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De novio de mi mamá, a mi papá. Juegos discretos.

2023-10-04


Un nuevo hombre llega a la vida de la madre de Ivan. Un puberto de 14 años, quien al recibir la visita de este hombre en su casa, explorara sensaciones prohibidas y en su descubrir se llevara una buena sorpresa.. Curiosidad inocente 1 Desde muy pequeño había tenido una fuerte atracción por los hombres, por aquella esencia marcial, tosca y masculina, que desborda testosterona, siempre tuve una fuerte atracción por aquella energía semental que solo un macho viril puede emanar. Me vuelve loco y hace mi corazón desenfrenarse. Me apasiona el olor de sus axilas, de sus pies y zapatos después de una larga jornada. Me excita sentir la aspereza de su vello facial de tres días raspando mi nuca, su aliento alcohólico mezclado con menta. Su voz gruesa algo rasposa hablándome al oído, mientras siento el peso de su cuerpo sobre el mío. Todo eso y mucho más, es lo que me hace esclavo de cualquier hombre. Mi nombre es Ivan, 24 años de edad. Mexicano. De cuerpo delgado, de tez blanca con bronceado en brazos y piernas. Cabello rubio cenizo, ojos almendrados color café que se vuelven miel al rayo del sol. Labios rojizos cual recién chupado una paleta. De estatura promedio. Con algo de vello en pecho teniendo predominancia en piernas y nalgas. Esto, comenzó hace 8 años con la llegada de un nuevo hombre a la casa. Mi madre había llevado 10 años de soltería, luego de haberse divorciado de mi padre (De quien herede el gusto por el sexo sucio e infiel), tras descubrirlo siéndole infiel con su mejor amiga. Y después de tanto tiempo había optado por darse una oportunidad más en el amor (Eso, y su seria necesidad de sexo). Lo conoció en Hi5, y usaba un alias algo curioso <>. Al principio hablaban por chats de texto, luego, fueron llamadas telefónicas. Mi madre me lo comunicaba en reiteras ocasiones para saludarlo, y esto a mi me gustaba, pues, su voz me resultaba ciertamente muy atractiva y sexy. Esta era gruesa, cálida y varonil. —¡Hola, Ivan! Tu mamí me ha hablado mucho de ti. —¡Enserio! —Mire a mamá sonriente—. ¿Y que te dice? —Pues, que eres un pequeño muy inteligente, que te gustan mucho los videojuegos y que te gusta leer. —Si, me gusta mucho leer. Mi libro favorito es del “Principito” Mi parte favorita son los arboles que crecen mucho —Hablas de los Baobabs —Susurro o exhalación extraña*—. Si, crecen mucho hasta destruir los mundos —Voz airosa*—. Bueno, Ivan. ¿Podrías pasarme con tu mamá? —¿Oye, y cuando te voy a conocer? —¡Muy pronto! Así, pasaron dos años en los que seguí su relación a distancia hasta que un día, ocurrió la sorpresa. Recuerdo que estaba sentado en el comedor, disfrutando de un cereal con leche. Cuando escuche el sonido del timbre ¡Din…Dong…! Me levante de la mesa, y camine descalzo y con short hacia el portón de entrada color café de la casa. Al abrir la puerta, visualice la silueta imponente de un hombre esbelto de espalda ancha y cuerpo musculado. De brazos grandes y velludos que terminaban en manos gruesas, venosas y medianas. Manos tipo tierra. Hombre mediano de unos 1.68 cm, cabello tipo corte militar con una majestuosa barba tipo candado que adornaba su rostro. Mirada hipnotizante y fuerte de color café. Le calcule en unos 38 años de edad. Vestía una playera color verde esperanza, unos pantalones color grises y unas grandes y gruesas botas tipo seguridad. Y a sus costados cargaba una gran maleta de cuero color café, algo vieja. —¡Así, que tu eres el famoso Ivan! —Una brillante sonrisa se dibujaba en su rostro—. Mucho gusto, al fin nos conocemos, yo me llamo Omar —Dijo extendiendo firmemente la palma de su mano izquierda—. Impactado, estreché su mano y sentí un fuerte y delicado apretón. —¡Mucho gusto! Pasa por favor—. Permití que pasara. Rápidamente cerré la puerta del portón y, rebasándolo corrí hacia la puerta de entrada. Y desde abajo llame a mamá de un grito. Esta, bajo de inmediato y al verse ambos se besaron apasionadamente. Ambos estaban sonrientes y muy juntos. Estaba feliz por mamá, pero había algo en lo profundo de mi ser que había surgido, un sentimiento de amor y atracción hacia él. Sentía fuego en mi estomago y mi corazón palpita. 2 Ese día más tarde. Aquel hombre estaba sentado en el sofá cual rey en su trono. Su espalda relajada completamente se hundía en el acolchonado, sus piernas estaban abiertas en V, y sus grandes piernas junto con sus botas le otorgaba una presencia casi de Dios Olímpico. En su mano derecha, sostenía un vaso de refresco que le había servido mi madre. Yo, trataba de mantenerme lo más cerca posible del, esto para poder oler aquel perfume varonil con esencia a roble que se combinaba con olor a sudor. Siempre trataba de sentarme un alguno de los dos brazos del sofá, cambiando ansiosamente de lado a lado. O algunas veces jugueteaba, pasando por detrás del respaldo cuál niño travieso. Toda la tarde, mi madre ocupo la atención de su novio. Tema tras tema, carcajada tras carcajada y una que otra vez caricia leve y besos. Así estuvieron hasta las 11:30 p.m. Cuando se levantaron de la sala y fueron en dirección a su habitación sin decir nada. Yo, rápidamente me senté en el lugar donde aquel hombre se había posado, y adopté su pose para sentirme como él. De inmediato, sentí el calor que había dejado su cuerpo en el acolchonado y en especial aún seguía su olor. Mi cuerpo sentía cosquillas en mi estómago, sentía como mi pene comenzaba a cobrar vida y se endurecía. Lo tome suavemente con mi palma y rose mis dedos por mi glande y sentí aquel liquido traslucido y pegajoso. Y pensando en aquel hombre, lo probé. Era salado y, delicioso. Las horas pasaron, y como a eso de las tres y media de la madrugada. Comencé a escuchar gemidos ahogados, susurros que veían del cuarto de mi madre. El sonar tímido de los resortes del colchón, que se estrujaban con el vaivén de sus cuerpos. El golpeteó opaco del respaldo de madera pegando suavemente en la pared. Podía escuchar todo, pues mi respaldo daba con su respaldo. Era excitante, saber que aquel macho sin respeto tenia sexo sucio con mi madre. Después de eso, los sonidos pararon y solo escuche el retorcerse de los resortes nuevamente para luego escuchar dos pisadas fuertes sobre el piso tapizado de madera. —¡Esas, no son las pisadas de mamá!— De inmediato me levanté y corrí de puntitas hacia mi puerta, y la abrí levemente. Desde allí, pude ver aquel majestuoso ser semi desnudo, solo cubierto por un calzón gris. Que abría la puerta del baño, el cual tenia la luz prendida. Y desde mi perspectiva pude ver el paquete marcado de aquel. Con la puerta entre cerrada. observaba por el pequeño espacio, aguardando su salida. Pero lamentablemente apago la luz desde dentro y salió de este volviendo devuelta con mi madre. Ansioso, espere a que ambos se durmieran. Y esto no tardo mucho, pues, comenzaron a sonar unos leves ronquidos. De inmediato, salí de mi habitación y discretamente abrí la puerta de la habitación de madre. Me hinque en el suelo, y me arrastre al lado donde estaba el. Y lo que halle me dejo perplejo y complacido. En el suelo, estaba aquel calzón que recién traía puesto. También, había dos calcetines tirados y más allá, muy cerca de la frontera entre bajo la cama y la mesa de noche, estaban aquellas grandes botas. Ágil me estire para tomar entre mis manos aquel calzón masculino. He inmediatamente lo inhale. Era un olor indescriptible, olor a macho entre residuos de semen y sudor de testículos. Luego, dejando aquella prenda, tomé uno de los calcetines y lo olí profundamente era un olor delicioso, no muy fuerte, pero a sudor al fin. Y, por último, estaban ellas. Negras y toscas esperando mi catación. En ese momento, los resortes volvieron a sonar. Sentí un impacto en mi corazón y un escalofrió recorrió mi cuerpo. Pero, nada. Solo se había volteado hacia mi madre. Rápidamente, tome una de las pesadas botas, cuidando que no golpearan el suelo. Y apenas las tuve en mi regazo, inspiré profundamente. Aquello fue toda una experiencia de éxtasis. Era un olor delicioso a sudor masculino de pies, mezclado con el olor a cuero de las botas. Fue fantástico. Después de esto, tome uno de los calcetines y me lo lleve a mi habitación. Allí, libere mi pene erecto, aquello era una erección descomunal que hacía palpitar y doler mi miembro. Así, jalándomela mientras apreciaba aquel delicioso olor. Me vine sobre una de mis manos, y tragando mi semen. Aguarde un poco, muy poco y lo embarre sobre el calcetín. Para luego devolverlo a su sitio. Esa, noche surgió un poderoso deseo. Quería tener y poseer a ese hombre sexualmente, deseaba tenerlo para mí, que el me abriera la oportunidad, de besar y lamer sus pies desnudos. Deseaba poder quitarle aquellas botas, que el las tuviera puestas y en ese instante disfrutarlas. Deseaba probar su verga y poder hacerlo venir en mi boca. 3 Ese dia en la mañana. Omar estaba desayunando en el comedor, comía un plato de cereal con plátanos picados. Yo iba bajando las escaleras y el de inmediato al verme me regalo una calida sonrisa, y una enérgico buenos días. A lo que le regale una sonrisa y un buenos días. Entre a la cocina, y dentro estaba mi madre preparando el desayuno. (Huevos a la mexicana). Tomé un tazón de la alacena y me serví leche, para luego poner el cereal y revolverlo. Salí al comedor y sin pensarlo me senté junto a él. De inmediato note, que traiga puesto un short color blanco con rayas verdes, de equipo de un equipo de futbol. Y traía puesto unos tenis, con los calcetines de anoche. Esto, me emociono pues le había regalado una parte de mí. Sentado junto a él, podía escuchar su masticación crujiente, y su respiración al hacerlo. Podía percibir su aroma y esencia. Podía mirar de reojo sus penetrantes ojos, que miraban fijo a mi madre que estaba justo en su rango de visión. Podía apreciar sus espesas cejas que parecían güeras por la luz que entraba por el cancel. Estaba hipnotizado. De pronto, se levanto de la silla, con el tazón vacío en la mano y entro en la cocina. Dejo este en el fregadero, y abrazando a mi madre por la espada, le beso el cuello. Ambos parecieron dar un pequeño baile de lado a lado, para luego soltarla y regresar de nuevo al comedor. De inmediato note que su pene estaba semi erecto. Esto, me hipnotizo y no pude despegar mi mirada de su miembro, que parecía erectarse más. O quizá, solo había sido una ilusión mía. Pero, esto me causo una nueva erección en mi cuerpo. Mi verga esta super parada, palpitaba y dolía expandiéndose con fuerza. Rápidamente, introduje mi mano hábilmente para adoptar la pose de guillotina y no se notará mi erección. Aquel hombre se había sentado en el sofá para ver el futbol. Escuchaba las voces del comentarista y el sonido de las trompetas de los fanáticos. Cuando de pronto su voz, destaco del resto. —¿Ivan, a ti te gusta el fut? —¿He?… —Dije instintivamente sin voltear para que no notara mi erección. —¿Qué si a ti te gusta el futbol? —Volvió a preguntar un poco más fuerte. De inmediato mire en su rostro aquella sonrisa curiosa y amable que me invitaba a pasar el rato con él. Miraba el brillo de sus ojos, y el masticar pícaro de su boca al pasar entre sus dientes un chicle. Me quede paralizado, no sabia que hacer. —¿Ivan?, estas bien?—. Escuche hueca y lejana su voz. Mire la silueta borrosa de mi madre asomarse por la puerta de la cocina. Y de pronto todo volvió para volverse nítido. Gire mi cabeza y el parecía molesto, pues, su mandíbula se había elevado. Quizá, creyó que lo había ignorado. —Perdón, es que me sentí como un mareo. —¿Un mareo? ¿Estas bien? —Intento levantarse del sofá. —Si, no te preocupes a veces me pasa —Rápidamente, me senté en el brazo del sofá donde el estaba. Allí, estaba aquel delicioso olor, y sin saber porque no podía dejar de mirar su atractivo perfil. De pronto se estaba levantando del sofá cuando me pregunto si podía entrar a mi baño —Claro, puedes entrar estas en tu casa, je je—. Sin más, fue a mear. Y al volver me dio una leve palmada en mi hombro y me dio las gracias. 4 Los días transcurrieron monótonos y sin nada interesante. A veces salíamos de paseo, para recorrer la ciudad. Omar siempre abrazaba a mi madre. Ella, era el centro de atención. Cuando íbamos a comer a restaurantes el tema y las risas eran con ella. Y yo, solo era el mal tercio. ¿Por qué no yo? ¿Por qué no puedo tener alguien que me ame así? Sentía envidia de mi madre. Y en una de nuestras salidas, demostré mi molestia e indiferencia. Cosa que el noto. Estábamos paseando por un parque del centro de la ciudad. Pasábamos junto a los agapangos, al fondo estaba el gran quiosco pintado de blanco, y sobre nuestras cabezas se hilaban triángulos de plástico de diversos colores. Yo iba del lado de mi madre, quien me quiso abrazar. A lo que yo respondí con frialdad y me alejé. Ambos se giraron mirándome desconcertados, y de inmediato corrí hacia el quiosco. Mi madre intento ir hablar conmigo, pero, el se adelanto y vino a mi encuentro. —¿Qué tienes, Ivan? ¿Por qué te fuiste así? ¿Hay algún problema? ¿Estas enojado mamá o conmigo? ¿Te estoy incomodando? —Dijo sentándose junto a mí, sobre un escalón. Yo me quede en silencio—. Escucha Ivan, yo quiero mucho a tu mamá. Tu mamá es todo para mí, la adoro. Y tú, eres su hijo y entiendo que sientas que te estoy de alguna manera quitando a tu mamá. ¿Es eso verdad? —¿Creo? —Dije con voz ronca, y cabizbajo. —Ok, ok. Comprendo, pero yo soy el novio de tu mamá. Y perdón que te lo diga, pero, es lo que hacen los novios. Se abrazan, se besan. Tu sabes. Están juntos durante el tiempo que pueden estarlo. Tu sabes, que pronto regresare a mi trabajo, y que no voy a ver a tu mamá hasta halla puente o vacaciones. ¿Comprendes, ¿verdad? —Me miro como si de un perrito se tratase. En ese momento, comprendí que debía apelar por un tema que no lo hiciera sentir culpable y que de alguna manera le hiciera sentir compasión por mí. Y de inmediato apele por el de la pubertad. —Es que… Es que… No sé qué hacer, la verdad, no sé ni quien soy. No se que hacer. Ni yo me aguanto. Y esto me desespera, no se ni que onda con mi vida. —Entiendo, yo también estuve en esa etapa de no saber ni que onda. Esa etapa en la que todo te molesta, te chocha y te saca de onda. Por que sientes que nadie te entiende y es normal. Sabes, yo creo que lo que tu necesitas es alguien que te comprenda y sea tu amigo. Y si, tu me lo permites, yo puedo ser ese amigo para ti. ¿Qué dices? En ese momento, sentí mi corazón latir rápidamente. Había caído en mi juego y ahora el me proponía estar más cercas de mí. —Horale, me parece chido—. Dije chocando los puños con él y dándole un fuerte abrazo. El cual aproveche para inhalar su olor. Todo había quedado perfectamente bien entre el y yo. Y entonces seguimos con el paseo. 5 Una noche antes de que se fuera. Recuerdo que eran como las cinco de la madrugada y escucho los resortes de la cama de mi madre moverse. Y de nuevo aquellas pisadas, fuertes y pesadas. Lo escuché caminando hacia la puerta, y lo oí bajar las escalares. Cosa que me extraño. Salí de mi habitación y desde la escaleras escuché como cerraba la puerta del baño de abajo. ¡Achiz!, por que no fue al baño acá arriba pensé. De pronto recordé que el baño de abajo tiene una pequeña ventana alargada por lo ancho que daba a las tejas del cuarto de lavado. Y que yo, podía llegar hasta este, por el tejado por fuera de mi ventana que circundaba la fachada y que se daba justo por encima de aquellas tejas. Por lo que, sin hacer ningún ruido, abrí mi ventana y me escabullí por el tejado hacia el patio. De allí, bajé al tejado sobre el cuarto de lavado y me acosté sobre este. Y repte hasta ver el interior del baño que tenia la luz encendida. Allí, aprecie el espectáculo más maravilloso de toda mi vida. Aquel hombre maravilloso estaba recargado en la pared del suelo del baño, completamente desnudo. Pude ver su cuerpo bronceado, su pecho lleno de un espeso vello oscuro, el cual, descendía por su abdomen y se fusionaba con su abundante vello púbico. Sus piernas estaban extendidas y sus grandes pies eran dos obras de arte. Y su verga, era enorme y gruesa. Pues, media 18 centímetros de largo. Su tronco estaba cubierto por la palma de su mano que recorría al principio y de manera lenta toda su longitud. Su verga era un poco más morena que su tono de piel, tenia unos grandes y peludos testículos, que semejaban dos cocos, llenos de leche tibia. Su glande era rosado y cabezón. Su verga era jugosa y de inmediato note que mi verga también estaba parada. Y junto con el e imitando sus movimiento comenzó a seguirle el paso. Su mano comenzó a moverse cada vez más rápido. Cada cierto tiempo, quitaba su palma de su pene grueso y suculento. Para lamerla y seguir con el trabajo. Frotaba de arriba abajo, cada vez con más fuerza. ¡Fap! ¡Fap! ¡Fap! Su respiración se entrecortaba en jadeos ahogados. ¡Ahh…! ¡Ahh…! Y al mismo tiempo y de manera casi sincronica, de nuestros penes broto un chorro de semen. Lo mío fue muy poco, solo dos expulsiones bastaron. Pero a él le broto un chorro muy abundante. Su leche tibia y viscosa había caído sobre su abdomen marcado y había manchado también su barba de candado. Entonces gire para recoger mi propio semen y tragarlo, pero de pronto, note que él se había levantado de golpe y que me estaba observando con un mueca de sorpresa en su rostro. Nuestras miradas estaban cruzadas, nuestros penes erectos y nuestras manos en la masa…

Autor: GANGCHARLYBANG Categoría: Tabú

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MI NUEVA VECINA Y SU PEQUEÑA HIJA DE 10 PARTE 2

2023-10-04


Continuación del relato… ahora si voy por la pequeña Lorena. Esa misma noche, después de cerrar la tienda, me arreglé un poco en mi vestimenta, me perfumé, tomé algunas frutas para llevarles a mis vecinas y poco después me encontraba al frente de la casa que me había indicado Lorenita tocando el timbre… me abrió la puerta Lucero, haciéndome pasar inmediatamente… ya adentro, me abrazó y me dio un jugoso y prolongado beso en la boca… mi mano reaccionó y le agarraba una nalga mientras seguíamos abrazados, luego de unos segundos se apartó de mi Lucero – gracias por venir don Pedro Yo – gracias a ti por invitarme Lucero estaba vestida con la minifalda en jean que le regalé, con una camisa negra bastante trasparente, era evidente que no tenía puesto bra, puesto que se traslucían sus tetas y sus pezones se marcaban demasiado sobre la tela… y unos zapatos de tacón alto, que la hacían ver más alta, más esbelta, más nalgona, más sensual y provocativa Yo – que hermosa estas hoy Lucero, me encanta verte vestida así, como la putita callejera que eres Lucero – gracias don Pedro, me vestí así muy especialmente para usted, como sé que le gusta verme en faldita, me puse la minifalda que usted me regaló… pero siga a la sala y se sienta, está en tu casa Yo – te traje estas cositas de la tienda, espero las disfruten Lucero tomó la bolsa y la puso sobre la mesita de centro y se sentó a mi lado en el sofá junto a mi Lucero – no me diga don Pedro que me trajo la salchicha que tanto me gusta Su mano buscó el cierre de mi pantalón, el cual abrió con mucha destreza y sacó mi verga que ya se encontraba medio tiesa y empezó a masajearla suavemente Lucero – me encanta esta salchicha don Pedro, es tan grande, tan gruesa, tan caliente Se inclinó sobre mis rodillas, metiéndose la pija en la boca y empezó a mamar con fuerza la punta, mientras seguía sobándomela con la mano… yo la agarré de la cabeza, acariciándole el cabello Yo – que rico chupas verga perra… aaaaaagggghhhhh… se te nota que te encanta la pija Lucero chupaba cada vez con mayor fuerza y más profundo, hasta que mi verga entera desaparecía dentro de su boca, para volver a salir y volver a sobarla Lucero – está deliciosa don Pedro, pero yo quiero probarla bien Me soltó la pija, se puso de pie frente a mí, dándome la espalda y se sentó sobre mis piernas, acomodando mi salchicha en la entrada de la chocha, yo separé las piernas para facilitarle la tarea y termino de sentarse sobre mi verga, metiéndosela toda hasta el fondo… aaagggghhhhh… se escuchó como gemía de placer… uuuufffff…. Sentía delicioso como le entraba toda, hasta el último centímetro en esa humeda y caliente cavidad, que se la devoraba con ganas y desespero… Lucero se empezó a mover suavemente adelante y atrás con toda mi verga adentro Lucero – me encanta sentir esa salchicha bien adentro don Pedro, está muy ricaaaa Yo – es toda tuya mi putita, disfrutala… uuummmm… ssssiiiiiii… veo que no te pusiste calzones hoy preciosa Lucero – como sabía que usted vendría, olvide ponerme calzones hoy Mis manos agarraron sus tetas sobre la blusa, y mis dedos jugaban con sus pezones que estaban bien duritos y paraditos Yo – aaaggggghhhh… y veo que tampoco te pusiste brasier Lucero – espero que le guste encontrarme vestida así don Pedro Yo – ssssiiiiii… me encanta que seas bien puta Lucero… me encanta que andes mostrando el culo y las tetas… eres una zorra calienta vergas Lucero seguía moviéndose de adelante hacia atrás suavemente sobre mi verga, haciendo que se me hinchara cada vez más, mientras yo le seguía manoseando las tetas… cuando en eso, vemos que Lorena viene bajando por las escaleras… yo le solté las tetas a Lucero y ella se quedó quieta, pero seguía bien ensartada sobre mi verga… como la faldita era tan cortica, tenía toda mi verga adentro, sin necesidad de tenerla enrollada en la cintura Lorena – buenas noches don Pedro Yo – hola preciosa, como estas ???? Lorena – bien don Pedro, gracias Lorena también tenía puesta la minifaldita que le regale, que a duras penas le cubrían sus hermosas y redonditas nalguitas, traía también una camisetica de tirantes que dejaba ver su ombligo y se le marcaban demasiado esas téticas que estaban creciendo y esos pezones querían romper la tela y escapar, también calzaba unas sandalias con un poco de tacón, que la hacían ver más alta y sensual… uuufffff, era un espectáculo verla caminar vestida así… como puede una niña de 10 años, ser tan sexy y tan provocativa… uuufffff… y yo teniendo a su mami bien ensartada en mi verga… ssssiiiii… era lo máximo Lorena – mami, que haces sentada en las piernas de don Pedro ??? Lucero – le estaba diciendo a don Pedro, lo mucho que le estamos agradecidas por su atención con nosotras y lo mucho que lo queremos Lorena se acercó a nosotros Lucero – hija por favor, tráele una cerveza a don Pedro Lorena se dirigió a la cocina y de inmediato Lucero se puso de pie, sacándose la verga, se giró hacia mí me agarró la pija con la mano y me susurro al oído Lucero – no la guardes aun Me dio un beso en la boca y me tapo la verga con la parte de debajo de mi camisa, se arregló su faldita y en eso llega Lorena con la cerveza y me la da en la mano Lucero – voy a la cocina a terminar de preparar la cena… Lore, por favor atiende bien a don Pedro Lorena – y yo también puedo sentarme en las piernas de don Pedro???? Lucero – claro que si hija… así le demuestras lo mucho que lo queremos Lucero entró a la cocina y Lorenita se sentó de lado sobre mis piernas abrazándome y dándome un delicioso y húmedo beso en mi mejilla… podía sentir ese culito moviéndose sobre mis piernas Lorena – gracias por venir don Pedro Yo – gracias a ti por ser tan hermosa y especial conmigo, te ves muy linda con esa faldita Le pasé una mano por su cintura y la otra mano la puse sobre su pierna, Yo – cuéntame cómo vas en la escuela Lorena – bien don Pedro, ya terminamos exámenes y ya casi salgo a vacaciones Yo – espero entonces que ahora si puedas pasar por la tienda a visitarme más seguido Lorena – claro que si don Pedro, pero me toca ir sola, porque mi mamá va a estar ocupada por unos días… le va a dar clases a unos compañeros de la escuela que van regular en matemáticas Yo – va a dar clases en la escuela??? Lucero – les va a dar unas clases de refuerzo aquí en la casa… mi mamá dice que esa platica extra nos viene muy bien Yo – que bien, así tu también vas a poder jugar con ellos aquí en la casa Lorena – a mí no me gustan los niños de mi edad, me gustan ya grandes Yo – y tu mami te da permiso de tener novios más grandes que tu??? Lorena – con mi mami hicimos un trato… ella va a dejar que sus amigos vengan a jugar conmigo, con la condición de que yo traiga a mis compañeritos de la escuela para que vengan a jugar con ella Yo – eso está muy bien… eso quiere decir que van a compartir los novios Lorena – solo si yo quiero, y tengo que traer a la casa los compañeros de la escuela que ella diga Yo – ven acomódate mejor y me cuentas bien cómo es eso La tomé por la cintura y la acomodé de espaldas a mí, me levanté la camisa dejando totalmente libre mi verga y corrí un poco a Lore hacia atrás, hasta que sus nalguitas quedaron sobre mi tranca, como su faldita era tan corta, pude sentir sus nalguitas desnudas moviéndose sobre mi pija Yo – entonces te gustan los hombres mayores??? Lorena – mi mamá me contó que cuando ella tenía mi edad, también le gustaban los hombres mayores Yo – te gustaría tener un novio mayor, así como yo??? Lorena – pero solo a escondidas don Pedro, solo mi mamá se puede enterar Yo – entonces, quieres ser mi novia a escondidas??? Lorena – ssssiiiiiii don Pedro, usted me gusta mucho Yo – entonces regálame un besito princesa Lore giro su carita le tome la mejilla con una mano y la bese en la boca, al comienzo fue solo un besito tímido y pequeño, pero luego mi lengua abrió su boquita, buscando su lengua y morderle suavemente su labio, Lorenita respondió abriendo su boquita y pronto también ya estaba mordiendo mi labio… pronto una de mis manos acariciaba sus téticas sobre la camisetica y mi otra mano se abrió paso entre sus piernas hasta llegar a su conchita Yo – no te pusiste panty hoy??? Lorena – es que no me gustan… yo quiero ponerme tanguitas… entonces mi mami me dijo que, si no me gustaban mis pantys, entonces que no me pusiera nada, hasta que pudiera comprarme mis propias tangas Yo – me parece una excelente idea Lorena me seguía besando jugando con mi lengua, mientras mi mano empezaba a acariciar su rajita y mi verga se restregaba contra sus nalguitas y le manoseaba las téticas con la otra mano, pronto pude sentir como se humedecía su entrepierna y empezaba a gemir muy suavemente Lorena – que es eso tan duro que tiene ahí abajo don Pedro??? Yo – es que se me puso dura la pija por tu culpa Lore se corrió hacia atrás, haciendo que mi verga asomara entre sus piernas… se quedó mirándola fijamente y su manita la agarro tocándola con curiosidad Yo – ya habías conocido una de esas antes??? Lorena – solo por internet, es la primera vez que veo una de verdad Seguía acariciándola y mirándola con detenimiento Yo – te gusta??? Lorena – es más grande y gruesa en persona y está muy caliente Yo – se pone así porque tú le gustas mucho Lorena – le parezco bonita don Pedro??? Yo – me gustas mucho preciosa, desde que te vi por primera vez en la tienda Le tomé su mano con mi mano, haciendo que asomara la cabeza de mi verga, que estaba roja y goteando líquido y le enseñe a pajearme Yo – mira preciosa, si la sobas así, se siente muy rico Le solté la mano y ya ella lo hacía solita y miraba como asomaba la cabeza en cada caricia Yo – eso es preciosa… ssssiiiiiiii…. Que ricoooo… aprendes muy rápido Mis manos pronto subieron su blusita, dejando al aire esas téticas que empezaban a crecer y comencé a jugar con sus pezoncitos pequeños pero muy ricos y paraditos… Lorenita sin dejar de sobarme la verga, se fue corriendo hacia adelante, hasta que mi verga quedó pegada a su entrepierna, y con la mano la acercaba más a su conchita, hasta que quedaron muy juntas y empezó a mover su chocho sobre todo el tallo de mi verga, uuuffff… podía sentir sus labios a lo largo de mi pija de arriba abajo, tenía aprisionada mi verga contra su pequeña vagina, podía sentir como se restregaba contra mi verga, cada vez más fuerte y más rápido y empezó a soltar pequeños gemidos de placer Yo – te gusta ??? Lorena – ssssiiiiiii…. Se siente más rico que cuando lo hago con mi oso de peluche Yo – lo haces con tu osito de peluche ??? Lorena – sssiiiii… me gusta restregarme contra mi osito cuando estoy sola en mi alcoba Yo – y te gusta mas hacerlo con mi verga???? Lorena – ssssiiiiiiiiii Se empezó a mover con más desespero y su respiración se hizo entre cortada, yo me sentía en la gloria mientras le seguía manoseando las téticas Yo – disfruta mi Lore, mi verga es toda tuya Lore con su manita, apretaba mi verga contra su conchita, Casi podía sentir con cada movimiento, que la cabeza de mi verga empezaba a entrar un poco en su pequeña vagina que ya estaba super mojadita… Lore ya se restregaba contra mi verga con desespero, hasta que una serie de pequeñas convulsiones me hizo saber que se estaba corriendo sobre mi Lorena – aaaggghhhh…. Uuummmmm Yo – te gusto??? Lorena – ssssiiiiii don Pedro, se siente muy rico Yo – ya sabes que puedes jugar con ella cuando quieras, o puedes ir a la tienda cuando quieras verla Lorena – gracias don Pedro Mi lengua volvió a buscar su boca y Lore me la chupaba con desespero mientras seguía acariciándome la verga entre sus piernas y mis manos jugaban con sus téticas Yo – pero quiero que cuando vayas a visitarme a la tienda, vallas siempre en faldita y sin ropa interior Lorena – bueno don Pedro… pero me dejará tocarla en la tienda??? Yo – te prometo que siempre que llegues a la tienda, me voy a sacar la verga del pantalón, para que puedas jugar con ella Lorena – sssiiiiiii, eso me gustaría mucho Yo – y te voy a comprar muchas falditas muy corticas y blusas trasparentes, para que te pongas cuando vayas a verme Lorena – ssssiiiii don Pedro… quiero mucha ropa así, como de mujer adulta… quiero verme muy bonita Yo – te vas a ver hermosa y sexy, como la más putita del barrio Me seguía sobando la verga como masturbándome deliciosamente, con esas manitas de niña de 10 años Yo – aaaayyyyyy Lorenita… se siente muy rico como me sobas la pija Lorena – las había visto en internet, pero nunca había podido tocar una de verdad, se siente muy dura y caliente Yo – puedes jugar con ella todas las veces que quieras Lorena – también veo en internet, como las meten en la cuquita y en el culito Yo – te gustaría probar??? Lorena – en los videos se nota que las mujeres disfrutan mucho con esa cosa adentro Yo – si quieres, puedes tratar de meterla Lorena – pero está muy grande, no creo que me entre, me va a doler mucho Yo – pues entonces intentemos meter solo la puntica, solo la cabeza Lorena – hace unos días tomé a escondidas de mi mami, una zanahoria que compró en su tienda y traté de metérmela por la cuquita Yo – y te gustó ???? Lorena – solo me entro un poquito, porque me dolía mucho, pero luego de un rato, se sentía rico Yo – entonces ensayemos con la puntica de mi verga, a ver si te gusta Lorena – pero es mucho más grande que la zanahoria Yo – si no te gusta, la sacamos y no jugamos mas Lorenita no se hizo de rogar… se acomodó mejor, recostando su espalda sobre mi pecho, abriendo las piernas, levantando las rodillas y apoyando sus pies sobre mis rodillas, tomó mi pija a dos manos y apuntó la cabeza a la entrada de su chochito… con mi mano, traté de abrir bien esos pequeños labios vaginales y pude sentir que estaba muy mojada y lubricada, mientras mi otra mano jugaba con uno de sus pezones… luego, muy lentamente, ella misma fue introduciendo la punta de la verga entre sus labios vaginales, moviendo suavemente sus caderas, acariciándome la pija con su chocho… su respiración se hizo más profunda y pude sentir como la cabeza empezaba a entrar suavemente, hasta que entró toda… ahora con su manita, empezó con el mete y saca muy lentamente, sin dejar de mover sus caderas… mi mano derecha, ahora buscaba su pequeño clítoris, para empezar a jugar con el Lorena – aaaaayyyyyyy don Pedro… está muy grande Yo – te duele ??? Lorena – sssiiiii… me duele un poco Yo – quieres que la saquemos ??? Lorena- nnnnoooooo don Pedro, se siente mejor que la zanahoria Sus movimientos de cadera, eran cada vez más acelerados y profundos, haciendo que mi verga entrara cada vez un poco más en esa estrecha y deliciosa chochita Yo – aaaaayyyyyy Lorenita… que rica estas… ssssiiiiiii Lorena – aaaaggghhhhh… se siente muy rico don Pedro Yo – ssssiiiiii…. Mira que ya casi te entra toda amor Lorena – ssssiiiii…. La quiero toda adentro Su manita soltó mi pija, bajó sus pies de mis rodillas y empezó a darse sentones solita, metiéndose toda la verga hasta los huevos Yo – aaagggghhhh…. Sssiiiiiii… que apretadita estás amor, estás muy rica Lorena – aaagggghhhh… don Pedro… se siente muy rica su verga bien adentro Yo – ven amor, voltéate La ayude a zafarse de mi verga, para girarse, quedando de frente a mi, luego subirse sobre el sofá, con una pierna a cada lado de mi cuerpo, con la faldita totalmente enrollada en su cintura y bajar su cuerpo, agarrar mi polla y dirigirla a la entrada de su cuquita y dejarse caer deliciosamente, clavándose toda mi verga de un solo golpe Lorena – aaaaagggghhhh… que verga tan rica tiene don Pedro, me gusta mucho Yo – ssssiiiii… mira que ya te entró toda zorrita, ya tienes toda mi verga bien adentro Lorena – no quiero que me la saque nunca… la quiero toda bien adentro… aaaaggghhh Le tenía agarradas las nalguitas, mientras ella solita se movía con desespero adelante y atrás, luego en círculos y luego de lado a lado sobre mi polla… quería besarla, pero su rostro quedaba más abajo del mío… y cuando levanté la mirada, pude ver a Lucero, parada en la puerta de la cocina, con las piernas abiertas, una mano levantándose la faldita y con la otra mano se estaba masturbando con un pepino… nos miraba directamente Lorena – aaaggghhh… se siente más rico de lo que pensé Yo – sssiiii… tienes esa chochita bien apretadita amor… aaaggghhh… que ricooo Ahora Lorenita pasó sus brazos sobre mis hombros, saltaba sobre mi verga, cabalgándola deliciosamente, metiéndosela toda hasta los huevos… las paredes de su virginal cuquita, me estaban apretando toda la verga… sus gemidos de niña gozando con una verga adentro, me tenía a punto de explotar… volví a mirar hacia la puerta de la cocina, y ahí seguía Lucero, recostada sobre la puerta, acariciándose una teta sobre su trasparente blusa, mientras la otra mano, movía frenéticamente el pepino entre su raja, hasta que se empezó a correr a chorros sobre el piso, y con varios espasmos retorcía su cuerpo, casi sin lograr mantener el equilibrio… un par de segundos después, pude sentir como Lorenita acelerando su respiración, se empezó a correr también, soltando unos pequeños chorros de líquido sobre mis piernas Lorena – aaaaaggghhhhh… don Pedroooo… que ricoooooo Se quedó inmóvil sobre mi cuerpo, con toda mi verga adentro, contrayendo las paredes de su joven vaginita sobre mi verga, varias veces, apretándome fuertemente con sus brazos… al sentir esas contracciones de su cuquita sobre mi polla, no pude resistir más, mis manos apretaron con fuerza sus nalguitas, tratando de metérsela más adentro y mi verga se hinchó aún más y empezó a explotar escupiendo chorros y más chorros de semen sin parar Yo – aaaaggghhhh… sssiiiii… que rico me sacas la leche putita… aaaggghhhh Las paredes de su vaginita seguían contrayéndose en varios espasmos más, sacándome hasta la última gota de leche de mis huevos… luego de unos segundos, con las ultimas contracciones de su deliciosa corrida, y su agitada respiración, Lorenita levanto su rostro y sus labios buscaban los míos… yo la abracé fuerte, para que no se saliera mi verga y nos fundimos en un delicioso beso con lengua… luego del cual, busqué con mi mirada a Lucero en la puerta de la cocina… allí estaba ella, chupando el pepino, mientras me guiñaba el ojo y se entró a la cocina Yo – te gustó ???? Lorena – mucho don Pedro, nunca había sentido algo parecido, es mucho más rico que mi oso de peluche y que la zanahoria Yo – a mi también me gustó mucho preciosa, tienes esa cuquita muy apretadita y rica Nos volvimos a besar y lentamente se levantó, haciendo que mi verga saliera de esa pequeña cueva, mientras restos de mi leche escurrían entre sus piernas Esa noche no pasó nada más, terminamos la cena alegremente, sin que Lucero ni Lorenita hicieran algún comentario sobre lo sucedido… al despedirme, besé a Lucero mientras la abrazaba y le agarraba una nalga sobre su faldita, y luego con mis brazos, levanté a Lorenita, apretándola contra mi cuerpo y agarrándole el culito con una mano también la besé en la boca… Al día siguiente hablé con Lucero en la tienda Lucero – cuando yo tenía la edad de mi hija, estaba locamente enamorada del viejo de la tienda, quería que me viera bonita, hubiera querido que me besara y me tocara, hubiera querido sentir su verga adentro de mi, pero mi familia me controlaba mucho y nunca pasó nada, me tocaba conformarme con meterme algún juguete mientras fantaseaba con ese viejo… por eso quiero que mi hija pueda disfrutar y experimentar todo lo que yo no pude Yo – tu hija es muy especial para mi Lucero Lucero – por eso mismo quiero que no la vaya a lastimar… quiero que hagan solo lo que ella quiera, no la vas a obligar a nada Yo – te doy mi palabra que solo haré lo que ella quiera, cuando ella quiera, y la protegeré con mi vida Lucero – yo le dije que podía tener el novio que quiera, cuando quiera… le dije que, si quería tener un novio mucho mayor que ella, yo no lo iba a impedir… pero con la condición que no lo cuente a nadie, que sea nuestro secreto Yo – yo sabré mantener ese secreto también Los siguientes días, Lorenita venía a la tienda a visitarme y comprar alguna golosina… siempre venía en faldita… yo atendía rápidamente a los clientes que hubieran, y cuando salía el ultimo, me sacaba la verga de pantalón detrás del mostrador Yo – hola mi princesa, que agradable sorpresa Lorena – buenas tardes don Pedro Yo – bienes por tu pirulín ??? Lorena – si señor, me gusta mucho ese pirulín Yo – te pusiste calzones hoy ??? Lorenita se levantaba su faldita por la parte de adelante, mostrándome su rajita juvenil y sin pelitos aun Lorena – no don Pedro, nunca me pongo calzones para venir a su tienda Yo – que putita eres Lorena, eso me gusta mucho… ven acá detrás del mostrador, para que puedas jugar un ratico con tu pirulín A Lorenita le gustaba sobarme la verga siempre… yo me sentaba en una butaca atrás de la caja registradora y Lorenita se escondía detrás del mostrador, mientras me pajeaba bien rico… pronto aprendió a mamar verga, y en algunas ocasiones, entraba algún cliente a la tienda, pero no podía ver que detrás del mostrador había una pequeña niña de 10 años mamándome la verga… cuando no había clientes en la tienda, aprovechaba para llevar a Lorenita a la parte de atrás, y darle lengua en ese chochito… también me encantaba darle dedo estando parada detrás del mostrador, y a veces la sentaba en mis piernas, con la verga bien adentro… luego de cerrar la tienda en las noches, venia Lucero a llevar a crédito algunas cosas, claro que también venía en faldita y sin calzones, y siempre la enviaba a casa bien llena de leche por todos sus agujeros En una ocasión, Lucero me pidió el favor de cuidar a Lorenita después de cerrar la tienda, mientras ella le daba clases particulares a un pequeño compañerito de su hija… estábamos en su casa, Lorenita y yo estábamos en su alcoba, mientras Lucero daba clases al pequeño en la sala… ese día por fin, pude estrenarle el culito a Lorenita, y luego de dejárselo bien lleno de leche, me asomé a la sala, y pude ver a Lucero, chupándole la verga al pequeño niño de 10 años sobre el sofá… esa mujer era tan pervertida como yo, y eso me encantaba… tenía a mis dos putitas para mi, para usar a mi gusto y mi antojo… siempre vestían como putas callejeras para mi, y varias veces pude meterle mano a Lorenita mientras su mami estaba cerca, y también me encantaba manosear a Lucero cuando su hija estaba por ahí cerca Yo quiero culearmelas a las dos al tiempo, hacer un delicioso trio con la mamá y la hija, pero Lucero me dice que mejor vamos llevando las cosas poco a poco, sin forzar nada y sin obligar a Lorenita a nada… pero esperamos pronto poder hacerlo

Autor: VIEJOMORBOSO Categoría: Tabú

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Las niñas de mi barrio 6

2023-10-04


Continua la historia de cómo Anita empezó a tener sexo con otras personas que no eran su padre. Las niñas de mi barrio 6 Capitulo sexto del inicio de Anita Gracias a todas las personas que me han escrito a mi correo electrónico. Debo aclarar que esta historia se desarrolló el los 70´s. Esta era una época en la cual no había comunicaciones como hoy en día. Debido a las situaciones relatadas no es posible que exista la posibilidad de fotos y mucho menos vídeos pero los personajes son reales y la mayoría de situaciones lo fue también. Por obvias razones los nombres fueron cambiados. Continuando con la historia. Pasaron unos pocos días en las cuales Anita no tuvo sexo con su padre y fue por recomendación de la señora Julia que le dijo a David que debía tener más cuidado con la niña para no hacerle daño. Mientras tanto Don Rafael planeaba cómo podía tener acceso a la niña Anita y se imaginaba la forma de acceder a las niñas de la cuadra que le tenían la cabeza echa un lío. Con la información que le había dado su madre su mente no podía dejar de pensar en Anita. Como era ya viernes ideó la forma de invitar a David a su casa para tomarse unos tragos y así sondear la situación. Casualmente le hizo la cacería a David para lograr hablar con él y el mismo viernes en la mañana vio a David saliendo de su casa y Don Rafael aprovecho y salió al encuentro de David como si fuera un encuentro casual: ¡Hola vecino, hace días no lo veía! ¿Cómo van las cosas? Me dijeron que ha estado algo enfermo. Hola Rafael. Si hace días no los veía tampoco. Gracias por preguntar, ya mucho mejor. David por qué no se pasa en la tarde y nos tomamos unos tragos, hace semanas que no me tomo un trago. ¿qué le parece? Don Rafael conocedor del gusto de David por el whisky le propuso la reunión sabiendo que David no perdería oportunidad de tener una buena excusa y beberse unos buenos whiskys que además sabía que Don Rafael le brindaría un whisky 18 años. Muchas gracias Rafael, me parece una excelente idea Me alegra David, así conversamos muy sabroso. Lo espero a las seis de la tarde para no trasnochar mucho que mañana tengo que hacer algunas cosas y tal vez me acompañe. Me parece muy bien Rafael, usted me dirá que tengo que llevar. Nada David, está en mi casa y yo invito. Quedaron de verse a las seis en la casa de Don Rafael. Rafael se frotaba las manos, su plan estaba en marcha y era ese día. Tenía que preparar todo y ver cómo hacía para su mamá no estuviera presente pero también pensaba en cómo haría para que Anita acompañara a su padre. Por el whisky no había ningún problema, tenía suficientes botellas como para hacer una reunión con muchas personas más y sobraba. En cuanto a la comida, pensaba que debía ser poca para que David se emborrachara fácilmente. Lo que si debía comprar eran golosinas y chocolates para la niña. Se le ocurrió la idea de que esa tarde/noche su madre fuera a la casa de David para enseñarle a la joven que les ayudaba para enseñarle algunas recetas que ya le había prometido enseñarle mientras la madre de las niñas (Anita y Pili) no estuviera. Don Rafel llegó a su casa tipo 5 y media de la tarde y se dio cuenta que todos los niños y niñas de la cuadra estaba afuera de sus casa jugando despreocupadamente. Se dio cuenta que Anita estaba con ellos y vestía una camisetica blanca con unos shorsitos rojos. Se veía muy linda. Se bajó de su auto y saludo a todos los niños que inmediatamente, como ya sabían, les daría algunas golositas que sus padres no les compraban pero que Don Rafael no tenía problema en brindarles. Los niños lo rodearon y Don Rafael les fue dando a cada uno y cuando las niñas estuvieron también él les daba golosinas no sin antes decirle a las niñas que se veían muy lindas y las acariciaba un poco demás. Las niñas no se fijaban en las caricias de Don Rafael pero Anita si sintió que Don Rafael la manoseo más de la cuenta colocando una mano suavemente por su culito y también sobre su cuquita. Esa sensación le gustó mucho a la nena. Se miraron a los ojos y Don Rafael le sonrió y ella le devolvió la sonrisa inocentemente. Nadie se dio cuenta de las caricas atrevidas del seños. Al oído le dijo a Anita que más tarde se verían en su casa, ella no entendió el mensaje pero igual le sonrió otra vez. Todo estaba planeado. Rafael entró a su casa y empezó a preparar todo. Le dijo a su madre que fuera donde los vecinos e hiciera lo acordado. La señora Julia tenía también sus intereses en ir a enseñar pero esa parte no es de esta historia. La señora Julia salió inmediatamente donde David que le abrió la puerta de su cas y le dijo que su hijo la esperaba. David salió dirigiéndose donde Rafael y así disfrutar de una noche de tragos sin saber que todo estaba saliendo como Rafael quería. Abrazo va, abrazo viene, las sonrisas de los dos y se sentaron a compartir. Se sirvió el primer trago y comenzó la conversación de temas de negocios, del trabajo de cada uno y así se fueron enrollando en su velada. Como a las 9 de la noche Anita terminó de jugar con sus amigos y se dirigió a su casa. Timbró y como se demoraron en abrirle se dirigió a la casa de Don Rafael porque sabía que su padre estaría allá. La puerta de la casa de Don Rafael casi siempre permanecía entre abierta y sin golpear primero la niña entró directamente y encontró a su padre y a Don Rafel compartiendo y conversando animadamente. Inmediatamente Don Rafael se dio cuenta de la presencia de la chiquita y le dijo que se acercara y que era bienvenida, los ojos de Rafael se le salían de la emoción la abrazó y la pasó una mano por el culito de la niña, sin notar nada David le dijo a su hija que lo saludara y ella saltó a sus brazos y se sentó encima de las piernas. Don Rafael no perdió detalle de la maniobra y con las piernas abierta se fijó en la vaginita de Anita que se asomaba entre los shorsitos rojos. Don Rafael apuró un trago de whisky rápidamente para poder pasar la imagen, se levantó y fue por una chocolatina grande que tenía reservada para la nenita. Cuando regresó vio que Anita estaba todavía encima de su padre y sus piernas estaban completamente abiertas pero una mano de David estaba alojada encima de la vaginita de la nena acariciándola suavemente. Inmediatamente tuvo una gran erección, observó la escena y los interrumpió ofreciendo a la niña la chocolatina. David sin darse cuenta que estaba siendo observado detenidamente no dejó de acariciarla. La niña vio la chocolatina que le ofrecía Don Rafael y de una salto le agradeció dándole un beso en la mejilla pero en un movimiento rápido este volteo la cara y el beso su en sus labios. Anita muy colorada por el beso, agachó la cabeza pero pensó para sus adentros que había sido un accidente. Anita se dio cuenta de la barba dura de su “amigo” y del aroma a loción que este tenía, esto le gustó. Don Rafael tomó a la niña y la acomodó entre su piernas. Anita inmediatamente notó la verga dura en su trasero y sin pensarlo se movió un poco de una lado al otro como sintiendo bien ese aparato en su culito. David no se fijó en eso porque se estaba sirviendo uno trago más. Se dio cuenta que el hielo se había acabado y de un salto se levantó y dijo que iba a la cocina por más hielo. Mientras tanto las manos hábiles de Don Rafael estaban entre las piernas de Anita que solo abría sus piernitas. Don Rafael acariciaba la vaginita por encima del short. Al oído le decía que era la niña más linda que había visto. Anita comía su chocolate y se dejaba manosear. Un dedote de la mano de Don Rafael ya acariciaba directamente los labios vaginales de Anita suavemente. Se escuchó un leve gemido de la niña y Don Rafael le besaba la orejita. Anita se sentía en el cielo. Amaba esa sensación de ser tocada y también de sentir una verga adulta en su culito. En medio de la escena en la cocina se escuchó un gran ruido. Don Rafael preguntó si todo estaba bien y al poco rato David respondió que se le había caído el hielo, que todo estaba bien que él recogía todo. David había estado observando la escena de cómo su hijita estaba siendo manoseada por Rafael y al bajar su bajo para tomarse la verga se le cayeron los hielos. Claro, también era que el efecto de alcohol en David era evidente y David cuando estaba con tragos perdía un poco las proporciones y hacía cosas que en otras condiciones no haría. Con todo el desastre cometido por el hielo David fue en busca de algún trapero y un recogedor para arreglar el daño. Mientras tanto Don Rafael seguía con sus suaves caricias a la niña que no hacía nada para evitarlo. Don Rafael también un poco pasado de tragos y dispuesto a todo, seguía tocando a Anita. Que pasara lo que tuviera que pasar. Sintiendo que la vaginita de Anita se humedecía cada vez más llevó su dedo a su boca y probó el sabor dulce de Anita: Mi amorcito que linda que estás, qué rico sabe… Cochino, le dijo Anita Anita quiero hacerte de todo ¿me dejas? La escena no paraba. David entre mirar desde la cocina y limpiar se demoraba en regresar y le daba tiempo a Rafael de seguir disfrutando de su chiquita. Rafael punteaba el culito de Anita y ella se movía encima cada vez más sin disimular. El dedo seguía recorriendo la vaginita de arriba había abajo, al tiempo que lo introducía un poco y hacía presión en la las paredes vaginas. Anita estaba entregada a las sensaciones, cuando Anita estaba por tener un fuerte orgasmo Don Rafael no siguió con las caricias y la colocó de pie en el piso y le dijo que iba a ver qué pasaba con David, también el indicó que se acostara boca abajo al frente del televisor y mirara televisión mientras él arreglaba las cosas en la cocina. Se sirvió un trago puro y grande de whisky y se lo bebió de una solo paso, sirvió otro David y se dirigió a la cocina. Cuando entró a la cocina David estaba con los ojos desorbitados y se notaba muy excitado, sin mediar palabra hizo que David se tomara su trago de una vez. Lo apuró y bajó la cabeza. La pidió disculpas por las cosas regadas en el piso de la cocina como tratando de evitar el tema. Rafael le dijo: Es inevitable amigo, tu nena es maravillosa Si vieras, le respondió ¿Desde cuándo te la culeas? Los dos hombres empezaron a conversar ya pasados de tragos parados al lado de una mesa en la cocina. Tú sabes que mi mamá se está culiando a tu empelada del servicio, ¿cierto? Si, claro, yo lo sé, mi mujer también lo hace. Somos unos degenerados. Se rieron a carcajadas y siguieron conversando, olvidándose un poco de la niña que se había quedado viendo TV. Don Rafael regreso a la sala y tomó la segunda botella y al pasar vio a Anita acostada en el suelo boca abajo con las manos sosteniendo la cabeza y sus piernas abiertas dejando ver sus calzoncitos y parte de su vaginita. Don Rafael paso su mano por su verga y pensó que esa noche sería espectacular. Al volver donde David este ya había limpiado todo, sirvió un par de tragos. Los tomaron haciendo un brindis. Continuaron riéndose y vinieron las preguntas y el intercambio de información. Entonces mi amigo, tu mujer no culea contigo y por eso lo haces con Anita No, con mi mujer si lo hacemos, pero también están las niñas ¿Ah, entonces con la otra niña también? Con la otra empecé antes, Pili es un terremoto Qué envidia amigo. ¿las dos están entrenadas? Jajajajaja Más o menos, pero sí. ¿Entonces iniciaste a Pili antes? A Pili la inició otra persona, yo no fui, solo que ella me lo contó No jodas. ¿Quién la inició entonces? Después te cuento, la historia es un poco larga Pero seguro me cuentas. Está noche es para Anita Si Anita quiere está bien, pero no voy a forzar nada La conversación siguió y a pesar de que los dos estaban ebrios acordaron que no iban hacer una orgia o un trio. Tomarían turnos. Mientras uno estaba con la nena, y si ella quería, el otro desaparecería de la sala y así, obviamente sin que la niña se diera cuenta mientras uno estaba con la chiquita el otro podía mirar a la distancia. Con lo acordado salió de la cocina Don Rafael y se dirigió donde la chiquita que sin sospechar nada vio como se sentaba en el sofá grande. La llamó para que se sentara a su lado y le entregó unas gosolinas, que la niña agarro con ansiedad e inmediatamente comenzó a comer. Rafael se servía otro trago y abrazó a la niña y esta se reclino hacía él. Con la mano que la abrazaba empezó a acariciarle la cadera y fue bajando hasta el culito de medio lado, o sea solo le tocaba una nalguita suavemente. Con la otra mano le señaló la verga que estaba bien levantada dentro del pantalón y la indicó que la tocara. La niña no lo hizo, le preguntó por su papá y Don Rafael le respondió que había salido para hacer una llamada, la niña preguntó que por qué a esta hora, pero Don Rafael solo levanto los hombros como respondiendo que no sabía. David estaba en la cocina observando en un ángulo que la nena no podía ver. Estamos solos Anita, tu papi ya viene Sin sospechar nada Anita puso su manita encima de la verga y la sintió dura y grande, pasaba la mano encima de esta y Don Rafael le dijo que la apretara. Cuando la niña hizo esto se sintió en la gloria, una pequeña manita de niña de 11 años le estaba agarrando la verga. Su otra mano estaba posada en la nalguita y esa mano abarcaba toda la nalga, la apretaba y la soltaba al tiempo que trataba de ocupar más espacio pero los shorsitos rojos de Anita no dejaba que avanzara más. Trató de meter la mano por entre el short pero era imposible, su mano era muy grande y no podía entrar en sus calzoncitos. Como Anita estaba recostada de costado al lado de él, sin pensarlo Don Rafael decidió abrirse el pantalón y dejar salir su verga que no era tan gruesa y grande sino más bien delgada y larga. Era la segunda verga que Anita veía y era diferente a la de su padre. Anita tomó la verga con sus dos manos y empezó instintivamente a subirla y bajarla, esto se facilitaba por la cantidad de líquido preseminal que emanaba de la verga del adulto. Con sus movimientos Don Rafael inclinó a la nena hacia la verga como diciéndolo que se la mamara. Anita que ya sabía depositó un beso en la punta y Don Rafael sintió el beso y le indico que la chupara. La chiquita metió una pequeña parte en su boca mientras Don Rafael le decía que lo estaba haciendo bien. La nena chupaba esa pequeña parte mientras era guiada. Don Rafael quería venirse en la boquita de la niña pero se contuvo porque tenía que prolongar el momento por mucho más tiempo. Separó a la niña de su verga y la levantó y la puso de pie en el piso. La observó, miró su camisita y vio que sobresalían dos punticas que sobresalían, sus téticas estaban levantadas y se notaban, levantó un poco la camisita de la nena y aparecieron dos limoncitos con unos pezoncitos erectos se acercó a ellos y se metió uno a la boca. Anita se sintió morir, era una sensación maravillosa mientras pasaba de una tética a la otra. Con la otra mano Don Rafael empezó a desabrochar los botones del shorsito de Anita pero ella lo detuvo y le dijo que su papá podría venir de pronto. Don Rafael la convenció de que eso no iba a suceder. Arrastró su shorsito a los tobillos de la nena junto con sus calzoncitos, como pudo se los quitó completamente y rápidamente también la despojó de su camisita. Anita estaba con los cacheticos de la cara colorados, se sentía realmente acalorada y al mismo tiempo deseosa de lo inevitablemente que le iba a ocurrir. Don Rafael quería verla desnuda, se alejó un poco y la escena era una niña de 11 años con limoncitos como téticas, una piel blanca, una cadera ya un poco pronunciada de forma de mujer aunque era una niña, sus pies solamente con unas pequeñas medias blancas, sus piernas algo gruesas para su edad y su montesito especial abultado que sobresalía un poco. Se alcanzaba a notar cierta pelusa que ya tenía Anita. La hizo dar vuelta para observar su colita parada, se agachó y le dio un beso en la colita de la nena al tiempo separó las dos nalgas de la niña y aceró su cara y pasó la lengua por su ano. Eso hizo estremecer y gemir a la chiquita que no había sentido eso ahí. Don Rafael estaba como ido de este mundo, excitado y enloquecido por tan delicioso manjar. La volteo otra vez para que la niña quedara otra vez de cara a él y así observó el cuadro que tenía en frente. Le separó un poco las piernas y pasó una mano entre ellas tocando completamente su vaginita que emitía fluidos blancuzcos, la mano era muy grande y las piernas de la nena tuvieron que darle paso y abrirse bastante. Sacó la mano de ahí y observó entre las piernas que los labios vaginales ya caían un poquito. Sin pensarlo mucho se arrodilló frente a la nena y acercó su boca a la hendidura de la chiquita y con su lengua la fue recorriendo de abajo hacía arriba y trataba de chupar, de meterse toda la vulva de la niña en su boca. Anita solo gemía y se dejaba llevar por las sensaciones haciendo que esta abriera sus piernas un poco más y le diera acceso total. Mientras tanto desde la cocina David observaba como se comían a su pequeña al tiempo que se sacaba la verga y se masturbaba viendo la escena. Él quería salir corriendo e unirse a la fiesta pero tenía que esperar su turno. Don Rafael toco la chiquita y la acostó en el gran sofá y le separó las piernas, se acostó y pasando las piernas por sus hombros se hundió en la niña chupando la vaginita. La niña estaba totalmente entregada a las caricias y chupadas de su amante adulto. Suavemente y tomándose todo el tiempo Don Rafael siguió chupando y acariciando la pequeña vagina. Metía su lengua al interior de la nena y ella solo podía gemir y mover su cadera hacia adelante como queriendo que esa lengua penetrase más en ella. La lengua recorría los labios vaginales haciendo un surco entre ellos una y otra vez, suave y lentamente. Después de una buen rato en esa labor la vaginita de la chiquita estaba muy inflamada por la sabía manipulación del adulto. Se sentó en el gran sofá, la tomó de las caderas y le dijo que ahora si estaba lista para lo que venía. La subió a sus piernas y de frente le separó las piernas y dirigió su verga a la entrada de la vaginita. La nena se sentó y poco a poco ella misma fue guiando la penetración. Una pequeña dificultad en el primer intento pero solo fueron unos pocos segundo. La niña gimió duro cuando se dejó caer encima de la verga. Se sintió invadida completamente. Mucho más que cuando su papá se la culeaba. La verga de Don Rafael fue mucho más profunda en ella y lo sintió. Sin embargo el adulto la controló sosteniéndola de las caderas. La totalidad de la verga no le cabría, no toda, por ahora no le cabría y le podía hacer algún daño. Lo evitó y la fue levantando poco a poco y otra vez la dejaba caer para que ella se ensartara. Anita con esos movimientos supo cuáles eran los limites de la penetración y fue agarrando el ritmo de los movimientos, ya se levantaba ella sola y se dejaba caer, se levantaba y se dejaba caer. Don Rafael gemía y sentía como la pequeña vaginita le apretaba su verga al tiempo que entraba y salía. A pesar del licor en su cuerpo se controlaba para no hacerle daño y dejaba que la pequeña tomara el ritmo ella sola. Fueron tantas veces que se sentó en esa verga larga que en un momento dado Anita se desgonzó encima de Don Rafael y tuvo su gran orgasmo acompañado de un poco de orina. El maduro la depositó en el sofá y saliendo de ella se incorporó observando la cara de la nena congestionada por el placer. Al dejarla acostada de medio lado vio que la vagina de la niña estaba abierta y dejaba salir algunos líquidos él solamente de volvió agachar y empezó a chuparle la cuquita de la nena. Anita se contraía del placer. Se levantó un poco y miró hacia la cocina, vio a David con la cara totalmente ida. Se notaba que David estaba como loco y quería entrar en la escena pero Rafael le hizo señas para que no lo hiciera, le indicó que todavía no. Se tomó un trago, respiró profundamente e inicio otra vez la batalla. Agarró unos cojines y los puso debajo de Anita, la acostó boca debajo de tal forma que el culito de la chiquita quedara bien alto y así él se arrodilló detrás de la nena y dirigió su larga verga a la entradita de la vagina de la niña. Sin ninguna dificultad la verga entró en la chiquita otra vez, pero esta vez él tendría el control de la situación, controlaba la entrada y salida de su verga y la profundidad. Al sentir que la verga de Don Rafael volvía a entrar en ella solamente sintió la embestida y los espasmos y movimientos involuntarios volvieron. Se agachó un poco más para permitir la penetración y su culito y vaginita se levantaron un poco más al tiempo que su carita quedó hundida en otros cojines, para más comodidad y la de su amante adulto. David mientras tanto con su verga en la mano se acercó al lado de los amantes y trató de ver más de cerca las penetraciones que su amigo le daba a su chiquita, pero Dan Rafael lo apartó y con señas le indicó que se fuera, él no había terminado. Una vez logrado esto Rafael se concentró en culiarse a la chiquita como él había soñado. Empezó con suaves penetraciones, repetidas veces, la deja descansar y volvía con más ímpetu. El cuerpo de la niña parecía una muñeca que se mueve sin voluntad. Volvían las penetraciones y esta vez eran más agresivas, hacía una repetición de estas, varias veces y la dejaba descansar. Anita solo gemía y gemía. Rafael quería venirse pronto y lo quería hacer dentro de la niña. Se incorporó un poco sin sacar la verga dentro de la niña alcanzó su bebida, tomo un trago largo e inició la etapa final. Se coloco bien detrás de la nena, le enterró casi la totalidad de su verga y con una brazo estirado pasó la mano para sentir la entrada de su verga en la niña, sintió con sus dedos como entraba y salía su verga, la imagen, sin verla le emocionaba. Al tiempo que la penetraba puso su dedos encima del clítoris de la chiquita y empezó a estimularlo como él sabía hacerle a su pequeñas amantes. Sabía que al tiempo que las penetraba y les masajeaba el clítoris las niñas se enloquecían y tendrían el orgasmo más intenso del mundo. Empezó hacerlo, al principio suavemente, fue tomando ritmo y profundidad, cada vez aceleraba más y más y la niña solo se dejaba llevar, igual no podía controlar nada. Entraba y salía, entraba y salía, ya no salía mucho pero si penetraba más y más y el movimiento era acelerado al tiempo de los masajes en el clítoris. Una y otra vez, cada vez más rápido, más rápido, más rápido. La niña emitió una gemido intenso y se desmayó, pero Rafael seguía entrando y saliendo a mucha velocidad. Sintió que se venía y no detuvo su movimiento hasta que estalló dentro de la chiquita sus corros de semen. Rafael también gimió o grito, todo al mismo tiempo. Quedó encima de Anita por un rato. Quedó dentro de la nena un rato también. Cuando sintió que su verga se estaba encogiendo salió de la nena y se sentó en el sofá. Anita solo respiraba fuertemente y se su cuquita se veía salir parte del semen de su amante adulto y también sus fluidos. Don Rafael se reclino hacia la nena y le dio un beso en la boquita, la niña no respondió el beso, no podía, estaba casi desmayada. Don Rafael agarró una manta de lana que había cerca y se la puso encima del cuerpo temblando de Anita. Se levantó con su verga semierecta y se dirigió a la cocina y encontró a David como en shock. Le sirvió un trago más y lo calmó aunque la calma la necesitaba él mismo porque no quería que la noche acabara: Quiero culiar más con la nena, le dijo No amigo, me toca a mí, es mi turno, ese era el trato Te doy lo que quieras, déjame más con ella, una vez más… Hicimos un trato, debes cumplirlo, después la puedes tener Vámonos mañana para mi finca en tierra caliente, los invito, quiero culiarla de todas las formas, vamos, di que sí. Lo del paseo es buena idea, pero no podemos los dos al mismo tiempo, le haríamos daño. Ahora es mi turno, voy a dejarla descansar. Vale, vale, yo quiero ver cómo te la culeas. Pero mañana nos vamos a mi finca y allí hay un par de niñas también. Te dejo con ellas y yo con Anita Don Rafael era una pedófilo consumado, donde iba conseguía chiquitas para su placer, pero lo veremos más adelante. David y Rafael se tomaron otras copas y dejaron descansar a la niña, conversaron sobre lo que les gustaba y de las ganas que le tenían a las otras chiquitas de la cuadra. Después de una hora David se acercó a su hijita y se sentó al lado de ella. La pequeña se incorporó muy apenada con su papá. David la calmó y le dijo que todo estaba bien, que si ella a ella le gustaba a él también le gustaba y le parecía bien mientras las cosas no fueran sin su consentimiento. La tranquilizó y le preguntó si le había gustado, la nena respondió que sí, que le gustaba muchísimo, que no sabía por qué pero que Don Rafael la había tratado muy bien. David le dio un beso a la su hija y la empezó a acariciar. La limpió bien con unos pañuelos y le dijo que él también quería esa noche. Hasta aquí esta parte, creo que se mue fue la mano y quedó un poco largo. Tengo que escribir la continuación de esta parte en la finca y tengo que escribir los inicios de Pili… Si comentan cuál de las dos partes quieren… Saludos Efebolicomaduro60@gmail.com

Autor: EFEBOLICOMADURO60 Categoría: Tabú

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Mujer a los 12

2023-10-04


Me convertí en mujer a los 12 por accidente. . En ése entonces tenía 11 años, casi 12 y estaba en 6.º básico. Todos los días llegaba del colegio entre las 2 las 2:30 pm. Una tarde llegué a la misma hora de siempre, a almorzar y sacarme el uniforme. Después descansaba un rato, veía TV y en la tarde hacía mis tareas. – Qué bueno que llegaste, te estaba esperando – me dijo mi mamá. Me extrañó porque no llegué más tarde que lo de siempre. – Ven, necesito que me ayudes – caminó hacia el dormitorio y yo la seguí. Cuál sería mi sorpresa al ver a mi papá acostado el la cama con un brazo enyesado y el otro con un vendaje y en cabestrillo. – Papi, qué te pasó ? – le pregunté. – Se cayó en el trabajo, lo trajeron de la mutual – dijo mi mamá. Mi papá estaba acostado sobre la cama, con una camiseta blanca, manga corta. Con pantalones y calcetines. – Le saqué los zapatos y lo acosté encima de la ropa. Ahora tengo que sacarle la ropa, ponerle pijama y acostarlo. Pero sola no puedo – me dijo sacándole los calcetines. Enseguida soltó el cinturón, desabotonó el pantalón y le bajó el cierre. – Yo lo levanto de la cintura y tú le sacas los pantalones – dijo. Parecía fácil, era sólo tirar y listo. Pero no podíamos tocar a mi papá de la cintura para arriba. Tenia una clavícula fracturada y no podía hacer fuerza ni podíamos tomarlo de los brazos. Mi mamá lo levantó de la cintura, pero no fue suficiente, yo había tomado los pantalones de la bastilla y tiré pero no pasó nada. – Cuando yo lo levante tú tira con fuerza – yo era una niña delgada, buena para hacer gimnasia pero no tenía mucha fuerza. Aún así hice todo mi esfuerzo. Me puse de rodillas sobre el con las piernas abiertas. Tome los pantalones de la cintura y cuando mi mamá dijo ! Ya !, tiré con todas mis fuerzas. Junto con el pantalón salieron sus slip llegando casi a las rodillas. Con el impulso me fui de punta y tuve que poner una mano en su bello púbico para no chocar con mi cara contra su pene. Debo haber quedado a 10 centímetros de distancia. Lo había desnudo antes un par de veces. Pero a la pasada cuando se vestía. Y también una vez en la ducha, pero nunca tan cerca . – A ver, déjame a mí – dijo mi mamá. Pero lo más difícil ya estaba hecho. Me baje de mi papá, porque había quedado sentada en sus piernas y ella terminó de sacarle los pantalones. Los slip quedaron el las rodillas. Al parecer, mi mamá tenía la intención se ponérselos de nuevo. Pero levantarlo y subirle los slip fue imposible. – Ya, dejémoslo así, no importa – dijo mi mamá sacándole los slip. Y yo mirando el miembro de mi papá inpresionada. La forma, su piel, media cabeza asomada con su color rosado. – Ayúdame a sentarlo, hay que pararlo para abrir la cama y acostarlo – yo lo tomé de la nuca y mi mamá lo empujó de la espalda. Estaba muy pesado y cada vez que él volvía a caer a la cama, yo volvía a sentarme en él. Por suerte no tenía una erección, pero yo igual lo sentía contra mi vulva. No había otra manera, la mayor fuerza era desde la espalda y tenía que ser mi mamá. Yo por delante tiraba de la nuca, tampoco podía ser muy brusca por la clavícula. Por fin logramos sentarlo. Me baje de la cama y entre las dos lo paramos tomándolo de la cintura. Ella abrió la cama mientras yo sostenía a mi papá. Luego lo sentamos y al momento de echarlo hacia atrás, yo subía su piernas a la cama. – Vamos a la cocina para darte almuerzo – dijo mi mamá. Me senté en una silla y mi mamá me sirvió en la isla de la cocina. Almorzamos juntas en silencio, no me atrevía a preguntar nada, tampoco había nada que preguntar. Después me fui a mi dormitorio a cambiarme el uniforme. Mi mamá fue a buscar a mi hermano chico que salía a las 4 p.m.. – Papi, necesitas algo ? Le pregunté. – Si, tengo sed – fui a la cocina y busqué una botella de bebida vacía y una pajilla de cumpleaños, llené la botella con agua y con la pajilla le di agua. Después me puse a estudiar, pero lo extraordinario de la situación me tenía algo inquieta y me costaba concentrarme. Me asusté cuando llegó mi mamá con mi hermano, talvez podría adivinar lo que estaba pensando. Después de un rato sentí a mi papá llamar. Fui a verlo. – Necesitas algo papi? – le pregunté. – Si, dile a la mamá que venga – me daba pena verlo en ese estado. Mi papá es un hombre joven, atlético y ágil. – Mamá, el papá te llama – le dije en la cocina. – Pregúntele que quiere que estoy ocupada – me dijo. – Dice mi mamá que está ocupada, pregunta qué necesitas – le dije. Se quedó callado un rato. – Dile que quiero ir al baño – dijo algo molesto. Fui a la cocina y le dije a mi mi mamá. – Quieres orinar o algo más – le preguntó. – Sólo orinar – mi mamá se quedó pensando. No era una opción llevarlo al baño. Fue al refrigerador y sacó una botella de jugo a la que le quedaba un poco, vertió el jugo en un vaso alto y lavó la botella. Era una botella de vidrio de unos 700 cc de capacidad, de boca ancha con una tapa metálica de cierre de medio giro. Lo destapó hasta las rodillas dejando sus genitales descubiertos. Tomó el pene y lo introdujo en la botella. – Ya, hace ahora – le dijo, pero mi papá no hacía. – Ella ya te ha visto todo, no te preocupes, orina que no tengo todo el día – mi papá comenzó a orinar de a poco, pero luego soltó el chorro llenando media botella. Luego sacó el pene de la botella, la tapó y me la pasó. – Toma, anda a botar esto al baño y luego lava la botella – me dijo entregándome la botella caliente con la orina amarillenta. Ése día aprendí a hacer lo que tenía que hacer cada vez que mi papá quería orinar. A la tarde siguiente al llegar a la casa saludé a mi mamá y pregunté por mi papá. – Ahí está en su cama, dijo algo molesta – seguramente le incomodaba mi papá porque era como un bebé al que había que hacelr de todo y era más trabajo para ella. – Hola papi ! – le dije – Hola – me dijo con una leve sonrisa. – Necesitas algo ? – le pregunté. – No, nada, gracias – noté que también estaba molesto por la situación. Después de almuerzo mi mamá me dijo que la ayudara a bañar a mi papá. Cómo ? Bañarlo ? – me pregunté. Con un bol de plástico grande, agua caliente, jabón líquido y una toalla de cara fuimos al dormitorio. Le levantó la cabeza y puso una toalla doblada debajo. Le mojó el pelo con las manos y después con un unas gotas de champú esparcidas con las palmas de las manos comenzó a pasarlas por su cabello. Después tomó la toalla, la mojó y estrujó en el agua caliente y la pasó por sus cabello y su cara. Repitió el proceso hasta que no salió más espuma de la toalla. Así mismo con las partes expuestas y co cuidado. Lo destapó hasta la pelvis y lavó y enjuagó su estómago. Luego fue por agua limpia. Lo destapó hasta las rodillas y comenzó a lavar su pelvis y sus genitales, el mismo proceso. Luego fueron sus piernas y sus pies. – Ahora ayúdame a girarlo un poco – dijo levantándolo delcintura y yo de una pierna. Como pudo lavó parte de su trasero. – Ya, terminamos, tápalo no se vaya a resfriar – me dijo mientras ella salía del dormitorio con el bol, la toalla y las demás cosas. Tiré las ropas hacia arriba, pero antes de taparlo, tomé su miembro con mi mano, no pude evitarlo, quería saber que se sentía. A diferencia del día anterior, me sentía más tranquila y pude estudiar sin problemas. Mi mamá fue a buscar a mi hermano y me dijo que estuviera atenta por si mi papá necesitaba algo. Y así pasó, llamó y fui a verlo. Quería orinar. Fui al baño a buscar la botella, lo destapé, tomé su pene con una mano y con la otra eché la piel para atrás dejando la cabeza descubierta y la metí en la botella, calzaba justo. Por éso mi mamá escogió esa botella, de boca ancha, conocía bien en tamaño del pene de mi papá. Cuando terminó saqué su pene de la botella, la tapé y limpié la cabeza con mis manos. – Estas bien? Necesitas algo más ? – le pregunté después de taparlo. – No, gracias. Lamento hija que tengas que pasar por esto – me dijo. – No digas eso, eres mi papá y me gusta hacerlo – le dije para que no se preocupara. Me gusta hacerlo? – me pregunté, lo estaba haciendo porque había que hacerlo. Pero no me había preguntado si me gustaba. Y la respuesta era sí, me gustaba hacerlo, ver como llenaba la botella con su orina. Tocárselo y movérselo, echar su piel para atrás y meterlo en la botella tenía algo erótico y me gustaba. Me hacía sentir bien. Sigue…

Autor: RISEVA Categoría: Tabú

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Cubita la bella 9

2023-10-04


Mis cubanitas. Ya con Jenny mientras comíamos, fuimos viendo los pasos que teníamos que dar para primero, sacarlas de Cuba y luego la visa de entrada a mexico, luego Elias nos llevo a casa de Cely, recogimos los papeles de las dos y fuimos sa la oficina de pasaportes de cuba, nos informaron que obtener el permiso de salida podría tardar unos 4 o 5 meses, Cely me dijo que la dejara hablar a solas con el funcionario cubano, se apartaron un poco y luego regreso Cely y me dijo que tardaría una semana si dabamos 250 dolares de regalo, se los di y nos citaron para una semana después, regresamos a la casa, ya habíamos dado un gran paso, lo siguiente una vez con el permiso yo tramitaría en la embajada mexicana la visa de trabajo y estudio para Cely y Jenny, fimos con Elias a cenar y brindar por ese primer paso, de regreso nos sentamos a la orilla de la alberca platicando y tomando unos mojitos, con el pretexto de ir al baño fui a tomarme la pastillita azul, se paso el tiempo mis dos cubanas ya estaban muy alegres por el efecto de los mojitos, de repente Cely se levanto y nos dijo que estaba muy cansada y se iba a dormir, desde luego me di cuenta que ellas asi lo manejarían y quede encantado, me ahorraban lo difícil de escoger con quien pasar la noche, Cely se despidió con un beso y con una gran sonrisa se fue a dormir, solo permanecimos un rato mas, me levante tome a Jenny de la mano y la lleve a mi recamara No bien entramos nos dirigimos a la cama me sente la jale hacia mi y asi parada entre mis piernas, le desabotone la blusa se la quite tambien el pequeño sosten, asi vi su torso desnudo, su cara hermosa viendome, sus pechos coronados por los pezoncitos puntiagudos, luego le baje la falda y se la quite solo quedo con unas pantaletitas rosa, tenia un bello cuerpo, la bese y chupe sus senos y pequeños pezones ella apretaba mi cabeza, le baje las pantaletas De frente a mí, me muestra su hermoso y morenito monte de venus con pocos bellos solo una fina pelusita mientras junta sus piernas y su manos están a los lados. La acuesto boca arriba y admiro su bella rayita que ya no se tapa , le digo que se ponga boca abajo y Jenny obedece Le separo las piernas y me acomodo entre medio de ellas, acaricio sus aterciopeladas nalgas, se las beso una a una totalmente, se las lamo despacio hasta esa bella terminación de ellas, luego se las separo y me deleito viendo su rosado culito. Hundo mi cara entre medio de sus nalgas y lamo de arriba abajo toda su rayita acentuando en su culito, una, dos veces metiendo incluso la lengua entre sus labios íntimos que emanan dulce miel. Hago presión en su culito y Jenny levanta las caderas, separando aún más sus piernas mientras escucho su risa. -¿Te da cosquillas?- Le pregunto mientras vuelvo hacer presión. -¡Me gusta lo que haces!- Me dice sonriendo. Despacio le meto la lengua en su apretado culito, lo que la hace suspirar y empujar sus nalgas contra mi cara. Se la saco y vuelvo a meter despacio, una y otra vez. Esta apretado su culito y es deliciosa la sensación de como entra mi lengua y sale. Me levanto y la hago girarse boca arriba. – quedando completamente desnuda frente a mí, me sonríe mirándome a los ojos. Me desvisto saltando mi verga bien parada, ahora boca arriba, le separo las piernas, contemplo su rosada y hermosa puchita. Me hinco frente a ella y hundo mi cara en esa ya empapada cosita. Sus mieles son deliciosas y exquisitas. La saboreo y chupo sus jugos, hundo mi lengua entre sus labios hasta encontrar su pequeño botón, lo presiono y un gemido escapa de sus labio sayyyy ayyy al tiempo que se entierran sus nalgas en la cama. Luego meto mi lengua en su cuevita apretada y deliciosa, saboreando y bebiendo todo de ella sube sus pies y los apoya sobre la cama para empujar sus caderas contra mi cara, no pierdo tiempo y ensalivo el dedo índice de mi mano derecha y le hago presión en su culito, donde poco a poco se lo voy metiendo al tempo que las manos de ellase agarran las nalgas y se las abre, permitiéndome el libre paso. Y mientras chupo y meto mi lengua en su cuevita, mi dedo entra y sale de su culito por varios minutos. Ya acostumbrado, le meto también el dedo medio, así follandola despacio ahora con dos dedos. Jenny suspira fuerte, Aaaayyyy…papi …sigue….uuummmm que rico, que rico los músculos de sus caderas y de sus nalgas se contraen, pero poco a poco se van relajando, así, ella misma comienza a mover sus caderas mientras devoro las mieles de su jugosa cosita. Sus manos no dejan de separarse sus deliciosas nalgas aun con la invasión de dos de mis dedos en su culito. Mientras mi traviesa lengua sigue explorando cada milímetro de su caliente y apretada cuevita, donde entra y sale, donde juguetea con su botoncito que presiona y agita, donde hace gemir suavemente a Jenny. Pero ya es tiempo de más y despacio le meto el dedo anular, entran tres dedos en su apretado culito totalmente. La mano derecha de mi niña suelta su nalga y empuja mi cabeza entre sus piernas, su mano izquierda aún sigue ahí abajo, agarrando su nalga y abriéndosela. Continúo follandola con mis dedos ahora más firme, pero despacio, mientras la respiración de ella se acelera y sus gemidos ahora son más fuertes,ayyyy ayyyy aggggghhhhh papi que rico, agita sus caderas con fuerza y sus piernas aprisionan mi cabeza, un violento orgasmo la invade y la hacen explotar bañando mi boca y cara, yo trago sus viscosos jugos Me quedo quieto por unos instantes, despacio saco mis dedos de su culito y retiro mi cara de entre sus piernas, esto aún no acaba, mi verga que esta dura, exige participar de este banquete. -¡Que deliciosa cosita tienes preciosa y que rico culito! JENNY abre los ojos y me mira sonriendo, baja la mirada y ve mi verga, ella se ríe un poco nerviosa pero con los ojos bien abiertos. -¿Qué vas hacer?- Me pregunta levantando un poco la cara. Mi amor queiro tu, si papi me gusta, le coloco una almohada debajo de sus caderas, quedando sus nalguitas bien levantadas. Le separo las piernas y me coloco entre medio de ellas, meto mi verga en su vagina inundada para lubricarla, también meto mis dedos y con ellos lubrico su culito, agarro mi verga y se la comienzo a tallar, embarrándole por toda su rayita. Ella baja sus manos y se agarra las nalgas, separándoselas, mostrándome su rosado culito. Centro mi verga y despacio comienzo a hacer presión, metiéndosela poco a poco, Siento delicioso como aprieta su culito y oigo como respira fuerte, como se tensan sus manos., Jenny no suelta sus nalgas, sigo metiéndosela hasta que siento como por fin su culito está lleno. Con toda mi verga adentro, Espero un momento, poco a poco los músculos de sus nalgas se van relajando, así como su respiración. Despacio se la saco un poco y vuelvo a meter, otra vez, ella gira lo que puede su cara para verme. mientras apoyo los puños sobre la cama y haciendo más firmes y fuertes mis embestidas. –¡Que rico culito tienes mi niña! ¡Este culito es solo mío!- Le digo al tiempo que le meto hasta el fondo la verga con fuerza y la mantengo ahí haciendo presión. -¡Si papi, es solo tuyo!- Te amo papi Contesta entre gemidos. Ayyyy ayyyy que rico!!!!! Jenny se había plegado empujando su ano contra mi verga y con un dedo jugaba con su vagina que chorreaba fluidos por sus muslos, por pura excitación su legua se movía lascivamente Su culito me succionaba la verga como una ventosa, inicié un vigoroso bombeo y sentí que sus nalgas se movían haciendo contraer su esfínter y sus paredes rectales en rítmicas chupadas a mi pene, ella con su culo era un prodigio. Jenny empuja sus nalgas hacia arriba contra mi pelvis, al tiempo que sus músculos se contraen y aprieta su culito mi verga, no paro y sigo hasta que se la saco despacio, me bajo de la cama y le indico que se acueste a la orilla de la cama, le levanto las piernas separándoselas y empujándolas hacia ella, centro mi verga de nuevo en su culito y despacio se la vuelvo a meter, para seguir embistiéndola con fuerza. Que hermosa se ve su cosita empapada y brillosa, sus pechitos bambolearse a mis empujes. Y más hermosa, es verla así, con las piernas bien abiertas mostrándome todo y como entra y sale mi verga de su culito. -¿Te gusta mi niña?- Pregunto sin dejar de embestirla y ya sintiendo el deseo de explotar. -¡Si papi…., me gusta mucho, sigue, sigue! Ayyyyy ayyyyyy asi – Me contesta mientras siento como se vuelve a contraer los músculos de su culito. ayyy tmi amor que rico ayyyy me corro, me corro……. y contrae mas su culito y tiene un nuevo orgasmo Embisto con fuerza hasta que por fin exploto dentro, llenándole ese hermoso culito de leche. La nena agita sus caderas con la misma fuerza que gime Ssiiiiii tamor siiiii ayyyy, que delicioso papi, dame mas…..Sigo embistiéndola, una y otra vez hasta que ya no sale ni una gota más de leche. No se la saco, hasta que pierde un poco de erección y dureza mi verga. Finalmente despacio se la saco aun chorreando, entonces se la tallo en su cosita a todo lo largo de su rayita, ella sonríe y me lanza un beso. Le bajo despacio las piernas y se las suelto, llevo mi boca a sus pechos y se los comienzo a chupar, primero su pequeño pezón, luego chupo su seno hasta donde puedo y succiono, jugueteando con mi lengua su pezoncito, Jenny gime y sus manos acarician mi cabeza. -¡Hay papi, que rico! ¡Siento tu leche que escurre por mis pompis!- Me dice mientras baja su mano y de sus nalgas se embarra de mi leche, la huele y la chupa, que rico papi….. Me acuesto a su lado, los dos estábamos agitados y sudorosos, yo necesitaba recuperarme, mi nena no podía irse sin que le comiera su vagina, descansamos un rato abrazados, Luego ella empezo a besarme, despertándome jugamos con nuestras lenguas un rato, yo fui bajando hasta sus pezones que chupe con gusto, eran preciosos rositos y puntiagudos, se pusieron duritos con mis mordeduras y lamidas, baje hasta su rajita y le empieso a comer su coñito y ella se retorcia de gusto de cada lenguaso que le daba se arqueaba y empezó gemir y balbucear, ayyyyy papi…. q rico, oh oh oh, ayyyya ayyyy oh oh,, sigue sigue,, comenzó a lubricar de nuevo esa vaginita y le abri un poco más las piernas y ella miraba lo que iba ser cómo queriendo ver todo ,estaba bien lubricada,me incorporte y me puse entre sus piernas, ella miraba mi verga, le sobava en su entrada, la empece a meter poco a poco en ese pasadizo estrecho tierno caliente y resbaloso, llegue hasta el fondo me recosté sobre ella sosteniéndome con mis brazos para no aplastarla, Karlita gemía acariciando mis hombros y mi espalda, a ratos sus manos se posaban en mi trasero tirándome dentro de ella. , comencé a rotar mis caderas para variar el ángulo de penetración, luego me plegué a chupar sus pezoncitos adolescentes, ella arqueó su espalda empujándolos aún más dentro de mi boca y gimió con un temblorcillo en todo su cuerpo. Agarré sus piernas y se las llevé casi a tocar sus senos y comencé a bombearla con más bríos y energías, mis bolas comenzaron a rebotar en sus redondas nalgas. Rodé fuera de ella y me tendí de espalda, ella de inmediato se levantó y se montó sobre mí, cuidadosamente se acuclilló y aferrando mi pene duro lo insertó en su estrecha vagina. Ahora ella me estaba montando y controlaba el juego, termino azotando sus glúteos saltando en mí verga gimiendo con fuerza Siiiiii asi papi….. siiiiiiii….. ayyyyy La abracé estrechando su frágil cuerpo sintiendo sus senos en mí y con una mano en su culito comencé a bombearla desde abajo, poco a poco inicié un movimiento con mis caderas, metiendo y sacando mi pene de su estrecho túnel de amor, cual si fuese un tren cargado e imparable, entonces la sentí que se pegó a mi como con ventosas y se estremeció gritando, chillando, ayyyy amor mas maaaaas siiiiiii, me corrro amor…. me corrooooo ayyyyy Se movía tragándose mi pija con su vaginita apretadita y caliente, Se había formado una capa de sudor entre mi cuerpo y el de ella, sus senos resbalaban en mi pectorales, sentí que mi propio orgasmo comenzaba a formarse dentro de mí y agarré violentamente sus caderas y follé su estrecha vagina caliente con mi pene que pareció endurecerse al máximo Gruesos y copiosos borbotones de esperma fluyeron desde mis cojones hasta el apretado conducto vaginal de mi niña, haciéndome gemir de placer aghhhhh aghhhhhhh, sentía yo las contracciones de mi ano en cada chorro, ella mordió mi hombro sintiendo como su conchita se llenaba y rebosaba con mi caliente semen. Al final de mi orgasmo, sentí que ella gimió y sollozó temblando de pies a cabeza corriéndose sin control, restregaba sus pezones en mi pecho, movía su cabeza de lado a lado, , la venas de su cuello parecían a punto de explotar. Mi dulce niña solo gemía ayyyyyyy ayyyyyyyyy siiiiiii ayyyyyyy y no cesaba de mover su pelvis contra la mía, luego se relajó apoyando su cabeza en mí, respiraba aun agitada y a ratos se estrechaba aún más a mí. Acaricié sus cabellos manteniéndola estrecha en mis brazos, hasta que mi pene resbaló fuera de su coño y ella lo sintió. Me beso con ternura y luego se dejo deslizar a mi costado con sus piernas abiertas Jenny temblaba, tenía su rostro escondido en la almohada y sus manos habían aferrado con fuerza las sabanas de la cama Puedo decir solo que quedé exhausto, sin fuerzas de nada, mi energía completa se la había inyectado en los dos agujeritos de esta hermosa niña relajé mis brazos y piernas y me adormecí mientras mi verga resbalaba fuera de su conchita, ella tampoco se movió, solo jadeaba y respiraba con la boca abierta. Nos adormecimos juntos un rato, desperté y ya amanecias, yo al tanto del tiempo desperté a mi niña nos fuimos al baño, bajo la regadera y con su cuerpo junto al mio, le acaricie su rajita no aguante la tentación me sente en el piso la jale subi una de sus piernas a mi hombro y abri su vaginita y pegue mi cara, succionando, besando y lamiendola, Jenny gemia despacito, increíblemente se me paro la verga, esa niña me enloquecia, Me acosté en el piso, ella entendio y se monto de espaldas a mi, con su mano aggarro mi verga la puso en su ano y se fue deslizando sentadose sobre ella, apoyo sus manos en mi rodilla inclinada hacia mis pies. Yo veía como subia y bajaba sus nalgas metiéndosela hasta el fondo de ese caliente y estrecho pasadiso de su vagina, veía yo perfectamente como se enterraba la verga en el culo, era muy exitante la imagen, yo levantaba mis nalgas para penetrarla mas, ella empezo a gemir ayyyy ayyyy papi…que rico, yo agarraba sus nalgas y con mis manos recorria su esbelta espalda y sus costados, lindo y juvenil cuerpo, ella seguía subiendo y bajando sus nalguitas gozando de la penetración, acelero sus movimientos y me dijo mi amor, me corro… me voy a correr ayyyyyy ayyyyyy me corrro hazlo conmigo siiiiiiiii, yo que no aguantaba mas empece a lanzar chorros con el poco semen que aun tenis, ella al sentirme gimio fuerte siiiiiiii siiiiiiiii ayyyyy mi amor y sentí la intensidad de un nuevo orgasmo,, nos acostamos exaustos en el piso, ya nos paramos nos bañamos y vestimos para bajar a desayunar, Alli ya estaban Elias que había llegado y Cely qur preparaba el desayuno, Jenny corrio a ayudarla, yo las observaba, se dieron un tierno beso de madre e hija y sonrientes prepararon todo, yo me alegre que asi se fueran a manejar las cosas, las observaba y cada vez me gustaban mas, las dos con cuerpos de acuerdo a sus edades, Cely una hembra hermosa con un cuerpazo y Jenny una adolescente morenita linda y con un cuerpo en crecimiento, que mas podía yo pedir. Elias solo me veía y me dijo, la verdad patron es usted muy afortunado con ese par de mujercitas Continuara

Autor: ALF2439 Categoría: Tabú

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MI NUEVA VECINA Y SU PEQUEÑA HIJA DE 10

2023-10-04


Al barrio donde tengo una pequeña tienda, llega Lucero, una nueva y deliciosa vecina, junto con su pequeña y mas hermosa hija Lorenita de 10 años. Mi nombre es Pedro, tengo 58 años y vivo en una pequeña ciudad de Colombia…. Enviude hace 5 años y mis hijos ya son mayores y casados, por lo tanto, vivo solo en mi casa, tengo una tienda de abarrotes y verduras en el primer piso desde hace muchos años y yo vivo en el segundo piso…. Nunca me volví a casar, pero si tengo mis amiguitas que normalmente son clientas de la tienda que me visitan de vez en cuando a escondidas (algunas son casadas) Hace un tiempo llego al barrio una nueva vecina de aproximadamente 30 años, que vino a la tienda a comprar algunas cosas… la tienda no es muy grande, pero funciona como auto servicio… ella tomo algunas verduras y otras cosas y cuando se acercó para pagar le dije: Yo – buenas tardes mi señora, ¿es nueva por aquí??? Lucero – si señor, sí, soy nueva en el barrio, nos acabamos de mudar Yo – entonces bienvenida mi señora, ojalá le guste el barrio, es muy bonito y tranquilo, mi nombre es Pedro y aquí estamos para servirle en lo que necesite Lucero – gracias don pedro, mi nombre es Lucero y por aquí estaré molestándolo Lucero me pareció una mujer muy linda, con esos cuerpos que paran cualquier verga… es de cabello oscuro largo liso ojos cafés y carita muy agraciada, pero su cuerpo es lo que más llama la atención, es muy voluptuosa (una MILF) tiene un buen par de piernas bien torneadas, unas tetas grandes, buenas caderas y un culo de infarto Con los días nos hicimos buenos amigos y yo no perdía oportunidad para agasajar su cuerpo, me entere que era separada y vivía ella sola con su pequeña niña, Lorena de 10 años y lo que más me llamaba la atención era la forma de vestir de Lucero, siempre usaba ropa ajustada, blusas escotadas o trasparentes, siempre andaba en sandalias o zapatos de tacón, lycras que resaltaban su cuerpo o con falditas o vestidos cortos. El caso es que ya le tenía muchas ganas a doña Lucero, cuando venía a la tienda yo no perdía oportunidad para verla agachada escogiendo sus cosas…. Uuuummmm…. No podía dejar de admirar ese par de tetas y ese culo redondo y parado que tiene…. Además, que cuando camina mueve esas nalgas muy rico que hace que le salten las tetas a cada paso y me toca sobarme la verga por encima del pantalón Un día platicando me dijo que se había separado de su marido porque era muy celoso, a él no le gustaba su forma de vestir, él le decía que parecía una puta por la calle provocando a todo el mundo, pero que a ella le gusta vestir así, le gustaba sentirse bonita y admirada Lucero – a toda mujer le gusta sentirse admirada don Pedro, y creo que yo tengo lo mío para lucir, me gusta que me miren y ser el centro de atracción Yo – claro que si Lucero, eres muy bonita y a mí me encanta verte vestida así, me alegras el día y no sabes cómo me pones Lucero – por eso quiero que mi hija también sea libre y haga lo que quiera, yo en mi niñez fui muy reprimida y no me dejaban hacer nada ni me dejaban escoger mi ropa… por eso quiero que Lorena sea diferente, ya se está convirtiendo en una mujercita y quiero que disfrute la vida, la vida es solo una y quiero que ella la pueda disfrutar en todo, me gusta que vista como yo, muy coqueta, que sea el centro de atracción, que vean que es más linda que la mama y ser la envidia de todo el barrio, que viva todo lo que la mama no pudo disfrutar Mi cabeza empezó a maquinar y a imaginar a esa pequeña Lorena Yo – pero Lucerito, tu nunca has traído aquí a tu hija, me gustaría conocerla y ver si es tan linda como la mama Lucero – claro que si don Pedro, ahora en la tarde la traigo para que la conozca… ella es hermosa y es mi vida, es muy alegre y extrovertida, aunque un poco ingenua y sumisa Esa tarde vino a la tienda Lucerito con su pequeña hija Lorena…. Y quede muy impresionado con esa chiquilla…. Lorena es delgada, alta, ojos color miel y pelo largo castaño, a pesar de sus 10 años, ya le estaban creciendo esas téticas y tenía unas piernas bien torneadas y un culito bien paradito y redondito…. Estaba vestida con un leggins muy ajustado y una blusita de tiritas y se notaba que aún no usaba brasier porque se le notaban esos pezoncitos paraditos … uuuuffffff Desde aquel día, cuando venía Lucero a la tienda yo le decía Yo – y salúdame a tu hija de mi parte Lucero – claro que sin don Pedro, con gusto le doy sus saludos Yo – y de vez en cuando tráela, para poder admirar tanta belleza que heredo de la mama Lucero – aaayyyy don Pedro, las cosas que dice, es usted un caballero… le voy a enviar de vez en cuando a mi hija para comprar algunas cosas, pero espero que me la atienda muy bien don Pedro Yo – tranquila lucero, que yo la atiendo como se merece Lucero – bueno don Pedro, le voy a decir a Lorena que se ponga un vestido que le compré hace poco que le queda divino para que la vea, y le digo que venga a comprar unos tomates y un pepino para la cena y luego me cuenta como le pareció, ¿vale?? Yo – pierda cuidado lucerito que yo se la cuido muy bien Tan pronto se fue Lucero, aproveché y puse unos tomates en una estantería en la parte más baja y unos pepinos en la parte más alta…. Al poco rato llego a la tienda Lorenita luciendo un hermoso vestido rojo de florecitas de abotonar adelante que le quedaba a media pierna y de tiritas en la parte superior… uuuummmm…. Lucia muy sensual esa chiquilla, de inmediato mi verga empezó a reaccionar debajo de mi pantalón Lorena – buenas tardes don Pedro Yo – buenas tardes hija…. Vienes por los tomates y el pepino??? Lorena – sí señor, Yo – precisamente tengo unos muy buenos y frescos para ustedes…. Pero como por aquí viene tanta gente, tuve que esconder los tomates en la parte de debajo de ese estante y los pepinos en la parte más alta, para que nadie más se los lleve Lorena – gracias don pedro…. ¿En este estante??? Yo – si princesa…. Bien abajo al fondo Lorenita se inclinó hacia abajo para buscar los tomates Lorena – no veo nada don Pedro!!! Yo – toca que te arrodilles preciosa para que los puedas alcanzar Lorenita se arrodillo de inmediato poniéndose en cuatro patas haciendo que su vestidito se subiera un poco Yo – eso es preciosa…. Están bien al fondo La pequeña se inclinó más aun bajando la cabeza y levantando el culito…. Ahora su vestidito se subió más y podía verle esas hermosas nalguitas, tapadas con un pequeño panty blanco de algodón…. Tome mi celular y rápidamente mirando que no hubiera nadie alrededor le tome una foto a ese hermoso culito que tenía al frente. Rápidamente Lorena saco dos tomates y se levantó, a lo que le dije Yo – súbete en esta pequeña escalera para que puedas escoger los pepinos preciosa Lorena puso los tomates sobre el mostrador y empezó a subir por la escalera Yo – ven te ayudo a sostener, no te me vayas a lastimar Me puse detrás de ella tomándola por las caderas y a medida que subía la escalera yo le subía disimuladamente el vestido hasta dejar al descubierto ese culito redondito y provocativo…. Uuuummmmm…. La tenía a escasos centímetros de mi rostro…. Sentía que la verga me quería estallar en el pantalón… quería quitarle ese panty y hundir mi cara entre esas nalguitas y lamerle ese anito delicioso Lorenita estuvo en esta posición por algunos segundos y luego me pidió el favor que la ayudara a bajar y me dijo Lorena – cuanto es don Pedro?? Yo – dile a tu mami que mañana arreglamos Lorena – bueno don Pedro, muchas gracias Yo – con gusto princesa, salúdame a tu mami…. Y por cierto, te queda muy bien ese vestido, te ves muy linda Lorena – gracias don Pedro… mi mama me lo regalo y me gustó mucho Aquella noche me hice una paja descomunal viendo las fotos de lorenita, imaginando como la manosearía a ella y a su mama en la tienda, imaginando como les metería la verga mientras escogen el mercado, uuuufffff …. Esa noche me hice una paja y me saqué la leche pensando en ese par de putitas. Los días siguientes fueron bastante calenturientos para mí, a veces venía a la tienda Lucerito luciendo sus hermosas piernas bajo unas falditas corticas que le lucían muy sexy, yo aprovechaba para ayudarle a escoger las verduras y los abarrotes parándome justo al lado de ella y la abrazaba mientras con la otra mano le ayudaba a escoger cosas… como ella ni se inmutaba, mis abrazos se hicieron cada vez más descarados, ya la agarraba de las caderas, tratando de que la falda se le subiera un poco, también aprovechaba toda oportunidad para rozar mi cuerpo con el suyo, para sentir sus tetas contra mi cuerpo y para rozarle las nalgas con mi verga súper dura y parada, y ella actuaba como si nada estuviera pasando, al parecer es una de esas puticas calienta vergas que le gusta provocar a los viejos morbosos como yo… al salir de la tienda yo le decía: Yo – por aquí a la orden para lo que quieras Lucerito, no más me dices… y saludos a Lorenita, dile que le envío un beso Lucero – claro que si don Pedro, yo le envío sus saludos y le digo que venga a visitarlo de vez en cuando Una mañana, antes de abrir la tienda, me fui hasta el centro de la ciudad, para comprar algunos suministros del negocio y aproveché para pasar por un almacén de ropa y compré un par de falditas vaqueras en jeans, muy coquetas y pequeñas, una para Lucero y otra más pequeña para Lorenita, y esa misma tarde, cuando Lucero estaba en la tienda comprando algunas cosas, saque la bolsa y se la entregue Yo – perdóname el atrevimiento Lucero, pero pasé por un almacén y cuando las vi, pensé inmediatamente en ti y en tu hija… es un pequeño regalo de mi parte para ustedes dos Lucero saco las falditas de la bolsa diciendo Lucero – aaayyyyy don Pedro… están hermosas, siempre quise una faldita así… no debió molestarse Yo – no es molestia Lucerito… sabes que te he tomado mucho aprecio a ti ya tu hija, ustedes dos alegran mis días cuando vienen por aquí Lucero – pero creo que están un poco pequeñas para nosotras, no sé si me quede bien Yo – pues aprovecha y te la mides de una vez, y si quieres, yo las puedo cambiar en el almacén Lucero – aquí??… ahora?? Yo – claro que sí, aprovecha que no hay nadie más en la tienda… te puedes cambiar en la parte de atrás, allá está el baño Lucero – bueno don Pedro, ya me la pongo y usted me dice cómo me queda A los pocos minutos, Lucero regreso del baño, asomando primero la cabeza, para ver que no hubiera nadie en la tienda, y tras estar segura de que nadie nos acompañaba, salió caminando muy coquetamente…. Uuuufffffff…. Esa faldita le quedaba espectacular… le quedaba muy ajustada revelando ese par de caderas y solo tapando lo estrictamente necesario, dejando ver en todo su esplendor ese par de piernas largas y muy bien torneadas… de inmediato mi verga dio un salto dentro del pantalón queriendo salir y penetrar a esa hermosa mujer. Lucero – como me queda don Pedro?? Yo – aaayyyyy Lucerito…. Te queda espectacular Lucero – usted cree???… casi no me entra… yo creo que me queda un poco pequeña Se dio media vuelta, enseñándome como se le marcaban perfectamente ese par de nalgas sobre la tela. Yo – nnnooooo… te queda como hecha a medida Lucero – a mí me encanta don Pedro… pero creo que me echarían del barrio si salgo vestida así a la calle Yo – uuuummmm…. Está bien Lucero, si quieres la cambio en el almacén por una talla más grande Lucero – nnnooooo don Pedro… me gusta mucho… no me la voy a poder poner para salir a la calle como quisiera… pero la puedo usar para estar en casa… y si quiere, cuando venga a la tienda, la traigo en el bolso y me la pongo acá, para que usted me pueda ver Yo – uuuuyyyyy Lucerito… eso me encantaría mucho… te ves hermosa vestida así… y me encantaría que te la pusieras solo para mi Lucero – bueno don Pedro, así quedamos… voy a cambiarme porque tengo que regresar a la casa Volvió al baño y se cambió, saliendo con el leggins que tenía puesto antes diciendo Lucero – gracias don Pedro, es usted un ángel Yo – es con mucho gusto Lucero, y por favor entrégale el detallito a tu hija Lucero – le voy a decir a Lorena que venga a visitarlo, y así, usted mismo le entrega el regalo y le da la sorpresa, yo sé que le va a encantar Yo – eso me gustaría mucho, hace días que no veo a esa princesa Lucero – hasta luego don Pedro… ya nos estaremos viendo Se despidió dándome un sonoro húmedo y delicioso beso en la mejilla, muy cerca a la boca… y dándome la espalda salió de la tienda, moviendo ese culo deliciosamente de un lado al otro, mientras giraba la cabeza, me sonreía y me guiñaba el ojo muy coquetamente…. Uuuffff… esa puta me dejo con la pija súper caliente y queriendo estallar. Al poco rato, llego a la tienda Lorenita vistiendo un short y una camisa de tirantes muy coqueta…. En la tienda había dos señoras comprando algunas cosas, a las cuales despache muy rápido, para poder atender a Lorena como se merecía Yo – hola Lorena, que agradable sorpresa, hace tiempo no venias por acá Lorena – buenas tardes don pedro Yo – estas muy linda como siempre, te felicito… te estas convirtiendo en una hermosa mujercita Lorena – gracias don Pedro… mi mamá me dijo que usted me había comprado un hermoso regalo Yo – así es princesa… aquí lo tengo y espero que te guste Le entregue a Lorena la bolsa con el regalo y ella sacando la faldita y mirándola, asomo una hermosa sonrisa y me dijo Lorena – está muy bonita don Pedro, gracias Yo – si quieres, te la puedes probar aquí… por si no te queda, yo la puedo cambiar en el almacén… tu mami se probó la de ella aquí también Lorena – pero, alguien puede entrar Yo – en la parte de atrás está el baño, ahí te puedes cambiar sin problema Lorena – bueno don Pedro… quiero ver cómo me queda Le indique donde queda el baño y mientras se cambiaba, entro otra clienta a la tienda, a la que atendí muy rápido, para que no fuera a ver a Lorenita… a los pocos minutos salió Lorena del baño, un poco tímida… a lo que yo le dije, Yo – ven Lorena, déjame verte, tranquila que no hay nadie en la tienda, estamos solos Lorena salió y me dejo verla en todo su esplendor…. Uuuuffffff…. Se veía simplemente espectacular… como una niña de 10 años puede ser tan sexy, tan sensual, tan provocativa Lorena – como me veo don Pedro ??? Yo – uuuuufffff…. Te ves hermosa princesa…. Te ves más linda que tu mami Lorena – gracias don Pedro, pensé que me quedaba muy pequeña y muy cortica Yo – nnnooooo Lorenita …. Te queda perfecta, te ves muy sexy vestida así… ya eres toda una hermosa jovencita…. Date la vuelta para verte bien Lorenita se giró dejándome verla por completo… uuummmm… esa faldita le quedaba súper ajustada y dejaba ver algo de su panty en la parte de atrás… como tiene un culito tan redondito y paradito, hace que se le suba un poquito la falda por detrás, y por delante a duras penas tapaba el panty, dejando ver esas hermosas piernas que se están desarrollando Yo – te felicito Lorena, vas a ser la envidia de todo el barrio Lorena – a mí me gusta cómo me queda… pero no creo que mi mami me deje usarla para salir a la calle Yo – te gusto tu regalo??… te gustan las minifaldas?? Lorena – sssiiiii don Pedro… me gustan mucho…. Me hacen sentir que soy mayor, que ya no soy una niña Yo – hagamos una cosa, vamos a la parte de atrás y me dejas tomarte tus medidas… así te puedo comprar más ropa y siempre te va a quedar perfecta… va a ser sobre medidas Lorena – sssiiiii, me gustaría mucho don Pedro Yo – vamos y aprovechamos que a esta hora no viene nadie a la tienda La tome de la mano y nos fuimos a la parte de atrás, donde estaríamos a salvo de cualquier mirada… tome un viejo metro de modistería que había en un cajón, acomode una butaca y le pedí el favor a Lorena de que se subiera parada sobre la butaca, la ayude a subir y ese culito delicioso quedo solo un poco debajo de la altura de mi cabeza Yo – párate derecha preciosa Lorena – si señor Me pare detrás de ella y con el metro en mano le tome la medida de la cadera, aprovechando para tocarlas y rosar una parte de sus nalguitas disimuladamente… no me importaba que medida tenia, solo quería tratar de sentir sus caderitas y sus nalgas… luego tome la medida de su cinturita y después, pasé el metro sobre sus senitos, que ya se estaban empezando a formar… con el pretexto de tomar bien el metro, la parte externa de mi mano apretaba una de sus téticas… uuuffff… Lorenita no decía nada y seguía parada derechita, Yo – así voy a poder comprarte blusas muy bonitas que te van a quedar perfectas Lorena – gracias don Pedro, si me gustaría mucho Luego tomé el metro y puse un extremo a la altura del talón, y con la otra mano, subí el metro por toda la superficie de su pierna, sintiendo la textura de esa piel suave hermosa y juvenil, al llegar a la parte superior de su pierna, le levanté la faldita por un costado, llevando el metro hasta la cadera… Lorena no hizo nada por volver a acomodarse su faldita, luego me paré detrás de ella y levante el resto de la minifalda, descubriendo todo su hermoso trasero, solo cubierto por ese panty blanco de algodón, tomé el metro y medí desde la cintura hacia abajo, hasta donde empiezan sus hermosas piernas, haciendo presión con el dedo a la altura del anito…. Uuuuuffffff…. Ya tenía esa verga súper tiesa, me tocó acomodarla bien con la mano dentro del pantalón. Yo – está muy bonito tu panty princesa Lorena – a mí me gustan más los que usa mi mami, pero ella me dice que no ha conseguido de esos en mi talla Yo – y como son esos pantys de tu mami??? Lorena – se llaman tangas!!!… son pequeñitas, muy bonitas y trasparentes, vienen en varios colores y me gustan mucho Tomé el metro y me dispuse a tomar la medida de sus nalgas, desde un lado hasta el otro, pero con el pretexto de tomar mejor la medida, tomé el elástico por la parte de la nalga y lo subí, hasta que ese lado del panty se metió entre la raya de sus nalguitas, como Lorena no tuvo ninguna reacción, hice lo mismo con el otro lado del panty, ahora lo tenía todo metido entre sus nalgas y así pude tomar bien la medida Yo – mira!!!… con el panty así, parece que tuvieras puesta una tanga, como las de tu mami Lorena volteo a mirar, tratando de ver cómo le quedaba Lorena – las de mi mami son más pequeñas y en la parte de atrás es solo un hilo Ya entrado en más confianza, tome con una mano las dos partes elásticas del panty y lo estire hacia arriba, haciendo que se le metiera descaradamente entre sus nalgas, que ahora estaban totalmente expuestas ante mis ojos Yo – si usas tus pantys así, parecería que tienes puesta una tanguita y así te vas acostumbrando, para cuando tengas unas de verdad… es más… como ya tengo tus medidas, puedo comprarte algunas, o mandarlas hacer sobre medida… te gustaría que yo te comprara algunas tanguitas ??? Lorena – sssiiiii don Pedro, me gustaría mucho… hace tiempo que quiero usar tanguitas… una vez, cuando mi mama no estaba, yo me puse una tanga de ella, me gustó mucho, pero se me escurría… yo no soy tan caderona como mi mamá Yo – ya te estas convirtiendo en una hermosa señorita Lore, ya pronto vas a tener caderas como las de tu mami o talvez más bonitas… pero por ahora, necesito que separes un poco tus piernas, sin caerte de la butaca, claro Lorena muy obediente separo sus piernas, solo lo que le permitió la butaca, yo tomé el metro y procedí a tomar la medida de su entrepierna… puse mi mano derecha con un extremo del metro, atrás de ella a la altura de su cintura, y luego metí mi mano izquierda por delante entre sus piernas, buscando la otra parte del metro y sacándolo por el frente, con las dos manos acerqué bien el metro a su entrepierna por los dos lados, ajustándola lo más que pude a su piel, rosando su culito y su rajita con mis manos por encima del panty… uuuufffff…. Le tenía una mano en el culito y la otra mano en la conchita… presione con los dedos tratando de penetrar esos juveniles agujeritos, para que la medida fueras lo más exacta posible, pero claro, el panty no me dejaba… y Lorena solo me volteaba a ver y me sonreía muy coqueta… uuummmm… a este punto, mi verga quería explotar dentro de mi pantalón, y creo que Lorena pudo ver el bulto que se me formaba en el pantalón. Yo – listo preciosa, creo que ya tengo tus medidas Le ofrecí la mano para ayudarla a bajar, ella con la faldita totalmente enredada en la cintura y el panty metido entre las nalgas, muy sonriente me miro. Lorena – gracias don Pedro Yo – ya puedes cambiarte Lore… tu mami debe estar esperándote… y no olvides usar el panty como te enseñe, para que lo sientas como si fuera una tanguita Lore me dio la espalda y se fue caminando hacia el baño, moviendo ese culito muy rico a cada paso… yo me tuve que acomodar otra vez la verga dentro del pantalón Lorena – se siente raro, pero así lo hare don Pedro, hasta que pueda tener mis propias tanguitas Al siguiente día, me encontraba en la tienda, maquinando mi cerebro, pensando en cómo haría para poder conseguir unas tanguitas bien sexys, pequeñas y atrevidas, pero de la talla de mi Lorenita… Cuando veo entrar a Lucerito, luciendo un leggins blanco, muy ajustado a ese hermoso cuerpo, recuerdo que la tela se le metía en la entrepierna, marcando perfectamente esa raja bajo la tela, y una camiseta deportiva de tirantes que dejaba ver ese perfecto abdomen y un ombligo adornado por un pequeño pircing, que parecía una pequeña piedra de esmeralda Lucero – buenos días don Pedro, como me le va??? Yo – ahora si me va muy bien Lucerito, gracias a tu presencia Lucero – las cosas que dice don Pedro… vengo a llevar algunas verduras para el almuerzo Yo – claro que si preciosa, puedes escoger las que quieras, déjame ayudarte Me paré a su lado, tomándola con una mano por la cintura, mientras ella escogía sus verduras Yo – esas me llegaron esta misma mañana, estas bien frescas Lucero – si, se ven muy frescas Lucero se agacho a escoger algo, sin doblar las rodillas, levantando ese hermoso culo que tiene, mi mano se deslizo hasta llegar a la parte superior de sus nalgas, ella se mantuvo en esa posición por unos segundos, cambiando el pie de apoyo, haciendo que esas nalgas se movieran en un delicioso vaivén Yo – también tengo un pepino muy bueno para cuando se te ofrezca Lucero se incorporó y caminando por la tienda, moviendo ese culo de un lado para el otro, mirando los productos me dice Lucero – gracias don Pedro, tendré muy en cuenta su oferta… por cierto, Lorena le envía muchos saludos y un beso… le gustó mucho la faldita que usted le regaló, gracias Yo – si quieres que cambie la faldita por una más grande, me dices Lucero – no don Pedro gracias, a ella le gustó mucho esa faldita… y también me dijo que usted le tomó las medidas, porque piensa comprarle más ropa Yo – así es Lucerito, tu hija es muy hermosa y me gustaría comprarle algunas cositas para que se vea más linda Lucero – es usted un ángel, no debería molestarse con esas cosas Yo – sabes que para mí no es ninguna molestia Lucero – y usted si cree que pueda conseguir las tanguitas que ella quiere??? Yo – haré todo lo posible por conseguirlas y complacer a tu hija Lucero – yo he buscado por todas partes, pero no encuentro en talla tan pequeña… y ella está loca por usar tanguitas Yo – si es el caso, mandamos a hacer unas cuantas sobre medidas Lucero – gracias don Pedro, pero hoy vengo a pedirle un favor muy especial Yo – lo que quieras preciosa, sabes que yo hago lo que sea por ustedes dos Lucero – es que me da pena decirle don Pedro Yo – dime tranquila lo que quieras Lucero – es que últimamente andamos un poco mal económicamente, y nos hemos visto a gatas con los gastos de la casa… y pues…. No sé si usted pudiera darnos un plazo para pagar las cosas que le compremos aquí Yo – tranquila Lucero, tu sabes que cuentas con todo mi apoyo… y ahí podemos ir mirando cómo me pagas, para que no te descuadres tanto económicamente Lucero – gracias don Pedro, en verdad es usted un ángel… no sé qué haríamos mi hija y yo sin usted Yo – estoy para servirte en lo que quieras… además, como podría negarme a algo para Lorenita, ella se merece todo… pero si quisiera pedirte un favor… cuando vengas a comprar a crédito, quiero que lo hagas después de las siete, que es la hora en que cierro el negocio, no quiero que los demás vecinos se den cuenta que estoy vendiendo a crédito, porque entonces todos querrán pagar así y eso me quebraría Lucero – bueno don Pedro, gracias… entonces yo vengo hoy mismo después de las siete Yo – listo, así quedamos, yo te abro la puerta apenas llegues y porfa, no le cuentes a nadie que vas a pagar a crédito Lucero – no don Pedro…. este será nuestro secreto Yo – aaahhhh… y quisiera pedirte un último favor, si no es mucha molestia Lucero – dígame no más don Pedro Yo – pues, me gustaría mucho que siempre vinieras a la tienda, lo hicieras en faldita Lucero – claro que si don Pedro, será un gusto para mi Yo – es que me encanta verte a ti y a tu hija en faldita… se ven muy lindas y sensuales Lucero – bueno don Pedro… siempre me pondré faldita para usted… y le diré a Lore, que a usted le gusta verla en faldita también Yo – gracias lucero Lucero – gracias a usted don Pedro, sabe que mi hija y yo le hemos tomado mucho cariño… entonces nos vemos ahora más tarde Me beso en la mejilla para despedirse, y esta vez alcanzó a posar sus labios en la esquina de mis labios y me dio un largo y húmedo beso, luego me guiño el ojo con una sonrisa muy picara, se giró y salió de la tienda moviendo ese culo descaradamente bajo ese leggins que estiraba sus costuras, para tratar de contener ese par de nalgas deliciosas que se movían a cada paso, uuuuffffff… estuve toda la tarde con la verga parada, esperando que viniera a la tienda, esa calienta vergas de Lucero… hasta que por fin llegó la hora de cerrar… a los pocos minutos de haber cerrado la puerta principal, escucho que golpean por la pequeña puerta lateral, me apresuro a abrir y de inmediato entra Lucerito, luciendo un hermoso vestido negro de una sola pieza, ceñido en la cintura, de tirantes en la parte de arriba, dejando ver buena parte de sus tetas, además, era evidente que no llevaba bra, la parte de abajo del vestido era amplia y le llegaba un poco arriba de media pierna, unas sandalias destapadas de tacón alto, muy bien maquillada y el cabello cogido en cola de caballo, uuufffff… se veía sencillamente hermosa, como si fuera para una elegante fiesta Yo – wuauuu… que hermosa te ves Lucero, te felicito Lucero – gracias don Pedro… me puse así por usted, espero le guste Yo – uuuffff… me encantas preciosa, siempre te he visto muy linda, pero hoy estas más hermosa que de costumbre Lucero – mi hija le envía muchos saludos, y dijo que a ella también le gusta usar mucho falditas… que siempre que venga a visitarlo, lo hará en faldita o vestido Yo – gracias… ustedes dos son unas princesas que quiero mucho… pero dime, que quieres comprar hoy Lucero – uuuummmm… me quedo sonando en la cabeza eso que me dijo hoy… me antoje de un buen pepino y de otras cositas Yo – claro que sí Lucerito, puedes venir cada vez que quieras tu pepino… ven te ayudo a escogerlos Lucero – gracias don Pedro Empezó a caminar por la tienda y yo la seguí detrás, hipnotizado por el movimiento de sus nalgas bajo ese vestido… pronto se detuvo frente a la sección de verduras y yo me pare a su lado, agarrándola de la cintura Yo – puedes antojarte de lo que quieras, que yo te lo doy Lucero – a mí me encanta el pepino don Pedro… no puedo resistirme ante un buen pepino grande y gordo Se inclinó sobre el estante sin doblar las rodillas, poniendo al aire ese hermoso culo redondito y paradito… de inmediato, mi mano se fue corriendo lentamente, hasta llegar a las nalgas… ella siguió agachada, como si nada estuviera pasando… mi mano ya estaba sobre toda su nalga acariciándola descaradamente Lucero – aaaayyyyy don Pedro… la verdad, no sé qué pepino escoger, todos se ven muy provocativos Yo – tomate tu tiempo Lucerito, no tenemos ningún afán Empezó a mover las nalgas de un lado para el otro, mientras mi mano, empezó a subirle el vestido, hasta que logre alcanzar el borde y subirlo completamente y posar mi mano sobre toda su desnuda nalga, uuuufffff… que deliciaaa… estaba manoseándole el culo a mi antojo y Lucero actuaba como si no se diera cuenta de nada… yo no podía ver, pero si pude sentir con mi mano, que tenía puesta una pequeña tanguita tipo hilo por detrás… pronto mi mano corrió hacia abajo la tanguita, hasta dejársela a media pierna y luego con mi mano abrí esas nalgas, buscando con mi dedo la entrada del culo, que no tarde en encontrar… Lucerito, emitió un pequeño gemido cuando sintió como mi dedo se abría campo dentro de su recto Lucero – uuuuuyyyyy, don Pedro… todos esos pepinos se ven muy ricoooss Yo – escoge los que quieras preciosa… cada día te puedes comer uno diferente Lucero seguía agachada con el culo al aire, el vestido levantado, la tanga a media pierna y yo trataba de meterle más el dedo hasta el fondo de ese culito que estaba calientito y apretadito, uuuffffff…. Luego de unos segundos, incorporó su cuerpo, haciendo que se saliera el dedo que le tenía adentro y se le bajara el vestido nuevamente Lucero – también necesito unas mazorcas y unas zanahorias don Pedro Camino por el corredor unos metros, yo la seguía desde atrás, mirando como llevaba la tanguita enrollada a media pierna, uuuuffffff…. La visión de ese espectáculo era algo delicioso…. La tanguita se estiraba a cada paso, tratando de aferrarse a sus hermosas piernas, Me tuve que sobar la verga sobre el pantalón mientras caminaba detrás de ella… Se paró frente a un estante y levanto los brazos, parándose en putas de pies para alcanzar algo de la parte de arriba… yo me pare detrás de ella y le dije, Yo – déjame ayudarte amor, no quiero que te vayas a caer La agarré con las dos manos por la cintura y le pegue la verga contra las nalgas por encima del vestido, ella echo hacia atrás las nalgas, pegándolas más a mí, mientras seguía buscando cualquier cosa, y me dice Lucero – gracias don Pedro, usted si sabe cómo tratar a una dama Mis manos empezaron a subir por el frente, mientras le restregaba la verga por encima del vestido, hasta que las palmas de mis manos llegaron a esas deliciosas, redondas y grandes tetas y empecé a manosearlas con todo descaro… Lucero seguía en la misma posición, buscando no sé qué en la parte de arriba, con los brazos levantados y sin decir nada… mis manos sacaron sus tetas de entre el escote, dejándolas totalmente expuestas, uuuufffff… ahora si podía sentir ese par de tetas entre mis manos, uuummmm…. Eran suavecitas y bien paraditas, pronto mis dedos se concentraron sus pezones que estaban bien paraditos y duritos… empecé a jugar con ellos, le apretaba los pezones con mis dedos… escuché como Lucero empezó a gemir en voz baja y yo le seguía restregando el culo con mi verga por encima del vestido… hasta que de repente, Lucero se movió y se corrió a un lado y siguió caminando por el pasillo, como si nada estuviera pasando… ahora caminaba con las tetas al aire por fuera del escote, saltando a cada paso, y la tanga enredada a media pierna a medida que caminaba moviendo ese culo muy rico… ahora se agachó, pero solo un poco, sobre una mesa con frutas, pero eso sí, sacando bien ese culo hacia afuera… yo aproveché y me saque la verga del pantalón, que ya estaba a punto de reventar y goteando leche, me acerque a ella nuevamente por detrás, le levante el vestido y acomode mi verga entre sus nalgas, uuuffff… me apretaba la verga con ese par de nalgas grandes y redondas… le agarré las caderas por encima del vestido y empecé a restregarle la verga en medio de ese culo delicioso, carnoso, redondito y apretadito de Lucero Yo – aquí te tengo un chorizo Lucerito, que te traje especialmente para ti Lucero – don Pedro, con usted se me antoja de todo… se nota que tiene muy buena mercancía Luego me separe un poco, me agarre la pija con la mano y la acomodé para metérsela por la cuca y cuando estaba a punto de metérsela, Lucero se incorporó y se volteó dándome la cara de frente y me dijo Lucero – gracias don Pedro, es usted muy amable, le aseguro que en estos días le pago, pero por ahora, porfa me lo anota en la cuenta Yo seguía con la verga por fuera y Lucero tenia las tetas por fuera del escote y la tanga casi llegándole a las rodillas Yo – claro que si princesa, después miramos como me pagas Lucero se guardó ese hermoso par de melones entre el escote y se subió la tanga, arreglándose bien el vestido y diciendo Lucero – mañana vuelvo después de las siete don Pedro, creo que estoy antojada de otras cositas Me beso en la mejilla rozándome los labios con su boca y se despidió dándome la espalda y cuando estaba a punto de salir, la agarre con una mano de la cintura, con la otra mano le agarré el culo por debajo del vestido y le dije al oído muy suavemente Yo – mañana quiero que vengas sin calzones para mi Lucero no dijo nada, simplemente salió de la tienda guiñándome el ojo y enviándome un beso a la distancia Yo – y salúdame a tu hija, dile que por aquí también la espero Lucero – bueno don Pedro, yo le doy su mensaje, que tenga buena noche y sueñe con nosotras porfa Yo – con ustedes sueño siempre Lucerito, hasta despierto sueño contigo y con tu hija Al día siguiente, estuve todo el día con la verga tiesa, pensando en la puta calienta vergas de Lucero, esperando todo el día para que llegara la hora de cerrar la tienda… cuando por fin llegó la hora, me apresure a cerrar el negocio y a los pocos minutos golpearon a la puerta lateral, luego de abrir, entro rápidamente Lucero, vestida con una faldita escocesa tableada, tipo colegiala que le llegaba a media pierna y una blusa blanca, se notaba que no llevaba bra y sus pezones se marcaban muy rico sobre la tela Yo – hola preciosa, cada día estás más linda uuuufffff Lucero – gracias don Pedro, como sé que le gusta verme en faldita, me puse esta pensando en usted Yo – gracias Lucerito, tu si sabes cómo hacerme feliz… me encanta como se te ven esas tetas debajo de esa blusa y esa faldita te queda muuuuyyyy bien Lucero – aaayyyy don Pedro, las cosas que dice… hoy vine a llevar unas cuantas cositas Yo – claro que si preciosa, sigue no más, escoge lo que quieras Lucero empezó a caminar por el pasillo mientras yo la seguía detrás sin perder vista de ese culo delicioso que movía de lado a lado… inmediatamente me apresure a sacar la verga del pantalón mientras la seguía por el pasillo… Lucero se detuvo en un estante a mirar una mercancía, pero sin agacharse, yo me acerque y me acomode a su lado, tomé su mano izquierda y la puse sobre mi pija, que ya estaba bien parada, ella empezó a masajearla sin quitar la vista del estante Yo – aquí te traigo una salchicha para que la pruebes Lucero Ella sin dejar de sobármela, contesto Lucero – uuuuyyyyy don Pedro, no debió molestarse mi mano derecha se metió bajo su pequeña faldita por detrás y me di cuenta de inmediato que no traía tanga, uuuuffff… mis dedos empezaron a buscar su ano, separando las nalgas y metiendo la punta de uno de mis dedos, mientras le susurraba al oído Yo – me encanta que seas bien obediente perra… no sabes cómo me gustan las putas que andan sin calzones Lucero – se ve muy buena su salchicha don Pedro, déjeme probarla bien Se agacho frente a mí, doblando sus rodillas, quedando su cara frente a mi verga que palpitaba con vida propia, se puso saliva en su mano y empezó a pajearme suavemente Yo – la traje especialmente para ti, pruébala con confianza Sin mediar más palabras, se metió la verga en la boca y empezó a succionar deliciosamente Yo – aaaagggghhhhh… que bien lo haces Lucero, se nota que te gusta, sssiiiiii… uuuummmm Lucero no decía nada, solo chupaba con desespero mi verga, llenándola de saliva y pajeándome con la mano, se notaba que tenía bastante experiencia, porque lo hacía hábilmente y yo me sentía en la gloria… así estuvo por unos minutos, chupando verga sin decir absolutamente nada Yo – ven perra que te la quiero meter todaaa La agarré del brazo y la hice incorporarse quedando frente a frente, nuestras bocas se unieron en un desesperado beso, sentía como me chupaba y me mordía la lengua… yo la tome de las nalgas y la levante del suelo, ella separó las piernas abrazando mi cintura con ellas… boté las frutas que estaban sobre el mesón y la senté encima… ella se echó hacía atrás quedando acostada boca arriba con las piernas abiertas de lado a lado… yo me agarré la pija y se la introduje de un solo golpe entre la chocha Lucero – aaaggghhhhh… don Pedrooooo Yo – que rica estás perra, estás bien mojadita…. Me encantan las putas como tu Lucero – sssiiiiii… aaahhhhhh…. Que buena esta su salchicha don Pedro, hace tiempo quería una así… Uuuummmmm La agarré de las piernas y le seguía bombeando verga sin compasión, mientras Lucero se abrió la blusa y se empezó a acariciar las tetas Yo – también te tengo una buena cantidad de leche para que te la lleves Lucero – no don Pedro, por favor nooo… no se vaya a venir dentro… es que no me estoy cuidando y no quiero quedar embarazada Yo – no hay problema Lucerito, entonces yo te empaco la leche entre el culo Le saqué la verga de la cuca, con la mano la apunté a la entrada de su ojete y se la empujé de un solo golpe por el culo Lucero – aaaagggghhhhhh…. Ssssiiiiiiii…. Uuummmm…. Me encanta don Pedro, no pare por favor Yo – uuuufffff…. Que puta eres Lucero… te encanta la verga por todos tus agujeros Lucero – ssssiiiiiiii… me encantaaaa la verga Yo – esto te pasa por puta, por andar mostrando las tetas y el culo en todo lado Lucero – aaagggghhhh… usted cree don Pedro ??? Yo – eres una puta calienta vergas, te encanta andar parando pijas por todas partes Lucero – sssiiiii…. Uuuummmm…. Me encanta su salchicha don Pedro… no quiero que me la saque nunca… aaaggghhhhh Yo – te voy a romper el culo a punta de verga… aaaggghhhh… y te lo voy a llenar de leche Lucero – ssssiiiiiii don Pedro… empáqueme su leche entre el culo, que me la quiero llevar todaaaaa Lucero se empezó a sobar la concha mientras mi verga entraba y salía de su culo… sobaba su clítoris con desesperación, cada vez más rápido… yo podía sentir como me apretaba la pija con el anillo de su ano… hasta que tuvo una serie de espasmos y empezó a correrse a chorros sobre la mesa, uuuufffff… los chorros me llegaban al pecho y a la cara mojándome todo… las contracciones de su ano contra mi verga, hicieron que yo también me corriera como loco, llenándole ese culo con chorros grandes de leche caliente y espesa Yo – aaaagggghhhh… toma perraaaaa… toma tu lecheeeee… me vengooooo Lucero – uuummmm… que ricoooooooo Mi verga exploto varias veces dentro de ese delicioso culo, botando chorros y chorros de semen… mientras ella seguía sobándose la pepa y seguían saliendo los últimos chorros de su corrida… fuimos bajando el ritmo de las embestidas poco a poco, hasta que al final le saque la verga, aun chorreando leche, rápidamente se incorporó y me volvió a chupar la pija, tragándose con desespero los últimos restos de semen Yo – se nota que te encanta la leche, cierto ??? Lucero se puso de pie diciendo Lucero – me encanta su leche don Pedro, me encanta correrme con una buena verga entre el culo Nos besamos nuevamente en la boca y nos arreglamos la ropa Yo – me encanta verte vestida como puta callejera Lucero Lucero – a mí me gusta vestir como una zorra barata, bien mostrona y provocativa… mañana vuelvo por más leche y salchicha don Pedro Yo – aquí la tiene a la orden para cuando quiera vecinita Lucero – gracias don Pedro, es usted todo un caballero… por favor me la anota en la cuenta, que yo después le pago Los días siguientes fueron de mucho sexo desenfrenado en la tienda… Lucerito siempre llegaba después de las 7 cuando yo cerraba… me dejo chuparle y darle lengua en ese clítoris mientras le metía un pepino entre la cuca y una zanahoria entre el culo y se venía a chorros en mi cara, uuuufffff… yo trataba de tragarme todos esos jugos deliciosos sin desperdiciar nada… en otra ocasión me chupó la verga y me masturbo con sus tetas, hasta que se las dejé llenas de semen… no se limpió nada y se fue a su casa con mi leche entre sus tetas… siempre la enviaba a casa con su lechecita bien empacadita y su buena dosis de pepino y salchicha, pero nunca me dejaba correrme dentro de su raja, por temor a quedar embarazada Cierto día, pasó Lorenita por la tienda en horas de la mañana a saludarme, vistiendo una camisilla rosada de tirantes muy ajustada a su cuerpecito, que dejaba ver su ombliguito, y una faldita tableada tipo colegiala blanca, que le llegaba a media pierna Lorena – buenos días don Pedro Yo – hola preciosa, que alegría verte, hace días no venias por acá Lorena – vine a traerle una razón de mi mamá Yo – dime que quiere tu mami ??? Lorena – mi mamá le manda a decir que está usted invitado esta noche a la casa a cenar Yo – uuummmmm… que bien, gracias Lorenita… y eso a que se debe tanta atención??? Lorena – mi mamá y yo queremos agradecerle por lo bien que se ha portado usted con nosotras desde que llegamos a este barrio Yo – gracias princesa, será un placer ir a tu casa a cenar con ustedes Lorena – entonces lo esperamos esta noche en la casa… es la que queda en la esquina por esta misma calle, la de color verde con puerta blanca Yo – bueno mi Lore, allí estaré después de las 7 que cierre la tienda Lorena – bueno don Pedro, yo le comento a mi mamá Yo – y gracias por venir a saludarme… tienes que venir más seguido a alegrarme el día Lorena – claro que si don Pedro, es que estamos en exámenes finales de la escuela y me toca quedarme estudiando y haciendo trabajos escolares Yo – tranquila mi Lore, cuando puedas vienes, primero está el estudio… y por cierto, te ves preciosa vestida con esa faldita Lorena – gracias don Pedro, yo misma la escogí y mi mamá me la compró, me gusta mucho Yo – sabes que me gusta mucho verte en faldita… te ves hermosa Lorena – por eso me la puse hoy para venir aquí, porque sé que a usted le gusta verme vestida así…. Y a mí también me gusta mucho ponerme falditas así Yo – gracias mi Lore, eres un amor… por eso te quiero tanto Lorena – nosotras también lo queremos mucho don Pedro… entonces lo esperamos esta noche en la casa Yo – allí estaré sin falta CONTINUARA ….

Autor: VIEJOMORBOSO Categoría: Tabú

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A mis 5 años me desvirgue con un consolador de mi mamá

2023-10-04


cuando tenia 5 años vi a mi mama meterse un consoldor sin que ella me viera y quise probar. HOLA me llamo Luisa Fernanda tengo 17 años todavía pero les voy a contar mis inicios en el sexo, cuando tenia 5 años recién cumplidos, yo dormía sola en mi cuarto y no sabia nada del sexo, una vez que me levante como a las 12 de la noche me fui al cuarto de mi mamá vi la luz prendida pero también escuchaba ruidos de ella como lamentos, hoy se que son gemidos, en eso me asome por a puerta y ella estaba metiéndose algo, hoy se que fue un consolador y con la otra mano otro en su boca en la cama había varios unos chicos otros grandes estuve allí como media hora hasta que mi mama pego un grito y casi queda desfallecida le temblaban las piernas y los ojos se le viraron, en ese rato no me di cuenta pero mi manita ya la tenia en la entrepierna ps veía que mi mamá también se sobaba arribita, también vi que vea varios videos de mujeres haciendo lo mismo y hombres teniendo sexo, todo eso entro en mi cabeza y me dio mucha curiosidad. Al otro día nos despertamos era sábado y mi mamá trabajaba casi todo el día y me dejaba todo ordenado comida y las cosas que tenia que hacer de mi tarea, y ella me llamaba por teléfono para ver como estaba, cuando se fue y vi que arranco su carro de inmediato fui al cajón donde tenia esas cosas y las saque, también saque las pelicular y las puse yo me quite la ropita como mi mamá y empecé a tocarme como veía en la pelicular sentí tanto placer que agarre un consoladora de los pequeños por que mi mama tenia unos muy muy grandes hasta de tipo hoy lose de caballos y perros grandísimos y otros como de gusano enormes, pero agarre el mas pequeño como de unos 18 cm era delgado y lo empecé a chupar como en la pelicula y vi que ponían uno en el suelo y se lo metían ps allí voy yo ese conslador tenia ventosa y se pegaba en el suelo, y al principio me lo rosaba por mi vagina que en verdad yo ya me había mojado viendo esas mujeres y hombres teniendo sexo por que si se vea que gozaban y yo quería mas, pero ese consolador no me entraba, bueno no así como yo lo hacia, vi que mi mama tenia un frasquito como de babita y se lo ponía y que le pongo y me puse en mi vaginita, y empecé a meterlo tantito hasta donde entraba y sentía bien rico mmm me encanto hasta que pude meter la puntita vi como me la trague la cabecita, o sorpresa al agarrar otro y quererlo meter en mi boca como mi mamá me resbale y el consolador de 18 cm seme metió casi todo fue un dolor intenso quede dobladita con una pierna para atrás y otra para enfrente como por 10 minutos que paso el dolor cuando me recupere fui sacándolo y vi un poco de sangre me asuste pero vi que también sentía mas placer lo fui sacando y vea la escena de la peli y me lo volvía a meter varis veces, no se pero tuve mi primer orgasmo y desvirgada por un consolador a mis 5 años, hoy se que una nena de 5 años puede sentir tanto placer o mas que una adulta, pasaron como una hora de todo eso y no me percate que mi mamá llego ella estuvo observándome desde que llego yo creo por no traumarme y se lo agradezco, cunado la vi ella estaba sin ropa y se acerco a mi y me dijo hija que hermosa estas descubriste los juguetes de mami que bueno que te gustaron ya eres toda una mujercita solo que no debes decirle a nadie nada de los que haces aquí y mucho menos de lo que vamos a jugar hoy, ese día se regreso del trabajo por que no hubo llaves para entra y su jefe le dijo que trabajara desde casa. Yo vi en la pelicular que dos mujeres se besaba y se chupaban y mi mama me dijo te gusta todo lo que ves y le dije si mamita ven me dijo ella estaba en la cama y me subí, empezó a chupar mi vagina y yo sentía mucho placer me dijo vas hacer lo mismo con la mía me la vas a chupar, le dije si me subió e hicimos ahora se un 69 y que rica sabe mi mamá a parte ella me metía sus dedos y me decía que le metiera los dedos y desoues le meti la mano completa, me pregunto te gusto el consolador chico y le dije que si me lo empezo a meter le puso mucho lubricante y mmm que rico que delicia como mi mami lo hacia ella sabia my bien utlizarlo, tue un gran orgasmo hasta me orine y mi mama se comio mis orinitos, mi mama tambien se vino y yo chupe toda su venida estaba muy rico se veia blaquito lo que le salia y viscoso todo m e lo trague, ella me dijo vas a ver como mami se cme esas vergas grande consolidares enormes y puso el del caballo y sorpres mi mama se la metio hasta la mitada, gemia mucho me dijo chupame las tetas como cuando eras chiquita y yo se las succionaba mi mama meria un dedo en mi culito y yo tambien gemia de placer desde alli mi mama y yo hariamos varias coss juntas, nunca conte nada a nadie pero mi mamá si a otra amiga y su esposo con las que se reunian y seiban a divetir, ya despues conoci varioas vergas reales

Autor: EXITANTEHACERLO Categoría: Tabú

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Las niñas de mi barrio 5

2023-10-04


Continua el aprendizaje de Anita. Las niñas de mi barrio 5 Continuamos con el inicio de Anita y así poder comprender todo el trama de mi historia. A los dos o tres días Anita volvió a salir a jugar con sus amigos. Salió muy a las 9 y media de la mañana para jugar con Claudia y Katia sus amigas que ya la habían llamado a jugar. Anita estaba adolorida de la mano de verga que su padre la había dado durante dos días. Se movía de forma dificultosa pero eso no le impedía jugar. Al correr si sentía la incomodidad del roce de su vaginita con sus calzoncitos y sus muslos, pero ella trataba de disimularlo. Esa mañana al salir de la casa su padre le dijo que iba a salir unas horas y que ella quedaba al cuidado de la jovencita que les ayudaba en la casa, que cualquier cosa se la pidiera a ella. Una hora después de empezar a jugar la señora Julia, la madre de Don Rafael las llamó para brindarles helados caseros ya que estaba haciendo mucho calor. Todas fueron apresuradamente al encuentro de los helados pero inmediatamente notó que Anita no corría como solía hacerlo y se quedó pensativa. Una vez repartidos los helados las niñas volvieron a sus juegos. Anita sintió ganas de orinar y no sé porqué pero no fue hacía su casa sino que le pidió a la señora Julia si le prestaba el baño. Obviamente le dijo que si y la niña entró e hizo lo que necesitaba hacer. A la media hora otra vez la niña le pidió el favor si le prestaba el baño otra vez que tenía ganas de orinar. La señora Julia ya no pudo contenerse y al salir del baño le preguntó a Anita el porqué de tantas idas al baño. La nena solo atinó a responderle que tenía como una molestia. Como las señora Julia había sido enfermera, le dijo que ella la iba a examinar, a lo cual Anita sin pensarlo le obedeció. Subió a la niña a su habitación y le dijo que se quitara los shorsitos y los calzoncitos. Hizo que abriera sus piernas e inmediatamente se dio cuenta de lo que había pasado. Anita, a ver, cuéntame que ha pasado aquí. Nada señora Julia, nada… Vamos no me digas mentiras, dime quién te ha tocado aquí. Nadie Es tu papito o alguien más? Dime La niña se sintió en confianza y le dijo que si, que había sido su papá. Y cuéntame Anita fue a la fuerza o tu quisiste? La niña no entendía pero le aseguro que nada había sido a la fuerza y nada por el estilo. Anita un poco avergonzada agachó al cabeza y la señora Julia le dijo que se tranquilizara que ella no iba a decir nada, que eso era normal entre padre e hija. Anita se sintió más tranquila a pesar de toda su inocencia. También le dijo que a veces los señores quieren hacer esas cosas con las niñas y que era muy común. Le dijo que le iba aplicar una cremita para desinflamar y para las magulladuras y el dolor. Anita se quedó tranquila y la señora Julia volvió con la crema y empezó aplicársela en la vaginita. Al sentir los dedos de la señora en su vaginita Anita sintió otra vez esa sensación de electricidad extraña en su entrepierna y abrió sus piernas para que la señora aplicara bien la cremita. Solamente que la señora se demoró un poco de más en pasar sus dedos en la niña y naturalmente Anita empezó a sentir rico y a humedecerse. La señora se dio cuenta de eso y solo pensó que la niña estaba siendo entrenada para ser una putica y se rio para sus adentros. Le dijo que ya estaba lista y la dejó salir a jugar no sin antes decirle que necesitaba hacerle un par de curaciones más ese mismo día, pero que seguramente en un par de días se le pasaría. La señora Julia sin que nadie lo supiera era lesbiana pero no le gustaban tan chiquitas, las prefería unos tres o cuatro años más crecidas o aún grandes. A las dos horas Anita volvió a que le aplicara la cremita. Esta vez las tres niñas entraron a la casa de la señora Julia. Claro le explicó a las amigas que necesitaba que la señora Julia le aplicara una cremita para el dolor en su parte privada. A las otras niñas les pareció normal eso y solo la acompañaron. Subió a la habitación de la señora y otra vez sin shorsitos y sin calzoncitos procedió hacer la curación. Esta vez los dedos de la señora se demoraron más y la niña sintió que era muy rico esas caricias. La señora le dijo que era increíble la cantidad de fluidos que salían de la vaginita de la niña. Anita gozaba con el contacto y casi tuvo un orgasmo pero la señora no hizo nada más y las mandó a jugar. Le dijo que debía volver al final de la tarde para la última curación del día. A la niña le pareció bien y salió de aquella casa. Al parecer la cremita si funcionaba y la niña no sintió más molestias pero se acordaba de la forma en que los dedos de la señora la acariciaban y al entrar a su propia casa para tomar el almuerzo, sin que la jovencita que le preparó el almuerzo se diera cuenta, subió rápidamente a su cuarto y se tocó la vagina y le gustó la sensación, metió su manita entre sus piernas y como tenía crema de la curación, sus deditos se deslizaban en su vaginita y la sensación era muy parecida a la que sentía cuando su padre la tocaba y también a la sensación de cuando la señora la tocó ahí para aplicar la cremita. Claro, no era igual pero era muy parecida. Por fin la llamaron a comer el almuerzo. La nena almorzó y volvió a subir a su habitación para dormir un rato. Al tratar de dormir la chiquita no aguantó las ganas de tocarse de nuevo y se quitó el shorsito y se quedó en calzoncitos, pero el cansancio la venció y se quedó dormida con su manita entre sus piernas. La joven que ayudaba en la casa estaba limpiando y vio a la pequeña en esa posición y solamente se rio y se burló sin decir nada. Más tarde se levantó y se acordó que debía ir donde la vecina, la señora Julia para una nueva curación y así lo hizo. La señora la recibió y la llevó otra vez a la habitación y la examinó y vio que los calzoncitos estaban un poco mojados y le dijo que ella debía ser más cuidadosa con esas cosas y que debía cambiarse de calzoncitos cada vez que se mojara ya que eso le podía traer infecciones y después sería muy doloroso todo. Le untó el ungüento otra vez pero esta vez le preguntó si ella se tocaba ahí, Anita le respondió que nunca lo había hecho pero que lo acababa de hacer después del almuerzo y que le gustaba mucho. La señora le dijo que eso era normal, pero que cuidara mucho del aseo en la zona vaginal. Empezó a untarle el ungüento o cremita en la zona de la vaginita pero esta vez lo fue haciendo como su papá la acariciaba, ella encogió las rodillas y se dejo hacer, solo el tomaba la mano de la señora y ella le untaba la crema por todas partes, en unas partes de demoraba más y en otras se detenía un poco más. Anita le tomo la mano y le dijo que ella se orinaba mucho, que no siguiera porque podía mojar todo. La señora no siguió haciéndolo y le dijo que volviera al final de la tarde. Anita salió a jugar y solo se encontró con Katia Así que se sentaron a conversar de cosas de niñas. El tema de tocarse la vagina le rondaba la cabeza y le preguntó inocentemente a Katia que si ella hacía eso. (Aclaración o recordatorio Anita tenía 11 años y Katia tenía 12). Katia un poco sorprendida por la pregunta trató de evitar responderle y entonces Anita se dio cuenta y jugando le dijo: Katia, Katia tú lo haces, jajaja, tú lo haces… Pues claro bobita todos lo hacen, todas y todos… Esa respuesta si la dejó más sorprendida. ¿Todos y todas? ¿Y por qué ella no sabía eso? Conversaron sobre el tema y así se enteró que Katia también hacía cosas pero esa es una historia diferente y por ahora nuestra protagonista es Anita. Al final de la tarde Anita le dijo a Katia que tenía que ir a que las señora Julia le hiciera una curación en su cuquita. Katia le preguntó que por qué una curación ahí. Anita no supo que contestar y solo le dijo que tenía una molestia. Total, Anita y Katia fueron a donde la vecina Julia a que le hiciera la curación y esta vez Katia estuvo presente y vio como las señora tocaba la vaginita de su amiga y eso también despertó las dudas de Katia, pero no dijo nada. Antes de salir de la casa de la señora David, el padre de Anita llegó a la casa de la señora Julia y la señora inmediatamente le dijo que tenía que hablar con él urgentemente. La señora se llevó a David aparte y le dijo lo que ella había descubierto. David palideció inmediatamente, no sabía qué hacer. Las señora Julia le aclaró que ella no iba a decir nada pero que por favor dejara que la vagina de la niña se recuperara y que no hiciera nada con la niña por un par de días. David y Anita salieron de esa casa y la sin decir palabra David el dijo a si hijita que por un par de días no harían nada hasta que ella se recuperara. Anita y su padre cenaron y se fueron a descansar. Anita esa noche no podía conciliar el sueño pero si quería tocarse bien rico. Pero otra vez se quedó dormidita y otra vez la joven señorita que ayudaba en la casa se dio cuenta de eso, pasó por la habitación y Anita estaba desarropada y con la manita dentro de sus calzoncitos. La joven le sacó la mano, la acarició un poco y la dejó durmiendo bien abrigadita. En la casa vecina la señora Julia le contaba a su hijo Don Rafael lo que había descubierto. Esa era la oportunidad de Don Rafael para poder culiarse a las niñas de la cuadra… En el capítulo siguiente les contaré cómo hizo Don Rafael para poder tener a las niñas y de alguna manera todos los involucrados lo permitieron. Efebolicomaduro60@gmail.com

Autor: EFEBOLICOMADURO60 Categoría: Tabú

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Bajo el “cuidado” de mi primo Carlos

2023-10-04


Mi primo me inició en el sexo y me enseñó a tener orgasmos anuales y orgasmos en el ano (que no son lo mismo, eh). Yo era muy muy MUY joven y, como solía ser costumbre desde hacía bastante tiempo, mi primo Carlos había ido a mi casa para cuidarme mientras mis padres estaban ausentes. Siempre me encargaban con él cuando tenían que estar fuera todo el día, así que Carlos y yo nos quedábamos solos desde la mañana hasta la noche. Era lo usual. Carlos era un chico guapo. Al menos eso me parecía a mí, que para entonces ya tenía noción de que no me gustaban las chicas y sí los chicos. Además, siempre era extremadamente atento conmigo. Él tenía como ocho años más que yo, jugaba fútbol para la selección de su universidad, a la que acababa de ingresar, y además era bastante activo como deportista. Para mí, él tenía un cuerpo perfecto, pero yo me fijaba más en su rostro bronceado y su cabello negro ensortijado… salvo cuando nos bañábamos juntos, momentos en que era imposible no mirarle el cuerpo. Sucede que cuando mis padres me dejaban a su cuidado, Carlos me invitaba a entrar juntos en la ducha; entonces él me enjabonaba todo el cuerpo con especial cuidado durante horas. Siempre ha sido así desde que éramos más pequeños, así que en realidad nunca me llamó la atención nada de lo que hacíamos. Todo me parecía muy normal. Incluso cuando a él se le ponía duro el pipí, yo lo tomaba con naturalidad. Algunas veces se lo agarraba, para compararlo con el mío. No me sorprendía su enorme tamaño; ya me había acostumbrado a que el suyo sea gigante y el mío, pequeño. Algunas veces me pedía que le enjabonase los muslos o la barriga, y yo lo hacía rozando sin querer su pipí a medio despertar, algo que tampoco parecía incomodarle. A mí me gustaba verlo desnudo, con el cuerpo moreno y bien formado, todo cubierto de vellos delgados y suaves, escurriendo agua jabonosa por doquier. Particularmente, me daba curiosidad ver cómo su “pipí” se volvía enorme y se ponía duro. Casi siempre terminábamos de ducharnos y él me secaba todo el cuerpo con su toalla, también con mucho cuidado (y con especial cuidado en mi espalda y mis nalgas), mientras me aleccionaba para que no contase nada de lo que hacíamos en la ducha a nadie. Nunca comenté nada con mis padres y no sé muy bien por qué. En principio, sentía que lo que hacía con Carlos no era malo y, por el contrario, me gustaba mucho, pero tenía cierta conciencia de que era mejor que nadie lo supiera. Luego de un tiempo, mi primo tomó por costumbre ayudarme a “bañarme a fondo”. Decía que tenía la obligación de dejarme bien limpiecito por todas partes, y entonces se enjabonaba un dedo de la mano y me lo metía en el trasero con mucho cuidado, bien despacito. Las primeras veces lo hizo con el meñique, primero la mitad y luego todo completo; pasó a hacerlo con otros dedos a lo largo de varias semanas. Hasta que un día lo hizo con dos dedos: el índice y el anular. Una vez que estaba dentro, sea con el dedo que sea, para lo cual podía tomarse más de media hora, me limpiaba el huequito del trasero sacando y metiendo su dedo mientras con la otra mano me enjabonaba las tetillas. Eso a mí me encantaba y me hacía gemir y no podía evitar que mi pipí se pusiese duro, pero Carlos parecía no prestarle importancia a eso. Yo estaba feliz cuando me bañaba con él porque siempre me trataba y me hacía sentir muy bien. Ya para terminar el duchazo, pasado los meses tomó la costumbre de darme un beso en la boca “para la buena suerte” y, para asegurarse de retirar todo el jabón de mi cuerpo, me lamía un buen rato ambas tetillas y finalmente hacía que me agache y abra mis nalgas, con lo que él aprovechaba para meter su lengua en mi trasero. Me lamía el huequito un buen rato, para asegurarse de que no quedara jabón y así no me ardiese luego. Yo sentía muchas cosquillas y a veces le mentía; le decía “todavía me arde, parece que ha quedado jabón al fondo”, y entonces se esmeraba en introducir su lengua hasta lo más profundo, a veces ayudado por alguno(s) de su(s) dedo(s). Y esa rutina se mantuvo hasta que, un día, Carlos llegó con la novedad del “juego de la familia”. La premisa consistía en que ambos éramos esposos y dormíamos juntos, tal como lo hacían mi papá y mi mamá y sus padres; él se despertaba primero y, para despertarme, debía ponerse encima de mí, para lo cual yo debía estar echado boca abajo. Así despertaban nuestros padres a nuestras madres, me explicó, y así lo hicimos varias veces aquel día en el cuarto de mis padres, pero con pequeños cambios de vez en vez. La primera, solo estuvo encima de mí, tranquilo, sin moverse, por varios minutos. La segunda vez, empezó a moverse y a empujar su pelvis contra mi trasero, aprisionándome entre él y la cama; lo hacía muy, muy despacio, como era siempre su costumbre al hacerme caricias, algo que me resultaba agradable. Claramente podía sentir cómo su pipí crecía y se ponía duro. Antes de hacerlo por tercera vez (o cuarta, no recuerdo bien), me dijo que debía jurarle que jamás diría a nadie la forma en que estábamos jugando; a mí me daba igual, porque no tenía idea de lo que estaba sucediendo; solo sabía que lo estaba disfrutando. Así se lo hice saber. Me agradeció y me dijo que antes de seguir jugando, debíamos bañarnos “a fondo”. Fuimos a la ducha e hicimos todo lo que solíamos hacer. Se enjabonó él primero y luego me enjabonó a mí. Me lavó “a fondo” el trasero con dos de sus dedos mientras me enjabonaba las tetillas con su otra mano. Se tomó su tiempo, como de costumbre, y cuando terminó me dijo “parece que hoy estás listo”. Para no variar, se cercioró con la lengua que ni mis tetillas ni el huequito de mi trasero quedaran con rastros de jabón. Volví a insistirle que se fijara bien, que el fondo de mi huequito parecía quedar algo de jabón. Me siguió el juego, como siempre. Nos vestimos y regresamos a la cama de mis padres. Volví a ponerme bocabajo y él se echó encima de mí. Se quedó quieto un buen rato y luego empezó a tocarme con suavidad la espalda por debajo del polo, y a acariciar los lados de mi cuerpo, por las costillas, lo cual hacía por primera vez; a mí me gustó mucho. Carlos respiraba por la boca haciendo algo de ruido y su boca, al estar a la altura de mi oreja, arrojaba aire caliente dentro de ella. Carlos empezó a empujar su pelvis contra mi trasero muy despacio pero con firmeza, y yo empecé a sentir que su pipí seguía creciendo y se iba poniendo cada vez más y más duro. No sabía que su pipí podía crecer tanto y ponerse como una piedra. Carlos seguía acariciándome los costados del cuerpo, debajo de las axilas, y de pronto bajó sus manos hasta el espacio que separa mis nalgas y empezó a intentar bajarme el pantalón corto, recorriendo con sus dedos muy lentamente todo el borde de mi ropa, desde mi espalda y hasta llegar a la bragueta. La abrió con cuidado y me bajó lentamente el pantalón hasta la mitad de los muslos, dejándome puestos los calzoncillos; luego, sentí cómo apuntaba con su pipí increíblemente duro, grande y caliente contra mi trasero, colocándolo entre mis nalgas por encima del calzoncillo. Yo no sabía qué estaba sucediendo, solo sentía sus caricias y su respiración sobre mi nuca y mi oreja, la presión de su pipí contra mi trasero y eso me estaba gustando demasiado. Luego, sentí cómo iba bajándome el calzoncillo muy lentamente mientras me metía la lengua en la oreja. Yo no sé si fue que empecé a gemir, pero él me pidió que no hiciera tanta bulla, que los vecinos podían escucharnos. Acto seguido, terminó de bajarme el calzoncillo y puso su pipí duro, enorme, caliente y húmedo contra el huequito de mi trasero. Empezó a empujar con mucha delicadeza, despacio y con cuidado; abrió un poco mis nalgas y sentí cómo la cabezota de su pipí se abría paso en la entrada de mi ano. Las caricias de sus dedos sobre mi cuerpo seguían, su lengua seguía lamiendo mi oreja, luego mi nuca, luego mi otra oreja; su pipí seguía intentando abrir mi huequito… y vaya que lo estaba consiguiendo. Me preguntó si me gustaba lo que estábamos haciendo, y yo fui sincero: le dije que sí. Empezó a empujar un poco más contra mi huequito y sentí que su pipí seguía entrando en mí, despacio, muy despacio. Insistió una vez más en que no le dijera a nadie lo que estábamos haciendo, a lo que yo respondí diciéndole que no se preocupara, que nunca traicionaría su confianza. Y que siguiera haciéndome aquello. No sé en qué momento fue que sucedió, pero de pronto yo empecé a sentir algo extraño en mí. Como un calor que me recorría todo el cuerpo y de pronto una sensación muy rica en el pipí. Sentía como que me iba a orinar encima y se lo dije a mi primo; traté de soltarme de él para ir al baño pero Carlos era mucho más fuerte que yo y me obligó a permanecer debajo de su cuerpo. Si bien sentía que me estaba orinando, no salió nada de mi pipí. Mi primo me tenía aprisionado entre su cuerpo y la cama, y como me había tapado la boca con su enorme mano, en el forcejeo uno o dos de sus dedos habían entrado en ella, lo cual no me incomodaba en absoluto. La sensación fue muy extraña pero la disfruté mucho. Estuve un buen rato sintiendo y disfrutando los espasmos en el bajo vientre y en todo el cuerpo, y para cuando reaccioné, mi primo no solo seguía encima de mí, moviéndose, sino que había logrado introducir todo su pipí dentro de mi trasero. Sentía el calor de su barriga pegada sobre mi espalda baja, sentía cómo el sudor de su pecho cubierto de vellos mojaba la parte superior de mi espalda, sentía sus testículos ardientes sobre la parte inferior de mis nalgas, acariciando con sus vellos parte de mis testículos. No sé cuándo fue que había logrado entrar, pero ya estaba dentro de mí por completo y ahora me sacaba y metía todo su pipí menos la cabeza, muy despacio y con mucho cuidado, como era su costumbre al hacer las cosas. Yo sentía riquísimo cómo entraba y salía de mi cuerpo. De pronto, una especie de cosquilla intermitente empezaba a anunciarse en el huequito de mi trasero mientras él me penetraba, me acariciaba la espalda con sus dedos y lamía mis orejas. La cosquilla en mi huequito empezó a hacerse cada vez más intensa y el calor iba apoderándose de mi cuerpo nuevamente. Mi huequito comenzó a contraerse a medida en que la cosquilla en él se hacía más y más intensa. Las contracciones en mi bajo vientre volvieron y yo sentía otra vez como que me iba a orinar. Empecé a estremecerme y a gemir por el intensísimo placer que sentí en ese momento. Cerré los ojos con la misma fuerza con que ajustaba mi trasero, apretando con furia el pipí de mi primo. Mi huequito me hacía muchas cosquillas; era una sensación increíble. Igualmente, mi pipí empezó a sentir cosquillas. Carlos, para calmarme y controlarme, empezó a morder la parte de atrás de mi cabeza, con suavidad, y a jalarme del cabello mientras introducía su pipí por completo en mi trasero y resoplaba y gritaba. Embistió con su pelvis mi trasero y me empujó su pipí hasta el fondo. Sentí su falo convulsionar entre mis nalgas, con contracciones que duraron varios minutos y que coincidieron con las de mi huequito, el cual parecía ordeñarlo, mientras el calor se apoderaba por tercera vez de todo mi cuerpo. Carlos se quedó varios minutos sobre mí. Su boca seguía echando aire caliente dentro de mi oreja. Su pipí seguía convulsionando dentro de mi trasero. Nos quedamos en silencio cerca de media hora, siempre él sobre y dentro de mí. Me preguntó si lo había disfrutado y le dije que sí, que muchísimo. Entonces me dijo que el juego de la familia era ese, que para despertarme él tenía que hacerme exactamente lo mismo siempre. Y que lo jugaríamos cuando nos quedáramos solos. Pero que si se lo contaba a alguien, ya no íbamos a poder jugarlo nunca más. Le di mi palabra de que que no le diría a nadie. Yo no tenía idea de lo que había sucedido pero entendí, de alguna forma, que debía ser algo confidencial. Además, me había gustado (¡y mucho!), así que no me desagradó la idea de volver a hacerlo. Y nunca se lo dije a nadie; no podía permitir que no volviésemos a jugar algo tan divertido. Él continuó yendo a mi casa por muchos años más, a cuidarme cuando mis padres no estaban, una o dos veces por semana. Cuando tuve conciencia de lo que pasaba, nos convertimos en amantes, y aún ahora que ambos estamos casados, cada quien por su lado, seguimos viéndonos… pero esa ya es otra historia.

Autor: SANTIAGORODRIGUEZ Categoría: Tabú

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Fiesta de disfraces para niños traviesos I

2023-10-04


Spiderman se había quitado el traje teniendo solo su máscara, el cuerpo que tenía era de un hombre negro de grandes proporciones, su verga larga perforaba el culo blanco de un niño a una velocidad vertiginosa, su miembro era tan largo que solo la mitad estaba metido.. Corriendo con mis amigos alrededor de la casa escuche como nuestros padres nos mandaban a llamar, era mi cumpleaños número 7 y estaba feliz por que este día mis padres me regalaron lo que siempre había querido, una fiesta de disfraces, además me prometieron que invitarían a mis héroes favoritos para animar mi cumpleaños. La emoción que recorría mi cuerpo fue tal mientras llegaba al patio donde pude admirar con sorpresa a un grupo de hombres musculosos vestidos como superhéroes, Thor con su cabellera larga rubia, su martillo, aunque vistiendo solamente una capa y un suspensorio en su entrepierna lo que me dejaba admirar su gran paquete, el físico de aquel Dios nórdico hizo que mi ingle vibrará, sus bíceps marcados, el contorno de sus venas, la piel gruesa que se extendía alrededor de sus músculos inflados, amaba la idea de tocarlos. Luego estaba Spiderman, un hombre alto con un físico fornido, cada parte musculosa se remarcaba en su traje, desde sus poderosas piernas, la espalda ancha, sus pectorales y abdominales, lo que más llamó mi atención fue algo largo y grueso que llegaba hasta su rodilla, por la posición que tenía desde su entrepierna pude deducir que era su hombría. «Increíble» suspiré, mi amigo Nicolá me codeo apuntando a Capitán América. «El no deja de mirarte» confesó el niño, seguí la vista hasta toparme con un hombre sonriente, su figura tonificada era evidente en cómo le apretaba su uniforme, el escudo a su lado le hacía ver imponente, pero sus ojos eran los más característicos, tenían un brillo hambriento que causó escalofríos en mi cuerpo. «Niños, les presento al grupo de superhéroes que vienen a animar la fiesta, ayudenlos a llegar al cuarto donde harán su Show, más tarde los llamaremos para comer pastel» dijo mi papá apretando su entrepierna, sonreí emocionado. «Por favor siganme» pedí corriendo a tomar la mano de Thor, este acepto acariciando mi palma con sus gruesos dedos, luego acompañado de mis compañeros recorrimos el pasillo hasta una puerta al fondo. «¿Porqué los demás no llegaron?» Preguntó Nicolá a Spiderman, este sonrió acariciando su hombro. «Llegarán más tarde, tuvieron que luchar contra un villano muy fuerte, nos pidieron que adelantaramos el regalo» explicó el hombre, su voz se tornó grave al mencionar la última frase. Apenas entramos a la habitación cada quien se disperso, cerramos la puerta y empezamos a desnudarnos. «¿Ya quieren ir al postre? Pensé que querrían vernos en acción» consultó Capitán América sacando un dildo de su escudo. «Dejemos que ellos hagan lo que quieran, igual tenemos que esperar a los demás» explicó Thor sacando su verga erecta. Spider-Man fue el primero en moverse, agarró a dos pequeños de piel blanca y los sometió en el suelo, luego estiró su pelvis para sacar una hombría de 9 pulgadas, su grosor era increíble mientras goteaba presemen, maravillados los pequeños de piel pálida chuparon con gula la carne gruesa. Thor se acostó en la cama de la habitación mientras tres niños se subían con él para tocar su cuerpo, apenas me quite el boxer quise ir a por el, pero fui detenido por una mano. «Tu vendrás conmigo cumpleañero» confesó Capitán América levantándome, enrede mis piernas en sus caderas mientras mis ojos se mantenían fijos en los suyos, con un beso introdujo su lengua en la mia devorando todo mi ser, debajo de mi culo sentí cosquillas, revise solo para notar a mi amigo Nicolás chupándole la polla a mi héroe con gula. Mi respiración era suave mientras sentía el aliento caliente y su cuerpo envolverme, su aroma masculino era delicioso de sentir, me apeque más a el mientras sus dedos amoldaban mi carne a su antojo. De vez en cuando miraba lo que sucedía a mi alrededor para notar como Spiderman se había quitado el traje teniendo solo su máscara, el cuerpo que tenía era de un hombre negro de grandes proporciones, su verga larga perforaba el culo blanco de un niño a una velocidad vertiginosa, su miembro era tan grande que solo la mitad estaba metida, el resto era chupada por el otro niño. Gemí cuando la barba rasposa de mi héroe acarició mi hombro, pude notar como Nicolá se retiraba al trasero del Capitán para chupar su culo, mientras este recibía un beso negro metió sus dedos en mi ano forzandolo a abrirse. Mordí el hombro del hombre mientras mis paredes eran estiradas con fuerza. «Calma pequeño, pronto recibirás todo de mi» gruño el adulto introduciendo más dedos. Cuando tuvo tres de cada mano en mi interior hizo varios movimientos para estimular mí próstata, gemi en voz alta escuchando en coro los gritos de los demás niños acompañados de sonidos ahogados, pieles chocando y gruñidos graves. De un vistazo note como Thor azotaba el culo de dos niños mientras bombeaba su verga curva en el culo de un tercero, todos estaban acostados bocaabajo con el trasero parado listos para recibir la hombría de su macho. Volví mi atención a mi héroe cuando esté quitó sus dedos y los reemplazo por el glande de su pene, este era muy cabezón, al punto que mi ano se veía más pequeño a pesar de lo bien que lo habían estirado. «Respira hondo, esto dolerá» ordenó el capitán antes de empujar con fuerza la cabeza de su verga, grite ante aquella hombría atravesando el anillo de mi ano, mis paredes ardían mientras cada centímetro laceraba la piel interna, deje salir varios sollozos mientras las embestidas de aquel monumental hombre empezaban. Con algunos besos y palabras de aliento me sostuvo con sus fuertes brazos iniciando un vaivén lento, Nicolá se había aburrido de chuparle el culo al Capitán obtando por ir a donde estaba Spiderman, este se encontraba en el suelo dejando que otro niño le montará su gigante verga mientras a su lado un culo rojo y roto descansaba, semen caía del agujero el cual no dejaba de contraerse en dolorosos movimientos. En ese momento escuchamos la puerta abrirse y tres hombres musculosos se unieron a nosotros. Uno estaba vestido de Ironman, pero se notaba el físico de guimnasio que se cargaba, otro iba como Ojo de Alcón, pero en vez de una flecha con su arco, era un dildo con forma de flecha, por último un tipo grande de cabello negro, de extremidades gruesas y muy alto pintado de verde accedió al recinto, sus ojos se veían maniáticos, como una bestia en celo. «Bueno niños, han llegado más superhéroes con los cuales divertirse» dijo Iron Man extendiendo los brazos, pronto los dos niños de Thor y Nicolá corrieron a saludarle. Mi mejor amigo apretó la verga dura de Hulk mientras este tenía una sonrisa perfida. Pronto volví mi atención a mi hombre el cual aceleró las embestidas mientras caminaba hacia sus amigos. «¿Cómo les fue con las niñas?» Pregunto mi héroe sin dejar de follarme, el bombeo de su verga en mi culo era notorio, nuestras pieles chocaban con tanta fuerza que era lo que más se escuchaba aparte de los gritos del niño que era perforado por la hombría monumental de Spiderman. «De maravilla, esas vaginas vírgenes sangraron mucho» se burló Iron Man dejando que el niño entre sus piernas se tragara su pene grueso y curvo hasta el fondo. «Para la próxima quiero nenas, amo los culos, pero una vagina de vez en cuando no hace daño» comentó el capitán, dio una fuerte embestida a lo último sacandome un gemido, luego se fue hacia un sillón para sentarse. Apenas se arrecosto dejo que yo le montará como quisiera. «Bésame y sigue follandote el culo pequeño» ordenó el capitán tomándome de las caderas, hice caso acercando mis labios a los suyos, deje que dominará el beso mientras su hombría llegaba a golpear mí próstata. Escuche ruidos a mi lado y mire de losayo solo para encontrar a Nicolá empotrado contra la pared, su rostro era de dolor mientras aquel cuerpo verde y macizo se contraía en fuertes movimientos pélvicos, mi pupila se dilató al notar una verga gruesa, de 10 pulgadas salir furiosamente del culo roto de mi amigo, este lloraba mientras era sometido por aquel hombre. Lo más sorprendente era ver cómo su ano se estiraba incluso cuando la verga de Hulk salía, como si este lo estuviera chupando con su hombría. Gemí en medio del beso lo cual hizo que el Capitán metiera su lengua, me deje llevar por sus manos experimentadas mientras los gritos eran apaciguados por los gemidos roncos de nuestros héroes. La habitación estaba impregnada de olor a afrodisiaco masculino, sudor y semen, el calor que emanaba cada parte del lugar nos mantuvo febriles durante varios minutos, los cuales estuvimos a merced de aquellas vergas monumentales y calientes. En medio del beso fui levantado por una fuerza mayor, mire detrás mío cuando mi cuerpo fue pegado a una piel sudorosa, el contraste entre mi piel blanca y el negro era excitante, Spiderman me había tomado de las manos del Capitán sin esfuerzo. «Todos tenemos que darle el regalo al cumpleañero, no solo tú capitán» dijo el hombre negro inclinándose hacia mi héroe con escudo, levantó mi cadera para alinearla con su pelvis, me sostuve de los hombros de mi anterior amante mientras sentía como una verga gruesa atravesaba las paredes de mi ano. Grite entumecido y deje salir unas lágrimas cuando las fuertes cogidas iniciaron, la saliva de mi boca caía en los pectorales del Capitán el cual sonreía morboso, tomó mi rostro para besar mis labios húmedos, mientras me perdia en el placer de tener aquella verga monumental, podía escuchar a Nicolá suplicar ayuda, pero luego un gruñido animal lo mandaba a callar, lo último que escuche de él fue fuertes sentones y golpes de piel que debían doler por la furia con las que se daban, mire de losayo notandolo en el suelo cubierto de semen, su ano palpitaba mientras una verga gruesa descansaba en sus nalgas, está seguía botando leche la cual se escurría por la piel de mi amigo. El resto de niños solo gemían gustosos, el capitán América se fue después de besarme por última vez, dejando que Spiderman me arrecostara en su cuerpo y levantara mis piernas, con acceso a mi culo comenzó a bombear mi ano con su verga, aquellas proporciones eran magnánimas, el color de esta se había tornado de un rojizo intenso, el olor que exudaba era de semen, estaba pegajosa y llena de líquido presiminal. Cada embestida se escuchaba como un chapoteo, pero cuando sacaba toda su verga sonaba como si algo estuviera siendo descorchado, mi piel se estiraba con cada senton y me habia perdido en el placer que me daba. Pronto Hulk se aburrió de mi amigo Nicolá y fue a por mí, Spiderman me soltó apenas lo noto, tirado en el suelo con la respiración entrecortada levanté la vista para encontrar una verga erecta con semen cubriéndola apuntandome, sonreí antes de ser tomado por aquel magnánimo hombre. Fui sometido contra el sillon antes de que mi culo roto se estirarara con la intrusión de su glande monstruoso, pegue un grito mientras dejaba que aquel pedazo de carne de proporciones inhumanas atravesará mi esfínter, llore entendiendo lo que había sentido Nicolá y me quedé quieto para disfrute de mi héroe. Este fue rápido con sus penetraciones, cada una más profunda que la anterior, su hombría devoraba todo a su paso, mi culo había perdido la capacidad de resistirse, a donde aquel pedazo de carne se moviera esté le seguía, agradecí que el semen era un lubricante que servía como bálsamo para lo ardiente que estaban mis entrañas al tener semejante monstruo dentro. El sudor perlada nuestros cuerpos mientras olores rancios emanaban en el aire, el desodorante que usaban los adultos se había acabado dejando escapar sus aromas naturales a machos. Cerré los ojos cuando algo dentro de mi hizo clip y cuando desperté estaba en mi cama, papá me miró con una sonrisa mientras dejaba de ver videos en su celular y guardaba su verga en su boxer. «Finalmente despiertas, caíste inconciente después de recibir el regalo de Hulk, pensé que te había enseñado bien hijo, ahora veo que no, cuando tu tío Hodson vuelva del ejército te entrenaremos de nuevo, no quiero que se vuelva a repetir, ahora chupasela a papá, tus amigos salieron igual o peor que tú de esa fiesta» sonrió mi progenitor con el deseo nublando sus ojos, asentí agarrando su verga y metiéndola a mi boca, mire un momento mi culo notando un pedazo de carne estirado que rozaba mis testículos. «Es tu ano, volverá a la normalidad en unos días, tranquilo, es normal que tome esa forma después de las pollas que recibió» comentó el mayor con un gemido grave, cerré los ojos disfrutando del sabor salado de su hombría. Continuará… Gracias por haber leído hasta aquí. Este relato va dedicado a Cris GMC, aprecio las ideas y el apoyo que has dado. Si quieren compartir relatos o solo charlar pueden contactarme por Telegram. Telegram: @AlexanderTL28. Hasta pronto. como bálsamo para lo ardiente que estaban mis entrañas al tener semejante monstruo dentro. El sudor perlada nuestros cuerpos mientras olores rancios emanaban en el aire, el desodorante que usaban los adultos se había acabado dejando escapar sus aromas naturales a machos. Cerré los ojos cuando algo dentro de mi hizo clip y cuando desperté estaba en mi cama, papá me miró con una sonrisa mientras dejaba de ver videos en su celular y guardaba su verga en su boxer. «Finalmente despiertas, caíste inconciente después de recibir el regalo de Hulk, pensé que te había enseñado bien hijo, ahora veo que no, cuando tu tío Hodson vuelva del ejército te entrenaremos de nuevo, no quiero que se vuelva a repetir, ahora chupasela a papá, tus amigos salieron igual o peor que tú de esa fiesta» sonrió mi progenitor con el deseo nublando sus ojos, asentí agarrando su verga y metiéndola a mi boca, mire un momento mi culo notando un pedazo de carne estirado que rozaba mis testículos. «Es tu ano, volverá a la normalidad en unos días, tranquilo, es normal que tome esa forma después de las pollas que recibió» comentó el mayor con un gemido grave, cerré los ojos disfrutando del sabor salado de su hombría. Continuará… Gracias por haber leído hasta aquí. Este relato va dedicado a Cris GMC, aprecio las ideas y el apoyo que has dado. Si quieren compartir relatos o solo charlar pueden contactarme por Telegram. Telegram: @AlexanderTL28. Hasta pronto.

Autor: REMASTER64 Categoría: Tabú

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