🔥Relato Erótico de Voyeurismo: Angie I - Pillé a mi hermana Lucía ❌Sin Censura❌

¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


VER CONTENIDO PROHIBIDO



Fecha: 2019-11-24


Angie I - Pillé a mi hermana Lucía


Autor: darkghostwritter

Categoría: Voyeurismo

Hola, soy Angie, me gustaría contarles alguna situaciones que ocurrieron hace unos años, ahora tengo 25. Siempre he sido una chica muy alegre, sociable, muy segura, mi padre se encargó de enseñarme a enfrentar la vida, a dar mi opinión con argumentos y respeto, a sentir felicidad por lo que uno es por dentro, y no por lo que uno posee o como luzca, a valorar las cosas simples de la vida, como también mi madre que me dio su amor, su cariño, autoestima, orientación y muchos consejitos como mujer, y no menos importante hábitos de estudio. Ambos siempre fueron muy abiertos y transparente, desde los 14 años me explicaron el tema sexual, desde lo biológico, coito, proceso menstrual, el embarazo, el real significado de lo que significa unirse con otra persona tan íntimamente, un actor de amor. Sin embargo las cosas no ocurren siempre según el plan, si bien tenía una gran formación, tenía mucha más madurez en aquel entonces que mis compañeros y amigos. Nos preocupaban distintas prioridades a la hora de tomar decisiones. Todos me parecerían muy inmaduros y vacíos, algunos hablaban por hablar sin ningún porque de sus opiniones, eso lo hacía aburrido, estaba acostumbrada a la comunicación que teníamos en casa, y con los amigos de la familia, donde íbamos derivando y desmenuzando temas, aunque habían algunos compañeros que me hacían reír y eso lo valoraba mucho, pero los seguía viendo como niños, se podría decir que era muy selectiva. Todo desencadeno estando en el último año del colegio con 18 años aún no había tenido alguna experiencia, uno que otro beso con amigos de mi villa, mis compañeras comentaban sus experiencias con los chicos que agarraban, como se besaban, como se tocaban, que posiciones lo hacían, dando mucho detalle a cosas que yo no había experimentado y que solo imaginaba, aparte que hormonalmente me sentía alterada, sin razón aumentaba mi temperatura corporal, mis pechos se agitaban y endurecían, lo que me causaba un dolor punzante, andaba muy sensible físicamente y emocionalmente, me sentía quemar por dentro, solo escuchar a mis compañeras, me hacía imaginar en situaciones similares, produciéndome sensaciones extrañas y nuevas. Ante tales situaciones mi pupi se humedecía tímidamente ante la mínima provocación, me arqueaba de solo sentir esos escalofríos. Necesita desahogarme y liberar toda esa energía dentro de mí, pero no me gustaba tocarme, lo encontraba aburrido. Con el pasar de los días más aumentaba mi deseo, aunque intentará no pensar, mi cuerpo me traicionaba pidiendo alguna atención, era una bomba de tiempo, tenía que encontrar una solución. Antes dejen describir un poco a las personas que me rodean, mi padre se llama Enrique y es Chileno, de piel blanca, tiene 48 años y se mantiene bastante bien, juega tenis algunas veces para equilibrar lo que le fascina comer, y así mantener esa pancita bebe como le digo yo para mimarlo. Es dueño de una empresa de Turismo, por lo cual tiende a viajar constantemente por todo el país. Mi madre Celeste, es Colombiana, muy alegre y vigorosa, de piel morena, ojos verdes, de sangre caliente como dice ella, tiene una cara muy linda. Aparte se dedicaba mucho a su figura haciendo gimnasia y bailando todo el día, dice que es su herencia familiar, que sus genes eran muy buenos y resistente, porque su piel se mantenía muy bien a pesar de ser tan entradita en carnes, sus pechos parecen melones, muy poco caídos, de caderas anchas, piernas bien gruesas, y un trasero en forma de zapallo con nalgas muy amplias y gorditas que eran su mayor atributo. Aparte ella siempre ha sido muy desinhibida y espontánea, le gustaba saberse que tenía un cuerpo único para su edad y generar atracción en los hombres, decía que era un poder, por lo cual a veces se vestía muy provocativa resaltando sus atributos, aunque no fuera tan difícil de conseguir. Incluso cuando salíamos con Papa la miraban y le decían algunos comentarios subidos uff, como que estaba bien buena, o que pedazo de trasero señora, pagaría todo el dinero del mundo puta, donde papa solo se reía y se hacía el loquito para luego decirle cosas al oído, ella solo reía y caminaba con más ímpetu. Yo le increpaba porque no la defendía, el me respondió: una mujer con ese cuerpo y vestida así es difícil de no alabar no crees?, es imposible luchar contra lo inevitable, que la miren y le digan cosas, mientras no le falten el respeto tocándola … son solo palabras, uno les da el peso hija. Comprendí que tenía la razón, a mama le gustaba sentirse linda y admirada junto a su hombre vistiendo ropas provocativas, brillando como una estrella, le daba fuerza y energía, ella se sentía bien, aparte papa la entendía y parecía también disfrutar que admirasen a su mujer, muchas veces la tomaba fuerte de la cintura como diciendo es mía, o le daba unos buenos besos apasionados, era muy incómodo para mí, ver a tus padres así en pleno centro comercial, pero sabía que así era su forma de ser, sus gustos, era parte de su confidencialidad como pareja, yo mientras me hacía la loca. Finalmente estábamos mi hermana y yo, ella es 5 años mayor que yo, se llama Lucía, ambas heredamos la genética de nuestra madre, aunque somos trigueñas, ella es un poco más blanca que yo, es más parecida a papa, y su cuerpo es mucho más proporcionado y simétrico, en el sentido que todo lo tiene bien puesto, lindas formas pero sin exageración. Debe andar en 92-64-96. Yo sin embargo soy la imagen viva de mi madre. Mis senos creo que son como naranjas, bien puestos en su lugar, mi cintura está bien, algo con grasita pero lo normal, mis caderas amplias debido a mi trasero, herencia familiar, que debo reconocer es grande, desde cierta edad los chicos se daban cuenta y hacían comentarios, aparte sufría con la espalda, un tiempo pensaba que era demasiado, que se veía mal, y le decía a mama que a los 18 me operaría, pero ella rotunda me decía que debía estar orgullosa, que ya me daría cuenta. Mis piernas son algo carnuditas de muslos, pero bien trabajadas ya que desde pequeña me encanta bailar, otra herencia. Por aquel entonces mis medidas debían andar en 98-67-111. Desde un tiempo nos medíamos juntas para echar competencia, mi madre siempre ganaba y yo segunda. Como se darán cuenta nosotras no estábamos ajenas a comentarios morbosos cuando salíamos, al comienzo me daba miedo, luego los ignorabas, incluso algunos me parecían divertidos. En ese momento Lucía estaba de novia con Marcos, su actual esposo, un buen chico, delgado, alto y de piel blanca, muy inteligente, culto y sociable, siempre tenía un tema de conversación y se encontraba terminando su carrera como Médico. Pasaba bastante tiempo en la casa, por lo cual lo empezábamos a considerar uno más de la familia. Hasta que un día que en el colegio nos enteramos que había muerto un profesor bien entradito de edad de un ataque al corazón, decidieron enviarnos a casa, me sentía algo triste, el ambiente era extraño y amargo, era el más viejito pero nadie quería que se fuese, era un profesor querido, y todos lo estimábamos mucho, nos hacía siempre sonreír con sus ocurrencias, un estilo único e inigualable para educar, en fin podía pasar una tarde sin hacer nada, lo cual venía muy bien con toda la tensión que sentía. Apenas llegue a casa fui a ver que había para beber porque hacía un calor de los buenos, mientras bebía echaba unas miradas buscando a mama, pero no estaba, tal vez fue a hacer las compras del mes pensé. Me fui a mi pieza que está en el segundo piso a descansar o ver VT, cuando escucho unos ruidos de la pieza de mi hermana, veo su puerta entreabierta y pienso pasar a saludarla hasta que me quedo de piedra, me quedo como estatua ahí y sin habla, un poco en shock. Mi hermana Lucía estaba en cuatro sobre la cama con un bikini fucsia que dejaba su trasero al aire mientras Marcos la tenía bien sujeta de la cintura, estaban teniendo relaciones, la penetraba a un ritmo constante, que al chocar las pompis de mi hermana con su pubis hacía un sonido muy fuerte, aparte le daba unas nalgadas que hacían estremecer a Lucía, sonaban dolorosas pero su cara mostraba lujuria, la escuchaba murmurar “uhmmm papito, más por favor”. Quede paralizada, estaba muy nerviosa, no sabía qué hacer, el tiempo estaba detenido y a la vez eterno, pero ya estaba más consciente, pensaba en irme, pero mi cuerpo o algo más no quería, sentía miedo de que me escucharán y me descubriesen, aparte nunca había visto algo así, sentía curiosidad, una cosa era escuchar y otra muy distinta ver, respire profundo y cerrando los ojos intente calmarme, hasta que escuche que comenzaban a conversar: Lucía: Aiii amor, te dije que no era buena idea que lo hiciéramos aquí en la piscina de la villa (al parecer estaban creando una historia de fantasía), se viene acercando el Conserje y me va mirar desnuda mientras me la metes Marcos, detente por favor. Marcos: Amor no estás desnuda, estas con tu bikini. Lucía: Si pero me puse el más pequeñito, no me cubre nada amor, pareciera que estoy desnuda, aiii Marcos, me va ver el señor, me da vergüenza, aaii papiii. (Movía la cola como tratando de zafarse, pero realmente ella misma se enterraba más duro) Marcos: Tú lo has escogido amor, sabiendo que te iba a follar en la piscina de la villa, ¿y que podía venir alguien no?, pudiste haberte puesto uno no tan pequeño. (Le estampa 3 sonoras nalgadas con mucha firmeza haciendo resonar sus cachetes) Lucía: Ayyyyyyyy papiiiiii…. Aiii yoo, lo siento, no sé porque lo hice, no sé porque me puse este bikini que no me tapa nada, y me deja todo al aire. Uff amooor el Conserje me está mirando, me está devorando tu cuerpito, amor dile algo, está mirando desnuda a tu mujer… mientras me penetras, que vergüenza papito. Marcos: mmmm Si lo sabes PUTA ¡! (Me asusté mucho al escuchar a Marcos tratando así a mi hermana, pero supuse que era parte de su fantasía y mantuve mi posición). Es porque te encanta provocar y calentar hombres como tu madre, que le gusta vestirse mostrando sus carnes con esos shortcitos cortos y ajustados incrustados en su horto, o esos tops que se pone que pareciera que va a explotar, y así le gusta comprar el pan, imaginando cuantas vergas ha de parar, para después follarse a tu papa hasta dejarlo seco cuando viene, tu madre grita de deseo de tanta calentura (Eso era verdad, era muy incómodo cuando éramos más pequeñas, pero luego nos explicaron que así era el sexo entre ellos, fueron cuidadosos muchos años, pero últimamente que estamos más grande se han vuelto muy cariñosos, y más de alguna vez los hemos escuchado cuando nos creen dormidas, talvez ni les importe, tienen mucha confianza con Marcos). Estaba impresionadísima, jamás había escuchado a Marcos hablar de esa manera y menos referirse así de mama ya que siempre la trataba con mucho respeto, en cierta parte tenía razón pero me violentaba su manera, pensaba que era el contexto, pero si lo decía era porque lo pensaba. ¿Pensará lo mismo de mi me preguntaba?, mi mente trabajaba mil ideas por segundos, al igual que mi cuerpo, mi pupi estaba empapada, mi respiración agitadísima, como si hubiese corrido una maratón, mis pechos jamás los había sentido así de duros e hinchados, sentía que me iban a explotar y me causaba mucho dolor, por inercia empecé a mover las caderas imitando el ritmo en círculo de Lucía, era como una si tuviese un demonio dentro, necesitaba tocarme, así que lleve una mano bajo mi sostén y comencé a sobar mis inflamados pechos muy suavemente, pasándome ambas manos por todo su extensión, lo hacía delicadamente y tiernamente por la inflamación m*****a, que producto de las caricias poco a poco se fue desvaneciendo, dando el protagonismo a sensaciones de alivio y placer. Pero no estaba conforme, tenía mucha energía acumulada y pedía a gritos ser liberada, comencé a apretar mis senos con más fuerza, imaginaba las manos de un hombre inspirado por la lujuria de manosear mis grandes pechos. Hasta que sentí la necesidad de apretar mis pezones, jugaba con la presión de mis dedos palpando mi sensibilidad, cuando lo hacía con fuerza era dolorosamente placentero, e inspirada por la ola de calentura metí mi mano bajo mi faldita para acariciar mi pupi. Lucía: Siiiiiiiiiiiiiii papiiiii, me encanta vestir provocativa para levantar vergas y ojalá bien gruesas, como la tuya amor, por eso me puse este bikini que no me cubre nada, sabía que podía venir alguien, el conserje o un vecinito, aaaii no mentira, que digo… solo me gusta probar tu salchichita mi vida. (Mientras ella misma se nalgueaba mientras apretaba sus pechos, a su vez lo miraba por encima del hombro con una cara de morbo que me sorprendió, parecía que estuviese poseída, al menos ella estaba liberando al demonio pensaba). Aiiii papi, ya vámonos, llévame a casa, el conserje se acercó y bajó sus pantalones, esta con su cosota al aire frente a mi amor, el señor la está acercando a mi cara amor, dile algo por favor, la tiene demasiado grande mmmmmmmm (Lucía lo miro y se relamió los labios llevándose un dedo a la boca). Amor, el señor me está poniendo su glande muy cerca de la cara, uhmmmm la está acercando a mi boquita, y sus bolas se ven bien rellenas, perdón gordas… parece que está muy tenso, está muy acumulado el señor conserje, papi mmmm... Marcos solo decía groserías, le lanzaba escupitajos a su cuerpo, entre su ano, sus nalgas e incluso su espalda, los cuales hacían estremecer a mi hermana, mientras le seguía dando nalgadas sin compasión, su sexo era duro. Hasta que Lucía saco un plátano que tenía cerca de ella, le saco la cascara y mirando a Marcos con una cara de puta que no le conocía, le dijo: Lucía: Amooor, me dejas aliviar al señor conserje, parece que el trabajo lo tiene cansado y agobiado, está estresado papi, no es que yo quiera, solo quiero verlo feliz, tu sabes que soy buena persona, hay que ayudarlo, ha trabajo mucho y seguro no tiene quién lo alivie, mira su verga que gruesa es …me dejas besar el pene del señor conserje amooooorr, solo será la cabecita, lo prometo si?, y sin esperar respuesta se llevó el plátano a su boca y lo comenzó a lamer como gatita que toma su leche, succionando muy suavecito la punta, mientras miraba a Marcos. Amor, no te m*****a que se la mame al señor conserje, me gustaría poder besar más que la puntita, es que la tiene muy gorda.. glup glup, uiii perdón, quise decir que le cuesta aliviarse, es muy duro el caballero amor, y paf se tragó todo el plátano. Jamás hubiese pensando que mi hermana fuera tan morbosa, siempre se veía una chica muy normal, era sociable, siempre estaba abierta mentalmente a debatir de diversos temas, pero nunca había indago en esa parte de ella, aunque pensaba que la sangre es la sangre y como decía mi madre, bien caliente. Estaba bien, era su intimidad y tenía derecho a comportarse como quisiese, era yo la que estaba mal cuestionando todo eso ahí mientras seguía observando y tocándome, pero estaba demasiado hipnotizada por lo que presenciaba, estaba caliente, me tocaba como si no fueran mis manos, imaginando las manos de un hombre, viendo follar a mi hermana, me sentía mal por una parte, pero me dominaban las sensaciones, la calentura estaba siendo escuchada, me sentía tocando la gloría a través del placer, sentía electricidad por cada parte mí, me apretaba los pechos con fuerza, y tocaba mi pupita con 2 deditos que me tenían muy alto, incluso intentaba meterlos dentro, pero aún guardaba algo de razón y sabía que así podría lastimar mi virginidad. Quería gritar, quería sentirme como mi hermana, sus movimientos me hacían sentido, yo necesitaba también liberar mi sangre caliente y al parecer esa era la forma. Estaba sintiendo cosas desconocidas y muy placenteras que me hacían creer que algo dentro de mi iba a explotar, era mi despertar sexual, estaba cerca. Lucía: Papito te gusta que tu mujercita se la chupe a un otro mientras me tienes así, como tu perrita con el culo al aire casi desnuda, aaaiii sii amor, me encanta, asíii, agárrame el culo y follame rico, que la cosota del conserje está muy sabrosa …. aai papi así, hazme tuya, hazme una puta cualquiera, hare lo quieras papi si me sigues dando así, que verga papi, es perfecta para mi conchita, si tú quieras puedo mamar de verdad al señor conserje… Marcos: ooooooh, pero que hija de puta, vos si sabes calentarme culona pervertida, es la herencia familiar amor, son de sangre caliente, ustedes si saben disfrutar de sus cuerpos, mira como disfrutas chupando el plátano puta, hoy te imaginas al conserje, pero puede ser quién sea, te imaginas muchas vergas cerca de ti puta, aaah, aah me vas a sacar litros hoy puta, te voy a llenar con mucha leche de macho como te gusta. Lucía: Siiiii miamooooooooooooor, dame lechita, quiero leche, dame mucha lechitaaaa, mientras volvía a chupar plátano moviendo las nalgas como loca, mientras con una mano se atinaba más nalgadas. Papiii el conserje también se va a venir, lo siento muy cerca, uhmmm sería una lástima desperdiciar su hombía, me puedo tragar el semen del señor conserje papi le decía mientras se empezaba a meter un dedo el ano. (Pensaba que talvez Marcos creía que Lucía era así de caliente por nuestra herencia, talvez pensaba que yo también era así, yo no lo sabía, me imaginaba en la cama con alguien, y con toda la calentura sentía que podía estar de la misma manera que Lucía, yo también quería moverme así, ser acariciada, que me tocaran, sobretodo viendo como Marcos usaba a mi hermana) Ante la situación estaba con toda mi ropa descompuesta de tanto manosearme, mi camisa abierta lo suficiente para sacar mis senos del sostén, mis 2 deditos jugando vigorosamente con mi pupi y sentí la necesidad imperiosa de sentirme acariciada como lo estaba siendo mi hermana, quería algo más que las mías. Las manos de Marcos amasaban el trasero de Lucía, lo estrujaba, la agarraba fuerte de la cintura, mientras yo imitaba los avances de sus manos, me apretaba mi cintura y realizaba movimientos como si estuviera saltando sobre un pene mmm, mi calentura crecía a cada instante, tanto que perdí el control y mi instinto a****l apareció. Comencé a apretarme mis nalgas con toda mi fuerza, cerraba los ojos y recordaba todo el deseo que inspiraba mi trasero, tantas situaciones, comentarios morbosos, y hasta el día de hoy no ha sido disfrutado, me lamento entre mis pensamientos lujuriosos y me apretó más fuerte, en eso veo como Marcos jugaba con un dedo en el ano de mi hermana y sin darme cuenta por inercia hice lo mismo, solo me pasaba la punta del dedito muy suave, me hacía cosquilla, como una niña curiosa, era una sensación extraña pero agradable, y de vez en cuando intentaba introducirlo, pero estaba demasiado estrecho, cerradísimo mejor dicho, pero viendo como Marcos le metía casi la mitad de su dedo a mi hermana no me importo y empuje con determinación sobre mi inexplorado ano. Instantáneamente una sensación estallo en mí, miles de onda eléctricas viajaron desde mi cerebro a todo mi ser, se me doblaron las piernas y me sentía a desvanecer, veía borroso, y con mi otra mano me apretaba con furia y deseo mis pompis, no entendía nada, solo deseaba que me tocarán como lo hacía Marcos con mi hermana, que me estrujaran y me azotaran, jamás había tocado mi ano, era muy sensible, estaba perdiendo la conciencia ante la llegada de mi primer orgasmo, era como si se desprendiese de mi un gran peso, era la sensación más rica que había sentido jamás, estaba viniéndome tocándome como loca el pupi y tratando de meter más mi dedito atrás, como nunca lo había hecho, literalmente. Lo último dicho por mi hermana de pedirle permiso para tomarse el semen del sr conserje fue la gota que rebalsó el vaso, ya que Marcos empezó a gemir llamándola puta mientras la nalgueaba sin parar, al parecer estaba eyaculando, mi hermana solo gritaba siii, soy tu puta, soy tu puta, lecheeeee papi, más leche, hasta que dejo caer todo su peso sobre ella y quedo muerto, ella se salió rápidamente y se puso entre sus piernas a limpiar su pene, que al fin lo pude ver en toda su extensión, después de haber eyaculado parecía de unos 18 cms, penes había visto en fotos, pero este era gordísimo con una cabeza bien grande, y venas bien marcadas, era el primer pene en vivo y en directo que veía y estaba seguro que no lo olvidaría jamás. Ya más recompuesta, como pude arregle mis ropas, y me fui caminando despacito mientras escuchaba las chupadas de mi hermana, y su comentario para mi final: Lucía: Papi te gusta como esta colegiala chupa la paletita? (No me lo podía creer, mi hermana quería más, me sentí nerviosa y confusa, me había sentido aludida como colegiala, Marcos me nombraría?). Una vez en mi cama medite todo lo ocurrido, por un lado entendía que mi cuerpo estaba en un proceso hormonal importante, tanto física como fisiológicamente, sumando las conversaciones de mis amigas sobre sus conquistas, los comentarios de los hombres en la calle sobre mi cuerpo, ese cuerpo que pedía a gritos ser consentido, el inminente despertar de calentura debía llegar. Pero jamás pensé que sería viendo a mi hermana y cuñado teniendo relaciones, moralmente era incorrecto, pero todo se había dado, ciertamente no había culpables, y las sensaciones vividas se grabaron en cada célula de mi cuerpo, sensaciones inexploradas y desconocidas que me hicieron volar en aires de éxtasis, regalándome ese exquisito orgasmo, que ya lucida me daba cuenta y me preguntaba si fue en particular mi ano, o la sumatoria de caricias recibidas más las estimulaciones audiovisuales, me preguntaba si era eso, o porque realmente mi trasero me había regalo esa bendita sensación, sumida en pensamientos de intentar saber más acerca de esta faceta desconocida, sabía que debía dejar al tiempo para responder las dudas que nacieran en el camino. Si bien me sentía más aliviada, quería más, quería volver a viajar, necesitaba más placer, así estuve tocándome casi una hora imaginando situaciones como las que creaba Lucía, o como se trataban con Marcos donde yo era la protagonista, y su gran pene gordo, imágenes que jamás olvidaría.


¡PRUEBA LA NUEVA WEB: EROTISMOSINTABÚ!


¿Qué te parece el relato?