Desvirgando a Sarita en el camposanto

2019-08-27


De un golpe de riñón le metí la cabeza. De su garganta salió un grito de dolor: ¡¡Ayyyyyyy!! Rompió a llorar... Era sábado, el día amaneciera con una boina negra que anunciaba agua, era el típico día de otoño en Galicia, no se sabía ni que ropa poner, pues lo mismo se iba la boina y quedaba un día soleado que rompía a llover y no se podía salir de casa. Al final rompió a llover. Por la tarde noche, mi prima Sarita y yo jugábamos al chinchón en la mesa de la cocina de su casa. En la cocina de hierro ardían unos leños de pino. La casa, que era de una sola planta, de las antiguas, hecha con barro, piedras y muy poco cemento estaba caliente, lo que hacía que sintiéramos piar a los gorriones bajo las viejas tejas de la casa. Me preguntó: -¿Le fuiste al entierro al cura? -Nunca voy a los entierros -¿Crees en Dios, Quique? -Si, pero no en ese Dios vengativo que dicen en la Biblia. Mientras yo le echaba sobre la mesa el cinco de oros, me dijo: -¿Crees que perdonaría a alguien que hiciese cochinadas por la noche en el camposanto? Cogí carta del montón era el siete de oros, lo eché sobre la mesa. -Lo que creo es que hay que estar muy loco para ir de noche al cementerio, sea para lo que sea -Muy loca o muy valiente. ¿Y en la iglesia, dentro del confesionario? ¿Crees que podría perdonar eso? Le di el cuatro de oros. -¿Por qué hacer las cochinadas dentro del confesionario? -Para estar a oscuras y... Escalera de color del as al siete. Paga. Me cabreé. Pensé que me estuviera diciendo aquellas cosas para despistarme. -¡A os curas andan as monxas! (a los curas andan las monjas)¡¡Bruja!! -le di las cinco pesetas que habíamos apostado. ¡Más que bruja! Se rió cómo una tonta y después dijo: -¡Qué maaaaaaal perder! -No tengo mal perder, lo que me jode es que usen artimañas para ganarme... Hacer cochinadas en el cementerio, hacer cochinadas en la iglesia, cabrona. Se cabreó, se levantó, tiró el duro sobre la mesa y se me puso alta. -¡Toma el duro de vuelta! ¡¡Cabrón eres tú, un cabrón con mal perder!! El dinero me importaba una mierda. -Tú eres la cabrona, una cabrona enredadora. Ahora ya me amenazó. -¡A qué te meto unas hostias! A mí no me llama nadie cabrona enredadora, y menos un chulo de playa cómo tú. Me puse muy serio. -¡¿Me estás llamando maricón?! Me miró desde las alturas, desafiante y con las manos apoyadas en la mesa, dijo: -¡Maricón! Me levanté. La miré a los ojos y se me fue el enfado. Poniendo voz de marica y enseñándole las uñas, le dije: -¿Hostiarme tú a mí? No te pego por que es de hombres, pero te araaaaaño, te araaaaaño y te araaaaaaño. La tensión se diluyó como un terrón de azúcar en un café caliente. Se carcajeó, y después me preguntó: -¿Crees que lo que te dije son cosas de loca? Le dije lo que pensaba. -Sí, de loca de atar. -¿Acompañarías a esos dos sitios a una loca si se llamase Brigitte Bardot? -Noooooo. Nos volvimos a sentar. Me preguntó: -¿Y si la loca fuese yo? -Estás bromeando. Me puso ojitos. -Nunca hablé más en serio. Sarita. Era delgada, morena, de ojos marrones y muy grandes, tenía las cejas pobladas, la nariz pequeñita, sus labios eran carnosos, su melena marrón le llegaba a la cintura, sus tetas se adivinaban grandes, su cintura era estrecha, sus caderas anchas y su culo redondito, era más alta que yo, adolescente cómo yo, y muy guapa. -¿Desde cuándo tienes esa idea? -Desde que el cura me tocó el culo mientras limpiaba la iglesia sabiendo que era mi padre. Aquella confesión me dejó a cuadros. Ni mi madre sabía que el cura era el padre de Sarita... ¿O todos los de la familia lo sabrían menos yo? Le dije: -¡No jodas! ¿Tu padre era el cura? Juntó las cartas. -Sí, por eso quiero hacer cochinadas sobre su tumba y en la iglesia. -La iglesia no es del cura. Para querer vengarte de él de ese modo debió hacerte algo más que tocarte el culo. ¿Qué te hizo? -Aún no me contestaste. -Ni tú a mí. -Primero tú. -Creo que en el cementerio me cagaría con el miedo, y en la iglesia, más. Te toca. ¿Qué te hizo el cura? -Le mandó un paquete a mi madre con una mierda dentro después de pedirle que la ayudase a mantenerme -¡Qué desgraciado! -Si no me acompañas iré sola. -Salir de mi casa mientras duermen va a ser muy difícil, las escaleras son de madera y hacen mucho ruido -El día de la fiesta no hay que salir a hurtadillas de casa. Nadie nos va a echar de menos si nos ausentamos una hora. -Estás muy loca, y tu locura es contagiosa... Volvió la madre de Sarita de la tienda con una bolsa en una mano y un paraguas en la otra, y me dijo: -¿No la estarás contagiando tú a ella, pájaro. Día de la fiesta del pueblo, día de san Miguel, 12 y algo de la noche. Había luna llena y un bochorno que incomodaba. Sarita trepaba por el muro de la parte de atrás del cementerio a la que habíamos llegado tras cruzar varias huertas. Desde abajo estaba empujando por su prieto culo para ayudarla a subir. Se sintieron los ruidos de unas bombas de palenque. Un mochuelo pasó volando por encima de su cabeza, Sarita, con el susto que llevó me cayó encima y después dio con su culo en el suelo. Le dije: -¿Y tú eras la valiente? Se levantó, sacudió con las dos manos la tierra de su vestido azul, un vestido que había estrenado para la fiesta, y me dijo: -¡Calla y ayúdame a subir! Al bajar el muro y dar media docena de pasos nos encontramos con el osario. Había en la puerta un ataúd podrido y unos huesos. Tragué saliva. Me estaba empezando a acojonar. Sarita tiraba hacia delante con paso firme. Pasamos entre dos filas de panteones con tres pisos de nichos... Llegamos a la tumba del cura. Estaba cubierta con coronas y ramos de flores. Sarita se quitó las bragas y me las puso en la cabeza. -Para ti para siempre. Levantó el vestido dejándome ver sus piernas blancas y su coño peludo, se agachó sobre las coronas y ramos de flores y meó y cagó sobre la tumba. Se limpió el coño y el culo con unas flores, y levantándose, le dijo al muerto: -¡Qué te aproveche, cerdo! Al bajar de la tumba la cogí por la cintura y la besé en el cuello. Sarita, empujó hacia atrás con el culo para librarse de mí. Se encontró con mi polla dura y me dijo: -¡¿Qué haces, Quique?! -Cochinadas. A eso venimos, ¿no? -Vine a hacerla yo y ya las hice. Suéltame. Me dejó cortado. -¿Me engañaste insinuando que íbamos a follar? -Yo hablé de cochinadas... -¡¿Y eso en nuestra tierra no es follar?! -¡Qué me sueltes! Me dejó empalmada y sin donde meter. Malhumorado, saqué las bragas de la cabeza y se las di. -Toma, ponlas y vámonos. -¿Te enfadaste? -Me engañaste para poder cagar por un muerto. -Sí, lo hice, para mi venganza necesitaba compañía, yo sola no me atrevería a entrar el cementerio de noche. ¿Estás muy enfadado? -A ver, Sarita, me pones las bragas en la cabeza, cagas y meas delante de mí, me enseñas el coño peludo en un cementerio rodeados de muertos que no pueden contar lo que hagamos, y ahora te haces la estrecha. Si no fuera que soy cómo soy te follaba a la fuerza. Su voz se volvió melosa. -Perdona, primo, solo pensaba en mí -me volvió a poner las bragas en la cabeza-. ¿Quieres que te la menee un poquito? -A falta de pan, buenas son tortas, pero antes deja que te de unos besos. Tres mochuelos se posaron en una cruz que estaba a nuestro lado, uno de ellos arriba y los otros dos en los brazos y se pusieron a mirarnos con sus grandes ojos y a mover la cabeza hacia los lados. Mi prima, me dijo: -A ver si te piensas que soy tonta. Lo que quieres es calentarme a ver si te dejo meter. Dos, te dejo darme dos besos y en la iglesia. -¡¿Es que aún quieres ir a la iglesia?! -Sí, tengo la llave de la sacristía. -Joder, pretendes que profane una iglesia por un par de besos. -¿Qué más quieres que te deje hacer? Había que recordarle lo que había dicho. -¿No me la ibas a menear? Echó a andar. -Te pregunté que más cosas quieres que te deje hacer. -Que me dejes que te mame las tetas, y después que me dejes que te mame el coño hasta que te corras. -Nunca me mamaron las tetas. Y mi coño es virgen. -Me la acabas de poner dura cómo una piedra. Sonrió, me empujó, y dijo: -Ya no será la cosa para tanto. Le cogí una mano y se la llevé a mi entrepierna. -Toca ya verás cómo sí lo es. No la tocó, la cogió. -Parece que es muy grande y muy gorda. Le levanté el vestido y le eché la mano al coño. Lo tenía mojado. Le dije: -Estás mojadita. -Un poquito, eso de pensar que me la quieres mamar... La encaré, le apreté en culo contra mi cuerpo y le metí la lengua en la boca. Me miró con cara de asombro, pero después de levantar su lengua con la mía, ya ella metió su lengua en mi boca. Al ratito estaba con mi polla en la mano... Viendo que la quería desnudar, me dijo: -¿Qué me vas a hacer? -Comerte las tetas... -¿Y después ya me vas a comer la almeja? -Sí, hasta que te corras en mi boca. -De pensarlo ya me estremezco. Comenzó a llover. Le quité el vestido y el sujetador y lo dejé sobre una cruz. Bajo la lluvia le comí las tetas cómo quien come algo único, saboreando cada beso, cada caricia, cada lamida, cada mamada... El agua bajando por su joven cuerpo no apagaba el fuego que sentí en su vientre. Su cabello mojado caía formado mechones. Su bello rostro estaba colorado cómo un tomate maduro, sus gemidos eran de jovencita asustada. Me agaché. Con el agua bajando por su monte de venus y por mi lengua le comí el coño, poco tiempo, ya que antes de un minuto sus piernas comenzaron a temblar. Sus gemidos se hicieron de tigresa. Sentí cómo su flujo mucoso y calentito caía en mi boca... Eran los jugos de una corrida tan larga que la tuve que sujetar para que no se desplomase. Minutos después, me quitó las bragas blancas de la cabeza, la camisa, los pantalones y los calzoncillos y los colocó en la cruz junto su ropa. Vio mi cuerpo, un cuerpo musculado hecho con ejercicios caseros. Me acarició los pectorales, me lamió y chupó las mamilas y agarró mi culo, redondo y duro... Me hacía lo que le había hecho yo a ella, luego se puso en cuclillas, cogió mi polla, la meneó y la mamó. No sabía mamar, pero me encantó que se entregase. Lo que no esperaba fue que cuando se levantó, me besara y me dijera al oído: -Quiero que seas tu quien se lleve mi flor. Me senté sobre la tierra barrosa del cementerio, después me eché boca arriba.Teníamos piscinas en los zapatos cuando le dije: -Ven. Desde abajo vi su coño peludo chorreando agua, sus tetas con areolas oscuras y pezones tiesos. Me moría por entrar dentro de ella. Sarita se sentó encima de mí, acercó mi polla puntiaguda a la entrada de la vagina, y me dijo: -Mi flor es tuya. Me moría por hacerla mía, pero no sé que me daba metérsela, tenía miedo a hacerle daño. Le dije: -Mejor métela tú. -No, hazlo tú que a mí me da grima. Con un golpe de riñón le metí la cabeza. De su garganta salió un grito de dolor: -¡¡Ayyyyyyyyyy!! Rompió a llorar. Sus lágrimas y la sangre de su himen roto los llevaba la lluvia. Cada vez que se la metía un poquito más apretaba los dientes y me mordía los labios... Con toda la polla dentro, me dio las tetas a mamar largo rato. Las volví a saborear. Poco después comenzó a mover en culo de delante hacia atrás y de atrás hacia delante con mucha lentitud. Su boca ya no se separaba de mi boca. Unas diez veces estuve a punto de correrme dentro de ella, pero no iba a ser tan desgraciado cómo para hacerle esa faena. Pasados unos quince o veinte minutos, cuando mi polla dentro de su coño solo le producía placer, me dijo: -Me voy a correr otra vez. Le apreté el culo contra mí, le comí la boca y la follé a estilo conejo, a mil por hora. Comenzó a temblar encima de mí, su coño apretó mi polla y... ¡Pummmmm! Sentí cómo me la encharcaba la polla con su corrida. Esperé a que terminara, y entonces sí, entonces la saqué, la meneé y salió un chorro de mi polla que hizo saltar en la cruz a uno de los tres mochuelos al verlo ir hacia él. Ya no fuimos a la iglesia. Se le quitaran las ganas de hacer cochinadas en el confesionario. Nadie supo que había meado y cagado sobre la tumba del cura, la lluvia lo limpió todo. Quique.

Autor: Quique Categoría: Incesto

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Vida sexual de madre e hija (I).

2019-08-26


Alicia llega a su casa cansada y estresada del trabajo. Por suerte para ella, en casa le aguarda su hija con quien disfrutará de una noche que le hará olvidarse del trabajo y el estres. Aunque este relato bien podría haber ido en la categoría lésbica, he considerado más adecuado publicarlo aquí ya que el hilo conductor tiene más que ver con la filiación que con la orientación sexual. Mi idea es seguir publicando una línea de relatos explotando la sexualidad de estos personajes, los cuales publicaré en las categorías que mejor considere que se acercan al núcleo narrativo. Sin más, les dejo aquí el primero de un número indeterminado, espero sinceramente que lo disfruten. Alicia entró en el portal de su casa pasada sobradamente las 21:30 de la noche del viernes, se frotó el talón del pie que le llevaba machacando un rato por culpa de los tacones. Mientras que para la mayoría de la gente el viernes solía ser un día con menor carga laboral, no lo era para ella. La empresa en la que trabajaba estaba ultimando un proyecto y el plazo final estaba alarmantemente cerca lo que obligó a ella y a su equipo a ampliar su jornada a fin de recortar todo los posible el retraso acumulado. Sabiendo que no iba a estar pronto en casa para preparar la cena abrió el whatsapp, seleccionó el contacto “Tamara❤” Amor, mira a ver que encuentras para cenar. Hoy llegare algo tarde 18:03 Tamara❤ Holii!!! No te preocupes por la cena, yo me ocupo de ello. Bsss Tqm ❤❤ 18:35 Había sido un día realmente agotador, continuas reuniones, llamadas, desplazamientos de uno a otro departamento, etc. Al final parecía que podrían entregarlo a tiempo, pero ahora solo quería llegar a casa, tirarse en el sofá y descansar de una semana realmente agotadora. Alicia era lo que en un argot informal podía calificarse de “mujer de bandera”, o como se dice ahora, una “MILF”. Tenía 42 años muy bien llevados con cuerpo de 1,73 m de alto al que había moldeado en el gimnasio haciendo aerobic y fitness. Uno de sus elementos más singulares era una larga cabellera rubia y lisa que le llegaba poco más arriba de sus glúteos, trabajados en el gimnasio; sus pechos, sin ser exagerados podían calificarse como grandes, los cuales eran el centro de atención de cuantos hombres…y, algunas veces, mujeres se cruzaban con ella. Salió del ascensor en la 5ª planta del edificio donde vivía y se dirigió a la puerta B, por fin en casa. Metió la llave en la cerradura, la giró y entró en su hogar. -Ya estoy en casa -Hola mamá, ¡bienvenida! La que había hablado era su hija, Tamara, con la que vivía sola. Alicia colgó el bolso en el perchero y dejando los zapatos en el recibidor se dirigió al sofá donde se dejó caer rendida. La cabeza de su hija asomó por la puerta de la cocina: -He pedido una pizza para cenar, debería llegar en 10 minutos. Dijo con una sonrisa angelical. -Pizza…otra vez…ains- pensó Alicia, entornando los ojos y sonriendo para sus adentros. Tamara era una buena chica, buena estudiante, responsable con la limpieza de la casa… y una autentica negada en la cocina. Lo cual implicaba que todas las veces que Alicia llegaba tarde la cena consistiera en pizza, kebab, hamburguesa o demás comida rápida que luego se veía obligada a quemar haciendo horas extra en el gimnasio. Cuando salió de su ensimismamiento, vio a su sonriente hija asomada a la puerta mientras en su mano agitaba suavemente un botellín de cerveza a fin de atraer su atención. - Eeeooo ¿Quieres? -Uf, si por Dios, gracias cariño. Tamara salió de la cocina con el botellín de su madre en una mano mientras que en la otra llevaba un vaso de coca-cola para sí misma, le alcanzó la cerveza a su madre quien dio un trago antes de lanzar una exclamación de gusto mientras su hija se recostaba sobre el reposabrazos del sofá. Alicia no pudo evitar mirar a su hija, una jovencita de cara ligeramente redondeada, con una bonita sonrisa y unos expresivos ojos marrones, más bajita que su madre medía 1.65m. delgada, propietaria de una densa melena castaña ondulada que le llegaba a la mitad de la espalda, vestía un pijama corto azul celeste en el cual se adivinaban unos pechos aun pequeños pero prometedores, no así su maravilloso culo, un culito redondito y respingón el cual hacía que todo aquel que lo mirase quisiera sobarlo o tocarlo como si fueran unos bongos, su madre la primera. Durante el tiempo que esperaban la pizza, estuvieron hablando de trivialidades hasta que a los 10 minutos llamaron al timbre. Tamara se levantó disparada hacia el hall a recoger la pizza y Alicia supuso que debía tener hambre pues cuando volvió al salón ya traía la caja abierta y doblada, lista para ponerla en la mesa. Comieron en silencio, una más que nada por el cansancio, y la otra por puro hambre. Alicia no podía evitar preguntarse dónde narices metía su hija todo lo que comía porque, sin ser muy deportista, siempre mantenía su delgada figura. Había caído ya ¾ de la pizza cuando ambas se consideraron saciadas, Alicia se recostó sobre el reposabrazos del sofá, momento que aprovechó su hija para recostarse en ella - Entonces ¿Cómo fue el trabajo ma’? ¿Todavía estáis con ese proyecto? - Preguntó Tamara recostada sobre las piernas de su madre. -Si hija, aún estamos con ello y con reuniones y con trabajos con el plazo justo y con clientes que dan por culo. Necesito relajarme porque vaya semanita llevo. – Dijo mientras se llevaba frotaba las sienes con un bufido de fastidio. - ¿Y … hay algo que yo pueda hacer …para ayudarte? ¿Mm? - contestó su hija con tono y sonrisa inocente mientras con el dedo le dibujaba círculos en el muslo. Alicia se sonrió, se incorporó dejando la cabeza de su hija sobre sus piernas, que la miraba tumbada boca arriba, y adoptó una pose pensativa, como si se le hubiera ocurrido una idea genial. -Sí, ahora que lo dices, hay algo que podrías hacer. - Se inclinó sobre su hija, acercando su boca a su oído mientras deslizaba suavemente una mano por el costado de su hija - ¿Qué te parece si…? - Dijo susurrando en su oído. Manteniendo su bonita sonrisa, los ojos de Tamara se abrieron un poco más y adquirieron un brillo, un brillo pícaro. Sabía lo que su madre quería…y a ella le encantaba. -Eso está hecho mami- dijo mientas le daba un suave pico en los labios. -Tu dúchate y déjame que ya recojo esto- pidió mientras se levantaba momento en el cual Alicia aprovechó un cachete en el pantalón de pijama -Ouch- ronroneó Tamara mientras contoneaba sus caderas en dirección a la cocina. Ya en el baño, Alicia se despojó de su ropa y se introdujo en la ducha, abrió el agua caliente y dejó que esta mojase y calentase su cuerpo, relajando sus músculos. Alicia decidió no usar esponja esta vez, por ello fueron sus propias manos las que recorrieron cada centímetro de su piel aplicando el gel de ducha, en brazos, piernas, pechos. Adoraba sus pechos firmes, redondos; continúo frotándolos un rato, simplemente por el placer que sentía al hacerlo; posteriormente sus muslos, glúteos y finalmente su vagina. Dirigió la alcachofa de la ducha a ese punto mientras se enjabonaba, sus dedos y el agua caliente golpeando su clítoris hicieron que la excitación de Alicia aumentase, se metió un dedo, después dos y cerró los ojos cuando un sordo gemido junto a un respingo azotó su cuerpo. Inmediatamente paro la masturbación, no convenía precipitarse. Giro el manillar del agua 180º y un agua helada salpico cada centímetro de su ser, después de la relajación del agua caliente siempre gustaba de sentir la activación que le provocaba agua fría, que además ponía sus pezones erectos. Salió de la ducha, se secó cuerpo y pelo y se dirigió despacio a su habitación, desnuda, donde dejó encendida tan solo la tenue luz de las lámparas y se dirigió a su cama de matrimonio. Se recostó sobre sus almohadas en el respaldo de la cama, apoyándose con los brazos en el cabecero. Abrió sus piernas. -Cariño, ven con mamá- haciendo especial énfasis en “mamá”. Al momento, por un lateral de la puerta del cuarto apareció Tamara, tal como Dios la trajo al mundo. Su melena castaña estaba echada hacia delante tapando sus pechos, apoyó su espalda en el dintel de la puerta doblando una pierna y mientras una mano bajaba sensualmente por su muslo la otra agarraba una manzana a medio comer. Tamara mordió suavemente la manzana y mientras sonaba el “crac” miró a su madre con una sonrisa traviesa y una mirada nada inocente. Alicia no pudo si no preguntarse si una visión similar fue la que impulsó a Adán a morder la fruta prohibida, porque de ser así, pensó, nadie podría habérselo reprochado. La joven arrojó la manzana hacia tras con estudiado descuido y avanzó despacio cuan modelo de pasarela masticando tranquilamente la manzana hacia los pies de la cama, se subió y avanzó a gatas hacia a su madre contoneando sus caderas, relamiéndose y mordiéndose el labio inferior. Se incorporó de rodillas frente a ella y se fundieron en un beso; primero corto, después más largo, evolucionando a tornillo. Mientras sus lenguas se buscaban y retorcían sin parar, las manos de Tamara buscaron los pechos de su madre a la par que ésta con una mano le sujetaba la cabeza y la otra acariciaba el culo de su hija. Tamara paso de la boca a las tetas de su madre y mientras sus manos amasaban ambas su boca iba alternándose entre los pezones, sorbiendo, mordiendo y chupando indistintamente. La excitación de Alicia crecía por momentos, su hija trabajaba sus pechos con gran habilidad, Tamara volvió a colocarse a la altura de su cara y se fundieron en un beso de amantes, largo y apasionado. Cuando sus labios se separaron Alicia cogió con ambas manos la cabeza de su hija, la miro a los ojos y, moviendo suavemente la cabeza en gesto de asentimiento, le susurró -Hora del postre mi amor, comete a mami. Tamara no necesitaba más, la sonrisa y la mirada de deseo que le dirigió a su madre fueron más elocuentes que cualquier palabra que pudiera pronunciar. Sin dejar de mirarle a los ojos se relamió con lascivia y se tumbó frente a su monte de venus, objeto de adoración que le esperaba entre las piernas abiertas de par en par de su madre, la cual volvía a recostarse apoyándose sobre el respaldo, lista para una larga y satisfactoria comida de coño. Tamara inició besando suavemente la cara interna de los muslos, mientras acariciaba delicadamente con las uñas y las yemas de sus dedos los alrededores de la vagina de su madre. Conforme los besos se iban acercando desde los muslos a la vagina fueron sus manos las que se desplazaron a acariciar los muslos, mientras que con su boca fue besando despacio alrededor de la vagina haciendo un circulo, podía sentir que la respiración de su madre se aceleraba ante la proximidad de sus labios. Tamara besó suavemente la derecha, después la izquierda, bajo a la parte inferior de la raja de su madre y sacando la lengua lamió suavemente hacia arriba hasta que llegó, para gran alivio de su madre, al clítoris. Lo lamió, lo besó y se lo metió en la boca succionándolo ligeramente mientras sus manos empezaban a separar los labios mayores y menores mientras oía los primeros suspiros de su madre quien había cerrado los ojos para concentrarse en las sensaciones a la vez que se acariciaba sus pechos. Su hija comenzó entonces un movimiento repetitivo de lengua de abajo a arriba asegurándose de que la lengua quedaba lo más plana posible para abarcar mayor superficie de vagina, mas cuando se iba acercando al clítoris contraía la lengua a fin de ejercer una mayor presión sobre éste antes de succionarlo cada vez con mayor avidez. No llevaba un minuto realizando esa operación cuando empezó a notar que la vagina de su madre empezaba a humedecerse, señal de que estaba habiendo un buen trabajo, aunque los gemidos y suspiros de Alicia ya le decían todo. Comenzó entonces uno de sus movimientos estrella, succionaba fuertemente el clítoris para después mover a gran velocidad la lengua de izquierda a derecha provocando que todas las terminaciones nerviosas enviasen sin parar impulsos del placer. -Ahhhhh…sssiii…que bueno…sigue así, tesoro… ¡No pares! Ahhh…ahhh…uufff. -Gemía suavemente la madre, cada vez más excitada. Las lamidas de Tamara aumentaron de intensidad, centrándose sobre todo en la rajita y los labios mientras que con la mano masajeaba el clítoris al que de vez en cuando le dedicaba un beso, una succión o incluso un suave mordisco, momento en el cual su madre no podía sino ahogar un grito. La hija, ante la excitación de su madre comenzó unos ejercicios más intensos y, enterrando profundamente su cara en el coño de su madre, comenzó a mover la lengua ávidamente dibujando en su vagina el abecedario. Ante la intensidad de las lamidas Alicia colocó sus manos en la cabeza de su hija, lo que le permitía ajustar el ritmo y de vez en cuando hacer que hundiera más la lengua en su interior mientras se mordía el labio para no gritar de gusto por lo que le hacía su hija. Notó un leve empujón en la mano, Tamara estaba intentando alejar su cabeza pues Alicia, en su celo, no se percató de que había presionado mucho y su hija necesitaba coger aire. -Aaahhhh…uf…uf…arf. -Jadeaba Tamara aspirando al fin aire antes de seguir con la tarea mientras su madre jugueteaba con su pelo a modo de disculpa. Sin dejar de asegurarse de mantener la cabeza de Tamara entre las piernas, Alicia se estiró hacia un cajón de la mesita de noche de donde saco un paquete de cigarrillos de 120mm, más largos que los habituales. Lo cierto es que Alicia no era una fumadora habitual, nunca fumaba en su vida diaria, era de esas personas que no se veía afectada por el efecto adictivo del tabaco, pero de la misma forma que otras personas fuman después del sexo, a ella lo que le gustaba era hacerlo follando. Mientras su hija seguía devorando ávidamente su coño, Alicia encendió el cigarrillo y le dio una larga calada, disfrutando su sabor y exhalado el denso humo despacio. Alicia gimió y se mordió ligeramente el labio al notar como su hija había empezado a introducirle los dedos en la vagina, primero uno, después dos, y finalmente tres mientras su lengua no dejaba de trabajar en el clítoris. Fue aumentando el ritmo lentamente, y cambió la postura de sus dedos haciendo que formasen un gancho hacia arriba buscando estimular su punto G mientras que su boca comenzaba a realizar ejercicios de succión y algún mordisquito en el clítoris, haciendo que los nervios de su madre se tensasen. Mientras tanto Alicia masajeaba sus pechos y pezones mientras disfrutaba del espectáculo de su hija comiéndosela literalmente. -Ssssiii…esso es mi amor…asssiii…comete a tu madre…aaahhhh- Mientras agarraba a su hija del pelo y le frotaba la pelvis en la cara, poniéndosela perdida de babas y jugos. Tamara, lejos de hacer siquiera un mohín disfrutaba como una loca de su madre. Sacó los dedos de dentro de la vagina y se tumbó ligeramente de lado mirando a su madre, que la observaba en silencio mientras daba nueva calada a su cigarrillo, y se chupó los dedos como si fueren una piruleta y volvió a su postura anterior lista para seguir tomando su postre. Volvió a aumentar la intensidad de las lamidas, sus manos acariciaban las ingles y los labios exteriores de su madre. Alicia estaba súper excitada, el coño le chorreaba, aunque ya no podía saber que era suyo y que era de su hija de lo empapado que estaba; sus suspiros y jadeos aumentaron de intensidad los cuales no pasaron desapercibido para Tamara que deslizó suavemente una mano buscando su propio clítoris mientras colocaba su lengua en punta a fin de follarse a su madre con ella como si fuese un pequeño pene. Ésta no pudo evitar cerrar los ojos y contraer las piernas del espasmo que le sobrevino. -aahhh… ¡joder! ¡Ah! Su cadera ya se movía sola acompasándose a la perfección con los movimientos de su hija, que le tenía el clítoris en un estado de excitación máxima. Aprovechando un momento en que la lengua de Tamara estaba lamiendo apasionadamente en movimientos verticales, le agarró de improvisto la cabeza firmemente, forzándola a seguir practicándole el cunnilingus sin poder apartarse. Al principio su hija mantuvo el ritmo, pero conforme pasaban los segundos y se le agotaban las reservas de aire empezó a forcejear para liberarse. Alicia la tuvo así unos cuantos segundos más y, excitada por la situación, froto fuertemente su vagina contra la cara de su hija y la libero de su agarre. Tamara se dio la vuelta sobre si misma hasta queda boca arriba mirando al techo mientras daba grandes bocanadas en busca de aire, todo esto sin apartar su mano de su chochito el cual ya empezaba a mostrar una ligera humedad ante la sonriente mirada de su orgullosa madre. Alicia dio la última calada a su cigarrillo y exhalo el humo despacio, sensualmente y lo apagó en el cenicero cercano; realmente Tamara había hecho un gran trabajo ahí abajo, pero Alicia necesitaba más así que, cogiendo suavemente el mentón de su hija, le hizo levantarse hasta su altura y le dio un profundo y largo beso saboreando sus propios jugos que aún permanecían en la boca de su hija. -Hija, quiero que me la metas, quiero que me penetres, y lo quiero…lo necesito… ahora. La respuesta de su hija no se hizo esperar, le devolvió un beso igual de apasionado que el anterior y sin decir nada se dirigió a unos de los cajones de la mesilla de noche de dónde sacó un cinturón de arnés del que colgaba una gorda polla de látex hiperrealista de unos considerables 23 cm. Tamara se ajustó el cinturón y se acercó a su madre, la cual agarró el inmenso falo con una mano, le escupió y comenzó a pajearlo y lamerlo mientras miraba fijamente a los ojos de su hija para darle una mínima lubricación mientras su otra mano no dejaba de masturbarse. Cuando consideró que el consolador estaba suficientemente lubricado le guiñó el ojo a su hija quien, poniéndose de rodillas frente a su madre que la esperaba con las piernas abiertas y masajeándose el clítoris delicadamente, apuntó el falo de goma a la entrada de la vagina de su madre. Podía sentir su creciente ansia, su coño chorreaba, su respiración era entrecortada, presionó levemente y sintió como su madre comenzaba un suave jadeo…y la penetró de un golpe seco. El cuerpo de Alicia se estremeció como si le hubieran dado una descarga eléctrica, su respiración se detuvo. Fue un instante, un instante en el que el cerebro de Alicia colapso y después gimió de gusto - ¡AAAGGHH! ……aghh...…aaah. Tamara volvió a empujar, y después otra vez, aumentando el ritmo paulatinamente, pero asegurándose siempre de que su madre recibía la totalidad del consolador en su interior con unos violentos golpes de cadera. Tamara sabía que lo que de verdad le gustaba a su madre cuando usaban el dildo era ser penetrada duramente y, gracias a la sesión de sexo oral que le había dado no iba a haber problemas con la lubricación por lo tanto todo lo que tenía que hacer era enterrar profundamente la polla de látex dentro de su madre, sin pausa, sin piedad. Mientras la penetraba, amasaba apasionadamente los pechos de su madre, le lamía los pezones, se los pellizcaba mientras ésta solo podía jadear, y arañar la espalda y el culo de Tamara que empezaba a jadear a su vez tanto por la excitación de follarse a su madre como por el esfuerzo físico que le suponía el complacerla. Tras unos minutos de continuo bombeo los cuerpos de ambas empezaban a mostrar síntomas de sudoración. Alicia estaba disfrutando enormemente de las atenciones de su hija, pero se recordó que ella también tenía derecho a disfrutar por lo que consideró que ya era hora de ir cambiando. Mientras su hija jadeaba por el esfuerzo de llenar su vagina de polla, Alicia le cogió de la cabeza con una mano y, mientras le deba un profundo beso como agradecimiento por su labor, llevó la otra mano a su vagina para hacer de tope y detener el constante asedio que ésta sufría por parte de su hija. -Muy bien hija, lo has hecho muy bien. Ahora mami te va a mostrar cómo está de agradecida. La joven asintió levemente y comenzó a retirar el dildo de la vagina de su madre, mientras ésta distraídamente le acariciaba el pelo y le apartaba algunos mechones de la cara, Tamara aprovechó para, de manera improvista introducirle de golpe el consolador de un rápido y fuerte golpe de cadera. La reacción instintiva de Alicia ante un ataque semejante fue abrazarse a su hija mientras pegaba un grito más de placer que de dolor, este movimiento le había pillado por sorpresa. - ¡AAAHHHH! ... ¡AHH! …aahhh…uufff Finalizado ese pequeño momento de éxtasis, Madre hija se miraron, una con cara de sorpresa aun suspirando; la otra mostrando una pícara sonrisa y una mirada de quien sabe que ha hecho una travesura y que le ha salido bien. -Tamara, eso...ha sido… ¡AHHHG!... ¡joder…joder! ...ahhh De nuevo Tamara había aprovechado que su madre había bajado la guardia para embestir en un movimiento similar esta vez mirándola fijamente y mordiéndose el labio en señal de desafío. Inevitablemente Alicia sufrió por segunda vez un gran espasmo de placer. Esta vez Tamara sí se retiró del todo y ante la todavía sorprendida cara de su madre le guiño un ojo y le lanzo un beso al aire. Alicia agarro suavemente a su hija del pelo, la atrajo hacia sí y tras un beso que hablaba de paz, sin separarse, la miró a los ojos -Ahora vas a ver lo que es bueno, pequeña zorra- Mientras le propinaba un cariñoso pero sonoro cachete en la nalga para que se apartase. Alicia estiró la mano hacia el cajón de su mesilla, lo abrió y saco de allí otro cinturón con armes. Sin embargo, este era un arnés doble, tenía en el frontal un falo de menores dimensiones, aunque no menos realista y el otro lado contaba además de un vibrador para quien portaba el cinturón. Nada más verlo pareció que a Tamara se le pasaban los síntomas de cansancio y el brillo en sus ojos revelaba que era plenamente consciente de lo que iba a pasar en un momento. Mientras Alicia procedía a ponerse su cinturón su hija comenzó a quitarse el suyo, pero su madre tenía otros planes, se sentía un poco fetichista. -No, no, no, no cariño, no te lo quites, déjatelo puesto Tamara sonrió y mirando a su madre con ojos de corderito puso voz de niña tímida y buena - ¿Mama quiere que su hija tenga polla? Dijo mientras simulaba una lenta paja y lanzaba un beso al aire hacia su madre y sonrió, mostrando su conformidad con la idea. Alicia se incorporó de pie en la cama y poniéndose frente su hija, que permanecía arrodillada con las manos en los muslos, con una mano sujetó el arnés frente a ella y la otra se posó en la cabeza de su hija, le acarició suavemente el pelo y llevo la mano a su nuca. Se miraron a los ojos y tras medio segundo de contacto visual en la cual se dijeron que estaban listas Alicia tomó el mando: -Abre grande amor, abre bien. Sin dejar de mirar a su madre, Tamara abrió su boca y sacó la lengua lista para recibir el dildo de su madre quien se lo introdujo suavemente a fin de que la joven le hiciera una mamada para lubricarlo antes de enterrarlo en su interior. Tamara empezó una lenta felación usando únicamente su boca, recorriendo con la lengua la longitud del miembro, apretando con sus labios el glande con el que jugueteaba usando su lengua, fue aumentando paulatinamente la profundidad a la que se introducía el juguete hasta que llegó al tope, se quedó un momento parada, acostumbrando su boca al falo y disfrutando con la sensación de tenerla llena. Se retiró lentamente y repitió la operación varias veces a fin de dejarlo bien ensalivado. Por su parte, Alicia movía las caderas en un suave vaivén mientras acariciaba el pelo de su pequeña mamona. -Siii, eso es cariño…métetela toda…así...lubrícala bien…enseña a mamá como sabes chupar una polla. Aprovechando uno de los momentos en que Tamara tenía el falo incrustado hasta la garganta, aprovechó para sujetarle la cabeza y a aumentar la velocidad de su vaivén. -Toma…así…grande…mírame…mírame te he dicho… ¿te gusta lo que te hace mami? ... ¿te gusta que te folle la boca? ¿mmm? Tamara no tenía más opción que aguantar, sus ojos empezaron a lagrimear mientras mantenía el contacto visual con su madre, sabía lo mucho que le gustaba verle la cara mientras le ahogaba con el consolador. A los pocos segundos notó como la polla le tocó la campanilla activando de manera inevitable el reflejo del vómito. Tamara sufrió una fuerte arcada que hizo que su madre la liberase de su agarre y le sacase el consolador; la joven estaba jadeando y clamando por aire mas el dildo quedado totalmente cubierto de saliva, listo para introducirse en el coñito de la joven. Alicia se recostó boca arriba en la cama y activó el vibrador, mientras tanto Tamara se subía a horcajadas situando su vagina pegada el dildo, comenzó frotándolo contra la entrada de su vagina, notando como la punta de tocaba el clítoris lo que le provoco los primeros cosquilleos de placer, entonces separo sus labios vaginales con una mano mientras que con la otra sujetaba la polla de látex frente a su entrada. Primero la introdujo un poco, gimió y subió de nuevo su pelvis; de nuevo bajó introduciéndose lentamente ahora hasta la mitad de la longitud de la polla; volvió a subir en medio de un suave gemido; y volvió a bajar, despacio, primero hasta el glande; paró un instante y siguió bajando hasta la mitad. En ese momento dirigió a su madre, que no perdía detalle del ritual de su hija, una sonrisa cómplice; cerró los ojos, inhaló suavemente por la nariz y se dejó caer, empalándose lo que quedaba de dildo de golpe. Esto le hizo pegar un profundo suspiro por el repentino aluvión de sensaciones que le hizo echar la cabeza hacia atrás, arqueó la espalda apoyando sus manos en las piernas de su madre, mientras su cuerpo se recuperaba de la repentina oleada de placer. Permaneció así unos segundos, asimilando todo el placer que sentía y lentamente inicio un suave trabajo de caderas moviéndolas en círculos y de atrás hacia delante mientras con las manos se acariciaba sus pechos y jugueteaba con su melena mirando a su madre con picardía. Alicia amasaba con intensidad sus propios pechos y, mientras un pezón recibía suaves pellizcos, el otro recibía la atención de su lengua; el vibrador que tenía enchufado le provocaba un cosquilleo de placer constante en su interior y sumado a la visión de su hija sobre ella follándose era un conjunto que tenía a la afortunada madre a mil. Tamara fue aumentando paulatinamente el ritmo, mientras los suspiros no dejaban de salir de su boca y empezó a cabalgar a su madre como si fuera una amazona. -ah…ah..ah…ssssiiii….ma…ma…¡más!….ufff, que gusto…ahhh…Dios ¡Síi! Alicia, caliente por la situación, aumentó un punto más la intensidad de su vibrador mientas sujetaba de las caderas a su amante y le ayudaba con la penetración empujando ella misma con su cadera. Los jadeos y suspiros fueron aumentando de intensidad, hasta que Tamara se dejó caer sobre el pecho de su madre, se fundieron en un húmedo beso mientras Alicia seguía percutiendo el coño de su hija sin prisa pero sin pausa, sin que ésta pudiese hacer mucho más que jadear de gusto. Pero no estaba dispuesta a quedarse así así que mientras su madre le follaba ella comenzó de nuevo con su fetiche por las tetas de su madre, las amasaba como si fuera una pastelera, estrujándolas, lamiendo sus pezones, mordiendo y succionando lo que le provocaba a Alicia continuaos espasmos de placer que reflejaba a su vez en los pellizcos y azotes que propinaba en el culo de su traviesa hija. Debido a la continua vibración Alicia empezó a notar una sensación familiar en su interior, sabía que se estaba acercando al orgasmo y, si conocía bien a su hija, ella tampoco debía andar muy lejos, de hecho, Tamara ya no articulaba palabra alguna, todo lo que salía de su boca no eran más que jadeos y suspiros. En ese momento Alicia supo que había llegado la hora de la traca final. Detuvo el asedio al que estaba sometiendo a su hija, le levantó la cabeza que tenía hundida en sus tetas y apartó el pelo ya le cubría ya la cara para ver el sudoroso y cansado rostro de su hija, que le devolvió la mirada con una sonrisa respirando fuertemente, pero, aunque la mirada mostraba cansancio, había un brillo que seguía pidiendo juego. -Date la vuelta amor mío. Déjame llevarte al paraíso. La cansada sonrisa de Tamara se ensanchó ligeramente mientras respiraba con agitación, sin tomarse siquiera la molestia de apartarse el pelo de la cara, se dio la vuelta hacia los pies de la cama, que daba a la puerta, la cual daba a un corto pasillo con un gran espejo al otro lado desde donde pudo contemplar a ambas, decidida a no perder detalle se colocó en posición perrito apoyada sobre sus antebrazos. La casa estaba a oscuras, la única luz que había provenía de la tenue iluminación de las lámparas de las mesillas de noche. Tamara se vio a sí misma a cuatro patas, sudando, respirando fuertemente, con el pelo revuelto y la cara sucia de sudor, babas y fluidos vaginales y sin olvidar del arnés que aun colgaba de su cintura y que casi tocaba la cama. De la dulce y angelical hija que había recibido a su madre hacía unas pocas horas no quedaba nada. Vio a su madre, escultural, incorporarse de pie en la cama detrás de ella, con su piel y especialmente sus tetas, brillando por el sudor y la humedad. La vio estirarse y echar su melena hacia el lado izquierdo de su cara; sonrió al espejo con malicia, sabía que Tamara no se estaba perdiendo detalle y con el pie acarició levemente su clítoris haciendo que se estremeciese y lanzase un gemido sordo. Alicia se situó de rodillas tras su hija, era su forma preferida para acabar, podía acceder fácilmente a cualquier rincón de su cuerpo, controlándola, y Tamara en cambio solo tenía que centrarse en disfrutar. Alicia se inclinó sobre su hija, apartándole el pelo y besándola suavemente el cuello mientras acariciaba sus costados con las unas provocándole un cosquilleo, continuó besando su espalda mientras hacia abajo mientras le sobaba sus pequeños pechos. Tamara solo podía suspirar y arquear la espalda como respuesta a esos estímulos. Cuando llegó a la parte baja de la espalda, introdujo su mano bajo las piernas, le masajeó suavemente el clítoris lo que provocó que las piernas de Tamara temblasen de la excitación. Alicia subió un nivel más su vibrador, un espasmo recorrió su cuerpo, sabía que no iba a poder aguantar mucho más; coloco el arnés a la entrada de la vagina de su hija y comenzó a meterlo de seguido. Aunque ya estaba más que acostumbrada a la sensación del dildo enterrándose en sí, el cuerpo de Tamara no pudo sino estremecerse de gusto al sentir se nuevo el juguete entrando –mmmmmm- gimió suavemente. Una vez metido, Alicia lo saco lentamente, regodeándose en los suspiros de su hija, que se agarraba fuertemente a las sabanas y, una vez fuera, tomo aire y lo enterró de un solo golpe hasta el final lo que hizo que Tamara se paralizase y diese un grito el cual antes de acabar ya era un jadeo de placer a pesar de la lagrimas que corrían por sus mejillas. - ¡AAAAGGGHHH! ......¡Aagh!¡AAAHH! -Uffff, ya no eres tan chulita ¿eh? Te voy a follar…mmmmm…siii… ¡te voy a joder hasta que no puedas más! -Dijo en respuesta a las dos embestidas sorpresa que le había dado ella. Alicia suspiro satisfecha de la clavada y alargo la mano hacia la mesilla de noche donde extrajo otro cigarrillo de la cajetilla, mientras lo encendía e inhalaba pausadamente Tamara había empezado ella misma a follarse lentamente gimiendo cada vez que se enterraba la polla. Su madre exhalo y, con una sonrisa perversa puso su vibrador al máximo que le hizo sentir un intenso impulso eléctrico en su interior, agarró a su hija de las caderas y empezó a bombear con fuerza, sacando y metiendo la polla de látex en su totalidad, ignorando los jadeos de su hija que no era capaz ya de articular palabra tales eran las sensaciones que le recorrían. Alicia aumento el ritmo acorde a su propio estado de excitación, nalgeando a su jadeante potrilla mientras daba profundas clavadas inmersa en sus propias sensaciones. Mientras su hija no cesaba de gemir y rogar. - ¡Toma! ...mmmm. ¿te gusta? ¿eh?... siii… esto te gusta… vamos pequeña… correte…correte para mami…uuuffff -Ah…ah…ma…mamá…pfff…por …favor. AAGGHH. ¡Ay!, aahhhh ¡ay! Repentinamente sintió la familiar sensación de la inmediatez de orgasmo que venía desbocado y sin frenos, apretando el cigarrillo con los labios agarro a su hija con una mano por la cintura y la otra le recogió el pelo en una coleta de la cual tiró como si fuesen las riendas provocándole a Tamara un repentino tirón -Ahhh... AAAAAAYYYYYY…AAHHGG...NOOOO…AAAYYYY- Gritó grito en medio de los jadeos mientras su madre ya la perforaba sin piedad alguna. Ambas hembras estaban desbocadas notando como el orgasmo llenaba sus sentidos dando ambas un grito de máximo placer. Alicia arqueo su espalda en una última embestida de cadera contra su hija, estoy hizo que el tirón del pelo fuese más acentuado lo que arrancó un mayor grito de su hija, no supo si por el tirón o por el tremendo orgasmo que le hizo poner los ojos en blanco. Alicia soltó del pelo a su hija mientras se dejaba caer sentada en el respaldo de la cama cansada y aturdida por el orgasmo; observó cómo Tamara aún permaneció a cuatro patas un instante antes de derrumbarse como un peso muerto de puro agotamiento, totalmente derrotada. Mientras Alicia apuraba su cigarrillo con gran placer, se entretenía pasando los dedos por la polla recogiendo los fluidos vaginales de su hija y llevándolo a su boca, saboreándolos distraídamente. Miró a su hija cuyas piernas aún se estremecían débilmente del reciente orgasmo, y pudo ver su vagina aun expulsando flujo, con una mirada divertida jugueteo con ella usándolos dedos de sus pies haciendo que la inconsciente Tamara soltase un pequeño gemido. Al sentir humedad en las sabanas bajo su pie empujo suavemente a su hija para apartarla y no pudo menos que reír: -Sera zorrita la niña, mira como lo ha dejado todo. - Se dijo a si misma Efectivamente, el intenso orgasmo sufrido por Tamara había provocado que literalmente se corriera a chorros dejando todas las sabanas bajo ella empapadas. Dio la última calada a su cigarrillo, lo apagó en el cenicero, se incorporó se dirigió al baño estirándose mientras exhalaba el humo antes de darse una nueva ducha. Mientras tanto dejaría a su hija recuperarse tranquilamente, se lo había ganado. Cuando Alicia volvió a salir del baño su hija seguía en la misma postura en la que había caído, la pobre había sido vencida por el sueño. Sonriendo amorosamente, le dio un tierno beso en la cabeza y se dirigió al salón mientras Tamara murmuraba algo ininteligible en sueños. Tumbada en el sofá y bebiendo un gin tonic, Alicia se percató de una lucecita en su móvil, evidentemente un mensaje, abrió el whatsapp y vio que era un mensaje de su amiga Raquel, le había escrito hacía una media hora aproximadamente así que si le contestaba ahora posiblemente aun obtuviera respuesta. Raquel Alí, amor!!! que tal todo? 23:42 ¡Hola! Perdona, estaba con Tamara Que he llegado reventada y me estaba ayudando a “relajarme” jejeje 00:12 Raquel Si, si ayudando jajaja ¿qué? ¿cómo ha ido? 00:13 Ufff, bestial, de hecho, aún está tirada en la cama, se ha portado muy bien Pero necesitaba desahogar tanto estrés 00:16 Raquel Jajaja, conociéndote a ti la pobre ha debido quedar agotada Oye, pues justo de eso quería hablar contigo ¿Quieres venirte mañana? Estará Susana, y ya sabes lo que le gustan tus atenciones (guiño, guiño) 00:20 Mmmmm, de acuerdo. ¿a la hora de comer? 00:22 Raquel ¡Sí, claro! Tu vente y ya nos lo pasamos bien las tres. ¡Te esperamos!! Bssss 00:23 Bsss! Y a Susana también 00:25 Justo en ese momento, oyó un ruido, levantó la vista y vio a su hija aparecer en el salón con un aspecto de puro agotamiento, iba con el pelo totalmente revuelto, arrastrando penosamente los pies y de hecho aún llevaba puesto el cinturón de arnés, hecho del cual no parecía haberse percatado. - Hombre! ¡Por fin te levantas! ¿te vas ya a dormir? - ¿mmm? - respondió cansadamente. –Si…si, me ducho y… y me voy ya…estoy reventada- murmuró. -Buenas noches amor. Ven dale a mami un beso. - Tamara se acercó a su madre que le dio un tierno piquito en los labios antes de dejarla marchar. Tamara se alejó hacia su habitación arrastrando los pies. –Parece un zombi. - Se dijo a si misma mientras reía para sus adentros. Al poco oyó el sonido de la ducha del cuarto de su hija. Ella estaba cansada también y quería descansar, pues mañana le esperaba un día intenso también, satisfactorio, pero intenso. Terminó su copa y se dirigió a su habitación, retiró todas las sábanas las cuales arrojó a un lado de la habitación, ya lo recogería mañana. Sacó un juego nuevo de sábanas, pero como era inicios de verano y la temperatura era agradable, únicamente puso la funda del colchón. Antes de acostarse se acercó a la habitación de su hija, pues la luz seguía encendida y lo que vio la enterneció. Tamara estaba tumbada boca abajo a plomo, sobre la colcha de su cama; la pobre debía estar tan cansada que había gastado sus últimas fuerzas en secarse de la ducha y dirigirse a la cama donde se dejó caer rendida en los brazos de Morfeo. Alicia apagó la luz y le arrojó un beso desde la puerta. -Buenas noches tesoro, que descanses.

Autor: Drago Categoría: Incesto

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OBLIGUE A AMI HIJO QUE ME ROMPIERA MI CULO VIRGEN

2019-08-26


Hola me llamo Alicia, estoy casada y tenemos un solo hijo porque mi marido quiso tener un solo hijo, porque no queria mucho gasto y mi hijo se llama Mario cuando tenia 18 años y el tenia una novia casi todos los dias iba a mi casa para solo cojer con mi hijo y yo me enojada, le decia a mi esposo que no me gustaba esa chica para mi hijo y mi esposo en es momento me decia _ querida vos siempre nunca te gustaron las novias y las amigas de nestro hijo y una noche escuchaba a mi hijo como cojia con su novia y yo me levante y vi por primer ves a mi hijo Mario como la cojia a su novia el estasentado en el sillon y ella estaba sentada ensima de el y mi hijo la estaba cojiendola a su novia por el culo y cuando mario le saco su pija del culo de ella se la pone en su boca y tira su semen en su boca de puta reventara y ella se lo trago toda y yo al ver semejante pija de mi hijo me excite era mas grande y gruesa que de mi marido y despues me fui a mi cuarto a acostarme con mi marido y no pude dormir por ecuchar como mi hijo la cojia y hacia gosar a su novia y yo me masturbarba pensando en la verga de mi hijo. Al otro dia mi marido se fue al trabajo temprano y mi hijo estaba durmiendo con ella su novia y me fui al cuarto de mi hijo entro y mi hijo me dice - que haces mama - y ello seguian cojiendo y le gritos a los dos - yo ya me canse que ello solo que haces es cojer y no estudiar y que se valla esa puta de mi casa y no la quiero que nunca venga a mi casa y nunca la veo a mi hijo y yo la acompañe a la puta y luego de echarla a ella puta me fui directo al cuarto de mi hijo le dije - hijo esto lo ise por tu bien no quiero que una puta cualquiera que te use y me reponde - mama con cual mujer voy a cojer y sea mi mujer _ yo le respondo - conmigo amor yo sere esa mujer que vas a cojer toda tu vida y le aterra mi respuesta - mama eso no puede ser soy tu hijo - si lo se sos mi hijo yo ya me canse de escuchar como cojes con tus novias o cuando trae a tus putas yo hace 18 años que no tengo sexo con tu padre ni con nadie solo vivi para vos que tenga todo los mejor _ y mi hijo al escuchar mi confecion el me contuvo mi llanto con un abraso y un beso en mi boca yo e es momento tenia 38 años y el me dise _ mamita veni con tu hijo te va hacer mujer otra vez _ y el lo iso e besaba mi boca mi cuello y asta mis pechos y me llegaron mis primer orgamos hace tanto tiempo que no sentia nada y germia como una puta en selo y ello asta mi concha y empezo a chupamela mi concha y me igo gosar tanto que acabe en cara y yo le dije con verguenza - ayy mi amor perdon no me aguante hace tiempo que alguien me hace gosar y merio me empies a cojerme por mi concha con tanta velocidad y violencia y yo gritaba - aaaayyayayayymarito haceme tuya no pare segui asi haceme gosar como tus putas y haci tuvimos cojiendo tada la mañana y cuando mi marido volvio a casa y mariodo se tuvo que ir enseguida porque el jefe de el deijo que tenia que ir a otro pais para hacer unos negocio y mi marido se fue y otra vez se fue mi marido y devuelta iva a cojer con mi hijo mario y mi hijo se fue al colegio y le dise a su puta novia no podia verse nunca mas porque mi mama no quiera verla en mi casa y despues que mario se pelio con esa y s fue a mi casa y el estaba muy triste por la rotura y se sento en el sillon y yo fui donde estaba el y le dije _amor estabien quue te separe de esa puta y voy a hacer algo que te va a centir mucho mejor y te gusta mucho y yo me puse de rorilla y saque su verga y empese chupar su rica larga y gruesa verga que tanto ne gusta y chupaba su cabeza de la verga y todo su tronco y me metia sus dos huevo por unos segundo y jugaba con sus huevo con mi lengua dentro de mi boca y haci tuve como 4 horas chupando su verga y el me lenvanto me dise no mama no estoy enojado por mi ex novia - estoy enojado por mi papapor no cojer con vos porque sos muy hermosa y demasiada sexy con tu culo hermoso _: y yo le dije - enserio mario me desi que tengo un hemoso culo y soy bella - y mecontesta si mama y yo fuera papa te daria 100 hijos si eran nesesario _ y yo con esa palabras me emociono y le digo amor grasia por tu palabras yo esta noche te tengo una sorpresay yo esa tarde me fui a un sexshop y me compre un conjuntiti muy sexy y la esperaba en mi cuarto y llamo - amor mario venis urgente y el vien rapido y me ve en 4 y mostrando mi culo virgen y le digo - mario aca tene tu regalo mi culo solo para vos - y el se para y me dise mama que es esto no puedo cojer por tu culo te puedo hacerte daño mi verga es muy grade - y yo estaba enojada y le digo y obligando que me rompa el culo mario veni para aca me rompe el culo o le doy mi culo a tu padre o cualquier veni o no te doy mi cuerpo -y eso se puso como loco y vino y me puso su cabeza en la entrada de mi culo y le digo - mario hacelo aora rompeme el culo a tu madre - y agare un pomo de haceite lubricante en mi culo y mi hijo vio el pomo y me lo quita y me dise mama esto no lo nesecito si te pone el hacite nos los mismo - y mario me puso la cabeza de su verga en solo embertida me la puso asta el fondo de mi cuo virgen y yo grite tan fuerte y germia como una perra en selo - aaayyyymarito me la pusite de usa ves ayyayybebe segui asi que me gusta mucho no pare porfavor no pare segui rompiendo el culo de tu madre y asi lo iso me sigio cojiendo por mi culo y acababa adentro de mi culo del dolor aterrdor paso a puro plaser y goso y el me segui cojiendo por mi culo ya roto y cuanda acaba dentro de mi culo el no me la sababa y porque eltiene un plana para que gose mas el medeja su verga en mi culo tada la noche y asi dormi todo el dia con la pija de mi hijo adentro mio y cuando yo estaba dormida y el se despierta y aprovecha de cojerme cuando yo dormia y cuando me despierto mientra mario me coje por mi culo y yo le digo buen dia mi amor como dormiste bien esta noche y el me saca su verga de mi culo me pone su verga en mi boca y trage toda su leche y me pone 3 dedos en mi culo mamita apreta los cachete de tu culo y lo ise asi y trague toda su leche de su verga y el despue trajo una jarra de la cosina y me dis mama abri tu nalg y abri mis nalga y de ay salio su leche en mi culo ya abrierto y el me dise mama aca tenes tu desajuno esleche con chocolate era la leche de su verga mesclaro algo de caca de mi culo apar mi me dio algo de asco y ise caso a mi hijo bueno si mi hijo queire que tome eso lo ago porque me quiere y me ama y lo trague todo el contenido de la jarra y terminamos muy cansados los dos y al medio dia yo estaba por cosinar el almuerso y el viene del colegio y yo estaba con un vestido trasparente y muy sexual y me puse sin tanga ni corpiño cuando mario llego a casa y me ve muy sexual y muy putay me pregunta mama que haces y yo le respondo la comida arroz con milanesa y me dise mama yo quiero esto me agaro me corio mi culo para atras y me penetro en mi culo devuelta y yo gritaba ayyayymario si quere comer esto dale bebe te preparo esto para almuerso cena y postre y me segui cojiendo como su mujer y tu puta asta que vino mi esposo . y cuando vino mi marido y yo le pregunto a mi mariod que queria tener otro hijo como mario y el se nego de tener otro hijo y unos dias le pdio el divorcio y pasaron vario mese asta que me divorcie mientra yo esta divorciando de mi ex y yo seguia cojiendo con mario mi hijo mi amante cuando me divorcia de mi ex mario me pregunte porque me divorcia del padre por dos rasones -1 yo encontre a un hombre que cojer tanto como una uta y me hace muy feliz y me hace toda mis fantacia y le entregue a mi culo virgen . 2 yo le padi de tener otro hijo y el no quiso tener otro hijo - y mario me dsi - mamita si el no quiso darte otro hijo no te precupe yo voy a darte ese hijo que buscas tanto y muchos mas y con mi hijo mario me dijo eso me iso tan feliz y ese momento empesamos a buscar un bebe y cojamos cuando queriamos y donde sea en la casa en patio , o una plaza o playa cuando nos daba las ganas y siempre le doy mi culo a mi hijo y un fin de semana me cojio tanto si sacarla de mi concha y asta que quere embarazada de mi hijo y nos fuimos a otra provincia y nos compramo una casa alado de un lago aprovechamos para cojer en todos los lados del lugar podriamos ir desdudo y nadie nos ves y cojemos encada lado y voy a dar mi segundo hijo y el primer hijo de mi hijo. Pero les voy a dar un consejo a la mujeres que no tiene sexo con su pareja, aproveche de cojer con su hijo es el mejor amante, de seguro que el no las vas a engañar y dejarlas, y primero divorciese de su marido.

Autor: Anónimo Categoría: Incesto

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Mi hijo, mi cuidador 3

2019-08-26


Me llevo una gran sorpresa cuando mi hijo por fin toma el control. Por la mañana me desperté ya cachonda. Había estado soñando con Carlos y su inmensa polla follando mi culo. Me desperté muy frustrada. Cualquier otro día me habría masturbado como una loca con ese calentón pero allí estaba, impedida con aquellas jodidas vendas. Llamé a David para que me ayudara a levantarme. Por supuesto podía levantarme sola con un poco de esfuerzo, pero deseaba el contacto de un hombre y además seguía en tanga y necesitaba unos pantalones. David apareció por la puerta y me ayudo a levantar. Le dije el pantalón que quería que me pusiera. - Prefiero que te quedes asi mamá. Además hoy va a hacer calor y seguro que estás más cómoda. Me puso una mano en la nuca y empezó a besarme como la noche anterior. Cuando el beso terminó, me dijo que iba a prepararme el desayuno. Joder, mi hijo no sabía lo que acababa de hacer. Yo sólo pensaba en llamarlo y tumbarme en la cama con las piernas abiertas y pedirle que me follara. Pero me gustaba el morbo que me producía el que él fuera llevando el mando de la situación. Antes de seguirle pensé que podría hacer algo de trampa sobre mi propia norma. Llegué a la cocina y estaba de pie en la encimera untando mantequilla en el pan tostado. Me acerqué por detrás y pegué mis tetas en su espalda y apoyé mi barbilla en su hombro fingiendo un interés exagerado en lo que hacía. Miré hacia abajo pero no aprecié que estuviera empalmado. Me di la vuelta y vi una revista en la mesa de la cocina. Fui y me apoyé con cuidado con los codos echando el cuerpo hacia adelante y dejando mi culo en tanga bien levantado y moviéndolo de lado a lado. Ni un minuto después noté la mano de David sobre él. - ¿Que haces David?- Le dije sensualemnte mientras sonreía por mi futuro orgasmo. - Tienes un culo genial con este tanga mamá. Por fin un piropo. No recordaba haber recibido ninguno en los dos días anteriores. Me emocioné al pensar que mi hijo se iba soltando. - ¿Si, te gusta? - Me gusta mucho.- Me respondía mientras seguía manoseándome.- Mamá me apetece mucho repetir lo de anoche. - ¿Ah si?¿El qué?- Quería que me lo dijera, que se excitara muchísimo. - Ya sabes... - No lo sé, no me acuerdo... - Quiero que me masturbes con los pies. Sonreí satisfecha. Aunque quería correrme yo. - ¿Pero aquí como lo hacemos si no puedo tumbarme? A lo mejor podemos hacer otra cosa sin tener que perder tiempo en ir a la habitación.- Le dije con mi mejor voz de puta esperando que me bajara el tanga y me follara allí mismo. - Bueno, ven siéntate en la silla. Metió las manos bajo mi cuerpo y me cogió las tetas pegando su dura polla a mi culo. Me ayudó a incorporarme, retiró una silla y me senté intrigada. Se puso delante de mi y se bajó los pantalones dejando su polla a la vista. Metió una mano por mi escote y me sacó las tetas fuera una a una. Yo estaba ya empapada esperando lo que fuera a pasar. Me puso una mano en la nuca y con la otra se sujetó la polla y empezó a dirigirla a mi boca. "Coño, que mal me ha salido la jugada" Pensé mientras abría la boca y empezaba a hacerle mi primera mamada a mi hijo pequeño y él a disfrutar de su primera mamada en su vida. Notaba el coño vibrar de pura excitación mientras saboreaba la polla de David. Empecé a mamársela despacio, jugueteando con mi lengua en su cipote. Poco después empecé a clavármela hasta el fondo acompañada por la mano de mi hijo en mi nuca. Él enseguida soltó su polla y agarró mi teta. Al rato dejé de mover mi cabeza esperando su reacción y muy complacida empezó a mover sus caderas haciendo que su polla casi saliera del todo y volver a metérmela hasta la garganta. Desde luego se estaba estrenando con una mamadora de primera. Siempre me ha gustado hacer mamadas desde que tuve mi primer novio y me consideraba una buena mamadora. Hasta que conocí a Carlos. Cuando me enfrenté a esa polla tan grande y gorda me sentí muy torpe. Con él aprendí a relajar la garganta y a dejarme follar la boca. Ni de coña con Carlos podía hacer como con David, dejar que me la metiera hasta que sus huevos chocaban con mi barbilla. Pero tratándose de Carlos ya era un logro meterme todo lo que me metía. Al rato, David ya me follaba la boca mucho más rápido. Yo miraba hacia arriba para ver su expresión. Mi amado hijo estaba extasiado con la esperiencia. Siguió follándome la boca hasta que me anunció que se iba a correr. Yo quise sacarla para preguntarle dónde quería correrse, pero mi hijo me había puesto las dos manos en la cabeza y empezó a embestirme demasiado fuerte. Cerré los ojos y aguanté la follada que me estaba dando hasta que la sacó hasta casi dejarla en la entrada de mi boca y empezó a correrse dentro. He de decir que no me agrada mucho tragar semen y mi hijo me estaba llenando la boca. Notaba como se me escurría un reguero de lefa caliente por la comisura de los labios. Cuando terminó de descargar sacó la polla de mi boca y yo aproveché para escupir en el suelo una buena cantidad y tragarme los restos que habían quedado en mi boca. - Oh, perdón mamá.- Me dijo cuando vio que escupía el semen. - No te preocupes cielo. Me ha gustado que te corras en mi boca pero no me gusta tragármelo. - Voy a por una toallita para limpiarme y recojo todo esto. Quise decirle que no. Que ahora me tocaba a mi. Pero me gustaba demasiado este juego de ver que pasaba. Este juego de ver los pasos que iba dando el inexperto de mi hijo. Estaba con una excitación mortal, viendo a mi hijo limpiar su corrida del suelo y deseé más que nunca tener sanas las manos para masturbarme delante suya. Cerré los ojos y empecé a frotar mis muslos mientras recordaba el sabor de la polla de David esperando sentir algo de placer, pero nada. Cuando dejé de hacerlo y los abrí, mi hijo estaba mirándome fijamente. Se acercó a mi y me cogió para levantarme de la silla. Se agachó delante de mi y me bajó el tanga. Joder, ya estaba de nuevo cachonda deseando ver que quería hacerme. Se puso de pie y me apoyó el culo en la mesa. Entonces empezó a meterme la lengua en la boca, notando el sabor de su polla de mi lengua, mientras empezaba a acariciarme el coño. Joder, yo quería que diera el paso y me follara pero él no debía atreverse a llegar tan lejos conmigo por ser su madre. Mi coño estaba empapado y yo me ponía más caliente de escuchar los chapoteos que producían los dedos de mi hijo follándome con rapidez. Dejó de besarme y agarró una de mis tetas con la mano libre y empezó a chupármela con ansia. Joder, que ganas tenía de acariciarle el pelo mientras me lo hacía. Eché la cabeza hacia atrás y empecé a notar como me llegaba el orgasmo. Mi hijo siguió follándome duro con sus dedos y mamando de mis tetas cuando empecé a correrme mientras gritaba y mis muslos temblaban de puro placer. Me llevé una buena sorpresa al ver como David sacaba sus dos dedos de mi coño empapados en mi corrida y me los acercaba a la boca. Imagino que era algo que habría visto en algún video porno. Abrí la boca mirándole a los ojos y empecé a lamer y a mamar sus dedos como si fuera una polla sin apartar mi mirada de la suya. Después me senté de nuevo en la silla, él me sirvio un café algo frío con una pajita y se fue de la cocina. Al volver me volvió a meter las tetas en la camiseta y se sentó conmigo para darme la tostada. Desnuda de cintura para abajo iba dando bocados del pan que mi hijo me ofrecía. - Mamá.- Me dijo de repente.- Creo que quiero hablar de esto que hacemos. No se si está bien y además siento como que me aprovecho de la situación. Empecé a tragarme la tostada lo más rápido que podía para que no siguiera. - Ya hablaremos si quieres cuando me quiten las vendas. No pienses que hacemos nada malo. Ya somos mayores y sabemos perfectamente lo que hacemos. Y que ni se te pase por la cabeza pensar que te aprovechas de mi, no hacemos nada que yo no disfrute hacer. - Vale mamá, como digas.- Me respondió algo más animado. Pasamos un día un poco raro. Mi hijo no hizo amago de volver a ponerme el tanga y yo no dije nada. Me pasé el día con el coño al aire disfrutando abriéndome de piernas cuando pasaba por delante de mi mientras estaba en el sofá del salón. De pronto me pregunté que pasaría si viniera alguiena verme, algún amigo/a o compañero/a de trabajo. Entonces me acordé del móvil. Al no poder usar las manos, desde el primer día casi ni me acordaba del teléfono. Llamé a David y le dije que buscara entre los cojines del sofá que la última vez que lo usé lo dejé caer y se me olvidó por completo. David buscó en el sofá hasta que lo sacó. No se porqué estaba un poco nervioso. Sería de tenerme allí medio desnuda. - Marca el código y mira si tengo llamadas perdidas o mensajes de wassap. - Tienes un montón de conversaciones de wassap y muchas llamadas perdidas. Diez llamadas perdidas de Verónica mamá. - Madre mia, Verónica- Verónica era mi mejor amiga desde hacía muchos años.- Anda, marca y acércame el móvil. David le dio a llamar y me sujetaba el móvil en mi oido. Mientras escuchaba el tono pensé que iba a hablar con mi amiga con una camiseta sin sujetador, sin pantalones y sin bragas, con el coñito a la vista, mientras mi hijo estaba a mi lado sujetándome el teléfono. No pude evitar que se me endurecieran los pezones. -"Hola Elena" - Hola Vero. Perdóname, me he sentido súper mal cuando he visto las llamadas. Estos putos analgésicos me tienen atontada. - "Estaba muy preocupada cariño. Me contaron lo de Victoria y que a tí también te tuvieron que operar. Y nadie contestaba al teléfono..y, pues eso, me asusté..." - No, tranquila. Ya te digo los análgesicos. Además lo que me pasó es que me quemé las manos intentando apagar a Victoria, pero ya estoy mucho mejor. - "¿Pero cómo es que te tuvieron que operar?¿Tan grave fue?" - Bueno, algunas zonas si quedaron más dañadas y me tuvieron que mmmm... - "¿Que te pasa?" Miré a mi hijo con la boca entreabierta en un gesto de placer. David me había metido un dedo en el coño de golpe. Me había hecho un poco de daño al no estar preparada, pero joder como me gustaba que me sorprendiera. - "¿Elena?" - No, nada Vero. Es que a veces me duelen las manos cuando se va pasando el efecto de las medicinas.- Respondí mientras me reclinaba y David seguía jugando con sus dedos en mi coño. - "Me estabas diciendo lo que te hicieron en la operación" - Ah eso, pues que en algunas zonas tenía mas daños y me tuvieron que hacer unos injertos de piel. Ahora voy con vendas en las manos durante una semana, pero me han dicho que apenas se notarán. - "¿Y cómo me estás llamando?" - Está aquí mi hijo David sujetándome el móvil. Se está portando muy bien, siempre que puede me echa una mano.- Dije mirando a mi hijo a los ojos con una sonrisa en los labios y después retiraba la cara del móvil para soltar un pequeño gemido cuando David metió sus dos dedos hasta el fondo debido a mis palabras. - "Que bueno es tu hijo" - Si que lo es. Oye Vero, te tengo que dejar. ¿Podrías avisar a las demás de lo que ha pasado? No tengo ganas de hablar con todas las que me llaman. - "Claro no te preocupes. Cuidate nena. Un beso" Le hice un gesto a David con la cabeza y pulsó en botón de fin de llamada. - Joder David. Como me ha puesto esta situación. Mi hijo sacó los dedos de mi coño y volvió a metérmelos en la boca. Se notaba que era un fetiche que le ponía mucho. Ver como saboreaba mis flujos. Después me dio un apretón en la teta, se levantó y me ayudó a levantar. - Vamos a la habitación.- Me dijo escuétamente. Le seguí por el pasillo pensando que por fin iba a follarme. Me terminó de desnudar y me ayudó a tumbarme en la cama. Luego me quedé allí mirando totalmente cachonda cómo se desnudaba él. - ¿Tienes preservativos?- Me preguntó timidamente. - No los necesitas. Mi hijo se emocionó al escucharme. Fue subiendo por la cama sobre mi cuerpo. Se detuvo un poco para acariciarme mi húmedo y coño y luego se entretuvo lamiendo y mamando de mis tetas. Terminó de echarse sobre mi comiéndome la boca y restregando su dura polla por mi entrepierna. Se incorporó un poco y se agarró la polla con la mano. Yo me abrí de piernas y miré entre nuestros cuerpos viendo como David pasaba su polla sobre mi. Parecía que no sabía como debía de metérmela y yo no disponía de manos para guiarle. Me ponía muy cachonda ser la profesora sexual de alguien por primera vez en mi vida. Y me volvía loca que fuera con mi amado hijo. - Déjala ahí pero no la sueltes. Eso es. Ahora ve bajando poco a poco. Ahí, justo ahí. ¿Notas lo caliente y mojado que está? Ahora empuja un poco. ¿Lo notas? - Aaaahh, si mamá. Joder que placer. - Muy bien mi amor. Ya puede soltarla. Ve empujando poco a poco hasta que entre entera. David se fue dejando caer sobre mi hasta que enterró su polla dentro del todo. Empezó a besarme mientras movía tímidamente las caderas. - Eso es cielo, muy bien. Ahora apóyate con las manos y empieza a sacarla y meterla. Mi hijo siguió mis instrucciones. Me encantaba ver su cara cada vez que su polla volvía a meterse entera en mi coño. - Mmmm asi David. Más rápido ahora cariño, fóllame más fuerte. Empezó a follarme más rápido. Mi hijo gemía una barbaridad y cada vez me embestía con más fuerza. Me moría por agarrar su culo canijo y clavarle las uñas mientras me follaba. Fueron como diez embestidas a ese nivel cuando empezó a jadear con fuerza y noté como se me llenaba el coño del semen caliente de mi pequeño. David se echó a un lado jadeando pasando su polla por mi muslo. - Joder mamá, que bueno.- Me dijo abrazado a mi tumbado de costado con una mano en mi teta. -¿Te ha gustado cielo?¿Has gozado? - Mucho mamá. ha sido el mejor momento de mi vida. Sonreí al escucharlo. - ¿Y tú mamá?¿Te has corrido? - No cielo, ha sido muy rápido para mi. Pero no te preocupes, es normal en las primeras veces de un chico. - Vaya lo siento. - No pasa nada. Acariciáme ahí abajo y vuelve a follarme cuando estés listo. Mi hijo empezó a meterme los dedos en el coño y a masajearse la polla. De repnte sacó los dedos y los sostuvo en alto mirándolos. Tenía restos de su semen en ellos. - Jajaja, claro cariño, ha debido de ser una corrida muy abundante por lo que he sentido. ¿Qué pasa, te da asco? - No, que va. De hecho me pone.- Me dijo un tanto avergonzado. Miré hacia su polla y la vi tiesa y dura como si no me hubiera follado aún. David me acercó los dedos a la boca esta vez más timidamente y tuve que acercar la cabeza para chupárselos. Mi hijo se masturbaba rápidamente mientras me veía hacerlo. - Tranquilo David. Deja de masturbarte un rato. Esta vez quiero que me dures. Me hizo caso y soltó su polla mientras volvía a meterme los dedos. Solté un gruñido porque mi hijo me metía los dedos lo más profundo que podía esperando encontrar más semen. - Vamos, fóllame de nuevo. Estoy a punto. Quiero correrme con tu polla dentro. David tardó un segundo en volver a subir encima de mi. Esta vez se agarró la polla y me la metió de un empujón a la primera. Joder que rápido aprendía este niño. Empezó a follarme muy fuerte esta vez desde el principio. Yo ya estaba muy cachonda por la situación, la follada de antes y la paja que me había estado haciendo. - Eso es joder...sigue así...fóllame cielo, fóllame... agárrame de las tetas. Empecé a mover mis caderas con su polla dentro para darme más placer y pronto empecé a notar como llegaba el orgasmo. - Ohh joder, si David...Voy a correrme!...vamos fóllame más fuerte...vas a hacer que mami se corra amor...vas a hacerlo... me corro. me corroooo... Y empecé a gritar como una perra mientras la polla de mi hijo me machacaba el coño, mis piernas temblaban y mi coñito empezaba a expulsar flujos por la corrida. Seguí abierta de piernas y jadeando con mi hijo encima mientras seguía follándome. - Vamos cielo, córrete de nuevo...joder que bueno ha sido...como me has dejado...vamos córrete... - Ooh mamá...voy a correrme ya...voy a correrme...quiero correrme encima de ti... - Córrete donde tú quieras mi amor...haz lo que quieras conmigo... Me dio un par de embestidas más, ssacó su polla y se quedó de rodillas frente a mi. Se sacudió la polla varias veces mientras jadeaba y empezó a correrse sobre mi coño abierto y mi abdomen. Era su tercera corrida del día y no salió mucho. Seguro que la próxima vez se corría sobre mi en la primera para ver como me llenaba. Se sacudió hasta la última gota y se desplomó a mi lado. - Mmmm, cariño ahora has estado muy bien, mi amor, mi pequeño. - Mamá ¿Por qué dejas que te haga todo esto?- me preguntó sin mirarme. - David mírame. Subió la mirada con miedo hasta encontrarse con la mia. - Yo se que nunca te he hablado de mi vida sexual. Tú sabes lo que pasó con tu padre y porqué nos divorciamos. Me gusta el sexo cariño, es asi. No creo que sea ninfómana. Incluso fui a ver a un piscólogo y me dijo que mi comportamiento no era extraordinario. En cuanto a porque estoy dejando que pase lo que está pasando. Pues el primer día dejé que me masturbaras en la ducha porque llevaba un tiempo sin poder hacerlo y con las manos asi decidí aprovechar. Además eras tú el que estuviste durante el día recreándote con mi cuerpo y el que en la ducha empezó a pasar el lateral de su mano por mi coño.- David se movió inquieto.- No, no es un reproche. Yo te quiero muchísimo y la verdad es que me gusta tu cuerpo. Estoy disfrutando mucho estos días. Pensaba esperar a que me quitaran las vendas para hablar contigo pero ya que hemos empezado...¿Tú te sientes mal después de hacer estas cosas con tu madre? David tragó saliva. - La primera noche después de meterte en la cama, me masturbé pensando en como te había masturbado y en tu cuerpo desnudo. Luego me sentí muy mal por haberle hecho eso a mi madre y además por haberme masturbado pensando en ti. Luego al día siguiente estaba convencido de parar, pero sólo pensaba en volver a tenerte desnuda en la ducha. Pero ya con lo que pasó anoche con la paja y lo que hemos hecho hoy... Es que no se, es como si no pudiera pensar ni contenerme y luego me siento fatal. - Pero David no te sientas mal. Yo también me sorpendí al principio y le di vueltas a lo que había pasado contigo. Pero no pasa nada. A mi me gusta esto que tenemos, me encanta sentir como me deseas. El problema lo tiene la moralidad de la sociedad no nosotros. Y nadie se va a enterar nunca de esto ¿verdad? - No, claro que no mamá- dijo David muy nervioso.- Ni se me ocurriría. - Eso está bien. Pues a mi me gustaría seguir con esto que tenemos. Me ha encantado que me hicieras el amor. Vete a dormir y piensa en todo esto y ya mañana me dices si quieres seguir siendo mi amante. Yo no quiero presionarte para nada. Me empezó a besar en la boca y se levantó de la cama con una sonrisa en los labios. - Oye David.- Le dije cuando estaba a punto de salir por la puerta. - ¿Si? - ¿Insististe tanto en no tener enfermera para poder tenerme a tu merced? Se puso un poco colorado. - Si mamá. Ya hace tiempo que te deseaba. - Te quiero hijo.- sonreí satisfecha.- Ponte el despertador que mañana tenemos que ir al hospital para cambiarme las vendas y curarme los injertos. - Si mamá, ya lo tenía puesto. Yo también te quiero. Buenas noches. Cerré los ojos para dormir cuando caí en la cuenta de que nos habíamos olvidado completamente de que estaba desnuda. Al menos yo me había olvidado, ya no estaba segura de lo que pasaba por la mente de mi hijo pequeño. A la mañana siguiente David vino a despertarme. Había dormido muy agusto esa noche. Me ayudó a levantarme diciéndome que tenía que ducharme antes de irnos. Me agarró mi culo desnudo con las dos manos y empezó a comerme la boca mientras notaba su polla erecta dentro de su pantalón chocando con mi coño desnudo. Parece que mi hijo había decidido que no tenía nada de malo seguir siendo mi amante. Luego nos fuimos a la ducha y se desnudó para ducharse conmigo. Fue una ducha rápida, con algunos sobeteos de mi hijo por mi cuerpo desnudo y poco más. Luego me llevó a la habitación a vestirme. Yo ya no le decía nada. Él me tocaba cuando quería, me besaba cuando quería y me vestía como quería. Me reí al ver lo que me había preparado. Una camiseta de tirantes con un buen escote y una falda muy ligera a juego. Luego llamó a un taxi y nos fuimos al hospital. Cuando llegó mi turno, David me dijo que entrara sola que él tenía que hacer una cosa. La consulta fue bastante bien. Me asusté un poco cuando retiraron las vendas pero me cirujano me dijo que no pasaba nada, que estaba curando muy bien. Luego un enfermero bastante mono me aplicó una crema por las manos mientras veía sus ojos desviarse hacia mi escote. Volvieron a vendarme y me dijeron que en tres días ya podrían quitarme las vendas. Al salir me encontré a David esperándome en el pasillo. Me preguntó cómo había ido y que me habían dicho y yo se lo conté todo con una gran sonrisa en mi cara, estaba más feliz que en mucho tiempo. David me puso una mano en la espalda y empezamos a andar mientras seguía hablándole. Cuando me quise dar cuenta no sabía donde estábamos, no habíamos entrado por allí. - ¿David? - He estado investigando un poco el hospital. Tú ven conmigo. Seguimos por otro pasillo y cogimos un ascensor. Pulsó el botón más bajo y salimos a un aparcamiento subterráneo. Avanzamos un poco más y abrió otra puerta. Estábamos en las escaleras que daban al subterráneo. David cerró la puerta y sin decir nada empezó a comerme la boca mientras me bajaba los tirantes y me sacaba las tetas con cuidado de no rozarme las manos. Me daba un poco de miedo y de morbo hacer eso allí con él, pero me dejé hacer como siempre. Magreó mis tetas un instante y me hizo dar la vuelta. Me ayudó a apoyar los brazos en la barandilla de las escaleras y noté como me bajaba las bragas hasta las rodillas. Luego me subió la falda y solté un gemido al notar su cipote restregarse contra mi coño. - Mmmm David, ¿aquí? - Si, aquí. Empecé a mojarme muy rápidamente. Mi hijo pequeño empezó a meterme la polla despacio hasta que la tuvo toda entera dentro de mi. Me agarró las tetas desde atrás y empezó a follarme a un ritmo medio para no hacer demasiado ruido. - Oh, joder David, que bueno...- Le susurraba yo. - Me tienes loco mamá. Estás buenísima. Siguió follándome mientras me magreaba las tetas. Yo gemía lo más bajo que podía pero ya me estaba llegando el orgasmo por el morbo de la situación. - Cariño, voy a correrme ya mismo...sigue asi...no pares... - Mamá el otro día cuando volví de la compra y te llevé al baño vi tu móvil...y lo cogí mamá. Esa noche estuve mirando tus correos... Joder, ya entendía la cara de nerviosismo cuando me dio el móvil ayer. Debió de volver a materlo en el sillón a la mañana siguiente. - ¿Qué dices David? Ohhh...sigue mi amor...- Estaba muerta de miedo por lo que habría descubierto mi hijo y lo que pensaría de mi. Pero había aprovechado que estaba al borde del orgasmo para contármelo. - Vamos, córrete mamá...luego hablamos en casa...de la colección de pollas y correos guarros que tienes... De pronto empezó a embestirme con fuerza y no pude eviatr gemir más alto. Empecé a correrme a lo bestia mientras mi hijo me reventaba contra aquella barandilla y poco después noté como se corría dentro de mi coño y un reguero de semen resbalaba por el interior de mi muslo. - Venga ponme bien la ropa que hemos hecho mucho ruido. Me vistió con cuidado y volvimos al ascensor. Me miré en el espejo y tenía la cara encendida. Salimos y fuimos hacia la salida. - Oye David, lo del móvil... - No pasa nada mamá, ahora hablamos al llegar a casa. Me quedé mirando al frente mientras avanzábamos por el hospital pensando en qué acababa de pasar. La noche anterior mi hijo estaba arrepentido de haberme follado y ahora acabábamos de hacerlo en un sitio público y me había dicho lo que había descubierto de mi vida sexual mientras me follaba por detrás para ponerme cachonda. Empezaba a pensar que no conocía a mi hijo tan bien como creía. A saber en su frustrada juventud de pajillero sin sexo con chicas lo que había visto por internet. Yo también veía porno de vez en cuando y la verdad es que el porno actual no es buen consejero para los jóvenes. Volvimos en un taxi casi sin hablar y entramos en casa. David me cogió del culo y me llevó a la habitación. Empezó a besarme de nuevo y a desnudarme. Sabía que esta vez tenía que pararlo, que debíamos hablar de la "otra vida" de su madre. Pero me dejé. Era superior a mi el seguir con aquel juego de ser usada por él. Me tumbó en la cama con cuidado y se desnudó, fue a mi bolso y cogió mi móvil y se tumbó en la cama a mi lado. - Oye, David...- Empecé mientras lo miraba trastear con mi móvil. - Mamá yo ya me imaginaba que te veías con alguien. Siempre las horas a las que solías volver ciertos días y la forma en que te arreglabas. ¡Pero no pensaba que te veías con más de uno! Pero a mi me da igual. Esto es como lo nuestro, mientras lo disfrutes nadie tiene por qué juzgarte. ¡Pero bueno! Y ahora usaba mis argumentos contra mi. La verdad es que me sentí aliviada por aquello. Basta con que una mujer tenga varios encuentros sexuales con alguien que no sea su pareja oficial para que se convierte en la puta del barrio. - Mamá, háblame de Carlos. - ¿Cómo?¿Que quieres que te cuente? - Cuéntame cómo os conocistéis. Joder, precisamente con Carlos, que iba a ser un polvo de una noche... - Pues salí de fiesta con Vero, las dos solas. Fuimos a una disco con un ambiente más juvenil de lo que me gusta a mi pero Vero me convenció. Estábamos bailando las dos juntas y bebiendo, entonces... Noté los dedos de mi hijo posarse en mi coñito, acariciándome por fuera - ¿Y te miraban muchos los jovencitos mamá? Yo te hubiera mirado desde luego, dime. ¿Pero qué estaba pasando? - Pues si que me miraban. La verdad es que esa noche íbamos mostrando bastante. - ¿Y te gustaba que te miraran mamá?- Me preguntó empezando a meter la punta de su dedo en mi coño repetidamente. - Mmm si que me gustaba. Estar allí en aquella disco, lleno de chicas jóvenes y que allos chicos nos miraran a mi y a Vero me gustaba mucho. - Sigue con lo de Carlos. - Pues llegaron Carlos y un par de amigos cuando dejamos de bailar un momento y fuimos a la barra a pedir unas copas. Ellos se presentaron y nos dieron dos besos. Desde el primer momento me fijé en él. Me gusta mucho el cuerpo de los hombres tan delgados, sin señales de ser los típicos tios de gimansio y empezamos a hablar. - ¿Y aprovechaba para tocarte mientras se acercaba a ti para hablarte mamá? Con la música tan alta deberíais estar muy cerca. Notaba una palpitación en el coño cada vez que me llamaba mamá mientras me masturbaba y me preguntaba por otro hombre. - Bueno, al principio me ponía la mano en la cintura. Yo estaba bastante contenta por las copas y lo guapo que era así que me dejaba hacer. Al final estaba acariciándome el culo mientras me susurraba al oido. Mi hijo me metió el dedo hasta lo más profundo de mi coño mientras yo dejaba escapar un gemido. Empezó a masturbarme despacio. - ¿Y qué te decía mamá? - Aaah...Me decía que le gustaba mucho. Que vivía con un compañero de la universidad pero que ahora estaba de fiesta. Que si quería podíamos ir a su piso a tomarnos la última copa. - ¿Y te fuiste con él? - Le dije que estaba con Vero, que no podía dejarla sola. Pero él fue a hablar con uno de los que estaban con Vero y le convenció de que la acompañara a casa. Los vi a los dos hablando con Vero y luego ella vino y me dijo que no tenía problema, que no quería cortarme el rollo pero que se iba en taxi porque yo me había quedado con el mejor. Nos dimos dos veces y la vi despedirse de los otros que por los gestos le suplicaban que se quedara. Luego Carlos vino de nuevo conmigo y me dijo que si nos íbamos. - ¿Y qué le contestaste? - Le dije que si y le di un suave apretón en la polla por encima del pantalón. - ¿Cómo? Repítemelo.- Me dijo David masturbándome más rápido. - Le di un suave apretón en la polla por encima del pantalón. - Muy bien, sigue. "Muy bien, sigue" Esa frase sólo indicaba que aquellos días habían surtido el efecto que quería. Que mi hijo tomara las riendas sabiendo que yo no pensaba decirle que no a nada. - Nos enrollamos un rato en una de las calles. Besa muy bien. Luego subimos a su piso y fuimos a su habitación. Nos besábamos allí de pie mientras nos desnudábamos el uno al otro hastq ue no hubo nada de ropa en nuestros cuerpos. - ¿Y cuándo viste esto? David me estaba enseñando en mi móvil uno de los muchos correos con la foto de la gigantesca polla de Carlos. Por encima de la pantalla del Móvil vi que mi hijo tenía la polla como una piedra sin tan siquiera tocársela. Empecé a mojarme de una manera bestial. - Pues me quedé asombrada de encontrarme semejante polla en un cuerpo tan delgado. Sin pensarlo alargué las dos manos ye mepecé a acariciarle la polla y los huevos y al rato ya estaba haciéndole una paja a dos manos mientras nos besábamos. Luego me preguntó si me gustaba su polla y le dije que me encantaba. Entonces me preguntó si quería chupársela. Me senté en la cama y empecé a mamar su grueso cipote, casi no me entraba en la boca. Lamía todo su tronco y lo ensalivaba bien pero no podía meterme en la boca mucho de aquella polla. Él sin embargo estaba disfrutando de mi mamada asi que seguí chupándosela. Miré hacia mi hijo y le vi con los ojos cerrados y masturbándose con su mano libre a la vez que me pajeaba a mi. Yo soy muy abierta en el sexo pero me estaba resultando muy extraño ver a mi hijo tan excitado mientras le narraba como su madre le mamaba la polla a un joven que acababa de conocer. - ¿Y qué pasó después mamá?- Preguntó interrumpiendo mis pensamientos. - Me tumbé en la cama cachonda perdida con las piernas abiertas y Carlos se subió encima de mi, me pasó su cipote por mi coñito húmedo y empezó a follarme. En ese momento David se colocó encima de mi, me metió la polla en el coño con una fuerte embestida y empezó a follarme. - ¿Asi mamá? ¿Así te follaba? Yo empecé a gemir mientras le miraba a los ojos, estaba totalemnte fuera de si - David, ¿pero que...? - Dímelo mamá, dime si te follaba asi... No pude evitar someterme a su deseo. - Si, mi amor. Me follaba justo asi. Como tu estás ahora y metiendome la polla con fuerza. Mi hijo empezó a follarme muy rápido. - ¿Y te gustaba como te follaba? Dímelo zorrita, ¿te gustaba como te follaba? Me acaba de llamar zorrita. Noté mi coño encharcarse y empezar a palpitar. Iba a correrme de un momento a otro. - Sii joder, me gustaba como me follaba. Me estaba follando como un campeón. Oh Dios, David, voy a correrme!! - Vamos córrete zorrita, yo también voy a correrme ya mismo pero quiero ver como te corres, me pone mucho. Empezamos a corrernos casi al unísono. Había sido una follada bestial. Mi hijo me había puesto cachondísima. - Oye cariño.- Le dije cuando estábamos los dos tumbados y con la respiración acelerada.- ¿Y esto que acaba de pasar? - Pues te voy a contar mi secreto. Yo suelo ver porno en el ordenador. pero lo que más me gusta son las páginas de relatos porno. Empecé hace unos años a leer de todo, pero los que más me gustan son los que narran como un marido hace que su mujer se folle a otro y luego se lo cuente porque se le pone dura saber que es un cornudo consentido. Y a mi también me pone. Cuando vi los correos de tu móvil pensé que ojalá me atreviera a hacer esa fantasía contigo. Y ayer por la noche cuando me dijiste que lo que hacemos está bien y me dejaste caer que yo tenía las riendas...pues quise experimentarlo. Me quedé allí tumbada con el semen de mi hijo chorreando de mi coño atónita a lo que oía. Le pone que la mujer con la que se acuesta se folle a otros tipos y luego se lo cuente mientras se la folla él. Siempre había pensado que eso eran fantasías de tíos con la polla pequeña o que no aguantaban follando ni dos minutos. - Voy a llevarte al salón y a cambiarte las sábanas antes de cenar. Volvimos a besarnos, me vistió dejándome otra vez en tanga y sin sujetador y me acompañó al salón para ponerme la televisión. Me quedé allí procesando lo que acababa de pasar. Quizás esto se estaba yendo de las manos, pero joder menudo polvo me acababa de echar. Así que me relajé en el sofá y decidí seguir dejándome hacer por las fantasías de mi hijo pequeño. Continuará...

Autor: HelenaDeTroya Categoría: Incesto

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Mi hermano regreso de la marina!

2019-08-26


Esta historia es de mi amiga Myli pero la cuento tal y como ella me la dio espero les guste!! Mi hermano es un sargento de la marina por lo cual nos visita rara ves desde que yo me acuerdo, para ser sincer ala ultima vez que nos visito es cuando yo tenia 9 años eso ya casi 3 por que ahora tengo 12, el es un hombre super guapo grande y súper fornido tienen un super cuerpo desde que yo me acuerdo mis primas todas se morían por el decian que nadie era como el pero como yo era pequeña en verdad no interpretaba a que se referían cuando decian eso, ahora se que es k el se las cojia a casi todas incluyendo a mi tia rebeca madre de mi prima Juli que ahora cuenta con 18 cumplidos. Ese dia de la semana pasada todos estaban entusiasmado por el regreso de el decian que venia solo por un mes y que le harían una gran fiesta de bienvenida, mi familia es una familia muy grande por parte de mi madre tengo 6 tios de ls cuales son 2 tios varones y 4 tias mujeres de entre las cuales esta mi tia rebeca de 35 madre de July, ese dia todos estábamos ahí casi 40 personas entre todas mis primas y mis tias lo abrasaban le daban besos bromeaban y de todo cuando eran como las 10 de la noche ya todos estaban tomados la mayoria de mas adultos las mujeres pues casi no pero la mayoria de los varones estaban bien tomados pero mi hermano no tomaba xq no lo frecuentaba hacer de repente como a las 11 miro que mi tia rebeca sube las escaleras de mi casa al segundo piso y yo estaba en el baño y miro que entro al cuarto de mi hermano que era el ultimo del pasillo en términos de segundo miro mi hermano subir no me paso nada por la mente en ese momento baje y segui con platicando con mis primas todas de diferentes edades entre 22 y 10 que es la menor somos 9 primas mujeres pero al ver k no bajaban y solo yo sabia donde estaban volvia subir al baño del segundo piso pero yo queria saber xq no bajaban cuan cual fue mi sorpresa que la puerta estaba entre abierta y miro que mi tia estaba en el borde la cama con su falda remangada a la cintura y un hilo dental negro en el tobillo de no se que pies y mi hermano dandole la mejor de las cojidas yo sabia que hacian xq recibia clases de sexualidad en el colegio pues y mis amigas ya me habian dicho como masturbarme de ves en cuando pues yo lo hacia, pero esto estaba fuera de mis calculos me sorprendi y me quede callada yo andaba con un top negro pequeño y una falda de paletones como las escolares casi solo asi solia usar xq era lo mas sexi y nosotros siendo una famila de posibilidades economicas pues nos vestian a la ultima moda yo no recurdo como pero de repente me estaba tocando mi puchita de erlos a ellos dandose gran placer de repente mi hermano le dice que la extrañaba mucho y que no hallaba la hora de poder cojerse a todas las mujeres de la familia como antes guao dije yo a cuantas mas se a cojido este? El la volteo y la puso en cuatro y me asuste xq mire por primera ves una pija de semejante tamaño era exagerada no se mucho de medidas pero era casi la mitad de mi brazo y la volvia a meter y termino en un grito que creo k si no fuera por la música que habia en la casa todo el mundo lo hubiera escuchado, yo solo me aparte y salio primero mi tia y luego el me que de ahí en el baño y cual fue m susto cuando el entro y me dijo hola Mily y espero que yo saliera y el entro yo estaba asustada. Baje y todo abajo seguia normal todos celebraban y seguian tomando y mi tia y el como si nada de repente miro a July que esta apunto de ser contratada por una firma internacional para ser modelo ella andaba con un vestido muy pegado y sexi algo holgado pero medio corto arriba de la rodilla ella tiene 18 recién cumplidos ella subia las escaleras muy depacio como si nadie la estuviera viendo y en verdad a si era nadie lo notaba y mi hermano le cerro un ojo y se me vino a la mente que lo mas seguro es que tambien y el subia casi en seguida pero esta ves yo subia rapido detrás de el siempre dejaba la puerta entre abierta y yo volvi a lo mio mire como el le bajaba su hilo este era muy pequeño y el le decia que no habia probado anadie tan estrecho como tu en todo este tiempo es mas no he tenido mas mujeres desde que me fui de aki por eso estaba loco por volver y tenerte aquí la desnudo por completo y le dio una gran mamada a sus pechos y mi prima solo gemia era impresionante semejante cuerpo de mi hermano y el de mi prima super delgadito la puso abierta en un sillon que tenia ahí en ese cuarto le estaba dando una gran acabada ella le devolvio el favor le saco del boxer equella gran cosa que cada ves que la yo la miraba me asustaba ella le dijo no hay nada mas hermoso que esto, en verdad aun no he tenido nada como esto desde aquel dia que desvirgaste me volvia adicta a tu cosa mira que linda que esta y la segui mamando como loca el la tenia de rodillas y el sentado en la cama de repente la detuvo y le dijo ven siéntate y ella se subía y por primera ves pude ver con asombro como le cabia semejante cosa a una mujer tan menuda como ella la gran polla la tenia brillante y super dura toda venosa ella se fue sentando sobre ella y cada ves que entraba un poco gritaba decia que la tenia mas dura que de costumbre y asi continua y cada senton se metia un poco mas hasta que mire como se desaparecio toda en su puchita parecia que la estaba partiendo en dos y asi continuaron hasta que ella callo rendida en su pecho y en estaba desenfrenado la tiro en la cama le tomo los tobillos de los pies y la empujo cada ves mas y mas hasta que termino y mi prima estaba casi desmallada y yo tambien de solo estarme tocando luego me di cuanta que el la habia desvirgado desde los 13 años yo estaba sentada en la entrada de la puerta cuando el se voltio y me miro pero no dijo nada. Salí corriendo y baje a seguir jugando esa noche subieron 2 primas mas una de 20 y una 22 pero yo ya no pude ver por temor a que mi hermano me tratara o algo asi. Toda la semana asi continuo el se levantaba muy temprano y salia a correr y junto a el mis primas eran 5 y mi tia lo esperaba en la casa supongo que el se las tiraba fuera de la casa a algunas y las otra las remataba en su cuarto pero una por una cuando faltaban ya solo 10 dias para irse el se levanto y me encontro en el baño desnuda totalmente y me dijo discúlpame y salio cuando Sali el estab esperando y me dijo perdon Myli y y apenada le dije no te preocupes y yo le dije es que estas acostumbrado a estar solo con hombre y el sonrió y me dijo si eso debe ser le dije ya puedes entrar yo estab solo en toalla y en en un short corto con el cual se bañaria mis padres ya no estban andaban trabando y la señora empleada estaba abajo preparando desayuno, me miro y me pregunto te bañastes bien’??? o te asuste mucho? Yo solo le dije bañate tu luego entro yo entonces el me dijo ven pasa y bañate conmigo de todos modos ya me miraste desnudo y yo me quede paralizada y el dijo no hay problema no te hare nada y se bajo el short y mire aquella gran cosa no me digas que aun no conoces esto me pregunto, y yo le dije solo ese dia te la mire ven tocala y yo comence a tocarla muy suavecito y entramos al baño le puso seguro a la puerta y entramos yo estba en plenitud de mi desarrollo tenia unos pechitos super duritos buena cintura y unas caderas que traian locos a algunos chvos de secundaria y hasta algunos profesores por mis piernas pues eran muy bellas todas mis primas me decian que seria una mujer bellísima ademas mis ojos azulez y mi cabello rubio pues eran un delio para todos los chavos, tonces el se comenzo abañar y yo ahí en frente de el se enjabono todo y cuando llego a su pija se la enjabono y me dijo tocala para que mires como es entonces le pregunte que desde cuando hacia eso con mis primas y el me dijo que desde que tenia como 15 años mi tia lo habia comenzado y desde ahí pues mis primas el les habia enseñado a una que se llama Lorena la desvirgo a los 11 cuando el tenia 16 y a July pues a los 13 pero que en general las habia cojido a todas desde july para arriba pues con las otra no habia tenido tiempo por que fue reclutado y se habia ido al ejercito cunado de repente siento como se va poniendo grandisima esa cosa entre mis manos y el me dice mira como me la pisiste y yo le digo no me digas que yo te puse asi? Y el me dice claro que si y yo le digo pero si tu estas acostumbrado a mujers como July que te vy a poner asi con mi cuerpesito y el me besa y me dice no asi como estas tu ya tienes un cuerpaso de mujer seras una mujersita super mejor que July ademas july ya se va probablemente para otro pais a trabajar me voy a quedar solo y yo lo beso pero esta ves muy fuerte en la boca por que me enojo que dijiera que se iva quedar solo como k no me estba viendo ahí parada desnuda enfrente de el el me dijo hay hermanita que bien que besas y me agarro de las caderas y me cargo me comenzo a besar estaba como loco y yo super nerviosa y ansiosa, queria probar y sentir xq todas las mujeres de mi famia las volvia loca me puso contra la pared y desnudos los dos me besaba muy rico el cuello mis orejas de repente paso a mis pechitos que aun no me los habia tocado yo estaba a punto de reventar de la emoción pero el me dice calmate hermanita esperate y me sento en un banquito que hay en el baño y me abrio toda y el acostado en lo que podia en el baño y me comenzo a chupar mi cosita era impresionante senti k me desmayaba y se me nublo el cielo no uspe de mi solo keria que el me metiera su cosa o que siguiera haciendo lo k estaba haciendo me levanto y yo me agache y queria probar que se sentía mamar uan cosa de esas era super enorme no me cabia en la boca y el me decia que con calma que no me apresurar mame lo mas torpe posible pero el me estaba guiando de repente escuchamos a la empleada decir que teniamos una llamada entonces mi hermano dijo ok, que anotara el nombre que el lo llamaria después, pero ella dijo que era un señor del ejercito, estaba apunto de ponerme su cosita en mi cosita salio corriendo en toalla hacia el telefono me dijo vístete k ya regreso. Cuando el salio yo Sali par ami cuarto estaba super mojada en el cielo queriendo que el me cojiera pero no pudo me grito y me dijo que volvia en una hora le habian dejado una encomienda en el apartado postal y salio en el auto yo me quede masturbando todo ese rato me puse una mini muy pequeña de paletones muy corta sin nada abajo y una camisetita que dejaba ver todos mis pechitos duritos cuando regreso le dijo a la empleada que habia que ir hacer mercadeo y le dio mucho dinero para que comprar para hacer una fiesta en la noche estaba en el pie de la escalera y yo en el borde de arriba y me miro y sonrió, la empleada se fue y el subio lo mas rapido posible me dijo ya mire que no traes calzones y me tomo por mi cintura y ahí en el borde la escalera lo abrase con mis piernas en su cintura me llevo a mi cuarto y me dijo eres virgen entonces?? Yo te voy ayudar para k no te duela yo solo le respondi ano importa que me dual haslo ya k me estoy muriendo de ganas dale hermanito dale eres una putita ansiosa me dijo ven toma esto es una verga de un hombre y la saco de su pantalón me acosto en la cama y me metio un dedito y se deslizo con facilidad pero lo detubo me dijo no te voy a desvirgar con mi dedo asi k ten calma lo metio y lo saco otra ves y se lo chupaba se me monto ensima y me chup mis pechitos me bajo la camisetita para mi cintura y mi faldita que no tapaba nada solo la doblo con su mismo cuerpo me guiño a la orilla de la cama tomo mis pies y yo se los puse en su cintura y me dijo abrazame no me sueltes y asi lo ise me tomo de la cintura y me comenzo a pasar su gran cosota era increíble era del tamaño de mi braso puso la cabezota en la entrada lo empujaba un poco pero no entraba y intento una y otra ves hasta q en un empujón logro meter su cabeza en mi, solo grite pero el me dijo si te duele mucho te la saco? Y yo le dije sigue xf sigue xf damela toda como a mi tia y a July si toma mi putita toma y me empujo quise zafarme pero el me tomo de la cintura mas fuerte y estaba encabronado y me la empujo un poco y otro de repente estaba casi toda dentro mio yo solo sentía un ardor inmenso pero el se calmo y me chupo mas mis tetitas senti de repente un escalofrió y le dije vamos hermanito dame un poco mas y asi fue comenzo algo que no puedo describir fue tan maravilloso que no se que fue lo k paso es aun y no se que fue fue el orgasmo mas grande de mi vida y el me decia que estaba super apretadita que me cojeria solo a desde a mi desde ahora hasta el dia k se fuera y asi fue… Me volteo y me puso en cuatro aun me dolia todo pero el aun me decia k no me cabía toda xq me haria mucho daño sentía que chocaba en mi interior pero seguia y seguia luego me saco su enorme pene y se sento en el borde de la cama k estaba mojado de liquido me agarro de la cintura y yo solita me sente como habia visto a July y ahora sabria como era que le entraba eso a ella y me fui sentando pero el me decia vamos, vamos dame hermanita yo se que seras mas puta que yo asi qk dame y yo le decia yo no sere puta … solo sere tu putita y me agarraba y me subia y me bajaba hasta k me dijo ya viene ya viene aaaaaaaahhhhhhh y ashhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaahhhhhhhhhhh y acabo dentro mio fue increíble sentir aquello caliente dentro mio y se tendio sobre la cama y yo sobre el aun con su gran cosota dentro podia sentir como palpitaba dentro y me seguia hechando todo su esperma. Nos bañamos limpiamos la cama que estaba con una poco de sangre y semen que se me salio cuando me la saco todo aguada pero aun asi no keria salir, ese dia me llevo a dar una vuelta en la tardecita en carro, me llevo a un pequño bosque a la orilla de la ciudad que esta como a 30 minutos y me hecho una pomada para el dolor y la inflación k andaba aun y me dio ahí en carro fue maravilloso, este es el comienzo de las historias que pasaron durante esos largos 10 dias que faltaron para que el se fuera…. Continuará

Autor: carmensita Categoría: Incesto

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Mi hermana viuda

2019-08-26


Tendré el honor de contar esto tan bonito que me toco vivir con mi hermana. Mi hermana es la última de cinco hermanos yo soy el penúltimo y vivo solo en una zona privada de san salvador ella vive con su única hija que tuvo con su esposo que falleció hace dos años en un accidental de moto motivo por el cual ella quedó muy mal pues el era el sostén de su familia aunque les dejo un buen seguro de vida y una pensión vitalicia el caso es que como se siente sola acudió a mi salimos a comer y platicamos largas horas un día al llegar ella a mi casa yo estaba bebiendo una copa y le ofrecí un trago y lo aceptó puse musica romántica y seguí con otra copa y otra mas ella ya no tomó le dije que pidiera comida a domicilio y cenamos yo seguí bebiendo a tal grado que me puse un poco mareado le dije que bailara una canción con migo y solo se sonrió sin tomarme en serio como ya no tenia ron le pedí que sacara unas cervezas de la nevera y me sirvió una y ella tomó también una seguimos charlando y se hizo noche le dije que llamaría un taxi para que la llevara a casa pero en lugar de irse a casa fue al supermercado y llevo mas cerveza y otra botella de ron tocó la puerta y salí pues yo la creía en su casa y no fue así pues quería beber esa noche el taxi se retiró y ella me dijo que tenia deseos de beber preparo unas boquitas y nos bebimos la botella de ron yo de plano ya no quería y me hice el dormido en el sofá para ya no seguir ella ya estaba muy mareada y solo hablaba de su difunto esposo me hablaba y no le contestaba y se recostó en mi pecho nos quedamos dormidos como dos horas cuando desperté sentí sus pechos y no pude contener la tentación de tocarselos y pues metí mi mano en su blusa y hay lo que yo estaba tocando me gusto y continúe mas y fui bajando hasta llegar a meter mi mano en su calzón y vi con sorpresa que estaba despierta saque mi mano y de un salto me puse de pie y ella solo se reía me tomo mi mano y me dijo que me sentara a su lado diciendo que le había gustado lo que había hecho comenzó a besarme como si fuera mi amante y pues reaccione también no envolvimos en abrazos y besos unos dimos de todo en un momento estábamos desnudos y se aferro a mi verga y me comenzó hacer una mamada que rico lo estaba pasando le comencé yo también a chupar el clitoris y comenzamos a coger tan rico que no nos dimos cuenta del tiempo que había pasado eran la dos treinta de la madrugada y nuestros cuerpos pedían mas hoy ella y yo somos los mejores amantes y hermanos que nos hace falta pasar juntos y cuando lo estamos lo disfrutamos al máximo me vuelve loco ese culo que tiene mi hermana menor rica jugosa hemos pasado noches enteras juntos disfrutando lo que nos gusta hacer .

Autor: Anónimo Categoría: Incesto

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Mi hijo, mi cuidador 2

2019-08-25


Al día siguiente. A la mañana siguiente me desperté angustiada. Entre el calor que hacía en Málaga en esa época y el calor que me daban los vendajes estaba empapada en sudor. Llamé a David para que me ayudara a cambiarme de camiseta. Mi pequeño apareció al instante. Me dijo que llevaba despierto un rato y había estado limpiando un poco el salón. Le dije que me ayudara a cambiarme la camiseta que la tenía mojada de sudor. Me fue enseñando camisetas del armario y le pedí una blanca de tirantes. David me sacó la camiseta y noté como lo hacía de tal forma que sus manos rozaran toda la carne que pudieran. Había estado pensando en ello la noche anterior. Primero me parecía fatal lo que habíamos hecho pero poco a poco me convencí de que en mi estado iba a aprovechar el hecho de que mi hijo menor fantaseara conmigo y quisiera descrubir cosas con su amorosa madre. También pensé en no protestar por lo que me hiciera, ya estaba casi convencida de que me había hecho rechazar a la enfermera para tenerme en sus manos aquella semana entera asi que yo entraría en su juego dejando siempre que él diera el primer paso. También supe de que debía hablar con él, que yo no podría ser pareja suya, que cuando me recuperara volvería con mis amantes, pero eso lo dejaríamos para más tarde. Cuando me sacó la camiseta y mis tetas cubiertas por mi sujetador quedaron a la vista, David se quedó embobado mirándolas. Yo hice como que me fijaba en otra cosa para dejarlo a su aire. - Cuanto sudor mamá. Voy a ir a por algo para secarte. Me miré cuando salía de la habitación y era verdad. Tenía las tetas y, sobre todo, el canalillo entre ellas lleno de gotitas de sudor. Al rato, mi hijo volvió con una toalla pequeñita que usaba para el gimnasio. Se puso delante de mi mientras yo permanecía sentada y comenzó a secarme el sudor de mi cuerpo. No me pasó inadvertido el hecho de que pasaba la toalla sujetándola de tal forma que las palmas de sus manos acariaban mi cuerpo por dande pasaba la tela. Evidentemente por la zona de mis tetas dio varias pasadas. Cuando fue a subirse a la cama para colocarse detrás de mi y secarme la espalda noté su erección en mi brazo, aunque creo que eso si fue más fortuito. Cuando terminó de secarme me acompañó al salón, me encendió el televisor y me trajo un café con una pajita, me dio de comer una tostada y luego me dijo que tenía que ir a comprar al supermercado. Cuando le vi vestido y a punto de salir, le llamé. - David, ¿Puedes traerme mi teléfono? - ¿Me dices el código de desbloqueo y te marco algún número?- Me dijo al volver. - Si, por favor. Busca en la agenda "Pedidos", tengo que comprobar algo que debía de confirmarse del trabajo y colócame el móvil en el hombro que lo pueda sujetar. Por supuesto "Pedidos" era el contacto de unos de mis chicos. David le dio al botón de llamada, me colocó el móvil y empezó a irse. - "Hola preciosa, te echaba de menos" - Si, hola buenas. Mire, soy Elena de "Sigma Asesores".- Contesté esperando a que David saliera de casa. - "¿Qué pasa?¿Hay moros en la costa? Y yo que esperaba que me dijeras guarradas". - Hola guapo. Estaba esperando a que mi hijo saliera.- Respondí cuando David había salido. - "¿Y dónde has estado zorrita?Te he llamado varias veces estos días". - Pues por eso te llamo, tuvimos un accidente en la oficina, un incendio. - "Oye, ¿pero estás bien cariño?" - Bueno, me quemé las manos y tuvieron que operarme. Las llevo vendadas y sin poder usarlas pero mi hijo me ayuda con el día a día. - "Cuanto lo siento nena. ¿Y puedo hacer algo por ti?" - Eres un cielo. No te preocupes. Estaré así sólo una semana. Cuando me quiten las vendas te volveré a llamar. - "Uff una semana sin tenerte se me va a hacer eterna, ya te echo de menos." - ¿Si?¿Y qué es lo que más echas de menos? - "¿Lo que más? Jejeje. Tú ya sabes como adoro tu culo. Adoro sobarlo, azotarlo...y sobre todo adoro chuparlo, lamerlo y follármelo." Joder, que mal. ¿Para qué empiezo esto? Me estaba poniendo cachonda y no podía aliviarme de ninguna manera. - Bueno, bueno, jajaja. Esto es mala idea, que me estás poniendo a mil y no tengo forma de quitarme el calentón. Ya te llamaré guapo. - "Vale, Elena. Un besazo y que te recuperes guapa. Hasta pronto." - Adios. Dejé caer el móvil al sofá y me puse a ver la televisión. Tenía los pezones marcando en la camiseta de tirantes y notaba la humedad en la entrepierna. Carlos, el chico al que había llamado, era un chaval de 25 años que conocí en un pub. De los hombres con los que solía verme era de lejos el que más me gustaba. Era un chico moreno muy guapo, con un cuerpo bastante delgado, con poco músculo. La primera vez que fuimos a su piso y se quitó la camiseta pensé que iba a ser un polvo de una noche...hasta que se quitó los pantalones y vi el tremendo pollón que tenía. Y aparte sabía usarlo y lo mejor de todo era lo complaciente que era. Le encanta comerme el coño y el culo y siempre tengo dos o tres orgasmos cuando nos acostamos. Por eso había decidido llamarlo a él. Podría decirse que era mi relación más "seria" Cuando David volvió de la compra, ya estaba más tranquila. Él siguió con sus tareas limpiando la cocina y preparando de comer y yo seguí viendo las chorradas que ponían en la televisión. Comimos juntos y disfruté viendo como me miraba el escote cada vez que me inclinaba un poco para que me metiera la cuchara en la boca. Después no fuimos al sofá y estuvimos un rato hablando de nuestras cosas. Me hacía mucha gracia como hacía como que ni hubiera pasado nada entre nosotros en la ducha de la noche anterior. Al rato puso una película de su disco duro y nos pusimos a verla. David pasó su brazo por detrás de mi cabeza y yo, casi riéndome de tan cásico gesto de seducción, apoyé mi cabeza en su brazo. No se cuando me quedé dormida, tantas pastillas me hacían adormecerme, pero si se que me desperté al notar el manoseo en una de mis tetas. Mantuve los ojos cerrados e intenté mantener el ritmo de mi respiración. Noté que al dormirme había dejado la cabeza apoyada en el hombro de mi hijo. No se cuanto tiempo había pasado hasta que David no pudo resistir empezar a meterme mano ni cuanto tiempo llevaba haciéndolo. Pasaba su mano por encima de la tela de la camiseta, cogiéndome la teta y acariciándomela por encima del sujetador. Entreabrí un poco los ojos y pude ver el bulto de su pantalón. Sonriendo volví a cerrar los ojos y dejarme hacer. Al rato, David ya debería estar tan cachondo que empezó a meter su mano bajo la tela de la camiseta y tocarme directamente sobre el sujetador, y poco después empecé a notar sus dedos intentando meterse bajo él. Decidí ser mala y dejarle con las ganas. Moví un poco la cabeza y bostecé y noté como mi hijo daba un respingo y ponía rápidamente la mano en mi hombro. - Vaya, me he quedado dormida. Joder con las pastillas. - No pasa nada mamá. Pero voy a ir al baño que llevo un rato aguantándome. Se levantó como un resorte y aproveché para mirarle el empalme que llevaba. Al baño claro. Allí iba la segunda paja que mi hijo iba a hacerse después de tocarme. Yo estaba encantada de que lo hiciera. Desde hace tiempo me ponía mucho ser la fantasía de hombres más jóvenes que yo y que fuera mi hijo, de quien jamás hubiera pensado que me miraba de esa manera, le da un toque muy morboso. Volvió a los diez minutos bastante relajado y volvimos a hablar mientras veíamos la tele. Un momento complicado fue cuando tuve que hacer aguas mayores. había vuelto a hacer pis con la ayuda de mi hijo varias veces pero aquella fue la primera vez y me moría de vergüenza. Sólo contaros que mi hijo fue muy profesional, pasamos el trago y seguimos a los nuestro. Después de cenar y seguir con nuestras cosas llegó el momento en que me empezó a entrar sueño. Empecé a bostezar y se me caían los ojos. - ¿Tienes sueño mamá? - Si cariño. Ya es tarde. - ¿Quieres ducharte?- Me dijo mirándome expectante. - Si que me vendría bien una ducha.- Joder, llevaba deseándolo desde que lo vi irse al baño a pajearse. Como la noche anterior fue a preparar mis cosas antes. Cuando llegué al baño, vi sobre un mueble un tanga negro y una camiseta de tirantes negra. Sonreí al ver como quería vestirme mi querido hijo. Me desnudó con cuidado y volvió a ponerme las bolsas en las manos. Luego me ayudó a entrar en la ducha y empezó a mojarme. Aún no me había empezado a tocar y yo ya tenía los pezones duros como piedras y deseando que volviera a masturbarme y no se echara atrás. - Mamá, ayer todo se llenó de agua y jabón y me fui a dormir sin recogerlo y esta mañana he estado un buen rato para dejarlo todo limpio. ¿Te importa si entro contigo para no dejarlo todo igual? Me puse colorada de excitación sólo de pensar en ver a mi hijo desnudo y empalmado en la ducha conmigo. Carraspeé un poco. - Claro cielo. Como tu creas que es mejor. Estoy en tus manos. Esperaba que pillara el mensaje de aquella frase. Observaba a mi hijo mientras se desnudaba. Tenía un cuerpo parecido al de Carlos, delgado y con poco músculo. Algo que ya sabía porque mi hijo David no era muy deportista que se diga. Se podría definir más como "friki". De piel blanca y debilucho de las horas pegado a la consola y el ordenador. Pero a mi me ponen muy cachonda los hombres tan delgados. Cuando se bajó los pantalones y los calzoncillos por fin pude ver su polla después de tantos años. Y ya empalmada. No era como la de Carlos, pero es que era difícil encontrar otra polla como la de Carlos. Mi hijo tenía unos aceptables 17 o 18 centrímetros asi a ojo. Me sorprendió que la llevara depilada, porque un hombre sin actividad sexual no suele tener esa zona muy cuidada. Fantaseé con que lo hubiera hecho ese mismo día mientras planeaba meterse en la ducha conmigo. David entró en la ducha y se colocó detrás de mi. Ese día iba a empezar por detrás. Noté sus manos sobre mi espalda y empezó a enjabonarme, siguió bajando y se recreó con mi culo. Recordé las palabras de Carlos durante la breve llamada y noté como empezaba a mojarme. Luego David se agachó y me enjabonó las piernas. Al subir se pegó más a mi y noté unos golpecitos de su polla en una de mis nalgas mientras se pegaba a mi y me pasaba las manos por los hombros. Luego me hizo dar la vuelta y quedamos frente a frente. David volvió a llenarse las manos de gel y empezó a frotarlas por mis tetas. Joder, ya no disimulaba. Me las magreaba a placer e incluso me dio un par de pellizcos en los pezones que me hicieron morderme un labio para no gemirle en la cara. Luego me enjabonó la barriga y se agachó delante de mi. Empezó a frotar mis gemelos y poco después pasó a mis muslos. Yo ya no podía más. No quería decirle nada, quería que aquella semana él tomara las decisiones sobre qué hacer conmigo. Pero no pude evitarlo, estaba muy cachonda. Empecé abrir las piernas con cuidado de no resbalar al no poder sujetarme. Inmediatamente noté la mano de David acariciar mi coño. Solté un gemido bastante audible que no quise reprimir. Empezó a acariciarme como yo le había enseñado el día anterior. Desde luego era un alumno muy aplicado. No llevaba ni dos minutos tocándome cuando yo ya notaba que estaba chorreando. Él también lo notó y empezó a meterme dos dedos con habilidad. - Ohh...si David, eso es.. que bien lo haces mi amor...sigue, sigue. Aquello iba camino a convertirse en el orgasmo más rápido que nunca nadie me había proporcionado. Cerré los ojos y eché la cabeza hacia atrás. De repente noté la mano libre de mi hijo agarrándome una teta. Me la estaba estrujando, la apretaba y la soltaba, me apretaba el pezón y volvía a apretarme la teta. Grité cuando me llegó el orgasmo y empecé a temblar. David seguía metiéndome los dedos sin parar y yo seguía gritando y corriéndome hasta que empecé a relajarme después de un buen rato y mi querido hijo sacó los dedos del coño de mamá. Mi hijo se puso de pie y me dio de nuevo un beso en la boca. Otro beso inocente y torpe. Le sonreí. Después cogió la ducha, me aclaró el cuerpo sin olvidarse de sobar todo lo que quiso y salimos para secarnos. Luego me ayudó a ponerme el tanga. Después me puso la camiseta de tirantes y fue cuando me di cuenta de que no había cogido un sujetador. Por supuesto no hice ningún comentario cuando me la puso. Luego cogió el pantalón corto. - Mamá, ¿prefieres que no te ponga pantalón esta noche? Como esta mañana te has despertado sudando... - Claro cielo. Que suerte tengo de que sepas ocuparte tan bien de mis necesidades. Me siento bien estando en tus manos. Joder, no podía evitar lanzarle indirectas. Me llevó a la cama y me ayudó a tumbarme. Luego se fue a su habitación. Permanecí atenta hasta que empecé a escuchar los sonidos de su cama. Me mosqueé un poco con aquello. ¿Acaso no se daba cuenta de que me dejaba hacer? Quizás pensaba que con lo de mis manos no estaba en condiciones para más. O quizás sabía tan poco de sexo que no sabía que podría ayudarlo de otra manera. Decidí romper mi regla de dejarle tomar la iniciativa por una sola vez y le llamé. Apareció en mi habitación con la polla colocada hacia el lado debajo del pantalón para intentar que se notara menos. - Dime mamá, ¿qué pasa? - Ven David, ponte a este lado de la cama. Vino hacia mi mirándome en tanga tumbada en la cama. - ¿Qué pasa?.- Repitió ya cuando estaba donde le había indicado. - Mira cariño, te estoy oyendo e intuyo lo que estabas haciendo. No, no te pongas nervioso- le dije al ver que se agitaba- Es normal que lo hagas, pero ya que tú me lo has hecho a mi me gustaría poder ayudarte. - Pero mama...- Se fijó en mis manos- Tus manos...¿cómo?... - Quítate la ropa. Mientras se desnudaba al borde de mi cama yo empecé a moverme con esfuerzo con las manos en alto. Me quedé tumbada en perpendicular frente a él. - Cielo, ¿te importa ponerme la almohada bajo la cabeza?- Le dije mientras pensaba en lo poco sexy que podía resultar estar tan limitada. David hizo lo que le pedí y volvió a su posición. Me quedé mirando su polla totalmente erecta, levanté un pie y empecé a pasarle los dedos por el tronco de su rabo. Mi hijo dio un respingo por la torpeza y se quedó mirándome. - ¿Ves cariño? Mamá puede ayudarte de muchas formas.- Cada vez exageraba más mi manera de hablarle, pero no quería que la semana se redujera a pajas en la ducha y tocamientos que él pensaba que eran disimulados. Seguí acariciándole la polla con mi pie, dejé su tronco y empecé a pasar los dedos por su cipote circuncidado. Moví mi pie libre y empecé a apretar ligeramente sus huevos con mis dedos. Mi hijo ya empezaba a gemir de placer con los pies de mamá. Poco después junté los pies y empecé a pasar su polla entre ellos arriba y abajo con suavidad. Seguí masturbándole mientras él seguía en silencio. Parecía imposible pero su polla se puso más dura por lo que supe que estaba disfrutando. De repente, David cogió mis pies y me los bajó, pensé que no le daba tanto placer como el que necesitaba usando mis pies, pero lo que hizo fue inclinarse sobre mi y sacarme las tetas por encima del escote de la camiseta de tirantes y volver a su posición. Le sonreí y volví a pajearlo. Poco después, agarró mis pies haciéndome que los mantuviera fijos y empezó a menar las caderas. Joder, me estaba follando los pies. Yo por supuesto me dejé, era lo que quería, lo que deseaba, que mi hijo me usara para darse placer. Empecé a agitar mi cuerpo para que mis tetas se mecieran ya que veía que David no les quitaba los ojos de encima. - Ohh mamá...que bien mamá...me voy a correr... - Si cariño. Córrete en los pies de mami. Eres un niño muy atento y bueno con mamá. Vamos córrete. - Dios mamá que gusto...ohhh sii.... dime que vamos a hacerlo otro día...dímelo mamá... - Claro que si mi amor. Haremos lo que tu quieras. Vamos córrete. Soltó un gran gemido y empecé a notar mis pies y parte de mis piernas llenarse del semen caliente de mi hijo. El seguía follándome los pies con ganas mientras los chorros de leche me llenaban. Cuando terminó, me dejó con delicadeza los pies en la cama y fue a buscar unas toallitas para limpiarme. Luego me ayudó a colocarme bien en la cama para dejarme dormir, me dio las buenas noches y me dio otro beso en los labios. - David.- Le dije antes de que se fuera. - ¿Si mamá? - ¿Alguna vez has besado a una chica? A pesar de la oscuridad de la noche, vi como se ruborizaba. - No mamá. - ¿Quieres besarme? No me respondió. Vino hacia mi y me dio otro torpe beso en los labios. Le sujete de la nuca antes de que se fuera. - Abre un poco la boca.- Le dije casi susurrando. Junté mi boca entreabierta con la suya y metí mi lengua en su boca. David no tardó en captar la mecánica y empezó a mover su lengua alrededor de la mia y seguir mi lengua dentro de mi boca cuando la fui retirando. Seguimos un rato más hasta que me separé de él poco a poco. - Te quiero mamá. - Yo también te quiero cielo. Se fue a su habitación y yo cerré los ojos para dormir. No había sido un buen beso pero ya iría mejorando. Empecé a frotar un pie con el otro excitándome por la paja que le había hecho a mi tierno niño y me dormí fantaseando con la posibilidad de que por fin entendiera que quería que me usara como mujer. Continuará...

Autor: HelenaDeTroya Categoría: Incesto

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El Pequeño Gran Despertar De Mi Hermanita

2019-08-25


Relato Voyeur-Filial e incesto / El hermano narra las vivencias de su hermana bajo las garras del degenerado de su tío. Desde que murieron nuestros padres, en ese fatídico accidente de avión, yo quedé casi a cuidado de mi hermanita, una real tragedia por donde se la mire, era pequeño y no podía asimilar que en casa ya no estaba mi mami, ni mi papi, solamente me quedaba en el mundo mi hermana, quien tuvo que crecer de golpe y para ser la cabeza del hogar. Nuestros padres no dejaron una fortuna, solo un departamento, un auto y un depósito bancario para nada abultado. Mi hermanita actualmente tiene 18 años, y si se lo preguntan, era virgen. ¿El motivo? Simple o no tanto para muchos, pues ella se dedicó a mí... bah, a nosotros. La tragedia ocurrió un año atrás y ella no pudo volver al colegio para terminar sus estudios, tampoco volvió a salir con sus amiguitas, ni hacer muchas cosas más dado el tiempo que le insumía a esa joven niña la responsabilidad de tomar las riendas del hogar. Hubo un administrador de los bienes de nuestros padres hasta que mi hermana alcanzara la mayaría de edad, nuestro tío, nuestro único familiar, al que casi no conocíamos pues el vivía en el campo, en soledad, primitivamente como un ermitaño. El nombre de él es Mark y es enano, si, pequeño, un pigmeo. Nunca le pregunté a mis padres el origen de su malformación, porque en realidad él no me interesaba, las veces que lo vi sólo me despertó temor, no por su tamaño, ya que en esa época eramos iguales casi de tamaño, aunque creo recordar que yo lo superaba por poco, sino por su manera de ser, por su rostro fiero y con barba, además era casi pelado, solo en los costados de la cabeza tenia pelo en vías de extensión. Era el hermano mayor de papá y tenía 51 años de edad. Vino apenas unos minutos al funeral, allí nos dijo que él era nuestro apoderado y que nos enviaría dinero, pero lo poco que mandaba se gastaba rápido, el departamento era algo valioso pero no lo podíamos vender porque vivíamos ahí, el auto era viejo, el depósito con los intereses no cubría los gastos, el dinero no se procrea solo, alguien debe ayudarlo y nosotros, dada nuestra edad no eramos los indicados. Cercados por la pobreza, mi hermanita dejó el colegio y comenzó a trabajar en un negocio de venta de hamburguesas, ahí se la quisieron comer a ella, pero ella nada, pobrecita, ni ganas tenia de comenzar una amistad siquiera. Ella se llama Silvia y siempre fue hermosa, su cabello es negro azabache bien lacio, con un simpático pero a su vez atractivo y sensual flequillito, sus ojos celestes, cuerpito hermoso, pechitos redonditos y firmes, cinturita fina, un culito muy redondito y apetecible para cualquier depredador y sus piernitas encantadoras... 18 añitos, pobrecita, si supiera la que le esperaba, ella hubiera debutado con algún chico sin dudarlo. El dinero se iba, se iba y no regresaba, lo que ganaba mi hermanita no alcanzaba para frenar el drenaje y un día, en que estábamos con Silvia viendo un futuro muy negro, más ella pues yo todavía no bajaba de la nube de mi niñez, donde todo se puede arreglar pero nada se entiende. Ese día sonó el teléfono, mi hermana atendió ya con pánico, pues habíamos comenzado a recibir llamados de gente que preguntaba cuando pagaríamos expensas, gastos bancarios, etc, etc, pero era nuestro tío, quién por supuesto también recibía llamados de nuestros acreedores al ser el apoderados de nosotros y cansado de nuestra insolvencia, con voz de fastidio, le dijo a Silvia que había que vender el departamento y comprar uno más chico para con la diferencia poner cuentas al día y esperar a que todo aclare. A este paso, no solamente nada aclararía sino que la oscuridad sería más cerrada, yo nunca supe si nuestro tío tenía dinero, él vivía, en su casucha del campo, cultivándose su comida y criando sus animales, nunca intentó decirnos que nos ayudaría, el tiempo me hizo ver que él nos dio una mano pero el precio resultaría muy alto para mi hermanita por sobre todo. Ante la ingenua pero realista pregunta de Silvia de donde iríamos a vivir en mitad de las operaciones de venta-compra de nuestro hogar, el enano dijo como con compasión, que podríamos estar con el en el campo, con él, yo hasta casi agradecí ese ”gesto humanitario” hacia nosotros. ¡¡¡Que boludo que era yo!!! Por fin comenzaría a crecer mentalmente y darme cuenta de las malditas cosas como son en la vida. Empacamos nuestras cosas, vino el de la inmobiliaria a buscar las llaves, y nos dijo que la operación de venta se haría sólo cuando se realice en simultaneo la de compra, no entendíamos nada de eso, el tío se ocuparía... el tío se ocuparía de muchas cosas, demasiadas. Por suerte el enano envió un taxi, pues nosotros ya estábamos en cero, pero yo seguía sin entender esos arrebatos de generosidad de nuestro tío Mark. El viaje fue muy largo, no se cuantos kilómetros hicimos, pero 3 horas estuvimos viajando, hasta que el taxista salió de la ruta por un angosto camino de tierra no mejorado y después de un buen rato llegamos a la casa en medio de la nada. Salió tío siempre con esa cara seria, como enojado, pagó al chófer y nos llevó a su casa. Algo comencé a intuir en ese momento, pues iba mi hermana adelante, atrás de ella el enano y yo cerrando la fila, entonces vi que ese familiar casi desconocido miraba con atención el culito de Silvia que se marcaba gracias a la calza negra que tenía puesta. Entramos a una casa muy grande, muy antigua y por demás descuidada, habían como 5 habitaciones, tres baños, un enorme comedor, con una enorme cocina, todo muy viejo, todo muy arruinado, como si Mark desconociera que la pintura existe desde hace mucho tiempo, todo bastante lúgubre, casa de película de terror imagine yo. Nos llevó a la que sería nuestra habitación, en un extremo de la casa, daba contra una de las galerías, una puerta y postigos americanos eran la comunicación con el exterior, con la galería. Tío cerró la puerta interior y nos dejó para que nos cambiáramos la ropa, mi hermana fue al baño que estaba conectado con nuestra habitación, yo revisé ese gran cuarto por las dudas de encontrar algún bicho adentro, por suerte nada, solo vi que la puerta postigo americana tenía dos tablitas rotas abajo, o sea que se veía de afuera hacia adentro y viceversa, la recamara estaba bastante fría, sólo había una estufa eléctrica que parecía recién prendida, el comedor poseía una salamandra que emitía buen calor. Mi hermana comenzó a desvestirse, yo estaba acostumbrado a verla en ropa interior no más y siempre observaba su figura cada vez mas linda, ella estaba ahora en tanguita negra y me pidió que gire porque se iba a cambiar el corpiño, eso hice. Al rato se vistió con un jean muy ajustado y un pullover verde, salimos y fuimos al comedor, luego de tantear puertas, allí estaba el enano sentado junto a la salamandra, ese día no hicimos nada, el silencio se impuso, pero yo empezaba a ver que tío enfocaba sin disimulo el radar en mi hermanita, era tan evidente que ella también comenzó a notar esas miradas hacia su culito bien formado y duro, y esa noche comenzaron las cosas raras. Después de cenar, miramos un poco tele con Silvia mientras el enano leía un libro, más tarde fuimos con mi hermana a la habitación para dormir, Silvia fue al baño y cuando salió, se cambió para ponerse su pijama, vi que alguien estaba espiando por las dos tablitas rotas, pues estas estaban abiertas. Yo miraba fijo en dirección a la tablitas, mientras mi hermana estaba en tanga, sin corpiño y se puso su pijama blanco con florcitas y el pantalón bien ajustado. Parecía una nena y el depredador ya estaba mirando su victima: Silvia – le dije bajo Qué? Alguien esta mirando de afuera. Ya sé. Solo alguien puede ser. Si, el enano depravado de nuestro tío. Ahora se fue. Tiby(así me llama ella), ya me estoy dando cuenta como va a terminar esto. Por qué lo decís?, Qué sabés? Tiby, soy virgen, pero no tonta, todo el tiempo vi a Mark mirándome el culo, varias veces cruzamos miradas y vos estabas de espalda a él y no viste, pero una vez saco su apestosa lengua y se relamió y en otra lo vi tocándose abajo mientras me sonreía con esos dientes marrones horribles... Oh Dios!!, Qué hacemos? Nada Tiby, nada... yo ya perdí, solo debo cuidarte a vos para que no veas lo que tarde o temprano va a suceder... Apartate Tiby, no digas ni hagas nada, estamos en sus manos, estamos perdidos has que tengamos un nuevo departamento, allí yo veré donde conseguir trabajo. Pero, por qué a ti? Sos su sobrina? Y?.. hay padres que abusan de sus hijas y es peor, horrible, todo esto fue preparado por ese enano degenerado para mí, no soy idiota, siempre me acosaron por Internet y yo callé pero tuve el presentimiento que era alguien cercano, este hijo de puta me tubo ganas de chiquita y ahora me tiene... Tengo miedo. Yo también, pero tu debes estar tranquilo, o todo sera peor... A dónde iremos?, Cómo nos vamos de acá?, Caminando?... ahora duerme y deja que todo sucederá como debe ser, pero yo me mato si a vos te pasa algo, por eso ayudame quedándote tranquilo y esperemos. Silvia cerró el libro, apagó la luz y se durmió, yo quedé mirando las tablitas, ahora no se veía nada y así me dormí, pensando en Silvia con el enano hijo de puta y me estremecí, al otro día me desperté primero y sentí en el techo de chapa que llovía, copiosamente, me quedé escuchando el agua golpear contra las chapas, al rato mi hermana se despertó, se levantó de la cama, vino hacia mí, me dio un beso y fue al baño, a pesar de estar nervioso sentía cierta excitación, de pronto mi hermana salió del baño y se cambió, entonces observé que ahora ella estaba con una tanga muy chiquita blanca con corazoncitos, y ahí entendí la causa de mi libido. Por mi cabecita se cruzó una escena donde veía al enano de mi tio montando a esa tierna niña, virgen, de culito tan redondito, de tetitas tan firmes, eso me estaba calentando e iba a ser muy difícil para mí controlarla. Hacía a pesar de la lluvia una temperatura agradable, por eso mi hermana se vistió con un short de jean, bastante cavado que dejaba ver unos hermosos cachetes y arriba una blusa blanca, raro en ella, no llevaba corpiño y se le marcaban los pezones. ¿Estaba mi hermana entregada? Nunca supe. Llegamos al comedor y estaba el enano sentado en la mesa, que cuando vió a Silvia se levantó con unos ojos inyectados que daban miedo y siempre mirándola a ella fijo nos dijo que traería el desayuno, el león ya estaba preparado para devorarse a la gacela, la comida fue en total silencio, Mark no dejaba de mirar a su sobrina fijamente, estaba transformado. Afuera llovía a cántaros, con estruendosos truenos. Mi hermana me miró en un momento y me sonrió, tratando de darme tranquilidad, tenía miedo pero además la tensa calma me excitaba, yo sabía que pronto comenzaría todo... y comenzó. Era media mañana, por nuestro silencio solo se escuchaban los ruidos de la tormenta y al terminar de desayunar el enano dijo con su vista en el cuerpo de mi hermanita: Hoy hace un día horrible... y hermoso. Nena querés sentarte en la galería un rato? Te gusta mirar y escuchar llover? Si, gracias... Tu nene, quedate acá mirando la tele, no sea cosa que te resfríes. Instantáneamente que mi hermanita se levantó junto al enano, yo me senté en el sillón frente al televisor, luego de haberlo encendido y puesto cualquier canal, escuché como salían y ahí comencé a temblar, pasaron más de 15 minutos y no aguanté más, vi que desde la puerta americana del comedor que conectaba con la galería había maderitas que se podían abrir, pero no veía nada, entonces fui a la otra puerta, por suerte estaba entornada, la abrí con sumo cuidado., oí un cuchicheo, susurros, estaban cerca, abrí un poco más y los vi, estaban sentados en un banco tipo plaza, de los que había varios en cada galería, el enano hijo de puta estaba casi encima de ella, hablando en susurros, diciendo cualquier cosa, Silvia escuchaba y lo miraba, Mark actuaba, casi lloriqueaba, hasta que una mano de él se posó sobre una pierna de ella, inmediatamente el reflejo de mi hermana fue sacar la mano de allí, pero él le agarró la mano y la colocó al costado de ella y volvió a situar su mano en la pierna, esta vez ella no insistió, dejó todo así. Entretanto, el enano no paraba de hablar, sabe Dios que decía, su mano ahora comenzaba a acariciar la pierna de su delicada y preciosa sobrina y... comenzó a subir hasta la entrepierna, entonces Silvia le dijo, tratando de sujetarle la mano: Tío, por favor, no... Shhh... pequeña, tranquila, por favor, no me saques más la manito, eso no me gusta, vamos a conocernos bien, mucho tiempo alejados estuvimos, te necesito... No está bien esto... somos familia... Shhhh... por favor, dejame... todo va a estar bien. Que pierna durita tenés... como mi pito jajajaja... parece que saliste a mí... Su voz sonaba excitada, hueca, extraña, mi hermana no dijo nada, el enano volvió a la carga pero esta vez sin resistencia, ella estaba como congelada, cuando la mano alcanzó a el short en la entrepierna, el enano lanzó un suspiro aterrador y mi hermanita comenzó a llorar, Mark ya estaba fuera de si, hizo inclinar a su victima para besarla y su mano comenzó meterse bajo el pantaloncito, Silvia lloraba y el enano gemía, estaba totalmente transformado, se puso cara a cara con ella y mirándola le dijo: Llorá corazón, llorá, crees que me vas a conmover? No ves que no puedo más? Y la besó en las mejillas, la frente, en la boca, ella abrió su boca instintivamente y allí entró la lengua del enano, la mano del deforme saltaba de la entrepierna a las tetas que ya no oponía resistencia, y por fin, el enano tomó una mano de ella y la llevó a su entrepierna. El bulto reventaba por salir del encierro y la mano de mi hermana comenzó a masajearlo. Yo observaba besos, chupones, manoseos, ya la victima estaba servida. Por favor tío, paremos acá, Tiby está adentro y puede escuchar... Esta noche? Si... Se acomodaron la ropa y entraron a la casa, fue un día larguísimo, dos veces el enano le tocó el culo mientras ella lavaba los platos pero mi hermana logró contenerlo, por la tarde le mordió una teta por arriba de la ropa. Llegó la noche, terminamos de cenar y fuimos con Silvia a nuestra habitación, ella se sentó en mi cama y me acariciaba la cabeza. En un rato debo irme... Ya sé y no me gusta... Vas a quedarte tranquilo? Si, me asustan un poco los truenos, pero estaré bien... Vos? Estaré bien... Me prometes que no irás a mirar? ??? Tiby, te vi mirando cuando estábamos en la galería, no me subestimes pequeño... No sé por qué hice eso... Yo me imagino... Te excitas viéndome con el tío? …..no...... Ok, no digas nada, trata de no mirar, te hará mal... No miraré... Gracias. Te vas ahora? En un ratito, voy al baño, me pidió que me vista para él. Ok. Ella tardó casi media hora en el baño, salió en silencio, mirando hacia la nada, estaba vestida con una tanguita rosa con animalitos, solo se puso una remerita roja floreada, la que usaba para dormir y le llegaba al ombligo, se puso las chinelas, miró mi compungido rostro con una sonrisa, me dio un beso y solo me dijo: Hasta mañana bonito mío, duerme pronto... Hasta mañana, mucha suerte. No pasaron 5 minutos y me levanté, caminé por la oscuridad y vi al fondo la luz de la habitación del enano, era una luz muy tenue,de una lámpara colorada, mientras me acercaba comencé a escuchar los gemidos, la puerta estaba toda abierta, mi hermana estaba contra la pared y el enano estaba con una bata azul, su cabeza estaba enterrada en la concha de mi hermana con la tanga puesta, las manos la tenían agarrada de las nalgas, la cara de Mark no la veía. Mi hermana tenía las piernas entreabiertas, los ojos cerrados, sus manos sobre la cabeza del enano y gemía, tío estaba comiéndole la vagina a su pequeña sobrina, le sacó la tanga, volvió a meterle su asquerosa lengua sucia en la concha pero esta vez sin estorbos en el medio. Ella gemía más fuerte y miraba al techo, él gruñía, como una diminuta pero destructiva bestia, luego se incorporó relamiéndose, la sentó al borde de la cama, se paró enfrente de ella, mirándola, bramando, se sacó la bata, la tiró al piso, quedando desnudo, con ese achaparrado cuerpo peludo y con una larga verga, muy dura, no era gruesa, pero si larga y la cabeza desproporcionada, muy grande, como un hongo. Agarró con las dos manos la cabeza de ella y acercó su pija a su boca, ella comenzó a besarla, luego a lamerla, con esfuerzo intentaba meter esa cabezota en su boca, el enano cerraba sus ojos mientras sentía los suaves labios en su brutal miembro. Pujó su glande dentro de la boca provocándole arcadas, pero no se detuvo, murmuraba cosas sin sentido mirándola, luego la amenazó: Te voy a perforar la conchita, me voy a tragar la sangre cuando te rompa el himen... me vas a recordar por siempre... Silvia sabía que esa pequeña bestia la haría mujer y estaba resignada a eso. Luego de un largo rato chupando la pija se acostaron, el enano comenzó a trabajar las tetas de ella, ambos estaban totalmente desnudos, los pezones de ella estaban casi inflamados de las chupadas recibidas, ahora comenzaría lo mejor, la colocó boca arriba, le hizo abrir bien las piernas, se embadurnó la cabezota con crema, se puso en posición y con la pija preparada para entrar a destrozar una cerradita y tibia concha, comenzó a insultarla, a decirle que la iba a penetrar hasta que los dos terminaran destrozados y empujó fuerte. Ella chilló y con sus manos primero intentó sacarlo y luego se agarró de los barrotes del respaldo de la cama de hierro, el enano tenía sus manos en las nalgas de ella, levantándolas, la cabeza sobre los pechos, parecía una garrapata, inamovible, solo el culo de él se veía haciendo fuerza para meter su verga. Ayyaaa.. nenaaa... aayyaaa, la sentís? Mi hermana estaba muy ocupada llorando y gritando, no estaba en condiciones de responder a cuestionarios estúpidos, su concha recibía por primera vez a una cabeza deforme, sin compasión, sin galanterías, no era el sueño de una chica en su primera vez. El glande rompió la telita tan preciada y la pija del enano salía con sangre para volver a meterse. Ella estaba dura, inmóvil, congelada, en ese trance la chota ahora le entró más fácil, y más profundo, la suave cuevita abrazó, envolvió a su terrible visitante hasta que esos dos enormes testículos hicieron tope en ella, ya estaba toda la pija adentro, quieta, sabiendo que iba a haber la última resistencia, esperando, pero firme, Silvia intentaba sacarlo, sujetándolo de la cabeza e intentando empujarlo para atrás, nada, la garrapata estaba muy bien prendida, ella gritaba, el gruñía, ella lloraba el reía, creo que 10 minutos duró esa ultima batalla, hasta que mi hermanita desistió, suspiró y aflojó su cuerpo, tío visiblemente muy experimentado en esas cosas, notó que ya el enemigo cedía terreno y lo aprovechó, muy despacio al principio comenzó a moverse, arriba, abajo, su peludo cuerpo comenzó a saltar sobre ella, sin miramientos ese desalmado comenzó a gritar, a aullar: Ah..ah...ah....ah.... Silvia ya no tenía lagrimas para derramar, pero poco a poco ella comenzó a experimentar lo bueno del sexo, a esta altura, el dolor cedió lugar al placer, la concha ya había aceptado que estaba abierta y que debía estimular más a la bestia, aunque doliera, aunque sintiera el daño y ella empezó a moverse, sin experiencia, torpemente al principio provocando más dolor, pero de a poco el movimiento acompañaba a los embates de la pija y ella comenzó a gemir, ahora ella tomaba la cabeza del enano y la acariciaba. El enano notó eso enseguida y pasó a cogerla frenéticamente, gritos, aullidos, gemidos, era una mezcla de sonidos que retumbaban contra las paredes, Silvia abrió sus ojos y me vio, yo estaba mojado y me había descuidado, pero ella sonrió y levantó la frazada cubriendo al enano y dejando solo visible a mis ojos, su escueto cuello y cabeza. La frazada se movía, solo se la veía a ella, parecía que estaba cogiendo con algo invisible, ella volvió a cerrar sus ojitos al sentir los bestiales embates expandir las paredes de su vagina, la cama crujía, la frazada se desplazaba lentamente por los exagerados movimientos, el enano estaba rompiendo la concha de mi hermanita. No sé cuanto duró, 1 hora, 2 horas, verdaderamente no sé, yo mojaba a cada rato mis calzones. De pronto escuché un gemido de ambos, el torrente de leche ya llenaba a mi hermana, al rato el enano salió de abajo de la frazada y se colocaba a un costado de su sobrina, besándola, pasándole la lengua por su cara, ella se levantó y desnuda fue al baño. Vi que él se tomaba una pastilla azul, era viagra por lo que me enteré después por mi hermanita, era evidente que el enano no era de dejar ningún trabajo por la mitad, mi Silvia regresó con un toallón que colocó sobre las ensangrentadas sábanas, mi tío fue a cagar y volvió con la pija súper dura, se tiró sobre ella y volvió a montarla. Solo el grito de ella cuando la cabeza entró, después placer. Perdí la cuenta de las veces que eyaculó en la ya rota concha de mi hermana, pero fueron varias, cuando se levantaron y fueron tomados de la mano al baño, yo me volví a mi habitación, esperé a que regresen al cuarto y también fui al baño, mi pantalón era un enchastre. Al otro día abrí los ojos y vi que estaba mi hermana sentada en mi cama acariciándome con ternura, sonriendo. Estas bien Silvia? Si... Te dolió mucho? No me preguntes lo que sabes... vos viste todo. Si... Bueno, ahora vamos a desayunar. En el comedor, el enano se reía mientras me miraba, Silvia estaba con un camisón lila bastante transparente, abajo solamente una braga muy chiquita de color azul, muy visible. Después de almorzar Silvia fue a dormir la siesta, ella estaba extenuada, me quedé con el enano sentado en el banco de la galería, mirando llover y mi tío comenzó a hablarme: Qué te pareció anoche? Qué? Jajaja no te hagas el boludo, tuviste platea preferencia. Yo no mir...... jajaja... empezá a crecer. Viste que trabajo me dio la conchita?.. se resistía la hija de puta... pasa que era virgen y estaba cerrada, pero la dejé tan abierta que hasta un camión ahora le entra jajajaja Si..... Se la rompí, todavía tu hermanita esta escupiendo leche por la concha, la llené bien... Ah...... Te imaginás esta noche la guerra que habrá con el culito? Ehh?. . Tio..... Shhhh pendejo, tranquilo, si, esta noche voy a romper el culo de tu hermanita, ayer lo toqué bien y el agujerito esta muy fruncido, muy cerrado, pero lo voy a abrir, se va a comer toda la pija y no voy a sacarla hasta que lo llene de leche, va a ser una gran enema y muy dolorosa, pero le va a gustar... Por favor... Nada. Se levantó, se acomodó la poronga y entró a la casa. Esa noche mi hermana se puso una camisa amplia y que apenas le tapaba el culito y desnuda abajo, yo le quise advertir: Silvia, en un rato el enano te va a...... A coger el culo... Si! Te pido por favor.... Ya sé... ayer sentí varias veces un dedo que entraba en el ano, el hijo de puta lo estaba probando, tranquilo, todo estará bien, solo te recomiendo que no espíes pues habrá dolor y no me gustaría que veas eso. Es tarde, él me invitó a mirar... Me imaginé, nuestro tío es un pervertido hijo de puta, goza con romperme pero también siente placer con vos viendo como él me ultraja. Y qué más te dijo, qué quiere? Que vaya yo con vos y me duerma en el catre, que está en la habitación de él, a un costado de la cama... Oh Dios!!! Tranquila Sil, ya nos acostumbraremos. Y fuimos. Allí estaba el enano, parado junto a la cama, tomando su pastilla de viagra. Hola chicos, Tiby podes acostarte en el catre, es cómodo, arrimalo más a la cama que quiero que Sil te sienta cerca, la va a contener de gritar, jajajajaja Me acosté dándole la espalda a ellos, mirando la pared, comencé a escuchar ruidos y el primer: Ahhhh, que hermoso... que cerradito!!!!!!!, mmmmm... lo quiero, es todo mio. Nuevamente ruidos, silencio, gemidos y me di vuelta tapado hasta la cabeza con mi manta, los vi acostados, desnudos, de costado, mi hermana de espalda a mi, yo le veía el culo y el enano, mientras la besaba en la boca me miraba, hijo de puta, le brillaban los ojos, la mano de él fue a las nalgas de ella, comenzó a frotarle el agujerito y le introdujo un dedo, haciéndola gritar, Mark ahora cerró los ojos, su concentración estaba toda en el ano que pronto iba a destrozar, la verga del enano explotaba y entonces la hizo girar poniéndola de costado pero ahora ella me miraba, la pierna de arriba de mi hermana fue toda para adelante, el enano comenzó a meterle el dedo con crema en el culo y a ponerse crema en la pija, mientras me miraba y sonreía, ahí se perdió en la espalda de ella. Sil me miraba esperando lo peor. El enano después de un rato, levantó la cabeza y le dijo: Ahora flojita, bien flojita. Y se volvió a perder tras ella, Silvi cerró los ojos esperando, de repente los abrió enorme, gritó que me dio terror, intentó manotearlo para sacarlo de ahí, inútilmente, pues la garrapata se prendió. Ayyyyyy Diosssss, por favorrrrr... sacalaaaaa Nooo Por favooooooooooor No Lagrimas, gritos, él aullaba, gruñía, con la cara llena de lágrimas, Sil abrió los ojos, me miró y me dijo: Tiby, por favor no veas esto. El enano levantó la frazada tapando a ambos y me dijo: Si, mejor que no veas, esto esta muy complicado, el agujero no quiere que entre. Pero yo miraba, miraba como mi hermanita tiraba manotazos al aire, gritaba, lloraba, intentaba zafarse, pasó mucho hasta que escuche al enano: Ahhh, por fin... ahhhh, ya está preciosa, ya está adentro... floja... floja... la voy a dejar descansar un rato en tu cálido culito jajajaja El enano había penetrado con esa larga y curvada pija el culito, ya estaba toda adentro, destruyendo, al rato largo Sil dejó de llorar, pero se quejaba permanentemente, la verga dolía mucho, el culo todavía se resistía, 15 minutos, 20 minutos habrán pasado cuando mi enculada hermana abrió los ojos y puso una mano sobre él y le dijo: Despacio, empezá despacio... Te lo quiero romper Rompelo, pero empezá despacio. Comenzaron los gemidos y los movimientos coitales, Silvia me miró y estiró su brazo hacia mí, yo estiré el mío y nos tomamos de las manos, me apretaba muy fuerte y fruncía los labios ante los embates en su culo, gritaba cada bastante, pero no me soltaba, me miraba con los ojos llorosos y gritaba, a esta altura las arremetidas eran fuertes, le enterraba la verga muy rápido. El enano gritaba mientras le destrozaba el culo a mi hermana y con los saltos que daba sobre ella la frazada voló a los pies de la cama, permitiéndome observar, él tenía una mano en la concha con algunos dedos dentro, mientras seguía prendido atrás perforándole el culo, ella gemía y pataleaba, el enano más tarde se soltó y la hizo poner boca abajo con el culo levantado y le dijo: Ya está abierto, ahora a romperlo. Se puso sobre ella, enfiló la cabezota ahora muy roja y penetró hasta el fondo, Silvia gritó, yo me levanté y volví a sujetarle la mano, el enano primero la metió toda adentro, hasta los huevos y después comenzó a bombear a lo bestia, la cama parecía romperse, yo miré hacia otro lado sin soltarle la mano a mi hermana que me apretaba y lagrimeaba, más de una hora estuvo destrozando el culo de mi hermanita, hasta que le puso la enema, cuando la sacó del culo escapó mucha leche y mi hermana se desplomó. Esa noche, ella se comió tres polvos por el culo y nunca me soltó la mano, ahora por suerte ya tenemos hogar, el precio fue muy alto... pero en la vida, nada es gratis. Marcel Milord & Gus Becker ®

Autor: relatosmilord Categoría: Incesto

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Mi navidad con mi prima

2019-08-25


Hola, hace tiempo escribí un relato que no publicaron pero ahora narro la continuación. Yo soy un joven de 21 años que radica en cierto lugar de México, soy alto como de 1.85m, delgado, de piel blanca, cabello negro, ojos café claro y en realidad no soy feo, aunque tampoco soy un galanazo. En fin, tengo una prima que tiene mi misma edad pues nacimos el mismo año, ella es alta como de 1.72m de piel muy blanca, cabello negro lacio hasta media espalda, tiene unos senos que yo diría que son perfectos pues están redonditos y en su lugar de buen tamaño, muy blancos con un pezón bastante grandecito cuando se exita, tiene un trasero de película, bien redondito y paradito, y que conste que no tiene ninguna cirugía por su puesto. En fin, todo comenzó, como lo conté en mi otro relato, hace un año, en las fiestas de diciembre siempre vamos a pasar la navidad a la ciudad de México pues allá se encuentra la familia de mi papá, todo era normal, mi prima y yo siempre hemos sido muy cariñosos el uno con el otro y siempre hemos llevado un tipo de relación mas o menos de novios platónicos, agarrándonos de la mano, caminando abrazados, pero nada más. Pero esta vez todo fue distinto, pues el trato comenzó a ser diferente, la manera de abrazarnos cuando caminábamos por la plaza era más sexual, yo la tomaba por su cintura más abajo de lo normal y ella hacía lo propio, cuando entramos a una tienda de ropa, mientras ella veía alguna prenda yo la tomaba por atrás de su cintura y me acercaba mucho, poniendo mi barbilla sobre su hombro para ver lo que ella estaba viendo (si claro). Para no hacer el cuento más largo, nosotros acostumbramos jugar juegos de mesa en esas reuniones con la familia, así que mientras jugábamos cartas nosotros dos hacíamos equipo y nos sentábamos juntos y pegados a la mesa, de manera que nuestras piernas quedaran cubiertas por el mantel. Debo decir que ella comenzó todo el jugueteo pues mientras jugábamos era yo el que sostenía las cartas mientras que ella con su mano por debajo del mantel acariciaba mis piernas muy seductoramente, en ciertas ocaciones yo tomaba las cartas con una sola mano y con la otra correspondía a sus caricias de la misma manera, era genial pues ella usaba un pantalón de esos pegaditos hecho con una tela muy delgadita que me permitía sentir sus piernas como si no trajera nada. Así pasamos la semana hasta que sucedió que debido a la comida de la cena de navidad, mi mamá se enfermó y la tuvieron que hospitalizar, así que tuvimos que quedarnos más tiempo del planeado en la ciudad. Como mi papá se fue a dormir al hospital para cuidar a mi mamá mi prima se quedó a dormir en la casa de mi abuelita, que es donde nos quedamos nosotros. Ese día, desgraciadamente y por estúpido no aproveché la oportunidad que se presentaba pues me dormí en el sillón de la sala, pero me prometí que no volvería a mi casa hasta haber hecho mi aproximación con ella. Días después una amiga de mi tía nos invitó a su casa al recalentado después de año nuevo, así que fuimos. Obviamente nos sentamos mi prima y yo juntos y empezamos nuestros juegos debajo de la mesa, como de costumbre, pero esta vez fuimos mas allá pues acariciábamos un poquito más arriba que de costumbre y cuando todos se vieron fuera de nuestro alcance después de cenar y nos quedamos relativamente solos en el comedor, ella comenzó a besar mi cuello de manera muy sensual, lo cual me vuelve loco. Luego nos levantamos de la mesa y nos fuimos a la sala donde mis primos estaban viendo una película, yo me senté en el sillón grande y ella junto a mi se acostó prácticamente sobre mí, dejando su torso a mi alcance. Mientras nadie nos veía comencé a rozar con mi brazo su seno izquierdo con el pretexto de calentar con mi mano su brazo del mismo lado, noté que ella no hacía nada al respecto, excepto que, por el contrario, se acomodó de manera que pudiera continuar mi tarea sin que nadie se percatara de lo que estaba haciendo. Luego por fin me di valor y acaricié su seno con la mano directamente y sin decir agua va. Ella se sorprendió un poco y se movió, pero no dijo nada, y luego volvió a la posición en la que se encontraba. Inmediatamente después tuve una idea genial, alegando el clima frío, le pedí a mi primo que me pasara las chamarras que se encontraban junto a él en el otro sillón, me pasó tres chamarras con las que tapé el cuerpo de mi prima y de paso el mío. Ahí empezó todo, comencé a sobarle sus tetas con mi mano derecha (que era la que estaba libre) ya debajo de la protección que nos brindaban las chamarras, las acariciaba a mi gusto pues hace mucho que no tocaba unas tetas y nunca unas tan espectaculares como esas, después me fui animando más y comencé a tocarlas por debajos de su delgado sueter, sobre la blusa, luego, debajo de la blusa hasta que por fin, bajé el sostén de cada uno de sus senos y los pude acariciar piel con piel, yo estaba en la gloria, no sé si ella notaba el grado de exitación en el que yo me encontraba pues mi verga estaba increíblemente grande y dura. Después de un buen rato (aprox 1hr) de estar acariciando esas preciosas tetas a mi gusto, decidí ir más allá y comencé a acariciar su sexo por arriba del pantalón pues traía uno de esos pantalones de tela muy delgada. Ella comenzó a respirar entrecortadamente, lo que me decía que de verdad estaba disfrutando. Abrí el cierre de su pantalón y comencé a meter la mano a ese lugar prohibido, toqué su pantaletita que pude apreciar tenía un moñito, esto me puso a mil, luego introduje mi mano por debajo de su calzoncito hasta que me encontre frente a frente con su lugar más íntimo, su monte de venus, lleno de pelitos, y comencé a meter mis dedos (no sin falta de esfuerzo pues su pantalón era bastante apretadito) y ella me ayudaba poniéndose en posiciones que facilitaran mi acceso. Así comencé a acariciar lo que me pareció que era su clítoris pues no podía ver nada, hasta que ella agarró fuertemente mi brazo y tensó los músculos de sus pies, lo que me hizo ver que había alcanzado el orgasmo más silencioso en la historia de la mujer. Después de eso, regresamos a nuestra ciudad y no la volví a ver hasta este año, en las mismas fechas, donde volvimos a repetir la experiencia e incluso, fuimos un poco más allá.

Autor: Anónimo Categoría: Incesto

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Los masajes de mi hija

2019-08-25


Mi hija, fisioterapeuta diplomada, se ofrece a darme unos masajes, después de un día de senderismo que me había dejado molido. Tengo cincuenta y dos años. Enviudé hace cinco y mi única hija, Isabel, que tiene veinticinco, sigue viviendo en casa. Según había dicho más de una vez, no tenía ninguna prisa en abandonarme. Ella ponía como excusa, entre bromas y risas, que quería cuidar de mí. En realidad es que aún no era independiente económicamente, pues aunque tenía estudios universitarios en Fisioterapia, no había encontrado un trabajo de su profesión, y trampeaba con contratos temporales, mayormente en supermercados y grandes superficies. Al fallecer mi esposa, pasamos unos meses en que la relación, siendo normal, era algo fría. Cada uno iba a lo suyo, yo a mi trabajo y mi hija a sus estudios. Consideraba que ya era mayor, con veinte años, y no necesitaba una especial atención por mi parte. Con el tiempo, la situación se fue relajando, y creo poder decir que alcanzamos una relación de confianza, normal entre padre e hija. De todas formas, Isabel mantenía cierta distancia en lo que se refería a su vida íntima, de novios, amigas, y demás. Y yo tampoco le hacía partícipe de algún encuentro que tenía ya últimamente con alguna mujer. El día en que ocurrió lo que pretendo contar, había regresado a casa cansado, después de una marcha por el monte de quince kilómetros. Me gusta el senderismo. No era mucho pero a mi edad, ya no estaba para ciertos trotes. Así que después de darme una ducha, y con sólo una toalla envolviéndome de cintura para abajo, me tendí en mi cama, con la intención de descansar un poquito. Me quedé dormido. Cuando desperté sobresaltado por el ruido de la puerta del cuarto de baño al abrirse, vi a mi hija salir con una indumentaria similar a la mía, una toalla enrollada pero en este caso desde la parte superior del pecho, que alcanzaba hasta la parte superior de los muslos. Huy! Perdona papá. Es que te vi tan profundamente dormido que no quise despertarte. Pero….¿qué haces aquí? –le dije sorprendido. Es que….quería ducharme, y como la ducha del cuarto grande está estropeada, quería pedirte permiso para ducharme en el tuyo. Pero como te vi tan dormido, no quise despertarte. Está bien….No pasa nada…..Ahhh!! –al intentar incorporarse noté los estragos del esfuerzo, en forma de una fuerte punzada en mi pantorrilla derecha. Me quedé inmóvil boca arriba. Isabel me preguntó que qué me pasaba, y le expliqué a qué me había dedicado esa tarde y cuál había sido el resultado, a la vista del dolor que ahora me atenazaba la pierna. - Si quieres, te puedo dar un masaje… No olvides que tengo formación como fisioterapeuta, aunque no haya ejercido nunca. - Pues la verdad es que no me vendría nada mal. Como seguía quejándome, mi hija descartó hacerme esperar mientras se ponía otra indumentaria. Tal como estaba, con solo la toalla a su alrededor, empezó a darme instrucciones para que me diera media vuelta y me colocara boca abajo. Primero se sentó en un lado de la cama y, preguntándome cuál era la pierna que me dolía, empezó a palpar las dos pantorrillas. - En realidad –dije- me duelen las dos piernas……desde el dedo gordo del pie hasta las ingles…., qué digo ingles, hasta las cejas… También noto la espalda y los hombros doloridos. Debe ser de llevar durante tanto tiempo la mochila. - Bueno….. no te preocupes, papá….. Tú ahora relájate. Empecé a notar las manos de mi hija frotándome las plantas de los pies. Iba alternando por espacios prolongados cada pie, masajeando las plantas, palpando cada uno de los dedos, me flexionaba las piernas por las rodillas, y me palpaba y masajeaba también las pantorrillas……, en todas las posiciones. A penas llevábamos así un par de minutos cuando mi hija me dijo que iba a cambiar de posición para facilitar su trabajo. Se puso de rodillas encima de la cama, a mi lado y siguió aplicándome los masajes. Empezaba por las plantas de los pies y seguía por el empeine, las piernas, pantorrilla y….también los muslos. En un principio solo hasta donde empezaba la toalla. -¿Qué tal? –preguntó ella. - Mmmm..! Qué gusto! Entonces me dijo que para darme masajes en la espalda y hombros, se iba a subir a horcajadas sobre mis piernas…. Me lo dijo como informándome. No me pidió permiso. Pero esperó unos dos o tres segundos antes de iniciar la maniobra, seguramente por si yo ponía algún tipo de reparo. Como no obtuvo respuesta, noté cómo se colocaba sobre mis piernas. Pensé en si la indumentaria de mi hija, la toalla que la envolvía, le dificultaría la posición, e incluso pensé en qué parte del cuerpo de mi hija era la que había empezado a notar que entraba en contacto con el mío. Según los movimientos que ella realizaba, de masajes en la zona baja de la espalda o en los hombros, el cuerpo de Isabel se movía y variaba el contacto con el mío. Unas veces a la altura de las pantorrillas, otras a la altura de mis muslos. Pensé en si serían sus piernas, sus muslos….., hasta que decidí que era todo: sus piernas, sus muslos, se apretaban contra los míos…. Pero, también notaba el vaivén de una parte de su anatomía que, por la posición no podía ser más que su entrepierna. Se alternaba la cara interior de sus muslos con….. joder! ….lo que no podía ser más que una cosa….¿Sería posible? Hasta entonces nunca había estado en una situación parecida, de un contacto físico tan extremo, con mi hija; dejando aparte la época de su infancia, claro. Pero era cierto que, de un tiempo a esta parte, me había sorprendido recreando la mirada en su culo, al cruzarse en el pasillo, y a veces, evitando que ella se diera cuenta, en su escote y pecho. Sin duda la escasa actividad sexual explicaba esa conducta, a la que no quería darle importancia. Es cierto que había llegado alguna vez a un pequeño conato de fantasía, en cuanto al visionado de su cuerpo, pero no pasé nunca de ahí. Siempre acababa esfumando ese tipo de pensamientos. Mi hija se había callado y se dedicaba solamente a proporcionarme las friegas, que habían provocado ya en mí un estado de excitación considerable. -¿Sabes que tienes aún un buen culo? –me soltó ella de repente fingiendo una risita… Siguió masajeando mi cuerpo, aunque yo apreciaba cada vez más ternura y menos energía. De pronto ella me dijo: Date la vuelta, papá. Ahora toca por delante. Me lo dijo de una forma rara, pensé. Con la voz cambiada. Casi temblorosa. Pero le obedecí inmediatamente. Sin que ella tuviera apenas que moverse, solo incorporarse un poco para facilitar la maniobra, me di la vuelta. Nos miramos a los ojos. A horcajadas, a la altura de mis piernas, pero sin aprisionarlas, veía claramente con qué parte de su cuerpo estaba en contacto. Eran sus muslos, y verlos, acrecentó mi excitación. El borde de la toalla dejaba prácticamente la totalidad de los muslos de mi hija a la vista, y la aparición visual de su entrepierna se adivinaba al menor movimiento. Ella se percató de mi mirada de su padre y me dijo: No mires, papá….-fingiendo una voz algo aniñada- o dejo de darte masajes –haciendo ahora como que me recriminaba mi travesura. Inmediatamente recuperé la posición horizontal de la cabeza y quedé mirando al techo. Me descubrí a mí mismo obedeciendo para no poner en peligro las gratificantes sensaciones que estaba teniendo, tanto por los masajes en sí, como por la excitación que estaba experimentando. Empezaron las friegas por delante. Primero los pies, los tobillos…..iba subiendo, las pantorrillas…. ¿Era apreciación mía o más que masajes, se trataba de caricias….? Sí…, sobre todo cuando sus manos llegaron hasta mis muslos. Eran caricias, que aumentaron mi excitación. Fue ahí, cuando me estaba….acariciando los muslos, cuando separé instintivamente las piernas, e inmediatamente noté como mi hija apoyaba su cuerpo, aunque no con todo el peso, sobre mis piernas, y volví a notar con más contundencia la cara interna de sus muslos, y con el movimiento, lo que no podía ser más que su entrepierna. Sus dedos presionaban débilmente sobre la parte interior de mis muslos, haciéndome respirar profundamente. Empecé a notar una intensa erección, pero no podía hacer nada por disimularlo, al estar en esa posición. No me atrevía a mirar a los ojos a mi hija. Entonces ella dirigió sus manos a mi torso, y con las palmas extendidas le aplicó lo que pretendían ser masajes, pero se quedaban en caricias contundentes, casi magreos…. El movimiento del cuerpo de mi hija se convirtió en un vaivén más….expresivo, y cada vez que bajaba su cuerpo acompasado con sus manos, contactaba su pelvis en mis piernas. Hubo una pausa de dos o tres segundos, y sentí que los dedos de Isabel se posaban en mis pezones, iniciando leves giros. Abrí los ojos y dirigí la mirada hacia mi hija, que aguardaba con media sonrisa mi reacción. ¿Te gusta? –preguntó con un hilo de voz. Tardé unos segundos en contestar. Sí. En ese momento mi hija realizó un movimiento de aproximación de su cuerpo, deslizándose sobre mis piernas, sin dejar de acariciarme los pezones. El movimiento provocó que la toalla que rodeaba su cuerpo se desmoronara y cayera, dejando a la vista su cuerpo desnudo. Fijé la mirada inmediatamente en sus pechos. Eran soberbios, contundentes, bien proporcionados a su cuerpo. Con unas areolas grandes, que se difuminaban poco a poco, a medida que se integraban en el resto de la teta. Sus pezones estaban endurecidos. Ella, sin cambiar la mirada, dejó por un momento de mover sus dedos alrededor de mis pezones, pero yo rápidamente puse mis manos sobre las suyas, cubriéndolas suavemente, dando a entender que no quería que dejara de proporcionarme sus caricias. Ninguno de los dos dijo nada. Cuando estuve seguro de que mi hija no rechazaba aquel momento de tensión, puse mis manos sobre las tetas de Isabel, proporcionándole unas caricias suaves que le hicieron cerrar los ojos. Nos estuvimos acariciando así hasta que yo atraje su cuerpo, cogiéndole de las muñecas. Los dos acercamos nuestras bocas y nos besamos largamente. Yo disfrutaba como loco de la humedad de su lengua. De pronto reaccioné, e intentando apartarla le dije: No….. Esto no está bien. Soy tu padre. Pero también soy una mujer –contestó ella-. No pasa nada….. Además, nadie tiene por qué enterarse. Esas palabras bastaron para rendir la tímida resistencia que había opuesto. Recuperamos la posición y reanudamos el cálido y húmedo morreo. Yo la abracé por un instante, pero enseguida empecé a mover mis manos a lo largo de su espalda, deteniéndome en sus nalgas, que amasé y sobé con deleite un buen rato. - Me gusta que me toques el culo, papá. Continué recreándome en aquel más que hermoso trasero, que más de una vez me había quedado mirando con contenido deseo. Lo disfrutaba ahora como resarcimiento de todas aquellas ocasiones en que no me había atrevido ni siquiera a rozarlo. Cuando separé las manos de su culo, mi hija aprovechó para incorporarse un poco. ¿No quieres chuparme las tetas, papá?.... A mí me gusta… - Ven aquí, hija- y empecé a mamar de aquellas fuentes de placer, lamiendo los pezones y succionando con fruición, ocasionando algún leve quejido de mi hija, lo que ayudó a atemperar la acción a su gusto, hasta que conseguí que expresara su deleite. - Uumm!... que gustito papá. Entonces decidí apartar del todo la toalla que aún rodeaba inútilmente las caderas de mi hija, y la que yacía arrugada bajo mi cuerpo, con la clara intención de intentar una aproximación de mi polla al coño de Isabel, que ya había rozado durante los movimientos precedentes, y que había notado húmedo y caliente. Ella, al darse cuenta de lo que buscaba yo, me facilitó la acción y se acomodó para sentir la polla de su padre dentro. Con el primer embate, mi hija emitió un ronco suspiro de satisfacción. Los dos empezamos a movernos rítmica y acompasadamente, manteniendo ella sus manos sobre mi pecho, mientras que mis manos rodeaban y amasaban su culo. - ¿Te gusta así, hija? - Sí, papá. Me gusta mucho. Continuamos moviéndonos hasta que empecé a notar que se iniciaba el desenlace, así que le pedí parar y cambiar de posición. Isabel aprovechó el parón para decirme: - Déjame que te chupe la polla, papá. Quiero darte placer. Nos colocamos adecuadamente y empezó primero a lamer con delicadeza cada rincón de mi miembro, sujetándolo con una mano. Se detuvo en la zona del frenillo y con la punta de la lengua cosquilleaba aquella parte, arrancándome gemidos de placer. Se introdujo el glande en la boca y empezó a succionar, al tiempo que paseaba su lengua en derredor. Sabía hacerlo, estaba claro, pensé. Seguro que no era la primera vez que lo hacía. No se dedicaba a introducirlo del todo en su boca, sino solo la parte necesaria para chupar, lamer… También le dedicó a los testículos una buena sesión, lamiéndolos con delicadeza. - Hija mía…..lo haces muy bien. - ¿Si? Pues ahora fóllame y córrete, papá. -¿Estás segura, hija? - Sí. No te preocupes, que tomo la pastilla. Ella se colocó a cuatro patas, mostrando cuál era la forma en que quería ser penetrada por su padre. Me coloqué detrás, de rodillas y dirigí mi polla al coño de mi hija, que se introdujo sin problema, como un cuchillo entre la mantequilla. Una vez dentro, le acaricié las caderas y las nalgas, que noté cálidas y acogedoras. Le cogí con una mano la cola de caballo que se había hecho con el pelo al salir de la ducha y empecé a moverme rítmicamente. Tras unas pocas embestidas me decidí a hundir hasta el fondo mi miembro, lo que arrancó un gemido de placer de Isabel, que aún me excitó más. Cabalgamos así un ratito y ella no tardó en gemir profundamente, dando muestras de estar recibiendo oleadas de placer. Hasta que por fín dijo: Me voy a correr, papá. Córrete hija. Quiero que disfrutes y goces todo lo que puedas, mi pequeña. Al oír eso, mi hija pareció abandonarse al placer y empezó a emitir verdaderos gritos de gusto. No tardó en alcanzar el orgasmo, y me lo hizo saber. Cuando pensé que mi hija se había corrido a gusto, me detuve. Quería aprovechar la excitación y correrme también, pero en otra posición. Le pedí que, tal como estábamos, sin sacar la polla de su coño, se tumbara en la cama boca abajo, de forma que yo quedé acostado encima de mi hija, contactando así mi pecho con su espalda, mi vientre con su culo, mis muslos rodeando los suyos, y colocando los pies por encima del empeine de los de ella, a modo de estribo. Le dije que relajara las nalgas, que las quería sentir blanditas. Enlazamos nuestras manos y disfrutando de la sensación de tener mi polla dentro, empecé a moverme sólo yo. Con cada empujón, ella soltaba un bufido por la presión. Preocupado, le pregunté: -¿Te peso demasiado? - No papá. Sigue….sigue… Y seguí. No tardé en sentir la llegada del punto sin retorno, lo que me decidió a incrementar las embestidas, y no tardé en sentir que la espita del placer se había abierto, derramando sus fluidos en el interior de mi hija, que se relamía también de gusto. Quedamos los dos inmóviles por unos segundos. Me apoyé en los codos sobre la cama, para aliviar el peso que soportaba mi hija. Luego me aparté, y ella se dio la vuelta. Al cabo de un rato, ella rompió el silencio: - ¿Qué es lo que más te ha gustado de todo lo que hemos hecho? - Lo que más me ha gustado, hija, ha sido escuchar de tu boca la palabra papá, cada vez que me decías algo. Ser consciente del pecado del incesto, de lo prohibido, … excita mis sentidos como no puedes imaginar. Le dije que lo que había pasado no podía llegar a saberlo nadie. Ella me tranquilizó, llevando su dedo índice a mis labios….. Nadie lo sabrá nunca. Será nuestro secreto.

Autor: Capachero Categoría: Incesto

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