Jr., queda sorprendido y además intrigado pero satisfecho al descubrir algo nuevo de su familiares maternos, se da cuenta que no todo es lo que parece y para ello a veces tenemos que confiar y ver el mundo desde otra perspectiva..
Secretos de Padre e Hijos 4.2
Jr.: cuando llegamos a la casa de los abuelos, los padres de mamá, ya todos nos estaban esperando, cuando mi mirada se cruzó con el tío Miguel, no disimuló nada, me sonrió descaradamente, su sonrisa maliciosa, al abrazarme fue incómodo, me abrazó más de la cuenta, lo empecé a odiar, a ver como a esos vales, que se la pasan de calientes viendo quien les mete la verga. Esa noche después de cenar, me reuní con mi primo Fernando, lo puse al tanto de la situación entre Memo y yo, también le comenté, que le pedí a Memo, ver como alguien más le mete la verga, y yo estar solo como espectador, mi primo se relamería los bigotes, si los tuviera, hasta le brillaron los ojos cuando escuchó mi plan, no esperó que se lo pidiera dos veces, pues me dijo que estaba dispuesto a hacerlo con Memo, mientras yo los observara.
Luego le platiqué sobre mi tío Miguel, me dijo; no le hagas caso, sabes el tío quiere que, entre tú y yo, le metamos la verga. Me contó que él había llegado un día antes, y se la había metido durante toda la noche a nuestro tío, también me dijo que nuestro tío le propuso, que entre los dos le metiéramos la verga, aunque no sentí mucho gusto, acepté hacerlo, entre los dos meterle la verga a nuestro tío, al día siguiente, me desperté y mi primo no estaba en la habitación, bajé a ver quién estaba, solo encontré a mi primo desayunando, me dijo que todos se marcharon a hacer las compras, para lo de la semana santa, ya que en esos días se escasea pronto los productos, desayuné y le dije a mi primo que iría a dar la vuelta, pues en la casa hace demasiado calor, mi primo se quedó viendo la tv.
Me aburría mucho estar en ese lugar, ahora más que nunca extrañaba a mi hermano Memo, lo estaba echando mucho de menos, así que al ver que mi primo Fernando, el hijo de mi tío Pedro no quería salir, decidí dar una vuelta y ver en que me entretenía, a lo lejos vi a mi abuelo, pensé en acercarme a él para des aburrirme, pero cuando me fui aproximando, vi que también estaba con él mi tío Miguel, así que cambié de planes, me fui a la bodega al ártico, donde podía estar solo y así alejado de mi tío Miguel y del resto de la familia.
Me recosté en el desván de la bodega viendo a la puerta principal, de hecho la única puerta de acceso a la bodega, minutos después vi abrirse la puerta, entro tío Miguel, pensé, maldición este ya me encontró, así que me agazapé para que no me viera, pero me di cuenta que no me venía buscando, vi que tenía una bolsa y estaba hurgando en ella, me quedé viendo y pensando, que estará planeando ese pervertido, pronto me daría cuenta de lo que estaba haciendo, ya que les contaré tal como pasó ese día, lo que vi y escuché, tal como lo viví.
Mi tío Miguel se empezó a desvestir y dejar su ropa a un lado, luego se vistió con una tanga de hilo para mujer, también vistió un batín de esos de encaje, que suelen usar las mujeres en sus noches de sensualidad, dicha bata solo le cubría parte del cuerpo, por así decirlo, ya que al ser de encaje era muy trasparente, luego sacó una zanahoria gruesa del bolso y un bote de lubricante, se llevó la zanahoria a la boca como si estuviera chupando una verga real.
Mientras chupaba la zanahoria, se acariciaba los pezones moviendo su cuerpo excitándose, yo permanecía agazapado pero al pendiente de lo que hacía mi tío, en eso escuché de nuevo la puerta abrirse, me agazapé y volteé a ver quién era, vi a mi abuelo Genaro, parado en la puerta viendo como su hijo, mi tío Miguel, chupaba esa zanahoria, volteé a ver a mi tío y el continuó estimulándose, pensé que no se había percatado de la presencia de su padre, ya que continuó como si nada, en eso saco la zanahoria de su boca y la lleno de lubricante, la llevó a su culo, la introdujo, comenzó a gemir de una forma muy sensual, se podría decir.
Arqueaba su espalda mientras se auto penetraba con la zanahoria, seguía estimulando sus pezones, gemía de una manera descontrolada, recordé que estaba mi abuelo ahí y cuando volteé a ver que hacía el abuelo, lo vi acariciando su verga, como un pervertido viendo un video porno, sin decir una sola palabra, pensé que el abuelo le gritaría o haría algo para reprender al tío, pero no, solo estaba ahí viendo como su hijo se daba placer con la zanahoria, mi tío como una actriz porno, con la zanahoria enterrada en su culo seguía estimulando sus pezones mientras gemía ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah… mi abuelo observaba atento pero ya con su verga de fuera y sin camisa.
Se quitó su pantalón, ya que se lo sacó, vi que no tenía ropa interior, sacó un pepino aún más grande que la zanahoria y lo palmeaba en su mano, para llamar la atención de mi tío, mi tío lo vio y se arrodilló pidiendo perdón a mi abuelo le decía; perdóname papá, esto no es lo que parece. Yo no soy así, es solo que, mi abuelo lo interrumpió y le dijo; vamos maricón quieres verga ven, aquí está una. El abuelo se acercó y le refregaba su verga, en la cara de su hijo Miguel, le dijo; vamos zorra mámame la verga, pero no te saques la zanahoria del culo.
No entendía que estaba pasando, de verdad ver a mi abuelo y tío comportarse de esa manera, parecía un juego entre los dos, del tío lo entendía, pero ¿mi abuelo? Mi tío se agachó y se metió la verga del abuelo en su boca, se la empezó a mamar con deseo y pasión, como si fuese un manjar, la tragaba toda completa, metiéndola hasta el fondo, se metió los 16 cm de verga gruesa del abuelo, su nariz llegaba hasta los vellos púbicos del abuelo, la tragaba con una facilidad que ni arcadas le daban, se veía que es un experto tragando vergas.
Mi verga estaba a reventar debajo de mi ropa, pero no quería ser descubierto, quería ver como terminaría todo este teatro, después de un rato el abuelo lanzó a su hijo al piso, y este le suplicaba que no le hiciera daño, el abuelo le dio la vuelta y lo acomodó en cuatro patas, el tío ya había expulsado la zanahoria que tenía ensartada en el culo, el abuelo tomó el pepino, lo llenó de lubricante y lo metió en el culo de su hijo, lo metía y sacaba una y otra vez, el tío gemía y se retorcía de placer, el abuelo sacaba el pepino por completo y lo volvía a meter como si nada.
Así estuvo un momento metiéndole y sacándole el pepino por el culo al tío, hasta que lo sacó y lo tiró, llenó sus cuatro dedos de lubricante y se los metió al culo de su hijo, que empezó a pujar y gemir, al sentir los toscos dedos de su padre, mi abuelo metía ya los cinco dedos, en el culo de su hijo, que no paraba de gemir y gritar, de repente el abuelo sacó los dedos y de un jalón rompió la tanga que llevaba puesta el tío, este se quejó de la agresividad de su padre y se sacó para caer sobre el piso, el abuelo lo acomodó y le separó las nalgas. Con su verga ya dura, la metió toda de una sola estocada, debió haberle dolido al tío, ya que se sacó y se lanzó al suelo dando un chillido de dolor, el tío dijo; aaaauuu, papá no seas agresivo. El abuelo le respondió; querías verga puta, ahora se aguanta. y lo volvió a poner en cuatro patas, le volvió a abrir las nalgas y se la dejó ir igual, pero esta vez lo detuvo de las caderas, le impidió al tío que se sacara de tremenda arremetida, solo se escuchó de nuevo el grito de dolor del tío.
El abuelo abrió su mano y dio una nalgada al tío, que lo hizo estremecerse, mi abuelo lo nalgueaba mientras mantenía su verga dentro del culo de su hijo, el abuelo empezó a envestirlo, metiendo y sacando su verga de 16 cm de manera brutal y feroz, dándole fuertes nalgadas y sacudidas, mientras le metía la verga una y otra vez, pero ya a esas alturas mi tío solo gemía como loco poseído, disfrutando de la verga de su padre, que le estaba dando tanto placer, pues no paraba de gemir y pedirle más verga a su padre. El abuelo le sacaba toda la verga y se la volvía a meter de un solo empujón, el tío solo gemía y se arqueaba pidiendo más verga.
Mi abuelo aceleró las envestidas, jaló al tío del cabello y de la bata de encaje que llevaba puesta, mientras le decía; ah puta me vengo, me vengo aaahhh ooohhh, ahí tienes tu leche pinche zorra toma, toma aaaaaaarrrr ooooooohhh uf ah siií, que bien te portaste maldita loca, ahora limpia la verga de tu padre o te parto la cara por marica. Mi tío se arrodilló frente a mi abuelo, se la volvió a mamar, cuando mi tío Miguel le dejó limpia la verga al abuelo, su padre. El abuelo lo aventó al piso, dándole un par de bofetadas y dejándolo ahí tirado.
Mi tío se empezó a masturbar y mi abuelo salió de la bodega, yo estaba para reventar y en eso bajé y aproveché la situación, al verme aparecer, mi tío se puso rojo y se quedó mudo, me saqué mi verga de 19 cm y se la acerqué a la boca, lo puse a que me la mamara y él sin oponerse lo hizo, me la mamó, hasta que me sacó la leche, se agachó y quedo callado.
Jr.: descuida tío, su secreto está a salvo, pero siempre y cuando dejes de acosarme y perseguirme, cuando yo quiera hacerte mi puta, seré yo quien te busque, de lo contrario contaré su secretito, de como padre e hijo, se divierten en la bodega cuando están solos. – mi tío solo movió su cabeza de forma afirmativa, no me dijo nada, pero al verlo a la cara, vi que su rostro demostraba vergüenza, tristeza y todo un mar de emociones negativas, me sentí fatal.
Me acerqué a él y le pedí disculpas le dije; perdona tío no fue mi intención, no sé cómo es que te sientas al verte descubierto, pero tu secreto está seguro conmigo, no diré nada, le di un abrazo a mi tío y éste sollozaba en mi hombro, estuve con él hasta que se calmó y se vistió, luego salimos juntos de la bodega, ya más calmado, pero aún con su cara de melancolía y confusión. El resto de la tarde pasó bastante bien, pero no volví a ver a mi tío el resto de la tarde, el abuelo seguía como si nada, como si él no hubiera estado en la bodega, penetrando a su hijo.
Al día siguiente por la mañana no vi a mi tío Miguel en el desayuno, solo estaba su hijo y cuando terminamos de desayunar, le pregunté a mi primo Fernando si lo había visto, me dijo; que lo vio salir en la mañana, pero ya no lo volvió a ver. Le pregunté a la abuela y me dijo que lo vio en la mañana, pero no recordaba en dónde. Me sentí preocupado por él, estaba por salir de la cocina cuando entro mi tío Pedro, el padre de Fernando, me dijo; si buscas a Miguel, está en la noria, fui a buscarlo, lo encontré ahí sentado, viendo al suelo, cabizbajo, lo saludé.
Jr.: hola, tío. ¿qué haces aquí tan apartado de la familia?
Miguel: hola Jr., mira ahora eres tú quien me busca, cuando era yo el que te acosaba. ¿Qué sucede necesitan algo?
Jr.: no solo vengo a ver cómo estás – me senté a un lado de mi tío. – me preocupé al no verte en la hora del desayuno, sabes tío, si me sentía mal cuando me acosabas, pero no quiero verte así sufriendo de esta manera, ayer después de lo que hice, me sentí mal – pasé mi mano por la espalda de mi tío como apoyo.
Miguel: no te sientas mal, ayer yo me sentí mal no por lo que pasó entre papá y yo, tampoco por lo que pasó después o por lo que me dijiste, fue que, al ser tan descuidado, y así como tú nos viste, pudo haber sido mi hijo, entonces fue cuando me sentí tan mal, ¿cómo le explicaría eso a mi hijo, ¿qué pensaría el de mí? me odiaría toda la vida por ser como soy.
Jr.: no te sientas mal tío, mira no reprimas tu sexualidad, ve a mi hermano, sé que mamá le dio la espalda, pero somos muchos, los que lo queremos y no nos importa como es él, yo te quiero tío, pero he de decir que me sentía incómodo cuando me acosabas, pero no por eso dejé de quererte ni lo haré, eres mi tío y te aprecio. – abracé a mi tío y éste se recargó en mi hombro de una forma tan pacífica, que no era acoso ni nada sexual, solo de apoyo y cariño, que siempre le he tenido.
Miguel: gracias hijo por tus palabras y que estés aquí, preocupándote por mí, me ayuda mucho, pero sabes Jr., he reprimido tanto mi sexualidad, que a veces duele y no tengo el valor que tubo Memo, valor que admiro de él, sabes yo solo he tenido a tres hombres en mi vida, mi padre, Fernando y tú, sabes el primer hombre en mi vida, el que me rompió por primera vez el culo, fue mi padre. Eso fue después de que naciera mi hijo, ¿te gustaría escuchar la historia?
Jr.: claro que me gustaría escucharla, sería todo un placer poder escucharte. – estaba a punto de saber la historia de mi tío cuando llegó Fernando mi primo.
Fernando: vaya por fin los encuentro. Todos se fueron a ver no sé qué al pueblo algo de la semana santa no sé qué.
Miguel: el viacrucis Fernando.
Fernando: si eso creo, ¿papi, mi jotito, tiene ganas de verga? eh papi ¿quiere que su macho le dé lechita?
Miguel: qué manera tan sutil de pedirme que tengamos sexo, que va a decir tu primo, que somos unos depravados.
Fernando: no te preocupes papi, los tres seremos depravados y tus dos sobrinos te harán feliz, venga papi, véngase con su macho, que le quiere dar verga, ándele mijo mua.
Me empecé a reír de ver cómo Fernando trata al tío, pues a pesar de las palabras que le decía lo hacía con cariño y amor, nuestro tío se veía contento al ver como lo trata Fernando, Fernando lo empezó a besar de una manera amorosa no de forma perversa , fue con cariño lo trataba con amor y ternura, a pesar de sus palabras, mi tío le correspondía los besos y cuando se dejaron de besar volteó a verme, me preguntó si quería participar, lo vi con tanta ternura que no le respondí, solo le di un beso al que se unió nuestro primo Fernando, besándonos los tres, Fernando le preguntó a mi tío si quería que lo hiciéramos ahí o en otro lugar.
Mi tío nos dijo que sería mejor en privado, ya que no quería que nos arriesgáramos, regresamos a la casa, ahí en la habitación en la que nos quedamos a dormir Fernando y yo, nos encerramos a hacer el amor, pues veía de forma distinta al tío Miguel, Fernando empezó a desvestir a nuestro tío Miguel, lo besaba y acariciaba con ternura y cariño, mientras que nuestro tío le correspondía de la misma forma, besándolo y acariciándolo, ese día estaba aprendiendo o conociendo una faceta distinta de ambos, tanto de mi primo como de mi tío, luego Fernando volteó y me empezó a desvestir, mientras me acariciaba y besaba con ternura, como lo hacía con nuestro tío.
Mi primo desde hacía tiempo me dijo que es bisexual, era uno de tantos secretos que guardamos en esta familia, y aunque en más de una ocasión compartimos a una chica, era la primera vez que compartiríamos a un chico, ya que cuando hacíamos tríos con alguna chica, mi primo aprovechaba para darme uno que otro beso y acariciar mi verga, pero nunca lo vi de otra forma más que una acción que se daba por el momento.
Esa tarde me desvestía y besaba mi cuerpo, acariciaba mi verga en conjunto con nuestro tío, luego nuestro tío desvistió a Fernando, mientras yo tallaba mi verga entres las nalgas de nuestro tío, el desvestía a Fernando. Ya estando los tres desnudos nos volvimos a besar y nuestro tío acariciaba nuestras vergas, luego se agachó y empezó a mamarnos la verga, la de los dos a la vez, mientras Fernando y yo nos besábamos, después Fernando se agachó y entre él y nuestro tío empezaron a mamarme la verga, uff aaahhh, aaahhh, me dejé llevar por esas dos increíbles bocas, que me estaban dando un nuevo placer, sentir como estos dos me mamaban la verga.
Mientras ellos me la mamaban yo acariciaba sus cabezas, pero de seguir así no aguantaría mucho, así que les pedí que pararan, Fernando me besó de nuevo, nuestro tío dejó mi verga de 19 cm para podérsela mamar a Fernando, era tanta mi calentura que no me detuve a pensar las cosas, le devolvía la mamada a mi primo, pues entre nuestro tío y yo, le mamábamos la verga a Fernando, él la tiene un poco más pequeña que la mía de 18 cm pero igual de gruesa, así por un rato y después, Fernando y yo le mamábamos la verga a nuestro tío, este no dejaba de gemir.
Después Fernando se colocó atrás de nuestro tío y le empezó a mamar el culo, yo me puse de pie al ver como mi primo le mamaba el culo a nuestro tío, este me jaló hacia él y me empezó a mamar la verga, mientras mi primo le mamaba el culo, sentía deseos de mamarle el culo también, el deseo me estaba llevando por nuevos senderos y lo estaba disfrutando, así que hice a un lado los tabúes y me fui a mamarle el culo a mi primo, que este no rechazó sino al contrario empezó a disfrutarlo, así seguimos por varios minutos, de pronto mi primo se colocó atrás de nuestro tío, con mucho cariño le dijo: amor te quiero meter la verga. Nuestro tío lo besó y se inclinó sobre la cama dejando su culo a la disposición de Fernando.
Yo continúe mamando el culo de Fernando, mientras este penetraba suavemente a nuestro tío, lo tomaba de las caderas y se la fue metiendo lento. Yo estaba pero prendidísimo, ya no me importaba nada más, que no fuera disfrutar del momento con esos dos hombre tan cachondos, y debo de decir que nuestro tío es un hombre realmente apuesto, alto guapo, cordial, amable, con una hermosa sonrisa, labios formaditos , piel clara con unos pechos perfectos marcados y su abdomen plano y firme, igual que sus hermosas nalgas duritas, redondas y paraditas, de esas nalgas que se antoja morderlas y acariciarlas, piernas torneadas sin ser exageradas, al igual que sus brazos, ojos claros grandes, siempre bien rasurado y oliendo a perfume, pelo corto castaño, todo un galán.
Después de mamarle el culo a Fernando, pues empezó a moverse más rápido, me puse de pie y me acerqué por detrás, le repagué mi verga, que quedé entre sus nalgas, mientras se movía envistiendo a nuestro tío, tallaba mi verga con sus nalgas, lo empecé a besar, mi primo Fernando no es un modelo o chico guapo, un varón de dieciocho años, de mi estatura, moreno claro, pelo negro, no es delgado, pero tampoco gordo, yo diría que está en su medida, peso normal sin poner de más ni de menos, ojos grandes, labios delgados, piernas fuertes y velludas, eso sí unos brazos fuertes, de una verga de 18 cm, morena, peluda, y grandes huevos, nalgas paraditas, pero no muy firmes, diría que suaves y velludas , eso si bien paraditas.
Cuando estaba besando el cuello de Fernando y tallando mi verga en su culito, sentía unas ganas tremendas de meterle la verga en ese momento a mi primo, pero no sabía cómo reaccionaría, una cosa es que le mamara el culo y otra es meterle la verga sin su autorización, todo aquello me estaba volviendo loco de deseo, ver como Fernando le clavaba la verga a nuestro tío, haciéndolo gemir en cada envestida que le daba, así como tener mi verga entre aquellas nalguitas, suaves y peludas, con un deseo tremendo de poder perforarlas de una buena vez.
Fernando: métame la verga primo, hágalo despacio y lléneme el culo de verga, que lo necesito dentro pero ya.
No respondí con palabras la petición de mi primo, si no con hechos, llené de lubricante mi verga y la apunté en su culito, que sólo, fue devorando mi herramienta. Fernando se fue clavando mi verga solo, mientras aún seguía con la suya clavada en el culo de nuestro tío, lentamente se empezó a mover, clavándose mi verga en cada que sacaba la suya de nuestro tío, empezó el mete y saca en el culo de nuestro tío, mientas se ensartaba en la mía, en cada movimiento que hacía, poco a poco comenzó a acelerar sus envestidas, clavando el culo de nuestro tío y clavándose mi verga a la vez. Me dejé llevar y le besaba el cuello y las orejas, se volteaba y me besaba, luego enderezó a nuestro tío y le empezó a comer la boca, nuestro tío se empezó a mover mientras los tres nos intentábamos besar, al ser Fernando el de en medio besaba a nuestro tío y luego a mí.
Los gemidos, sudor y olor a sexo inundaron la habitación, así como el calor de nuestros cuerpos, haciendo que el olor tan rico se concentrara más, y nuestros cuerpos comenzaran a sudar, escurriéndonos el sudor por todo nuestro cuerpo, estábamos empapándonos los tres, tomé a Fernando de las caderas, era mi turno de moverme, lo empecé a clavar lento, pero con ritmo mientras él y nuestro tío se besaban y seguían conectados, yo me movía clavándole mi verga a Fernando que gemía y seguía besando a nuestro tío.
Luego cambiamos de posición, nuestro tío se puso en medio, yo atrás de él, volví a penetrar ese culito que me inició en esto del sexo entre hombres, lo estaba disfrutando más cuando vi como Fernando, se acomodó frente a nuestro tío, lubricó la verga de nuestro tío y se fue metiendo esos 17 cm de carne, la verga de nuestro tío se veía más grande, ya que siempre anda depilado de todo su cuerpo, poco a poco ese trozo de carne blanca se perdía en el culo de Fernando, esas hermosa nalgas morenas y velludas, hacían contraste con el color de piel de nuestro tío, ya que es de piel clara.
Poco a poco los movimientos se fueron haciendo más rápidos y fuertes, tanto que la verga de uno y otro se salía y la volvíamos a clavar, para seguir con el exquisito sexo, cambiamos de posición pues Fernando se subió a la cama boca arriba y le pidió a nuestro tío que lo cabalgara. Nuestro tío se montó sobre la verga de Fernando y quedaron de frente, Fernando me pidió que le levantara las piernas y lo volviera a clavar, no me dijo dos veces, ya que de inmediato le metí la verga y empecé a embestirlo, mientras a él lo montaba nuestro tío, los besos, caricia se intensificaron, al igual que las envestidas.
Estaba envistiendo con fuerza a Fernando y cuando estaba a punto de venirme, saqué mi verga y la metí en el culo de nuestro tío, se quejó y quiso sacarse, pero entre los dos lo detuvimos, pues al sentir como le entraba también mi verga, teniendo adentro la de Fernando, la presión del culo de nuestro tío y los quejidos de dolor, nos hizo aguantar poco, pues tanto Fernando como yo, nos vinimos casi al mismo tiempo dentro de nuestro tío.
Fernando se empezó a venir segundos después de mí. Pues la presión del culo de nuestro tío, nos hizo terminar pronto, además sus quejidos nos excitaron muchísimo, al instante en que eyaculé mi verga salió expulsada al igual que la de Fernando, por la presión del culo de nuestro tío, que tampoco aguantaría más de un minuto nuestras vergas, al mismo tiempo, para terminar, Fernando levantó las piernas y le dijo a nuestro tío; vamos papi es todo tuyo llénalo de leche, que es lo que está esperando este culito, que desfloraste hace tiempo, vamos papi dame verga y leche.
En ese momento, nuestro tío se acomodó en la cama, levantó las piernas de Fernando y lo penetró, empezó a moverse rápido y después de poco tiempo le llenó de leche el culo a Fernando, se acercó a mi verga, le dio unas mamadas hasta que me la dejó limpia, lo mismo hizo con Fernando, y Fernando le devolvió el favor, limpiándole la verga a nuestro tío, para finalizar aquel acto de sexo, los tres terminamos besándonos. Luego de estar un rato recostados a Fernando le llegó un mensaje, nos dijo que ya venía de regreso el resto de la familia, así que nos vestimos y fuimos a la sala como si nada hubiera pasado.
El resto del día trascurrió como si nada, pero la forma de ser de mi tío Miguel cambió mucho, también de mi parte, pues veía a mi tío de forma diferente, con cariño, de repente me perdí en el deseo y los cambios que se estaban dando, perdiendo por completo de algunos detalles a mi alrededor, no me di cuenta en su momento, me percaté de ello cuando ya eran visibles, muy visibles, que al ver todo eso me quedé, bueno ustedes juzgarán como fue que me quedé, más adelante. Pues conociendo a mi madre, aún me faltaba mucho por conocer y saber de mis familiares maternos. Los días pasaron y yo estaba ebrio de deseo, lujuria y pasar noches espectaculares, al lado de nuestro tío y primo Fernando.
En la última semana de vacaciones, justamente el miércoles, el tío Pedro nos dijo que su suegra se puso un poco enferma, y se marcharían al día siguiente, tanto Fernando, como nuestro tío Miguel y yo por supuesto, nos sentimos algo desanimados, ya que desde el día que nos metimos con nuestro tío, empezó una amistad, compañerismo y complicidad entre los tres. Sin duda, nos despediríamos esa noche los tres como se debe.
Esa noche, al entrar los tres a la habitación, nos desnudamos dándonos placer y amor para despedirnos, entre Fernando y yo nos vemos seguido, pues vivimos en el mismo poblado, pero a nuestro tío duramos mucho sin verlo, esta vez me pesaría cuando se despida de mí, a diferencia de la vez pasada que me sentía libre al no estar a su lado, esta vez sería diferente, esa noche la pasamos bien, pero al final, todo cambió, ya que Fernando, se vino en la boca de nuestro tío, nuestro tío, en la mía y yo en la boca de Fernando.
Extrañaría esas noches en las que dormíamos los tres juntos y antes de dormir, tener sexo, a veces yo se la metía a nuestro tío y él a Fernando, a veces yo a Fernando, él a nuestro tío y en ocasiones, primero yo a nuestro tío, luego Fernando, otros días primero Fernando lo follaba y luego yo, quedándonos dormidos, abrazados y desnudos, ese último día que estaríamos los tres juntos, la pasamos muy bien, dos descargas, la primera fueron en el culo, yo me vine en el de Fernando, Fernando en el de nuestro tío y nuestro tío terminó por rellenarle el culo a Fernando, la segunda en nuestras bocas como expliqué antes.
Ya en la mañana aún estábamos desnudos, nos empezamos a besar, pensando en una última despedida, empezamos el cachondeo y mientras yo le metía la verga a nuestro tío, Fernando le mamaba la verga, así fuimos cambiando hasta que ambos nos vinimos dentro de nuestro tío, luego Fernando puso el culo para que nuestro tío se descargara. Nos estábamos besando, cuando tocó a la puerta, el tío Pedro, padre de Fernando, de inmediato me separé de ellos, pues me asusté, aunque la puerta estaba con seguro me sorprendí, a diferencia de nuestro tío y Fernando que ni siquiera se espantaron, pues continuaron besándose, después de tocar con fuerza sonó la voz del tío Pedro.
Pedro: vamos Fernando ya es hora a levantarse, ¿está ahí tu tío Miguel?
Fernando: ya espera un poco ya me levanto, y si aquí está, pregunta qué se te ofrece
Pedro: vato salte a la verga de ahí, ¿Qué putas madres haces ahí adentro? Pinche pervertido, ya Fer ábreme, para partirle la madre al degenerado de mi hermano.
Miguel: ni que estuviera manco pendejo, nunca has podido tocarme, Fernando abre la puerta para que vea ese maricón que le parto su madre, con una mano atada.
Pedro: abre ya Fer, le voy a partir toda su madre a ese cabrón marica, que no va a quedar bueno ni para abono, ábreme.
Jr.: yo estaba ahí viendo que Fernando y nuestro tío solo reían, pero la forma de gritarse parecía en serio, se les escuchaba enojados, sobre todo al tío Pedro, Fernando no hacía nada para calmar tanto a su padre, como a nuestro tío, todo lo contrario estaba amarrando navajas, de repente Fernando se puso de pie y se fue directo a la puerta, aún desnudo, de un salto me cambié a la otra cama tapándome con la sabana, ya que no solo Fer estaba desnudo, si no que los tres estábamos desnudos, tío Pedro entró y volvió a cerrar la puerta, Fernando volvió a la cama junto con nuestro tío Miguel, pero en eso el tío Pedro le llamó la atención para que se vistiera pues ya los estaban esperando.
Estaba sorprendido de ver que ni Fernando, ni nuestro tío Miguel, hacían por cubrirse delante de tío Pedro, tío Pedro pidió a Fernando que se vistiera y se preparara, luego se acercó a mí, me dio la mano para despedirse, pero cuando me saludó, me sacó de la cama para darme un abrazo, me puse rojo de vergüenza, ya que estaba desnudo y no me dio tiempo de cubrirme, pero veía que para él todo era muy normal, esa situación y todo aquello que se gritaron entre hermanos solo fue una broma.
Pedro: hijo nos tenemos que marchar, pero ya el lunes nos vemos en la ciudad, ni te avergüences, estos dos pervertidos ya lograron atraparte ¿verdad?
Jr.: si tío, ya nos veremos cuando nos regresemos, pero no sé qué decir, si ellos fueron o fui yo quien los pervirtió.
Miguel: jajaja tú no tienes nada de eso Jr., eres inocente, nosotros lo hemos corrompido, jajaja. Pero no le creas todo a mi hermano, él es el pervertido.
Pedro: cállate mija ahorita voy por ti. Hijo cuídate ya luego nos vemos, me saludas a tu padre y a Guillermo, cuida a tu tío y no se arriesguen mucho ¿va?
Jr.: sonreí tímidamente aún avergonzado, pero viendo que a tío Pedro le parecía todo normal, pero aún faltaban cosas por impactarme esa mañana, pues tío Pedro se colocó frente a tío Miguel que ya estaba de pie, a un lado de la cama pero aún desnudo, los dos de frente uno al otro, no sabía que venía si una pelea o una discusión, pero fue aún más sorprendente que esas dos cosas que creía, que pasarían, tío Pedro se acercó a milímetros del cuerpo de tío Miguel y con ambas manos, el tío Pedro acarició la cara del tío Miguel, el tío Pedro tenía la cara del tío Miguel entre sus manos y le dijo.
Pedro: papi cuídate, mijo ya quiero tenerte cerca, pide tu cambio, duramos mucho para verte, papi ya nos haces falta, cabrón te amo, te amo papi cuídate, espero verte pronto.
Jr.: en eso tío Pedro besó a tío Miguel, un beso pasional, pues fue en la boca, lo abrazó y acarició su espalda, luego bajó su mano hasta pasar el dedo por el culo del tío Miguel, obviamente el tío recogió parte del semen de Fernando y mío, le dijo tío Pedro: ¡ay papi! Te rellenaron la dona. Y se llevó el dedo a la boca, saboreando los restos de semen que le salían del culo al tío Miguel. Y éste le respondió: si mijo fue doble relleno, entonces tío Pedro sonrió y le dijo: ya decía que era doble sabor papi, y volvió a besar al tío Miguel. En eso salió Fernando ya vestido y listo para marcharse, le dijo tío Pedro a Fer que se despidiera, y antes de salir me sonrió y me dijo hasta luego y le dio una nalgada a tío Miguel.
Fernando se acercó a mí y se despidió, me dijo que nos veríamos cuando regresáramos a casa, y que estaba pendiente lo de Memo, me agarró la verga y luego acarició mi pecho, me dijo al oído; que rica verga tienes primo, sonreí algo nervioso y luego me besó y fue a despedirse del tío Miguel, Fernando lo besó y luego le dio un abrazo, lo volvió a besar y le dijo: amor quiero que te cuides y verte pronto, sabes que te amo y pase lo que pase te amaré siempre, papi tú me rompiste el culo y me ofreciste el tuyo, eso siempre lo atesoraré y amaré, siempre te amaré y pase lo que pase siempre estaré para ti, te amo, cuídense y no ignores lo que te dijo papá, pide tu cambio quiero tenerte cerca papi, primo cuide este culito, le dio una nalgada al tío Miguel.
El resto de los días me la pasé de maravilla junto con el tío Miguel, ahora era diferente pues ya no era igual que antes, me gusta pasar tiempo a su lado y escaparnos de vez en cuando para tener sexo, bromear y platicar, algo que no hacíamos antes de conocer realmente a mi tío, darme cuenta de la relación entre hermanos, y sobre todo el amor que le profesa Fernando, fue difícil despedirme del tío Miguel, al llegar a casa me puse al día con Memo, le conté todo lo que viví en mis vacaciones, así como él me contó sus aventuras, también le dije lo que habíamos propuesto y que Fernando se puso contento cuando le comenté.
continuará …………………