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Una pelirroja se vuelve obediente

2022-11-23


Uno, dos, tres. Sabía detectar perfectamente cuándo iba a entrar el metro en el andén por el sonido. Me despeinó al pasar, haciendo que mi pelo rizado cobrizo se alborotase aún más. Sujeté el borde de mi minifalda negra para que no se levantase, evitando una escena a lo Marylin en la estación. - La verdad es que nada serio. Ya sabes, algo para hoy y listo. - Fui sincera. Podía oír a mis amigas gritándome en mi cabeza. - ¿Te aburro? - Irrumpió en mis pensamientos como un elefante en una cacharrería. Sacudí la cabeza, volviendo a la situación. No me dio tiempo a contestar. - Vas a pasar al baño y quitarte las braguitas. Las traerás en la mano y me las darás.

Autor: Anónimo Categoría: BDSM

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Pamela II

2022-11-23


Retomaremos la historia de Pamela y su nueva vida con su “papi”. Advertencia: relato ficticio con escenarios fuertes. Ya han pasado algunos meses Pamela se veía obligada a estar desnuda o si a su nuevo Papi se le antojaba podía llevar algún tipo de “atuendo” el cual podía ser un delantal o un simple plug. Si no estaba lista tal como exigió su papi su culito era azotado si piedad le tomó un largo tiempo aprender a cocinar y varias quemaduras en sus muslos. A este punto ya había sido bien entrenada comía una porción de semen cada mañana y hacía los quehaceres en su culito tenía tatuado la palabra puta barata. Su cabello estaba suelto. Mientras Pame continuaba con su quehacer, pero escucho como se abría la puerta “papi había llegado” por la puerta entraba al alta y robusta figura de su papi. Papi: Ya llegué pendejita más te vale que la comida te allá salido bien o ya sabes lo que te toca. Pamela solo se quedo mirando con miedo y asintió, mientras Papi se sentaba para comer ella se puso bajo la mesa desabrocho los pantalones de pai y saco de unos calzones sucios la gorda y grasosa verga de papi, la niña la tomo y comenzó a jalar hasta que la verga se puso dura y tubo que empezar a chuparla, Pame lloraba mientras se metía ese enorme trozo de carne al fondo de su garganta, debía cuidarse de que tocara su úvula, por desgracia su papito degenerado tomó su cabeza metiendo su verga hasta el fondo la cara de Pamela se lleno lágrimas, mientras sentía como regurgitaba todo el contenido de su estómago. La pobre nena vomito sobre debido de la mesa, esto hizo que papi se levantara inmediatamente. Maldita mocosa, ya te he dicho que no hagas eso. Papi saco a Pamela de debajo de la mesa, la cacheteó, mientras ella trataba de pedirle que no lo dañe. Pamela: No, no por favor, déjame Ya te he dio como debes llamarme, decía papi mientras pellizcaba los pezones de pame, al punto de enrojecerlos. Pamela: Para, papi por favor me duele Mira perrita, voy a darte un castigo de verdad tras decir eso papi llevo a Pamela al baño la tiro en la zona de la ducha salió del baño cerrando la puerta y fue buscar unas cosas mientras Pame quedaba en una esquina temblando de miedo, su papi no tardó en llegar con cinta una vara y un plug. Papi tomó a pamela medio la vara de un lado a otro tomando la cinta mantuvo sus brazos alzados, la amarro de a modo a que amarro sus piernas quedaran en cuclillas, incada y con los brazos alzados su papi la puso en la esquina del desagüe metió el plug dentro de su culito. Bien zorra ahora abre tu boca, como te atrevas cerrarla te ira peor. Pamela solo abrió cuando de repente papi empezó a orinarle encima tratando de hacerla tragarla, ya no cerro su boca por miedo, pero estaba ahogándose en la orina. La pobre niña tuvo que tragar lo que pudo de miados mientras lloraba. Después de terminada la humillación papi levanto a Pamelita y la obligo meter su cara contra el inodoro mientras el sumergía su cara contra esas aguas violaba el pobre culo de Pamela, se escuchaba como al pobre niña hacía horcajadas así siguió hasta que la termino de corresr y la pobre niña se desmayo. Pamela quedo desmayada en el suelo del baño mientras papi solo salío que más le pasará a esta chiquilla.

Autor: SEXY RAPE Categoría: BDSM

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Locura de amor

2022-11-23


Situaciones de celos me llevaron a tener una actitud que nunca había tenido. Nos conocimos con Gloria por intermedio de amigos comunes, comenzamos a salir y a los seis meses no fuimos a vivir juntos. Gloria es una mujer muy interesante, al menos para mis ojos, tiene un metro setenta de altura, hermosas tetas grandes con bellos pezones puntudos y con una aureola simétrica a grandor de sus senos y de un color marrón semi oscuro. Si uno baja la mira llega a un hermoso ombligo que preanuncia un monte de venus muy llamativo porque lo tiene siempre rasurado y comienza a ver la raja de una concha con labios externos pulposos, con labios internos finos y de medidas normales. Su espalda tiene una zanja en el medio extremadamente llamativa porque siempre ha hecho deporte y termina en un culo enorme con glúteos carnosos y parados, realmente una cosa que excita rápidamente. Gloria no había mostrado en nuestra especie de noviazgo su verdadera personalidad, en el sentido que nunca se había mostrado celosa ante situaciones generales. Pero a partir que nos fuimos a vivir juntos comenzó a poner cada vez más densa en cuenta a que veía cosas que no existían realmente. Siempre yo me encontraba en una situación embarazosa respecto de cualquier mujer que pasara por enfrente de mis ojos, sin que ni siquiera yo la siguiera con la vista, pero ella se ponía realmente muy enojada y comenzaba a arengarme con un discurso en donde me retaba por, insisto, situaciones que no habían pasado. Así fue sucediendo durante casi todo el año y medio en que convivimos y cada vez eran más violentas sus reacciones surgida de su propia imaginación, que, por cierto, es muy frondosa. Es más, todo esto nos había llevado a espaciar las relaciones sexuales, la frecuencia había bajado a una vez a la semana y hasta una vez cada quince días. Un sábado le dije que podíamos ir al cine y así fue, fuimos a ver una película, durante toda la velada, que no llevó más de tres horas, no había pasado absolutamente nada, Gloria estuvo normal durante ese rato y cuando volvimos a casa y estamos descambiando ella empezó a enrostrarme que había mirado a cuanta mujer se me cruzó pro delante de mí. El volumen de su voz cada vez era más alto, estaba roja de rabia, no se podía contener hasta que en un momento determinado se puso violenta, me tomó desprevenido y me dio una cachetada que me hizo voltear el rostro hacia el lado opuesto al de su mano. Allí me enojé, me salí de mi eje, le devolví la cachetada y comencé a insultarla, le dije -Pero por la concha de tu madre, hija de mil putas, mal parida de mierda, sos una puta tarada, que no sabe lo que dice e inventa todo. Estoy harto de escucharte, Ella se puso más loca todavía y allí comenzó una lucha entre ambos, nos tomamos de los brazos, forcejeamos y cachetada de un lado hacia el otro, eso me puso muy excitado al tiempo que estaba enojado, comencé a sentir que se me empezó a parar la verga, así que consideré la posibilidad de cogerme a mi mujer, por supuesto que no se dejó y yo empecé a arráncale la ropa, mientras ella seguía golpeándome hasta que me dio una trompada y me partió la comisura derecha de mi boca, al tiempo que le di un revés y le golpee la boca y sus dientes chocaron con sus labios que empezaron a manar sangre. Cayo sobre la cama y le arranqué la ropa de la parte superior, tenía puesta una camisola blanca, saltaron los botones y luego le arranqué el corpiño, sus hermosas y enormes tetas quedaron boyando de un lado a otro, ella continuaba intentando sacarme de encima, no la dejé, por cierto, y le saqué la pollera que lleva puesta, se rompió del tirón que le di, le saqué como pude la bombacha , ella seguía intentando desprenderse de mí, pero opuse mi resistencia y como pude, ya casi que ni sé cómo lo hice, pude sacar la verga y metérsela en la concha mientras ella se retorcía como una víbora. Comencé a entrar y salir de su canal vaginal como podía, en ocasiones, se me salía la pija y la volvía a poner, mientras le tenía aprisionadas las manos, una a cada lado de su cabeza, ella me decía una retahíla de barbaridades, vociferaba como una loca, me decía que yo era un puto, traga leche, que si ella no se hubiera cruzado por mi camino estaría chupando pija. Mientras tanto, yo seguía dándole verga, su concha había comenzado a ponerse mojada a pesar de su resistencia. Le dije: -Pero te estas mojando puta asquerosa, sos tan puta como tu madre, conchuda mal parida, bien que te gusta que te coja puta reventada. -Callate sorete, me dijo, sos un reverendo pelotudo que no servís para una mierda. Putazo. -Callate, reventada, sos una tarada igual que tu viejo, que tiene los cuernos hasta el cielo porque tu vieja se comió todas las vergas juntas. La muy puta es una genia y vos sos una pelotuda, digna hija del boludo de tu padre. Con la diferencia que nunca te puse los cuernos, putita, le contesté. Tenía su rostro a 20 centímetros de mi cara, la escupí, quedó asombrada, le volví a dar una cachetada y volví a escupirla en la cara, al tiempo que la daba vuelta, la puse boca abajo, y comencé a meterla la pija por el culo, lo tenía seco la yegua, pero insistí, me dolió la cabeza de la verga, pero volví a insistir, ella que se quejaba que le dolía el culo, no me importó, volví a forzar mi verga en su agujero hasta que entró hasta el fondo, y comencé a meterla y sacarla hasta que se lubricó un poco el ojete de mi mujer. Ella seguía intentando zafar de mí, pero no la dejé, le apreté aún más los brazos contra la cama, en esos momentos sentí una corriente eléctrica desde la nuca hasta mis huevos y le llené el culo de leche caliente y espesa, me ardió un poco el interior de mi verga. Nunca me había acabado de esa forma, tan fuerte, verdaderamente fue un gran polvo. Gloria se calmó un poco, quedó boca abajo, yo me salí de dentro de ella y que quedé boca arriba en la cama, al lado de ella. -Cuando vayas a cagar te va a salir la mierda con mi leche, yegua puta. Me levanté y me fui al baño. – ¿A dónde vas?, me dijo con voz suave. -Estoy en baño a ver cómo puedo arreglar mi cara de tus golpes. -Disculpame. – ¿Disculparte? Ni loco, vos estás muy mal. No tenés límites para tus celos de cuarta. Sos una celosa de mierda. Ya no te aguanto más. -Vos me violaste, me dijo. -No me dejaste otra opción, estabas como enajenada, le contesté. – ¿Me vas a dejar?, me dijo con vos entrecortada por las lágrimas. -Y…, es muy probable, sabés cuántas minas hay que no son como vos. Se llegó hasta la puerta del baño y me dijo que no la dejara que ella iba a cambiar y nunca más iba a ocurrir esto que había pasado. Le dije que tenía que mostrarme eso durante un tipo prudencial, como para que me diera cuenta que había cambiado de verdad. Verdaderamente con el paso del tiempo realmente mi esposa cambió, hasta el punto que ahora somos practicantes de BDSM, y ya pasaron cuatro años y medio de aquella noche fatídica, por un lado; pero que, por el otro, nos dio la oportunidad de practicar una disciplina sexual que nos subyuga a ambos pero que se encuentra consensuada. Gloria dio una vuelta sobre su eje total, ya que Incluso pertenecemos a una comunidad que practica este tipo de sexo.

Autor: HOLOGRAMA Categoría: BDSM

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Locura de amor

2022-11-23


Situaciones de celos me llevaron a tener una actitud que nunca había tenido. . Nos conocimos con Gloria por intermedio de amigos comunes, comenzamos a salir y a los seis meses no fuimos a vivir juntos. Gloria es una mujer muy interesante, al menos para mis ojos, tiene un metro setenta de altura, hermosas tetas grandes con bellos pezones puntudos y con una aureola simétrica a grandor de sus senos y de un color marrón semi oscuro. Si uno baja la mira llega a un hermoso ombligo que preanuncia un monte de venus muy llamativo porque lo tiene siempre rasurado y comienza a ver la raja de una concha con labios externos pulposos, con labios internos finos y de medidas normales. Su espalda tiene una zanja en el medio extremadamente llamativa porque siempre ha hecho deporte y termina en un culo enorme con glúteos carnosos y parados, realmente una cosa que excita rápidamente. Gloria no había mostrado en nuestra especie de noviazgo su verdadera personalidad, en el sentido que nunca se había mostrado celosa ante situaciones generales. Pero a partir que nos fuimos a vivir juntos comenzó a poner cada vez más densa en cuenta a que veía cosas que no existían realmente. Siempre yo me encontraba en una situación embarazosa respecto de cualquier mujer que pasara por enfrente de mis ojos, sin que ni siquiera yo la siguiera con la vista, pero ella se ponía realmente muy enojada y comenzaba a arengarme con un discurso en donde me retaba por, insisto, situaciones que no habían pasado. Así fue sucediendo durante casi todo el año y medio en que convivimos y cada vez eran más violentas sus reacciones surgida de su propia imaginación, que, por cierto, es muy frondosa. Es más, todo esto nos había llevado a espaciar las relaciones sexuales, la frecuencia había bajado a una vez a la semana y hasta una vez cada quince días. Un sábado le dije que podíamos ir al cine y así fue, fuimos a ver una película, durante toda la velada, que no llevó más de tres horas, no había pasado absolutamente nada, Gloria estuvo normal durante ese rato y cuando volvimos a casa y estamos descambiando ella empezó a enrostrarme que había mirado a cuanta mujer se me cruzó pro delante de mí. El volumen de su voz cada vez era más alto, estaba roja de rabia, no se podía contener hasta que en un momento determinado se puso violenta, me tomó desprevenido y me dio una cachetada que me hizo voltear el rostro hacia el lado opuesto al de su mano. Allí me enojé, me salí de mi eje, le devolví la cachetada y comencé a insultarla, le dije -Pero por la concha de tu madre, hija de mil putas, mal parida de mierda, sos una puta tarada, que no sabe lo que dice e inventa todo. Estoy harto de escucharte, Ella se puso más loca todavía y allí comenzó una lucha entre ambos, nos tomamos de los brazos, forcejeamos y cachetada de un lado hacia el otro, eso me puso muy excitado al tiempo que estaba enojado, comencé a sentir que se me empezó a parar la verga, así que consideré la posibilidad de cogerme a mi mujer, por supuesto que no se dejó y yo empecé a arráncale la ropa, mientras ella seguía golpeándome hasta que me dio una trompada y me partió la comisura derecha de mi boca, al tiempo que le di un revés y le golpee la boca y sus dientes chocaron con sus labios que empezaron a manar sangre. Cayo sobre la cama y le arranqué la ropa de la parte superior, tenía puesta una camisola blanca, saltaron los botones y luego le arranqué el corpiño, sus hermosas y enormes tetas quedaron boyando de un lado a otro, ella continuaba intentando sacarme de encima, no la dejé, por cierto, y le saqué la pollera que lleva puesta, se rompió del tirón que le di, le saqué como pude la bombacha , ella seguía intentando desprenderse de mí, pero opuse mi resistencia y como pude, ya casi que ni sé cómo lo hice, pude sacar la verga y metérsela en la concha mientras ella se retorcía como una víbora. Comencé a entrar y salir de su canal vaginal como podía, en ocasiones, se me salía la pija y la volvía a poner, mientras le tenía aprisionadas las manos, una a cada lado de su cabeza, ella me decía una retahíla de barbaridades, vociferaba como una loca, me decía que yo era un puto, traga leche, que si ella no se hubiera cruzado por mi camino estaría chupando pija. Mientras tanto, yo seguía dándole verga, su concha había comenzado a ponerse mojada a pesar de su resistencia. Le dije: -Pero te estas mojando puta asquerosa, sos tan puta como tu madre, conchuda mal parida, bien que te gusta que te coja puta reventada. -Callate sorete, me dijo, sos un reverendo pelotudo que no servís para una mierda. Putazo. -Callate, reventada, sos una tarada igual que tu viejo, que tiene los cuernos hasta el cielo porque tu vieja se comió todas las vergas juntas. La muy puta es una genia y vos sos una pelotuda, digna hija del boludo de tu padre. Con la diferencia que nunca te puse los cuernos, putita, le contesté. Tenía su rostro a 20 centímetros de mi cara, la escupí, quedó asombrada, le volví a dar una cachetada y volví a escupirla en la cara, al tiempo que la daba vuelta, la puse boca abajo, y comencé a meterla la pija por el culo, lo tenía seco la yegua, pero insistí, me dolió la cabeza de la verga, pero volví a insistir, ella que se quejaba que le dolía el culo, no me importó, volví a forzar mi verga en su agujero hasta que entró hasta el fondo, y comencé a meterla y sacarla hasta que se lubricó un poco el ojete de mi mujer. Ella seguía intentando zafar de mí, pero no la dejé, le apreté aún más los brazos contra la cama, en esos momentos sentí una corriente eléctrica desde la nuca hasta mis huevos y le llené el culo de leche caliente y espesa, me ardió un poco el interior de mi verga. Nunca me había acabado de esa forma, tan fuerte, verdaderamente fue un gran polvo. Gloria se calmó un poco, quedó boca abajo, yo me salí de dentro de ella y que quedé boca arriba en la cama, al lado de ella. -Cuando vayas a cagar te va a salir la mierda con mi leche, yegua puta. Me levanté y me fui al baño. – ¿A dónde vas?, me dijo con voz suave. -Estoy en baño a ver cómo puedo arreglar mi cara de tus golpes. -Disculpame. – ¿Disculparte? Ni loco, vos estás muy mal. No tenés límites para tus celos de cuarta. Sos una celosa de mierda. Ya no te aguanto más. -Vos me violaste, me dijo. -No me dejaste otra opción, estabas como enajenada, le contesté. – ¿Me vas a dejar?, me dijo con vos entrecortada por las lágrimas. -Y…, es muy probable, sabés cuántas minas hay que no son como vos. Se llegó hasta la puerta del baño y me dijo que no la dejara que ella iba a cambiar y nunca más iba a ocurrir esto que había pasado. Le dije que tenía que mostrarme eso durante un tipo prudencial, como para que me diera cuenta que había cambiado de verdad. Verdaderamente con el paso del tiempo realmente mi esposa cambió, hasta el punto que ahora somos practicantes de BDSM, y ya pasaron cuatro años y medio de aquella noche fatídica, por un lado; pero que, por el otro, nos dio la oportunidad de practicar una disciplina sexual que nos subyuga a ambos pero que se encuentra consensuada. Gloria dio una vuelta sobre su eje total, ya que Incluso pertenecemos a una comunidad que practica este tipo de sexo.

Autor: HOLOGRAMA Categoría: BDSM

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Me estiraron en un boliche

2022-11-16


Soy lucia tengo 20 años. Hace unas semanas salimos con unas amigas a un boliche a bailar, tipo 5am yo re tomada le empecé a decir a los pibes de una barra que nos regalaran cerveza, hasta que uno me dijo que si yo trabajaba me daban para mi y mis amigas. Pase para el otro lado de la barra y empecé a trabajar, o lo que podía hacer, eran 3 pibes y yo. La barra era chica y angosta entonces cuando pasaban por atrás me re apoyaban la pija, yo además estaba de pollera y la de sentía. Al rato empecé a ver que me la apoyaban demasiado, y empezaron a tocarme. Yo estaba muy mamada así que seguí en la mía.empezaron a hacerme chistes y pasaban y me levantaban la pollera o me daban una nalgada. Hasta que uno directamente me toco la pepa, lo mire y me dijo que los dejara enfiestarse conmigo. Me reí y seguimos trabajando. Empezó a apagarse las luces porq empezaron a bailar canciones más lentas y la barra quedó más tranquila. Ahí uno de ellos me sube a la mesada que había vasos y eso, que le daba la espalda al boliche, me abre las piensas y me dice que íbamos a cojer, yo estaba muy mamada, hacia cualquiera, me baje la tanga y subí la pollera, vi que el pibe se sacaba por el cierre la pija y solo me dio para decirle que era enorme, demasiada ancha. Sentí cada milímetro que me entraba. Me empezó a dar y yo solo lo abrazaba, hasta que la saco y vino otro de ellos. Me la metió y otra vez así estuvimos hasta que termino los lentos y volvió el eeggeton, la gente empezó a volver a la barra y el pibe que me estaba dando me soltó. Me bajo la pollera, mi tanga estaba toda mojada del piso así que la dejé. Vienen mis amigas y me dicen que si estaba bien que me vieron abrazando a los pibes. Les dije que eran re buenos y que estaba con sueño. Ni soñaban lo que estaba haciendo. Al rato el boliche empieza a cerrar y yo pensé en irme y los pibes me dice. Que tenía que ayudarlos a desarmar la barra. Se van mis amigas y quedamos. Eran 4 barras, los pibes me vuelven a subir, y me empiezan a dar intercambiándose. El resto de las barras pasaban y miraban sin entender. Fui sintiendo que me iban acabando hasta que el último se vino.me caía el seman por las piernas mientras los ayudaba a descargar la barra. Cuando salimos me fui con 2 para ma casa de ellos que vivían juntos y seguimos cojiendo. Después trabajé más de 1 mes con ellos t estuvo tremendo

Autor: Lucia Categoría: BDSM

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Obedéceme

2022-09-27


Quítate la camiseta. Lentamente. Ella sonrió. No necesitaba hablarme, todo lo decía su mirada de deseo y sumisión. A pesar de mi orden n un segundo la prenda estaba a sus pies liberando sus preciosos y firmes pechos de pezones duros y grandes aureolas. -Acarícialos perrita, despacio. Empezó a recorrer sus pechos con la punta de los dedos y sin que yo se lo ordenara fue acercándose a los pezones, contuvo un gemido mientras daba vueltas a su alrededor -Ahora los pantalones. Sonriendo de nuevo se los bajó. Esta vez si lo hizo lentamente mostrando que no llevaba bragas y su precioso coño totalmente depilado. -De rodillas, las manos en la nuca y mirando al suelo tal y como debe estar una sumisa. -Si amo- Esta vez si que habló, y de esas breves palabras dichas con un hilo de voz se destilaba una entrega y una excitación que me sorprendieron gratamente. No dije nada, la dejé permanecer en esa postura sabiendo que la incertidumbre y la inquietud aumentarían aun mas su calentura y la pondrían aun mas a mi merced. Tal como yo quería. -Abre mas las piernas- Se sobresaltó pero obedeció inmediatamente. Podía ver como entre sus piernas la luz se reflejaba en el flujo que aumentaba mas y mas producto de su excitación. -En cuclillas perra. Y ofréceme tus tetas. -No había sonrisa alguna en su cara pero en sus ojos se la veía cada vez mas entregada, mas excitada si cabía. Agarró sus pechos y me los mostró apretándolos, como si quisiera incitarme a devorarlos con gula. La sonreí complacido y vi como se estremecía pero no le contesté. Me deleité en su sumisión. Una pequeña gota de flujo empezó a deslizarse desde los labios de su coño hasta el suelo -Por favor amo quiero mas Lo decía suplicante. A pesar de mi estoicismo no podía resistirme a aquella voz y a aquel precioso rostro de ojos profundos. Respondí suavemente -A cuatro patas perrita. Ven aquí Dio un respingo pero se acercó. Sensual y sinuosa. Llegando hasta mis piernas y frotándose contra ellas. La acaricié la cabeza y ella la alzó sonriente colocándose entre mis piernas continuando su juego frotándose contra el bulto cada vez más evidente. Notando mi creciente excitación alzó la mirada y volvió a hablarme con su voz suplicante en un susurro: -Puedo hacerle una mamada amo? Me da permiso? - Mi respuesta era obvia: -Si perra puedes hacerme una mamada, esmérate. Con ternura pero impaciente desabrochó mi pantalón. Sacó mi miembro palpitante y se lo metió en la boca. No pude contener un gemido al sentir sus labios carnosos, húmedos y calientes. Efectivamente se estaba esmerando mucho pero yo no quería que terminara así. Con un gesto la hice detenerse. Ella obedeció no sin cierta desilusión en su rostro y llevo la mano a su entrepierna. -Estoy muy mojada amo Nada me hubiera gustado mas que penetrarla ahí mismo pero aún quería disfrutar de su sumisión un poco mas así que la ordené: -Baila desnuda para mi perrita Captando mis intenciones me sonrió de nuevo. Dios que sonrisa! Iluminaba toda la habitación. Fue hasta su móvil y puso una canción que reconocí como “Just walk away” de Celine Dion. Nada más iniciarse la canción su cuerpo empezó a contonearse con una sensualidad que no creía posible. Ahora entendía la elección de aquella canción. Moviéndose lentamente al compás de la música me tenía completamente atrapado viendo su gracia y erotismo cada vez mas patente. Me levanté del sillón y me acerqué a ella la tomé de las manos y suavemente la hice colocarse contra la mesa ofreciéndome su maravilloso trasero. Lo recorrí con mi boca hasta que mi dedo índice llegó a la altura de su coño. Jugué con el introduciéndoselo y deleitándome en sus gemidos. -Amo, por favor… No la respondí. Seguí con el juego mientras que mi otra mano recorría su perfecto culo hasta llegar a la entrada de su ano. Lo acaricié, a cada caricia ella temblaba hasta que pudo articular una frase entre tanto placer: -Amo, no soy virgen de ahí. Puede hacer conmigo lo que quiera. Acompañó la frase llevando la mano hasta su bolso que descansaba sobre la mesa. Rebuscó al tacto y cual no sería mi sorpresa cuando sacó una zanahoria de tamaño mediano. La lubricó con la boca tan expertamente como antes había lamido mi miembro y me la entregó. -Soy suya amo. Su perrita. Su puta. Cogí la zanahoria de su mano y con delicadeza la coloqué en la entrada de su cueva trasera. La introduje lentamente notando una nula resistencia que confirmaba sus palabras. La humedad entre sus piernas se había convertido en una fuente y yo notaba que tampoco podría resistir mas así que sujetándola las muñecas la penetré lenta pero firmemente sintiendo el abrazo de su coño. -Ahhh amooo. Siii, deme más por favor. Quería disfrutar del momento por lo que continué la lenta penetración. Ella gemía y se retorcía de placer hasta que un grito y un temblor en su interior me confirmaron su orgasmo. Yo necesitaba mas aún. Aceleré el ritmo de mis embestidas y ella respondió a su vez convirtiendo los gemidos en alaridos. Mi orgasmo estaba a las puertas ya y ella debió notarlo porque giró la cabeza mirándome con lujuria y me dijo: -Amo lléneme por favor! Márqueme como su puta! Esas palabras fueron todo lo que necesitaba para estallar en un maravilloso orgasmo que provocó que golpeara su interior con fuertes chorros de semen. Sentirlo la hizo temblar en otro orgasmo mas parejo al mío. Exhaustos los dos logré sacar fuerzas para tomarla en brazos y sentarme en el sofá con ella sentada en mis rodillas. Ronroneando apoyó su cabeza en mi hombro, alzó la mirada y de nuevo me sonrió con sus ojos iluminados. -Mi amo. Adoro el poder obedecerle.

Autor: Anónimo Categoría: BDSM

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Recomiendo especialmente

2022-09-11


Me gusta el BDSM suave. No acepto golpes, látigos u otros elementos que daban. Pero ¡Cómo me gusta el látex!. Y algunas prácticas que me llevan al delirio. Todo empezó una tarde que muy caliente, me encontré con un amigo con derechos, y para mí suerte los dos estábamos ardiendo Pasé a buscarlo por el trabajo y nos fuimos sin demora a un hotel alojamiento. - ¿Que traes en ese bolso?, Pregunté intrigada - Unos juguetes que te van a gustar. Pero vos no preguntes. Desnúdate, me ordenó y así hice. Esa orden y su tono dominante me había calentado más aún. Quise ir al baño, pero no me dejó - No podés ir al baño! Solo acostaré y esperá Lo ví desnudarse y cuando quedó frente a mí tenía la pija totalmente parada y bien dura como me gusta. Me llamo la atención un rollo de cinta de papel en la mano y le pregunté - ¿Para que es? - Shhh me decía cruzando el índice sobre los labios, indicando silencio Se acercó, me levantó las piernas, me puso el culo contra el borde del colchón y me empezó a frotar por la concha su hermosa verga caliente. Mientras me frotaba la pija me hizo doblar la rodilla y de a una, las junto con mis manos. Las vendó con la cinta, quedando en posición de cuclillas con las piernas separadas y atadas a cada mano. Se agachó y me dió una chupada de culo y de concha hasta que me hizo gritar pidiendo que me coja - ¡Cojeme papito! ¡Dale pija tu puta por favor!, Repetía yo sin parar Ahí fue cuando me metió la pija en el culo de un solo golpe y hasta el fondo Me dolió mucho y grité queriendo escapar que no pude Me la sacó después de darme unas buenas metidas, y me la metió igual en la concha, para sacarla también y ponerme la en la boca que me cojió a su gusto ahogandome No sé en qué momento había sacado un plug anal y me lo trabó en el el culo, dejandolo ahí. Me sacó la pija de la boca y cuando me recuperaba respirando otra vez, me metió un vibrador negro de 20 cms en la concha que en poco me hizo acabar Mi vejiga se relajo y me oriné, sintiendo como me caía empapando mi culo y cayendo al piso. No paró, dejo el vibrador funcionando mientras metía una bola en mi boca, sujeta con un elástico a mi nuca, acallando mis gritos y súplicas. En un momento volvió sobre mi culo, y me sacaba el plug para enterrar su pija, que sacaba después de unas buenas cojidas a fondo, para volver a meter el plug y repitiendo hasta hacerme acabar varias veces. Lloraba de placer ya que el dolor no era insoportable y estaba descubriendo que me gustaba mucho ese trato. Así me estuvo cojiendo hasta que acabó, lo que hizo en mi boca sacando la bola para que me trague la leche Cuando acabo se puso a mi lado, quedó de espaldas a mi y se durmió un buen rato. También caí rendida y desperté cuando me estaba sacando las cintas para liberar mi piernas y mis manos. Estaba acalambrada y dolorida. Cuando pude y con mis piernas adormecidas me fui al baño y después de ducharme, me vesti y nos fuimos. Creo que tardé dos días en recuperarme, pero en todo momento recordaba sus palabras - A partir de ahora va a ser mi esclava

Autor: Yami Categoría: BDSM

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Dulce tortura

2022-08-15


La puerta de la habitación estaba abierta tal como la había indicado. Avancé hacia la cama contemplando su cuerpo desnudo con los tobillos ya atados a las dos esquinas inferiores de la cama. Noté como contenía el impulso de mirarme. Me acerco a ella sin mediar palabra. La tomo de las manos y se las sujeto a las cuerdas ya preparadas a tal efecto en el cabecero. Tiembla cuando rodeo su cabeza con la venda apartando tiernamente el cabello rizado y negro como el ala de un cuervo que nunca le permito cortarse. No sabe que es lo que va a ocurrir. Piensa que va a ser severamente castigada por alguna falta. Y así es, pero no la clase de castigo que se espera. Tranquilamente coloco el contenido de mi bolsa sobre la mesilla junto a la cama, los pequeños ruidos que hago no hacen sino aumentar su inquietud. -Amo por favor, lo siento. Perdóneme… No la contesto. Coloco mis dedos índice y corazón sobre sus labios indicando que guarde silencio. Se que eso la mata, el no tener ninguna idea, ninguna información de su falta y castigo la hace temerse lo peor. Me siento sobre la cama y la acaricio el pelo. Un suspiro ahogado de sus labios me dice que ya está preparada. Alargo la mano hacía la mesilla y cojo un suave plumero con las plumas teñidas de rojo. Doy una leve pincelada en su cuello y tiembla. Ya sabe que clase de castigo la espera. -Amo, piedad por favor! Azóteme, use las pinzas, cúbrame de cera, destroce mi culo! Pero esto no por favor! -Silencio- Contesto suavemente pero la firmeza en mis palabras no deja lugar a dudas. Debe guardar silencio y aceptar el castigo. El plumero continua su trabajo. Recorro su cuerpo desde la barbilla bajando su torso hasta llegar a su pubis. Contiene un gemido cuando las plumas acarician los pliegues bajo sus pechos. Conozco bien las zonas en las que la piel es mas fina y por lo tanto más sensible. Dedico un buen rato a acariciar sus muslos torneados subiendo de nuevo al torso evitando deliberadamente las zonas mas erógenas. Para ellas tengo reservado un trato especial. Le coloco el mango del plumero en la boca. Ella sabe que será severamente castigada si se le cae. Me dirijo de nuevo a la mesilla y recojo un hielo de una cubitera. Lo humedezco y acercándolo a su mejilla dejo que una gota caiga sobre ella. Se agita y su rostro es de puro terror al comprender. Sin dejarla procesarlo paso el hielo por la circunferencia de sus pezones lentamente Su espalda se arquea y son evidentes los esfuerzos por no soltar el mango entre los dientes. Cuando considero que sus pezones han recibido suficiente castigo me acerco entre sus piernas. Una súplica en forma de un chillido ahogado en su boca surge cuando abro los labios de su coño y acerco el hielo al clítoris. El impacto del frío la sacude y desesperada lucha con sus ataduras. El placer sin control la está enloqueciendo y sabe que solo tendrá el valioso orgasmo que tanto desea cuando yo así lo decida. Su cuerpo esta ardiendo a pesar del frío del hielo. Me divierte mucho verla así y decido pasar al castigo principal. El que hará que estalle de desesperación. -Bien perrita. Ya sabes lo que viene ahora. Solo tu sabes lo que has hecho y que me ha obligado a castigarte. Cuando lo sepas y pidas perdón por ello es cuando acabará tu suplicio. -Mamo prrf avor- Articula como puede las palabras a través de su boca cerrada. La ignoro, solo ella tiene la llave que terminará con el tormento y aun no la ha encontrado. Recojo el último elemento. Un vibrador especial para el clítoris de velocidad variable. Al colocarlo inmediatamente lo enciendo a la máxima intensidad. Esta vez sus estremecimientos son tales que parece que vaya a descoyuntarse. Tiembla gime y se sacude pero no tengo compasión alguna. Parece relajarse por un momento. Piensa que si logra contenerse bajaré la guardia y podrá tener su deseado orgasmo sin que me de cuenta. Pero la conozco perfectamente, cada gemido, cada temblor de sus músculos. Mantengo el vibrador a su máxima intensidad hasta que noto que está acercándose a su premio. Entonces lo apago completamente. Un gesto de sorpresa y después de impotencia se reflejan en su rostro. Va a decir algo pero de nuevo la interrumpo. -Que te creías zorrita? Que no se como piensas? Como reaccionas? Igual que la falta que has cometido. Creías que no me enteraría? De nuevo parece que va a hablar, quizás disculparse sin llegar a reconocer su falta. No se lo permito. Acciono de nuevo la maquina y dejo que nuevamente se retuerza y gima totalmente en mi poder. Durante mas de media hora el castigo se repite en un ciclo insoportable. Un orgasmo que nunca llega. Su precioso cuerpo empapado de sudor agitándose impotente en mis manos. Cuando creo que va a desmayarse el mango del plumero cae de su boca. Un susurro sale de su boca. Le cuesta articular las palabras. -Amo, lo siento… Mucho… No debí masturbarme sin su permiso… Piedad por favor… Seré bu… ena. -Ves zorra? Eso es todo lo que necesitaba que hicieras- La acaricio el pelo con ternura y retiro el vibrador. Quiero que se corra de mi propia mano. Mis dedos entran en su coño como si no hubiera nada. Está extraordinariamente dilatada y húmeda. Beso sus labios mientras la masturbo. Tiembla de nuevo pero esta vez sin impotencia ni angustia en su semblante. Sabe que tendrá su premio y está agradecida. Apenas tardan en aparecer las primeras convulsiones del orgasmo. Gime y jadea desbocada. -AMO!! AMO!! MI AMOOOO!!!. Explota por fin en el orgasmo largo tiempo esperado. Su cuerpo se arquea de nuevo para caer entre las sabanas encharcadas de su sudor y sus flujos. No puede hablar, apenas está consciente. La desato cuidadosamente. Sus muñecas y tobillos muestran marcas allá donde la cuerda la ha arañado en su lucha desesperada por liberarse. Deberé ocuparme de ello inmediatamente. La recojo en mis brazos con dulzura. No deja de sorprenderme lo ligera que es y lo frágil que parece pero yo sé que en su interior arde una fuerza descomunal. Ha resistido casi una hora el castigo que más teme sin romperse. En mis brazos completamente derrotada parece una muñeca de trapo. Entramos en el baño y la deposito en la bañera asegurándole una postura cómoda. Abro el grifo y mientras se llena la bañera preparo la esponja y el gel especial para tratar las rozaduras de la cuerda. El contacto con el agua parece espabilarla. Alza la mirada y me sonríe. -Seré buena mi amo. La devuelvo la sonrisa. Pero una duda aun me reconcome. -Dime una cosa pequeña: Incumpliste deliberadamente mis ordenes sabiendo que te castigaría de esta manera? Me vuelve a sonreír. Sus ojos color café lo dicen todo. Ella también me conoce muy bien. -Seré buena mi amo.

Autor: Anónimo Categoría: BDSM

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Cartas en el asunto

2022-07-31


La situación era ya insostenible. La orden era clara y sencilla, pero la perra la incumplía con demasiada facilidad ¿Tan difícil es obedecer una cosa tan sencilla como "prohibido correrte"? Lo peor es que incluso había probado a cambiar yo, a dejar de follarla por el coño, a ver si así aprendía. Pues nada, era meterla cualquier cosa por el culo o el coño y tardaba segundos en correrse. No podía disimularlo, aunque lo intentó un par de veces y pronto descubrió que era mala idea. Eso si, cada vez que se corría sabía que había cometido una grave falta y se arrepentía profundamente, llorando desconsoladamente. Así no íbamos a ningún sitio, así que fui subiendo el nivel de los castigos. En contra de lo que suelo hacer, le anunciaba por adelantado cual sería su castigo por correrse sin mi permiso. Así, pronto pasé de los castigos corporales (principalmente azotes y látigo) a corto plazo a castigos de mayor duración, como hacerla dormir atada en una incómoda postura o en el maletero del coche. Inútil. Pasé entonces a las humillaciones: exhibirla en cam (se corrió mientras la follaba delante de la cam), hacerla llevar ropa humillante en público. Igual de inútil. El caso es que el juego de subir el nivel me iba gustando y creo que a ella también. El caso es que no solo no se quejaba si no que me los agradecía, ya que sabía que era por su bien. Como cada vez me gustaba más, comencé a plantear temas más duros: que la usasen desconocidos, tatuarse una marca de esclavitud, anillarse los pezones. La lista siguió: anillarse los labios vaginales, prostituirse, agujas... Viendo que seguía corriéndose, llegué a plantearme abandonarla, pero preferí ir un paso más allá y plantearla el siguiente paso: El viernes estaba puntual en mi casa. Había cumplido mis instrucciones y estaba dispuesta a ir más allá. Las siguientes semanas fueron de papeleo, haciendo "desaparecer" a la perra de su vida anterior y preparándola para la nueva. Bueno, en realidad ella se pasó casi todo el tiempo en la jaula del sótano. Al cabo de una semanas volví a ocuparme de ella. Lo primero fue grabarla a fuego la palabra "perra" en el culo y en el pubis. Mandé sustituir las anillas de los pezones y de los labios por unas gruesas argollas, que estiraba sus tetas y su coño hasta hacerlos grotescos. Por último, añadí a su decoración otra anilla en la lengua. "Hasta aquí la fase de añadir cosas", le dije a la perra. "Ahora viene la de quitar" Me miró con cara de horror pero no se movió ni un milímetro de la postura en la que estaba. Es noche la até fuerte, la amordacé bien y le avisé "Perra, a partir de esta noche no te correrás más, así que aprovecha ese orgasmo, es posible que sea el último" Mientras me miraba con una mezcla de horror y alivio, me la follé hasta que se corrió. Después, até un hilo fuerte alrededor del clítoris y estiré. Até el hilo de tal manera que el clítoris quedaba estirado varios centímetros, mientras la perra gemía y sudaba como una cerda. Con el clítoris así de estirado, no tuve más que coge unas tijeras bien afiladas y esterilizadas y, lo más cerca del cuerpo posible, cortar de un tirón. La perra se desmayó y para cuando se despertó unas horas después ya estaba curada y con unas gasas protegiendo la zona.

Autor: Anónimo Categoría: BDSM

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Guiando a una chica de 25 en el BDSM

2022-07-20


Conozco a una pequeña dispuesta a explorarse al máximo. Actualmente tengo 46 años y he estado inmerso en el mundo del s/m desde los 18, cuando fui iniciado en estas prácticas por una mujer que me doblaba la edad. Desde entonces he ido avanzando y perfeccionando técnicas, así como paciencia para guiar a mujeres que desean experimentar este mundo. En esta ocasión quiero escribirles del proceso he llevado con Esther, una chica de 25 años que me contacto a través de un anuncio había colocado en una plataforma de internet hace ya varios meses. Recibí el mensaje con el aburrimiento de siempre, es habitual recibir varios de esos cada día que al ver la cosa no es virtual sino real ya no siguen la charla, por lo que le respondí con lo habitual “el anuncio decía que si querías algo me mandaras tu teléfono o contactaras directo al que esta colocado”, por lo que me sorprendió al recibir, a pocas horas, un mensaje en ese número diciéndome que era ella. Me comentaba que tenía poca experiencia, que alguna vez ya había tenido un amo presencial pero que sentía no era lo que ella deseaba, que para él tenía más que ver con cuestión de sumisión sexual y no con el probar bondage, shibari, y que le interesaba ser llevada por un proceso de putización que le permitiera dejar atrás las ataduras sociales que aún le impedían ser lo que quería. Tras intercambiar mensajes un par de días acordamos vernos en un lugar público para seguridad de ambos, quedando en la glorieta de Insurgentes en la CDMX al día siguiente en la tarde. Al día siguiente llegué unos minutos antes de lo acordado, esperando un plantón, habitual en muchos casos donde la persona decide no llevar a cabo el encuentro por miedo a dejar atrás la fantasía por hacerlo real, pero me equivoqué. A la hora acordada me llegó un mensaje diciéndome que donde le veía, momento en que le dije me enviara foto de como iba vestida, siendo esa la primera imagen le pedía de ella, ya que no busco físicos en especial sino actitud y ganas de probar. Un vestido ligero era lo que más llamaba la atención, la reconocí de inmediato y me acerqué a ella. Tras un ligero titubeo de su parte y tras decirle era el momento de irse o quedarse, ella decidió quedarse por lo que fuimos a tomar un café a un lugar cercano, para explicarle y resolverle dudas tenía. En el café la charla paso pronto de conocer a que se dedicaba y lo que estudiaba a irle explicando lo que sucedería en la primera sesión tendríamos una vez que ella se decidiera. En su rostro podía captar la excitación y las dudas pero al acabar su café y al decirle que si nos íbamos a otro lado, ella sólo susurró que sí, encaminándonos a un hotel por la zona. Al entrar a la habitación le pedí se quedará de pie entre la cama y el espejo frente a ella, me acerque sin tocarle y colocándome atrás de ella le dije en voz baja “desnúdate” alejándome de ella esperando su reacción. Un minuto después se quitó el vestido, quedando en bragas, no traía sostén, solo un par de parches en los pezones para que no se notaran sobre la tela. “Todo” y tras un suspiro se quito las bragas. Le ordené se pusiera en 4 sobre la cama, abriendo las piernas, mostrando su sexo. Al hacerlo me acerque a ella, percatándome lo lubricada ya estaba. Y sin darle aviso le propiné una dura nalgada, sabiendo que el spankee era una de las cosas deseaba hacer, al ver brotar aún más flujo le acomodé un par más, viendo como el liquido resbalaba por su pierna, lo que hizo ella se dejara caer en la cama y me pidiera disculpas, diciéndome que cuando se excitaba mucho no podía evitar mojarse así, a lo que le dije que eso no era una molestia sino un placer, sorprendiéndome saber que muchas de sus parejas se molestaban con ello. Yo iba preparado ya con elementos necesarios para hacerle sentir lo que era ser atada, el shibari, de forma correcta y segura, siendo lo siguiente a lo que procedí. Su cuerpo es pequeño, delgado, sus senos son muy pequeños lo que dificultaba el atarles pero se logró, siendo solo lo único permanecía en su lugar los parches de los pezones, los cuales se negaba a quitar, se negaba a les tocara, pero una vez inmovilizada procedí a removerles. Entonces entendí porque no dejaba les tocaran, son tan sensibles que un par de roces le hicieron experimentar un orgasmo de inmediato. Inmovilizada le hice la siguiente pregunta, si no consideraba que el estar yo vestido aun era algo incongruente, ante lo cual ella me dijo que diera el paso, desnudándome para estar a su lado. Ese día me dedique a darle placer sin penetración, dándole oral, beso negro, marcando sus nalgas con la fuerza de mis palmadas en ellas, logrando dejar un charco literal en la cama con sus fluidos. Tras desatarle y dejarle descansar unos minutos le dije que era su turno de dar pasos. Le ordene me hiciera sexo oral, el cual fue poco satisfactorio ya que no le agradaba darlo, producto de su amo anterior quien le había causado un ligero bloqueo al ser lo único le pedia y que ella asociaba a no sentir nada, al decirle que si había dado alguna vez beso negro y al decirme no le dije lo hiciera, esperando su negativa, pero lo hizo, masturbándome al hacerlo, mostrando que si bien no lo había realizado si tenía ideas. Lo último que probó fue lluvia dorada en la regadera para quitarse la tentación. Ambas cosas si bien fueron la primera vez las hacía no han sido las últimas Ye les iré contando como ha sido llevarle por el proceso de putización de exhibicionismo, de como hemos rentado su culo, de como ha aprendido a dejarse llevar. Parejas y mujeres dispuestas a probar este mundo en la ciudad de México no duden contactar por el correo de la g, a perversomxxx, o por este medio, dejando celular para pronta comunicación. perversomxxx@gmail.com.

Autor: AMOPERVERSOMXXX Categoría: BDSM

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