio kilo de helado cada uno, pero lo haremos en un banco del parque central y mirando el río. Hecho, vos nos guías. Los pezones erectos de sus tetas no se pudieron disimular cuando se tomó de mi brazo y nos dirigimos al auto, pero yo no fijé mi vista en ellos. Luego de comprar los helados nos fuimos a sentar en un banco de las barrancas del parque que tenían vista al hermoso río que se ensanchaba bastante frente al lugar más atractivo de la ciudad. Juancito se puso a tomar el helado sentado en el parque y nosotros en un banco ubicado todo bajó la sombra de un gran árbol que hacía agradable la temperatura y el lugar. Contó de la enfermedad del marido de su vida de trabajo y sacrificio junto a él hasta tener lo que tenían, pero a mí no me importaba tanto eso, me interesó más cuando contó de su soledad. Algo te comprendo, pero no me dan las cuentas o, acorde a mi mentalidad de hombre adulto, es imposible de creer. ¿A qué cuentas te referís? Me decís que tu marido estuvo cinco años postrado y enfermo, hace cinco que sos viuda, además hacés hincapié en lo de la soledad, ¿y tus alegrías?, ¿preferiste aislarte en lugar de otorgarte a vos misma las alegrías que merecías? ¿Vos te referís a salir con otro hombre? Otro u otros, lo importante es sentirse bien y no frustrarse. Y vos no sos de mucho frustrarse, ¿no?, jajaja. Mi mujer es número uno en todo, pero, si la que aparece es discreta, se puede llegar a dar lo que fuere porque yo también soy un tipo muy discreto, claro que cada cual sabrá que lo que se entrega y recibe no pasará de eso. ¿Sólo sexo, sin compromiso y mucha discreción?, ¿es así?, igual no deja de ser un engaño. De acuerdo a lo que pienso, engaño es mentir antes de hacer algo o tratar de aprovecharse del otro. Algo conozco de eso, salí con dos hombres después de viuda, pero, de sexo casi nada y de tratar de acceder a mis activos mucho, eso creo que no pasaría con vos porque tenés tus buenos recursos. Jajaja, ¿estás haciéndome alguna insinuación? ¿Por qué no?, sos un hombre muy interesante y la discreción la doy por descontada, acotó bastante jugada-. A ciencia cierta, vos no sólo sos interesante, sos una mujer muy bella que incentiva todas mis neuronas, pero, siempre suele existir “peros”. ¿Cuáles serán?, si no me decís… En principio, cero celos o condicionamientos y sin pruritos con apertura total a experimentar, pero, nada de hombres, a lo sumo alguna otra mujer en trío. Qué raro me resulta hablar con vos de todo esto, sos taxativo y, sin embargo, no me siento incómoda con ello, debo decirte que, a pesar de ser mujeres de pueblo o de campo y no tan abiertas como las de las ciudades, también tenemos nuestras fantasías. ¿Te referís a estar con otra mujer? Y sí, a veces, al estar sola y no querer compañías masculinas, se te cruzan algunas de esas cosas por la cabeza, pero lo mío es imposible y hasta ahí llego. Respetaré tu silencio, pero creo que debería exteriorizar lo que sentís, claro que con alguien que te inspire confianza, -le dije mientras acariciaba el interior de su muslo-. Es difícil, vos me inspirás esa confianza, pero aún siento mucha vergüenza y esto a pesar que estoy dejando que acaricies mi pierna, no, no, seguí, me gusta y…, aunque no lo esperaba, me excita. Abu, ya terminé el helado, ¿cuándo nos vemos?, -preguntó Juancito-. Bueno, ya nos vamos, llevamos a Graciela, vas al baño y luego nos vamos a casa. Se notó que Graciela se quedó con ganas de seguir, pero no daba para hacer cosas de pendejo inmaduro, ya en el auto le preguntó a Juancito si la madre le haría fiesta para el cumpleaños que sería en cuatro días, yo me había olvidado completamente de eso. El nene le contestó que irían siete u ocho amiguitos del colegio y las madres para pasar el día en la pileta y que no se suspendía porque si llovía se haría en la pileta cubierta. Llegamos a la casa de Graciela, entramos, Juancito se fue para el baño de la planta alta y yo aproveché para abrazar a mi consuegra por detrás, mi bulto se apoyó totalmente en sus nalgas y mis manos acariciaron sus tetas sensibles. Su cuerpo se puso en tensión, pero no renegó de la caricia y el abandono fue total cuando besé su cuello, “seguí, seguí, me encanta y creo que es este momento lo odio a mi nieto, jajaja”, -acotó tirando sus nalgas para apoyarlas mejor. “Mañana te llamo para ver cuando te paso a buscar, estas ganas tienen que concretarse, aunque no me cuentes con que mujer te gustaría acostarte”, -le dije haciéndola girar y le comí la boca con ganas, labios y lengua-. Graciela estaba hirviendo, esa mujer era fuego puro y estaba desperdiciada, luego del beso que ella estiró me preguntó a qué hora pasaría por ella, quedé que en la tarde luego de almorzar y le avisaría. Regresó Juancito y luego de los saludos nos disponíamos a salir y pareció largarse con lo que tenía guardado, “es con tu hija, me encanta y creo que no le soy indiferente”, -dijo para luego quedarse callada y como arrepentida-. Le volví a besar la mejilla y le dije al oído, “muy buena elección”, salí de allí acomodándome la verga y pensando en que todo estaba saliendo redondo, quizás ni siquiera haría falta la droga. Pasé por la heladería y compré dos kilos de helado para mi mujer y mi hija, luego regresamos Me imaginaba a mi consuegra retorciéndose en una cama mientras mi verga la penetraba con ganas y la mano de Juancito acariciando mi bulto me alteró todas las neuronas, “estás todo duro abu”, “es porque pienso en tu colita, sacate el pantalón porque vas a manejar mientras te cojo”, -prácticamente le ordené-. Le faltó gritar de la alegría y se despojó enseguida de su jeans y de su slip, mientras yo me bajaba los míos para dejar mi verga erecta al aire, luego, sin yo pedírselo, se puso a mamarme dejando una enorme cantidad de saliva, a la vez que después se puso con los dedos en su agujerito, de seguido se ubicó sentado encima de mí y tomó el volante con una mano y con la otra acomodó el glande en su agujerito, lo que siguió fue una dulce tortura porque movió las caderas haciendo que el ariete entrara en su interior, estaba apretado por la posición y la insuficiente lubricación, pero se aguantó y pasó de eso. Quejidos, gemidos, algún que otro grito que resonaba en el interior del habitáculo, hasta que terminó por hacer “desaparecer” totalmente a mi verga en el interior de su culo, una camioneta pasó a mi lado a gran velocidad y me tocó bocina, tenía razón, yo estaba disfrutando, pero no era para circular en la ruta a tan poca velocidad y busqué de detenerme en un parador de una estación de servicio, Juancito ni cuenta se daba, estaba en “la de él”, se cogía a gusto subiendo y bajando por mi verga y lanzaba sus gemidos pidiendo más. Me había estacionado oculto por un camión que pareció descompuesto porque le faltaba una rueda, no vi a nadie en los alrededores y, levantándolo para sacarle mi verga pasé a mi nieto al asiento trasero, le quedó el culito blanco parado y mostrando el hueco abierto cuando se arrodilló dándome la espalda y no perdí tiempo, lo volví a penetrar de una haciéndolo quejarse por demás y me moví entrando y saliendo como desaforado. Escuchaba que se quejaba y parecía gimotear, pero no me importaba, la suma de mis pensamientos en el culo de mi consuegra, la calentura que me había agarrado con ella y la colita complaciente de mi nieto lograron lo que quería. Me descargué profundo en el fondo de sus tripas y me quedé un rato dentro de él pellizcándole los pezoncitos, de inmediato pensé que se me había ido la mano, pero los movimientos de sus caderas empujando hacia mi vientre me hicieron saber que aún quería más. “Me dolió mucho abu, pero estuvo rico y tuve cosquillas dos veces”, -me dijo el muy putito-, como sea, noté que tenía un poco de sangre en la verga y usé unos pañuelos descartables para que se limpiara. No se asustó, ya casi no se notaba y salí rápido de allí, me detuve a unos trescientos metros en una banquina ancha y lo hice salir del auto para que expulsara lo que le había quedado en su interior, lo del parador había sido una inconsciencia, hacerlo salir para que fuera al baño a limpiarse podría llegar a complicar todo, felizmente todo salió bien. Faltaba poco para llegar a la casa y le pregunté porque no había dicho nada de la fiestita de cumpleaños. Porque mi mamá invitó a siete u ocho chicos con sus mamás y mis mejores amigos son sólo dos. Está bien, tampoco podés dejar a los otros de lado, hay que hablar y relacionarse con todos, unos son más amigos y otros son menos, pero eso es algo que vas a experimentar durante toda tu vida. Sí, bueno, está bien, pero, Abu, ¿puedo decirle a Marquitos, que es mi mejor amigo que a mí también me cogen? ¡¡¡QUÉ, ¿CÓMO ES ESO?!!!, ¿en que habíamos quedado con vos?, no podés decir nada, pero, ¿cómo es eso que “a vos también te cogen”? No te enojes Abu, yo nunca le diría a nadie que sos vos el que me la mete. Yo quería probar porque Marquitos me cuenta que a él se lo coge el primo desde hace rato y siempre me dice que tengo un buen culito para dejarme coger y que a él le gusta mucho, me invitó un montón de veces a la casa para que el primo me coja, pero mi papá no me deja salir de mi casa a ir de visitas a otras casas. Dejame ver si entiendo, a tu amigo se lo coge el primo y quiere que vos te dejes coger con el primo y por eso querías probar verga, ¿qué edad tiene el primo? Catorce, está por cumplir quince, Marquitos también lo invitó a Luisito que es mi otro amigo, a Luisito le gustaría, pero tiene miedo de que le duela mucho. ¡¡¡Esto es increíble!!!, verdaderamente de no creer… ¿Cuántos putitos hay en tu grado? No sé, el único que me dijo algo fue Marquitos y también lo hablamos con Luisito, de los demás no sé nada, por favor Abu, no te enojes, yo no voy a ir a ver a nadie, vos sos el único que quiero que me coja y tu pito me gusta mucho, -expresó con los ojos llenos de lágrimas-. Está bien, yo te creo y sé que no vas a decir nada, pero todavía no termino de creer eso que me contás. ¿Querés ver unas fotos que me mandó Marquitos en que su primo se la está metiendo?, ayer me mandó cuatro fotos, me pidió que las borrara porque nadie tiene que enterarse y todavía no las borré. No, ahora no me las mostrés porque estoy conduciendo, lo que podés hacer es mandarlas a mi teléfono y luego borrarlas para que nadie te las descubra, luego las miramos juntos. Me pasó las fotos a mi teléfono y borró las que él tenía en el suyo, ya llegábamos a la casa y le dije que después de darnos un baño veríamos de ir a verlas en su habitación. Ingresamos a la casa y dejé los dos kilos de helados en el freezer, las mujeres no estaban cerca y la chica de servicio me dijo que tomaban sol en la parte trasera de la casa. Primero me di un regio baño, había transpirado como marrano en el auto, me puse la bermuda y me fui a hablar con “mis” mujeres. Cynthia tenía puesto un hermoso biquini y me hice a la idea que todavía pensaba que tenía el culo muy abierto, mi mujer se levantó de la reposera para abrazarme y besarme y me ametrallaron con preguntas, casi todas referidas a lo que habíamos hablado y como se había comportado mi consuegra. Les conté que habíamos ido a tomar el helado al parque y les conté una historia de buenos tratos y nada de gestos agrios, amén de la alegría de ver a su nieto… Eso sí, se nota que la pobre tiene una necesidad tremenda de hablar, me contó de toda la enfermedad del marido, de cómo murió, de la soledad, de que está bien así, toda una perorata que aguanté como un Duque, jajaja. ¿No le dijiste que se tiene que dar los gustos íntimos para estar mejor?, jajaja, -preguntó mi mujer-. Ni loco, eso sería entrar en un terreno peliagudo y no sé cómo reaccionaría, preferí escuchar y tratar de pasarla bien, además Juancito se divirtió y eso es lo que buscaba. ¿Dónde quedó mi hijo?, -preguntó Cynthia-. Fue a cambiarse, yo también aproveché a bañarme porque transpiré como un beduino. Otra cosa, no me avisaste qué harías una fiesta por el cumpleaños de Juancito, sabés que yo para las fechas soy un desastre, tengo que comprarle un regalo. No es gran cosa, estarán ustedes dos, mi suegra y vienen unas mamás con sus hijos que son compañeros de colegio, almorzaremos asado y pollos, luego algo de merienda, la torta y listo, no pienso hacerla muy larga. Respecto al regalo, no te preocupes papá, Juancito tiene de todo, aunque podría regalarle un par de juegos nuevos, de esos que sólo él entiende Es buena idea, le voy a preguntar al Técnico en Computación cuales son los dos mejores y veré de tenérselos rápido. De hecho, lo llamé por teléfono, me dio los nombres de los dos juegos y me dijo donde conseguirlos, tendría que hacer unos sesenta kilómetros y era una buena excusa para tomarme un tiempo, ir rápido a comprarlos y meterla a mi consuegra en algún motel, pero no sería al día siguiente para no levantar sospechas y lo dejé para el día posterior. ¿Te olvidaste de nosotras?, -preguntó mi mujer a la que le encantaba el helado-. “Excepto por el helado no había nada que recordar, ¿o me equivoco?”, -dije entrando a la casa para traer el helado que saqué del freezer, enseguida se prendieron a ponerlo en los potes y yo aproveché a mandarle un mensaje a Graciela, “mañana imposible, paso por vos al día siguiente a las diez de la mañana”, luego de enviarlo lo borré, un tema solucionado. Luego de eso hable con Juancito por el tema de los juegos porque me interesaba meterme con él a su habitación y mirar las fotos de su amiguito siendo penetrado, se me habían alborotado todas las neuronas con eso porque cabía la posibilidad de “embocar” a algún culito nuevo, ya que parecía que, sabiendo que había otros que se dejaban coger sin problemas, con la colita de mi nieto no me bastaba. “Vamos a mi cuarto y yo te enseño como se juega y te cuento cuales son los que más me gustan”, -dijo-, algo que me vino bien porque las mujeres estaban entusiasmadas con el helado y sus charlas, “los llamo a la hora de cenar”, -acotó mi hija y eso nos daba un buen margen de tiempo-. Las fotos me pusieron a mil, el primo de Marquitos resultó ser un chico flaco y alto que mostraba una verga, larga y relativamente fina, posiblemente grande para ellos, pero que no tenía ni punto de comparación con la mía, además la usaba moviéndose como un cusquito primerizo que ensartaba a su primera hembra alzada. En la primera foto aparecían juntos como mostrándose y Marquitos mostraba una estampa de gordito querendón de cachetes rosados, flequillo, muslos gruesos y un pitito insignificante, pero sin dudas, daría gusto verlo gozar con mi verga en sus tripas. Las otras tres fotos eran más lanzadas. En una estaba el gordito en cuatro mirando a la cámara con la cara ladeada, en la otra estaba con las patitas al hombro, se veía su pitito chiquito y su cara sonriente entre sus propias piernas, en la última se lo veía de “cucharita”, en ésta no se veía bien su cara, pero su culito parado y gordito era inconfundible, en todas quedaba más que establecido y se veía que se estaba comiendo una buena verga y su cara de felicidad era evidente. “Abu, se te puso el pito duro al ver las fotos, ¿tenés ganas de cogértelo a Marquitos?”, -preguntó mi inquieto y, a estas alturas, lanzado nieto-. No sería mala idea, el culito gordito es tentador, pero no creo que me aguante la verga como lo hacés vos, además no es discreto y puede hablar, -le contesté como una formalidad, pero gustar, me gustaría-. Las fotos sólo me las manda a mí porque quiere que vea como le gusta para que yo coja con el primo, pero tiene terror a que la madre o alguien más se entere, el papá tiene dos carnicerías grandes y ya le dijo que, en cuanto le vea mover el culito como puto le corta los huevos. ¿Por qué le dice eso? Me contó que tiene un primo más grande que se viste como mujer y tiene novio y que un día se armó un lío bárbaro en la casa cuando se apareció y el padre lo echó, ahí fue cuando se lo dijo, sólo Luisito y yo sabemos que le gusta. Igual es un riesgo, nadie debe saber lo nuestro, mejor dejamos de hacerlo porque vos vas a abrir la boca en cualquier momento. Nooo, abu, porfi, yo no le diré nada a nadie, si querés les digo que se queden a dormir y te los cogés a los dos y yo hago de cuenta que duermo para que no sepan. No sé, no sé, dejame pensarlo, -le dije guardando el teléfono y no dejé que diera una mamada como él quería-. Juancito se quedó jugando en la play y me fui de nuevo con las mujeres, mi mujer justo se levantaba porque iba a bañarse y me dijo que se haría dueña del baño por un rato, ya sabía de esto, se metía en la bañera y tenía como para una hora en el baño, por eso, no bien desapareció de nuestra vista, le hice una seña a mi hija y nos fuimos a su habitación. “Todavía tengo el culito muy arritado papi”, -me dijo cuándo la hice apoyar los antebrazos en la cama, pero movía sus caderas con ganas-. Le saqué la parte baja del biquini, el glande se perdió en su vagina empapada y habló con su cara apoyada en las sábanas cuando llegué al fondo de su conducto… ¡¡¡Dios santo!!!, cómo me gusta tu verga, dame más papi, dame más, metela fuerte en el culo si querés, no me importa que me duela”, -expresó antes de estallar en un orgasmo cuyo grito atemperó con su boca aplastada-. Vas a tener que “apurar” a tu suegra, al final me dijo que tiene una fantasía con vos, creo que no se te va a resistir, -acoté mientras bombeaba con ritmo-. ¿Qué te contó?, yo sabía que tenía ganas atrasadas, ¿la cogiste? No, aunque está desesperada por sexo, veremos si se da pasado mañana, vos tendrías que ir mañana a la casa, inventarle que tu marido no te coge bien, que estás mal y tratar de que te de cariño, no creo que sea muy difícil, si se acuesta con vos le tendrás que decir que tienes desde chica una fantasía con tu padre y que eso te tiene mal, veremos después si ella me lo propone al día siguiente y yo aceptaré, que crea que fue ella la que nos pervirtió. Ya entiendo, primero yo, después contigo y al final le hacemos la fiesta los dos, jajaja, sos terrible, pero me encanta la idea, con mi suegra de ladera no te extrañaré tanto. Seguí un poco más que estoy a punto de nuevo, -pidió y un nuevo orgasmo la sacudió cuando la llené-. Ya estábamos en el living sentados cuando mi mujer apareció rozagante después de su baño de inmersión y lo llamamos a Juancito para ponernos a cenar. Las posibilidades de sexo me tenían las neuronas alborotadas, lo de mi hija era fantástico, me resultaba un calco de su madre a esa edad, pero más desatada, lo de mi consuegra se me antojaba como un volcán a punto de erupción y la colita de mi nieto me tenía a mil, sin que tuviera que olvidar a mi mujer y a otras posibles colitas infantiles que aparecieran o alguna amiga de Cynthia que estuviera mal atendida. Decididamente tenía que ejercitarme un poco más y/o en casos extremos usar la “pastillita azul”, ya me había dicho el médico que mi “bobo” funcionaba de maravillas y que podía usarlas sin abusar. Esa noche no hubo “lectura de cuento” para mi nieto, me fui a dormir temprano y, aunque no hice nada, la destapé a mi mujer que dormía a mi lado y admiré su físico de mujer madura, amaba a esa mujer, aun cuando en mi naturaleza no primaba la monogamia. Había tenido a muchas otras, incluso a amigas íntimas de ella, pero siempre estaba ella por delante, ahora era igual, pero mis ganas eran distintas porque cambiaban los protagonistas, muchos eran filiales y, ni hablar de la posibilidad de culitos infantiles, había descubierto que me encantaba eso. En la mañana me levanté más temprano que todos y salí a correr, dos kilómetros de ida y otros dos de vuelta, pude notar que en el campo la oxigenación era fantástica, pero también me di cuenta que estaba un tanto fuera de estado, luego fue una bebida energética, baño y a desayunar. Mi mujer me dijo que le alegraba ver que me “ponía las pilas” nuevamente y Cynthia dijo que tenía que ir a la ciudad porque tenía que sentarse con la suegra a hablar del movimiento de la Estancia. ¿Tu suegra es la dueña de la Estancia?, -le preguntó mi mujer-. No, nada que ver, sucede que cuando quedó viuda anduvo un tiempo con depresión y decidimos con mi marido que ella llevara las cuentas, era una forma de tenerla ocupada, pero ahora se ha diversificado bastante todo y, aunque tiene dos chicas estudiantes de Ciencias Económicas trabajando con ella y no tiene horarios ni presiones, ya no quiere seguir, se nos complica porque habrá que elegir a otro de mucha confianza y a mi marido no le gusta que tomen decisiones “per se” como hacen en los Estudios que suelen dedicarse a esto. Pedile a tu padre que te de una mano, el entiende de números, cuentas, computación y manejo de personal, confianza sobra y se lleva bien con el yerno, podría venir a quedarse dos o tres días en la semana y no lo tengo en casa dando vueltas como león enjaulado. Sabés que tenés razón, lo hablaré bien con ella. Hola, hola, teléfono sonando, alguna me preguntó a mí que opino al respecto, ¿quién les dijo que quiero asumir ese compromiso?, -pregunté por disimular porque me convenía seguir disfrutando de mis culitos filiales-. Dale papi, no es tan complicado, sólo tenés que controlar, todo el trabajo de papelería lo hacen las chicas y las firmas legales la hace un chico recién recibido. Bueno, coméntalo con tu suegra y tu marido, yo vendría a quedarme unos tres días por semana y espero que mi mujer no salga a “revolear las bombachas” cuando yo no esté. ¡Las cacerolas por la cabeza te voy a revolear a vos!, eso sí, si querés que me porte bien, me tendrás que llevar a cenar o una salida los fines de semana, jajaja. Justamente, no dan puntada sin hilo, esto me saldrá carísimo, anda y hablá o hacé lo que debas hacer con tu suegra, -le dije a mi hija que se rio cómplice-. Abu, Abu, después de comer, ¿no me llevás al arroyo a cazar pajaritos y de paso nos bañamos? Yo te llevaría, pero no tengo ganas de andar a caballo, hace mucho calor. Usá el Buggy carrozado que está en el garaje, ese es el que usa mi marido cuando no quiere andar en la camioneta, de paso mamá conoce y no le da tanto el sol. No, no, no, a mí no me cuenten, yo no me voy a pasar toda la tarde metida en el agua sucia o dejando que me piquen los mosquitos o las víboras. No seas exagerada, -le dije rogando para que no fuera, esa tarde era para hacerle la colita a gusto a mi nieto-. A mi dejame en esta pileta o durmiendo la siesta con el aire acondicionado, es más, les hago una vianda abundante y se pueden ir desde ahora, yo almuerzo cualquier pavada, -acotó medio emperrada-. Ni mi nieto ni yo teníamos problemas, Cynthia se fue a ver a la suegra, mi mujer se dispuso a preparar las viandas y Juancito me acompañó a ver el buggy en el garaje, “Abu, Marquitos me mandó otras fotos, pero estas son de él con Luisito, me pidió que las borrara urgente, pero yo quiero mostrártelas, están desnudos y también se chupan los pititos y los culitos, ¿querés verlas?”. ¡Cómo para decirle que no!, le pedí que me las pasara a mi teléfono, lo hizo enseguida, vi una sola y pensé que esa sería una tarde cansadora, verga a pleno, colita y boca de por medio. GUILLEOS1 – Continuará… Se agradecen comentarios y valoraciones.

Autor: GUILLEOS1 Categoría: Tabú

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