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ME FOLLA EL HERMANO DE MI AMIGO BORRACHO

2023-08-27


Como me folla el hermano de mi amigo cuando esta borracho . todo comenzo sin querer una noche casual… ERA un viernes en la noche y yo estaba en mi cuarto ( soy alex 22 años, cuerpo semifemenino, caderas y cola linda, estatura mediana todo un femboy) Esa noche llego la novia de uno de los hermanos de mi mejor amigo ( por cierto vivo en una casa con mi mejor amigo – su pareja – su papa – una prima y uno de sus hermanos… Esa noche llegaron y no tenian planes asi que la novia de uno de los hermanos ( el no esta en la ciudad) decide comprar bebidas para pasar la noche… Y se sentaron en el comedor a beber.. Yo no queria pero al final si decidi acompañarlos… Despues de unas horas mi mejor amigo se fue a dormir y la prima tambien…. Solo quedamos la pareja de mi amigo.. El hermano y la novia… Llegaron las horas y ya todos estan borrachos y el hermano (max) se queda dormido en el comedor, y la pareja de mi amigo y la novia deciden ir a comprar mas bebida… Yo decido quedarme en la casa mientras ellos salen a comprar… Una vez quedo solo en la sala con el hermano de mi mejor amigo borracho y dormido en la mesa… Me entra el morbo de tocar su polla.. ( el es alto, buen cuerpo marcadito, piernas ricas y bien varonil…) entonces me acerco primero a los cuartos a mirar si mi mejor amigo y su prim estan profundos, una vez veo que estan profundos regreso a la sala y comienzo a llamarlo » max, max,» y nada que reacciona.. La Calentura me toma y decido tocar su polla por encima del pantalon…. «max. Max,…» no reacciona asi que decido arrodillarme y desabrocho su pantalon y saco su pene dormido y comienzo a chuparlo poco a poco y viendo si se despierta…. Veo que sigue profundo y sigo chupando… Cuando de la nada siento sus dos manos empujando mi cabeza hasta el fondo de su polla y me dice eso sigue asi perra chupamela… Eso me calienta y sigo chupando mientras eso crece 20 cm deliciosos derecho y con venas… Estoy chúpando a gusto cuando llegan los que estaban comprando trago… El se sube el jean y se va a su cuarto y yo me quedo como si estuviera esperándolos… Ellos me dicen que compraron.. Preguntan por Max y yo les digo que se fue a dormir… Pasan las horas y el novio de mi mejor amigo y la novia se quedan profundos…. Yo con la calentura decido ir al cuarto de max y lo veo hay profundo… Y yo sin pensarlo vuelvo y le saco la polla y empiezo a CHUPAR el se despierta y vuelve a follarme la boca… Al momento me dice ponte en cuatro te quiero partir el culo.. En esas me bajo el short y me pongo en cuatro y me la mete toda y sin parar me da delicioso… Hasta que dice que quiere correrse en mi boca.. Alo que yo bajo y me llena la cara y boca de leche…. El se queda dormido como si nada y yo me voy a mi cuarto… Al dia siguiente como si nada hubiera pasado y todo muy normal….. Espero repertir a ese bom bom de nuevo….

Autor: FEMBOY18 Categoría: Sexo Gay

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Desvirgado por mi hermano, me convierto en su hembrita.

2023-08-27


Desvirgado por mi hermano, me convierto en su hembrita. deslizaba su mano a todo lo largo de aquella tremenda polla a la vez que soltaba leves gemidos, masturbándose, sin sospechar que su hermano lo estaba viendo embobado desde el umbral de la sala. . Esta es la historia de un seguidor de Twitter que me pidió que escribiera su historia, según él, historia completamente real. El nombre no viene al caso, pero digamos que él se llama Alejandro y su hermano Luciano. Alejandro cuando todo esto sucede tiene 18 años recién cumplidos y su hermano Luciano 27, vamos que prácticamente le lleva 10 años. Su hermano Luciano es alto, casi 1,80 centímetros, fortachón y muy varonil. Cosa que Alejandro digamos que es todo lo contrario, poco más de los 1,70 centímetros de estatura, delgadito y de facciones suaves, vamos que Luciano es como la familia paterna y Alejandro claramente como su madre. Aunque Alejandro desde muy jovencito ya supo que a él le gustaban más los chicos que las chicas, hasta entonces nada había hecho, no había tenido relación sexual alguna. Todo comenzó aquella madrugada en la que la casualidad quiso que a causa del calor y excitación que sentía, despertó de madrugada y muerto de sed, se le ocurrió ir a la cocina a beber algo y así aplacar aquella tremenda sed que tenía. Se levantó de la cama y tal como estaba con tan solo el pantaloncillo del pijama que utilizaba para dormir, era un pantaloncillo corto de tela muy fina, se encaminó a la cocina, así como estaba, no usaba la parte de arriba del pijama, pues solía tener mucho calor y solamente dormía con aquel fino pantaloncillo del pijama. Así como estaba, con las luces apagadas, se dirigió hacia la cocina. Luego de beber y calmar la tremenda sed que tenía, fue cuando iba a volver a su dormitorio, pero al salir de la cocina, le pareció escuchar un ruido, ruido que venía de la sala. Curioso como era, descalzo como estaba, sigilosamente se fue a asomar a ver que era aquel ruido que parecía venir de la sala. Nada más asomarse al umbral de la sala, pudo apreciar que el ruido que escuchaba provenía de allí, era su hermano Luciano que, sentado en el sofá, se estaba masturbando a la vez que veía una película porno en la televisión. Este gemía levemente mientras meneaba la tremenda polla que tenía el muy cabrón. Dios que pedazo de polla que tenía su hermano, nunca se la había visto y verlo ahora con semejante excitación mientras se masturbaba viendo la película porno, lo había dejado sin habla, no sabía que hacer, ver aquello lo estaba excitando de una manera que nunca creyó pudiera ser posible. Joder era su hermano, pero aquello era mucho más fuerte que él, su cuerpo se estremecía y un tremendo gusto le recorría por todo su cuerpo. Sin poder dejar de mirar como su hermano deslizaba su mano a todo lo largo de aquella tremenda polla a la vez que soltaba leves gemidos, masturbándose, sin sospechar que su hermano lo estaba viendo embobado desde el umbral de la sala. Si el calor lo había despertado, aquello que ahora estaba contemplando, estaba haciendo que la temperatura de su cuerpo empezase a subir, no podía dejar de mirar como su hermano se masturbaba, se había quedado hipnotizado, era como si estuviera en trance, solo veía aquella tremenda polla, veía cómo se descapullaba una y otra vez, dejando al descubierto aquel enrojecido glande. De repente vio como su hermano dejaba de masturbarse a la vez que trataba de taparse sus partes, rompiendo aquella excitante y caliente masturbación que absorto estaba contemplando. ¿Qué estás haciendo ahí? Le soltó su hermano mirándolo con ganas de estrangularlo, mientras trataba de taparse para que su hermano Alejandro no viera que estaba desnudo con el pantalón sobre los tobillos, masturbándose mientras veía aquella película porno en la televisión. Nada, solo me levanté para beber, tenía mucha sed y cuando salí de la cocina escuché ruido y venía a ver que era. ¿Llevas mucho tiempo ahí mirando? Le preguntó Luciano. No, estaba llegando cuando me viste. ¡¿Y que fue lo que viste? Le preguntaba curioso su hermano mayor. Nada, no vi nada, solo… ¿Solo qué…? Dios, no sabía que contestarle, me daba vergüenza y si supiera que me gustaba aún me daba más vergüenza. Solo vi tu cosa, vi como la acariciabas, yo ya me iba a dormir, puedes seguir, yo no voy a decir nada. Después de unos segundos de total silencio donde se podía palpar la tremenda tensión Que reinaba, mi hermano Luciano me llama para que me siente junto a él. Ven, me decía poniendo su mano sobre el sofá para que me sentara a su lado. ¿Tú nunca te masturbas? Sí, claro como todos me supongo. ¿Quieres ver la película y que nos masturbemos juntos? Bueno, le contesté a la vez que me encogía de hombros. Me acerqué al sofá donde sentado mi hermano desnudo con el pantalón sobre los tobillos lo había visto como se masturbaba, y muerto de vergüenza me senté. Dios, no sabía que decir o hacer, cada vez la excitación y calentura que tenía era mayor, nervioso como estaba, miraba para la polla de mi hermano, bufff, ver aquella tremenda verga me estaba poniendo malo, no quería que me viera mirándole la verga de aquella manera tan descaradamente, me hacía temblar y ponía muy nervioso, pero yo no podía dejar de mirar para aquella tremenda polla que tiesa como ella sola, se erguía hacia el techo de la sala. Al ver que mi hermano miraba para mí, giré la cabeza tratando de mirar lo que se veía en la televisión, pero me era imposible no mirar de reojo para la tremenda polla de mi hermano Luciano. Mi hermano al ver lo nervioso que me había puesto, que no sabía que hacer y que no dejaba de mirar para su verga como la acariciaba a todo lo largo con su mano, me dijo para animarme rompiendo aquella tensión. ¿Qué, no te animas… ¿O es que te da vergüenza hacerlo delante mía? Claro que me daba vergüenza, sobre todo que se diera cuenta de que lo que más me excitaba y calentaba era verle la tremenda polla que tenía, me daba muchísima vergüenza de que se diera cuenta de que era él, y no la película porno lo que me excitaba y me tenía tan caliente y nervioso. Así que muerto de vergüenza y excitado como estaba, metí mi mano por dentro del pantaloncillo del pijama, empezando a acariciarme mi caliente y tiesa verga. Miraba de reojo para mi hermano, viendo como el se me quedaba mirando, bufff, yo a cada segundo que pasaba, me excitaba más, las orejas las tenía que me echaban humo de lo calientes y enrojecidas que las tenía, cada vez que veía deslizar su mano a lo largo de aquel rabo que se gastaba, yo me ponía más malo. Deseaba agarrársela con mi mano y acariciarla, deseaba tocarla, quería sentirla en mi mano. Mi hermano que además de mayor que yo me conocía mucho más de lo que yo pensaba, al ver que yo no dejaba de mirar para su verga, me preguntó si me gustaba. ¿Te gusta Alex, te gusta mi polla? Yo al escuchar lo que mi hermano me decía, me puse aún mucho más nervioso, si mi cara era todo un poema, ahora aún era mucho más, al momento se me enrojeció más de lo que ya estaba y a la vez que le miraba a los ojos, no pude más que mover la cabeza en señal afirmativo, las palabras no me salían, me daba muchísima vergüenza. ¿Quieres tocarla? ¿Quieres agarrármela tú y masturbarme? Dios, no podía creerlo, al momento me quedé paralizado al escuchar a mi hermano decirme aquello. Claro que quería tocarle la polla, era lo que más estaba deseando, pero escuchar salir aquellas palabras de sus labios me habían dejado paralizado. Mi hermano al ver la congoja que me había entrado al decirme aquello, agarrándome la mano me animaba para que le agarrara con mi mano la tiesa y dura verga. Que no te de vergüenza, ya se que te gusta ver más las pollas que las tetas de una tía, así que no te de vergüenza, estás conmigo y yo no voy a decir nada, me decía llevando mi mano a su tiesa y erguida polla. Bufff, así que mi mano tocó aquella caliente y dura verga, no podía creerlo, muerto de miedo y vergüenza empecé a acariciar pasando mi mano suavemente a todo lo largo de aquella majestuosa polla. Todo mi cuerpo se había estremecido al acariciar aquella tremenda verga. Mi hermano viendo como yo me quedaba absorto acariciando su verga, me preguntó: ¿Te gusta? ¿Te gusta mi polla? Yo que no podía dejar de mirar admirando aquella tremenda polla, moví la cabeza de arriba abajo a la vez que soltaba un casi inapreciable sí, mientras deslizaba mi mano acariciando aquella maravilla con la que la naturaleza había dotado a mi hermano. Mi hermano al ver con que pasión y mimo acariciaba con mi mano su dura verga, viendo lo que me gustaba y lo caliente y excitado que yo estaba, empezó a acariciarme con su mano mientras la iba subiendo hasta mi cabeza. Acarició con su mano mi cara llevando luego su mano a mi nuca a la vez que me animaba a que le chupase la polla. Anda, chúpala si quieres que se que lo estás deseando, me decía a la vez que me animaba empujándome con su mano poniéndola sobre mi nuca. Yo que ardía en deseos, me fui dejando llevar hasta que mi cara ya estaba delante de aquella verga que tanto me gustaba y tanto deseaba. Perdiendo los últimos resquicios de vergüenza y timidez que me quedaban, abrí la boca a la vez que sacaba la lengua empezando a pasarla por aquel enrojecido glande. ¡Ohhh! ¡ooohhh! Exclamó mi hermano soltando un sonoro gemido al sentir como la punta de mi lengua recorría todo el enrojecido glande que se mostraba una vez la piel del prepucio lo dejaba al descubierto. Así así, métela en la boca y chúpala. No me hice de rogar, luego de pasar la punta de mi lengua por todo el enrojecido glande, abriendo la boca empecé a chupar la cabeza de aquella dura y tiesa polla. ¡Ohhh sí! Así así chúpala, chúpala así, me gritaba mi hermano tratando de empujar mi cabeza con su mano para que fuese tragando más. ¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba una y otra vez viendo como yo chupaba e iba tragándome toda aquella tiesa y dura polla. Yo no podía creerlo, sin haberlo pensado, allí me encontraba a oscuras en la sala con mi hermano el cual era casi 10 años mayor que yo, chupándole la polla como si me fuera la vida en ello. Ya llevaba un buen rato chupando y acariciándole aquella tremenda polla con lo que la naturaleza había dotado a mi hermano, cuando ya totalmente desinhibido tragaba y chupaba la tremenda polla de mi hermano como si fuera lo último que iba a hacer. Para estar más cómodo y poder tragarme más su larga polla, terminé poniéndome de rodillas en medio de sus piernas, mientras él acariciaba mi espalda y cabeza. Así así, chúpala toda, me decía acariciándome a la vez que con una de sus manos me revolvía el pelo. Lo sabía, yo lo sabía, sabía que a mi hermanito le gustaba la verga, lo sabía y no me equivoqué, Dios que boquita más rica y que bien chupas la polla. Ya verás que bien lo vamos a pasar a partir de ahora. No quiero que esto lo hagas con nadie más, tú eres para mi solito, ya verás como te voy a hacer gozar, ya verás cómo vamos a disfrutar. ¿Lo has hecho alguna vez con alguien? Me preguntó mientras yo le chupaba la polla desesperadamente. Al escuchar lo que me preguntaba, sacándome la polla de la boca, le contesté que no, que nunca lo había hecho, que era mi primera vez. ¿O sea que nunca has tenido sexo con nadie? No, nunca he tenido nada con nadie. ¿Pero… nada de nada? No, nada de nada. ¿Entonces eso quiere decir que tu culito también es virgen? Sí, claro que es virgen, le contesté deseando que él fuese el primero, moría de ganas por que mi hermano me metiese aquella larga polla por el culo y me hiciese suyo. Al escuchar lo que me decía, mi cuerpo se estremeció a la vez que mi estómago se encogía recorriendo por todo mi vientre un hormigueo. Luego de unos segundos de silencio total, mi hermano se levantó del sofá a la vez que me levantaba con él. Ven, vamos al baño que esto no puede quedar así, me decía mientras me llevaba con él. Sin hacer apenas ruido, nos metimos los 2 en el baño donde luego de cerrar la puerta, mi hermano se empezó a quitar toda la ropa. Yo miraba para él, viendo la cara de lascivia y lujuria con la que me estaba mirando, sabía muy bien que era lo que mi hermano me iba a hacer, eso me tenía algo nervioso, pero a la vez me excitaba, pues lo deseaba con toda mi alma, quería que mi hermano me penetrase y me follase bien follado, quería que me desvirgara y preñara bien preñado, deseaba ser su hembrita, quería ser suyo. Yo sin saber que hacer, veía como mi hermano se iba quitando toda la ropa, quedando completamente desnudo. Las piernas me temblaban, no sabía que hacer, solo veía la tremenda verga de mi hermano, como él se iba desnudando y como me miraba con aquella cara de lascivia y lujuria, era la mirada de un depredador contemplando a su presa a la que va a dar caza. Así que estuvo completamente desnudo, sin dejar de mirar a la cara, se acercó a mi a la vez que llevaba sus manos a mi pecho y abdomen, empezando a acariciarme mientras me decía al ver como yo no podía apartar los ojos de aquel tremendo falo que tieso se erguía majestuosamente. ¿Te gusta lo que estás viendo, hermanito? ¿Te gusta? Me preguntaba pasando su mano por mis pequeñas tetillas, acariciando y retorciendo mis ya duros e hinchados pezoncitos. Yo que seguía mirando para aquella verga que le colgaba del medio de las piernas a mi hermano, moviendo la cabeza en señal de afirmación susurré un sí apenas audible. Si, claro que me gustaba, me gustaba demasiado, tanto que me tenía absorto mirando para aquella maravilla con la que la naturaleza había dotado a mi hermano. Que no te de vergüenza, puedes tocarla y acariciarla, es toda para ti. Vamos mira lo caliente y dura que la tengo, que no te de vergüenza tocarla, a partir de hoy será tuya siempre que tú quieras. Nervioso y caliente como estaba, mientras mi hermano me acariciaba el abdomen y pellizcaba con una de sus manos mis tetillas, volví a agarrar con mi mano aquella polla que tanto estaba deseando, empezando a acariciarla de nuevo. Bufff, que excitación y placer me daba acariciar aquella polla, deslizaba mi mano acariciándola a todo lo largo, notando lo suave y caliente que se sentía a la vez que mi mano la iba descapullando. Así, así, tócala y acaríciala, mira lo dura y grande que es. Es toda para ti, ya verás cuando la tengas toda dentro tuya ya verás como vas a llorar de placer, me decía sin dejar de acariciarme el abdomen y pellizcar mis ya excitados y duros pezoncitos. Anda, agáchate y chúpala otro poquito, saboréala y chúpala bien para que luego te la meta por el culo y te haga mi hembrita, me decía empujándome con sus manos para que me agachase y le empezase a mamar la polla. Al momento ya me agaché y sin pensarlo más, abrí la boca, metiéndome todo lo que pude la verga de mi hermano en ella. ¡Ohhh! ¡ooohhh que gusto! Así así, trágala toda, gemía mi hermano empujando mi cabeza con sus manos a la vez que impulsaba su pelvis, tratando de que su verga me entrase toda en la boca, cosa que me era imposible, era demasiado grande y no me cabía. Cuando trataba de tragarla toda, me abría en arcadas y me daban vómitos impidiéndome que tragase más. Así así, abre bien la boca y chúpala toda. Así, así trágatela toda, me susurraba mi hermano. Luego de tenerme un buen rato chupándole la polla, dejando que me levantase y pudiera respirar un poco, mi hermano nada más ponerme yo en pie, llevando sus manos a mi cintura, tiró de mi pantaloncillo del pijama que todavía llevaba puesto y de un manotazo tiró de el hacia abajo, quitándomelo y dejándome como Dios me trajo al mundo, o sea desnudo por completo. Bueno hermanito, es hora de probar tu culito, vamos a desvirgarte y hacerte que disfrutes con mi polla dentro de ti. Al principio te va a doler un poquito, pero así que la tengas toda dentro ya verás como vas a gozar. Así que te la meta toda por el culito, vas a chillar de gusto y me vas a pedir que no te la saque, vas a querer que te dé más y más, no vas a querer que te la saque nunca. Sin perder más tiempo, sujetándome por las caderas, me giró poniéndome cara a la pared, me hizo colocar los brazos en alto apoyándolos en la pared de azulejos haciendo que me quedase un poco inclinado, me hizo abrir las piernas a la vez que pasaba su mano por medio de ellas, palpando mi polla que estaba tiesa y dura a más no poder, acarició mis huevos a la vez que fue pasando su mano, palpando la entrada de mi ardiente ano. Así que llegó a mi caliente hoyito, presionó con sus dedos pudiendo comprobar lo cerradito que se encontraba. Bufff, hermanito que cerradito tienes el hoyito, pero tu tranquilo que hoy tu hermano te lo va a abrir. Hoy te voy a desvirgar y abrir este rico agujerito para siempre, hoy te vamos a estrenar. Empezó a escupir en su mano pasándola luego por todo mi caliente y fruncido agujero, a la vez que iba presionando con sus dedos en la entrada de mi agujerito para que este fuese cediendo, volvió a escupir en su mano y ahora al pasar sus dedos y volver a presionar, mi esfínter cedió, dejando que uno de sus dedos se fuese introduciendo por mi culo. Di un pequeño respingo al notar como su dedo se iba introduciendo al ceder mi esfínter, pero enseguida mi hermano me tranquilizó. Tranquilo, tu tranquilo, no aprietes el culito, relájate y deja que se vaya abriendo, me decía introduciendo por completo el dedo haciendo que mi esfínter se fuese dilatando y cediese a la presión que hacían sus dedos. Una vez su dedo ya introducido por completo, luego de presionar las paredes internas de mi ano, lo sacó volviendo a escupir en ellos, llevándolo otra vez a mi recién profanado esfínter, volviéndolo a introducir por mi caliente agujerito. Ahora entró con mucha más facilidad, mi esfínter ya lo dejó introducirse sin dificultad, por lo que ahora empezó a meter un segundo dedo. ¡Ohhh! ¡ooohhh! Grité a la vez que me erguía, notando como un segundo dedo entraba por mi culo. Tranquilo, relájate y deja que se abra, no aprietes el esfínter. Eso era lo que trataba de hacer, pero no era fácil, la primera impresión era tratar de cerrar el esfínter, pero una vez ese segundo dedo ya traspasó el esfínter, ya me pude relajar y dejar que los dedos de mi hermano me fuesen abriendo y dilatando el caliente agujerito. Durante un buen rato me estuvo metiendo los 2 dedos, los habría como si fuesen unas pinzas, luego los giraba y presionaba las paredes internas de mi ano, hasta que mi esfínter ya se encontró totalmente abierto y dilatado, ya estaba completamente relajado y dejaba introducirse los 2 dedos sin dolor alguno. Ya estás listo hermanito, ahora te vamos a desvirgar y hacer que seas mi hembrita, ya verás como te va a gustar, me decía preparándose para sodomizarme. Me abrió más las piernas a la vez que se pegaba a mí, colocó la punta de su polla en la entrada de mi agujerito y a la vez que me sujetaba por las caderas, empezó a presionar un poco haciendo que mi esfínter se empezase a abrir y cuando quise chillar al sentir un pinchazo en mi culito, tirando de mis caderas hacia él a la vez que impulsaba su pelvis, me introducía su polla por el culo. ¡Ohhh! ¡ooohhh! Grité cuando ya pude notar su pelvis pegada a mi culito, Dios, me la había metido por completo, lo había hecho de una sola estocada, cuando quise chillar ya me tenía completamente ensartado en su larga polla. Ya está, ya está, ya la tienes toda dentro, ya te he desvirgado. Ahora vamos a esperar a que tu culito se adapte a mi polla y empezaremos a follarte, ya verás que rico se siente, me decía abrazándome a él a la vez que con sus manos me iba acariciando el abdomen y pecho. Ya eres mío, me susurraba al oído mientras me iba mordisqueando la nuca y cuello. Este culito ya tiene dueño, no quiero que se lo des a nadie, tu eres mío y de nadie más. Me susurraba pegándome a él todo lo que podía pasando sus manos por mi pecho y abdomen acariciándome, para luego llevar una de sus manos a mi entrepierna, empezando a acariciarme la polla y huevos a la vez que me apretaba a él sin dejar de susurrarme, así hermanito así, ya eres mío, ya eres mi hembrita, ya me tienes dentro de ti. Me susurraba a la vez que deslizaba sus manos acariciándome mientras me pegaba a él. Poco a poco empezó a mover su pelvis, viendo que yo no me quejaba, iba despacito, luego dio varias culeadas cortas pero profundas para que su polla se incrustase bien profundamente en mí, me quería tener bien ensartado, quería estar lo más profundo que podía en mí. viendo que yo no me quejaba, que mi respiración delataba mi tremenda excitación, empezó poco a poco a bombear haciendo que su polla se fuese deslizando por mis tripas, haciendo que no pudiese aguantar los gemidos que me salían sin yo quererlo. ¡Ohhh! ¡ooohhh!¡ooohhh ohhh! Empecé a gemir notando como mi hermano me empezaba a follar. Dios que gusto me estaba dando, jamás había soñado con aquello, notaba como su polla entraba una y otra vez en mí, como llegaba a lo más profundo de mis entrañas, haciendo que soltase aquellos gemidos que no podía reprimir. Ya no eran gemidos, era un constante lloriqueo, sí, era un llorar de felicidad, era un placer que no daba aguantado. Mi hermano al ver como lloriqueaba, viendo como estaba gozando, fue incrementando el bombeo que me daba. Ya aquello era una follada salvaje, era una follada tremendamente salvaje. ¿Te gusta? ¿Te gusta, hermanito? Me chillaba dándome tremendas culeadas que me hacían pegarme contra la pared de azulejos. Siií, siií me gusta, dame más, dame más, le gritaba temblando del gusto que me estaba dando. Así así, no pares, no pares, le chillaba yo una y otra vez, sintiendo como su polla entraba una y otra vez por mi culo, como su pelvis golpeaba una y otra vez mi caliente culito y como sus pelotas golpeaban la entrada de mi ano. Plof, plof plof plof plof plof, plof plof plof plof, se escuchaba junto a nuestros gemidos y fuerte respiración. Yo estaba que ya no daba aguantado más, mi pobre polla se bamboleaba en todas direcciones salpicando gotas de semen y las piernas se me empezaban a doblar como si fuesen de mantequilla, cuando por fin noté como mi hermano empezaba a gruñir, me sujetaba más fuertemente por las caderas hasta que soltó un alarido. ¡Ohhh! ¡ooohhh! Me corro, me corro, gritaba dándome unas fuertes y profundas embestidas empezando a soltar trallazos de semen en lo más profundo de mis tripas. Me estaba preñando, mi hermano se estaba corriendo dentro de mí, dejándome preñado con su semilla. Ahora sí, ahora ya era suyo, ahora ya era su hembrita, ahora ya llevaba en lo más profundo de mis entrañas la semilla con la que me acababa de preñar, no solo me acababa de preñar, me había desvirgado y follado salvajemente, haciéndome que fuese completamente suyo. Los 2 estábamos completamente agotados, sudábamos por todas partes, a mi me temblaban hasta las pestañas, las piernas no me daban aguantado, menos mal que mi hermano me sujetaba abrazándome fuertemente a él. Pasaba sus manos por mi abdomen acariciándome, viendo como yo temblaba de gusto, me había hecho eyacular justo cuando se estaba corriendo dentro de mí, me había hecho alcanzar el orgasmo, justo cuando me estaba preñando con su semen. Al pasar su mano acariciándome, notó que yo también me había corrido, tenía mi polla toda pringada y las piernas no dejaban de temblarme. Te corriste eh hermanito, te he hecho tener un orgasmo mientras te follaba, te he hecho correr sin que te tocaras, me susurraba mordisqueándome el cuello a la vez que me giraba la cabeza para morderme el labio y meterme la lengua en la boca. Una vez nos fuimos normalizando y recuperando la respiración, nos limpiamos un poco, yo le dije que no al ducharse tal y como me había dicho mi hermano, no quería, quería llevar su semilla dentro de mí, ya me lavaría al día siguiente, quería sentir aquel olor, era el olor de mi desvirgación. Cuando mi hermano me escuchó decirle aquello, me hizo caso y luego de ponerme el pantaloncillo del pijama, me llevó a mi dormitorio donde luego de acostarme y besarme y meter mano, me dejó que durmiera hasta el día siguiente, ya tendríamos tiempo de hablar de aquello, como así sucedió. Al día siguiente mi hermano estuvo hablando conmigo de todo lo sucedido la noche pasada, lo bien que lo habíamos pasado y lo mucho que lo habíamos disfrutado. Por supuesto que lo repetimos, solo que yo necesité de varios días para recuperarme, pero luego lo volvimos a hacer, desde ese día yo me convertí en la hembrita de mi hermano Luciano, y él mi macho el cual me da verga cada vez que lo necesito, y lo necesito mucho al igual que él necesita de su hembrita para descargar sus pelotas. Podéis escribirme o contactar escribiéndome a: Danisampedro91@gmail.com O podéis buscarme en Twitter por @danisampedro91

Autor: danisampedro91@gmail.com Categoría: Sexo Gay

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Mi hijo me hace su puta con hipnosis

2023-08-27


Mi hijo me ve vestida de puta y me coge. Hola, me llamo Fernando mido 1.65 y soy padre de un adolescente de 16 años, su nombre es Andrés, mide 1.83 y es muy dotado para su edad, tiene buen cuerpo y una verga de 22 cm que me vuelve loca, antes debo contarles que yo siempre fuí algo afeminado, desde mis 12 años siempre me gustaba usar ropa de mi mamá o de mis hermanas, tengo una cadera y nalgas femeninas, mi cara se parece mucho a la de una mujer y mi piel es suave, también tengo unos pechos de colegiala por la ginecomastia, tengo un pene muy pequeño de unos 9 cm, hago ejercicio asi que mi cuerpo femenino resalta más ya que me mantengo en forma. Todo esto empezó un día en el que mi hijo se encontraba fuera de casa, yo estaba sola en casa (soy divorciado) y me gustaba usar ropa femenina mientras me introducía juguetes sexuales en mi culo, ese día estaba viendo porno de transexuales y estaba vestida de colegiala, cuando de repente mi hijo entró a la habitación y me vio a mi, a su padre vestido de puta y con un dildo de 12 cm en el culo. – Lo sabía, eres una puta Me dijo mientras yo me moría de la vergüenza. – Hijo, pensé que estaba con tus amigos – Ya sabia sobre tu «secretito» pero quería confirmar por mi mismo que tu eras una putita mientras nadie te veía Yo solo me quedé callada mientras mi hijo se acercaba a mi, el se acercó y con una voz muy masculina me dijo – Esta mal que me andes excitando Yo estaba confundida, el acariciaba mis muslos y al mismo tiempo mis pequeños senos, el me dijo que quería que fuera suya, que seria su mujer, yo seguía en shock y sin moverme, el se acercó a mí cara y me besó, me dió un beso muy romántico y cuando termino me dijo que hiba a ser su mujer quisiera o no, todo después de esto es algo borroso, solo recuerdo que dijo unas palabras como «Desde ahora eres mi putita, seras mi niña, mi novia, mi mujer, yo seré tu amo, pensarás como si fueras una verdadera mujer, tu culo ahora es tu vagina y tu pene ahora es tu clitoris, yo seré la cosa que más ames, cuando estes conmigo seras como una niña pequeña con su novio y disfrutaras mi pene y el semen tanto que pediras más, desearás que te cojan todos los días y olvidarás que antes fuiste un hombre», recuerdo que el aplaudió y yo estaba consciente otra vez, sabía que algo estaba diferente, sabía que era debido a la hipnosis y lo estaba disfrutando mucho. – Hola mi amor, como estás? Me dijo queriendo hacer que toda esta situación pareciera de lo más normal. – Hola mi amo, estaba aquí metiéndome un dildo en mi vagina, te extrañé tantoooo, quería estar contigo Le dije yo a mi hijo, me sentía rara ya que yo no hablaba de esa manera, era como si una verdadera adolescente estuviera en mi y eso me exitó mucho. – Puedes decirme mi amor, mi vida o Andrés – Está bien mi amor – Hoy te ves muy linda mi niña, quiero cogerte toda la noche – Siiii, gracias mi amor, yo también quiero que me hagas tu perra, quiero sentir tu pene en mi Le dije mientras me lancé hacia el para abrazarlo y besarlo, el me miró fijamente y me susurró al oído «estuve esperando este momento 3 años» y me lanzó sobre la cama mientras me besaba, yo me sentía muy exitada, mi propio hijo estaba besando a su padre ahora convertido en su esposa, yo lancé pequeños gemidos ahogados mientras lo besaba, el recorría cada rincón de mi boca con su lengua, el se puso de pie y empezó a sacarse toda la ropa, yo veía su pene de forma hambrienta y asombrada ya que era la primera vez que veia un pene de ese tamaño y cuando el me dijo «chúpala» no lo dudé ni un momento y se la empece a mamar, metía cada centímetro de esa monstruosa verga en mi boca, cuando pasaron cerca de unos 5 minutos el se acomó en la cama y yo fingiendo ser una gatita fui a su pene hambrienta de su leche, esa leche tan deliciosa que me gustaba demasiado, después de estar chupandosela yo paré y le dije «quiero que me metas tu verga en mi vagina papi» el se exitó mucho y mientras el agarraba mis caderas me puso en cuatro, yo deseaba que esa verga me penetrara y dejara todo su semen en mi ano ahora vagina y me llenara toda, el fué introduciendo poco a poco su pene hasta que entró todo, yo solté un gemido cuando ese monstruo entró en mi, el empezó a meter y sacar y lentamente el dolor se empezó a transformar en un tremendo placer, el empezó a embestir de manera rápida y fuerte y yo solo gemia pidiendo más, la escena de un padre vestida de una colegiala y siendo penetrada por su propio hijo fué muy exitante para mi, el me embestia cada vez mas fuerte y con más intensidad, yo gemia y gemia, mi falda hiba de una lado a otro y mi vagina disfrutaba, con una de sus manos tomó uno de mis pechos y le daba masajes, cambiamos de posicion, el me cargó y mientras yo lo envolvia con mis pies el me cogia y besaba, el placer fué tanto que después de unos 10 minutos cogiendo mi pene ahora clitoris expulsó todo el semen que pudo y mi macho se vino dentro de mí, el cayó agotado sobre la cama y yo caí sobre su pecho, mientras yo lo abrazaba el acariciaba mi cabeza – Te gustó eso mi niña? – Si papi, me encanto ❤️ – Quiero que seas mi esposa – Si papi, quiero ser tu mujer Le dije cansada de tremenda cogida que me había dado y mientras estaba acurrucada en el pecho de mi macho empecé a quedarme dormida – Te amo mi niña preciosa – Yo también te amo mi amor ? Y ambos nos quedamos dormidos, al día siguiente era sábado, desperté a eso de las 9:35, mi vagina estaba llena del semen de mi macho, me ducha y me vestí como toda una adolescente ya que físicamente tenía 38 años, pero mentalmente era una niña de 14 por la hipnosis de mi hombre, me puse una faldita corta, una blusa color rosa, unas medias largas hasta el muslo y me maquillé muy bien, cuando me ví sl espejo parecía una niña de verdad, debido a mi estatura y mis senos de colegiala nadie se daría cuenta de que soy un hombre, cuando terminé de arreglarme salí a la cocina y ahí estaba mi hijo, desayunando mientras veía una serie sentado en el sofá, cuando lo vi algo em mi interior surgió, era como un sentimiento de felicidad y amor, pero amor de una adolescente hacia un chico, cuando lo vi directamente fuí hacia el, me lancé y lo abracé subiendo sobre su regazo – Mi amooooor, buenos días ? – Buenos días, no quería despertarte, te veías muy hermosa durmiendo y quería que mi niña descanse de lo de ayer Me acosté sobre su pecho y mientras lo abrazaba le dije «eres mi hombre, sabes que te amo papi» y el me dió una nalgada que me gustó mucho – Esas nalgas son solo mías a partir de ahora – Si papi, son tuyas Lo besé y el me dijo que desayunara con el, me senté a su lado y el me daba de comer como un padre a su pequeña hija, después de desayunar el me dijo que íbamos a salir a comprar ropa para mi, yo estaba muy emocionada de tener más ropita para mi macho, cuando el se preparó salimos al centro comercial, parecíamos una pareja de novios debido a que yo era más pequeña que el y también porque hibamos tomados de la mano como una pareja de verdad, estaba en una cita con mi propio hijo mientras yo estaba vestida como una verdadera adolescente, pasamos por varias tiendas y compramos ropa, también compré 2 bikinis porque mi hijo me dijo que me hiba a llevar a la playa, así que decidí comprar los bikinis más sexis que pude, después de estar ahí un tiempo fuimos a comer, al cine y después salimos a un parque cerca y nos dimos unos besos, de camino a casa unas chicas con un cuerpo muy bueno pasaron al lado de nosotros y mi hijo se le quedó viendo a una, yo le monté una escena de celos porque me molestaba que viera a otras chicas que no fueran a mi, ese fué el momento en el que descubrí que mi yo de antes había desaparecido y ahora era una persona nueva, yo era Sofía.

Autor: CATB Categoría: Sexo Gay

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El maricón y los cinco niños

2023-08-27


Un hombre gay de 22 años tiene una cita con cinco chicos de 13 años.. Era 1994 y una época más fácil: tenía 22 años y estaba solo por primera vez en mi vida; Tenía mi propio apartamento en Los Ángeles. Era media mañana de un sábado cuando sonó el teléfono. «Hola.» «Uh, hola (risita)… ¿es este uh (ruidos de risitas y risas de fondo) el marica?» Era la voz de un chico joven. «Oh, hola cariño. Sí, soy yo, pero recuerda que me gusta que me llamen gay, no marica». Este chico tenía unos doce o trece años, la primera vez que me llamó era un número equivocado. Estaban tratando de llamar a The Queen Mary, un bar de travesti, para que pudieran molestar a quien contestara el teléfono. Cuando me atrapó por error, hablamos un poco y me contó lo que pasaba, y yo le dije que era gay. Desde entonces habíamos hablado unas cuantas veces más, en su mayoría respondiendo a sus preguntas curiosas pero bastante amistosas. «Oh, sí, bueno, tengo algunos amigos aquí, ¿quieres hablar con nosotros?» Por lo general, habría dicho que no, porque esto sonaba como una multitud real, pero el sonido también era indefiniblemente masculino… así que dije «claro». La conversación progresó hasta el punto en que descubrí que el grupo era de siete en total: el chico y cinco niños mas. Todos los chicos tenían trece años. Y como lo serán los niños de 13 años, tenían muchas cosas desagradables que decirle a un ‘maricón’, la mayoría de las cuales podría contestar rápidamente. Hicieron todo lo posible para que les dijera mi dirección, pero supuse que, en el mejor de los casos, terminaría en vandalismo. Finalmente me cansé del juego y decidí terminarlo con una respuesta sólida. Iba a decir: «Bueno, ¿quieren una mamada?» esperando una respuesta afirmativa, a lo que yo respondía «¡Pues agáchense y chúpenla ustedes mismos, imbéciles!» y luego colgaba. Pero eso no es lo que pasó. Lo que pasó es que dije: «Bueno, ¿ustedes quieren una mamada?» Y al otro lado de la línea hubo un repentino y total silencio. «¡Ajá!» Pensé para mis adentros: «¡SÍ quieren una mamada!» El silencio comenzó a alargarse y de repente uno de los chicos retomó las conversaciones con «Uh, mi papá acaba de llegar…» y luego fingió (muy poco convincente) ser su papá. «¿Qué acabas de decirle algo a mi hijo?» el demando. «Sí, lo hice, le pregunté si quería una mamada. Aún no me ha respondido». Esto realmente puso nervioso al niño, a todos los niños, de hecho, y hubo un silencio prolongado con muchos susurros de fondo. Era todo lo que podía hacer para no reírme. Puede que se burlen de mí por ser un ‘maricón’, pero yo no me iba a dejar contra estos pubertos. Finalmente dije: «Bueno, tengo que irme ahora, pero asegúrate de tener mi número», lo repetí dos veces, «en caso de que quieras responder la pregunta más tarde». Sabía, que estos chicos no podían decir nada uno frente al otro, ¡pero hice una pequeña apuesta de que recibiría una o dos llamadas telefónicas la próxima semana! Para mi sorpresa tardó menos de una hora. Y eran los cinco chicos, llamando desde una de sus casas. La conversación fue bastante incómoda al principio, pero después de un rato me hice cargo. «Entonces, puedo decirles que quieren que les chupen la verga, ¿por qué no lo dicen? No es gran cosa, ya saben, todos los hombres quieren que le chupen la verga». Finalmente, uno de ellos gritó: «¡Sí, chúpanos la verga!» y el resto intervino, riéndose con incertidumbre. Bueno, hasta ese momento no sabía si realmente lo haría, o si simplemente los engañaría, pero la idea de chupársela a cinco chicos muy jóvenes era demasiado para resistirme, me se me puso duro al instante cuando lo dijeron. ! «Bueno, podría hacer eso. Sin embargo, tendríamos que hacerlo con cuidado, no querría que nos atraparan, ya sabes. ¿Dónde están ahora?» No me lo dijeron, pero finalmente obtuve los cruces de calles cercanos para poder calcular el área general. «Bien, esto es lo que haremos. Los veré en una hora en la esquina de…» y nombró una intersección que estaba a unos veinte minutos a pie de su área, y que tenía algunas otras referencias que ayudarían»… y necesito que todos estén en la esquina entonces, y nada de bicicletas, por favor, porque no habrá lugar para dejarlas». Hubo algunas vacilaciones, titubeos y vacilaciones, pero estuvieron de acuerdo. No quería bicicletas para que no pudieran llegar antes que yo, y para que no hubiera una pregunta incómoda de dónde dejarlas. Exactamente cuarenta y cinco minutos después estaba en la intersección, con la llave de una habitación en un motel cercano en mi bolsillo. Una habitación alquilada con un nombre falso, en un motel al que no le importaría demasiado siempre y cuando pagara la cuenta, y así fuera, por adelantado. Me senté en un banco del autobús y leí un periódico y esperé a que llegaran. Llegaron unos minutos antes y se quedaron inseguros a unos seis metros de distancia, buscándome a mi alrededor. Los observé para asegurarme de que no habían traído a ningún adulto con ellos, y no me estaban engañando. Su comportamiento tonto pero moderado, puntuado por explosiones repentinas de energía y juegos bruscos, me convenció de que estaban solos. En el momento señalado, me puse de pie, pasé junto a ellos y, de repente, me di la vuelta y dije: «Hola, chicos, un placer conocerlos». Volvieron sus rostros atónitos hacia mí. Quizás yo no era lo que ellos esperaban, pero ellos eran lo que yo esperaba, lo que había esperado, en todos los aspectos. Permítanme describírselos, incluidos los nombres que aprendí a medida que avanzaba nuestra reunión: Alex, era el más grande, parecía un maduro de 14, casi 15 años, excepto por su postura. Medía 1,68 mts, pesaba unos 50 kg, quizás con cabello rubio oscuro muy largo y ojos marrones. Como todos los chicos, estaba en muy buenas condiciones físicas, delgado y con algo de musculatura. Más tarde supe que todos estos niños estaban en el mismo equipo de las Pequeñas Ligas el verano anterior, cuando tenían 12 años. Debe haber sido alguna temporada. Héctor era más pequeño 1.57 mts y pesaba alrededor de 43 kg, con un trasero realmente lindo y redondeado y un aspecto hispano cabello ondulado y con una cara linda. Leo era mi favorito en absoluto. Medía 1,52 mts, tenía el cabello rubio claro un poco largo largo con flequillo sobre los ojos verdes. Su rostro era muy infantilmente lindo, con (como la mayoría de los otros) nariz respingona y ojos con largas pestañas. Era muy delgado y sin embargo claramente muy atletico. Llevaba una camiseta sin mangas, que creo que se estaba volviendo popular en esos días. David era como una copia para Leo, igual en todas las proporciones pero de ojos oscuros, cabello oscuro, una pequeña belleza sensual con ojos brillantes y labios gruesos que invitaban a morderlos. Mark era un poco desconcertante, parecía de menos edad, ya que era mucho menos maduro físicamente que sus amigos, tal vez unos 10 kg más ligero, y mucho mas bajito que sus amigos, pero bastante lindo y tenía una sonrisa muy linda, ojos grandes color café, pelo castaño, una cara muy infantil aun. Los muchachos se pegaron a mi alrededor y dije: «Ok, lo primero, todos tienen que decirme si les parece bien estar aquí, y si no hay nadie aquí que no quiera estar». Cada niño lo afirmó, nervioso. Yo también estaba nervioso por estar en la esquina de esa calle en público, pero había pocos peatones y actué muy casual. «Muy bien, entonces, hay algunas reglas, hablaremos sobre ellas a medida que avanzamos. No gritar ni ponerse radical es la primera, haz exactamente lo que digo es la siguiente. Eso es para que las cosas salgan bien y nadie se meta en problemas, ¿entiendes?» Todos comenzaron a relajarse un poco y asintieron. Me volví hacia Alex y le dije: «Eres el más grande, estás a cargo, ¿cómo te llamas?» Después de que me lo dijera, le señalé el motel, que estaba a media cuadra. «¿Ves ese motel? Aquí hay una llave de la habitación 118 en el primer piso. Necesito que vayan a esa habitación de uno en uno, para que nadie se dé cuenta de que un montón de niños entran a la vez, ¿de acuerdo? Alex va primero y él les abrirá la puerta a cada uno de ustedes. Una vez que estén en la habitación, simplemente enciendan el televisor, no demasiado fuerte, y siéntense en silencio y espérenme». Una vez que estuve seguro de que entendían, Alex se fue y les dije a los demás que esperaran con dos minutos de diferencia y luego fueran a la habitación. Me alejé, crucé la calle y me paré frente al motel para estar atento a los chicos. Todo salió bien, y una vez que el último chico entró en la habitación, crucé la calle, me detuve, toqué a la puerta en silencio y me admitieron en una habitación llena de chicos muy nerviosos y cachondos. «Oigan, eso estuvo genial, muchachos, lo hicieron muy bien. Ahora a lo que vamos. Así es como lo haremos. Todos nos vamos a quitar la ropa, toda nuestra ropa, y ustedes chicos tomarán duchas rápidas, ¿de acuerdo? ¡Porque no quiero chupar ningún pene sucio! Sonreí, y ellos sonrieron con incertidumbre. «Cuando se quiten la ropa, dóblala en una pila ordenada y colócala allí» – señalé el piso entre la cama y una pared – «y ponte en fila para la ducha, dos en la ducha a la vez». .» «Ahora, aquí hay algunas reglas importantes. Primero, nadie se viste hasta que todos estén listos. Nadie se va hasta que hayamos terminado aquí. Nadie recibe una segunda mamada hasta que todos reciben la primera. ¿Está bien?» Bueno, apenas sabían qué decir, estaban tan emocionados por la última parte, ¡no una mamada, sino dos! Un par de chicos se frotaban la entrepierna con entusiasmo y pude ver bultos jóvenes y duros en todos ellos. Sabiendo que tomaría un poco de tiempo rápidamente me quité la camisa y me quité los zapatos, fingiendo no darme cuenta de que todos estaban ahí parados, mirándome fijamente, y luego fingí darme cuenta. «Bueno, ¿qué estás esperando? ¡Tienen que quitarte la ropa para que les chupe la verga, saben!» y procedí a quitarme los jeans, mostrando mi pene duro ya que no me había puesto ropa interior. ¡Dos de los chicos rápidamente comenzaron a quitarse la ropa, uno por uno, mientras que Leo y David miraban boquiabiertos a mi pene de 18 cms ! Pero rápidamente los otros chicos estaban desnudos y Leo y David se despertaron lo suficiente como para empezar a desnudarse mientras escuchaba a los dos primeros chicos, Alex y Hector, en la ducha. «Solo un enjuague rápido, chicos, asegúrense de estar completamente limpios, pero háganlo rápido». En cinco minutos todos los niños se habían duchado y estaban tratando de secarse con dos toallas normales y dos toallas de mano. Finalmente, todos estaban de pie en la habitación, desnudos y duros. «¿Quién va primero?» Yo pregunté. De repente, Alex se dejó caer en la cama y con entusiasmo dijo «¡Yo!» «¡Está bien! Acuéstate más cerca de la orilla de la cama, para que tus piernas cuelguen… ahora sepáralas muy bien…» y me arrodillé, mi verga estaba tan dura que pensé que iba a estallar. Mientras abría sus muslos un poco más, los otros chicos se juntaron alrededor acercando sus cabezas a la mía y al pene de Alex. Rápidamente, me incliné hacia adelante y lamí su apretado escroto, hice círculos con la lengua, alrededor de la base de sus testículos, saboreando la piel suave y el aroma, luego lamiendo cada vez mas a través del saco arrugado que contenía sus testículos, luego a lo largo de su pene bien desarrollado 12½ cm de largo pero no muy grueso. Rodeé mi lengua alrededor de la cabeza unas cuantas veces y sentí que el chico experimentaba un escalofrío de placer, luego deslicé la cabeza redonda y sedosa en mi boca, girando mi lengua mientras lo hacía. Los otros chicos estaban increíblemente emocionados por esto, y tres se acercaron aún más para ver la acción de la verga del chico en mi boca mientras otro saltaba sobre la cama cerca del pecho de Alex y miraba desde arriba del círculo de cabezas. Todos los chicos estaban con sus jóvenes vergas apuntando hacia arriba. Deslicé mi boca lentamente sobre todo el tronco de Alex, girando mi lengua de nuevo a medida que avanzaba, sintiendo que se hinchaba a un estado de erección aún más duro. Casi de inmediato pude saborear la fuga de líquido preseminal de la verga de este chico. Moviéndome hacia abajo, finalmente empujé mi nariz en su vello púbico castaño claro, y deslicé mis manos hasta su abdomen y vientre, y acaricié suavemente su barriga hasta que encontré su apretado pequeños pezones luego deslicé mis manos por sus costados mientras chupaba lentamente de arriba abajo metiéndome completo su rígido pene, sintiéndolo hincharse y palpitar con excitación. Tomé sus testículos y las acaricié suavemente con las yemas de mis dedos mientras lo seguía chupando. Los otros muchachos estaban abrumados por la emoción mientras movía mi boca arriba y abajo por todos sus 12½ cm, mis labios se aferraban húmedos a la dura carne de su hermosa verga. En poco tiempo se tambaleó hacia arriba dos veces, escuché su respiración excitada y sentí que los músculos de su entrepierna se volvían de piedra. Presionó una tercera vez y probé su dulce néctar caliente mientras me chorreaba contra el paladar. No lo tragué al principio, solo lo sostuve en mi boca mientras poco a poco iba sacando su dura verga de mi boca mientras los chorros de su cálido semen se esparcían dentro de mí. Lo sentí relajarse un poco, y comencé a chupar lentamente su pene, dejando que los restos de semen cubriera su verga mientras me la volví a meter completa a la boca, luego hice un espectáculo lamiendo todo y limpiando su cabeza y testículos con mi lengua mientras los chicos miraban con asombro. ¡En ese momento los demás estaban tan emocionados que no podían contenerse! Alex se incorporó y luego se alejó en la cama. «Bien, ¿quién es el siguiente?» Tres de los cuatro saltaron y gritaron «¡Yo!» pero Leo, el encantador rubio de ojos verdes, literalmente saltó y aterrizó su trasero justo en frente de mí, sus piernas ya abiertas y levantadas a la altura de las rodillas, sus 10 cm de pene ya listo apuntaba hacia su ombligo. Así que comencé a lamer su joven verga ligeramente más delgada, notablemente más corta, deleitándome con el olor de su pubescente entrepierna, jugando ligeramente con su pequeño arbusto marrón muy claro, tan delgado, tan suave. Fui a sus bolas y tomé todo su escroto sin pelo en mi boca y gimió. Después de unos segundos de esto, deslizó sus manos detrás de su cabeza y me miró. «¡Solo CHUPA!» el ordenó. Así que eso es lo que hice, por supuesto. ¡Pasé mis manos por su abdomen y sentir la entrepierna de este ángel de cabellos dorados fue incomparable! Le empecé a hacer una suave mamada primero despacio pero fui acelerando el ritmo. Le estaba haciendo una deliciosa mamada a su pene joven y erecto al ritmo de mi boca. Subía y bajaba mi boca por todo el largo de su aun infantil pene, terminaba en su suave y bien formada cabeza, en donde pasaba mi lengua por todo su alrededor, solo sentía como el chico se estremecía. No pasaron más de 4 minutos cuando sentí como salió disparado su dulce y pequeña carga que se mezclaba con lo que quedaba del semen de Alex era una delicia de sabor que desafía toda descripción. Sin embargo, cuando terminé, volvió a empujar mi cabeza hacia él y me hizo chupar un rato más antes de ceder su lugar al sensual Héctor. Héctor, siendo macho y moreno, actuó un poco distante hasta que me senté en cuclillas para mirarlo. No podía mirarme fijamente, pero siguió mirándome, una mirada seria pero sólida, y luego dijo: «¡Chúpame la verga!» y no pude resistir hacer la oferta de este trece años. Héctor era un poco de piel oscura y sus bolas eran decididamente más morenas pero mas grandes en tamaño y volumen que los dos niños anteriores. Sin embargo, su verga era casi del mismo tamaño que la de Leo, y su cabeza estaba completamente cubierta por su prepucio, que a medida que la iba chupando iba asomándose cada vez mas. No tarde ni 3 minutos chupando esa hermosa verga cuando sentí que llegaba a su orgasmo, de pronto sentí el sabor dulce de su nectar en mi boca húmeda y succionadora, sujetando mi cabeza hacia abajo, exigiendo «¡trágatelo, trágate eso!» No tenía otra opción, así que obedecí. Habia soltado mas semen que los chicos anteriores. Este chicos de grande iba a ser todo un semental. Luego, siguió David, un moreno y de ojos y brillantes, un brillo travieso que lo hacían ver encantador, su cuerpo y el contrate de su verga morena eran tan deliciosos,. Comencé por acariciar sus suaves pelitos para pasar por su lindo pene, basto por bajarle el cuerito un par de veces para tenerlo completamente duro y a mi disposición, media un poco mas que la de Leo en longitud y anchura (Unos 12 cms). Menos de treinta segundos de succión lo tenían listo, pero antes deslicé un dedo hasta su pequeño y apretado ano y descubrí que aceptó fácilmente la punta, así que pude sentir los músculos contrayéndose y apretando mientras él rociaba alegremente su semilla en mi boca seguido de un suave y sensual gemido. Finalmente fue el turno del pequeño Mark, y vi que su pene también estaba menos desarrollado que sus amigos más grandes; unos 8 cms y sin un solo pelo, sin circuncidar le tuve que bajar su largo y un poco estrecho prepucio y apenas podia asomar su cabecita rosada, se ve que no estaba muy acostumbrado a pelarla porque tenia mucha sensibilidad con solo tocarlo. Bueno, lamí toda su pequeña entrepierna sin pelo, luego lamí su fina y delgada verguita y la devore de un solo bocado, succione cerca de un minuto y medio hasta que senti sus espasmos y supe que se venia. Si fue el que menos tiempo tardó en venirse. Logré tocar un poco su agujero estaba tan apretado que solo pude poner un dedo contra él, sin lograr que entrara en absoluto. Habiendo mamado a cada uno de los chicos una vez, tomé unos sorbos de una coca cola que había dejado en la habitación, mientras los chicos esperaban para recuperarse. ¡Todo el asunto había tomado menos de diez minutos para los cinco! Alex ya estaba duro y listo de nuevo, al igual que Leo, pero esta vez sabía que podía tardar un poco más, y lo hice. Aún así, no pasaron más de veinte o veinticinco minutos antes de que todos los chicos tuvieran una segunda ración y estaban un poco cansados y somnolientos, aunque aún así, sabía que podían estar bastante cachondos con un poco de imaginación de mi parte. «OK, eso solo fue la primera ronda chicos, ¿alguien está listo para una segunda vez?» Todos sonrieron, pero nadie estaba «a la altura» todavía, así que dije: «Bueno, ¿quién quiere que le laman el culo mientras esperan?» Hubo un silencio atónito en la habitación, pero Leo estaba estirado en la cama medio volteado, así que simplemente me deslicé y tomé sus jóvenes muslos en mis manos, deleitándome con la suavidad, y lo giré aún más. Así que comencé a masajear al niño desnudo de 13 años e hice un trabajo minucioso, pero finalmente masajeé la parte posterior de sus piernas, luego tomé cada pierna completamente entre mis manos y las estiré mientras masajeaba, moviendo mis manos más hacia arriba y hacia adentro. Luego cambié a la otra pierna e hice lo mismo, y comencé a hacer largas caricias en su espalda y en ese hermoso y pequeño trasero. Cuando solté cada pierna, las puse bastante separadas de la otra, de modo que sus mejillas estuvieran separadas, y casi jadeé mientras miraba entre sus mejillas, viendo su pequeño ano rojo y sin vello, y la suave curva de sus mejillas que va desde el fondo de su grieta hasta la base de sus testículos. En poco tiempo, estaba acariciando la parte interna de los muslos, comenzando por una rodilla, subiendo hasta la entrepierna y bajando por la otra hasta la rodilla opuesta. Mis manos se deslizaron más abajo hacia su miembro y lo apreté y acaricie hasta que se pusiera duro una vez más. Luego, después de algunas caricias, tocaba audazmente sus dulces bolitas que aun estaban cargadas. En respuesta, empujó su trasero hacia atrás y lo levantó para darme un mejor acceso a sus bolas. Así que deslicé mi cabeza hacia abajo y lamí la parte superior de su raja, viéndolo sacudirse un poco en respuesta y los otros chicos estaban una vez más asombrados y sobresaltados. Abrí sus piernas un poco y lamí más y más lejos. Entonces pensé que era el momento, así que abrí las piernas un poco más, toqué con los dedos esas bolas suaves mientras estaban expuestas, ¡y luego deslicé mi lengua directamente en su pequeño agujero limpio y rosado! Esta vez lo hice bien, lamiendo largas caricias a lo largo de su trasero, sondeando el agujero con la lengua y los dedos (hasta el fondo, ¡y vaya que se sentía bien allí!) y finalmente sellando mi boca sobre el agujero chupando la carne en mi boca y lamiendo todo el contorno de su anito arrugado. Mientras lo hacía, flexionó su trasero hacia arriba, ¡hacia mi boca! ¡Seguramente estaba disfrutando esto! Continué durante bastante tiempo, lamiendo de arriba abajo, bajando hasta sus dulces bolitas, y me dirigí a su rígido pene y luego lo lamí, especialmente la punta. . ¡No había una sola pulgada de su entrepierna que no fuera tocada! Le di la vuelta y comencé a mordisquear sus bolas, pero estaba demasiado cachondo para esperar más; «¡Chupa!» dijo, y chupar es lo que hice. Y de nuevo, casi no tomó tiempo, tal vez de quince a treinta segundos, y él latía y se retorcía y podía saborear su dulce néctar con la misma intensidad y cantidad que la última vez , mientras arqueaba la espalda y empujaba su hermosa y joven verga profundamente en mi boca. Levanté la vista y lo vi, exhausto, con los ojos vidriosos, le di unas últimas lamidas y luego me quité de ahí. Bueno, como puedes imaginar, pasaron solo unos segundos antes de que se presentara otro chico, y en la siguiente media hora lo hice con todos menos con uno, Héctor, que parecía fascinado pero no dispuesto a mostrar su trasero a mi lengua. Sin embargo, se emocionó lo suficiente como para permitirme mamarlo una vez más. Especialmente emocionante fue lamer al pequeño Mark, cuyo cuerpo más inmaduro se reflejaba en su grieta completamente sin pelo y su pequeña flor rojiza, su trasero era tan dulcemente redondeado que tuve que abrirlo mucho para poder meter mi cabeza allí; Casi salgo disparado. En este punto, la excitación de los chicos estaba decayendo, pero sabía cómo despertarlos una vez más. «Bueno, chicos, he hecho las cosas que quería hacer, ahora deberían decirme que haga lo que quieran que no haya hecho… cualquier cosa con mi boca vale». No eran tan ingeniosos como crees, pero la mejor idea que se les ocurrió fue chupar dos de ellos a la vez, luego establecieron la regla de que todos los niños tenían que participar y establecieron un orden de mayor a menor. Así que empecé con Alex y Héctor, luego Héctor y Leo, luego Leo y David, luego David y Mark, luego Mark y Alex… chupando cada uno por un minuto más o menos (estaban muy emocionados por la acción, pero un poco agotados de sus orgasmos anteriores), mientras uno yacía en la cama y el otro se agazapaba entre sus piernas, inclinándose hacia atrás sobre sus caderas, presionando las verguitas jóvenes juntas. En realidad, estoy seguro de que se estaban excitando, no solo por la esclavitud sexual a la que me sometieron, no solo por mi boca de succión, ¡sino también por el contacto entre ellos! Esto continuaría en rotación hasta que un niño u otro se sintiera listo para venirse, lo que luego haría. El primero en venirse fue Alex, luego el pequeño Mark. Luego casi en simultáneo Leo y David, mi combinación favorita, cuando David se vino, Leo eyaculó solo un segundo después, excitado por el orgasmo de su amiguito. Así que tomé a Héctor en mi boca solo, pero giré sus piernas hacia arriba y lamí desde el agujero hasta la punta y de regreso muchas veces, mordiendo sus bolas y finalmente bajando sobre su deliciosa y joven verga hasta que volvió a tener un orgasmo. En algún lugar allí, lamí algunos pezones y ombligos, cogí con los dedos a la mayoría de los chicos (Héctor, de nuevo, resistió) lamí al gunas axilas, en fin cualquier perversión que se les ocurría lo hacíamos.. Finalmente, cada chico había tenido al menos cuatro orgasmos, algunos hasta cinco, y ya era tarde. Deslicé un pedazo de papel en el bolsillo de cada niño con mi número de teléfono, me vestí y dejé la habitación para los cinco niños desnudos. No les dejaría vestirse hasta que me fuera. Les dije que miraran televisión o hicieran lo que les gustara. Luego busqué entre los colchones y recuperé mi reloj y mi billetera (realmente no había confiado en ellos, ya sabes) y salí por la puerta. Pasaron dos días antes de recibir llamadas. Nunca junté de nuevo a los cinco a la vez, pero una vez que empezaron a cojerme por el culo, obtuve… Bueno, una historia para otro momento. Digamos que todos los chicos se involucraron más individualmente.

Autor: CHUCHORIZO Categoría: Sexo Gay

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mi compadre tiene una inquietud y me la cuenta en confianza

2023-08-27


mi compadre se sincera conmigo y me confiesa que quiere experimentar algo nuevo. Mi compadre siempre ha sido una persona muy alegre, desde que lo conocí en la universidad nos volvimos grandes amigos y las circunstancias no convirtieron en compadres. Tengo dos hijas, y la mayor es su ahijada. Él tiene 3 hijos. Somos dos sujetos que siempre hemos hecho ejercicio y a nuestra edad, 35 años, estamos bien conservados a pesar de los excesos. Mi compadre es ingeniero y para que se hagan una idea de mi compadre, es robusto, con bello en todo el cuerpo, altura promedio. Por mi parte, también tengo un buen cuerpo, producto de mi actividad, ya que soy mecánico. En el cumpleaños de uno de sus hijos, organizó una fiesta en su casa. Llenó su alberca y entre su esposa y la mía organizaron todo. Vinieron los niños con sus papás y mamás, no faltaron las cervezas para soportar el calor y platicar con los demás adultos. Conforme pasaban las horas la gente comenzó a retirarse quedándonos su familia y la mía, nuestras esposas comenzaron a recoger el desorden mientras los niños seguían disfrutando de la alberca. Mientras tanto él y yo seguíamos soportando el calor con cervezas bien frías sentados en sillas veraniegas a cierta distancia de la alberca y de la casa. Conforme platicábamos surgió el tema de lo buenas que estaban las mamás de los amiguitos de su hijo. De repente mi compadre me dice: sí compa, las señoras que llegaron tenían muy buenos culos pero uno de los tipos también se cargaba lo suyo. ¿Le parece compadre? le respondí, a lo que me respondió, pues compadre, lo que se ve no se pregunta o qué no se ha fijado que también los batos tienen nalgas. Sin duda compadre pero no me ando por la vida viéndoles el culo a los batos. ¿Usted sí? Pues mire compadre, ya en confianza le voy a decir algo, me respondió. Yo creo que un culo no se desprecia, a lo que le respondí, ah cabrón entonces me tendré que cuidar porque anda usted muy caliente y no vaya a ser que me ande morboseando. Nos reímos los dos y tal vez por las cervezas que ya habíamos tomado o porque finalmente se sintió en confianza me dijo: compa usted y yo somos amigos, ¿no? Así es compadre, ¿por qué lo pregunta? No me vaya a decir que quiere salir del clóset jaja… Jeje ah qué mi compadre, nada de eso, pero sí le quiero confesar algo que me tiene ocupado últimamente. Dígame compadre que le escucho. Pues mire, me anda rondando una idea medio rara que pienso que sólo a usted le puedo contar. Ya compadre, hable que es demasiado el misterio. Pues verá usted. A la comadre le cumplo sin problemas en la cama, no tiene queja de lo que me ando cargando aquí abajo pero, mientras le mamaba la vagina a mi vieja me pregunté sí sabe así de rico una verga. Me ando fijando en los batos y en sus bultos, no sé por qué pero pues me ha entrado la duda. Si lo hablo con usted es por la confianza que nos tenemos. Tanta confianza de mi compadre me tomó de sorpresa y hasta ese momento no hubiera pensado algo parecido sobre él y sus inquietudes. Cuando jóven tuve una que otra puñeta grupal con amigos de la cuadra pero de ahí no pasó. Lo que me contó mi compadre me tomó de sorpresa pero supe disimularlo para no hacerlo sentir mal. Pues compadre si me permite, creo que solo son ideas locas que se le ocurren a uno y pues yo no creo que usted ande por ahí de loco buscando un bato… ¿o sí? Mi compadre con la mirada al suelo me responde: pues compadre si se lo he contado es porque ya no es una duda sino más bien una inquietud. No es que yo ande con la idea de buscar un cabrón para ver qué sucede pero, si hubiera la forma de hacerlo sin que se salga de control pues… Me mira a los ojos y me pregunta: ¿le queda cerveza? Voy por dos más. Eh, sí compadre, traiga una más. Mientras va por las cervezas lo veo caminar y sin querer, me fijo en mi compadre y en sus nalgas. Será que la plática me hizo verlo diferente, o tal vez las cervezas pero sí, el compadre tenía buen culo. Continuará…

Autor: NOFEARRBETO Categoría: Sexo Gay

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LOS DEVANEOS DE PIRUCHA

2023-08-27


Después de varios meses de abstinencia pude sentir de nuevo ser usada como la putita caliente y salida que soy. Acá me encargaré de compartir con ustedes, mis cachondos lectores. – Después de varios meses de abstinencia pude sentir de nuevo ser usada como la putita caliente y salida que soy. Acá me encargaré de compartir con ustedes, mis cachondos lectores, los pormenores y las sensaciones de ese momento en que se desliza el miembro viril por tu canal sin importar que cause dolor: solo deseo. Como dije, ya iba para el cuarto o quinto mes en que solo recibía las sensaciones que me proporcionan mis juguetes anales. Todas las mañanas, mientras el chorro agua caliente de la ducha me golpea los genitales, elijo uno de mis preciados dildos para que me dilaten y se introduzcan lo más profundo que pueda resistir. El favorito es el más grueso que me abre mi canal al máximo. Es la réplica del pene de un potro… Empiezo mi rutina evocando las caricias del cura que me hizo sentir los rimeros deseos de marica que, en una larga etapa, rehusé admitir. Ahora deseo recordar cada una de esas caricias e imagino el avance que implica llegar a penetrar un ano que no ha sido follado aún. Abro las nalgas y violentamente meto los dedos en la abertura del ano. La ducha me excita aún más y trato de introducir la mano, pero solo tres de mis dedos son admitidos. Muevo con furia hacia un lado y otro. El culo se abre y los dedos son succionados por la ávida boca anal. A veces, me sobreviene el orgasmo. No paro ahí. El grueso dildo ahora ingresa a punta de sentones hasta que lo siento desgarrando mis cavidades. Es el placer sumo. Mientras gimo y pronuncio el nombre del cura, le pido que me haga su putita, su perrita. Que me follo todos los días y en los lugares que quiera. Me llene de su leche… -Sernino, ¡méteme tu pichula. No me dejes tan caliente. ¡Quiero más! -No puedo hacerte eso. Solo puedo tocarte y besar tu hoyito. -Quiero que me culees. Si me duele, aguantaré lo que más pueda, pero culéame. Hazme puta. Soy tu hembra. -No digas eso. No quiero hacerte daño. -Hazlo. No aguanto más que solo me toques las nalgas y acaricies el ano. Quiero ser penetrado por ti. -Estás muy estrecho aún. Te dolería demasiado… -No. Ábremelo y luego déjame a mi sentarme en tu pico. -Mámame si quieres, es lo único que puedo dejarte hacer. -No. Lo que quiero es ser tu perra, que me hagas sentir penetrado, aunque me duela. -No digas eso, porque me excitas y no respondo… -Eso quiero. Lo tienes muy duro y es muy grande, pero sé que lo recibiré todo. Ese diálogo se repetía cada vez que estábamos solos en su cuarto y me sentaba en sus rodillas y metía sus manos por mis nalgas sobando, acariciando, apretando… Hasta que un día, o mejor una tarde, se produjo el acto violento, pecaminoso y transgresor de ser usado como hembra por ese macho que olvidó que era sacerdote y se dejó tentar por la endemoniada criatura que empezaba a revelarse dentro de mí… Cuando recuerdo ese instante, la cachondez es extrema. Sueño estar en una orgía y ser la puta de todos. Servir de recipiente del semen de los machos que lo quieran usar… O ser culiada por un animal, burro, potro, perro… Escribo estos recuerdos, devaneos, porque solo hace 24 horas que me culiaron otra vez y mi culo fue gozado de nuevo. -Hola, Nandy. ¿Tienes tiempo? -Hola, sí, ahora estoy libre. -Bueno, por eso te llamo, porque estoy muy caliente y quiero que vengas. -Unos 5 minutos y estoy allá. Aguante, y ya estaré. Efectivamente, llegó con prisa. Aclaramos los puntos del trato y ya estábamos en modo cachondo. Andy es un muchacho colombiano de unos veinte y pocos años. No muy alto, de cuerpo musculoso y lo más relevante es su pene siempre erecto, de cabeza grande y tallo grueso. De 22 cm que sabe manejar muy bien. Lo llevé al lecho y me puse en cuatro. Es la posición que más me excita, porque me siento ofreciendo el culo para que hagan lo que quieran con él. Le pasé el condón y se lo puso. Vertí el gel lubricante y esperé ansioso sentir el ataque por mi retaguardia desprotegida y ansiosa. Siento que me baja el pantalón del chándal y casi me arranca el colalés para introducir el miembro sin ninguna maniobra previa. Un intenso dolor, pero solo momentáneo, me invadió. Luego después de las primeras estocadas, mi puto culo se abría para recibir verga y la apretaba para prolongar la sensación de entrega. No sé en realidad cuanto tiempo estuvo cogiéndome con espolonazos que me hacían recordar las primeras veces que el cura Sernino me hacía su hembra. Entre estertores y palpitaciones, mi culo estaba seducido por ese ritmo frenético que no paraba, sino que crecía en intensidad y fuerza. Si con algo se puede comparar es con una tormenta. Y ahí estaba yo desdoblada, abandonada, mientras mi culo adquiría vida propia. Como si fuera un animal que lo único que quería era estar eternamente enculado. Con la verga hasta el fondo. Nandy sacó el pene y se acomodó el condón para continuar en la faena de las minas de sal. Picando y empujando. Mi culo se sobresaltó al quedar abierto y recibir la corriente de aire que denotaba el vacío que esperaba ser llenado de nuevo. Así fue. Volvió con más fuerza a culiar. Luego de un largo rato, sacó el pene. Desprendió el condón y aunque intenté frenarlo, lo metió esta vez limpio y carne con carne el roce era aún más excitante. No pudo aguantar mucho, lo sacó y descargó su leche en la abertura del culo. Luego con mucha rapidez volvió a meterlo. Esta vez con la ayuda del semen caliente, llegó de una hasta el fondo. Un sonido de chapoteo se sentía en cada empujón que recibía… Recordar esos instantes y asociarlos a los recuerdos son los devaneos que quiero comunicar ahora en una nueva fase de la narrativa erótica que me apasiona. ººº RECUERDEN dejas sus comentarios acá o si no se atreven, háganlo a mi email ruizzafon@yahoo.com Siempre respondo. Anímate a compartir tus deseos, tus temores o tus dudas.

Autor: ruizzafon@yahoo.com Categoría: Sexo Gay

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Giraba la cabeza mirándome, quería que lo siguiera y fuese tras él.

2023-08-27


Al verme en la entrada, ya descaradamente me hacía señas con la cabeza para que entrase a la vez que agarrando su polla con la mano me la enseñaba, ofreciéndomela.. En mis inicios, no aceptaba mi homosexualidad, me engañaba diciéndome a mi mismo que yo no, que yo no era maricón, como se les llamaba a los homosexuales despectivamente, me daba mucha vergüenza, pero la verdad es que cada vez que veía una polla me excitaba y ponía muy caliente. Luego con el tiempo, me decía a mí mismo que seguramente yo era bisexual, no quería ser maricón, no quería ser como aquellos jovencitos amanerados que veía, yo solo iba a los aseos públicos para que me chuparan la polla y me metiesen mano, nada más. Pero el tiempo te va poniendo en tu sitio. Cuando ya me dieron por el culo por primera vez, aunque seguía sin aceptar por completo mi homosexualidad; me gustaba que me encularan; fui poco a poco perdiendo el miedo y aceptándome como realmente soy. Al principio seguía yendo a los aseos públicos, era a donde me atrevía a ir para dejarme encular, ahí lo que solía encontrar eran sobre todo viejos o maduros, fue así como me acostumbré a dejarme coger por ellos. Me gustaba como me acariciaban, como pasaban sus rudas manos por todo mi cuerpo calentándome hasta que me entregaba por completo a ellos. Yo sabía que, en el centro de la ciudad, La Coruña, en el parque jardín que hay, jardines de Méndez Núñez, se llaman, cuando empezaba a anochecer, allí era lugar de encuentros homosexuales, allí se iba a ligar y dejarse coger. Me daba vergüenza ir a ellos, pues lo que más temía y más vergüenza me daba, es que algún conocido pudiera verme entrar o salir de ellos. Poco a poco empecé a ir, siempre procuraba ir lo más de noche que pudiera para no ser visto por algún conocido. Claro que cuando más noche fuese, menos ambiente había en dicho parque. Aquel día no fue ninguna excepción, cuando me atreví a ir a ellos, ya serían las 3 o 4 de la madrugada, había estado por los Pub bebiendo y haciendo tiempo para luego ir a dicho parque. Ese día yo andaba caliente y salido a más no poder, iba dispuesto a todo, quería que me dieran por el culo y me quitasen aquella calentura que tenía. Sabía que, de no ser así, al día siguiente iba a andar por los aseos públicos buscando una polla que me enculase bien enculado. Cuando por fin ya me atreví a ir a dicho parque, nada más llegar fui recorriendo todas las calles que hay en su interior, no veía a nadie, era ya algo tarde y por encima era domingo, al día siguiente la gente tenía que levantarse para ir a trabajar y yo allí paseando por el parque, en busca de algún macho que me quisiera coger. Ya había dado casi una vuelta, cuando vi entrar al parque a un hombre, era mayor, pasaría bien de los 50 años, no se le veía mal, era algo más alto que yo, mediría 1,70 o 72, aproximadamente, de contextura ancha, mucho más que yo que de aquellas además de jovencito, era delgado, pues pesaba 57 kilos. Me vio igual que yo lo vi a él, pero en lugar de venir hacía donde yo estaba, fue caminando despacio por una de las calles del jardín. Miraba de vez en cuando hacia atrás para ver si yo iba tras él, cosa que así era. Después de recorrer todo el parque, los 2 volvíamos recorriendo el parque por otra de las calles que lo van bordeando. Allí no se veía a nadie más que a nosotros 2. Yo iba a sentarme en uno de los bancos que había, pues no quería que pensase que iba tras él, no quería que pensara que lo iba siguiendo, cuando él iba llegando a la altura de los aseos públicos que hay en dicho parque, aseos que solían estar cerrados siempre de noche, pero que por la parte de atrás y uno de los costados, están rodeados de arbustos y algunos árboles, dejando un pasillo y espacio donde los jardineros suelen dejar las ramas y restos para abonar luego las plantas que allí hay. A dicho lugar se le conocía por urgencias, pues allí era donde se solía ir a dejar que te cogieran. Allí estabas algo resguardado de las miradas, para que te pudieran ver, tenías que acercarte por allí. Pues justo cuando aquel hombre estaba llegando a la altura para poder entrar a dicha zona de urgencias, como le llamaban, vi que giraba la cabeza mirándome insistentemente, el cabrón me estaba mirando, dándome a entender que quería que lo siguiese, quería que fuera tras él. Yo al ver como giraba la cabeza mirándome, queriendo que lo siguiese y fuese tras él, en lugar de sentarme en el banco como tenía pensado, me quedé mirando como iba a entrar en aquel apartado que había, viendo como cuando se metía, me hacía señas con la cabeza para que fuese. En lugar de sentarme en el banco, seguí caminando hasta llegar a la entrada de aquel apartado, viendo al momento al hombre arrimado a la pared de los aseos públicos, con la polla de fuera, mirando para ver si yo llegaba. Al verme en la entrada, ya descaradamente me hacía señas con la cabeza para que entrase a la vez que agarrando su polla con la mano me la enseñaba, ofreciéndomela. Bufff, así que vi como me ofrecía aquella polla que meneándosela con la mano me enseñaba, ya todo mi cuerpo se estremeció. Veía aquella gorda y larga verga siendo meneada por aquel hombre, dejando que yo pudiera contemplar lo que le colgaba del medio de las piernas, polla que me estaba ofreciendo, temblando de emoción y excitado cómo estaba, entré yendo a donde estaba él. ¿te gusta? Me decía, viendo como yo no podía dejar de mirar para aquella polla que morcillona le colgaba del medio de las piernas. Sí, le contesté moviendo la cabeza en señal de afirmación. Claro que me gustaba, estaba que me corría en los pantalones de lo caliente y excitado que estaba. Ven, agárrala con la mano y acaríciala un poco para que se me ponga tiesa. No me hice de rogar, nervioso y excitado como estaba, me acerqué a él, llevando mi mano a aquella verga que morcillona le colgaba del medio de las piernas. ¡Ohhh! ¡ooohhh que gusto! Así así, acaríciala y menéala con tu mano, ya verás como se pone dura. Yo la acariciaba a todo lo largo, a la vez que se la iba descapullando, notando lo suave y calentita que se notaba, estaba que me derretía de gusto. Agáchate y chúpala, anda métela en la boca y mámala, ya verás que rica sabe, me decía poniendo una mano sobre mi hombro, invitándome a agacharme para que me metiera su polla en la boca, cosa que hice, estaba tan caliente y excitado que no lo dudé ni un segundo. ¡Ohhh! ¡ooohhh que gusto! Gemía a la vez que impulsaba su pelvis mientras empujaba mi cabeza con su mano para que me tragase toda aquella larga y gruesa polla. Así así, ¡ohhh que gusto me da! Yo que estaba de cuclillas, me apoyaba a su cadera con una mano mientras con la otra, sujetaba la polla que chupaba con ganas, tragaba todo lo que podía, luego le succionaba el glande, jugando con mi lengua en la punta del capullo, metiendo la punta de la lengua por dentro de la piel del prepucio, haciéndolo gemir y retorcer de gusto. ¡Ay maricón que bien la chupas! ¡Dios que boquita y lengüita tienes! Gritaba sujetándome la cabeza para que no sacara su polla de la boca. Ya le había puesto la polla tiesa y dura, al cabrón aquel y cada vez empujaba más mi cabeza a la vez que impulsaba su pelvis, tratando de que me tragase aún más aquel largo vergón. Ya me caían las babas por la barbilla y comisura de los labios, abriéndome en arcadas varias veces, cuando ya cansado de estar agachado de cuclillas, dejó que me levantase, pudiéndome estirar las piernas y respirar a fondo. Yo seguía aferrado con mi mano a su polla, a la vez que se la iba acariciando, esperaba que él llevara la iniciativa, cuando él al ver lo sonrojado que yo estaba y como seguía aferrado a su polla, me dice: te gusta maricón, te gusta la polla, ¿verdad? Te gusta la polla que te voy a meter por el culo, ¿eh mariconazo? Ya verás que gusto te va a dar cuando te la meta por este estrechito culito que tienes, ya verás como te voy a hacer chillar cuando te la meta por el culo, te voy a dejar mi lechita dentro para que así vayas bien preñado, hoy vas a salir de aquí embarazado con mi lechita, ya verás que gusto te va a dar, me decía aflojándome la correa del pantalón a la vez que me lo desabrochaba. Yo que seguía aferrado a su polla con mi mano, acariciándosela, no decía nada, me dejaba hacer. Dejaba que me fuese quitando la ropa, ardía en deseos por que aquel fulano me metiese la polla por el culo, deseaba tenerla dentro de mi caliente culito. Quería sentir aquella polla dentro mía y que me hiciese suyo, quería ser su hembra y que me preñase con su leche. Cuando ya me hubo bajado el pantalón junto al slip, ya pudo apreciar lo caliente y empalmado que yo estaba, tenía la polla que reventaba de lo empalmado que estaba. Pasó su mano por mis huevos acariciándolos junto a la dura y tiesa polla la cual descapulló acariciándomela a la vez que me decía: Andas bien salido maricón, bufff que empalmado me estás, ya verás como te voy a hacer disfrutar, hoy vas a salir de aquí bien follado, hoy vas a salir embarazado con mi lechita. Me hizo girar poniéndome cara hacia los arbustos, quedándose él apoyado con la espalda a la pared de aquellos aseos públicos, subió mi cazadora y camiseta a los hombros dejándome prácticamente desnudo, me hizo inclinar un poco a la vez que me ordenaba que abriera las piernas y sacara el culo para fuera. Así maricón así, saca el culito y abre bien las piernas, me decía pasando su mano por medio de ellas buscando mi caliente agujerito. Así que pasó su mano por mi agujero, vio que yo ya iba algo lubricado; ya había ido preparado para que me encularan; ¡ay maricón ya me vienes preparado para que te la metan por el culo! Decía presionando con su dedo en mi entrada viendo que mi esfínter cedía dejándole paso al dedo que me introdujo. Viendo que yo ya estaba preparado para recibir su polla, sacó el dedo de mi culo, puso su mano en mi espalda haciendo que me inclinase un poco más, colocó su polla en la entrada de mi abertura, y así como me tenía, sujetándome con sus manos por las caderas, dio un movimiento a su pelvis a la vez que tiraba de mi hacia él, introduciéndome la polla por el culo. ¡Ohhh! ¡ooohhh! Grité al notar como su polla me entraba por el culo, ¡ooohhh ohhh! Volví a gemir cuando me dio un segundo embiste, haciendo que su polla me entrara por completo. Me la había metido hasta los huevos. Ya cabrón ya, ya te la he metido toda, ya la tienes clavada hasta los huevos. ¡Ay que gusto! ¡Ay que culito tienes maricón! ¡Ay que gusto y que calentito se siente! Gritaba impulsando su pelvis para que su polla me llegase bien profunda y la pudiese notar bien dentro mía. Yo que no tenía donde apoyarme, me bamboleaba cada vez que el impulsaba su pelvis tratando de tenerme bien ensartado en su larga y gorda verga. Notaba sus huevos y pubis pegados a mi culito, a la vez que él sujetándome con sus manos por las caderas, tiraba de mí, pegándome a él para que así pudiera notar bien dentro mía la polla que me acababa de meter por el culo. Así que ya me tuvo bien ensartado en su polla, me empezó a mover con sus manos sujetándome por las caderas, a la vez que daba impulsos a su pelvis, empezando a follarme. El mete y saca que me daba era continuo, sacaba y luego metía tirando de mis caderas a la vez que impulsaba su pelvis, haciendo que su polla se clavase en lo más profundo de mis entrañas, haciéndome gemir mientras me estaba enculando. ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Chillaba yo gimoteando mientras me daba por el culo allí en medio de los jardines, siendo bamboleado como una marioneta. Veía como mi polla se bamboleaba al ritmo de la follada que aquel fulano me estaba dando, sintiendo como su polla me entraba y salía una y otra vez por el culo. Así maricón así, deja que te dé por el culo, ¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba una y otra vez mientras me estaba dando por el culo. Yo estaba gozando y disfrutando tanto, que en aquellos momentos no me importaba nada, solo quería sentir aquella polla profanándome el culito una y otra vez. No me importaba lo que me dijera ni siquiera si aparecía alguien en aquellos momentos pudiéndome ver, en esos momentos yo estaba en la gloria y nada me importaba. Ya llevaba un buen rato sodomizándome, cuando noto como me aferra más fuertemente con sus manos y como me dice: Ya maricón ya, ya te voy a embarazar, ya te voy a preñar con mi leche, ¡ohhh me corro! ¡me corro! ¡me corro! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba soltando su corrida en lo más profundo de mis entrañas, preñándome con su semen. Me había dejado su corrida en lo más profundo de mi ser, me había dejado embarazado con su lechita, tal y como me decía él que me iba a dejar. Así que terminó de soltar todo el esperma que su larga y gorda polla había escupido dentro de mi culito, sin sacarme la polla del culo, dejando que fuese saliendo por si sola, llevó su mano a mi polla, empezando a meneármela. Así maricón así, suelta tu lechita para que quedes bien a gusto, me decía meneándome la polla, la cual enseguida empezó a soltar trallazos de semen. ¡Me corro! ¡Me corro! ¡ooohhh ohhh! Chillaba yo retorciéndome de gusto, mientras mi polla iba escupiendo borbotones de semen, regando el suelo de aquellos jardines. Una vez ya satisfechos y recuperado el aliento, sin que pudiéramos limpiarnos, ninguno traía papel para hacerlo, me subí el slip y pantalón, coloqué la camiseta que tenía junto a los hombros al igual que la cazadora, y una vez listos, salimos los 2 de allí. Nada más salir, venía paseando por los jardines, otro joven, era mayor que yo, era seguro que venía buscando con quien follar, si hubiera llegado un poquito antes, hubiera podido ver cómo me estaban dando por el culo, allí en la zona de urgencias como le llamaban. Y hasta hubiera podido participar, porque yo en aquellos momentos en que me estaba dando por el culo el fulano aquel, todo me daba igual, me hubiera seguido dejando coger por otros, pero ahora que ya me había corrido, ya el fuego que llevaba dentro de mí, ya se había aplacado, ahora me marcharía para casa. Nos miramos cuando se cruzó con nosotros, supo muy bien que al que se acababan de coger, era a mí, se podía notar a leguas, la cara de felicidad que llevaba en la cara y lo resplandeciente de esta, no dejaba lugar a dudas. Salimos los 2 de el parque jardín, el fulano que acababa de darme por el culo y yo. Yo seguía por la avenida principal y el cogía otra calle perpendicular por la que yo marchaba. Los 2 íbamos satisfechos, el con los huevos descargados y yo con el culito repleto de semen, iba embarazado con su lechita, como él me decía, nos despedimos y cada uno siguió su rumbo. Podéis buscarme en Twitter por: @danisampedro91 O podéis escribirme a: Danisampedro91@gmail.com

Autor: DANISAMPEDRO91 Categoría: Sexo Gay

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Me violaron la garganta y me gusto

2023-08-27


A los 13 fui al baño y me terminaron violando la garganta, dos diferentes hombres y al terminar me quedé con ganas de más.. Hola mi nombre es Adolfo, tengo 42, de la CDMX, soy terapeuta, la mayor parte de mis relatos serán basados en las historias que me han contado, claro que cambiando los nombres de los personajes Esta historia si es mía, me paso cuando tenía 13 años recién cumplidos. Una tarde fui a una tienda departamental en Polanco, después de estar viendo lo que había en los aparadores me dieron ganas de ir al baño, yo siempre entraba a los baños del primer piso pero en esa ocasión estaban en limpieza, así que no me quedo de otra mas que ir los del tercer piso, ya que los del segundo estaban ocupados, para esto en esos baños se debía entrar a un pasillo algo largo y vacío eran un poco escalofriantes, al entrar luego, luego entre a un privado a hacer mis necesidades, al terminar me percate que aun costado había unos orificios en los que se podía ver el otro cubículo mientras me limpiaba, entro alguien más al otro cubículo y de repente reojo vi que me veían, me senté y mi curiosidad me hiso ver por el orificio, era un hombre que se encontraba masturbándose, aunque yo ya sentía curiosidad por los hombres nunca antes había visto en vivo un pene erecto a excepción del mío. Esa escena hiso que mi pene se me parara de inmediato, me recarga hacia atrás y empecé a masturbarme enseñándole la verga al señor de a lado luego yo veía y el estaba en la misma posición, de repente él me dijo déjame pasar, yo me puse nervioso no sabía que hacer, de repente por debajo del cubículo paso su mano y empezó a acariciar mi pierna lo que genero una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, ese acto me convenció a abrir la puerta, mas tarde en abrir la puerta que él ya estaba de pie en frente de mí. Era un hombre de unos 45 años, de complexión media, aproximadamente 1.70 de estatura, blanco vestido de traje, entro cerro la puerta y empezó a acariciar mi cuerpo, yo en esa entonces media 1.75, piel blanca y con poco vello, cabello castaño obscuro, mi pene media unos 15 cm grueso, yo empecé a masturbar su pene que era aproximadamente del mismo tamaño que el mío, pero un poco mas delgado, se acerco a mi y me pregunto mi edad, cuando se lo dije me tomo de la cara y me dijo te haces del rogar putito, mámamela ya. Primero tu le dije, yo después de ti y de un empujón del hombro me sentó en la taza del baño y jalo mi cabeza hacia el abre la puta boca putito me dijo e introdujo su verga dentro de mi boca haciendo que me la tragara completa, esa primera penetración en mi boca causo una arqueada que casi produce que vomite, o no seas mamon me dijo, alzándome la playera por detrás de la cabeza dejando al descubierto mi pecho, ¿quieres andar de puto? Me dijo mientras me metía de nuevo la verga en la boca, pues mámala con ganas, y si me muerdes te rompo el hocico, empezó a guiar los movimientos con sus manos en mi cabeza. Yo solo podía sentir toda la saliva que de mi salía escurriendo en mi pecho, hubo un momento que dejo dentro la verga sin sacarla y yo sentí que casi me ahogaba, quise hacerlo hacia atrás pero el tomo mis manos y las puso en sus nalgas peludas, y me dijo acarícialas como si acariciaras un gatito. Así estuvimos unos pocos segundos que yo sentí que fueron horas cuando se escucha que alguien mas entro al baño, el saco su verga toda babeada, se acomodó en una forma que no se vieran sus pies, el nuevo entro al cubículo de alado, con el que estaba me hiso una señal de silencio, yo pensé que ahí terminaría, pero no me agarro de los pelos y volvió a introducir su verga, agachándose y diciéndome que ya casi terminaba, le hice señas de los orificios y él dijo déjalos así. Continúo follando mi boca por un rato mas hasta que me dijo ya viene, introdujo hasta el fondo su verga y empecé a sentir un liquido caliente en mi tráquea, me dijo trágatelos no los escupas o te madero yo solo empecé a tragar sentí que era mucho liquido que hasta paso por mi mente que se había orinado en mi boca, la saco y saliva empezó a caer sobre mi pecho. Me dijo siéntate más atrás, lo que hice y el apunto su verga ya casi flácida y babeada apunto en el hueco que hacia mi cuerpo en la taza de baño y empezó a orinar mojando mi verga aun erecta y húmeda de pre cum, tomo papel y se limpió, se arreglo y le dije voy yo, el solo rio otro día ya se me hace tarde, agarro y se salió del cubículo y se fue, yo me empecé a limpiar mi pecho y mi pene, de reojo vi que el otro hombre me veía. No escuche a qué hora se salió el otro hombre de su cubículo, pero a la hora que abrir la puerta para salir el estaba de frente con su verga para y me dijo sigo yo o solo me vas a dejar con el espectáculo que vi, era un hombre mas joven como de unos 30 años, moreno velludo con una verga mas grande y gruesa, yo lo vi y de un empujo me metió de nuevo al cubículo me senté alce mi playera y empecé a mamar su verga, oh si que rico, en realidad eres putito mámala, el lo hiso con mas delicadeza, pera aun así había momentos que me metía toda la verga o lo que me cabía, el estaba tan caliente de lo que vio que no tardó mucho en venirse dentro de mi boca y de igual manera me dijo que me los tragara así lo hice también era una buena cantidad saco su verga hasta que sintió que ya no había más, me dijo bájate el pantalón y siéntate, me quito la playera me inclino hacia atrás como si estuviera en un repose pego su vera en mi pecho y empezó a orinar haciendo que su orina escurriera sobre mi pecho hacia mi pelvis, de repente corto la orina e introdujo su verga en mi boca y termino lo poco que le quedaba, yo me sentía sucio, cuando termino se vistió y mientras se arreglaba le pregunte me la mamas el solo sonrió y dijo no mamo vergas ese es trabajo de putos, yo solo me los cojo me puso de pie e introdujo sus dedos en mi ano, cuando te lo rompan búscame no me gusta romper culo de niños por muy putitos que sean me dio la mano y se fue, en realidad me dejo en la mano su tarjeta y 200 pesos, me arregle y me fui a mi casa. Cuando llegue me madre me pregunto que por qué olía feo en eso reaccione que me habían orinado en el pecho, le dije que me había caído y de seguro en la orina de algún vago o perro, me metí a bañar y mientras me bañaba de di una jalada de verga como nunca me la había jalado, en la noche soñé con lo sucedido y fue tan excitante que eyacule mientras dormía, a partir de ese día solía ir mas seguido a esa tienda y esos baños para ver si se repetía. Comenten para saber si les gusta y subir mas Recuerden soy nuevo subiendo este tipo de material.

Autor: ADOLFOV Categoría: Sexo Gay

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Quiero sex

2023-08-19


Holaaa, busco algo un poco raro. Soy de chile, soy femboy, tengo 1tres. Bueno estoy buscando algún hombre ( de chile ) que me pueda dar hospedaje en su casa, no como mucho, solo necesitaría internet y ya, con eso puedo vivir, puedo pagar con sexo o algo parecido. Solo me quiero ir de mi casa, mientras pueda vivir en un lugar seguro estare biem. Interesados a mi tlg : @l4wr3nc79 por favor, quiero irme de aca.

Autor: Law Categoría: Sexo Gay

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Mis aventuras con julio mi primito yo 17 el 11 ll

2023-08-16


Continua la aventura amigos jajaja espero la disfruten después de la masturbada de esa noche el día que debía regresar mi primito julio con sus papás mi mamá iba a visitar a mis abuelos dónde se encontraban éstos pero a petición nuestra le dieron permiso a mi primo de quedarse un día más se fue mi mamá con mis hermanos a casa de mis abuelitos y nos quedamos solos mi primito y yo aunque los dos sabíamos lo que queríamos hacer ninguno se atrevía a tomar la iniciativa me dijo voy arriba se subió yo lo seguí y ví que no sabía que hacer para llamar mi atención se puso a hojear un libro de ciencias naturales de sexto grado que los que vivimos en México sabemos que tiene en sus páginas centrales unas imágenes de un niño y una niña desnudos para mostrar el aparato reproductor se detuvo a ver dichas imágenes y mostrarmelas en silencio como para provocarme se sentó en la cama nos hablábamos en mi habitación y se puso a jugar con unas monedas viejas que sacó de una caja que tenía yo guardada me dijo que hacemos? A qué jugamos le dije no sé a lo que tú quieras en ese momento aunque no se me había parado si estaba exitado me puse de pie y el también no aguante más y le toque su penecito encima del pantalón y le pregunté ya se te paró? Me dijo sí y ví que efectivamente lo tenía durito y ya sin preambulos le quité de un jalón la playera dejando su dorso desnudo le bajé el pantalón y el calzon hasta los tobillos y lo recosté en la cama y empecé a masturbar a mi primo que se quedó como petrificado de pronto se me ocurrió darle una lamida a su penecito y le bajé el cuerito y empecé a lamer y chupar su glande tierno y rosadito le acaricio el pecho y la panza y le dije que sientes? Me dijo con la voz apagada por el placer y la exitacion no se Yo te gusta? Me dijo sí seguí dándole a mi primito su primera chupada de ver guita y ví que era tanto el placer que sentía que en lugar de gemir estaba como petrificado pero sonriendo y moviendo los ojitos chistoso pero tocaron la puerta interrumpí mi faena para abrir era mi abuelita paterna que venía a dejar unas frutas a mi mamá la saludé recibí las cosas y se fue y cuando iba a regresar con mi primito este estaba bajando y vistiendose creo que ya no quería y mejor nos ponemos a ver la tele aquí mi segundo relato viene la tercera parte donde narrare como disfrutamos una semana completa hasta pronto.

Autor: Augusto Categoría: Sexo Gay

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