Soy Carly de 19 años, casi 20, ni me describo porque les dejó unas fotitos mías, en fin, les cuento de mi jefe que es el otro protagonista del relato, él es un hombre de 52 años, moreno, no es guapo, al contrario, es un poco gordo y bajito, pero como es amigo de mi tío o al menos conocido, ya que casi no va a visitarlo ni él a mi tío, ni mi tío a él, pero pues alguien le platico de mí, les cuento lo que paso.
Yo trabajo en una tienda tipo de hostess o algo así se dice, total que no vendo, ni cobró, luego nada más ando en mini falda y blusas pegadas o ropa así, pero el 25 de Agosto de 2023 al cerrar la tienda e irse el resto de las empleadas y los empleados, en total contándome a mi somos 15, el dueño me dijo que me quedara porque habría que hablar de mi futuro en el trabajo, pensé en ese momento que me iba despedir o a rebajar el sueldo, pasaron las horas y cerró, se fueron todos menos el dueño y yo, luego nos pusimos a conversar.
Dueño: Bueno Carly, aquí estamos, platiquemos ya que se fueron todos.
Yo: okey, de que le gustaría platicar?
Dueño: En realidad no hablaremos de trabajo, siéntate, te traeré una copa.
Yo: No gracias, mejor me voy.
En ese momento me jalo hacía él y me planto un beso en la boca y me daba nalgadas y me decía.
Dueño: Te ves tan linda todos los días, me vuelves loco, perdón pero te tengo que tomar, hacerte mía, como tu tío y algunos más, no quieres que tu tía se entere verdad.
Yo: No señor, pero hacerlo así sería como abusar y aparte ...
... chantajear.
Me tapo la boca y me subió la minifalda y me hizo a un lado la tanga, metió un par de dedos en mí ano, lo dilataba pero no era tan necesario, yo estaba caliente, excitada desde que me dijo que quería platicar conmigo por la tarde, pero bueno, siguió en lo suyo y yo ya no reaccionaba y lo dejaba hacer, me quito la blusa y me subió el brasier, me comía los senos, los mamaba muy rico y sus dedos seguían en mi trasero pasando por al ano y la vagina ya húmeda, él me decía.
Dueño: Sabía que no tenía que hacer mucho por despertar tú libido “puta”
Yo: Usted manda jefe, yo aquí le cumplo.
Me quito completamente la blusa y el brasier, yo le quite la camisa y el pantalón, luego me quite la mini falda y la tanga, el solo se quedo en bóxer, donde ya se le veía una verga grande y gruesa y se me antojaba mucho, hasta me humedecí más.
Dueño: Que rica mi “puta” Carly, tan húmeda.
Me dio sus dedos y aún tenía mi sabor de la vagina, me excitaba cada momento más, se me endurecieron los pezones, él los saboreaba y jugaba con ellos, mientras yo le acariciaba la verga y sentía como crecía en su bóxer casi rompiéndolo, y no exagero, fuimos a una parte de la tienda donde desocuparon para que fuera una segunda bodega, pusimos una toallas y ahí me hinque y le quite el bóxer, salió “disparada” la verga apuntando al techo y se veía como de 23x7 cms y algo flácida aún.
Yo: jefe, pero que monstruo se carga, si me lo enseñaba antes de tomarme a la “fuerza” ya me hubiera tenido hasta abierta de ...... piernas.
Dueño: Eres una “putita” Carly, si vieras como te pones, mejor empieza a mamarme la verga.
Yo: okey jefe, usted manda.
Comencé a meterla de a poco a mi boca, primero a chuparla, del tronco, la punta, los huevos, de arriba a abajo y viceversa, él solo gemía y decía.
Dueño: Si “puta”, así, sigue, sigue…
Mientras le mamaba la verga el jugaba y seguía jugando con mi ano, mi vagina y mis senos, dándome de nalgadas y diciéndome lo hermosa y puta que era, así estuvimos un buen rato hasta que sentí que se venía y le deje la verga dentro de mi boca descargando su leche en mí, algo me cayo en los senos y la cara pero lo limpie con mis dedos y lo metí en mi boca lo más sensual que pude, él me ayudo, con su verga también tomo su leche de mi cara y senos para volver a mamárselo otro rato y endurecerlo de nuevo, termino de nuevo en abundante leche en mi boca y cerré mi boca para que nada saliera y lo trague sin saborear ni sentirlo, porque fue demasiado, luego me puse de pie y él seguía con la verga dura, ni la mitad de la verga me cupo, era grande, larga y gruesa, gorda, me puse de espaldas en cuatro como perrita y abriéndolas un poco él puso su verga en mi ano y me dijo.
Dueño: Te voy a coger sin piedad, espero la aguantes.
Yo: okey jefe, lo que usted diga.
Una vez dicho eso, zas, me metió la verga por completo en el ano, yo grite de dolor, pero él se quedó quieto unos momentos, luego empezó a meterlo y sacarlo una y otra vez cada vez más rápido, yo solo gemía de entre ...
... placer y dolor, luego más de placer que de dolor y así estuvimos un ratote.
Dueño: Mírate nada más, toda una “puta” golosa disfrutando como te cojo.
Yo: Si jefe, hágame suya como quiera, deme mas por favor, así, así, sí, cójame más…
En esas estábamos y de repente sentí que se venía, pero traía condón, no se ni en que momento se lo puso, lo se porque no sentí ningún liquido caliente en mi ano, pero como al terminar de venirse se le puso un poco flácida la verga me alivio un poco, pero se masturbo sin dejarme que me pusiera de pie, mientras me nalgueaba y me metía los dedos en la vagina en el ano con su otra mano, respire un poco de esa vergota y le dije.
Yo: Gracias a Dios que ya me dejo de coger, pero que rico fue y que rico se sienten sus dedos dentro de mí.
Dueño: Sabía que iba a gustarte “puta”, pero aún falta cogerte esa vagina, así que vas a aguantar más mi verga, “puta”.
Yo: okey jefe, si es lo que quiere y es lo que falta, aguanto.
Luego de un rato y que se le volvió a poner bien dura la verga me dijo.
Dueño: Ya estoy listo, bueno, mi verga ya quiere tú vagina, y tal como en el ano, te la voy a meter igual.
Yo: No se puede que sea de a poco y no de un jalón?
Dueño: Para nada, te mereces trato de “puta” como lo eres Carly “putita”, mi “perra”, así que aguanta.
Yo: okey jefe, así lo haré.
Entonces puso su verga en mi vagina y zas, de un jalón hasta dentro, pero en esté caso no espero nada, entraba y salía de mi vagina una y otra vez desde la penetración, pero ..... no me dolía tanto como en el ano, y eso que soy de vagina estrecha, pero supongo que fue la lubricación de la verga, la vagina, y que me comentó alguna vez un ginecólogo que tenía, pues que la vagina se expande mucho, digo, por ahí nos salen los bebes y pues es normal, me comento ese ginecólogo, al cual ya no volví con él como ginecólogo porque me cogió, jaja, pero esa es otra historia, volviendo a la actual, mi jefe me embistió una y otra vez un buen rato, hasta que se vino como en el ano, fue super rico como me cogió, pero todo tiene un principio y un final, el final fue volver a mamarle la verga hasta que se vino de nuevo y le limpie muy bien, desde entonces mi jefe o me paga con dinero o me paga con sexo por mi trabajo en la tienda, espero les haya gustado mi relato, pronto les cuento lo del ginecólogo y lo de mi tío y sus amigos, comenten aquí que les pareció el relato y les dejo mi Facebook para contenido con costo y ahí les informaría más o en mi correo electrónico, gracias y hasta pronto.
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