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Ya me decidí a darme gusto

2023-09-21


Di el paso que me faltaba para que mi marido fuera un cornudo.. Durante ocho años fui lectora pasiva (no pocas veces sí me activaba con la mano) y, poco a poco me gustaron más los relatos de infidelidad. Principalmente los que no requerían de mayor justificación que las ganas de hacer el amor con alguien distinto al de todos los días; también aquellos donde la calentura se volvía urgencia y estallaba en una seducción calculada que llevaba irremediablemente al coito. Por tanto, decidí aprovechar el espacio de publicación para escribir unas fantasías. No tuve más que dos novios, insípidos, antes de casarme con Miguel, quien me cubrió de mimos, me dio sexo muy satisfactorio del cual tenemos una hija, ya casada. Lamentablemente, en el segundo embarazo hubo serias complicaciones y perdí el producto, además, cerramos la fábrica. Yo temía que ya no tuviese tantos deseos de sexo como antes, pero no fue así y seguimos con el mismo brío. La escritura de mis seis fantasías y los comentarios de algunos lectores, entre ellos los de mis autoras favoritas, incrementaron mi libido. También mi marido notó que me había vuelto más caliente y me daba el amor de las maneras en las que se lo pedía, nuestro inventario de posiciones se incrementó con los videos que veíamos para probar algo nuevo. Fantaseé con mi marido y conocimos más de nuestros deseos ocultos, y de los nuevos. A veces lo recibía vestida de puta, de sirvienta o de colegiala (colitas en el pelo incluidas) y, ni qué decir de los diálogos que teníamos cuando yo lo recibía en casa con alguno de los atuendos. También me llevó a cenar vestida de hot wife, y sí, ¡fui muy observada! y dos que tres le pidieron permiso a Miguel para bailar conmigo; ¡qué franeleada me dieron! Ya se imaginarán lo que pasó en casa después de haber tomado un poco de más y mostrar algo a los comensales que me miraban con atención: ¡me cogió como si fuera una puta! “¿Crees que no me di cuenta que te pegabas para sentir el palote que traían?”, me decía sin dejar de moverse dentro de mí; él sólo me bajó los calzones y se sacó el pene en cuanto entramos a casa. “Sí, lo tenían como tú ahorita”, le contestaba. “¿También viste cómo se les resbalaban los ojos en mi escote? Yo quería su boca o su mano allí, ¡que su lascivia se hiciera tacto!”, remataba. Entonces, Miguel tomó el papel de alguno de los calentorros con quienes bailé: –¿Le gustará a su marido que yo lo hiciera cornudo? –me decía Miguel cuando bailamos en casa, previo al acto sexual. –No sé, pregúnteselo a él –respondía mientras yo me pegaba embarrándole mis tetas en el pecho. –Por la cara que tiene al vernos bailar, ¡le encantaría! –me decía muy arrecho. –¿Usted lo dejaría seguir viendo el resto de la acción? –inquiría. –¡Claro, incluso que participara! –contestaba metiéndome la mano bajo la minifalda constatando que seguía mojadísima. –Saque la mano de allí, pues él aún no ha dado el beneplácito… – la decía yo quitándole la mano. –¿Y si no le pedimos permiso para coronarlo con la cornamenta? –me preguntaba, supongo que para semblantear la posibilidad de que yo me descosiera. –No sé… –contesto sinceramente, pues en la realidad, no lo sé. Ahí mismo, mi marido me quitó la pantaleta, me inclinó hacia el sofá y me penetró de perrito, abrazándome de las chiches, y comenzó a moverse. Miguel se vino tres veces en la sala, ¡sin sacarme la verga! Al final, en la cama, ya desnudos, sólo dormimos por el cansancio, él con mi teta en su boca, como siempre… Para cada una de mis caracterizaciones, había mucho diálogo y manoseo que nos calentaban y terminábamos cogiendo como si fuese la primera vez, siempre con mi vestimenta puesta. Aclaro esto, porque después de múltiples diálogos, donde él se calentaba tomando el papel de otros, me dejaba ver que le gustaría ser cornudo. Por ejemplo, cuando me vestí y maquillé como prostituta, suponiéndose un cliente, me preguntó si tenía esposo. –Sí, y lo amo mucho –contesté –¿Entonces es por dinero por lo que lo hace? –insistió –No, tenemos lo suficiente, lo hago porque soy muy puta, me gusta conocer otras formas de amar y compartirlas con mi marido –respondía pensando en que esa posibilidad me calentaba mucho. –¡Qué afortunado es su marido! No cualquiera tiene en casa una puta chichona –dijo, bajándome los tirantes de la blusa haciendo saltar mis tetas. Me mamó dulcemente, me levantó la falda y me dio unas nalgadas, ordenándome “¡Encuérate ya, puta!, y hazlo al compás de la música”. Miguel se quitó la ropa, encendió el aparato de sonido eligiendo una pieza ad hoc y se sentó en el sillón para jalársela a gusto mientras veía mi show. Al terminar el baile se abalanzó hacia mí con el pito reluciente por el presemen y me tiró en la alfombra. “¡Qué puta tan hermosa!”, gritaba, al penetrarme de misionero, jalándome las chiches y lamiendo mis labios antes de besarme. Entonces me di cuenta que yo aún traía una parte importante de mi caracterización: ojeras azules, pestañas postizas, delineado de párpados como antifaz y labios de color rojo intenso, además de la pulsera de cadena de oro en el tobillo que me había comprado para la ocasión. Pero no es de eso de lo que hoy quiero escribir, sino de por qué decidí añadirle a mi marido un adorno, sin que él me lo pidiera. Como ven, después de tantos diálogos que teníamos, él estaba ya “a punto de turrón” para usar una cornamenta con orgullo, y decidí que yo se la pondría, antes de que pasara más tiempo y el deseo se convirtiera en el “hubiera…” Aunque sí obtuve un par de ofertas tentadoras en los comentarios de mis fantasías, con fotos incluidas por interpósita persona, pero les dejé claro que, si me decidía a resbalar hacia la infidelidad, el primero sería Mario. Y no se debía a una necedad, él había dejado claro ese deseo desde hace muchos años. Aunque sólo se concretaban a agasajarse con mis tetas, yo suponía que también quería lo que yo: un coito con una penetración que concluyera en eyaculación. En la segunda ocasión que “sin querer” me dio un tallón de tetas al coincidir en el anaquel de los legajos, sí le prendí el brazo entre mis chiches y el filo de la charola del anaquel y las moví un poco. Mario volteó hacia los lados, para ver si alguien se había dado cuenta, cosa que yo, por caliente, ni me fijé. “¡Qué suavidad…!”, externó, mirando cómo se movían las tetas al estarlo presionando. Me hice hacia atrás, dejándolo libre y me retiré sonriéndole. Más tarde, me acerqué a su escritorio llevando una memoria USB. –Quiero ver las fotos de tu “gran colección” donde estoy, para darme una idea de lo que fantaseas sobre mí –dándole la USB. –Con todo gusto, pero prométeme que, si hay oportunidad, me dejarás tomarte unas parecidas –dijo sonriendo y mirándome con un dejo de lujuria. –Quiero verlas. De lo otro…, no sé por qué piensas que puede haber una oportunidad para tomarme ese tipo de fotos –contesté. –Mañana te traeré las fotos que me pides y, espero que podamos ir a tomar un café –dijo tomando la memoria USB. Al día siguiente, me regresó la memoria. Se encontraba una carpeta con mis iniciales dentro estaban casi 500 fotografías mías, la mayoría eran las que él me había tomado y otras extraídas de mis redes sociales, y las de mi marido y mi hija. Varias carpetas, etiquetadas como: “Mamadas” con subcarpetas “Tetas”, “Vagina” y “Verga”; “Otra”, con subcarpetas “Tetas”, “Pepa”, “Preñada” y “Vaca”; “Polvo” y una última titulada “Textos”, que eran algunas de las anteriores con fotos añadidas con desnudos de mi marido y de él con letreros de diálogos. Las estuve observando durante un buen tiempo, casi dos horas. Eran 999 composiciones fotográficas diferentes y numeradas que, según las fechas, Mario llevaba más de 15 años elaborándolas. Todas estaban muy bien “photoshopeadas”. Las de los diálogos muy ingeniosas e incitantes, como yo diciéndole “A mamar, mi becerrito” y él contestándome “Sí mi vaquita chichona”. Otras incluían diálogos entre mi esposo y él mientras se turnaban para cogerme. Me quedé perpleja, y caliente, ¡claro! Mario estuvo mirando mis reacciones desde su escritorio, y yo volteaba a mirarlo con cara de asombro o intercambiando miradas de complicidad y aceptación. Era obvio que no me llevaría esta USB a mi casa, ni la guardaría en la oficina, así que al final, le di “Del” a las carpetas de las composiciones y conservé las fotos normales que le sirvieron para extraer mi rostro y el de mi marido: ¡eran una buena colección que sí podía ver mi familia! –Aquí ya terminamos las labores de este día, he entregado todo el trabajo concluido –me dijo hora y media antes de nuestra salida habitual–. ¿Vamos a tomar el café? –Sí –dije al tomar mi bolso y me despedí de la secretaria. En el estacionamiento, Mario me tomó de la cintura y sentí circular las hormonas por todo mi cuerpo, cosquilleo en el estómago, la humedad vaginal y no sé cuántas cosas más. No resistí la tentación de besarlo y volteé mi cara para hacerlo. En el beso, su mano acarició mi pecho y yo no pude más, así que le pregunté si de verdad quería que tomáramos un café o, mejor, nos tomáramos a nosotros. ¡Sí, yo le aventé el calzón!, así me había puesto su colección de fotos. Mi colega de la oficina, Mario, y yo nos dimos un rico faje en el estacionamiento, incluso me sacó una teta y me la mamó. –Ya vámonos a donde podamos disfrutarnos mejor… –le exigí a Mario apretándole el pene sobre el pantalón y me abrió la puerta de su auto. –¿A dónde vamos? –me preguntó. –Al hotel más cercano –insistí por mi urgencia. A unas cuadras estaba uno muy lujoso y entramos allí. Mientras Mario llenaba el registro y pagaba, vi el aparador de un local interior con una pequeña joyería y florería. Me fascinó un pequeño dije de una pica con una “Q” y no dudé en comprarlo. Afortunadamente traía en la bolsa la pulsera que usé en el tobillo para caracterizarme de puta con mi marido. Llegó Mario cuando estaba pagando y se la mostré en el elevador “La vi y no resistí, me estrenarás como mujer infiel”, le dije y recibí un beso con una caricia en las nalgas. Todo esto pasó frente al “botones” que nos llevaba al cuarto quien disimuladamente mantenía la vista en los controles del elevador. Yo estaba asombrada de mi desparpajo, al confesarle a Mario que me iniciaría en la infidelidad conyugal sin importarme que me escuchara otra persona. Apenas nos dejaron solos en el cuarto, reiniciamos el morreo, pero ahora nos desnudábamos uno al otro entre besos. No hubo mucho preámbulo, nos tiramos a la cama, abrazados, quedando yo abajo y me metió la verga en cuanto yo abrí las piernas. ¡Me penetró sin dificultad! Su miembro resbaló en mi vagina anegada por mi flujo. Lo abracé de la cintura con mis piernas para sentirlo completamente mío. –¡Muévete y lléname como si me fueras a embarazar! –le solicité con vehemencia. –¡Te daré todo mi ser en este acto! –prometió y se movió con frenesí de un adolescente que coge por primera vez. Nos dijimos guarradas y palabras tiernas, yo me venía como una quinceañera que busca retener a su primer amor. Gritos y jadeos acompañaban nuestras palabras y orgasmos. ¡No podía creer que no paraba de sentir el éxtasis y varias oleadas de calor en mi interior que daban cuenta que Mario estaba cumpliendo su palabra! No sé si fueron 15 o 30 minutos, pero quedamos rendidos con tanto amor que nos dimos continuamente en ese lapso. Nuestros cuerpos resbalaban con el sudor conjunto. Mario rezumaba gotas en el rostro que yo trataba de enjugar. –Vamos a meternos bajo las sábanas –le pedí. Al levantarnos de la cama, él sacó unas bebidas carbonatadas del mini bar y yo aproveché para colocar en la cadena el dije recién adquirido. –¡Salud por la mujer con boca de las tetas más lindas! Gracias por dejarme probar la luna con halo de carmín, probar los soles morenos y navegar por el cielo que los acuna… –declaró y me sentí enamorada y feliz de estrenar amante. –¡Salud! Me sentí muy feliz con tu cuerpo encima –dije y tomé un trago a la bebida. Al levantar la colcha para sentarnos en la cama, le di la cadena para que me la pusiera “Te corresponde ponérmela, por derecho…”, le dije al dársela y extendí mi pie hacia él. Me besó el pie y lamió mis dedos antes de colocármela, y me volví a sentir dichosa de tener amante, aunque me convencí a mí misma que no sería la única vez, ni el único hombre adicional… ¡Se desató mi fantasía para hacerla realidad! Mientras tomábamos la bebida, platicamos de nosotros, nuestros cónyuges y acariciábamos el cuerpo del otro. –¿Tomarás Viagra para que puedas cumplir en la noche? –pregunté con una sonrisa, meneándole el pene que se mantenía flácido. –Espero que hoy no tenga requerimiento de ese tipo, he quedado seco –dijo con tono apagado. –A ver qué se puede hacer –dije antes de meterme todo su camaroncito en mi boca. Lamí con cariño su glande, jugué con mi lengua como si trajera un dulce. “¡Mamas rico, Gloria!”, me decía recogiendo mi cabello para contemplar mi rostro lleno de lujuria en tanto que el falo crecía de tamaño. Nos acomodamos en la posición de 69 y comencé a sentir las caricias de su boca. Su verga se tensaba a medida que yo soltaba los chorros de flujo de los orgasmos que él me sacaba y los tragaba con deleite. Cuando la erección estuvo lograda, me senté en ella y cabalgué mientras Mario me magreaba las tetas. ¡Me vine riquísimo! y después de un grito me acosté sobre él. Me besó el pelo y me acarició las nalgas. Su miembro seguía con algo de tono muscular, pero fue apagándose. Era hora de regresar por mi auto. –¡Espera! –me detuvo antes de incorporarme–, me faltó esto –dijo tomando su celular. Aún acostada, me fotografió desde varios ángulos. Yo me dejé, siempre sonriendo ante la lente, y me acomodé como él lo pedía: bocarriba. bocabajo, de lado, con las piernas abiertas mostrando mi pucha y otras más. –Ahora sí vámonos –le ordené poniéndome de pie, pero Mario siguió tomando fotos hasta que estuve completamente vestida. Llegué cansada al hogar, pero ¡muy feliz! Cuando Miguel, mi esposo, estuvo en casa, le di de comer y nos pusimos a tomar en la sala. Me quitó la blusa y se acomodó en el sillón para mamarme. –¿Nos vamos a la cama? Quiero cogerte –confesó arrecho y achispado por el licor. –Con las mamadas de chiche que me das, siempre estaré dispuesta para que me cojas –le respondí. En la cama, ya desnudos, me monté en él; cabalgué un poco y me puse en posición de 69. Mis orgasmos comenzaron pues me chupaba con fruición, expresando a gritos que mis venidas sabían a Gloria… “Y a Mario”, pensé en mi interior, y me afané para que Miguel sintiera lo mismo; cuando ya estaba próximo a venirse, se separó y gritó “¡Quiero cogerte, mi amor!”, me colocó baca arriba, abrí las piernas, y repetí lo mismo que había hecho un par de horas antes con Mari: Lo abracé de la cintura con mis piernas, apreté mis músculos vaginales para sentir que abrazaba también a su pene “¡Coges hermoso, pareces puta!”, gritaba Miguel. “¡Me gusta coger, mi amor, hazme como quieras, lléname de ti como la primera vez!, le respondía sincronizándome con su movimiento. Se vino mucho, creo que tanto o más que lo que recibí de Mario, pues sentía fuego en mi útero. “¡Eres lo máximo, mi amor!”, le gritaba en cada chorro de semen que sentía y yo correspondía con un orgasmo continuado, encajándole mis uñas en su espalda de tanto amor que sentía. Reposamos bastante, él boca abajo y yo boca arriba, Miguel acariciaba mis tetas y yo sus nalgas. Me senté y lo besé desde la nuca hasta los pies. Luego le lamí el ano y Miguel pidió tregua. –Espera, mi amor –suplicaba–. es rico, pero ya no aguanto más, parece que necesitaré un relevo… –O dos… –contesté. –¡Cogimos delicioso! Aprendes mucho con los videos… –aseguró. –Lo que te aprendí hoy, no lo fue audiovisualmente, sino presencial, y con práctica incluida… –corregí su apreciación–. También estrené esto, para recordar esta fecha… –y le mostré el dije de mi pulsera en el tobillo. –¡Puta! –me gritó. Olvidándose de su cansancio me volvió a coger delicioso, con gran lujuria, sabiendo que él también estrenaba cornamenta.

Autor: FELIX69 Categoría: Infidelidad

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Follando a la novia de mi compañero de trabajo

2023-09-21


Era agosto 2019 durante la pandemia de covid19 que se nos vino, tenia un compañero de trabajo el cual yo lo consideraba un amigo aparte de ser mi compañero, nunca antes había visto a su mujer hasta que una noche realizamos un encuentro de festejo por la fiesta de fin de año, exactamente una cena de fin de año en la cual todos llevábamos a nuestras parejas, en esa cena pude conocer a la mujer de mi compañero la cual me miraba con una cara de deseo, y la cual entendí por que no tenía idea que mi compañero le contaba todas las andanzas que tenía yo a pesar de tener pareja siempre tenía unas aventuras con otras mujeres, bueno volviendo al lugar ella me saluda amablemente y sentí un poco de presión pero en ese momento no me imaginaba nada por la cabeza de que ella quería conocerme en persona. Luego de un mes veo que ella me solicita en redes sociales y la agrego después veo sus historias raras como que buscando llamar la atención de alguien y me pareció raro, en una de esas alze una historia exclusivamente para ella la cual al cabo de 5 minutos ella responde, ahí me percaté que ella tenía otras intenciones conmigo, pero yo no tenía motivos para fallar a mi compañero por que como había dicho lo consideraba un amigo, fue un día ... ... que en la empresa entré al baño y escuché que él estaba hablando de mí con otro compañero, me sentí mal por que no podía creer que mi amigo estuviera hablando de esa forma de mi persona, en lo que escribo a su mujer y le digo que si hoy podíamos vernos? Me dice siii que hoy sin problemas podía verla, la recojo de su lugar de trabajo mientras mis compañeros quedaban a hacer horas extras en el trabajo y la llevé al motel, ella me dijo que el oral no se le hace a cualquiera y yo no quise estar con una persona así, entonces esa noche no pasó nada, luego en el trabajo se me quedaba esa espina que había escuchado cosas, y le volví a escribir para decirle millones de cosas la traté como una puta, y más le gustaba lo que le decía, hasta que la cité nuevamente nos volvimos encontrar pero esta vez si me la coji con rabia recordando lo que había dicho mi compañero, le comí las tetas enormes que tenía, y hasta me anime a cojerle el culo le desvirgué el ano 2 años de vernos a escondidas en las que yo terminaba en concha en su culo tan apretado y a ella le encantaba cojer conmigo, luego comenzó a enamorarse y no tuve más opción que dejarla por que ya se me iba de las manos la situación…pero aún quedan mis compañeras de trabajo continuará…

Autor: Daivis Mora Categoría: Infidelidad

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La mujer de mi vecino

2023-09-03


Hola todos me llamo Raúl tengo 21 años de edad soy de piel negra mido 1.80 de complexión media cuerpo medianamente marcado por las horas q paso a diario en el gym. La historia q hoy les contaré sucedió de verdad Había acabado de pasar un huracán por nuestro pueblo y llevábamos unos cuantos días sin electricidad la única manera de pasar el rato era jugando dominó entre otras cosas . Un cierto día noto q mi vecina a la cual llamaré Ana la noto un poco intranquila no se cómo describirlo parecía otra persona . Ya q siempre fue amable pero con cierta distancia ya q estaba casada su marido se llamaba Andrés blanco 1.40 de estatura ect. Volviendo a tema estaba nerviosa y como de costumbre empezamos a jugar ,ya después de un rato jugando nos cansamos y nos retiramos cada uno a su casa por la tarde noche salimos a jugar a las escondidas como ya se nos había hecho costumbre seguimos jugando sin q pasase nada fuera de lo normal hasta q empezó a car la noche en una de esas me escondo detrás de una carpintería q hay frente a un gran cafetal y me siento a esperar mi oportunidad cuando noto q detrás de mí se encuentra Ana me dice le dejé vigilar a ella a lo q yo le respondo q si ,ella se para alante de mi traía puesto una licra de color negro y una blusa del mismo color , después de un rato ella se inclina un poco hacia adelante lo q haces su bello tracero quedé pegado a mi lla q el espacio en el q nos encontramos era reducido, enseguida mi mente se puso a volar pensando en culo de Ana frente a mi y no podía dejar de mirarlo después de unos segundos ella se volteo y me atrapo mirando su tracero ,ella con una sonrisa picarona me dijo q me acercara a ella para q no me descubrieran lo cual me dejó un poco desconcertado pero lo hice .Ya estando los dos pegados no me pude contener y en mi entré pierna empezé a tener la mejor erección de mi vida lo cual ella noto . Segundos después ella sale corriendo y la descubren al rato más tarde salgo yo q estaba esperando a q se me bajara la erección q tenía la empecé a buscar para explicarle lo q había pasado pero no la encontraba después de un rato buscándola escucho su voz y cuando me acerco para ablar con ella la encuentro ablando con su amiga de lo sucedido. Ana le dice q llevaba casi tres meses sin tener relaciones con su marido y q al sentir lo duro q estaba mi berga pegada a su culo no pudo aguantar las ganas de follar y tubo q salir corriendo ya q estaba empezando a mojarce toda Después de escuchar eso cuando volvimos a seguir jugando espere a q ella se escondiera para seguirla ella se escondió en un cuarto de desaogo q tiene su suegra y dejo la puerta abierta yo entro silenciosamente mientras ella mira por la ventana me le acercó por detrás y le susurro en el oído q si se podía ver algo por ahí ,al escuchar q yo estoy detrás de ella se extremecio desde los pies hasta la cabeza y me respondió como pudo q si ,yo al saber de su situación me aproveché para acercarme más a ella hasta quedar bien pegado a su espalda ,la siento no se retuerce de placer y con una voz de niña buena me dijo q estás haciendo a lo q yo respondi q nada q solo la ayudaba a vigilar . Luego de un rato en esa posición ya tenía mi miembro bien duro cosa q ella sintió ya q en un principio se pegó más a la pared para cepararce un poco pero ya yo estaba muy exitado y me le volví a pegar dejandola sin escape alguno . Ya con un poco más de confianza le pasó mi mano por la sintiera hasta llegar a sus redondas y firmes nalgas las cual apreté un poquito ya con más descaro . Al ella sentir mis grandes manos apretando su nalgas me dijo otra vez con esa voz de niña inocente q me detuviera q ella estaba casada y q eso no estaba bien q éramos vecinos ,lo cual en ese momento no me importaba para nada ya q se las apreté más fuerte sacándole un pequeño gemido q intento ahogar mordiéndose el labio pero fue inútil . Sabiendo q iba por buen camino se las intenté abrir un poquito a lo q ella respondió arqueando la espalda un poco después puse mi mano entre sus piernas y valla sorpresa q me lleve ,estaba empapada cuando note eso le dije con una sonrisa burlona ,no q no estaba bien me parece q lo estás disfrutando ,ella solamente se quedó callada y no puso resistencia alguna Yo viendo q ella solo se dejaba hacer subí mi mano hasta su cintura para llegó posarla en su vientre e ir bajando por dentro de la licra hasta llegar a su coño q lo tenía bien depiladito y encharcado a lo q le dije en el oído q si le gustaba y ella solo acintio con la cabeza empeze a hacer movimientos circulares con un dedo sobre su ya inchado clítoris par seguirla calentando se le escapaban algunos gemidos q ella intentaba acallar pero sus esfuerzos por esconder lo exitada q estaba eran inútiles . Después de un rato en esa posición ya me dolían las piernas así q la senté en un saco de arroz q había allí guardado abrí sus piernas y empeze a acariciar sus muslos hasta llegar al nacimiento de sus hermosas nalgas. Después me hacerque y le di un beso a lo ella respondió abriendo la boca para unir nuestras juguetonas lenguas ,en unos segundos le quite la blusa y con un poco de su ayuda le quite la licra ,solo le dejé en una tanga de color rojo y un Brazzers negro . Después siento como pasa su mano por mi pantalón y la cara de sorpresa q puso al sentir lo grande,dura y gorda q estaba mi berga se puso súper roja , seguimos besándonos por un rato hasta q me detuve y le desabroché el brazzers y le agarre las tetas y se las empecé a chupar mientras les apretaba los pezones q para ese momento ya estaban duros como piedra después de un rato manoseando sus redondas chichis empecé a descender con mi lengua rosando cada cm de su piel sintiendo como se extremecia a cada milímetro q avanzaba ya estando entre sus piernas comienzo a deslizar la delicada tanga q era lo único q separaba mi lengua de ese delicioso manjar estaba a punto de saborear ya desnuda empecé a dar cortos lametones en sus labios vaginales viendo como se retorcía de placer con cada caricia oral q le daba para luego intencificar mis lamidas en su clítoris,introducía la puntilla de la lengua en su vagina a lo cual ella respondió abriendo más las piernas empecé a jugar con un dedo en su clítoris mientras pasaba mi lengua por su estrecho agujero tracero ella me agarró de la cabeza y me empujo como queriendo tragarme lo cual daba a entender q estaba a punto de correrce y lo hizo en mi cara sus juegos eran solamente deliciosos después me puse de pie y le di un beso para q probará de su delicioso nectar ya en esa posición empecé a jugar con la punta de mi polla en la entrada de su vagina bella solamente alcanzo a decir. Por favor ya quiero sentirte dentro de mi Yo.esta bien preciosa te daré lo q quieres Ana . Dámela toda ,la quiero toda dentro de mi . Yo .como tú digas digas ,dicho esto empieze a enterar mi polla en su estrecha vagina ella me abrazo con sus mano y yo seguía penetrando su vagina desde unos cuantos segundos le di un fuerte empujón y se la clave todo de un golpe a lo cual ella respondió enterrando sus uñas en mi espalda para callar sus gemidos . Yo estaba como poseído empecé a penetrarla como un salvaje y ella solo genia y decía cosa como Ahiii damee más ,más duroooo papi ,así meee vennngggooo fue lo q alcanzo a decir antes de correrce por segunda vez después se la saqué y la puse de espalda a mi lo cual ella entendio lo q tenía q hacer y se puso de rodillas en sima del saco de arroz de nuevo la volví a penetrar con fuerza arrancandole un fuerte gemido empecé a culearla de una manera espectacular sacadole dos nuevos orgasmos uno tras otro. Casi se me desmayo entre las manos luego me senté en sima del saco y la puse a horcajadas encima de mi polla Ana la agarro por el tronco y se dejó caer para ensartarcela de una sola vez como loca empezó a cabalgar mi berga y tubo otro rico orgasmo yo ya me encontraba a punto t empecé a jadear como un animal,mis jadeos se mezclaban con sus gemidos y alcance a decirle q me venía ella sonriendo me dijo la q la quería toda en la boca . Papi dame toda tu lechita el la boquita la quiero saborear toda . Se paró y se puso de rodillas frente a mi yo me empecé a masturbar con mi polla apuntando a su cara hasta q con un grito de gloria termine llenando su linda carita de leche ella trago todo lo q pudo y el resto con sus dedos se lo llevó a la boca. Nos empezamos a vestir para salir de allí ,salió ella primero luego al salir yo me encuentro con la hija mayor del marido de Ana ( Carla no es hija de Ana Ella con una sonrisa malvada me dice más tarde tenemos q hablar A lo q yo le respondo q de q teníamos q ablar y ella me dice . De lo q acaba de ocurrir aquí o mejor quieres q lo able con mi papá a lo q yo le respondo. Q no hace falta q ables con su papá q yo haría lo qella quisiera . Carla solo empezó a reír y reír y me dijo con un tono autoritario a las 9.30 pm te espero en la esquina no te demores q no me gusta esperar . Yo bajé mi cabeza y solo le dije q si q estaba bien q iría . Pero eso ya es otra historia si les gustó y quieren q le cuente lo q paso esa noche dejenmelo saber yosbelsoriano2002@gmail.com

Autor: Yosbel Categoría: Infidelidad

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mi nalgona

2023-08-31


mi esposa me conto que cuando tenia 14 años enpeso a centir que su cochito queria sentir como una verga y un muchacho la empeso a blaerle para novia y ella le dijo que si cuando un dia estaba sola vino a verla la enpeso a ves ar y acariciarle toda la ranita le metio el dedo y ell a lo jalo para la cama ay se la cojio y ella movia sus nalgas como licuadora sintiendo la verga vien adentro y hiso que se basiara a dentro i la cojio vien cojida y ella fue la primera ves que sintio la verga

Autor: frank Categoría: Infidelidad

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Mi experiencia como escort ( 2da parte )

2023-08-27


Aun me dolía , me dolía todo , pero el teléfono volvió a sonar , un señor mayor necesitaba una compañera para su cena , me vestí bonita y fui a visitarlo , muy amable y con buen físico , lo pasamos increíble en su cena y sus compañeros de oficina me llenaron de elogios por ser la sobrina linda , jajaja . Al concluir se ofreció a llevarme a mi departamento , subimos por una ultima copa y me pago una buena suma por el servicio de compañía , luego saco otro fajo de billetes y me dijo que necesitaba una atención personalizada pero esta vez sin ropa , yo obedecí y simplemente me lo lleve a mi cama . Con ropa se veia bien pero al sacarse el traje y quedar solo en ropa interior el tipo lo vi con otros ojos , un cuerpo marcado y bien trabajado a pesar de los años y lo mejor , un bulto enorme , me desnude frente a el y su bulto creció aun mas , me pidió colocarme en 4 al borde de la cama y se acerco lentamente , puso su cara entre mis nalgas y metio su lengua en mi conchita , con sus manos sujeto mi cola y me dio una mamada increíble , era como si me estuviera follando con su lengua , no tarde mucho en correrme y saboreo cada gota de mi placer . Me tuvo así un buen rato , cada pasada era una electricidad que recorría mi cuerpo entero , me hacia mojarme mas y mas , cuando ya no daba mas me corria y el solo seguía , solo senti salir su cara de mi culo y me pidió seguir así en 4 , se bajo la ropa interior , gire mi cabeza y vi una verga enorme , gruesa y venosa , se coloco el condon y ... ... la acerco a mi vagina mojada , la apuntalo y de golpe la metio , solo senti el golpe de sus bolas en mi culo y se empezó a mover rápido , me tomo de las caderas y lo metía duro y fuerte , salir y volvía a entrar de golpe , yo mojada como estaba era un rio fácil de recorrer . Se acerco a mi espalda y me mordió suavemente , se apoyo en mi y como un perrito me monto , su pene golpeaba mi cuerpo en cada embestida y me llenaba hasta el fondo con su carne , senti venir un orgasmo y cerrémoste los ojos , gemi fuerte y la embestida me corri con delirio , se clavo profundo y senti su palpitar dentro mio , sus gritos de placer y y su orgasmo . Me solto y se dejo caer en la cama , yo cai a su lado tambien y nos quedamos pegados un rato y entre besos nos acariciamos , se apoyo en mis senos y me los comió con dulzura , acaricie su cara y con la otra mano busque su pene , le saque el condon y me agache para chuparsela aun con los restos de su leche , me la metí aun flácida pero así y todo era enorme , le di una chupada exquisita , lámi cada gota y volvió a ponerse duro . Se dejo querer durante la mamada , así que cuando estuvo duro y en todo su esplendor fui subiendo y besando su cuerpo , su pecho hasta llegar a sus labios , mientras me iba acomodando para estimularlo con mis caricias , mis piernas se abrieron y tuve el placer de montarme sobre su verga desnuda , sin introducirla me la frote por encima de la vagina , estaba sobre el y tome sus manos para ponerlas en mi senos , acaricio ...... con deleite mientras me acariciaba con su pene , le pedí cerrar los ojos y que se dejara llevar ... lo hizo y fue ahi cuando tome su pene duro , lo levante y me subí y lo puse en mi vagina , suavemente me lo introduje y me lo clave hasta el fondo de un golpe , el pobre tipo no podía creerlo , abrió sus ojos y ahi le di una cachetada , lo rete por abrir los ojos y se rio , entendió que yo dominaba en ese momento , así que puse mis manos en su pecho y me dedique a saltar con pasión sobre el . Era exquisita esa verga , dura enorme y caliente , me llenaba toda y me hacia estremecer en cada metida , sentía mojarme mas y eso lo excitaba tambien , el sonido de nuestros cuerpos mojados en esa zona era delicioso , el chapotear de su verga dentro mio y mi vagina cubriéndolo , hacia que su carne brillara con mis jugos , yo gemia y el igual , entraba y salía de mi cuerpo y me hacia estremecer . No dure mucho mas y simplemente cerré los ojos , el seguia con los suyos cerrados y mordió mis labios , me estaba preparando y senti venir la corriente por mi espalda , me corri entre gritos y le dije : correte ya , quiero tu semen dentro mio ... no duro un minuto y sus bolas se vaciaron en mi interior , su leche salio para inundarme por completo , gritamos juntos en un orgasmo exquisito , me apoye en su pecho y disfrute de sus espasmos , su verga latia fuerte dentro y expulsaba muchísima esperma . Nos quedamos así una media hora , con su verga dentro y su semen recorriendo mi utero , nos besamos y acariciamos , solo atino a decirme : por que ? ... yo le dije que me habia gustado su cuerpo y que lo queria premiar sacándole su lechita .

Autor: Coca Categoría: Infidelidad

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Marido celoso

2023-08-27


Mi esposo llegó a casa varios días en horarios que no son normales. Me decía que solo era por cambios en el trabajo pero al final me dijo que sospechaba de mí. Me enojé pero el se enfureció y me acuso de serle infiel y hasta rompió varias cosas, me asusté mucho porque cada día se ponía peor y cuando me rompió el celular, me fui unos días a casa de mi tío. Tengo dos tíos que son la única familia que me queda. Uno vive muy lejos y el otro es quien me dió refugio. Mi tío hablo con mi esposo y acordaron que me quedaría una semana ahí para ver qué todo se calmaba. La primera noche, muy asustada y triste no pude cenar y me puse a llorar porque no entendía porque me acusaba Hablamos mucho con mi tío que poco a poco me fue calmando. Se servio unos tragos que al principio rechacé pero luego le acepté uno. Era un licor suave dulce que me gustó mucho y le pedí otro. El tío puso música y me hizo bailar mientras ya tomaba el tercer vasito Me fue cambiando el humor y me hacia olvidar mi angustia y tristeza. Empezó a decirme que estaba linda, que era coqueta, que tenía que estar bien y feliz y me hizo sentir muy bien. Ya cansada y relajada, algo tomada le dije que me iba a dormir. Se quedó limpiando y guardando cosas y me fui a dar un baño. Me puse mi camisón y me fui a la pieza que me prestaba Vino a saludar, apagando luces y cuando iba a cerrar la puerta lo llamé - Tío - Que paso, dijo entrando a la pieza y sentando en la cama. - No me siento bien - Dormí que te va a ... ... ayudar. Mañana va a estar todo mejor, me dijo a acariciando mi cabeza con ternura - Te podés quedar conmigo hoy? Pregunté - Me quedó acá hasta que te duermas, tranquila. - Quiero que te acuestes conmigo, le pedí - Es muy chica la cama, dijo. Se recostó sobre la frazada - Tío, podés acostarte bien. Quiero que me abraces hasta que me duerma.. no seas malo Dudó, pero se sacó la ropa y se acostó a mi lado. Ya me había puesto de lado, dejando mi espalda para el lado que se acostaba. Sentí que se metía y el primer roce de sus piernas peludas en las mías, ya me hizo bien. Se terminó de acostar y lo ayudé a pasar un brazo por debajo de mi axila. Pasó el otro por arriba y junto sus manos en mi vientre. Corrí mi cuerpo hacia atrás y quedé pegada a su pecho y su vientre. Sentí ese bulto entre mis nalgas y su calor que me hizo suspirar profundo - Así te calma? Preguntó - Acariciame tío Me empezó a frotar sus manos desde el pubis hasta los pechos y me acomodé mejor separando algo las piernas contra su bulto en mi culo. Sabía que me estaba entregando y que lo afectaba porque su bulto estaba más grande - Sácame el camisón que me da calor le pedí En dos movimientos quedé solo con la tanga Riendo por nervios le pedí que me vuelva a abrazar fuerte que tenía frío Cómo me rozaba las tetas pero no las agarraba, le llevé una mano y la puse sobre mi pezón que ya estaba duro Sentí que su pija se había salido por una pierna y me mojaba con ese líquido espeso y tibio que le salía. ... ... Podía oler muy bien el olor ese que tanto me gusta de una pija que se prepara para hacerme gozar. Me moví una vez más y la pija se colo entre mis piernas - Estás bien ya? Preguntó - Cállate y Acariciame le dije estirando el cuerpo con los dos brazos para arriba hasta tocar la cabecera de la cama Ya no dió más vueltas y masajeando las tetas con una mano, con la otra ya metida en mi tanga tocando mi botoncito, me hizo suspirar más fuerte. Me recogí el pelo y me empezó a besar el cuello pegado a mi oreja por lo que su aliento caliente me ponía más cariñosa. Un gemido profundo se me escapó cuando su dedo ya mojado por mis jugos se metió en mi concha Ahhhh.. ahhhh.... Me escuché Me lamía el lóbulo de la oreja mordiendo suave y me apretaba las tetas logrando poner mis pezones a explotar Su pija empezó un suave vaivén entre mis piernas. Bajé una mano y me corrí la tanga a un lado y en un solo movimiento sentí que su dedo le dejaba paso a su pija y se me metía sin oposición llenando mi canal vaginal Me hizo sacudir de placer, me hizo gemir de nuevo y me enloqueció haciendo que sea yo misma quien busque el resto de su verga bien adentro. Necesitaba sentirme bien llena y así fue. Me llegó al estómago y me estiraba las paredes internas de mi concha. Voltee mi cara hacia arriba con la boca abierta y me besó metiendo su lengua gorda en ... ... mi boca. Cuando me dejó respirar, le pedí - Dame fuerte, dame todo Y el tío me dió una terrible cojida que me hacía sentir en las nubes. Acabé dos veces y se lo hice saber con mis quejidos, además de mojar toda la cama. Se me salió o la sacó, la llevó a mi culo y aunque en general no me dejó, está vez lo necesitaba Aguante tanto como pude esa metida de pija que me partía el culo, hasta que me quejé - La saco? Preguntó quedándose quieto. - No. Despacio pero métela toda Metiendo y sacando cada vez entraba más y se le ponía más gruesa y caliente - Me quema, le dije - Te acabo, respondió y me abrí tanto como pude para sentir como me llenaba el culo de leche Sus gemidos se mezclaban con los míos y quedé destruida. Me tuvo varios minutos con la pija adentro y seguía duro - Te voy a dar un poco más, me avisó y volvió al mete y saca ese que ahora sonaba a líquidos y al choque contra mis nalgas que sonaba fuerte y constante. Me dió una cojida más fuerte que la primera y me dejó jadeando y soltando jugos por la concha y el culo. Me ardía el culo, tenía irritada la concha y me dolían las tetas. - Quédate pero ya no me cojas más tío - No podría ahora de nuevo. Mañana si querés probamos Me dormí sintiendo su pija lechosa en mi culo y pegajosa de tanto cojer. Así despertamos al día siguiente. Un fuerte olor a cojida inundaba todo.

Autor: Anónimo Categoría: Infidelidad

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Mi amante, el zapatero fetichista de mis pies

2023-08-27


De como pasó por mi vida, un amante, casado, y dueño de una zapatería que se mostró un gran fetichista . Cuando a mi marido se le ocurrió que debía comprarme unas botas de puta, -así las llamó- (pero me refiero a esas botas altas tan sexys, que sobrepasan la rodilla), nos pusimos en campaña para buscar unas que fueran de su agrado, lo que -al principio- se volvió una tarea dificil. Las que había para la venta, no eran de mi agrado ni del gusto de mi esposo, así que en un lugar nos dijeron que había alguien que hacía botas de medida, un señor dueño de una importante zapatería que había sido zapatero artesanal, y que ahora podía hacer botas a pedido. Era verdad, y hasta era increíble que alguien que era poseedor de un comercio tan importante en mi ciudad se tomara el trabajo de confeccionar ese tipo de botas y por encargue, aunque no pasó mucho tiempo en que pude descubrir el porgué. Llegué a la zapatería y pedí hablar con el gerente, o sea, con este señor que me habían recomendado, quien amablemente salió de su despacho y con la mayor corrección se dirigió a mi, lo que me impresionó gratamente. Era un señor maduro, pasados los 60’ aunque muy bien llevados y que a pesar de sus años, seguía siendo guapo, o al menos elegante. Me hizo pasar a su escritorio, y con tanta amabilidad y deferencia que en ese momento hasta temí que estuviese confundido y creyera que yo era alguna compradora mayorista que viniera a proponerle un jugoso negocio, así que rápidamente le expliqué que me habían dicho que el confeccionaba ese tipo de botas y que apenas quería que me confeccionara un modesto par. Para mi agrado este señor se mostró feliz de complacerme, me dijo que, efectivamente, había dado con la persona indicada, que hacia botas, a medida, y que si yo las quería diferentes, o por encima de la rodilla, no tenía problema en confeccionarlas aunque, cuando intenté hablar del precio este hombre respondía con evasivas, como “¿ y que precio le pondría usted a una obra de arte?, o “sus pies son joyas que se merecen un bello estuche”. Le expliqué que era lo que yo quería, o -mejor dicho- lo que mi esposo quería, era evidente que era todo un profesional, con muchos años en el oficio, y al ver mi disposición a poner mis pies en sus manos ( valga el juego de palabras) me pidió que me quitara los zapatos para tomar las medidas de mis pies. Para eso, y demostrando una gran profesionalidad, llamó a una de las empleadas de su comercio y le pidió que trajera varios pares de zapatos de una determinada horma. Mientras la empleada regresaba me explicó que era para usar el zapato como modelo para confeccionar la parte del pie de la bota, y efectivamente, luego de probarme algunos zapatos, decidí por cuales eran los mas cómodos y en esos tomaría el modelo para mis botas. La misma empleada que trajo los zapatos, fue la encargada de medir la circunferencia de mis pantorrillas y mis muslos hasta donde llegarían las botas, y la altura por encima de la rodilla. Una vez mas le pregunté por el precio, y una vez mas me contestó con evasivas, -pero- como las botas finalmente las pagaría mi marido dejé que el problema del precio lo resolviera él. Una semana despues, recibo la llamada de una de las empleadas del comercio indicándome que las botas estaban prontas y que podía pasar a buscarlas. Solo que, para probarme las botas, me pedían que fuera de shorts o de falda, ya que si concurría de pantalones, tendría dificultades para ver si las botas se ajustaban correctamente a mis piernas. Esa misma tarde y vistiendo unos shorts y unos tenis mi hice presente en la zapatería y fui atendida por el señor que sonriente y satisfecho me extendió un par de bellisimas botas de fragante cuero negro. -”pruébeselas” -me dijo- Cuando me voy a quitar los tenis para probármelas, el hombre, -gentilmente- se arrodilla y comienza a desatar los cordones, de mis zapatos yo me sentí un poco incómoda pero noté el agrado con el que lo hacía, casi de una forma ceremoniosa, me senté en un puff y el hombre comenzó a calzarme las botas con la misma parsimonia con la que me había quitado los tenis… -”pongase de pie” -me dijo- “y camine con las botas a ver si las siente cómodas..” Lo hice y efectivamente eran perfectas, diría que eran como un guante a mis pies. -Usted interpretó de maravilla mi deseo y el de mi marido, le dije, son dos obras de arte estas botas. Luego de haber dicho esto me acordé de las palabras del zapatero y entendí la metáfora. -Cuanto le debo, le dije…. Preparándome para escuchar una cifra exorbitante. -”hagamos lo siguiente”, -dijo- Úselas durante una semana y si luego de ese tiempo no le nota ninguna incomodidad hablamos del precio. Agradecida por la confianza, y la convicción de que yo regresaría a pagarle las botas me retiré del comercio, aunque a esas alturas con una relativa desconfianza de las intenciones de ese hombre. ¿ sería que pretendía cambiar el valor de las botas por sexo ? Era una posibilidad, pero, movida por una curiosidad morbosa decidí seguirle el juego, claro que luego de consultarle a mi marido, que también intuyó que seguramente este señor habría pensado que si yo usaba ese tipo de botas, era una “dama de la noche” o sea una prostituta y que no tendría inconvenientes en “pagar” aquellas bellas botas con un poco de sexo. No había pasado una semana, -plazo acordado para probar la comodidad de las botas- cuando un sábado de mañana recibo una llamada del señor de la zapatería. -”Señora Mariana, espero no incomodarla con mi llamada pero desde su visita a mi comercio usted no ha pasado desapercibida para mi,” -dijo- -”Es mas, no puedo disimular el desasosiego que su persona me provoca y es por eso que me he tomado el atrevimiento de llamarla y decirle que las botas que le he confeccionado con todo mi amor, quiero que las tome como un obsequio, es mas, recíbalas como una ofrenda a su belleza de mujer potente” -Tanta poesía, me conmovió, tanta educación, tanto decoro, aquel hombre era un romántico empedernido. -”Señora Mariana, si usted me hace el obsequio de aceptar mi humilde presente a su belleza, me sentiría muy honrado si usted pasara hoy por mi comercio a retirar un par de sandalias que yo creo serán el perfecto complemento para esos pies tan bellos que usted tan bien sabe llevar. -Vaya !! -pensé- ese hombre no solo me obsequia las botas sino que tambien ahora me quiere dar un par de sandalias. -Claro !! -le dije- me encantaría, solo dígame como debo hacer para reunirme con usted. -”Mi comercio lo cierro a la una de la tarde, ya que los sábados trabajamos hasta el mediodía, “ de pronto usted podría llegar unos minutos antes de cerrar, ya que ahí estaré desocupado. Y así fue. Diez minutos antes de la una de la tarde estaba en el comercio de este señor, quien salió a recibirme con un brillo de felicidad en su mirada. -”Señora Mariana, que grato es ver su luminosa presencia en este local !!” exclamó Le dijo a las empleadas que se podían retirar, que él cerraría el comercio y así lo hizo, me pidió que aguardara en el salón, mientras el bajaba las cortinas metálicas. El y yo quedamos a solas en el salón, en penumbras y en silencio. En ese momento me di cuenta del lio en el que estaba metida. A estas alturas esperaba que ese hombre se lanzara sobre mi e intentara tomarme por la fuerza o que me declarase su amor incondicional, aunque él sabía que yo estaba casada, eso nunca ha sido algo que detenga a un hombre cuando desea a una mujer, pero no ocurrió ni una cosa ni la otra. Una vez cerrado el comercio, me invitó a pasar a su despacho, y sentarme en su recibidor. Con una sonrisa en el rostro, trajo una caja con una increíbles sandalias doradas, con tacón de aguja y se arrodilló frente a mi, y una vez mas y sin siquiera pedirme para hacerlo comenzó a desatar y a quitarme los tenis. Su respiración se sentía agitada, era evidente que mis pies le excitaban. Y fue así que cuando me quitó los tenis, no pudo evitar acariciar mis pies. -”Tienes los pies frios,” -me dijo- Si me dejas masajearlos me sentiría tremendamente feliz de hacerlo. Y sin esperar respuesta -y aún de rodillas frente a mi- comenzó a masajear mis pies y a frotarlos con sus manos, -”tienes unos pies hermosos, increíblemente blancos y suaves” -dijo- con voz temblorosa. Yo sonreía e intentaba relajarme, hasta que en un determinado momento el hombre se inclinó hacia adelante e intentó besar mis pies. Yo di un salto en mi asiento, no por desagrado sino porque sentía cosquillas, de hecho mi marido había besado y lamido mis pies mil veces mientras hacemos el amor asi que estaba acostumbrada a la caricia pero no me acostumbro a las cosquillas. -Me haces cosquillas le dije… -”perdón, mi diosa” -exclamó- Retirando las sandalias de la caja, las colocó en mis pies mientras me contemplaba con un aire de adoración. Era evidente que ese hombre me deseaba y mucho, así que sin miramientos le dije. -Dime la verdad, cuando te encargué las botas, pensaste que yo era una puta ? Quedó rojo, y me miró negando con la cabeza, -”por favor hermosa dama, como había yo de pensar que es usted algo así…” Entonces redoblé la apuesta y le pregunté a boca de jarro. ¿ quieres acostarte conmigo, es eso ??? Pero, para mi sorpresa, y con cara de horror el hombre levantó sus manos y exclamó. -”No no!! claro que no, soy apenas un humilde admirador de tamaña belleza”. -Solo quieres tocar mis pies, entonces -le dije- con tono de fastidio. -”Pues, si usted mi hiciera el obsequio de lucir estos zapatos, y nada mas que los zapatos, me haría tremendamente feliz y satisfecho” ¿ solo de zapatos, y nada mas ? Le pregunté intuyendo lo que significaba su pedido. -Eso, eso, -me dijo-, apenas de zapatos, sin nada, sin nada mas… -Solo de zapatos, desnuda y de zapatos, le increpé -”eso, eso mi diosa” respondió con voz temblorosa. Era imposible negarme a lo que ese hombre me pedía, era extraño, y provocante a la vez. Señalando una puerta me dice: -”metete al baño, desnúdate y sal apenas con las sandalias, dejame adorarte como la diosa que eres..” La tensión erótica del ambiente se podría cortar con un cuchillo, yo estaba ahí, a solas con un hombre que ya podía haberme tomado por la fuerza, y que sin embargo se mostraba sumiso y hasta derrotado frente a mi sexualidad, aunque a esas altura solo pensé que no había traído condones y no creía que ese hombre los tuviera en su comercio así que complacerlo en caso de que me pidiera sexo sería algo complicado al menos que él fuera hasta la farmacia y comprase preservativos. Cuando salí del baño, ya desnuda y con apenas las sandalias, el hombre se había quitado los pantalones y los calzoncillos, y sujetaba su sexo en semi erección, así que pensé que al menos podría hacerle sexo oral, si eso le alcanzaba pero sexo sin condón con un desconocido no era ninguna opción. Me acerqué a él, intenté tomar su sexo con mi mano, pero el se alejó y exclamó -”Solo camina, camina por el salon amor mio..” -me dijo- Le di el gusto y desnuda y de sandalias caminaba por entre las góndolas y vitrinas mientras el hombre se comenzó a masturbar mientras me seguía con la mirada. -”no pares, por favor, no pares” me decia Yo estaba fascinada con la situación, Intenté acercarme, pero él me rechazaba, se alejaba de mí, y mientras con una mano se tocaba, con la otra me hacia señas de que siguiera deambulando por el salon. -”ven aquí, ahora rápido, -dijo en un momento- Me aproximé a él con paso sensual, y el hombre se arrodilla frente a mi sin parar de masturbarse con ruidosos geminos eyacula sobre mis pies en sandalias. Se abrazó de mis piernas, agitado, y extenuado mientras sacudia las últimas gotas de su semen. Le acaricié el cabello, mientras el seguía de rodillas frente a mí, levantó su mirada de gratitud y con una sonrisa, me dijo un “gracias”. ¿ era todo ? En ese momento, pareció reaccionar, miró la hora y se incorporó de forma súbita. Se limpió el semen de su sexo, con un paño, y comenzó a vestirse rápidamente. -”Te tienes que ír, estoy atrasado para llegar a casa” Ahora parecía en pánico, agitaba la mano como diciendo “date prisa” Con el dedo índice frente a sus labios como pidiendo silencio me dijo: -”por favor, te lo suplico, voy a hacer una llamada telefónica, te pido absoluto silencio, voy a llamar a mi esposa, y no quiero que escuche que estoy con una mujer. -Hice el gesto de que mi boca estaba sellada, y el levantó el telefono del comercio marcó un número y cuando le atendieron dijo… “-amor, ya voy para ahí, me retrasé porque no me cerraban algunos números, pero ya estoy saliendo. Mientras yo me vestía me explicó que su esposa era una mujer tremendamente celosa, tan controladora que le obligaba a llamarla desde el número de su comercio en el momento de cerrar, para que ella pudiera controlar el tiempo que demoraba en llegar a su casa. No podía llamarla desde el movil, si él estaba en el comercio debia llamarla desde el telefono del comercio. Su rutina era controlada y medida, de su casa al comercio y del comercio a su casa, y con el tiempo cronometrado, para que no pudiera desviarse camino a casa. Mismo así, este hombre se las había ingeniado para burlar el control de su esposa, y con mi complicidad, tener un encuentro en el corto tiempo que lleva cerrar el comercio y cerrar los libros contables. Me compadecí de ese hombre tan bueno, y tan tierno, que lo único que buscaba era un poco de placer y morbo, una satisfacción a su fetichismo por los pies femeninos y por los zapatos de tacón. Y -cuando llegué a casa con las sandalias- mi esposo no podía creer mi relato, y toda la peripecia que había vivido apenas para que al final ese hombre se conformara con regar su semen sobre mis pies. El lunes, a la tarde, recibo una llamada, y era de nuevo ese hombre, que a estas alturas de mi relato no me atrevo a identificar ni siquiera por su nombre de pila, ya que temo que puedan identificarlo dado que hay pocas zapaterías importantes en mi ciudad y en la industria todos se conocen. Pero tampoco importa su nombre, lo importante es que ahora este hombre ya había ganado mas confianza conmigo, y cuando le atendí, se sentía dichoso de que yo hubiese aceptado de buen grado complacer sus gustos tan particulares y para decirme que -si yo no tenía reparos- al sábado siguientes podíamos repetir el encuentro que el sería muy generoso conmigo como yo lo había sido con él. Mismo sabiendo que el sábado siguiente yo iría a su encuentro, no dejaba pasar oportunidad de telefonearme, me llamaba para contarme sobre su aburrida vida sexual, para contarme de su esposa que nunca le había hecho sexo oral, y que decía que el sexo anal era “una porquería” Asi que estimulada por esas confesiones, -y para provocarlo- yo le decía que -en mi caso- adoraba que me dieran sexo anal, y que disfrutaba de hacerle oral a los hombres hasta que lograr que estallen en mi boca. Eran conversaciones excitantes, yo procuraba estimularlo con mis palabras y el tono de mi voz, y él disfrutaba de algo diferente, algo que ni yo ni el imaginábamos podía llegar a ocurrir. Aunque me percataba que a veces mis palabras lo dejaban un poco abrumado, casi avergonzado de que yo fuera tan lanzada y él -en cambio- era a veces tan “correcto” conmigo. Su llamada se repitió el martes, y el miercoles, y el jueves y el viernes, como preparación para nuestro encuentro, Finalmente llegó otro sábado. Llegué al comercio, pasada la una, ya se habían retirado las empleadas. El levantó la cortina metálica y me hizo entrar de forma sigilosa, a estas alturas ya actuábamos como amantes. -”¿ Que le dijiste a tu esposo ?” -me preguntó- “ ¿ será que sospecha algo ? “ no quiero perjudicarte . En ese momento, me cayó la ficha de que este hombre, estaba convencido de que yo me había “escapado” de mi mi esposo para encontrarme con él. Y así fue durante el tiempo que duró nuestra relación, le tuve convencido de que nuestros encuentros eran clandestinos y a escondidas de mi marido. Me di cuenta que -con eso- él se sentía “especial”, no creo que hubiese entendido que esas “escapadas” yo las hacía con la complacencia de mi esposo, y hasta con su complicidad ya que era él que escogía hasta que ropa interior debía llevar para encontrarme con mi extraño amante. Esta vez los zapatos eran una “manolas” importadas, las había encargado a una zapatería de Argentina, una vez mas, se conformó con que yo me desnudase y camine por el salon usando esos zapatos, y una vez mas apenas se masturbó y terminó sobre mis pies. Irritada le dije…. “esto siempre será así ?? “ no me vas a besar, no me vas a tocar ?? “ me estoy sintiendo usada !! Entre lágrimas este hombre me dijo que su esposa, que -por lo visto era un monstruo de celos- olia su ropa para detectar el olor o el perfume de alguna mujer… Si nos tocábamos el temía que su esposa detectara mi perfume en su cuerpo o en su ropa. Realmente este hombre vivía su propio infierno. Le pregunté que perfume usaba, -”POLO, -respondió- “Polo de Ralph Lauren” “pero no quiero que me regales nada -dijo- -No es para regalarte un perfume -tonto- le dije. Es para USARLO YO, y así, durante nuestros encuentros, si tu mujer detecta algun perfume que yo te pueda dejar en tu cuerpo, será el mismo que usas tú…. -Que inteligente eres, me dijo, con cara de asombro, si usas el mismo perfume que yo…. Y, a propósito, -le dije- Ahora que tenemos mas confianza, dime la verdad, pero la verdad verdadera, -le increpé- Cuando nos conocimos, de veras no pensaste que si yo te habia encargado esas botas era una puta? Me miró con ternura y me dijo: -”nunca usaría esa palabra contigo…” -Pues yo quiero que la uses, -le dije- en tono desafiante. A ver, dime “puta” -”no puedo” dijo. Sus ojos se llenaron de lagrimas, -”te quiero demasiado” -musitó- Irritada, o al menos fingiendo irritación, le dije. “pues, si no me dices Puta, te juro que nunca mas me verás la cara, ni el culo” “a ver, reflexiona… “como crees que se le llama a una mujer que hace lo que yo estoy haciendo ….” amor.. “soy puta para tí y por tí, y no lo valoras….” “le estoy poniendo los cuernos a mi marido y lo hago por tí….” “y no te percatas que soy TU PUTA !!! Vamos, -le dije- susurrame al oído, “eres mi puta” quiero oirlo de tu boca. Casi haciendo un esfuerzo sobrehumano acercó sus labios a mi oreja y susurró “eres mi puta” Intenté besarlo, pero me rechazó…. -”Por favor, -dijo- tu labial puede delatarme con mi esposa.!! Arruinaste el momento !!! le grité y le dí una bofetada. Reaccionó sorprendido y asustado. Tantas precauciones eran irritantes. Y así fue, y durante casi dos años, sabado a sabado tenía mi encuentro semanal con mi amante, el zapatero que -en cada encuentro- me obsequiaba un par de sandalias, unos zapatos sexys o unas botas. Poco a poco se fue sintiendo mas confiado, y comprendió que yo también tenía mis necesidades, que mi sexualidad no era conservadora como la de su esposa. Nos hacíamos el amor sobre la alfombra del comercio o sobre un sofá que hizo comprar con la excusa de que las clientas podian esperar ahi mas cómodas mientras traían los zapatos del depósito. Pero siempre, siempre que hacíamos el amor, debía yo ponerme en alguna posición que le permitiera besar, lamer y chupar mis pies, esa era su mayor dicha y obsequiarme zapatos, muchos zapatos a cual de todos mas sexy. Y poco a poco intentaba hacer que fuera mas relajado en su conducta sexual. Lo “exprimía” de tanto sexo oral que le hacía y usando un condón, le permitía darme sexo anal, no usaba labial para poder besarlo y que no quedaran rastros, pero por nada del mundo quería darme sexo oral, porque decía que si su esposa lo besaba podia sentir que su boca había estado en mi vagina, lo mismo el sexo vaginal puesd temía el olor de mis fluidos corporales pudiera delatarlo con su esposa, y no podía ducharse porque si llegaba a casa duchado sería delatado. Así yo tomaba cuidados para que mi presencia no fuera detectada por la esposa de este hombre. Y siempre mi amante tomando mil precauciones para “cuidarme” y evitar que mi marido pudiera desconfiar que yo tenía un amante. Es que mi amante era un hombre muy tierno, muy dulce, empalagosamente dulce. Creo que esa su forma de ser, era vista por su esposa como un signo de debilidad. Necesitaba que reaccionara, pretendía dar una vuelta a su personalidad sumisa a ver si así su mujer lo respetaba un poco. Pero parecía no comprender mis necesidades ni mis expectativas. Tanto que en un momento le dije que yo necesitaba sentirme mujer, sentir que él era mi macho alfa y yo era su puta. Pareció no entender… -”quiero sentirme mujer contigo…” Como seguía sin intender le dije: Abofeteame !! Por Dios, !!! -exclamó- no me pidas eso Le pedí entonces que me diera nalgadas, pero él se negó rotundamente argumentando que podía dejarme marcas que me delataran con mi marido. Mi amante no tenía arreglo !!! Era divertido incluso para mi esposo, pues este señor hacía que llamara a mi casa una de sus empleadas, todo por si atendía mi esposo que no fuera a detectar que era un hombre que me llamaba. Es mas, la empleada tenía la orden de -en caso de que la atendiera mi esposo- debía decir: -”para la Señora Mariana, que pase por la zapatería que los zapatos que encargó estan prontos…” Tal era el “código” que habíamos acordado con mi amante para que -supuestamente- mi esposo nunca sospechara de nada, claro que mi marido estaba al tanto de todos los pormenores, de mis encuentros, simplemente porque había sido imposible para mí ocultar tantos pares de zapatos, botas y sandalias que yo llevaba a casa todas las semanas, y las largas y calientes conversaciones que teníamos en el teléfono. Hoy, en la distancia, creo que me habría enamorado un poquito de ese hombre tan tierno y sensible. Creo que si yo no hubiera estado casada, y él no hubiese estado casado, podíamos haber sido una linda pareja, -pese a la diferencia de edades- en especial porque yo disfrutaba siendo su “chica fetiche” y haciendo realidad sus fantasías. Una vez le pregunté porqué no se divorciaba de esa mujer tan controladora, porque no volaba hacia la libertad. Su explicación, fue mas dramática aún, es que su esposa era la dueña de todo, de la casa, del comercio, del coche, y hasta de las cuentas bancarias con el dinero de la empresa. Si él la dejaba, quedaba en la calle, y con mas de 60 años nadie le daría trabajo. Y como justificaba la cantidad de zapatos que me obsequiaba ?? Quien pagaba las decenas de pares de zapatos que me obsequió ? Como hacía para que su mujer no detectara que en el inventario faltaba mercadería y no había ingresado el dinero. La respuesta era simple, esos zapatos ERAN MUESTRAS, muestras que los fabricantes le enviaban y que el pedía específicamente para mis pies, y que luego, con la compra de miles de pares de zapatos, esas muestras llegaban sin cargo y no tenía que rendir cuentas de su destino en el stock. mercadería. Un dia me llamó todo compungido, Con voz sombría me dijo que no podíamos vernos mas. Que su esposa, de alguna manera había descubierto lo nuestro y que había recibido una bronca muy dura y la amenaza de ser expulsado de su casa y despedido del cargo de gerente del comercio. Recibí con pena su mensaje. Le tenía mucho cariño, y nunca estuvo en mi ánimo perjudicarlo ni arruinar su matrimonio. Ya pasaron muchos años y mismo así, aún tengo muchos pares de zapatos, tantos, que muchos aún estan sin usar, en sus cajas, cada par representa un encuentro clandestino, y el bello recuerdo de mi amante el zapatero que era fetichista de mis pies y de los zapatos de tacón. A veces paso frente al comercio y me gustaría volver a verlo, aunque sea de lejos. Pero no me perdonaría si arruino su matrimonio. Solo me queda el sentimiento de que -de pronto- fui la única alegría que ese hombre tuvo en su vida en medio de una condenación a convivir con una mujer dominante y controladora, que era incapaz de interpretar sus necesidades eróticas, y lo condenó a una vida sexual monótona y aburrida.

Autor: MARIANA1983 Categoría: Infidelidad

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Mi exmujer me montaba los cuernos constantemente, hasta que la descubrí y me vengue.

2023-08-27


El marido descubre al año de estar casado que su mujer constantemente le montaba los cuernos, por lo que decide vengarse y divorciarse. . Mi primera esposa me montaba los cuernos constantemente, hasta que la descubrí y me vengue. Sé que, a alguno de los lectores, esto les parecerá una acción cobarde, ruin y cruel, pero me da lo mismo lo que piensen, al fin y al cabo, no han pasado por el tremendo dolor, de sentirse engañados y traicionados por la mujer a la que más han amado. Hace varios años, un mal día, llegué a casa un mucho más temprano que de costumbre, ya hasta tenía un plan en mi cabeza de llamar a mi esposa a su trabajo, y que nos reuniéramos para irnos el resto del día a la playa y algo más, apenas y teníamos un año de casado, así que pensé que le agradaría que nos escapásemos a mitad de semana para disfrutar juntos. Francamente les digo, que hubiera preferido no enterarme nunca, pero no fue así, apenas cerré la puerta vi tirada por toda la sala la ropa de mi mujer, y demás también ropa de un hombre. Eso me dejó congelado, por unos instantes, en mi mente no cabía pensar que ella me estuviera siendo infiel, hasta llegué a pensar que ella estaba siendo víctima de una violación, pero aun sin salir de mi asombro, comencé a caminar lentamente atravesando la sala, y a medida que iba dando cada paso, comencé a escuchar. Se encontraban en nuestra propia habitación, los gemidos y palabras que salían de ahí taladraban mis oídos. “Que sabrosa verga tienes mi amor; dame más duro papacito; quiero que me la mames como cuando éramos novios.” En fin, no podía dar crédito a lo que escuchaba, estuve a punto de darme la vuelta, pero algo dentro de mí me obligó a comprobar que no era cosa de mi imaginación. Así que me asomé y vi claramente como un tipo, un tipo moreno, más bien negro, musculoso, al que no conocía, se encontraba clavándose a mi mujer salvajemente por el culo, mientras que ella movía su cuerpo, como una desesperada y no se cansaba de decir un sin número de pocas vergüenzas. Hasta que de momento, el negro ese sacó su verga de entre las nalgas de ella y la colocó frente al rostro de mi esposa, ella agarró el erecto miembro, como toda una gran puta, lo tomó entre sus dedos y manipulándolo lentamente, lo dirigió a su propia boca, oculto tras la puerta, vi como ella se fue introduciendo dentro de su propia boca, la verga de ese tipo, al principio se limitó a lamer su colorado glande, pero a medida que pasaron los minutos, las largas lamidas a lo largo de todo de todo el tallo y los testículos de él, quien a su vez reflejaba en su rostro de duras facciones, el placer que mi mujer le provocaba. Mi esposa se dedicó a mamar, al principio únicamente el glande, y lentamente mientras que al mismo tiempo ella se acariciaba viciosamente su propio coño, se fue tragando prácticamente todo el miembro de ese tipo, y cabeceando una y otra vez con las manos de él sobre su cabeza, hasta que finalmente se le vino dentro de la boca de ella, quien para mí sorpresa y repulsión se tragó completamente todo el semen de ese tipo. Creo que, de haber tenido un arma, los hubiera matado a los dos, pero gracias a Dios no sucedió así, porque me hubiera privado del placer de realmente vengarme. Matarlos solo me hubiera llevado a la cárcel, por el resto de mi vida, les puedo decir que me retiré llorando, sin hacer ruido, pero de inmediato pensando en cómo vengarme, salí de la casa y no regresé hasta bien entrada la noche. Al llegar ella me preguntó que me había sucedido, y no quise mentirle, y le dije escuetamente, todo lo que yo había visto, de inmediato ella se puso a llorar, y a pedirme perdón, y sin yo pedírselo comenzó a contarme lo que le había sucedido, ya que según ella, el tipo ese había sido su novio, y estuvieron a punto de casarse, cuando ella me conoció a mí. Él es un fracasado, ayudante de mecánico, que no quiso seguir estudiando, mientras que ella se graduó de secretaria gerencial, llegué yo gerente de una firma internacional, y me fijé en ella, lo demás un simple acto de suma y resta, en el que a la larga el que salió perdiendo fui yo. Según ella, se encontró con su exnovio, por pura casualidad, y ella lo invitó a tomar un café, en nuestra casa, ya en nuestra casa, se pusieron a charlar, y recordar, una cosa los llevó a la otra, y según mi esposa, ni cuenta se dio cuando él tipo ese comenzó a besarla. De eso a llevárselo a la cama y entre besos, caricias, y abrazos, se fueron quitando toda la ropa, y no se detuvieron hasta que los dos quedaron totalmente desnudos y listos para meterse en nuestra cama. A medida que ella seguía contándome todo lo sucedido entre ella y su exnovio, me dieron ganas de saltarle encima, arrancarle toda la ropa y darle sin compasión por ese culo que tantas veces me había negado. Pero me aguanté, recogí algo de ropa y le dije que me marchaba, que después que se me pasaran las ganas de matarla, hablaría con ella, quizás el decirle que tenía ganas de matarla, hizo quedarse callada y no seguir insistiendo en que la perdonase. Al día siguiente recibió un claro mensaje de mi abogado, para arreglar un rápido divorcio, pero conociéndola sabía que ella insistiría en que la perdonase, por varias semanas no acepté ninguna de sus llamadas, cancelé todas sus tarjetas de crédito, y por mi abogado recibió la información que debía retirarse de la casa, además de seguir pagando las mensualidades de su lujoso auto, o entregarlo al banco. Ella estaba desesperada, máxime cuando en la sucursal en la que yo le había conseguido trabajo, le dijeron que estaba por realizarse un recorte de personal y ella encabezaba la lista de los cesanteados. Finalmente, semanas después de que ella abandonó la casa, decidí recibir una de sus llamadas, llorando nuevamente me pidió perdón, y finalmente le dije que hablaríamos, que nos encontraríamos en un restaurante al que a mí me agradaba ir, para a cenar, como personas civilizadas. Pero me confesó que tuvo que entregar el auto, que si yo podía pasar por ella me lo agradecería en el alma, en ese instante aproveché el momento y le insinué que me gustaría verla vestida, con un ajustado vestido rojo de seda, que le quedaba bien entallado hasta las caderas, para luego transformarse en una muy corta minifalda, de menos de veinte centímetros de larga. Lo cierto es que cuando la vi, el corazón me dio un vuelco, estaba tan hermosa, aunque ligeramente demacrada, pero ya saben el maquillaje hace milagros, a todas estas, desde el día siguiente en que me di cuenta de su infidelidad, puse a un detective a que la investigase, entrevistó al exnovio y el tipo ese le contó que además de él, ella aun salía con otros hombres en el barrio, el detective también encontró, a un par de tipos en su trabajo, incluyendo su jefe inmediato, con los que por lo visto también se había acostado. En fin, la mujer que yo pensaba que era toda una santa y que sería la futura madre de mis hijos, resultó ser toda una puta cualquiera, apenas se subió a mi auto comenzó a pedirme perdón, pero de inmediato le dije que se mantuviera callada, o que se bajase. Aunque gimoteando de vez en cuando, mantuvo sus bellos y rojos labios cerrados, al llegar al restaurante le dije que actuase como si nada hubiera pasado entre nosotros dos, y noté de inmediato un alegre brillo en sus ojos, pienso que se dijo así misma. “A este cabrón ya lo tengo en la bolsa, nuevamente.” Pero se equivocó si pensó eso, yo simplemente seguí paso a paso mi venganza. Ya dentro lo primero que hice fue pedir una botella de vino blanco, y a medida que fuimos cenando, no perdía ocasión para llenar su copa una y otra vez, durante la cena, me preguntó si no la extrañaba, y desde luego que le dije que sí, y casi de inmediato, ella comenzó a tocarme las manos y a decirme lo mucho que ella me extrañaba todas las mañanas, en especial cuando yo antes de levantarnos, separaba sus piernas y entre besos y caricias mañaneras, la penetraba una y otra vez. Al terminar la cena, la invité a que fuéramos a bailar, y bien contenta aceptó, ya en dirección al Pub que le dije que íbamos a ir, primero colocó su mano izquierda sobre la cremallera de mi pantalón, y ante tal acción mi reacción o mejor dicho la reacción de mi verga fue ponerse dura como un hierro. Por suerte llegamos rápido al Pub, y con una picara mirada retiró su mano de sobre mi verga, ya dentro comenzamos a bailar, pero al irnos a sentar un rato a la mesa, le indiqué expresamente al mesero, que toda bebida que ella pidiera la sirviera bien cargada, tras lo cual le di una buena propina adelantada. La costumbre de ella es beber licores dulces, y conociéndola sé que rápidamente ese tipo de bebida le hace efecto, desinhibiéndola de manera bastante rápida. Volvimos a bailar, y comenzó la siguiente parte de mi plan, acariciando todo su cuerpo sin pudor alguno, cosa a la que no se opuso en lo más mínimo, restregando sus nalgas contra mi cuerpo a medida que bailábamos y el efecto no se hizo esperar, como de costumbre pegados a la barra se encontraban los buitres de siempre. Que se le salían los ojos por ver en esos las bien formadas y firmes nalgas de mi mujer, en cierto momento ella, se dirigió al baño, y la vi cómo pasó bien cerca de los tipos que se encontraban en la barra, los que, sin pelos en la lengua de seguro, le hicieron más de una insinuación, mientras que ella bien coqueta, movía de manera bien sugestivas sus caderas al caminar, mostrando sin vergüenza alguna sus casi descubiertas nalgas. A su regresó a nuestra mesa, volvimos a bailar, pero al sentarnos introduje mi mano derecha bajo su falda y comencé a toquetear su coño, hasta que finalmente le sugerí que se quitase la minúscula braga roja, que usaba en esos momentos, con la excusa de poder acariciarla más fácilmente. En un dos por tres, con una picara sonrisa me hizo entrega de su prenda intima, mientras que yo continuaba acariciando su húmedo y caliente coño bajo la mesa, así nos las pasamos casi toda la noche, entre bailando, besándola salvajemente, acariciándola, y mostrando sus firmes nalgas a los presentes. Hasta que, por decisión propia de ella, aprovechando la oscuridad del local, se metió bajo la mesa y oculta bajo el mantel se dedicó a mamar mi verga, estuve a punto de venirme, pero ese no era mi plan, deseaba clavármela por el culo, y ya serían las tres o cuatro de la madrugada, cuando, en la misma silla hice que se me sentase sobre mi verga. Sentí como su caliente esfínter se fue tragando lentamente toda mi verga, el placer de tenerla así clavada por el culo era algo sin igual, y mientras ella movía sus caderas, y se quejaba ligeramente del dolor, yo aproveché sin que ella se diera mucha cuenta, le solté los tiros del vestido, dejando sus grandes y preciosas tetas prácticamente al aire. La muy puta, la verdad es que se movía como lo que es, toda una puta, y mientras yo la disfrutaba, introduje mi mano dentro de su coño, y nuevamente le apretaba su caliente y mojado clítoris, arrancándole gritos de placer. Mientras que los de la barra, no se perdieron ni un segundo, de todo lo sucedido en nuestra mesa. El mesero en cierto momento se nos acercó, seguramente con la intención de decirnos algo, pero en esos instantes ya tenía a la muy puta de mi mujer, reclinada sobre la mesa y mientras que yo continuaba dándole por el culo, nuevamente le adelante una buena propina al mesero, quien sin quitarnos los ojos de encima se retiró lentamente, a medida que la perra, sin vergüenza alguna, seguía tragándose completamente toda mi verga con su culo, ya sus gemidos de placer se podían escuchar sin esfuerzo alguno, por las pocas personas que aún quedaban en el Pub, hasta que finalmente derramé todo mi semen dentro de su apretado culito. Al terminar ella se levantó de la mesa y caminando de manera bien particular, se dirigió nuevamente al baño, vi claramente como uno de los tipos en la barra le dio un agarrón de nalgas, y ella como si nada, continuó caminando tras sonreírle pícaramente, a su regreso del baño, nuevamente le volvieron a agarrar las nalgas y ella no se ofendió ni molestó por ello, por lo contrario, estaba tan bebida que se detuvo a hablar con los tres tipos esos, sin darse cuenta que llevaba más de media teta por fuera. A su regreso a la mesa, le pregunté qué había sucedido, y como si fuera una gran gracia, y seguramente por lo borracha que se encontraba me dijo que un tipo de esos le había agarrado una nalga, y que luego otro de los tipos, tuvo la cara dura de pedirle que los invitásemos a nuestra mesa. Ella realmente no se espantó cuando le dije que si ella así lo quería hacer yo no me molestaría, y como un resorte, se paró muy contenta de la mesa y caminó hacia ellos, e invitó a los tres tipos que se encontraban en la barra para que nos acompañasen. Los tres llegaron a la mesa, cada uno con su propio trago en mano, y pidiéndole al mesero que nos sirvieran lo que nosotros dos gustásemos, me adelanté y para ella pedí, un licor 43 seco, mientras que para mí pedí, un trago de güisqui en las rocas, por unos instantes como que no supieron de qué hablar, hasta que yo les pregunté de manera socarrona, que les parecía mi mujer. Al ver que yo no me molestaba en lo absoluto, por su manera de mirarla, de inmediato los tres se desbordaron en calientes cumplidos hacia ella, lo que a su vez hizo que mi esposa seguramente se sintiera el ombligo del universo. La muy puta, no dejaba de verlos a los tres de manera provocativamente seductora, fue cuando se me ocurrió el decirle a ella con toda mi calma, sin vergüenza alguna de mi parte y frente a los tres tipos, que les mostrase lo bien que ella me mamaba a mí la verga, haciéndole bastante hincapié en que era a mí a quien le mamaría la verga. Sin ningún tipo de falso pudor, hecho mano nuevamente de mi verga, y colocándosela entre sus hermosos y provocativos labios, se dedicó a mamar mi verga, ante los tres invitados. La mirada que intercambié con cada uno de ellos, no me dejó la menor duda de que deseaban intensamente clavarse a mi mujer apenas y yo les diera una oportunidad, ya que ella a medida que me mamaba la verga los miraba ya no seductoramente sino de la manera más puta que podía hacerlo, al tiempo que, con sus propias manos, tirada en el suelo del local, comenzó a acariciar y mostrar todo su coño de manera bien vulgar. Así que mientras mí y que esposa me daba una gran mamada, fui escuchándolos a los tres, sobre lo bueno que debía tener el culo y de lo bien que mamaba verga. Yo continúe disfrutando de la tremenda mamada, hasta que finalmente nuevamente me vine, pero completamente dentro de su boca obligándola en cierta medida a que se tragase todo mi semen. Ya una vez que terminamos le dije a ella que les contase a nuestros invitados las cosas que ella había hecho en nuestra propia casa, con sus diferentes amantes, ella no se dio cuenta, pero seguramente ellos si notaron el tono de rabia con que lo dije, al tiempo que me levantaba de la mesa, diciéndoles, es más mientras ella se los cuenta si gustan también se los puede demostrar con cada uno de ustedes. Apenas y pasaron unos cuantos segundos, cuando la perra comenzó a decirles lo que en innumerables ocasiones había hecho, hasta que mientras uno de ellos, después de bajarle el vestido hasta sus caderas y subirle la pequeña falda, se la comenzó a clavar por el culo, otro de ellos introdujo su erecta verga dentro de la boca de la muy puta, obligándola en parte a callar, mientras que yo lentamente me retiraba, sin dejar de verlos. Ya me encontraba a varios pasos de la mesa cuando regresó el mesero con la cuenta, la que pagué de inmediato, así que por tercera o cuarta vez saqué una buena propina, fue cuando demorando un poco en entregársela me preguntó que si él y el encargado del bar podían meterle mano a la puta. Yo con una gran sonrisa le indiqué que sí, y sin soltar aun la propina, le dije que después de que terminasen con ella, la tirasen al medio de la calle tal y como se encontrase, sin hacer mayor ruido me fui retirando, viendo como apenas el que le daba por el culo hubo terminado, el tercero la colocó sobre la mesa le separó las piernas y sin demora clavó su verga dentro de su coño, en ese mismo instante, que por su manera de mirarme entendí que ella se dio cuenta de todo lo sucedido. Así que me despedí de ella con una gran sonrisa, les diré que finalmente no se presentó al tribunal, pero si su abogado indicando que su cliente se allanaba a todo lo que el tribunal decidiera. Como al mes después de lo del Pub regresé al local y me encontré con el mesero, yo únicamente le pregunté cómo le había ido con esa zorra, el mesero, me narró con lujo de detalles todo lo que el encargado de la barra y él le hicieron a esa puta. Siguiendo mi sugerencia la sacaron del Pub, una vez que terminaron con ella, usando la puerta trasera que conduce a un callejón, y según el mesero la última vez que la vio, ella se encontraba tirada en el callejón completamente desnuda, mientras varios borrachos la obligaban a que tuviera relaciones con ellos. Después de eso no volví a verla, ni a saber de ella, hasta que siete años después, un día, mientras conducía en dirección al aeropuerto en compañía de mi segunda esposa y mi pequeño hijo de tres años, vi a una mujer que me llamó la atención, resultó ser mi exesposa, acompañada de un niño de unos cinco años y una niña pequeña, seguramente de padres diferentes, mal vestida, y embarazada. Pidiendo limosna, en la avenida, saqué un billete de alta denominación, y sin tan siquiera verla a la cara se lo di, a medida que me alejaba, puede ver, que me había reconocido, por la manera cómo me miraba llena de odio. A mi actual esposa le extraño que yo le diera limosna a esa mujer, y cuando me preguntó le conteste que esa había sido mi primera esposa, mi esposa actual no hizo comentario alguno, y continuamos al aeropuerto, para comenzar a disfrutar de nuestras vacaciones con nuestro pequeño hijo.

Autor: MARTEHIJODEJUPITER Categoría: Infidelidad

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Mi mamá es infiel a mi papá

2023-08-27


Hola, esto paso el sábado pasado y no se a quien contarleselo. Yo fui a una fiesta de un amigo y me llevaron a mi casa, eran como las 11, yo llegue todo normal, quería subir a avisarle a mi mamá que ya había llegado, pero cuando la abrí encontré a mi mamá teniendo relaciones con dos hombres, era un trío, por suerte todo estaban de espaldas y no me vieron, pero no fue agradable ver a mi mamá teniendo relaciones, le estaban haciendo doble penetración y pujaba mucho, lo peor es que conozco a los dos, uno es mi entrenador de fútbol y el otro es el que vende pollo, y no se que hacer, eh pensado revisar el celular de mi mamá, no se que encuentre, se que es su celular y su privacidad pero también está engañando a mi papá y no se si decirle a mi papá. Mi papá es alguien que se la vive viajando por su trabajo, casi casi solo manda dinero y ya, pero no sé si decirle o investigar más de lo que hace mi mamá si tienen algún comentario o alguna opinión me serviría mucho aquí les dejo mi telegram, es este @Alan26016.

Autor: Alan Categoría: Infidelidad

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Mi esposa me sigue engañando con su compañero del trabajo 2

2023-08-27


Bueno mi nombre es Santiago y mi esposa Marilyn creo que ya les les conté su cambio rotundo desde que empezó a trabajar me engaña con un amigo llamado John ahora ella se ha vuelto más atrevida ahora llega casi todos los días borracha y me dice que le han invitado a sus compañeros y amigas del trabajo por los cumpleaños que hay en la empresa y ella ya no usa esos calzones grandes y anchos ahora usa pura tangas y hilos dentales pantalones lycra todo más ajustado incluso hay veces que llega sin sus tangas y un día cuando llegó borracha le preguntó qué pasó con tu tanga dónde está y sin vergüenza alguna me dijo que se le regaló a un compañero y me dijo tú no tienes por qué reclamarme nada porque tú ya no me tocas y hay hombres que me desean y me quieren tocar yo le respondí siempre hay un respeto entre tú y yo y tienes que saber respetar la casa y se fue a dormir así destapada sin calzón a la vista mía y yo no pude resistirme y le comencé a besar su trasero y su concha y aunque ustedes no lo crean en su concha y su trasero había leche que yo sin pensar lo chupé y me gustó mucho fue algo muy excitante y ella me preguntó te gustó la leche que me escurría yo me sorprendí yo pensaba que estaba dormida me sorprendí mucho y me fui a dormir. Al día siguiente me puse a pensar mucho como Marilyn había cambiado su forma de ser diferente a la que yo conocí años atrás va nunca hablamos de lo sucedido que pasó esa noche pero ella se había acostumbrado a venir borracha y a besarme y que yo le ... ... dé lame la q1 concha y su trasero su trasero cada vez más abierto y bien rico. Hasta que llegó un día y un fin de semana no llegó a la casa ? yo preocupado la llamé a las 3 de la mañana ella me contestó media agitada yo le pregunté qué pasa por qué no había llegado a la casa ella me respondió nada mi amor estoy acá en la casa de una amiga en un cumpleaños pero ella cada vez que hablaba respondía agitada como cansada como si la estuvieran cogiendo y una vez que escucho y dice síguele hablando y escucho así como golpes en su trasero no te preocupes mi amor estoy muy bien cuidada y me decía y después comenzó como si estuviera chupando un caramelo así con la boca llena estoy bien protegida mi amor no te preocupes acá tengo con mis amigos y mis amigas que me cuidan mucho sabes que voy a llegar tarde y me dijo de repente me quedé acá hasta domingo hasta la noche ya Santiago no te vayas a molestar acá estoy trabajando muy bonito con mis amigas yo nomás le dije ya no me divierte nada más ya y cuídate. Así espere hasta el domingo en la noche llegó a las 10 bien cansada y borracha todavía hace amigo como les cuento eso llegó a suceder hace tiempo hace tiempo nomás Marilyn cambió bastante desde que comenzó a trabajar ahora se ha vuelto más suelta y más atrevida más mujerzuela bueno bueno como a mí no me molesta porque entre ella y yo nunca hubo amor durante la casa Durante los vecinos ... con sus amigos

Autor: Fersantago Categoría: Infidelidad

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